AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Los príncipes no son parte del espectáculo (Thalie)
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Los príncipes no son parte del espectáculo (Thalie)
Nuevamente me tocaba echar una mano en el circo como supervisor. Tenía que cerciorarme de que todo estaba en orden, de que las cosas no se descontrolaban...Y yo odiaba hacerlo.
Miré a Joaquim de soslayo, que estabactuando en ese momento. Pronto se iría y saldrían nuestras hermosas bailarinas. Apreté los puños. Odiaba que nos exhibisiemos como monos de feria para los ricos, sólo porque nos encontraban exóticos durante un rato, pero luego les dábamos asco.
Me apoyé en un lado de las gradas con la camisa semiabierta, dejando ver el tatuaje que tenía sobre el lado derecho del pecho y la cruz plateada que pendía de mi cuello. Llevaba el pañuelo atado a la cabeza, dejandoescapar algunos rizos por debajo. Las señoras pudientes me lanzaban miradas curiosas e incluso me las sostenían para luego guiñarme un ojo. Suspiré.
Una pequeña gitanilla ataviada con una falsa que tintineaba por las monedas que llevaba cosida, me tiró de la manga. La miré sonriéndole afectuosamente y me agaché para escuchar lo que me decía.
-Tienez que ir hacia la zona privada-me dijo ceceando por la caída de los dientes de leche- Dicen que tienes que encargarte de unaz perzonaz importantez.
Asentí con la cabeza y le revolví el cabello antes de dirigirme a la zona privada: más alta que las demás y tapadas con unas enormes cortinas. Sólo los de dentro elegían si se dejaban ver, pero tenían una excelente vista del circo. Me acerqué al lugar y comencé a subir las escaleras al mismo tiempo que bajaba un hombre mayor, gitano, que se encargaba de acomodar a la gente pudiente.
-Haz el favor de protegerlos, Cam-se limpió el sudor con la manga-Son importantes y si les pasa algo no sé que nos harán...Sé su guardia.
Bufé y continué mi ascenso hasta arriba. Unas cortinas separaban el lugar del resto. Las corrí y las cerré poniendo mi mejor y mis falsa sonrisa.
-Buenas noches, señores, señoras-hice una revrencia ante el grupo congregado allí-Seré su protector y guardián durante su estancia aquí.
Recibí miradas decsonfiadas y desdeñosas desde todos los lugares. Después volvieron a prestar atención al espectáculo. Todos menos una chica joven, vestida elegantemente, que me observaba con una mezcla de curiosidad y suspicacia.
Miré a Joaquim de soslayo, que estabactuando en ese momento. Pronto se iría y saldrían nuestras hermosas bailarinas. Apreté los puños. Odiaba que nos exhibisiemos como monos de feria para los ricos, sólo porque nos encontraban exóticos durante un rato, pero luego les dábamos asco.
Me apoyé en un lado de las gradas con la camisa semiabierta, dejando ver el tatuaje que tenía sobre el lado derecho del pecho y la cruz plateada que pendía de mi cuello. Llevaba el pañuelo atado a la cabeza, dejandoescapar algunos rizos por debajo. Las señoras pudientes me lanzaban miradas curiosas e incluso me las sostenían para luego guiñarme un ojo. Suspiré.
Una pequeña gitanilla ataviada con una falsa que tintineaba por las monedas que llevaba cosida, me tiró de la manga. La miré sonriéndole afectuosamente y me agaché para escuchar lo que me decía.
-Tienez que ir hacia la zona privada-me dijo ceceando por la caída de los dientes de leche- Dicen que tienes que encargarte de unaz perzonaz importantez.
Asentí con la cabeza y le revolví el cabello antes de dirigirme a la zona privada: más alta que las demás y tapadas con unas enormes cortinas. Sólo los de dentro elegían si se dejaban ver, pero tenían una excelente vista del circo. Me acerqué al lugar y comencé a subir las escaleras al mismo tiempo que bajaba un hombre mayor, gitano, que se encargaba de acomodar a la gente pudiente.
