A dónde me lleve la corriente [Yalinca + Leotie]

por **Kahlan M. Délvheen** Sáb Sep 17, 2011 4:46 pm

¡Por fin! Tras varias semanas de intenso y duro trabajo, había terminado aquella canoa que ahora arrastraba hasta el río más próximo a mi cobijo. Radiante ante la sola idea de poder bajar por aquellas aguas cristalinas y algo impaciente por probar la resistencia del navío, silbé un par de veces hasta ver cómo el pequeño lobezno llamado Wonkus corría veloz hacia mí, lamiendo y mordisqueando los dedos de mis manos como salutación amistosa.

Con un ágil movimiento de mis manos tomé el pequeño cuerpo del animal y lo dispuse en aquella barca, dejando que olisqueara la madera con la que la había construido, mientras empujaba para llevarlo a la orilla del río.

canoa:

Sólo cuando creí que estaba bien ubicada y estabilizada, di un último empujón hasta que la canoa cayó en el agua, salpicándome de arriba abajo sin que eso me importase lo más mínimo. De un brinco logré afianzarme en su interior, agarrándome de los extremos mientras Wonkus saltaba sobre mi falda, algo inquiero ante lo que se avecinaba. Una amplia sonrisa se dibujó en mi rostro y la brisa empezó a empujar la embarcación, siguiendo una fuerte corriente acuática que nos guiaba hacia el sur a toda velocidad. La adrenalina a flor de piel me hacia gritar cuando las rocas nos hacían elevar varios metros o cuando debía agacharme si no deseaba golpearme el rostro con algunas ramas arbóreas rebeldes. De pronto, el caudal se agrandó y Wonkus aulló levemente, siendo ambos testigos de la caída por una alucinante cascada vertical. La espuma nos hizo de colchón y mi compañero y yo pudimos salir a flote sin un rasguño, algo que no pude decir de la canoa, cuya proa había sufrido un pequeño esguince. Cuando mi respiración ajetreada logró calmarse, empecé observar el hermoso paraje por el que navegábamos. El agua restaba ahora tranquila y el paisaje parecía arder en llamar, algo que asocié al crepúsculo del día.

bosque:

por **Yalinca** Dom Sep 18, 2011 5:32 am

Hoy era el único día libre que tenia al mes, si quisiera podría tener más, pero el no hacer nada me aburría mucho como hoy, no hace poco acababa de salir el hermoso sol y yo ya no sabia que hacer por lo que decidí ir al bosque, era la única zona de Paris que aun no había tenido el placer de visitar, rebusque en mi armario algo apropiado para caminar entre los árboles, pero todos mis vestidos eran muy despampanantes para tal cometido, así que opte por ponerme el verde botella que no llamaba mucho la atención, hice que prepararan el carruaje y salí de mi mansión rumbo al bosque, cuando ya estábamos alejados de el bullicio de la ciudad, comencé a quitarme el vestido, caminaría por el bosque en ropa interior solo tapada por una capa para abrigarme del frío que hacia a estas horas de la mañana en las zonas alejadas de la ciudad.

Salí del carruaje tapa por la capa e hice una señal al conductor para que se alejara –Puedes volver cuando el sol se este poniendo- dije y comencé a adentrarme en el bosque, mi corazón latía tan deprisa que era lo único que se escuchaba a mi alrededor, estaba nerviosa no tenia ni la menos idea de que criaturas salvajes o no salvajes me iba a encontrar en esta aventura. Mis piernas tropezaban con piedras y algunas hojas secas, pero el tacto de la naturaleza con mi piel, no me disgustaba todo lo contrario era una sensación muy agradable. Algunas ramas golpeaban mis brazos dejando pequeños cardenales pero se irían pronto no me gustaría que la naturaleza comenzara a ser mi enemiga por dejar marcas en mi hermoso cuerpo.

