Moja tus músculos, liberate de tu ausencia ~.Privado.~

por **Aetos** Miér Sep 07, 2011 11:54 am

-El fuerte olor a lluvia le mantenia apoyado en la balaustrada de aquel kiosco permaneciendo en calma mientras la gente corria de un lugar a otro, los gritos de los nobles pronto cesaron pues los carruajes sustituyeron aquellos incesantes lloros que la lluvia se veía obligada a buscar incluso con crueldad filtrándose en los carruajes, golpeando incansablemente mientras se burlaba de los nobles tanto de los hombres como de las mujeres pues no conocía a quien molestar más si a la mujer o al hombre pues a ambos lo hacía por igual incluso encontraba cierto placer en que la lluvia, curiosa intentara traspasar el techo de aquel kiosco para encontrar al que estaba apoyado con tanta parsimonia en aquel sitio-

¿No es agradable? -Dijo a su compañera mientras volvía a abandonar la mirada de las calles y la dirigía hacia una mujer que estaba en el mismo sitio que él, habia pagado por su compañia pero el plan que tenia para ella se habia suspendido debidoa la lluvia, a él le encantaba caminar bajo ella pero no sabía si su compañera no asi que se quedó en calma observándola, despues de todo no habia prisa y como el dicho directo "mientras hubiera dinero, no faltara la compañia" a él ese problema de falta de dinero habia dejado de importarle desde que sus clientes se hacían llamar importantes aun cuando atendia a los pobres por igual siempre se cobraba su deuda rápidamente. Era cruel pero al mismo tiempo profesional ¿no era lo que pedía siempre cuando se trabajaba? una pizca de dictador y otra de rey- Pasará en una o dos horas -dijo volviendo la mirada al cielo que ya no mostraba su rostro gris sino que parecia más bien acudir para descargar su exceso de equipaje para después volver a completar el camino propuesto-

por Invitado Mar Sep 13, 2011 3:30 am

Estaba con un cliente, pero ese hombre no se había quedado en el burdel como la mayoría de mis clientes. Había querido salir y eso me había alegrado el día. Pero la lluvia nos había sorprendido, no nos conocíamos mucho pero nos habíamos puesto bajo un kiosco pero yo amaba caminar bajo la lluvia sin importarme el mojarme. Pero yo no sabía si a él le importaba o no por eso no había dicho nada, además era una simple cortesana. ¿Qué contaba mi opinión? Había aprendido que no contaba nada… era una de las personas que pertenecían a la clase más baja de todo Paris. Pero a su lado me sentía diferente como si lo que yo dijera si que importara, por eso cuando él me hablo sonreí. Me encantaba la lluvia, era una de las cosas que me clamaba. Me quite unos mechones de cabello que habían caído sobre mi rostro y le mire.

-La lluvia es maravillosa, yo amo la lluvia. La verdad es que cuando llueve lo que más me gusta hacer es caminar bajo esta… Me gusta sentirme mojada por el agua…

Dije pero sin preguntarle si a él le gustaba, la verdad es que siendo el de clase alta, quizás era como los demás que corrían para refugiarse del agua. Pero… ¿y si él era diferente? ¿Y si a él también le gustaba caminar bajo la lluvia como a mí? Tenía que preguntarle.

-¿A usted… le gusta caminar bajo la lluvia?

Si corría el riesgo de que me dijera que no, pero también podía decirme que sí. Así que no perdía nada en ninguno de los dos casos. Solo le seguí sonriendo, con aquella cara dulce que yo tenía.

por **Aetos** Mar Sep 27, 2011 10:05 am

-Las veces que habia estado presente en el burdel seria impensable llamar a uan cortesana solamente para caminar bajo la lluvia, ellas vivian de su cuerpo asi que era evidente que le dirían que no. Tenian que cuidarse aun cuando la lluvia pareciese ser uno de los efectos climáticos que más asustaban a todos asi como calladamente daba paso a ls nubes a su redención pareciese una segunda oportunidad para que se redimiesen y dejasen salir al sol- Si -pronuncio escueto mirando entretenido como las gotas de la lluvia volvió a frotarse contra la balaustrada de aquel kiosco contemplando como las personas que antes estaban allí ahora eran meras ilusiones pues se habian marchado con la misma rapidez que habian aparecido-

Seria interesante -Fué el primero en caminar en la lluvia saboreando tambien la brisa que junto al agua parecia encontrar entretenido el ver cuanto más frío podrian soplar o causar, la gente que no tenia dinero no podia permitirse faltar al trabajo e incluso no estaba permitido el ser perezosos ahora serian los más dañados, como siempre, los que mas sufrian los efectos de los temporales eran los que la trabajaban, el agua rozó su nariz, sus cabellos deslizandose de modo silencioso por su mentón hasta que chocó contra el polvo- ¿Venis?