-Haz el favor de protegerlos, Cam-se limpió el sudor con la manga-Son importantes y si les pasa algo no sé que nos harán...Sé su guardia.
Bufé y continué mi ascenso hasta arriba. Unas cortinas separaban el lugar del resto. Las corrí y las cerré poniendo mi mejor y mis falsa sonrisa.
-Buenas noches, señores, señoras-hice una revrencia ante el grupo congregado allí-Seré su protector y guardián durante su estancia aquí.
Recibí miradas decsonfiadas y desdeñosas desde todos los lugares. Después volvieron a prestar atención al espectáculo. Todos menos una chica joven, vestida elegantemente, que me observaba con una mezcla de curiosidad y suspicacia.
Cam Rohan- Gitano
- Mensajes : 604
Fecha de inscripción : 20/06/2010
Localización : Con la mano en tu bolsillo
Re: Los príncipes no son parte del espectáculo (Thalie)
<< Já, aquí tienes mamá. >> pensé, mientras sonreía, en el carruaje.
Llevaba puesto un corsé ajustadísimo a mis curvas, que un poco más y no me dejaba respirar, y un vestido largo, rozando el suelo. Y bastante pesado, a decir verdad, para mi pequeño, pero ágil, cuerpo. El color lavanda inundaba la seda del vestido, y solo en algunas partes, el frente del corsé y algunos apliques, eran de matices de gis y blanco. Por otra parte, los zapatos, ¡gracias a Dios que no eran de tacón!, estaban pulcros, de un color blanco níveo que daba escalofríos. Y en mi cuello lucía una gargantilla con pequeñísimos diamantes incrustados.
Lo que más odié de todo mi aspecto ese día, fue mi cabello. La sirvientas los habían rizado, y lo habían recogido en partes, dejando algunos mechones sueltos por aquí y por allá. Eso no estaba mal, incluso llegó a gustarme un poco, pero con lo que le agregaron casi me dieron ganas de arrancarme el cabello, mechón por mechón: una pequeña diadema, la del conjunto de la gargantilla, resaltaba entre mis oscuros rizos -aunque no fueran ''míos''-. Otra razón para darle gracias a su majestad, la reina de Inglaterra, mi madre.
Ella me había mandado todo el conjuntito, desde casa, junto con una carta que decía algo así como ''Me he enterado que estás mejorando, por lo que supongo que muy pronto nos volveremos a ver, hija querida. Espero que estés realizando tus estudios con dedicación y alegría, justo como te lo enseñaron, y que no cometas más de esos actos de rebeldía...''
Típico de mi madre. Intentar sobornarme con cosas caras,que me obligaba a usar, acompañadas de cartitas parecidas a esa.
Pero yo le había ganado de mano, y había decidido la ocasión para usar mi vestido. Algo que mi madre titularía como vulgar, despreciable y otros malos adjetivos. Me mezclaría con gitanos. Sí, con gitanos.
Aún cuando mis sirvientas se había opuesto a ir, yo le había ordenado al chofer que me lleve al ''Circo Gitano''. Y, aún escandalizadas, las sirvientas, vinieron a ''cuidarme''.
Por suerte solo tres vendrían conmigo, y las otras tres volverían a el castillo.
Una vez que llegamos, bajé lentamente del carruaje, bajo la atenta mirada de sirvientas, chofer, gitanos y otras personas que allí se encontraban, pisando lentamente cada uno de los escalones que anteriormente el chofer había puesto para mí.
Le agradecí a Pierre, el chofer, con una sonrisa, y él inclinó la cabeza. ¡Como si una sonrisa mía fuera un regalo, el más preciado regalo!
Caminé con la frente en alto hasta llegar a los privados, un lugar reservado solamente para realeza y personas importantes, y tomé asiento en una de las bancas de la última fila.
