AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Aunque no lo quiera aceptar [Adda Vinográdova]
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Aunque no lo quiera aceptar [Adda Vinográdova]
Respiro lentamente, suavemente. Cierro los ojos y dejo que el viento acaricie mi rostro. Desde mi lugar puedo ver a la perfección su hogar. Gracias a un encuentro de hace unos momento pude crear una ilusión que me hace difícil de encontrar por las otras personas.
Ahora me muevo con las mangas de mi camisa blanca en los codos y mis manos dentro de los bolsillos de mi pantalón negro. Los tatuajes se ven levemente, debido a la ilusión tan fuerte que se creo por mi inconsciente. La amenaza de ser descubierto paseando por encima de las casas ya paso hace un rato, mas sigo usándola.
Bajo de un salto a la calle frente a su casa, el sol esta a punto de salir, siento su luz aproximándose por el horizonte. Hago rápido el trabajo, muevo mis dedos suavemente en el aire y una rosa se forma. Los pétalos brillan como si tuvieran roció de la mañana y suavemente se abalanza frente a la puerta.
-Ya perdí la cuenta de cuantas mañanas le he entregado una rosa, señorita Giardelli-me digo a mi mismo-bueno, señorita Vinográdova- sonrío ante el hecho de que sepa tanto de ella.
Se todo eso debido a la red de contactos de los que me he hecho. Mi tienda a hecho que el bajo mundo de la ciudad me conozca. Que los brujos busquen materiales conmigo o quieran protección, también he ayudado a gitanos e incluso a vampiros. La verdad nadie me dijo de la situación de Adda, yo sólo uno los cabos sueltos uno por uno, hasta llegar a mis propias conclusiones.
Cuando la rosa se coloca en la puerta miro hacia el cielo. Los primeros rayos de sol han llegado y las nubes se pueden ver claramente. Pronto será hora de abrir la tienda y seguir fingiendo que sigo siendo de la clase media. No es difícil hacerlo, el dinero se va rápidamente y no necesito de sirvientes.
-Hasta después, Adda-digo dejando la puerta a mis espaldas.
Comienzo a caminar alejándome de ella. Veo mis brazos y los tatuajes están marcados de nuevo, eso quiere decir que la ilusión acabo. Abro los ojos al sentirle, como un rose pequeño de una mano conocida, sin embargo, no hay contacto físico. Volteo hacia atrás y en la puerta esta ella.
Ahora me muevo con las mangas de mi camisa blanca en los codos y mis manos dentro de los bolsillos de mi pantalón negro. Los tatuajes se ven levemente, debido a la ilusión tan fuerte que se creo por mi inconsciente. La amenaza de ser descubierto paseando por encima de las casas ya paso hace un rato, mas sigo usándola.
Bajo de un salto a la calle frente a su casa, el sol esta a punto de salir, siento su luz aproximándose por el horizonte. Hago rápido el trabajo, muevo mis dedos suavemente en el aire y una rosa se forma. Los pétalos brillan como si tuvieran roció de la mañana y suavemente se abalanza frente a la puerta.
-Ya perdí la cuenta de cuantas mañanas le he entregado una rosa, señorita Giardelli-me digo a mi mismo-bueno, señorita Vinográdova- sonrío ante el hecho de que sepa tanto de ella.
Se todo eso debido a la red de contactos de los que me he hecho. Mi tienda a hecho que el bajo mundo de la ciudad me conozca. Que los brujos busquen materiales conmigo o quieran protección, también he ayudado a gitanos e incluso a vampiros. La verdad nadie me dijo de la situación de Adda, yo sólo uno los cabos sueltos uno por uno, hasta llegar a mis propias conclusiones.
Cuando la rosa se coloca en la puerta miro hacia el cielo. Los primeros rayos de sol han llegado y las nubes se pueden ver claramente. Pronto será hora de abrir la tienda y seguir fingiendo que sigo siendo de la clase media. No es difícil hacerlo, el dinero se va rápidamente y no necesito de sirvientes.
-Hasta después, Adda-digo dejando la puerta a mis espaldas.
Comienzo a caminar alejándome de ella. Veo mis brazos y los tatuajes están marcados de nuevo, eso quiere decir que la ilusión acabo. Abro los ojos al sentirle, como un rose pequeño de una mano conocida, sin embargo, no hay contacto físico. Volteo hacia atrás y en la puerta esta ella.
Invitado- Invitado
Re: Aunque no lo quiera aceptar [Adda Vinográdova]
“han sido largos los días que e pasado sin verle, sin poder ver sus expresiones ni sentir su presencia, pese a lo terca que había sido, aquel joven de cabellos rubios había logrado captar mi atención incluso mas de lo que yo misma sospechaba, su afán por creer en lo bueno de las personas, su desmesurada confianza y también su gran atractivo no solo habían me habían cautivado hasta el punto de soñar por las noches, así que pese a todos esos esfuerzos por negarlo en mi interior sabia y estaba muy segura de que Rayner Andrews había logrado incrustarse en mi corazón que creía ya no palpitaba por nadie, aun así, pese a toda mi aceptación interna externamente jamás revelaría parte de mis sentimientos por ese desconocido que había desparecido durante algunos meses incumpliendo su promesa de siempre estar ahí, aunque… todas las mañanas quizás mucho mas temprano de las horas en las que me levantaba sentía una presencia y cuando iba a ver que era lo que sucedía o quien era… una flor se encontraba en la entrada de la puerta esperándome, una rosa, bien cuidada y preciosa… por la presencia que dejaba su estela, sospechaba que era Rayner”
Esta mañana se levantaría aun mas temprano de lo habitual, tenia que saber si sus sospechas eran reales, si aquella persona que dejaba esa flor en la puerta de su casa era Rayner o no… por eso extraño a todos en la casa que estuviera de pie tan temprano, y todo comenzaba a moverse, las mucamas terminaban de empacar la ropa y ya varias cosas estaban en cajas aguardando el momento a mudarse a palacio, bajo las escaleras de su hogar cuando de pronto, Adda siente la misma presencia que había sentido cuando lo conoció a el… -¿Será?- camino casi corriendo hacia la puerta y observo la rosa y agachándose a tomarla delicadamente susurro –Rayner…- ahora estaba segura, segura de que era el, y no por la presencia si no mas bien por que lo estaba mirando a unos pasos de su hogar avanzando hasta que se detuvo y fijo su vista en ella, fue mas de un segundo y mas de un instante en que sus miradas parecían no querer separarse, y de pronto Adda volvió a su mismo actuar, tranquilo apacible y sin demostraciones de que aquella aparición habían sido tan agradables para su vida… se acerco a el mientras caminaba por la entrada de flores para abrir la reja – Monsieur Andrews, es usted el responsable de que mi florero no sienta la ausencia de hermosas rosas… - sonríe de lado mientras se acerca lentamente hasta llegar a un nivel recatado de acercamiento…-¿pensaba irse sin saludar?-le mira dibujando una sonrisa en sus labios cuando el mayordomo se asoma a la puerta y se acerca a ella para informar – el Desayuno esta servido, ¿pongo otro plato en la mesa Condesa?... – a lo que Adda sin preguntarle a Rayner asiente y le da una mirada de lado para abrir la pequeña reja que daba entrada a su hogar.
Esta mañana se levantaría aun mas temprano de lo habitual, tenia que saber si sus sospechas eran reales, si aquella persona que dejaba esa flor en la puerta de su casa era Rayner o no… por eso extraño a todos en la casa que estuviera de pie tan temprano, y todo comenzaba a moverse, las mucamas terminaban de empacar la ropa y ya varias cosas estaban en cajas aguardando el momento a mudarse a palacio, bajo las escaleras de su hogar cuando de pronto, Adda siente la misma presencia que había sentido cuando lo conoció a el… -¿Será?- camino casi corriendo hacia la puerta y observo la rosa y agachándose a tomarla delicadamente susurro –Rayner…- ahora estaba segura, segura de que era el, y no por la presencia si no mas bien por que lo estaba mirando a unos pasos de su hogar avanzando hasta que se detuvo y fijo su vista en ella, fue mas de un segundo y mas de un instante en que sus miradas parecían no querer separarse, y de pronto Adda volvió a su mismo actuar, tranquilo apacible y sin demostraciones de que aquella aparición habían sido tan agradables para su vida… se acerco a el mientras caminaba por la entrada de flores para abrir la reja – Monsieur Andrews, es usted el responsable de que mi florero no sienta la ausencia de hermosas rosas… - sonríe de lado mientras se acerca lentamente hasta llegar a un nivel recatado de acercamiento…-¿pensaba irse sin saludar?-le mira dibujando una sonrisa en sus labios cuando el mayordomo se asoma a la puerta y se acerca a ella para informar – el Desayuno esta servido, ¿pongo otro plato en la mesa Condesa?... – a lo que Adda sin preguntarle a Rayner asiente y le da una mirada de lado para abrir la pequeña reja que daba entrada a su hogar.
Invitado- Invitado
Re: Aunque no lo quiera aceptar [Adda Vinográdova]
Seguramente piensa que no estuve al pendiente de ella, a de creer que falte a la promesa que con tanto cariño dije antes de marcharnos la última vez que nos vimos. Si hay algo que abunda en su corazón es la desconfianza, parece más común que el aire que respira. Yo no puedo hacer nada contra ese sentimiento, si a veces yo mismo lo comparto. Sin embargo ,sonrío cuando siento esa explosión en su corazón, emoción momentánea, pasión escondida, felicidad tímida. No sentí esto la última vez que la vi. Rápidamente esconde esas emociones, sabiendo que yo puedo leer su corazón con la facilidad con la que se puede leer un libro de dos páginas. Para satisfacerle, fingiré no haber sentido nada, tal vez es así como quiere las cosas.
-Le he dejado un saludo durante muchos días, técnicamente nunca me voy sin saludar-le digo sonriendo y entre risas.
Asiento con la cabeza ante su invitación, algo escondida entre palabras. No podría negarme a ella aunque quisiera, como si fuera una víctima de hechizos que yo ya conozco, y que se que ella ya no puede hacer. Si supiera de todo lo que me he enterado, pues su secreto es fácil de ocultar ante la gente normal, pero los brujos somos más que ellos, seguramente ella lo sabe y por eso he dejado la rosa cada mañana.
La pequeña planta es más que eso, es un hechizo de buen ojo, cada pétalo tiene escondido un pentagrama tan poderoso que durada sólo un día. Hasta el momento ha evitado que cause más problemas de los que debería, pero el destino es más fuerte que la magia de algunos, incluso que la mía. Así como el destino dicto que me encontraría con ella hoy, aunque yo no quisiera verle.
Me quedo detenido afuera de su casa mirándole sin saber que decir pero sólo espero a que el sirviente se vaya y se pierda de vista por el pasillo. Me acerco a ella y, sin meditarlo mucho, le doy un furtivo beso en sus labios, lo suficientemente rápido para apenas sentirse, apenas saber si fue o no, suficiente para que quede la duda en el aire de que acabo de hacer.
-Sera un placer desayunar con usted, señorita.
-Le he dejado un saludo durante muchos días, técnicamente nunca me voy sin saludar-le digo sonriendo y entre risas.
Asiento con la cabeza ante su invitación, algo escondida entre palabras. No podría negarme a ella aunque quisiera, como si fuera una víctima de hechizos que yo ya conozco, y que se que ella ya no puede hacer. Si supiera de todo lo que me he enterado, pues su secreto es fácil de ocultar ante la gente normal, pero los brujos somos más que ellos, seguramente ella lo sabe y por eso he dejado la rosa cada mañana.
La pequeña planta es más que eso, es un hechizo de buen ojo, cada pétalo tiene escondido un pentagrama tan poderoso que durada sólo un día. Hasta el momento ha evitado que cause más problemas de los que debería, pero el destino es más fuerte que la magia de algunos, incluso que la mía. Así como el destino dicto que me encontraría con ella hoy, aunque yo no quisiera verle.
Me quedo detenido afuera de su casa mirándole sin saber que decir pero sólo espero a que el sirviente se vaya y se pierda de vista por el pasillo. Me acerco a ella y, sin meditarlo mucho, le doy un furtivo beso en sus labios, lo suficientemente rápido para apenas sentirse, apenas saber si fue o no, suficiente para que quede la duda en el aire de que acabo de hacer.
-Sera un placer desayunar con usted, señorita.