No sabia muy bien a donde me dirigían mis pasos hasta que escuche la corriente del agua, estaba cerca del río, por fin empezaba a notar el calor en mi cuerpo y beber una agua tan fresca como aquella me vendría genial, algo me detuvo cuando ya me encontraba al borde del río, acababa de ver una canoa a lo lejos y no podría decir si estaba ocupada o iba a la deriva desocupada porque a esa distancia me costaba ver un poco, mi primera reacción fue esconderme tras unos árboles y ver si corría peligro o por el contrario me encontraba a salvo y podría seguir con mi recorrido por el bosque.

por **Kahlan M. Délvheen** Dom Sep 18, 2011 6:58 am

Deseaba fervientemente llegar hasta el mar, el enorme e infinito océano, aunque en esa ocasión no fuese para escapar de Europa y regresar a mi tierra original. Sólo quería saber hasta dónde me llevaría la corriente, hasta dónde podría llegar con aquella pequeña y rudimentaria embarcación.

El caudal del río había aminorado notablemente y en vez de agua, se llenó de piedras y maleza, por lo que, poco a poco, la canoa fue deteniéndose hasta que una roca la paró en seco. Suspiré, algo apenada por no seguir aquella aventura pero satisfecha de ver hasta qué distancia había logrado avanzar. Ahora la cuestión que me preocupaba era: ¿cómo regresaría a mi cobijo? La idea de llevar la barca sobre mis hombros no me hacía gracia alguna, pero arrastrarla tampoco era una buena opción, pues pesaba demasiado y la señal que dejaría en el terreno podría dar pistas a los albinos de la presencia de un ser humano en aquél bosque. Y no deseaba llamar la atención. No podía correr ese riesgo.

Wonkus saltó entonces de mi falda y corrió torpemente hacia unos matorrales, olisqueándolos con curiosidad mientras yo saltaba de la embarcación y tiraba de ella para ubicarla en tierra firme. De pronto, el lobezno empezó a gruñir y a aullar, algo que sólo hacía como método disuasorio. Había algo o alguien en aquellos arbustos. Me acuclillé sigilosamente tras soltar la canoa y tomé una piedra punzante, caminando casi a gatas para dirigirme hasta dónde Wonkus se hallaba, visiblemente nervioso...

por **Yalinca** Dom Sep 18, 2011 7:46 am

No me moví de mi escondite ni un solo centímetro, mi vista seguía atenta en la pequeña canoa necesitaba saber si había alguien en su interior, por fin el agua la trajo hasta unas piedras que la detuvieron sin lugar por donde seguir. Me moví un poco para tener una vista más apropiada, me encontraba agachada en unos matorrales cuando vi que del bote salía una joven de piel más oscura que la mía, pero no tan oscura como la que tenían las personas que eran esclavas. Seguir mirando a la joven y vi que no se encontraba sola, un perro muy grande la acompañaba en la pequeña canoa, el perro comenzó a caminar en dirección a mi lo que me hizo asustar y levantarme para esconderme de el, el perro grande comenzó a olisquear los matorrales donde yo estaba escondida antes, -sabia que no era bueno oler a vainilla si vas a un bosque puedes resultas algo apetitosa- es lo primero que se viene a mi mente mientras miro a mi alrededor buscando un lugar donde esconderme del perro, pero antes de que lo encuentre veo que la joven también baja de la canoa en busca de su gran perro, seguro que ahora estaba en peligro aquella mujer me haría algo malo, así acabaría mi aventura en el bosque.

El gran perro llego hasta donde me encontraba yo y comenzó a aullar, no era un perro era un lobo me quede paralizada por el pánico que recorría todo mi cuerpo, no podía moverme, no podía gritar lo único que pude hacer fue agacharme y taparme la cara, lo que tuviera que ocurrir no lo quería ver.

por **Kahlan M. Délvheen** Dom Sep 18, 2011 10:37 am

Tendí mi mano para posarla sobre el lobezno, tranquilizándole al momento y apartándole del lugar por si era peligroso. Tomé con fuerza aquella piedra mientras con la otra mano apartaba los arbustos, mirando tras ellos el origen de aquella tensión, hallando a una pequeña e indefensa muchacha albina. Hice una mueca al descubrirla pero lejos de apartarme de ella, me incliné sobre su cabeza, olisqueando ese extraño aroma dulce. Su rostro estaba cubierto por sus manos y permanecía paralizada. ¿Estaría muerta? Con la punta del dedo mayor de mi pie derecho toqué uno de sus muslos, esperando ver algún atisbo de movimiento que confirmara mis teorías. Al fin, se removió y yo di un brinco, retrocediendo al momento y aferrando de nuevo aquella piedra, pues desconocía las intenciones de aquella mujer de pálida piel. Gruñí levemente en un tono algo amenazante, indicándole que como se acercara demasiado a mí, acabaría sin cabellera rubia.