El espectáculo comenzó, y yo lo miré sin ver. Aunque estaba en contra de esto, por diferentes motivos que mi madre, prefería hacerlos y contradecirla. Aunque en mi interior, me sintiera mal por todas aquellas personas que los de mi clase trataban como diversión. Como entretenimiento.
Las sirvientas quedaron fuera del lugar, a pedido mío, y les aseguré que nada podría sucederme. Que había guardias y eso.
Pero en realidad, para ser sincera, no estaba muy segura de si los había o no. Esperé que no, así me metería en más líos.
Y, ya empezado el ''espectáculo'', para mi decepción, apareció un chico, gitano, por supuesto, presentándose como nuestra niñera.
Lo miré de arriba a abajo. No, no estaba mal, estaba más que bien, pero no venía a mirar y evaluar a mis niñeras, ni nada. ´Volví los ojos al acto, pero mi vista captó algo, lo que me hizo volver a mirar al gitano que recién había entrado. Tenía un tatuaje en el pecho derecho, y una cruz de plata colgaba de su cuello.
Era algo interesante. Por que, aunque había visto miles de cruces, nunca se las había visto a un gitano. Así como tampoco había visto a alguien con un tatuaje en el pecho.
<< Qué innovador >> pensé, evaluandolo.
Llevaba puesto un corsé ajustadísimo a mis curvas, que un poco más y no me dejaba respirar, y un vestido largo, rozando el suelo. Y bastante pesado, a decir verdad, para mi pequeño, pero ágil, cuerpo. El color lavanda inundaba la seda del vestido, y solo en algunas partes, el frente del corsé y algunos apliques, eran de matices de gis y blanco. Por otra parte, los zapatos, ¡gracias a Dios que no eran de tacón!, estaban pulcros, de un color blanco níveo que daba escalofríos. Y en mi cuello lucía una gargantilla con pequeñísimos diamantes incrustados.
Lo que más odié de todo mi aspecto ese día, fue mi cabello. La sirvientas los habían rizado, y lo habían recogido en partes, dejando algunos mechones sueltos por aquí y por allá. Eso no estaba mal, incluso llegó a gustarme un poco, pero con lo que le agregaron casi me dieron ganas de arrancarme el cabello, mechón por mechón: una pequeña diadema, la del conjunto de la gargantilla, resaltaba entre mis oscuros rizos -aunque no fueran ''míos''-. Otra razón para darle gracias a su majestad, la reina de Inglaterra, mi madre.
Ella me había mandado todo el conjuntito, desde casa, junto con una carta que decía algo así como ''Me he enterado que estás mejorando, por lo que supongo que muy pronto nos volveremos a ver, hija querida. Espero que estés realizando tus estudios con dedicación y alegría, justo como te lo enseñaron, y que no cometas más de esos actos de rebeldía...''
Típico de mi madre. Intentar sobornarme con cosas caras,que me obligaba a usar, acompañadas de cartitas parecidas a esa.
Pero yo le había ganado de mano, y había decidido la ocasión para usar mi vestido. Algo que mi madre titularía como vulgar, despreciable y otros malos adjetivos. Me mezclaría con gitanos. Sí, con gitanos.
Aún cuando mis sirvientas se había opuesto a ir, yo le había ordenado al chofer que me lleve al ''Circo Gitano''. Y, aún escandalizadas, las sirvientas, vinieron a ''cuidarme''.
Por suerte solo tres vendrían conmigo, y las otras tres volverían a el castillo.
Una vez que llegamos, bajé lentamente del carruaje, bajo la atenta mirada de sirvientas, chofer, gitanos y otras personas que allí se encontraban, pisando lentamente cada uno de los escalones que anteriormente el chofer había puesto para mí.
Le agradecí a Pierre, el chofer, con una sonrisa, y él inclinó la cabeza. ¡Como si una sonrisa mía fuera un regalo, el más preciado regalo!