Invitado- Invitado
Re: Aunque no lo quiera aceptar [Adda Vinográdova]
Se quedo mirando en dirección hacia su sirviente que avanzaba casi corriendo para poner la casa en orden y que todo estuviera bien puesto, los cubiertos en su lugar y el te servido y muy caliente junto con la leche, apenas sintió el acercamiento de Rayner rozando sus labios, casi inexistente pero de una manera que si se notaba… no pudo hacer nada por que se dejo llevar en aquel beso fugaz, no le dio tiempo a responder mucho menos a decirle algo, a detenerle, ¿fue efectivo? O ¿lo había soñado? Definitivamente no se lo esperaba y por mas que su mente le decía que no tenia por que gustarle aquel beso su interior se preocupaba por que si le había gustado.
“pero que se cree para venir a besarme de esa forma?- calma, es solo un beso…-por lo mismo no puedes andarte besando con nadie tan públicamente… te insulto!!- en realidad no lo hizo, yo lo deje, aunque halla sido un factor sorpresa aquel beso… me gusto… - no, no, no te gusto, no te puede gustar olvídalo y cambia la cara ya lo invitaste a tomar desayuno solo ahora evita aceptar sus besos nuevamente”
-espere… -posa su mano en su pecho antes de darle la entrada a su hogar -¿Por qué lo hizo? –un tono de molestia se siente en su voz y es que no quería que pensara que podía pasar algo, adda no se permitiría nunca aceptar que si sentía mas que un poco de felicidad el sentir sus labios aunque fuera fugazmente no lo aceptaría, definitivamente se dejaría de creer en algo mas que un sentimiento –no puedo permitirle volver a hacerlo monsieur… - algo fría avanza después de hacerlo pasar para cerrar la reja mientras le guía camino a su casa, se preguntaba si alguien les hubiera visto, tendría problemas, era una condesa y supuestamente no conocía a nadie en la ciudad, camina hacia la casa con notoria molestia pero no dejaría que pase a mas, Rayner tampoco debería darse demasiada importancia, después de todo el despreciaba su forma de usar la magia, por que la había besado?
-Buenos días, por favor pasen a desayunar- su mayordomo les acompaña hacia la mesa y le deja el lugar de cabecera a Rayner, por alguna razón jamás había tenido la experiencia de compartir un desayuno con un caballero, con nadie en realidad… el silencio se había apoderado por un momento de Adda no sabia que aquel momento de duda que el había dejado le afectaría tanto, no estaba preparada para ello…
-que es lo que tienen sus rosas monsieur?... –
intentando cambiar un poco el tema para que aquel desayuno dejara de ser tan silencioso. Incluso para que olvidara su sonrojo y no hiciera preguntas de por que Adda estaba tan callada
“pero que se cree para venir a besarme de esa forma?- calma, es solo un beso…-por lo mismo no puedes andarte besando con nadie tan públicamente… te insulto!!- en realidad no lo hizo, yo lo deje, aunque halla sido un factor sorpresa aquel beso… me gusto… - no, no, no te gusto, no te puede gustar olvídalo y cambia la cara ya lo invitaste a tomar desayuno solo ahora evita aceptar sus besos nuevamente”
-espere… -posa su mano en su pecho antes de darle la entrada a su hogar -¿Por qué lo hizo? –un tono de molestia se siente en su voz y es que no quería que pensara que podía pasar algo, adda no se permitiría nunca aceptar que si sentía mas que un poco de felicidad el sentir sus labios aunque fuera fugazmente no lo aceptaría, definitivamente se dejaría de creer en algo mas que un sentimiento –no puedo permitirle volver a hacerlo monsieur… - algo fría avanza después de hacerlo pasar para cerrar la reja mientras le guía camino a su casa, se preguntaba si alguien les hubiera visto, tendría problemas, era una condesa y supuestamente no conocía a nadie en la ciudad, camina hacia la casa con notoria molestia pero no dejaría que pase a mas, Rayner tampoco debería darse demasiada importancia, después de todo el despreciaba su forma de usar la magia, por que la había besado?
-Buenos días, por favor pasen a desayunar- su mayordomo les acompaña hacia la mesa y le deja el lugar de cabecera a Rayner, por alguna razón jamás había tenido la experiencia de compartir un desayuno con un caballero, con nadie en realidad… el silencio se había apoderado por un momento de Adda no sabia que aquel momento de duda que el había dejado le afectaría tanto, no estaba preparada para ello…
-que es lo que tienen sus rosas monsieur?... –
intentando cambiar un poco el tema para que aquel desayuno dejara de ser tan silencioso. Incluso para que olvidara su sonrojo y no hiciera preguntas de por que Adda estaba tan callada
Invitado- Invitado
Re: Aunque no lo quiera aceptar [Adda Vinográdova]
Sonrío ante su evidente ira hacia mis acciones, como siempre, soy un experto en sacarla de sus cávales, algo que al parecer no cambiara no importa por lo que pase ella o yo. A veces disfruto de esa sensación, con ella se siente especial, como si buscara que compartiera mi confusión hacia lo que siento por ella.
-No se preocupe nadie vio-digo mientras me guía hacia la entrada a su casa y le enseño mi brazo con mi tatuaje en una tonalidad de gris que cambia a negro rápidamente-Creí que la ilusión había terminado hace unos minutos pero todavía estaba activa, así que si alguien me vio entrar, puede haber visto a una mujer abrazarle o a un anciano saludarla de mano, no estoy seguro.
Al caminar a su lado y antes de entrar al comedor, me entra la nostalgia con su aroma y me relaja enormemente, aunque sigo sintiendo la incomodidad de su magia, esa que yo rechazo y a veces aborrezco. Ella sabe lo que opino de sus hechizos, pero de seguro no sabrá como me siento hacia ella, a menos que se le ocurra usar la dominación de nuevo, que francamente me da escalofríos.
Cuando el mayordomo me vio en la mesa, noto su corazón dar un vuelco, definitivamente se sorprende de verme, a lo mejor vio a una mujer, sigo sin saber cómo controlar las ilusiones.
Al sentarme a su lado, siento la extrañeza de Adda, y su duda, esos nervios parecidos a los míos cuando la mire de frente en la entrada, sin saber que hacer o pensar.
-Las rosas tienen pentagramas en cada uno de sus pétalos-le digo con total calma, como si hablara del clima-Son de buen ojo, me permiten darle algo de magia de luz que yo tengo, pero sólo duran un día, por eso es que han aparecido en su puerta cada mañana. La protegen-le sonrío-. Lamentablemente, no son tan poderosos como para intervenir en el destino, para hacer eso necesitaría tener la magia de Merlín y tal vez un poco de todos los seres…especiales de esta ciudad. El destino no se puede cambiar, sólo la forma de cómo te enfrentas a él y como lo usas a tu favor para ser alguien mejor.
No esperaba llegar a mi confesión tan rápido, el hecho de llevar días sin verla, y hacerle pensar que no estaba pensando en ella, sin duda me pone algo triste, y a ella algo decepcionada, como era de esperarse. No pude evitar muchas cosas, que tenían que pasar, que yo no podía intervenir por más poderoso que fuera o cuanto más entrenamiento haya tenido en ese tiempo. Por el momento le ocultare el hecho de mi nueva posición en entre la sociedad, no creo que sea necesario que lo sepa.
-No se preocupe nadie vio-digo mientras me guía hacia la entrada a su casa y le enseño mi brazo con mi tatuaje en una tonalidad de gris que cambia a negro rápidamente-Creí que la ilusión había terminado hace unos minutos pero todavía estaba activa, así que si alguien me vio entrar, puede haber visto a una mujer abrazarle o a un anciano saludarla de mano, no estoy seguro.
Al caminar a su lado y antes de entrar al comedor, me entra la nostalgia con su aroma y me relaja enormemente, aunque sigo sintiendo la incomodidad de su magia, esa que yo rechazo y a veces aborrezco. Ella sabe lo que opino de sus hechizos, pero de seguro no sabrá como me siento hacia ella, a menos que se le ocurra usar la dominación de nuevo, que francamente me da escalofríos.
Cuando el mayordomo me vio en la mesa, noto su corazón dar un vuelco, definitivamente se sorprende de verme, a lo mejor vio a una mujer, sigo sin saber cómo controlar las ilusiones.
Al sentarme a su lado, siento la extrañeza de Adda, y su duda, esos nervios parecidos a los míos cuando la mire de frente en la entrada, sin saber que hacer o pensar.
-Las rosas tienen pentagramas en cada uno de sus pétalos-le digo con total calma, como si hablara del clima-Son de buen ojo, me permiten darle algo de magia de luz que yo tengo, pero sólo duran un día, por eso es que han aparecido en su puerta cada mañana. La protegen-le sonrío-. Lamentablemente, no son tan poderosos como para intervenir en el destino, para hacer eso necesitaría tener la magia de Merlín y tal vez un poco de todos los seres…especiales de esta ciudad. El destino no se puede cambiar, sólo la forma de cómo te enfrentas a él y como lo usas a tu favor para ser alguien mejor.
No esperaba llegar a mi confesión tan rápido, el hecho de llevar días sin verla, y hacerle pensar que no estaba pensando en ella, sin duda me pone algo triste, y a ella algo decepcionada, como era de esperarse. No pude evitar muchas cosas, que tenían que pasar, que yo no podía intervenir por más poderoso que fuera o cuanto más entrenamiento haya tenido en ese tiempo. Por el momento le ocultare el hecho de mi nueva posición en entre la sociedad, no creo que sea necesario que lo sepa.
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Re: Aunque no lo quiera aceptar [Adda Vinográdova]
"Como podía hacerle entender de que no era el echo de que alguien nos hubiera visto, si no mas bien haber sentido sus labios de aquella forma, no podía pensar en nada mas que eso y eso le molestaba, por que lo quería, esperen… no había dicho eso no lo había pensado, y desde ese momento lo olvidaría, no había dicho la palabra querer, era demasiado aquel joven seguía siendo un desconocido, pese a saber tanto de el y es que solo lo poseí por un momento pero pude ver todo en su interior… todo cuanto sufría y lo bueno que era, pensaba en esto mientras bebía de mi te esperando que dijera algo por que el silencio era incomodo, no tanto como la incomodidad en si de sentirme descubierta ante el, quizás el lo había notado."
Escucho su explicación de las rosas mientras dedico una mirada hacia el florero, observando las rosas y su color tan fuerte… -quizás por eso no se marchitaban –susurro observándolas –yo sabia que tenían algo, pero… créame, usted no debe preocuparse por ello, ya no podré tomar mi venganza, no podré hacer nada por un buen tiempo, no se si usted lo sabe y es que yo… debo irme de acá… -susurro mirándole… -en realidad Adda Giardelli se debe devolver a las Américas para darle lugar a Adda Vinográdova… no espero que lo entienda monsieur, no puedo darle muchas explicaciones, no será mucho el cambio, solo debo empacar e irme y luego volver con otra servidumbre, vestidos reales y joyas distintas… seré otra en la misma persona y por supuesto mi plan no se llevara a cabo hasta que este liberada totalmente… - le observo mientras sentía el sol abrasador aparecer por los ventanales de su hogar, el único lugar donde se sentía tranquila y a gusto.
“¿por que su compañía me era tan agradable?¿por que le confiaba este secreto? Le estaba dando mi vida en bandeja y no temía por ello… -eres una tonta, no deberías confiar en el solo por que te da unas rosas y ya, no es posible que sea tan bueno algún interés debe tener… - ¿será posible?”"
Estando a su lado le daban unas ganas tremendas de decirle “lo extrañe”, pero algo le decía que el a pesar de haberla extrañado había esperado bastante tiempo para volverle a buscar, ¿acaso había encontrado alguna dama que le entregara lo que adda no demostraba querer dar? Eso le entristecía y a la vez daba fuerzas para que pudiera seguir siendo tan fría como antes, no quería que el se enterara de nada, no lo haría, solo les traería un problema demás… mientras terminaba de comer dejo su tasa de te en su lugar y le observo –entonces, ahora que ya no hay peligro de muerte al menos por ahora, ¿usted esta conciente que venir aquí no es necesario? Siempre le dije, no debe preocuparse por mi, nadie lo hace, me se cuidar muy bien, y usted debería saberlo, también vio algo de mi cuando… -le resulto un tanto difícil decir aquellas palabras… -cuando le poseí –con algo de tristeza y vergüenza en la voz alzo la mirada para observarle, por primera vez en detalle, aquella pose de caballero, inteligente agraciado y bastante atractivo no pasaría por alto en la sociedad, recordó vagamente a una mujer que hablaba de el en la vía publica y fue ahí cuando sintió los leves efectos de una palabra que creía no sentiría nunca… celos. Pero eso no había sido todo, en su afán por descubrir que era lo que había sucedido siguió a la joven encerrándola en un callejón produciendo una ilusión tan fuerte y dejándose guiar por esta maldad que la poseía, que vio todo, todo lo que había pasado entre aquella hermosa joven y el hombre que estaba ahora a su lado compartiendo un desayuno junto a ella, no se había sentido mal por eso si no mas bien por que los celos no formaban parte de ella mucho menos le hacían actuar como lo había echo.