por **Yalinca** Lun Sep 19, 2011 4:59 am

Noto como algo me toca, lo que me hace moverme aun presa del miedo que recorría mi cuerpo comienzo a levantar la cabeza poco a poco –Estoy muerta?- consigo decir en un susurro casi inaudible, pero mi sorpresa fue ver delante de mi a la joven mujer con una piedra muy afilada en su mano y al gran lobo a su lado. Intente moverme pero un gruñido de aquella mujer me hizo caer de nuevo. –Que quieres de mi? No tengo nada que darle- No sabia que podía hacer para escapar de ese lugar, mi cuerpo comenzaba a sudar no se si era debido al calor o al miedo que sentía, no sabia si aquel rostro enfadado y aquel peludo animal seria lo ultimo que verían mis hermosos ojos grises.Cierro los ojos fuertemente tal vez si cree que me he desmayado se vaya y una vez ella muy lejos pueda salir corriendo y volver a mi calido salón.

por **Kahlan M. Délvheen** Lun Sep 19, 2011 1:46 pm

Su tono me desagradó y aquello fue lo que me hizo torcer una mueca. Aún así, había comprendido sus palabras y por lo que parecía, estaba más asustada que yo misma. Relajé mi musculatura sin que eso pudiera observarlo la mujer.

- ¿Qué hacer aquí? Mucha peligro.- mascullé sin mirarla, contemplando su alrededor por si aquello era una trampa, quizás un señuelo para ocultar un ejército de pálidos que querían capturarme de nuevo.- ¿Tú estar sola?- le exigí con el ceño fruncido, clavando mi oscura mirada en sus ojos centelleantes, casi humedecidos.

Sin esperar su respuesta, salté sobre la roma de un árbol próximo a ella, olisqueando la brisa que bajaba de las colinas, buscando con la mirada cualquier signo que demostrara la presencia de más personas. Al no hallarlo, enrosqué mis piernas en la rama y incliné hacia un lado, quedando como un murciélago tras la espalda de la joven. Me crucé de brazos mientra sentía la sangre arremolinarse en mi cabeza con un ligero cosquilleo y la seguí contemplando, sobretodo su extraño ropaje.

por **Yalinca** Jue Sep 22, 2011 2:05 pm

La mujer no parecía ser francesa, pero tampoco parecía pertenecer a las grandes ciudades, creo que pertenecía a lo que llamaban tribus, eran personas que vivían alejadas de los lujos que ofrecía la ciudad, personas que amaban la naturaleza y la respetaban como a un igual.

Se dirigió a mí –Estaba dando una vuelta cuando te vi con tu amigo- señalo al lobo que sigue a su lado, aun temblando me pongo en pie. Sabia que mi rostro refleja autentico pánico, pero no quería que el lobo y mucho menos ella lo supieran de ser así seria una victima fácil –Si estoy sola, como te he dicho estaba dando un paseo para conocer el bosque- mientras hablaba con ella sacudía mi ropa intima con la mirada baja para que no viera que estaba apunto de llorar. Al notar un leve movimiento de la chica levante la vista y ella ya no estaba allí tal vez se estaba escondiendo de mi por lo que gire mi cabeza buscándola, no quería sentirme desprotegida, aunque lo estaba ya que ella sabia defenderse sin armas y moverse por el bosque y yo lo único que sabia hacer era estar guapa y complacer a los hombres –Mujer donde estas'- dije al no verla delante de mi, baje la mirada y el enorme lobo segui hay mirandome -Puedes llevarte a tu perro?-.

por **Kahlan M. Délvheen** Vie Sep 23, 2011 1:42 pm

El lobezno la miraba mostrando sus afilados y relucientes colmillos, con el pelaje erizado y las patas preparadas para saltar, cuyas largas uñas empezaban a hundirse en la tierra húmeda que lo sostenía. Yo puse los ojos en blanco y resoplé, aún colgando cabeza abajo de la rama que se hallaba tras la mujer, con los brazos cruzados y mi cabello rozando las raíces del árbol.