Caminé con la frente en alto hasta llegar a los privados, un lugar reservado solamente para realeza y personas importantes, y tomé asiento en una de las bancas de la última fila.
El espectáculo comenzó, y yo lo miré sin ver. Aunque estaba en contra de esto, por diferentes motivos que mi madre, prefería hacerlos y contradecirla. Aunque en mi interior, me sintiera mal por todas aquellas personas que los de mi clase trataban como diversión. Como entretenimiento.
Las sirvientas quedaron fuera del lugar, a pedido mío, y les aseguré que nada podría sucederme. Que había guardias y eso.
Pero en realidad, para ser sincera, no estaba muy segura de si los había o no. Esperé que no, así me metería en más líos.
Y, ya empezado el ''espectáculo'', para mi decepción, apareció un chico, gitano, por supuesto, presentándose como nuestra niñera.
Lo miré de arriba a abajo. No, no estaba mal, estaba más que bien, pero no venía a mirar y evaluar a mis niñeras, ni nada. ´Volví los ojos al acto, pero mi vista captó algo, lo que me hizo volver a mirar al gitano que recién había entrado. Tenía un tatuaje en el pecho derecho, y una cruz de plata colgaba de su cuello.
Era algo interesante. Por que, aunque había visto miles de cruces, nunca se las había visto a un gitano. Así como tampoco había visto a alguien con un tatuaje en el pecho.
<< Qué innovador >> pensé, evaluandolo.
Invitado- Invitado
Re: Los príncipes no son parte del espectáculo (Thalie)
La muchacha me contemplaba fijamente. No a mí, directamente, sino más bien a mi pecho donde estaban el tatuaje y la cruz que la abuela me dio porque habia pertenecido a mi padre.
Esperé a que las otras personas que estaban allí estuviesen lo suficientemente extasiadas con el espectáculo para salvar la distancia que me separaba de la chica y tomar asiento en una silla cercana a sus sofás. Por supuesto, la silla era mucho más incómoda, pero era una descortesía sentarme al lado de la joven. Si lo hubiera hecho todos se habrían marchado del circo diciendo que me había intentado aprovechar de ella y cosas así.
-Es una cruz celta-le dije a ella en un susurro apartándome un poco la camiseta para que la pudiese ver- Tiene muchos significados: algunos dicen que el halo simboliza a cristo, otros que en realidad al Sol, el dios de las religions paganas-sonreí de lado al llegar a este punto- El que más me gusta a mí, sin embargo, es el que dice que el círculo representa a la mujer y la cruz al hombre. Es un símbolo de unión y amor.
Ella no me había preguntado y probablemente ahora me apartase con un estufido, pero había sentido la necesidad de ir a hablar con ella y explicarle el porqué del tatuaje para satisfacer su manifiesta curiosidad.
Me separé un poco con la silla y me dediqué a observar el suelo en silencio.
Esperé a que las otras personas que estaban allí estuviesen lo suficientemente extasiadas con el espectáculo para salvar la distancia que me separaba de la chica y tomar asiento en una silla cercana a sus sofás. Por supuesto, la silla era mucho más incómoda, pero era una descortesía sentarme al lado de la joven. Si lo hubiera hecho todos se habrían marchado del circo diciendo que me había intentado aprovechar de ella y cosas así.
-Es una cruz celta-le dije a ella en un susurro apartándome un poco la camiseta para que la pudiese ver- Tiene muchos significados: algunos dicen que el halo simboliza a cristo, otros que en realidad al Sol, el dios de las religions paganas-sonreí de lado al llegar a este punto- El que más me gusta a mí, sin embargo, es el que dice que el círculo representa a la mujer y la cruz al hombre. Es un símbolo de unión y amor.
Ella no me había preguntado y probablemente ahora me apartase con un estufido, pero había sentido la necesidad de ir a hablar con ella y explicarle el porqué del tatuaje para satisfacer su manifiesta curiosidad.
Me separé un poco con la silla y me dediqué a observar el suelo en silencio.