-así que puede… puede seguir – "compartiendo la cama con otras personas" – haciendo su vida normalmente sin incluirme a mi en sus pensamientos… - ella ya había terminado de desayunar pero no se levantaba de la mesa por respeto, para aguardar a que el pudiera terminar y una vez terminado, se habría acabado todo, no sabia si de verdad le afectarían sus palabras, aunque nunca había conocido hombre mas terco que Rayner y eso había sido demasiado influyente para que adda pensara en el por las noches, cuando veía alguna rosa, e incluso cuando escucho andrews… salir de los labios de esa señorita que había compartido toda una noche vivaz con el.
Escucho su explicación de las rosas mientras dedico una mirada hacia el florero, observando las rosas y su color tan fuerte… -quizás por eso no se marchitaban –susurro observándolas –yo sabia que tenían algo, pero… créame, usted no debe preocuparse por ello, ya no podré tomar mi venganza, no podré hacer nada por un buen tiempo, no se si usted lo sabe y es que yo… debo irme de acá… -susurro mirándole… -en realidad Adda Giardelli se debe devolver a las Américas para darle lugar a Adda Vinográdova… no espero que lo entienda monsieur, no puedo darle muchas explicaciones, no será mucho el cambio, solo debo empacar e irme y luego volver con otra servidumbre, vestidos reales y joyas distintas… seré otra en la misma persona y por supuesto mi plan no se llevara a cabo hasta que este liberada totalmente… - le observo mientras sentía el sol abrasador aparecer por los ventanales de su hogar, el único lugar donde se sentía tranquila y a gusto.
“¿por que su compañía me era tan agradable?¿por que le confiaba este secreto? Le estaba dando mi vida en bandeja y no temía por ello… -eres una tonta, no deberías confiar en el solo por que te da unas rosas y ya, no es posible que sea tan bueno algún interés debe tener… - ¿será posible?”"
Estando a su lado le daban unas ganas tremendas de decirle “lo extrañe”, pero algo le decía que el a pesar de haberla extrañado había esperado bastante tiempo para volverle a buscar, ¿acaso había encontrado alguna dama que le entregara lo que adda no demostraba querer dar? Eso le entristecía y a la vez daba fuerzas para que pudiera seguir siendo tan fría como antes, no quería que el se enterara de nada, no lo haría, solo les traería un problema demás… mientras terminaba de comer dejo su tasa de te en su lugar y le observo –entonces, ahora que ya no hay peligro de muerte al menos por ahora, ¿usted esta conciente que venir aquí no es necesario? Siempre le dije, no debe preocuparse por mi, nadie lo hace, me se cuidar muy bien, y usted debería saberlo, también vio algo de mi cuando… -le resulto un tanto difícil decir aquellas palabras… -cuando le poseí –con algo de tristeza y vergüenza en la voz alzo la mirada para observarle, por primera vez en detalle, aquella pose de caballero, inteligente agraciado y bastante atractivo no pasaría por alto en la sociedad, recordó vagamente a una mujer que hablaba de el en la vía publica y fue ahí cuando sintió los leves efectos de una palabra que creía no sentiría nunca… celos. Pero eso no había sido todo, en su afán por descubrir que era lo que había sucedido siguió a la joven encerrándola en un callejón produciendo una ilusión tan fuerte y dejándose guiar por esta maldad que la poseía, que vio todo, todo lo que había pasado entre aquella hermosa joven y el hombre que estaba ahora a su lado compartiendo un desayuno junto a ella, no se había sentido mal por eso si no mas bien por que los celos no formaban parte de ella mucho menos le hacían actuar como lo había echo.
-así que puede… puede seguir – "compartiendo la cama con otras personas" – haciendo su vida normalmente sin incluirme a mi en sus pensamientos… - ella ya había terminado de desayunar pero no se levantaba de la mesa por respeto, para aguardar a que el pudiera terminar y una vez terminado, se habría acabado todo, no sabia si de verdad le afectarían sus palabras, aunque nunca había conocido hombre mas terco que Rayner y eso había sido demasiado influyente para que adda pensara en el por las noches, cuando veía alguna rosa, e incluso cuando escucho andrews… salir de los labios de esa señorita que había compartido toda una noche vivaz con el.
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Re: Aunque no lo quiera aceptar [Adda Vinográdova]
Me prometí a mi mismo desactivar mi empatía al encontrarme con Adda. ¿Por qué? Porque desde que la conocí, sentí que tiene demasiado que ocultar, algunas se esfuerzan hasta la muerte por ocultar sus corazones, su alma y su verdadero ser, no soy nadie para tratar de inmiscuirme en ese mundo, cada quien elige su destino cuando decide qué pasos seguir. Sin embargo, sus emociones parecen estarme gritando, es como si me levantaran la voz al oído y esta me haga palpitar los tímpanos hasta buscar destrozarlos, no es una sensación agradable. Aparte, mi poder es natural, el tenerlo dormido es como obligarle a los ojos mantenerse abiertos durante un estornudo.
Desayuno con tranquilidad, disfrutando cada bocado que doy, respirando con calma, como si tuviera toda la mañana disponible para estar aquí, sin poner mucha atención a esa sensación de incomodidad de parte de mi anfitriona, esa que me sigue gritando con fuerza.
-Un desayuno exquisito sin duda-le digo al terminar mi plato y bajo la voz-Si estaba enterado de eso, aunque trata y se esfuerce por mantenerlo en secreto y que sus propios, como podría llamarlos “Amenazantes” le hayan dicho que nadie se debe de enterar, el bajo mundo de los brujos es un lugar muy difícil para ocultar la verdad. Además, las premoniciones no me han dejado en paz, por eso tuve que dejar las rosas, no podría intervenir en algo que una persona misma desea, nosotros mismos creamos nuestros destinos. Usted busco el suyo, yo no puedo intervenir en lo que se encontrara, sólo puedo quedarme cerca, es la ley.
La mira y suspiro, en medio de mi relajación, sin tener intención, reactivo mi empatía. Siento de golpe todo lo que siente, dudas, celos, tristeza, preocupación, atracción, enojo. Todo hacia mí y con una intensidad grande. Aprieto los ojos para desactivarla de nuevo, es difícil, en especial porque me siento culpable ¿Por qué? Si ella siempre ha sido la fría, la que se cubre demasiado y que insiste en estar sola, cuando nadie nace para estar solo, así no funciona el mundo.
-Yo se que usted se puede proteger sola, nunca lo he dudado, hago las cosas porque quiero señorita, no porque alguien me lo pida-le digo acariciándome la frente-Si fuera por el mundo pidiendo permiso, no podría ser quien soy. La normalidad, es preocuparse por usted y la normalidad es estar al pendiente de todo lo que le pase, de intervenir cuando el destino me lo permita, por eso tengo que estar al tanto.
Desayuno con tranquilidad, disfrutando cada bocado que doy, respirando con calma, como si tuviera toda la mañana disponible para estar aquí, sin poner mucha atención a esa sensación de incomodidad de parte de mi anfitriona, esa que me sigue gritando con fuerza.
-Un desayuno exquisito sin duda-le digo al terminar mi plato y bajo la voz-Si estaba enterado de eso, aunque trata y se esfuerce por mantenerlo en secreto y que sus propios, como podría llamarlos “Amenazantes” le hayan dicho que nadie se debe de enterar, el bajo mundo de los brujos es un lugar muy difícil para ocultar la verdad. Además, las premoniciones no me han dejado en paz, por eso tuve que dejar las rosas, no podría intervenir en algo que una persona misma desea, nosotros mismos creamos nuestros destinos. Usted busco el suyo, yo no puedo intervenir en lo que se encontrara, sólo puedo quedarme cerca, es la ley.
La mira y suspiro, en medio de mi relajación, sin tener intención, reactivo mi empatía. Siento de golpe todo lo que siente, dudas, celos, tristeza, preocupación, atracción, enojo. Todo hacia mí y con una intensidad grande. Aprieto los ojos para desactivarla de nuevo, es difícil, en especial porque me siento culpable ¿Por qué? Si ella siempre ha sido la fría, la que se cubre demasiado y que insiste en estar sola, cuando nadie nace para estar solo, así no funciona el mundo.
-Yo se que usted se puede proteger sola, nunca lo he dudado, hago las cosas porque quiero señorita, no porque alguien me lo pida-le digo acariciándome la frente-Si fuera por el mundo pidiendo permiso, no podría ser quien soy. La normalidad, es preocuparse por usted y la normalidad es estar al pendiente de todo lo que le pase, de intervenir cuando el destino me lo permita, por eso tengo que estar al tanto.
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Re: Aunque no lo quiera aceptar [Adda Vinográdova]
Le observa, aquella discusión en ese lugar era en vano, observo a la servidumbre que se acercaba para retirar los platos una vez ellos hubieran terminado, observo sus ojos, solo quería saber la verdad de todas las cosas, los rayos del sol entraban penetrando el comedor donde se hallaban, miró hacia los ventanales para sentir la intensidad del calor entrando con fuerza, de una manera que le agradaba y a la misma vez pensaba en aquella luz resplandeciente iluminando aquel salón oscuro, pero básicamente oscuro por aquellas cortinas de un color carmesí, había dicho explícitamente que quería las cortinas de aquel color y ahora solo quería deshacerse de ellas… le miro a los ojos tratando de encontrar un ápice del interés de su parte.
Le daban unas ganas de gritarle que al final de todo tendría razón, que el se aburriría como lo estaba haciendo, su mirada decía todo, decía lo fastidiado que se veía, lo mal que a lo mejor adda lo hacia sentir, pero por que el no se iba como los demás? Por que el siempre se quedaba ahí aunque no le necesitaran?
Observó como terminaba su plato y mencionaba que el desayuno era exquisito –lo se tengo a los mejores cocineros, lastima que tendré que dejarlos ir… - susurra mirando hacia la mesa, el empezó a hablar en susurros y Adda le miro… - ya le dije no es necesario que este cerca… - como hacerle entender que de alguna forma, ver a esa joven en sus pensamientos besando a Rayner, compartiendo la cama, el tocándola de aquella forma, le había producido tanto celo… ¿celos?
“no… no comiences… - no lo dije, lo pensé y no es un pensamiento que pueda controlar… que quieres que haga? Que lo mate? – tal vez seria buena idea…
Un miedo que no era de mi maldad interior salio de entre mis venas y por alguna razón me hicieron tomar su mano impulsivamente, la mano de rayner, esa que nunca había tomado por voluntad si no mas bien había rechazado un par de veces, pero la retiro y para que el no le hiciera preguntas me levante de la mesa mientras la servidumbre rápidamente comenzaba a retirar, arregle su vestido solo por impulso guiado por los nervios mientras tomaba un mechón de mi cabello con la otra mano para caminar hacia la biblioteca, esperaba que me siguiera, ahí podríamos conversar, aquel era un lugar mas intimo, mi mayordomo decía unas palabras al joven Rayner”
-puede ir por ahí, Mademoiselle Adda gusta de conversaciones en la biblioteca, por ese pasillo a la derecha – sentía nervios por que sabia que se volvería a encontrar con sus ojos, con su mirada, con esa seguridad, quería abrazarlo pero tenia que contenerse las ganas que tenia mientras grita interiormente que lo único que deseaba era tenerle tan cerca, abrazarle, dejar de reprimir sus celos con aquello que ella misma se había buscado, ella le había mandado las razones suficientes a Rayner para que creyera que no sucedería nada entre ellos y se termino por dar cuenta
Le daban unas ganas de gritarle que al final de todo tendría razón, que el se aburriría como lo estaba haciendo, su mirada decía todo, decía lo fastidiado que se veía, lo mal que a lo mejor adda lo hacia sentir, pero por que el no se iba como los demás? Por que el siempre se quedaba ahí aunque no le necesitaran?
Observó como terminaba su plato y mencionaba que el desayuno era exquisito –lo se tengo a los mejores cocineros, lastima que tendré que dejarlos ir… - susurra mirando hacia la mesa, el empezó a hablar en susurros y Adda le miro… - ya le dije no es necesario que este cerca… - como hacerle entender que de alguna forma, ver a esa joven en sus pensamientos besando a Rayner, compartiendo la cama, el tocándola de aquella forma, le había producido tanto celo… ¿celos?