-Invito manteniendo las manos en los bolsillos, el polvo aun cuando era uan fina ap servia de impermeable en algunas ocasiones, dejando que el suelo no s emojase en exceso hasta que el agua le superaba el numero, siendo constante , nunca rindiendose logrando empapar las calles que ahora pisaban los usuarios parisinos, los zapatos de Aetos se mostraban reacios al agua, rechazándola con habilidad envidiable mientras cerraba los ojos dirigiendo su rostro al cielo esperando al mismo tiempo a su acompañante-

por Invitado Dom Oct 02, 2011 3:24 pm

Pocos de mis clientes me habían pedido el solo dar una vuelta o salir del burdel, él era una de las únicas personas. Pero la lluvia había hecho que nuestro paseo se viera interrumpido, algo que yo habría seguido haciendo porque el agua me encantaba. Pero también dependía de él y no quería que él hiciese algo que no quería por mí, además era yo quien estaba a sus ordenes… Él había pagado por mí. Él era quien mandaba allí. Sonreí al oír lo que me decía, lo vi mordiéndome el labio mientras el agua le mojaba. No tarde mucho en seguirle, mis pasos me llevaron hasta la lluvia.

Levante mi rostro a la lluvia empapándome de ella en cuanto las primeras gotas cayeron sobre mí, me gustaba sentir mi cuerpo mojarse. Siempre me había gustado el hecho de mojarme, me sentía por decirlo de alguna manera libre. Libre de todas las cadenas que nos imponía la sociedad. Vi como cerraba los ojos y eso me hizo sonreír, me acerque a él lentamente y le bese el cuello. Había gente que se acumulaba debajo de las balaustradas para no mojarse, nos miraban como si estuviéramos locos y cuando vieron mi hecho de besarle el cuello algunos se escandalizaron. Pero había aprendido a pasar de esas personas. Le mire con una sonrisa después de besarle el cuello.

-No pensaba que usted era una de estas personas pero me alegro de haberme equivocado, así puedo disfrutar de esto con usted.

Dije con una sonrisa volviendo a cerrar los ojos y levantando el rostro de nuevo, sintiendo las gotas de agua, las lagrimas del cielo sobre mi rostro. Delineándolo lentamente.

por **Aetos** Sáb Oct 08, 2011 6:19 am

-Escuchando las palabras que habia dejado caer aquella cortesana no tenia duda de que en el burdel tenian todos ese mismo concepto de él, alguien serio que a veces utilizaba sus contactos para conseguir los favores de los demás, lo hacia pero en contadas ocasiones algo de lo que se arrepentia porque muchas veces podría haber usado su influencia especialmente con los enemigos que se dedican al mismo ramo y exterminarlos como meros insectos de ciudad. Al ver que ella estaba disfrutando tambien de la lluvia se formo una sonrisa en los labios dejando una caricia en aquellos cabellos-

Siempre he opinado que el agua hace florecer la belleza en las mujeres aun cuando estas quieran ignorarlo -No tuvo la necesidad de pasar la lengua por los labios saboreando pues el triunfo de la tierra mojada, era uno de los olores que mas se quedaban grabados en aetos, era humedad pero tambien vida porque los árboles lamian con sus ramas las gotas o con sus brazos invisibles tomaban todas las que podian llorando por aquellas que habian caido demasiado lejos como para alcanzarlas, el agua tambien significaba derrota pues cuando alguien está triste es cuando mas llueve o cuando cree ver llover, tambien era las lagrimas del cielo, las de un dios aburrido que devorado por la monotonía llora por el mundo porque no tiene idea de que hacer para que los humanos tuvieran mas problemas-

Aunque haya pagado por tu compañia, eso no significa que no puedas pensar por ti misma, lo que has de pensar es ¿a donde quieres ir ahora? -Soltó esas palabras con parsimonia y elegancia varonil, sin apartar las manos de su flequillo para mostrar por completo el rostro, desafortunadamrnte no habia mucha gente que pasara por alli y era evidente que los que pasaran los tomarian por locos, alli mojándose esperando que la lluvia continuara su rumbo, era un poco mas rapida que los segundos anteriores lo que era clara señal de que habria una tormenta en la noche-

por Invitado Vie Oct 14, 2011 5:02 pm

Había oído muchas cosas sobre él pero yo nunca hablaba de los demás antes de conocerles, o si lo hacía procuraba estar cien por cien segura de lo que decía era verdad. Por eso había esperado a conocerle aunque admitía que me había creado una imagen equivocada de él algo que yo odiaba hacer. Por eso ahora me había dado cuenta por enésima vez que era inequívoco hacerse una imagen pre-establecida de alguien, que eso no ayudaba en nada. Por eso me había gustado saber que él no era como los demás y no me importaba nada más. Abrí los ojos sonriéndole cuando note que me había acariciado el cabello, me gustaban mucho esos gestos en los hombres.

Mis mejillas se sonrojaron al sentir su halago, pero me gusto ser halagada. La verdad es que nunca me había considerado una mujer demasiado hermosa pero había aprendido después de algunos años que tenía un atractivo ya que muchos hombres me lo habían dicho así que me lo había acabado creyendo. Y siempre me lo repetía delante del espejo, siempre me decía que era hermosa porque eso me daba nuevas fuerzas para seguir día a día. Le mire cuando le oí hablar… me daba ocasión de pensar. Eso me gustaba, era mejor de lo que había pensado. Y eso me gustaba muchísimo.

-Pues la verdad es que en estos momentos me encanta ir al bosque, me encanta el olor a hierba mojada o también me gusta pasear por las calles sin rumbo fijo. Me siento liberada cuando la lluvia recorre mi cuerpo.

Dije siendo totalmente sincera, diciéndole lo que pensaba. Me gustaba mucho que eso pudiera pasar entre ambos, no nos censurábamos o mejor dicho yo no me censuraba. Él me había dejado que dijera lo que pensara y eso era una de las mejores cosas que podía pasarme.

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