Cam Rohan- Gitano
- Mensajes : 604
Fecha de inscripción : 20/06/2010
Localización : Con la mano en tu bolsillo
Re: Los príncipes no son parte del espectáculo (Thalie)
El chico, luego de que los ''de mi calaña'' se fijaron más en el espectáculo que en el gitano que estaba en el mismo lugar que ellos, se sentó en una silla cercana a mi sofá. Supuse que pensaba que era una de esas caprichosas y egocéntricas princesitas de cristal que no soportaban que alguien ''inferior a ellas'' se les acercara demasiado... ¡y por eso estaban solas!
En un susurro, antes, siquiera, de que yo lo pida, el muchacho me dió una breve explicación. Esbocé una sonrisa, al escuchar lo último. -Estoy de acuerdo contigo, me quedo con la última explicación.- susurré, con voz modulada y baja.
No, no me importaba que la gente hablara de mi, sean cosas buenas o malas, pero prefería evitar interrumpir a los ''clase alta'' con tanta palabrería. Por educación, me dije.
Miré fijamente la cruz por unos segundos, y luego subí la mirada para ver al chico. A los ojos, como hacía con la mayoría de las personas. Volví la mirada a la cruz, pero esta vez estiré un poco la mano, y la acerqué hasta él, pero me detuve antes de poder tocar la cruz. Deseaba sentir el grabado que tenía.
-¿Puedo?- pregunté, con el mismo tono que antes, bajo, modulado, volviendo a mirarlo fijamente.
No iba a negar que me parecía alguien en extremo interesante, porque de verdad que me intrigaba bastante. Era algo que no veía todos los días, un gitano. No como una exhibición o algo así, sino más bien como una persona. De carne y hueso.
Tenía ganas de preguntar sobre el tatuaje, pero me abstuve, porque quería saber más de la cruz celta. Me interesaban muchísimo los gitanos, y era la primera vez que tenía la oportunidad de hablar con uno.
En un susurro, antes, siquiera, de que yo lo pida, el muchacho me dió una breve explicación. Esbocé una sonrisa, al escuchar lo último. -Estoy de acuerdo contigo, me quedo con la última explicación.- susurré, con voz modulada y baja.
No, no me importaba que la gente hablara de mi, sean cosas buenas o malas, pero prefería evitar interrumpir a los ''clase alta'' con tanta palabrería. Por educación, me dije.
Miré fijamente la cruz por unos segundos, y luego subí la mirada para ver al chico. A los ojos, como hacía con la mayoría de las personas. Volví la mirada a la cruz, pero esta vez estiré un poco la mano, y la acerqué hasta él, pero me detuve antes de poder tocar la cruz. Deseaba sentir el grabado que tenía.
-¿Puedo?- pregunté, con el mismo tono que antes, bajo, modulado, volviendo a mirarlo fijamente.
No iba a negar que me parecía alguien en extremo interesante, porque de verdad que me intrigaba bastante. Era algo que no veía todos los días, un gitano. No como una exhibición o algo así, sino más bien como una persona. De carne y hueso.
Tenía ganas de preguntar sobre el tatuaje, pero me abstuve, porque quería saber más de la cruz celta. Me interesaban muchísimo los gitanos, y era la primera vez que tenía la oportunidad de hablar con uno.
Invitado- Invitado
Re: Los príncipes no son parte del espectáculo (Thalie)
Sonreí al ver que ella me respondía e incluso se atreví a tocarme. Miré de reojo al resto de personas allí reunidas. Estaban todos demasiado absortos viendo a Mona, la bailarina. Asentí mirando a la chica y la dejé acercarse.
De cerca pude examinarla mejor y me gustó lo que ví: tenía un rostro pálido, sonrosado ligeramente en los mofletes. Su nariz era pequeña, respingona. Casi parecía perfecta, como si no fuera la nariz de una muchacha humana. Los labios eran pequeños y color coral, entreabiertos mientras observaba la cruz.