“no… no comiences… - no lo dije, lo pensé y no es un pensamiento que pueda controlar… que quieres que haga? Que lo mate? – tal vez seria buena idea…
Un miedo que no era de mi maldad interior salio de entre mis venas y por alguna razón me hicieron tomar su mano impulsivamente, la mano de rayner, esa que nunca había tomado por voluntad si no mas bien había rechazado un par de veces, pero la retiro y para que el no le hiciera preguntas me levante de la mesa mientras la servidumbre rápidamente comenzaba a retirar, arregle su vestido solo por impulso guiado por los nervios mientras tomaba un mechón de mi cabello con la otra mano para caminar hacia la biblioteca, esperaba que me siguiera, ahí podríamos conversar, aquel era un lugar mas intimo, mi mayordomo decía unas palabras al joven Rayner”
-puede ir por ahí, Mademoiselle Adda gusta de conversaciones en la biblioteca, por ese pasillo a la derecha – sentía nervios por que sabia que se volvería a encontrar con sus ojos, con su mirada, con esa seguridad, quería abrazarlo pero tenia que contenerse las ganas que tenia mientras grita interiormente que lo único que deseaba era tenerle tan cerca, abrazarle, dejar de reprimir sus celos con aquello que ella misma se había buscado, ella le había mandado las razones suficientes a Rayner para que creyera que no sucedería nada entre ellos y se termino por dar cuenta
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Re: Aunque no lo quiera aceptar [Adda Vinográdova]
Suspiro cuando Adda se pone de pie. Es extraño escuchar su “nuevo” apellido y solo me recuerda en mi fracaso de protegerla-¿Qué tan lejos estoy de que se repita lo de Violeta? ¿Qué pierda a mas personas importantes?-pienso mientras me pongo de pie dispuesto a seguir a la señorita.
Mientras sigo el camino a la biblioteca, meto mis manos en los bolsillos y me relajo mientras camino. Lo único que podría pensar es que Adda regresara para no volverme a buscar, al fin todo lo que hace es rechazarme una y otra vez, como si esperara que me deprimiera y me hiciera a un lado. Francamente creo que nunca comprenderá, aunque se lo diga directamente, no me interesa si me quiere cerca o no yo seguiré estándolo, supongo que será nuestra guerra eterna.
-Gracias-le digo al mayordomo, casi olvidándome de eso.
Sigo caminando, desactivando el sello que yo mismo me pongo para no sentir las emociones de Adda. Conforme me acerco puedo sentirlas todas de golpe, sigue siendo extremadamente pesado para mi, demasiadas emociones concentradas sólo en un objetivo, ese soy yo. Incluso hay celos, enojo, cariño, mil y un cosas que Ada se esfuerza demasiado por sellarlos, nunca la he entendido. Si se permitiera a si misma dejar esa frialdad el destino seria mas amable con ella.
Doy una ultima vuelta en el pasillo y llego a la biblioteca, ella esta de pie y la miro sonriente. Entro acercándome a ella a un par de metros solamente y la miro durante un segundo de silencio.
-Bien, aquí estamos en la biblioteca ¿Leeremos un libro juntos?- le digo en tono de juego
Mientras sigo el camino a la biblioteca, meto mis manos en los bolsillos y me relajo mientras camino. Lo único que podría pensar es que Adda regresara para no volverme a buscar, al fin todo lo que hace es rechazarme una y otra vez, como si esperara que me deprimiera y me hiciera a un lado. Francamente creo que nunca comprenderá, aunque se lo diga directamente, no me interesa si me quiere cerca o no yo seguiré estándolo, supongo que será nuestra guerra eterna.
-Gracias-le digo al mayordomo, casi olvidándome de eso.
Sigo caminando, desactivando el sello que yo mismo me pongo para no sentir las emociones de Adda. Conforme me acerco puedo sentirlas todas de golpe, sigue siendo extremadamente pesado para mi, demasiadas emociones concentradas sólo en un objetivo, ese soy yo. Incluso hay celos, enojo, cariño, mil y un cosas que Ada se esfuerza demasiado por sellarlos, nunca la he entendido. Si se permitiera a si misma dejar esa frialdad el destino seria mas amable con ella.
Doy una ultima vuelta en el pasillo y llego a la biblioteca, ella esta de pie y la miro sonriente. Entro acercándome a ella a un par de metros solamente y la miro durante un segundo de silencio.
-Bien, aquí estamos en la biblioteca ¿Leeremos un libro juntos?- le digo en tono de juego
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Re: Aunque no lo quiera aceptar [Adda Vinográdova]
Si… - ya no podía reprimirse, lo había llevado al lugar mas oculto de su hogar, su amado hogar, que había sido elegido tan cuidadosamente, creado y echo gracias a su amigo, a una de las personas mas importantes en su vida, ese que le había ayudado a crecer a ser mujer… kazu… su amigo eterno.
Miro hacia los libros de la biblioteca cuando pensaba una respuesta coherente -si, leeremos un libro juntos. –responde mirándole a los ojos mientras dando un paso hacia adelante se da cuenta que no es eso lo que quería, lo quería ahí junto a ella ¿por siempre? No sabia… a medida que avanzaba y se dejaba guiar por sus pasos acercándose cada vez mas a el, alcanzo a rozar su pecho lentamente con sus manos, con un nervio en su cuerpo, en sus emociones que no habría sospechado si no estuviese acercándose de esa manera -Rayner… - susurra mientras a pocos centímetros de el no se contiene y acercando sus labios a los suyos, le beso, sin pensar nada, olvidándose completamente de su mente que la atacaba como si hubiera comenzado una guerra…
“NO!!! Que estas haciendo!!! Esto no es lo que debe pasar noooo!!-
Como si fuera un gran dolor de cabeza, mi mente invade y me impone recuerdos, para callar esa mente que solo quiere imponer su maldad en mi, lo mas sorprendente de todo, no era que podía callar aquella mente si no que la forma en que imponía esas imágenes de tranquilidad, solo se venia a mi mente los recuerdos de un rayner bueno, de Rayner que siempre cree en una esperanza, de ese joven desconocido que sin pedirlo prometió quedarse aunque no quisiera… ¿Qué estaba haciendo?
Algo extraño paso mi mente interponiéndose de la peor manera se posesionaba de Rayner, imponiéndole aquel recuerdo que no me pertenecía a mi si no a el y a esa joven desconocida, a aquella mujer que había compartido la cama con el… así, sin preguntarle mi mente actuaba por encima de mi razón y así con mayor fuerza pude reaccionar a tiempo y encerrar mucho mas a fondo aquella mala mente – como permití que le mostraras a Rayner que yo se que se metió con mas mujeres!!!!!”
El beso continuaba, mientras su mente se debatía, y como todo tenia que terminar en la vida ya que ella había sido la que había dado el pie para que aquel beso fuera real se separo preguntándose si Rayner había alcanzado a sentir aquella fuerza maligna mostrándole algo que no quería mostrar, mirando avergonzada hacia los libros de la biblioteca no quiso dirigirle la mirada -lo.. lo siento. - se separa rápidamente sentía su rostro caliente y rojo, como si maquillaje, mucho maquillaje hubiera pintado de rojo sus mejillas blancas, y así de avergonzada sin dirigirle la mirada e intentando escapar mas de sus impulsos por volver a sentir sus labios o por preguntarle que es lo que había visto… se dirigió hacia el balcón de la biblioteca sin importarle que la primera lluvia de un día de verano azote aquel lugar… miro hacia el horizonte, toco las barras de aquel balcón mientras miraba las gotas caer por su piel, pensó en rayner y por primera vez en mucho, demasiado tiempo tal vez, sentía como su mente no se interponía entre ella quizás por que la rabia la mantenía encerrada, y lo que sentía por aquel joven, tan extraño, tan diferente, tan imposible y ahora tan de otra… ¿por que aun dolía que aquel joven hubiera besado a esa mujer?
No podía seguir creyendo que el la esperaría eternamente, ni siquiera había sentido la atracción evidente, ahora la pregunta era… ¿Por qué le había besado? Seguramente era una pregunta sin respuesta, seguramente tendría que pasar tiempo para realmente enterarse el por que de sus acciones, el por que de aquel beso y el por que de la rabia contenida, que exploto de una forma desagradable, mostrándole parte de su identidad, confiándole que había visto a aquella mujer besándole y no solo lo había visto si no había buscado el verle ya que lo que había echo estaba mal, adda había buscado a aquella mujer para saber que es lo que había echo con Rayner, si se habían besado, si se habían… acostado, eso, eso se lo había mostrado su maldad en su intento por detener aquel beso y no solo consiguió mostrar su debilidad si no que eso era prueba de que realmente Adda estaba celosa de aquella mujer… y su posición, todos los intentos por rechazarles se hacían en vano con aquella confesión maldita… con aquella muestra maldita de sus acciones, de sus celos, de su comportamiento.
Cerro los ojos, ¿se empapaba? si, aquella lluvia no era poca, no era de la lluvia que se pudiera caminar libremente, era una lluvia que mojaba, pero no le importaba, ni siquiera se pregunto que estaría haciendo el joven adentro, en aquella biblioteca, solo cerro sus ojos dejando que la lluvia se llevara aquellas lagrimas que se hacían inexistentes mezcladas con la lluvia que empapaba su cabello, su rostro, su cuerpo, su vestido…
Miro hacia los libros de la biblioteca cuando pensaba una respuesta coherente -si, leeremos un libro juntos. –responde mirándole a los ojos mientras dando un paso hacia adelante se da cuenta que no es eso lo que quería, lo quería ahí junto a ella ¿por siempre? No sabia… a medida que avanzaba y se dejaba guiar por sus pasos acercándose cada vez mas a el, alcanzo a rozar su pecho lentamente con sus manos, con un nervio en su cuerpo, en sus emociones que no habría sospechado si no estuviese acercándose de esa manera -Rayner… - susurra mientras a pocos centímetros de el no se contiene y acercando sus labios a los suyos, le beso, sin pensar nada, olvidándose completamente de su mente que la atacaba como si hubiera comenzado una guerra…
“NO!!! Que estas haciendo!!! Esto no es lo que debe pasar noooo!!-
Como si fuera un gran dolor de cabeza, mi mente invade y me impone recuerdos, para callar esa mente que solo quiere imponer su maldad en mi, lo mas sorprendente de todo, no era que podía callar aquella mente si no que la forma en que imponía esas imágenes de tranquilidad, solo se venia a mi mente los recuerdos de un rayner bueno, de Rayner que siempre cree en una esperanza, de ese joven desconocido que sin pedirlo prometió quedarse aunque no quisiera… ¿Qué estaba haciendo?
Algo extraño paso mi mente interponiéndose de la peor manera se posesionaba de Rayner, imponiéndole aquel recuerdo que no me pertenecía a mi si no a el y a esa joven desconocida, a aquella mujer que había compartido la cama con el… así, sin preguntarle mi mente actuaba por encima de mi razón y así con mayor fuerza pude reaccionar a tiempo y encerrar mucho mas a fondo aquella mala mente – como permití que le mostraras a Rayner que yo se que se metió con mas mujeres!!!!!”
El beso continuaba, mientras su mente se debatía, y como todo tenia que terminar en la vida ya que ella había sido la que había dado el pie para que aquel beso fuera real se separo preguntándose si Rayner había alcanzado a sentir aquella fuerza maligna mostrándole algo que no quería mostrar, mirando avergonzada hacia los libros de la biblioteca no quiso dirigirle la mirada -lo.. lo siento. - se separa rápidamente sentía su rostro caliente y rojo, como si maquillaje, mucho maquillaje hubiera pintado de rojo sus mejillas blancas, y así de avergonzada sin dirigirle la mirada e intentando escapar mas de sus impulsos por volver a sentir sus labios o por preguntarle que es lo que había visto… se dirigió hacia el balcón de la biblioteca sin importarle que la primera lluvia de un día de verano azote aquel lugar… miro hacia el horizonte, toco las barras de aquel balcón mientras miraba las gotas caer por su piel, pensó en rayner y por primera vez en mucho, demasiado tiempo tal vez, sentía como su mente no se interponía entre ella quizás por que la rabia la mantenía encerrada, y lo que sentía por aquel joven, tan extraño, tan diferente, tan imposible y ahora tan de otra… ¿por que aun dolía que aquel joven hubiera besado a esa mujer?
