¡Cosas Curiosas! [Lyan Adonay]

por Invitado Sáb Sep 17, 2011 6:37 pm

Después de tanto tiempo de ambular por parís el muchacho harapiento se dirigió en busca de más ‘aventuras’ estaba un poco más feliz al saber de su hermana y tener un maestro cuyos conocimientos le impresionaban, todo marchaba bien, la inocencia se iba marchando de a poquito para darle paso a su madurez una que nunca había obtenido.

Camino entre las calles con los bolsillos en el pantalón, sus dedos se asomaban por lo agujeros que estos poseían, jugueteó con los pajarillos y con algunas polillas que se embobaban en las lámparas, hasta que se dio cuenta de donde estaba y comprobó que de nuevo se había perdido.

Y es que el muchacho a pensar de poseer buenas características perrunas, se distraía jugando, se perdía fácil, pues era como un mocoso en busca de conocimientos para saciar su curiosidad. Y de pronto vio un lugar que para él era ‘elegante’ entraban y salían hombres bien vestidos, con mujeres hermosas que se vestían con sus mejores galas.

El chico se encamino para ver más de cerca, espiando por una rendija de la puerta, olía a alcohol, a perfumes que molestaban su olfato, no pudo ver mucho, tampoco poco, pero el barullo de adentro le llamaba la atención, no, para nada, no se atrevería a pasar, pero se recostó sobre el suelo para observar en el espacio que la puerta y el suelo dejaban y de pronto, esta se abrió, propinándole un golpe en la cara – ¡Auch! – artículo de dolor mientras se incorporaba para quedarse sentado. El golpe había sido duro, le empezó a sangrar la nariz en cuanto se la tapo, el chorro ya manchaba sus dedos y goteaba por la separación de estos mismos.

por **Lyan Adonay** Dom Oct 02, 2011 8:00 pm

Nuevamente un encargo al burdel,aunque no era tan malo,solían darle propina y ella vivía de eso,con el tiempo había aprendido a no tomarse tiempo en aquel lugar,ir directamente con la mujer que le pedía el recado y no prestar atención a nada más,la mayoría de los hombres que acudían a aquel lugar no era solo para tomar un tarro de cerveza y los había incluso a los que no les importaba una mujer o un hombre,solo buscaban placer,prefería no quedarse a ver que podía o no pasar en aquel lugar,estaba mejor sin conocer ciertas cosas.

Caminaba rápido a la salida,me había ganado ya un par de monedas,no necesitaba más,era tiempo de dejar el lugar,abrí la puerta y en ese instante sentí haber golpeado algo…o alguien…escuche un quejido y busque la fuente de aquella voz.

En el suelo un chico de apariencia descuidada estaba sentado al lado de la puerta,con las manos en el rostro y sangre chorreando entre sus dedos,me asusté al verle así,seguramente fui yo la culpable de aquello,rápidamente me incline ante él y saque un viejo pañuelo que llevaba conmigo brindándoselo -Lo siento! Lo siento! – me disculpe con afección –no me di cuenta que estabas aquí,estas bien? Te duele mucho?- le hablaba dejando ver en mi voz la preocupación que sentía,no me gustaba ver a las personas mal en ningún sentido y meno ser yo la causa de aquello,le observaba con temor y ansiedad ayudándole a sostener aquel pañuelo viejo intentando cortar la repentina hemorragia.

por Invitado Lun Oct 03, 2011 6:09 pm

Apenas observo a la chica alzando la mirada, este sostuvo el pañuelo que le ofrecieron, se quedó así por un rato mirando su mano libre, mientras intentaba diluir el sabor de la sangre en su paladar, ahora sentía un poco de hastío, pues aquel olor no era de su agrado, a la vez se preguntó porque esa chica no vestía como las demás damas ‘elegantes’ que había visualizado anteriormente. Aunque escucho la preocupación Badou soltó una carcajada, era como oírse el mismo cuando curaba las heridas de su hermana mayor. – Estoy bien, creo que ya está pasando – Quito el pañuelo de su nariz, efectivamente aunque había perdido mucha sangre y sentía la nariz hinchada ya se había pasado.