- Wonkus.- dije alzando la voz, meneando la cabeza hacia la derecha y la izquierda, indicándole a mi amigo que no debía atacarla. No aún.

Mi voz había alertado de mi presencia a la mujer, pero no me preocupé de ella, pues sus ropas y sus ojos humedecidos me mostraban a alguien desarmado, frágil e inocente. Mi mirada siguió al pequeño lobo que ahora, visiblemente relajado, movía su rabo y caminaba con soberbia hacia mí, jugueteando con mi largo cabello colgando para finalmente, tumbarse y usando mi pelo como manta. Reí a carcajadas ante aquella escena, olvidándome por completo de la presencia de la albina.

por **Yalinca** Sáb Sep 24, 2011 9:02 am

Mi cuerpo se relajo al escuchar como la joven llamaba al lobo, que no tardo en ir a su lado y comenzar a jugar con la larga melena de esta, para al poco tiempo terminar durmiendo bajo ella. Me gire para ver mejor a la joven que colgaba con la cabeza hacia abajo –Bueno señorita- dije en voz baja para no despertar al lobo pero si lo suficientemente audible par acaptar la atención de la señorita–Que tenga usted un bien día yo debo partir, pues no tardaran en venir a buscarme- No estaba metiendo, pronto empezaría a caer el sol y mi chofer vendría a buscarme con el carruaje y si no me encontraba en el lugar que le había indicado a la hora que había dicho, se preocuparía y buscaría ayuda para encontrarme, eso era la bueno de ser una mujer como yo, si faltabas a tu trabajo la gente se preguntaba donde estarías y al no encontrarte en ningún sitio se preocuparía, así que pronto podría alejarme de este lugar, de la mujer del pelo largo y piel oscura y de su perro peludo y grande.

por **Kahlan M. Délvheen** Sáb Sep 24, 2011 10:08 am

La mujer habló de nuevo, despidiéndose de mí. Aquello me hizo reír, pero me limité a asentir con la cabeza, dejando que se marchara por dónde había venido. No obstante, algo que ella no vio y yo sí, me empujó a tomarla de su brazo con rapidez y elevarla varios metros del suelo, sentándola en la misma rama en la que yo había descansado momentos antes.

Olvidándome de la presencia la la mujer, gruñí hacia el césped y Wonkus se despertó, mirando a su alrededor algo confuso. Entre la hierba, asomó la cabeza de una serpiente, cuya lengua no dejaba de mover de forma amenazante. Tomé al lobezno con una de mis manos y lo deposité sobre la falda de la albina, haciendo un gesto al poner mi dedo índice sobre mis labios, indicándole que necesitaba silencio para deshacerme de la serpiente que, de no haber sido por mí, hubiese mordido a la mujer sin duda alguna y quizás ahora, su pulso hubiese dado paso al silencio de la muerte.

por **Yalinca** Dom Sep 25, 2011 8:13 am

Ya había movido una de mis piernas que me alejaría de aquella mujer y su mascota pero antes de que pudiera mover la otra, note como algo me aferraba el brazo fuertemente y me hacia levantar los pies del suelo y hacia que posara mi trasero en una dura y rígida rama –Que haces?- pregunte mientras miraba el sólido suelo unos centímetros mas debajo de mies pies, que ahora colgaban de una rama.