No obstante, lo que más me llamó la atención de su aspecto fueron sus ojos y su cabello, éste último estaba rizado y adornado con una bella diadema que parecía cara. Tenía un tono castaño oscuro y lo llevaba rizado, muy bonito. Los ojos eran simplemente bellísimos.
Tenían esa forma almendrada que hacía que la mirada fuese mucho más intensa. Sus cejas pequeñas y perfectas estaban encima de ellos, haciendo que resaltara aún más el color azul zafiro que tenían en medio de aquella piel blanca y pelo oscuro. Sus ojos eran la nota de color en mitad de su rostro.
-¿Puedo preguntarle por su nombre?-dije en un susurro. Aunque casi pareció más bien una súplica. La joven me había fascinado casi al instante y quería poder llamarla al menos por el apellido, como debía de ser.
¿A dónde pertenecía? Era increíblemente rica si iba vestida de esa forma tan elegante, pero, ¿cuál era su título? ¿o era de la burguesía? Miles de preguntas se agolpaban en mi cabeza mientras poco a poco iba cayendo en la cuenta de que me apetecía saber más y más.
De cerca pude examinarla mejor y me gustó lo que ví: tenía un rostro pálido, sonrosado ligeramente en los mofletes. Su nariz era pequeña, respingona. Casi parecía perfecta, como si no fuera la nariz de una muchacha humana. Los labios eran pequeños y color coral, entreabiertos mientras observaba la cruz.
No obstante, lo que más me llamó la atención de su aspecto fueron sus ojos y su cabello, éste último estaba rizado y adornado con una bella diadema que parecía cara. Tenía un tono castaño oscuro y lo llevaba rizado, muy bonito. Los ojos eran simplemente bellísimos.
Tenían esa forma almendrada que hacía que la mirada fuese mucho más intensa. Sus cejas pequeñas y perfectas estaban encima de ellos, haciendo que resaltara aún más el color azul zafiro que tenían en medio de aquella piel blanca y pelo oscuro. Sus ojos eran la nota de color en mitad de su rostro.
-¿Puedo preguntarle por su nombre?-dije en un susurro. Aunque casi pareció más bien una súplica. La joven me había fascinado casi al instante y quería poder llamarla al menos por el apellido, como debía de ser.
¿A dónde pertenecía? Era increíblemente rica si iba vestida de esa forma tan elegante, pero, ¿cuál era su título? ¿o era de la burguesía? Miles de preguntas se agolpaban en mi cabeza mientras poco a poco iba cayendo en la cuenta de que me apetecía saber más y más.
Cam Rohan- Gitano
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Localización : Con la mano en tu bolsillo
Re: Los príncipes no son parte del espectáculo (Thalie)
Él asintió, luego de echar una fugaz mirada a las personas que se encontraban absortísimas en aquella obra gitana, la bailarina los tenía hechizados. Era obvio el motivo de aquella mirada, él no deseaba que los comensales dijeran a sus ''superiores'' que me estaba acosando o algo así. No le convenía, porque podrían llegar a... hacerle cualquier cosa si se entararan, por más de que ambos lo negáramos rotundamente.
Me acerqué más, y tomé la cruz entre mis dedos, y con el pulgar acaricié los grabados. Eran bonitos, me gustaban, tal vez demasiado.
Sentí los ojos del muchacho sobre mi rostro, pero no abandoné mi expresión serena. En general, las personas solían mirarme fijamente, como buscando alguna falla. Por mi extraña combinación ojos-cabello, supongo. A todas las personas que conocía, les fascinaba y les atraían mis ojos, aunque no eran para nada extraños ni espectaculares, como tampoco mi cabello, habiendo tantos aún más bellos que los míos.