No podía seguir creyendo que el la esperaría eternamente, ni siquiera había sentido la atracción evidente, ahora la pregunta era… ¿Por qué le había besado? Seguramente era una pregunta sin respuesta, seguramente tendría que pasar tiempo para realmente enterarse el por que de sus acciones, el por que de aquel beso y el por que de la rabia contenida, que exploto de una forma desagradable, mostrándole parte de su identidad, confiándole que había visto a aquella mujer besándole y no solo lo había visto si no había buscado el verle ya que lo que había echo estaba mal, adda había buscado a aquella mujer para saber que es lo que había echo con Rayner, si se habían besado, si se habían… acostado, eso, eso se lo había mostrado su maldad en su intento por detener aquel beso y no solo consiguió mostrar su debilidad si no que eso era prueba de que realmente Adda estaba celosa de aquella mujer… y su posición, todos los intentos por rechazarles se hacían en vano con aquella confesión maldita… con aquella muestra maldita de sus acciones, de sus celos, de su comportamiento.
Cerro los ojos, ¿se empapaba? si, aquella lluvia no era poca, no era de la lluvia que se pudiera caminar libremente, era una lluvia que mojaba, pero no le importaba, ni siquiera se pregunto que estaría haciendo el joven adentro, en aquella biblioteca, solo cerro sus ojos dejando que la lluvia se llevara aquellas lagrimas que se hacían inexistentes mezcladas con la lluvia que empapaba su cabello, su rostro, su cuerpo, su vestido…
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Re: Aunque no lo quiera aceptar [Adda Vinográdova]
Al sentir sus labios, reacción inconscientemente. Durante un instante la varazo contra mi y me pierdo entre sus labios, ella hace lo mismo. Debo de admitir que busque ese beso desde que la conocí, pero me detenía constantemente la oscuridad de su corazón, esa que parece abrazar a veces, dejarse llevar y no pensar en las consecuencias. Como las que pasan ahora.
Abro los ojos de repente, viendo a Adda topándose con Yulianna justo cuando menciona mi nombre. Adda persiguiéndola y creando una ilusión para poseerla y entrar en sus recuerdos hasta encontrar el de nuestra primera noche juntos y todo lo que paso después, el desayuno, la despedida, los abrazos.
Siento los celos de Adda explotar como un cañón de barco y luego se aleja hacia el balcón.
-Vaya, eso explica mucho-digo con tranquilidad
Dejo que se aleje y la veo de lejos, como la lluvia comienza a empaparla. Al ver eso, me siento en el suelo y tomo uno de los libros de la mesa. Toco las hojas al abrirlo y un pequeño pedazo de el se desprende, rápidamente, flotando en el aire, comienza a agrandarse rápidamente, hasta ser lo suficientemente grande para cubrir a un persona.
Camino hacia el balcón, con la gran hoja flotante de papel, que se comienza a doblar varias veces para aumentar su grosor.
-Se va a resfriar-le digo a Adda cuando me acerco por su derecha.
Rápidamente la hoja nos cubre a los dos impidiendo que nos mojemos. Mi mano acaricia la suya suavemente, cubriéndola sobre el barandal del balcón. Paso mis dedos entre las divisiones de los suyos y los acaricio con suavidad.
-Creo que yo soy el que debería de disculparme. No le dije nada de Yulianna, ni me llego a pasar por la mente lo que usted podría sentir al respecto. Parece serle sincero, nuestro primer encuentro pasó poco antes de conocerla, no creí que fuera necesario decírselo. Sabe bien lo que siento por usted, pero yo no tengo idea que siente, siempre protegida bajo esos muros. Bien sabe que yo no le hare daño, lo sabe-le digo suspirando y suelto su mano-Tiene una vista preciosa desde aquí-digo apuntando a las estrellas.
La volteo a ver y le sonrío con gran estima. ¿Cómo se todo lo que hay en su mente? Sólo puedo saber que sus emociones son sumamente confusas alrededor de mi, nunca aprendí a leer mentes.
Abro los ojos de repente, viendo a Adda topándose con Yulianna justo cuando menciona mi nombre. Adda persiguiéndola y creando una ilusión para poseerla y entrar en sus recuerdos hasta encontrar el de nuestra primera noche juntos y todo lo que paso después, el desayuno, la despedida, los abrazos.
Siento los celos de Adda explotar como un cañón de barco y luego se aleja hacia el balcón.
-Vaya, eso explica mucho-digo con tranquilidad
Dejo que se aleje y la veo de lejos, como la lluvia comienza a empaparla. Al ver eso, me siento en el suelo y tomo uno de los libros de la mesa. Toco las hojas al abrirlo y un pequeño pedazo de el se desprende, rápidamente, flotando en el aire, comienza a agrandarse rápidamente, hasta ser lo suficientemente grande para cubrir a un persona.
Camino hacia el balcón, con la gran hoja flotante de papel, que se comienza a doblar varias veces para aumentar su grosor.
-Se va a resfriar-le digo a Adda cuando me acerco por su derecha.
Rápidamente la hoja nos cubre a los dos impidiendo que nos mojemos. Mi mano acaricia la suya suavemente, cubriéndola sobre el barandal del balcón. Paso mis dedos entre las divisiones de los suyos y los acaricio con suavidad.
-Creo que yo soy el que debería de disculparme. No le dije nada de Yulianna, ni me llego a pasar por la mente lo que usted podría sentir al respecto. Parece serle sincero, nuestro primer encuentro pasó poco antes de conocerla, no creí que fuera necesario decírselo. Sabe bien lo que siento por usted, pero yo no tengo idea que siente, siempre protegida bajo esos muros. Bien sabe que yo no le hare daño, lo sabe-le digo suspirando y suelto su mano-Tiene una vista preciosa desde aquí-digo apuntando a las estrellas.
La volteo a ver y le sonrío con gran estima. ¿Cómo se todo lo que hay en su mente? Sólo puedo saber que sus emociones son sumamente confusas alrededor de mi, nunca aprendí a leer mentes.
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Re: Aunque no lo quiera aceptar [Adda Vinográdova]
Había dejado de sentir la lluvia caer sobre sus ojos mientras sentía su presencia y una hoja cubriendo su cabeza, quizás algo mas que eso pero lo que mas sentía era la lluvia que ya no caía sobre ellos si no sobre aquella hoja, sintió sus dedos envolver los suyos y de pronto cerro los ojos para envolverse en sus brazos, por alguna razón no le negó, ya no quería rechazarle, al menos este día, este momento, en aquel, su lugar favorito, la biblioteca, le traía tanta paz, tanta tranquilidad… estar en sus brazos, y escucharle… se dio vuelta hacia el para mirarle… -no tiene que explicarme nada Andrews… -susurra desviando la mirada mientras observa la lluvia caer a su alrededor – por favor no mienta... yo no se lo que usted siente por mi usted nunca a sido claro en eso… ¿Qué siente por mi Andrews? dígamelo ya… -le mira fijamente sin mirar hacia las estrellas como el había apuntado, había cambiado tema demasiado rápido cosa que había echo que adda se diera cuenta…
“que crees que haces Adda??... no confíes en el… - cállate!!! – no quería escuchar mas esta mente que confundía y que me hacia sentir de todas formas menos feliz, hundí mi cabeza en el cuello de Rayner cerrando los ojos, odiaba debatir conmigo mas aun ahora uqe sentia lo que estaba sintiendo, que luchaba conmigo misma para no volverlo a besar, que me había atrevido a besarlo sin pensar en las consecuencias, no podía volver a hacerlo,¿ por que lo había echo?... “
-Rayner, no me tiene por que dar explicaciones de con quien se besa, acuesta, o comparte su vida… - dice fríamente aunque sabiendo que los celos salían por cada una de esas palabras, sus acciones decían mas que la frialdad y lo molesto en sus palabras por que se encontraba abrazada a el con sus labios en su cuello respirando, sintiendo el calor a pesar de la lluvia que le había empapado hasta hacerla sentir frío, mientras acariciaba su cuello con sus labios se acomoda para mirarle, mira sus ojos y sonríe – lo siento, es mi muro de protección, no puedo evitarlo, así soy…- era la primera vez que lo admitía con alguien, miro hacia adentro –creo que deberíamos entrar, tengo frío… - susurra mientras observa por los ventanales el reflejo de los dos, nunca había notado su mirar desde otro lado, aquel oven la miraba a ella… solo a ella…¿será que acaso sentía algo por adda? Se fijo en sus ojos aun mirando aquel reflejo –si me mira demasiado me voy a gastar… - deja de mirar aquel reflejo y busca sus ojos para regalarle una sonrisa mientras le mira fijamente- no mas muros…
“que crees que haces Adda??... no confíes en el… - cállate!!! – no quería escuchar mas esta mente que confundía y que me hacia sentir de todas formas menos feliz, hundí mi cabeza en el cuello de Rayner cerrando los ojos, odiaba debatir conmigo mas aun ahora uqe sentia lo que estaba sintiendo, que luchaba conmigo misma para no volverlo a besar, que me había atrevido a besarlo sin pensar en las consecuencias, no podía volver a hacerlo,¿ por que lo había echo?... “
-Rayner, no me tiene por que dar explicaciones de con quien se besa, acuesta, o comparte su vida… - dice fríamente aunque sabiendo que los celos salían por cada una de esas palabras, sus acciones decían mas que la frialdad y lo molesto en sus palabras por que se encontraba abrazada a el con sus labios en su cuello respirando, sintiendo el calor a pesar de la lluvia que le había empapado hasta hacerla sentir frío, mientras acariciaba su cuello con sus labios se acomoda para mirarle, mira sus ojos y sonríe – lo siento, es mi muro de protección, no puedo evitarlo, así soy…- era la primera vez que lo admitía con alguien, miro hacia adentro –creo que deberíamos entrar, tengo frío… - susurra mientras observa por los ventanales el reflejo de los dos, nunca había notado su mirar desde otro lado, aquel oven la miraba a ella… solo a ella…¿será que acaso sentía algo por adda? Se fijo en sus ojos aun mirando aquel reflejo –si me mira demasiado me voy a gastar… - deja de mirar aquel reflejo y busca sus ojos para regalarle una sonrisa mientras le mira fijamente- no mas muros…
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Re: Aunque no lo quiera aceptar [Adda Vinográdova]
-No más muros…-repito lo que dice, sin dejar de mirarla.
Me acerco a ella y coloco mi mano en su cintura, mi otra mano entrelaza los dedos de la suya y la inclino suavemente. Esta vez soy yo quien la besa, tiernamente, suave, asegurándome quedarme con su sabor en los labios, dura unos segundos apenas, pero parece toda una eternidad, una que no quiero que acabe, que dure hasta el apocalipsis y el final de los tiempos.
Separo mis labios de los suyos y la ayudo a ponerse de pie suavemente. Le sonrio y camino hacia adentro fuera de la lluvia.
-Nunca se me ha dado el hablar, prefiero demostrar las cosas-le digo sonriente.
La hoja de papel se sacuda y el agua se evapora en el aire. La hoja comienza a tomar forma, doblándose como origami hasta tomar la forma exacta de la bruja. Su cabello su rostro incluso su vestido. La figura de papel, de tamaño natural se dobla rápidamente y rápidamente se crean dos figuras de la mitad de tamaño. Ahora son dos figuras, una de ella y otra de mí, comienzan a bailar un vals sin música, suavemente, acariciando sus manos de papel, acercándose tiernamente uno al otro.
-¿No le parece suficiente?-le digo acercándome a ella-Los sentimientos no tienen que decirse, solo sentirse ¿Cree que no sentiría nada por usted al ser tan necio? ¿Cree que soy tan insistente por naturaleza?-tomo su mano-Eso es ilógico incluso para mi, Querida.
Chasqueo los dedos y las figuras se detienen de golpe, en un paso donde la chica gira detenida de la mano del hombre de papel. Las dos figuras se quedan sonriendo mutuamente. Acaricio la mano de la bruja y la miro de nuevo.
-Pues no se a gastado ni un poquito en todo lo que llevo mirándole. Parece que no fue tan exacta ¿eh?- le beso la mejilla furtivamente-¿Este es su lugar favorito? Su felicidad aquí es difícil de no notarla.
Me acerco a ella y coloco mi mano en su cintura, mi otra mano entrelaza los dedos de la suya y la inclino suavemente. Esta vez soy yo quien la besa, tiernamente, suave, asegurándome quedarme con su sabor en los labios, dura unos segundos apenas, pero parece toda una eternidad, una que no quiero que acabe, que dure hasta el apocalipsis y el final de los tiempos.