Mis ojos se posan en la mujer, esperando que respondiera a mi pregunta, pero vi que como sus ojos miraban algo en le césped para luego gruñirle mire con atención lo que ella miraba y entonces la vi una serpiente se movía con mucha gracia por la hierva entonces me percate de que el lobo aun seguía abajo pero antes de que yo pudiera abrir de nuevo mi boca, ya lo tenia sentado en mi regazo, mi cuerpo se tenso al sentir el pelaje del lobo sobre mis piernas –Ba.. - no puede terminar de hablar ya que ella pidió que guardáramos silencio y así lo hice. Me quede en silencio mirando como actuaba la joven de piel oscura ante la presencia de la serpierte.

por **Kahlan M. Délvheen** Dom Sep 25, 2011 9:19 am

Me enderecé y salté hacia una rama superior, moviendo sigilosamente mis manos para arrancar una de sus ramas, una fuerte, larga y erecta. Saqué el collar del interior de mi vestido y con la punta de aquella piedra rasgué con rapidez el inicio de aquella rama, dándole forma de punta de flecha. Mientras hacía aquellas manipulaciones, la serpiente se había aproximado a dónde nos encontrábamos, moviendo su cola de cascabel para advertir del peligro que corríamos. Estreché mis ojos y esbocé una sonrisa mezquina, volviendo a saltar sobre la rama en la que la mujer se hallaba con cuyas piernas colgando, llamando la atención de su verdugo quién, olisqueando la esencia que emanaba de ella, empezaba a prepararse para atacar a su presa fácil.

Aguardé pacientemente hasta que al fin, la serpiente abrió su boca mostrando sus colmillos ponzoñosos y estiró su cuerpo hacia el pie derecho de la mujer, a una velocidad casi surrealista. Y probablemente le hubiese mordido de no haber sido una persona con continuo contacto con la naturaleza y sus peligros, con veloces reflejos y la sangre fría cuando de proteger a un humano se trataba.

La lanza se clavó justo en la cabeza del reptil, la cruzó de lado a lado y se estancó en el suelo, manteniendo el cuerpo inerte clavado en aquella misma posición de ataque: con los ojos abiertos de par en par, la boca preparada para un suculento mordizco, su piel tersa y estirada hacia la mujer. Suspiré aliviada y me senté en aquella rama, haciendo un gesto a Wonkus para que corriera a mis brazos, jugueteando de nuevo con su pelaje como si nada hubiese ocurrido y bajo la inquisitiva mirada de la serpiente fallecida.

por **Yalinca** Dom Sep 25, 2011 11:39 am

Vi como la mujer de piel oscura arrancaba una rama de un árbol y fabricaba un arma para acabar con la vida de tan hermosa pero peligrosa criatura, en menos de un minuto la serpiente cascabel se encontraba con una lanza clavada en la cabeza –Pobre- me salio en forma de suspiro al ver como había muerto aquel animal. La joven llamo a su lobo para que fuera con ella, una alegría para mi cuerpo que se relajo por completo. Me removí un poco en el árbol con cuidado ya que tenia miedo de caer –Señorita, será que puede bajarme de aquí?- hable con una voz seria y segura el miedo se me había pasado aun después de ver como fabricaba armas tan rápidamente. Mis ojos no miraban a otro lado que no fueran las manos de aquella joven, deseaba bajar y estar muy lejos de aquel lugar –Muchas Gracias- esto lo dije casi en susurro, ya que no me gustaba el tener que dar las gracias por haberme salvado la vida, siempre supe valerme por mi misma, no se como ahora no fui capaz, abra sido la situación que me pudo. Me acomode la ropa y sacudí mis piernas ya que tenia pelo de lobo en ellas y mire a la joven esperando una respuesta por su parte.

por **Kahlan M. Délvheen** Dom Sep 25, 2011 12:12 pm

Entrecerré los ojos y resoplé. ¿Tan miedosos y patosos eran esos albinos? Dejé a Wonkus sobre mi hombro, sabiendo que él mantendría su equilibrio mientras yo me acercaba a la muchacha y la tomaba por la cintura, saltando de la rama para caer junto al cadáver de la serpiente. La solté con cierta brusquedad y señalé un camino entre la espesura del bosque.

- Por allí haber lobos y osos.- le indiqué sin mirarla, moviendo mi brazo para señalar otro camino, más allá del río.- Por allí ser seguro.

Dirigí la misma mano hacia la serpiente y extraje de ella aquella lanza, ofreciéndosela a la muchacha con el rostro severo.

- Úsala si sentirte amenazada.- le aconsejé finalmente, inclinando una sola vez mi cabeza hacia ella para, entonces, empezar a caminar lejos de ella, hacia mi hogar.

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