Observo la tela manchada y casi se disculpó al bajar la vista – Siento lo de tú pañuelo, no tengo dinero, así que no sabré… como reponértelo...Gracias de todas formas – su voz tenía un sentido del arrepentimiento como el de un niño, así que se levantó y de pronto a su cabeza le vinieron varias ideas un poco tontas.- Si lo lavo en la laguna podría quedar como nuevo –se entusiasmó de un momento a otro pero el silencio en la calle le torturaba, no era tan noche, tampoco tan tarde, así que había buena vista.

-Cuéntame, ¿Qué es ese lugar tan elegante? – señalo cuando se puso a un lado de la chica, quien no parecía precisamente ser de ahí.

por **Lyan Adonay** Sáb Oct 15, 2011 4:37 pm

Se sentía realmente culpable por la herida del muchacho,aun que él también debió tener mas cuidado,sin embargo eso no evitaba que sintiera pena con él,ojala no se molestará era lo único que podía pensar.

Intentaba encontrar una solución algo que le ayudara a sentirse mejor con aquel joven cuando le escucho reír en primera instancia,le observo con algo de confusión,sus mejillas se inflaron en señal de indignación, ¿acaso se estaba burlando de ella? ¿no se suponía que estaba lastimado?,le observo apunto de soltarle algún reclamo cuando el volvió a hablar,analizo un momento sus palabras y sus facciones,no parecía ser ese tipo de personas,su rostro se relajo regalandole una sonrisa.

En realidad aquél muchacho parecía bastante inocente,hasta le recordaba a ella misma,quizá un tiempo atrás,aun era algo inocente,pero ya tenía algunas experiencias que le enseñaron a reaccionar de formas distintas antes diversas situaciones.

Ya más tranquila le respondió -no te preocupes por eso,es viejo,no importa, conseguiré otro luego,me alegra que estés bien,en verdad me diste un susto- se sentó a su lado viéndole y asegurándose de que en verdad la hemorragia se hubiera detenido,su nariz se mostraba un poco inflamada y nuevamente ese pinchazo de culpabilidad la recorrió,suspiro negando,no había sido su intención ser tan torpe y mucho menos lastimar a alguien.

-¿Lugar elegante?- esta vez fue su turno de reír,en verdad hablaba enserio? Si,eso parecía,negando contesto -ese lugar es todo menos elegante...y creo que ni tu ni yo deberíamos estar aquí...

por Invitado Jue Nov 10, 2011 5:28 pm

Sacudió la cabeza repetidas veces y saboreo su paladar, ¡Asco!, sabía a sangre hizo una mueca de disgusto pero no le quedaba de otra, la niña a su lado había sido muy amable con él, le miro con mucho intereses, pero después ya no, todos sus ánimos bajaron, Badou la siguió no quería quedarse ahí solo, pero las mujeres y hombres que vestían y olían a flores, ¿Qué hacían en ese lugar?, él quería saber, a toda costa quería hacerlo. - ¿Entonces qué es ese lugar y porque no debemos estar ahí? – pensó un poquito, quizá sus ideas eran locas pero era así como pensaba él, porque poseía demasiada inocencia, solo era un cachorro abandonada, nada más que eso. – Ya sé, seguro que te piden dinero – miro a la joven que ponía muecas graciosas.

-Yo estoy bien, he recibido golpes más fuertes cuando mi amo me pegaba – le sonrió y doblo el pañuelo con mucho cuidado a no perderlo, en serio quería lavarlo y regresarlo a la niña. Si es que se encontraban de nuevo. Lo guardo en el bolsillo de su pantalón pero se veía, pues este estaba roto – Oye y ¿Qué hacías ahí? – ladeo el rostro y se le quedo mirando fijamente como cuando un perro se acerca para que le den de comer.

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