Separo mis labios de los suyos y la ayudo a ponerse de pie suavemente. Le sonrio y camino hacia adentro fuera de la lluvia.
-Nunca se me ha dado el hablar, prefiero demostrar las cosas-le digo sonriente.
La hoja de papel se sacuda y el agua se evapora en el aire. La hoja comienza a tomar forma, doblándose como origami hasta tomar la forma exacta de la bruja. Su cabello su rostro incluso su vestido. La figura de papel, de tamaño natural se dobla rápidamente y rápidamente se crean dos figuras de la mitad de tamaño. Ahora son dos figuras, una de ella y otra de mí, comienzan a bailar un vals sin música, suavemente, acariciando sus manos de papel, acercándose tiernamente uno al otro.
-¿No le parece suficiente?-le digo acercándome a ella-Los sentimientos no tienen que decirse, solo sentirse ¿Cree que no sentiría nada por usted al ser tan necio? ¿Cree que soy tan insistente por naturaleza?-tomo su mano-Eso es ilógico incluso para mi, Querida.
Chasqueo los dedos y las figuras se detienen de golpe, en un paso donde la chica gira detenida de la mano del hombre de papel. Las dos figuras se quedan sonriendo mutuamente. Acaricio la mano de la bruja y la miro de nuevo.
-Pues no se a gastado ni un poquito en todo lo que llevo mirándole. Parece que no fue tan exacta ¿eh?- le beso la mejilla furtivamente-¿Este es su lugar favorito? Su felicidad aquí es difícil de no notarla.
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Re: Aunque no lo quiera aceptar [Adda Vinográdova]
Aquel era un espectáculo, aquellas imágenes solo lograban encantarle mas y mas, se miraban de una forma tan especial, Adda se fijo en los dos, aquellas dos figuras de papel lograban encantar sus ojos de una manera extraña… ¿Cómo lo hacían?¿como es que Adda podía sentirse tan bien junto a aquel joven… pero algo le detuvo en su mirada que hizo que le dedicara la suya propia mientras escuchaba su pregunta ¿cree que soy tan insistente por naturaleza?... –la verdad es que siempre pensé que era usted muy insistente… me preguntaba si lo había heredado o por que había algo de interés en mi magia… nunca pensé que… - no dice mas, dejaría que el respondiera solo lo siguiente, pero.
Aquel joven solo le mostraba aquellas figuras, es cierto, Rayner tiene razón, los sentimientos nunca se han mostrado con palabras si no con hechos, pero no era suficiente para hacer sentir completamente cómoda a Adda… le miro mientras observa sus manos juntas, se encontraban tan juntos y a gusto, o al menos así parecería desde lejos, desde alguna vista en donde ellos fueran actores y aquel lugar un escenario se imagino a aquella pareja mirándose, a ellos dos mismos mirándose de la forma que el lo hacia y ahora adda respondiendo a aquella mirada.
La imagen de aquellas figuras de papel se detienen mirándose, como si un hechizo los hubiese unido para siempre, o la misma satisfacción de sentirse juntos eternamente, e incluso disfrutando de un baile sin vals.
“aun no te es suficiente?, aun te cuestionas lo que pueda hacer el amor?... crees que puede cambiar a alguien? -Hacer que rayner piense o respete mi magia es algo imposible, nunca me aceptara con mis pros y contras… el solo quiere esa parte buena de mi que yace muy al fondo, incluso mucho mas a fondo de lo que te tengo a ti – créeme lo recuerdo la mayoría de mi tiempo”
Sonrió ante sus palabras saliendo de aquel pequeño debate consigo misma, y al sentir sus labios en su mejilla desvió sus labios sin querer chocando con los suyos, en un encuentro que no sabia si había sido intencional, o simplemente un escape, algo no planeado y distinto, no cerro sus ojos fue un beso furtivo casi inexistente… miro la biblioteca le sonrió – si es mi lugar favorito, no solo me gusta lectura de magia oscura monsieur…- susurra sonriendo mientras camina viéndole de lado, en cualquier cultura y para la mayoría de damas de sociedad, caminar mientras observa a un muchacho era un coqueteo abierto pero el había dejado en claro que no le diría nada, eso… sinceramente le molestaba, Adda había echo una acción que requería mucho valor, había dado el primer paso besándole cuando Rayner tenia que haberlo echo, caminaba por que quería provocarle de alguna forma, para la mayoría de las personas al notar aquellos coqueteos comenzaban a cotillear acerca de un noviazgo.-dígame…- susurra a medida que camina por las estanterías de libros y observa a rayner…- me temo que yo soy muy diferente a cualquiera que usted conozca… me gusta que al menos una vez en esa vida usted sea claro con sus sentimientos para conmigo… si no es así, bueno, dejaremos la lectura para otro día y ahora mismo usted saldría por esa puerta –si, era cierto, pero había algo que adda no soportaría… ser un juguete del destino, sufrir o ser engañada, por eso con un libro en su mano, le miraba desafiante, aquel joven de cabellos rubios, mirada penetrante, acciones buenas… un príncipe… mi príncipe…
Aquel joven solo le mostraba aquellas figuras, es cierto, Rayner tiene razón, los sentimientos nunca se han mostrado con palabras si no con hechos, pero no era suficiente para hacer sentir completamente cómoda a Adda… le miro mientras observa sus manos juntas, se encontraban tan juntos y a gusto, o al menos así parecería desde lejos, desde alguna vista en donde ellos fueran actores y aquel lugar un escenario se imagino a aquella pareja mirándose, a ellos dos mismos mirándose de la forma que el lo hacia y ahora adda respondiendo a aquella mirada.
La imagen de aquellas figuras de papel se detienen mirándose, como si un hechizo los hubiese unido para siempre, o la misma satisfacción de sentirse juntos eternamente, e incluso disfrutando de un baile sin vals.
“aun no te es suficiente?, aun te cuestionas lo que pueda hacer el amor?... crees que puede cambiar a alguien? -Hacer que rayner piense o respete mi magia es algo imposible, nunca me aceptara con mis pros y contras… el solo quiere esa parte buena de mi que yace muy al fondo, incluso mucho mas a fondo de lo que te tengo a ti – créeme lo recuerdo la mayoría de mi tiempo”
Sonrió ante sus palabras saliendo de aquel pequeño debate consigo misma, y al sentir sus labios en su mejilla desvió sus labios sin querer chocando con los suyos, en un encuentro que no sabia si había sido intencional, o simplemente un escape, algo no planeado y distinto, no cerro sus ojos fue un beso furtivo casi inexistente… miro la biblioteca le sonrió – si es mi lugar favorito, no solo me gusta lectura de magia oscura monsieur…- susurra sonriendo mientras camina viéndole de lado, en cualquier cultura y para la mayoría de damas de sociedad, caminar mientras observa a un muchacho era un coqueteo abierto pero el había dejado en claro que no le diría nada, eso… sinceramente le molestaba, Adda había echo una acción que requería mucho valor, había dado el primer paso besándole cuando Rayner tenia que haberlo echo, caminaba por que quería provocarle de alguna forma, para la mayoría de las personas al notar aquellos coqueteos comenzaban a cotillear acerca de un noviazgo.-dígame…- susurra a medida que camina por las estanterías de libros y observa a rayner…- me temo que yo soy muy diferente a cualquiera que usted conozca… me gusta que al menos una vez en esa vida usted sea claro con sus sentimientos para conmigo… si no es así, bueno, dejaremos la lectura para otro día y ahora mismo usted saldría por esa puerta –si, era cierto, pero había algo que adda no soportaría… ser un juguete del destino, sufrir o ser engañada, por eso con un libro en su mano, le miraba desafiante, aquel joven de cabellos rubios, mirada penetrante, acciones buenas… un príncipe… mi príncipe…
Invitado- Invitado
Re: Aunque no lo quiera aceptar [Adda Vinográdova]
Magia oscura, incluso oír esa palabra hace que se me revuelva el estomago y recuerde a mi mujer. Nunca se lo dije a nadie, pero después de que se volvió loca, yo solía escaparme del cautiverio de la casa de mis padres para irla a ver por la ventana. Sólo veía una figura hincada contra la pared, con sus ropas rotas y su rostro oculto en una cabellera oscura. Nunca tuve el valor de hablarle, de sacarla de ahí, tenia esperanza de que la curaran.
Luego fue mi primera visita a Paris, donde mi madre quería mudarse, pero yo se lo impedí, le dije que sólo yo vendría a la ciudad y la convencía de que se fuera a España, nunca he sabido su dirección exacto, esto para que ningún ser pueda localizarla, ni siquiera yo. Las cartas que le envío son enviadas a la oficina de correos, no a su casa.
Cuando Violeta se suicido, yo mismo regrese a Inglaterra, mi madre vino conmigo, luego la despache a España. Vi el cadáver lleno de sangre de la mujer en la ,según ellos, habitación, para mi era una celda. Su cabello cubría su cara, su ropa blanca estaba teñida en rojo y sus manos tendidas, empapadas en escarlata. Aun tengo pesadillas con esa imagen.
Mi mujer no estaba loca, tampoco era una suicida, los únicos que cumplo son los magos que siguen ritos oscuros, que siguen al demonio, que le dan la espalda a la luz y adoran a la oscuridad.
Creen que sus penas son las más grandes del mundo y eso los justifica para sentirse mal con ellos mismos y hacer el mal a diestra y siniestra. Todos hemos sufrido por algo, y no todos nos vamos a la oscuridad, yo sigo en la luz y estaré en ella hasta que el día de mi muerte, no creo en rendirme y caer ante los deseos de venganza y el dolor. Por todo eso yo no puedo dominar algún elemento de magia negra, sólo puedo manejar aquella que tiene que ver con el bien.
-Si soy muy insistente, ya le he dicho que hago las cosas porque se me antoja, no porque se deban de hacer, eso me metía en muchos problemas cuando niño-le digo sonriendo-una vez, quería un cerdo volador, así que robe un cerdo de una granja en las afuera de la ciudad y le hice unas plumas con hojas y palitos de madera. Obviamente le cerdo se fue y mi experimento del cerdo volador nunca dio frutos, aunque escuche que el pobre animal nunca volvió a ver una gallina con los mismo ojos.
La sigo cuando comienza a caminar-¿Esta coqueteándome? Encantador-pienso para mi, siguiéndola presa de sus encantos. Mientras camino, acaricio los estantes de los libros y algunos, los que no están tan apretujados con los más próximos, agitan sus hojas, dando la ilusión de aleteos mientras camino.
-¿Quiere saber la verdad de por qué no puedo ser claro? ¿De porque soy como soy?-le digo con seriedad pero no puedo evitar sonreír al terminar de decir eso-Porque, así como tú, así como todos, oculto secretos que no quiero soltar, oculto acciones de las que no puedo hacer victima a más personas, pero siempre me dejo llevar por ellas. Una vampiresa que me odia por que la considere una simple aventura de juventud, una cambiaformas que protegí cuando escapo de su hogar y ahora no se donde diablos se a metido, una chica de clase alta que no pude querer desde el principio y todo fue secreto y sigue siéndolo, tu ya lo viste, una licántropo que no volví a ver.-Mi semblante se pone serio y los libros dejan de aletear sus hojas-Lo que siento por ti, no tiene descripción, porque no se ha encontrado la palabra en el diccionario. Supongo que su definición seria “Dígase el sentimiento producto de la atracción y enamoramiento lunático que se siente por la Adda, la hechicera”
Luego fue mi primera visita a Paris, donde mi madre quería mudarse, pero yo se lo impedí, le dije que sólo yo vendría a la ciudad y la convencía de que se fuera a España, nunca he sabido su dirección exacto, esto para que ningún ser pueda localizarla, ni siquiera yo. Las cartas que le envío son enviadas a la oficina de correos, no a su casa.
Cuando Violeta se suicido, yo mismo regrese a Inglaterra, mi madre vino conmigo, luego la despache a España. Vi el cadáver lleno de sangre de la mujer en la ,según ellos, habitación, para mi era una celda. Su cabello cubría su cara, su ropa blanca estaba teñida en rojo y sus manos tendidas, empapadas en escarlata. Aun tengo pesadillas con esa imagen.
Mi mujer no estaba loca, tampoco era una suicida, los únicos que cumplo son los magos que siguen ritos oscuros, que siguen al demonio, que le dan la espalda a la luz y adoran a la oscuridad.
Creen que sus penas son las más grandes del mundo y eso los justifica para sentirse mal con ellos mismos y hacer el mal a diestra y siniestra. Todos hemos sufrido por algo, y no todos nos vamos a la oscuridad, yo sigo en la luz y estaré en ella hasta que el día de mi muerte, no creo en rendirme y caer ante los deseos de venganza y el dolor. Por todo eso yo no puedo dominar algún elemento de magia negra, sólo puedo manejar aquella que tiene que ver con el bien.
-Si soy muy insistente, ya le he dicho que hago las cosas porque se me antoja, no porque se deban de hacer, eso me metía en muchos problemas cuando niño-le digo sonriendo-una vez, quería un cerdo volador, así que robe un cerdo de una granja en las afuera de la ciudad y le hice unas plumas con hojas y palitos de madera. Obviamente le cerdo se fue y mi experimento del cerdo volador nunca dio frutos, aunque escuche que el pobre animal nunca volvió a ver una gallina con los mismo ojos.
La sigo cuando comienza a caminar-¿Esta coqueteándome? Encantador-pienso para mi, siguiéndola presa de sus encantos. Mientras camino, acaricio los estantes de los libros y algunos, los que no están tan apretujados con los más próximos, agitan sus hojas, dando la ilusión de aleteos mientras camino.
-¿Quiere saber la verdad de por qué no puedo ser claro? ¿De porque soy como soy?-le digo con seriedad pero no puedo evitar sonreír al terminar de decir eso-Porque, así como tú, así como todos, oculto secretos que no quiero soltar, oculto acciones de las que no puedo hacer victima a más personas, pero siempre me dejo llevar por ellas. Una vampiresa que me odia por que la considere una simple aventura de juventud, una cambiaformas que protegí cuando escapo de su hogar y ahora no se donde diablos se a metido, una chica de clase alta que no pude querer desde el principio y todo fue secreto y sigue siéndolo, tu ya lo viste, una licántropo que no volví a ver.-Mi semblante se pone serio y los libros dejan de aletear sus hojas-Lo que siento por ti, no tiene descripción, porque no se ha encontrado la palabra en el diccionario. Supongo que su definición seria “Dígase el sentimiento producto de la atracción y enamoramiento lunático que se siente por la Adda, la hechicera”
Invitado- Invitado
Re: Aunque no lo quiera aceptar [Adda Vinográdova]
"Soy la hechicera que le hace cometer locuras… pero que diferencia hay entre aquella hechicera, con una vampira? Varias veces se había topado con ellas, de singular belleza, tan encantadoras y diferentes, de alguna forma una vampira podía hacer mas que una bruja como yo, ¿que diferencia existía entre aquella vampira que lo odia por que rayner solo la consideraba una aventura de juventud, a mi? ¿yo acaso no era una aventura para el? de cualquier forma, aun no sabia que era para el, podía decir todas esas palabras, atracción enamoramiento lunático? A que se refería con eso?"
Se volteo hacia el cuando escucho aquella palabra, enamoramiento lunático, no entendía su definición, quizás por que Adda quería ser clara para todas las cosas aun así no lograba entender como aquel joven podía ser tan poco claro en lo que quería… quizás eso mismo había echo que su mente desconfiara de el en un comienzo… no estaba dispuesta a sufrir, o a creer otra bobería mas, ser presa de los sentimientos o emociones…
Ella no se había declarado ante el sin embargo lo había besado, era eso una declaración? Podría seguir tan fría con el luego de que se fuera? Se había tomado su espacio en aquella biblioteca solo por una vez, se había dicho así misma que por esta vez, solo por esta vez le confesaría lo que siente pero solo duraría hasta que el se retirara de aquella biblioteca, tenia la fuerza para hacerle olvidar, tenia el hechizo perfecto, pero, ¿quería?
Camino hacia un sillón dándole espacio para que se sentara junto a ella y le mira – venga… - con un libro en sus manos lo abre y comienza a leer…
“EL baile de caridad ya estaba en pleno apogeo cuando llegó. Rome d'Angelo avanzó con paso decidido por el espléndido vestíbulo de mármol del hotel Park Lane y cruzó el arco que daba al salón de baile. Se detuvo y frunció un poco el ceño a causa del ruido de la música, casi apagada por el de las risas y la charla. En su mente estaba viendo la ladera de una colina sem¬brada de viñedos y un halcón suspendido en el aire contra un cielo sin nubes, todo ello inmerso en un silencio casi palpable.
Haber ido allí aquella noche había sido un error, y lo sabía, pero, ¿qué otra opción tenía?, se preguntó con amargura. Estaba apostando por su futuro, algo que creía haber dejado atrás para siempre. Pero no había contado con su abuelo.
Aceptó una copa de champán que le ofreció un camarero y se acercó al borde de la balconada que daba a la pista de baile. Si era consciente de las miradas de cu¬riosidad que lo seguían, las ignoró. A aquellas alturas ya estaba acostumbrado a llamar la atención, no toda bienvenida. Era consciente desde su adolescencia del efecto que podía causar su musculoso y proporcionado cuerpo de metro ochenta y cinco de estatura.
Entonces le avergonzaba que las mujeres lo miraran abiertamente para alimentar sus fantasías íntimas. En la actualidad solo le divertía, y la mayor parte del tiempo lo aburría.”
Le observo mientras cerraba el libro un momento y miraba a los suyos – continuo? Ya que usted me deja confundida con palabras es mejor que lea un libro, o si quiere irse, es libre de hacerlo… -aquella frialdad no era sincera, era mas bien por el enojo y los deseos que ella misma se imponían, quería sus besos quería sus palabras, aunque el ocultara y aunque el quisiera ser como ella que también se oculta… lo quería aunque fuera ese día… podría ser solamente ese día? Aun no se decidía si saliendo de aquel lugar le permitiría mantener aquel recuerdo de esa noche, de esta tarde mas bien. La biblioteca era suya, y estaba muy resguardada ahí, y con Rayner mucho mejor, pero claro… no se lo diría.
Se volteo hacia el cuando escucho aquella palabra, enamoramiento lunático, no entendía su definición, quizás por que Adda quería ser clara para todas las cosas aun así no lograba entender como aquel joven podía ser tan poco claro en lo que quería… quizás eso mismo había echo que su mente desconfiara de el en un comienzo… no estaba dispuesta a sufrir, o a creer otra bobería mas, ser presa de los sentimientos o emociones…
Ella no se había declarado ante el sin embargo lo había besado, era eso una declaración? Podría seguir tan fría con el luego de que se fuera? Se había tomado su espacio en aquella biblioteca solo por una vez, se había dicho así misma que por esta vez, solo por esta vez le confesaría lo que siente pero solo duraría hasta que el se retirara de aquella biblioteca, tenia la fuerza para hacerle olvidar, tenia el hechizo perfecto, pero, ¿quería?
Camino hacia un sillón dándole espacio para que se sentara junto a ella y le mira – venga… - con un libro en sus manos lo abre y comienza a leer…
“EL baile de caridad ya estaba en pleno apogeo cuando llegó. Rome d'Angelo avanzó con paso decidido por el espléndido vestíbulo de mármol del hotel Park Lane y cruzó el arco que daba al salón de baile. Se detuvo y frunció un poco el ceño a causa del ruido de la música, casi apagada por el de las risas y la charla. En su mente estaba viendo la ladera de una colina sem¬brada de viñedos y un halcón suspendido en el aire contra un cielo sin nubes, todo ello inmerso en un silencio casi palpable.
Haber ido allí aquella noche había sido un error, y lo sabía, pero, ¿qué otra opción tenía?, se preguntó con amargura. Estaba apostando por su futuro, algo que creía haber dejado atrás para siempre. Pero no había contado con su abuelo.
Aceptó una copa de champán que le ofreció un camarero y se acercó al borde de la balconada que daba a la pista de baile. Si era consciente de las miradas de cu¬riosidad que lo seguían, las ignoró. A aquellas alturas ya estaba acostumbrado a llamar la atención, no toda bienvenida. Era consciente desde su adolescencia del efecto que podía causar su musculoso y proporcionado cuerpo de metro ochenta y cinco de estatura.
Entonces le avergonzaba que las mujeres lo miraran abiertamente para alimentar sus fantasías íntimas. En la actualidad solo le divertía, y la mayor parte del tiempo lo aburría.”
Le observo mientras cerraba el libro un momento y miraba a los suyos – continuo? Ya que usted me deja confundida con palabras es mejor que lea un libro, o si quiere irse, es libre de hacerlo… -aquella frialdad no era sincera, era mas bien por el enojo y los deseos que ella misma se imponían, quería sus besos quería sus palabras, aunque el ocultara y aunque el quisiera ser como ella que también se oculta… lo quería aunque fuera ese día… podría ser solamente ese día? Aun no se decidía si saliendo de aquel lugar le permitiría mantener aquel recuerdo de esa noche, de esta tarde mas bien. La biblioteca era suya, y estaba muy resguardada ahí, y con Rayner mucho mejor, pero claro… no se lo diría.
Invitado- Invitado
Re: Aunque no lo quiera aceptar [Adda Vinográdova]
-Entonces prepárese para estar confundida siempre que este a su lado-le digo sonriéndole, aproximándome a su espalda, colocando mi mano en su hombro-Usted quiere que le diga que la quiero, que no puedo dejar de pensar en usted, que me enamora su mirada y su forma de caminar, que me hipnotizo con la primera palabra que me dijo, aunque la haya hecho con toda la hostilidad posible.
Le digo la realidad, no tengo por que mentirle. Yo no soy alguien que habla para decir las cosas, simplemente las hago y punto, no se en que punto de todo lo que he hablado no a entendido esa parte. Yo vivo de los hechos no de las palabras, mientras no entienda esto, no podre avanzar.
-Supongo que en el momento que salga de la biblioteca se me olvidaran los besos y esta noche. Conociéndola debe de haberlo puesto justo cuando cruce la puerta ¿Verdad? Puede que todavía este pensando en ponerlo justo cuando me de la vuelto.
Suspiro ante esa idea, yo no puedo hacer más de lo que hago aquí. Ella no puede avanzar mas en mi corazón, no lo permito y ni lo hare. No tengo que tener mas mujeres heridas en mi pasado, si Adda cruza ese lugar, nada me asegura que saldrá sin estar herida, que no agrandare esa confusión que se crea al buscar algo que yo no doy, como son las palabras clara.
-Yo no me iré de aquí por mi propia voluntad-le digo besándole la mejilla despacio.
Le digo la realidad, no tengo por que mentirle. Yo no soy alguien que habla para decir las cosas, simplemente las hago y punto, no se en que punto de todo lo que he hablado no a entendido esa parte. Yo vivo de los hechos no de las palabras, mientras no entienda esto, no podre avanzar.
-Supongo que en el momento que salga de la biblioteca se me olvidaran los besos y esta noche. Conociéndola debe de haberlo puesto justo cuando cruce la puerta ¿Verdad? Puede que todavía este pensando en ponerlo justo cuando me de la vuelto.
Suspiro ante esa idea, yo no puedo hacer más de lo que hago aquí. Ella no puede avanzar mas en mi corazón, no lo permito y ni lo hare. No tengo que tener mas mujeres heridas en mi pasado, si Adda cruza ese lugar, nada me asegura que saldrá sin estar herida, que no agrandare esa confusión que se crea al buscar algo que yo no doy, como son las palabras clara.
-Yo no me iré de aquí por mi propia voluntad-le digo besándole la mejilla despacio.
Invitado- Invitado
Re: Aunque no lo quiera aceptar [Adda Vinográdova]
Adda sabia que muy interiormente le gustaban todas aquellas palabras que Rayner soltaba, que dejaba salir de sus labios, de alguna forma lo supo desde la primera vez que hablaron, pero adda no se daba cuenta, se fue dando cuenta con el tiempo, durante aquel día que le conoció, que el era diferente, de alguna forma era demasiado diferente, diferente a todo el que hubiera conocido –tanto le costaba decirlo? –le mira a los ojos mientras toma su mentón y atrayéndola para que la mire le sonrió – como se nota que usted piensa como yo, pero en teoría no en practica, usted nunca adivinara todo lo que puedo hacer en practica así como no adivino mis besos, ni yo se si activare su borrado de memoria, no pretenda adivinar…-
Adda acerco sus labios a los de el y asiente al escuchar sus palabras –¿usted se ira por que se lo pido? ¿Y si no quiero que se valla? –le mira a los ojos mientras con sus labios muy cerca a punto de recibir un beso se detiene observándole-quiere saber por que soy así? Tan desconfiada, con tanta sed de venganza? – Busca su mirada mientras acaricia su mentón con su mano delicadamente mirándole – por que soy así por una razón, no pretenda adivinar que desconfío de todo el por que si… - ahí mismo donde se encuentran sentados, Adda cierra los ojos para crear una ilusión de cuando era pequeña, una ilusión que le permitiría ver a rayner lo mucho que fue engañada, dolorosamente herida, de alguna forma no quería eso, no quería mostrarle su dolor, pero sentía la necesidad de hacerlo.
"le muestro mi infancia, siendo criada prácticamente por un vampiro un vampiro que solo vine a ver a los años y aquí, aquí precisamente, un vampiro que desapareció, mi padre obligándome a ir a un convento mientras que mi madre no hacia nada por impedirlo, mi padre era tan estricto como mi madre y dominaba la situación hasta una edad temprana en que mi padre falleció y mi madre me volvió a pedir al convento para que regresara con ella, solo para hacerme la vida mas imposible, llegando desde el convento a casa de mi madre no solo sufrí torturas psicológicas si no mas bien, golpes y varias cosas que no quería mostrarle, y eso hizo que… por primera vez como nunca había echo mi maldad encubierta se saliera de control apareciendo por primera vez los poderes mágicos que no sabia que tenia”
observo hacia otro lado mientras sin querer una lagrima salía por su mejilla –lo siento Rayner no puedo continuar… otro día continuare... - cierra los ojos abrazándose a el mientras hunde su cabeza en su cuello, de alguna forma quería su beso, su abrazo, quería su compañía.
Adda acerco sus labios a los de el y asiente al escuchar sus palabras –¿usted se ira por que se lo pido? ¿Y si no quiero que se valla? –le mira a los ojos mientras con sus labios muy cerca a punto de recibir un beso se detiene observándole-quiere saber por que soy así? Tan desconfiada, con tanta sed de venganza? – Busca su mirada mientras acaricia su mentón con su mano delicadamente mirándole – por que soy así por una razón, no pretenda adivinar que desconfío de todo el por que si… - ahí mismo donde se encuentran sentados, Adda cierra los ojos para crear una ilusión de cuando era pequeña, una ilusión que le permitiría ver a rayner lo mucho que fue engañada, dolorosamente herida, de alguna forma no quería eso, no quería mostrarle su dolor, pero sentía la necesidad de hacerlo.
"le muestro mi infancia, siendo criada prácticamente por un vampiro un vampiro que solo vine a ver a los años y aquí, aquí precisamente, un vampiro que desapareció, mi padre obligándome a ir a un convento mientras que mi madre no hacia nada por impedirlo, mi padre era tan estricto como mi madre y dominaba la situación hasta una edad temprana en que mi padre falleció y mi madre me volvió a pedir al convento para que regresara con ella, solo para hacerme la vida mas imposible, llegando desde el convento a casa de mi madre no solo sufrí torturas psicológicas si no mas bien, golpes y varias cosas que no quería mostrarle, y eso hizo que… por primera vez como nunca había echo mi maldad encubierta se saliera de control apareciendo por primera vez los poderes mágicos que no sabia que tenia”
observo hacia otro lado mientras sin querer una lagrima salía por su mejilla –lo siento Rayner no puedo continuar… otro día continuare... - cierra los ojos abrazándose a el mientras hunde su cabeza en su cuello, de alguna forma quería su beso, su abrazo, quería su compañía.
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Re: Aunque no lo quiera aceptar [Adda Vinográdova]
-¿Sabes? Siempre sacas esa actitud que no me gusta mostrar, como si quisieras manejarme ¿Acaso te metiste en mi cabeza otra vez?-le digo sonriendo, hablándole de tu otra vez, olvidando mis modales- Disculpe por eso.
Lo cierto es que ver la ilusión me hizo sentir más tranquilo. Yo sabía que habría sufrido, nadie puede tener la oscuridad en su corazón sólo por que sí, el mundo no funciona de esa forma, todo tiene una causa que afecta a cadenas de pensamientos infinitos, que nos llevan, a veces, a la locura.
-Debería de ver cómo le va a mi aprendiz-Le digo besándole la frente con cariño- La pequeña sufrió mucho y sufre de una locura que , la mayoría de las veces mi preocupa, sin embargo, en sus momentos de cordura, puedo ver la sonrisa más sincera y pura de una niña que no tuvo suficiente tiempo para crecer. A usted no se le permitió ni un solo segundo, pues sea niña entonces.
La beso suavemente, un beso de unos segundos y sin que ella pueda ver apunto mis dedos a los libros, que se mueven de sus estantes. Comienzan una marcha a tambores invisibles. Soldados de cartón y papel sobre la mesa a nuestro lado. Ellos mismos se acomodan de una forma cómica, parecen pelear por hacer una torre.
-Lo que quiero decir, es que el pasado nos hace a todos lo que somos. Usted sabe mi pasado, yo soy quien soy por él. Así como usted, sufrí mucho, tal vez no similar, no podría decirlo, pero aquí sigo, teniendo la oportunidad de vivir, de encontrar las sonrisas de personas como usted y mi aprendiz Luna, que por cierto, espero no entre por la ventana en desesperación…es algo…celosa-me carcajeo ante mi comentario, Luna ya me a causado problemas, en especial a clientas en mi tienda.
Los libros hacen una torre pequeña, otras se arrojan hacia ella, como si fueran catapultas, jugando a la guerra.
-Lo que trato de decir, es que a pesar de mi pasado, que usted conoce, aquí estoy. A pesar de que tenga que fingir y usar una máscara de haría en adelante, aquí sigue y puede usar esa marcara a su placer. La vida siempre resulta útil para uno mismo.
Le sonrío y me cae un libro en la cabeza, cosa que parece divertirle a los otros, que se acomoda en fila de nuevo y huyen corriendo a sus estantes.
-Mis hechizos suelen tener algo de mi personalidad, pero arruinaron el momento esta vez-le digo recogiendo el libro y este corre despavorido a su estante. La volteo a ver esperando que al menso se ría un poco.
Lo cierto es que ver la ilusión me hizo sentir más tranquilo. Yo sabía que habría sufrido, nadie puede tener la oscuridad en su corazón sólo por que sí, el mundo no funciona de esa forma, todo tiene una causa que afecta a cadenas de pensamientos infinitos, que nos llevan, a veces, a la locura.
-Debería de ver cómo le va a mi aprendiz-Le digo besándole la frente con cariño- La pequeña sufrió mucho y sufre de una locura que , la mayoría de las veces mi preocupa, sin embargo, en sus momentos de cordura, puedo ver la sonrisa más sincera y pura de una niña que no tuvo suficiente tiempo para crecer. A usted no se le permitió ni un solo segundo, pues sea niña entonces.
La beso suavemente, un beso de unos segundos y sin que ella pueda ver apunto mis dedos a los libros, que se mueven de sus estantes. Comienzan una marcha a tambores invisibles. Soldados de cartón y papel sobre la mesa a nuestro lado. Ellos mismos se acomodan de una forma cómica, parecen pelear por hacer una torre.
-Lo que quiero decir, es que el pasado nos hace a todos lo que somos. Usted sabe mi pasado, yo soy quien soy por él. Así como usted, sufrí mucho, tal vez no similar, no podría decirlo, pero aquí sigo, teniendo la oportunidad de vivir, de encontrar las sonrisas de personas como usted y mi aprendiz Luna, que por cierto, espero no entre por la ventana en desesperación…es algo…celosa-me carcajeo ante mi comentario, Luna ya me a causado problemas, en especial a clientas en mi tienda.
Los libros hacen una torre pequeña, otras se arrojan hacia ella, como si fueran catapultas, jugando a la guerra.
-Lo que trato de decir, es que a pesar de mi pasado, que usted conoce, aquí estoy. A pesar de que tenga que fingir y usar una máscara de haría en adelante, aquí sigue y puede usar esa marcara a su placer. La vida siempre resulta útil para uno mismo.
Le sonrío y me cae un libro en la cabeza, cosa que parece divertirle a los otros, que se acomoda en fila de nuevo y huyen corriendo a sus estantes.
-Mis hechizos suelen tener algo de mi personalidad, pero arruinaron el momento esta vez-le digo recogiendo el libro y este corre despavorido a su estante. La volteo a ver esperando que al menso se ría un poco.
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Re: Aunque no lo quiera aceptar [Adda Vinográdova]
No se preocupe, puede hablarme de tu si estamos solos, pero no lo haga si estamos con gente alrededor, no es muy agradable que piensen que usted puede hacerlo -le miro cuando habla de aquella aprendiz, sonrió de lado – pobre aprendiz… - susurra mirándole y al escucharle dibujo una sonrisa en sus labios antes de sentir su beso, algo mas calmado, mas entregado y con mayor libertad, como si Rayner se sintiera cómodo ¿era eso posible?
“me gustaba hacerlo enojar, al separarse de mi solo note una torre de libros a nuestro lado y los mire para luego volverme a el, y mientras el hablaba jugaba con mi dedo acariciando su mejilla”
-por eso no tengo aprendices, terminan enamorándose y causando estragos en sus magos –le mira algo mas seria, no le habia gustado esa ultima frase “espero no entre por la ventana en desesperación…es algo…celosa” no le había gustado por la simple razón de que rayner le hubiera mencionado de aquella forma, se separo de el mirando hacia otro lado mientras trataba de olvidar a la aprendiz ya que en su mente pensaba que si alguna vez tenia algún encuentro con aquella niña estaba segura que no saldría bien “o viva” de esa…
-lo de las mascaras lo dice como si no le importara… - le mira mientras observa la pequeña batalla campal desarrollándose en su mesa de lectura –si usted quiere que tenga esta mascara siempre puede levantarse e irse y prometo activar el borrado de memoria e incluso puedo hacerlo desde el momento en que me conoció, así disfruta de su aprendiz celosa y me deja a mi con mi mascara en paz… -aquello le había molestado, por que rayner le hacia sentir molesta? preocupada? Y enojada a la misma vez? Enamorada? Con deseos de besarlo y golpearlo?
No aguanto los deseos de reírse al ver aquel libro que corre como si alguien le fuera a quemar por caer en la cabeza de el… sonrió para acariciar su brazo – lo lamento, no debo actuar tan impulsivamente, tan fría y negativa ante las cosas, pero es que nunca se me han dado bien, de alguna manera me gusta que me siga, que se enoje, que me quiera… - le mira con una sonrisa – y su aprendiz… me gustaría conocerla, tiene que saber quien soy, de alguna forma conmigo tendrá que tener respeto por mucho que “ame a su mentor” –le mira de una forma seria por que algo le decía que aquella mujer si le hacia celos era por algo.
“me gustaba hacerlo enojar, al separarse de mi solo note una torre de libros a nuestro lado y los mire para luego volverme a el, y mientras el hablaba jugaba con mi dedo acariciando su mejilla”
-por eso no tengo aprendices, terminan enamorándose y causando estragos en sus magos –le mira algo mas seria, no le habia gustado esa ultima frase “espero no entre por la ventana en desesperación…es algo…celosa” no le había gustado por la simple razón de que rayner le hubiera mencionado de aquella forma, se separo de el mirando hacia otro lado mientras trataba de olvidar a la aprendiz ya que en su mente pensaba que si alguna vez tenia algún encuentro con aquella niña estaba segura que no saldría bien “o viva” de esa…
-lo de las mascaras lo dice como si no le importara… - le mira mientras observa la pequeña batalla campal desarrollándose en su mesa de lectura –si usted quiere que tenga esta mascara siempre puede levantarse e irse y prometo activar el borrado de memoria e incluso puedo hacerlo desde el momento en que me conoció, así disfruta de su aprendiz celosa y me deja a mi con mi mascara en paz… -aquello le había molestado, por que rayner le hacia sentir molesta? preocupada? Y enojada a la misma vez? Enamorada? Con deseos de besarlo y golpearlo?
No aguanto los deseos de reírse al ver aquel libro que corre como si alguien le fuera a quemar por caer en la cabeza de el… sonrió para acariciar su brazo – lo lamento, no debo actuar tan impulsivamente, tan fría y negativa ante las cosas, pero es que nunca se me han dado bien, de alguna manera me gusta que me siga, que se enoje, que me quiera… - le mira con una sonrisa – y su aprendiz… me gustaría conocerla, tiene que saber quien soy, de alguna forma conmigo tendrá que tener respeto por mucho que “ame a su mentor” –le mira de una forma seria por que algo le decía que aquella mujer si le hacia celos era por algo.
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