Subí la mirada, atropelládamente, al escuchar la pregunta en un susurro del chico. Me pregunté para qué querría saberlo. -Nathalie, pero odio mi nombre completo, así que solo será Thalie. Pido disculpas por no dar apellidos ni nada más que mi nombre y mi ridículo apodo, pero no creo necesario tanta formalidad.- << Ninguno de mis apellidos hace falta, ser de la realeza no significa nada... O sí: un dolor de cabeza. >> pensé, mientras soltaba, con lentitud, la cruz, y lo miraba. - ¿Y el suyo? ¿Cuál es su nombre? - pregunté luego de unos segundos, dejando la mano el mi regaso, por no encontrar otro lugar para posicionarla.
¡Qué manera de actuar tan extraña la mía! Me sentía tímida, como una típica niña de la realeza. Como si hablar con un ejemplar del otro género me fuera algo nuevo y veronzoso. Extraño, maravilloso.
Me acerqué más, y tomé la cruz entre mis dedos, y con el pulgar acaricié los grabados. Eran bonitos, me gustaban, tal vez demasiado.
Sentí los ojos del muchacho sobre mi rostro, pero no abandoné mi expresión serena. En general, las personas solían mirarme fijamente, como buscando alguna falla. Por mi extraña combinación ojos-cabello, supongo. A todas las personas que conocía, les fascinaba y les atraían mis ojos, aunque no eran para nada extraños ni espectaculares, como tampoco mi cabello, habiendo tantos aún más bellos que los míos.
Subí la mirada, atropelládamente, al escuchar la pregunta en un susurro del chico. Me pregunté para qué querría saberlo. -Nathalie, pero odio mi nombre completo, así que solo será Thalie. Pido disculpas por no dar apellidos ni nada más que mi nombre y mi ridículo apodo, pero no creo necesario tanta formalidad.- << Ninguno de mis apellidos hace falta, ser de la realeza no significa nada... O sí: un dolor de cabeza. >> pensé, mientras soltaba, con lentitud, la cruz, y lo miraba. - ¿Y el suyo? ¿Cuál es su nombre? - pregunté luego de unos segundos, dejando la mano el mi regaso, por no encontrar otro lugar para posicionarla.
¡Qué manera de actuar tan extraña la mía! Me sentía tímida, como una típica niña de la realeza. Como si hablar con un ejemplar del otro género me fuera algo nuevo y veronzoso. Extraño, maravilloso.
Invitado- Invitado
Re: Los príncipes no son parte del espectáculo (Thalie)
Parecía fascinada con mi cruz. Dejé que la tocase hasta que contestó mi pregunta y se apartó un poco. Nathalie, aunque prefería que la llamaran Thalie. No le gustaba la formalidad de llamarnos por el apellido. Entendí que se rebelaba de alguna forma por lo que era, por ser una chica rica. Si fuese estirada y altiba no me habría dirigido no una sola palabra.
-Bueno, yo sí le diré mi nombre y mi apellido-sonreí,pero ya que yo la voy a llamar Thalie, quiero que usted me digo sólo por mi apodo a mí también-.Suspiré-Mi nombre completo es Cameron Lionel Rohan, pero todo el mundo me llama Cam, incluso yo me digo Cam a mí mismo porque mei nombre completo es largo y aburrido.
Parecía un poco tímida así que le sonreí con amabilidad para intentar que se sintiera más cómoda. Desvié mis vista nuevamente hacia sus acompañantes que seguían emeblesados. La volví a mirar.
-¿No te gusta el espectáculo?-le pregunté-¿Te aburre estar aquí arriba?
Se me había ocurrido llevarla a la parte interior del circo, donde estaban las bestias y las personas preparándose, pero si nos pillaban sería mi ruina. Sin embargo, si se le ocurría una buena excusa a Thalie podía hacer que su noche fuera entretenida.
-Bueno, yo sí le diré mi nombre y mi apellido-sonreí,pero ya que yo la voy a llamar Thalie, quiero que usted me digo sólo por mi apodo a mí también-.Suspiré-Mi nombre completo es Cameron Lionel Rohan, pero todo el mundo me llama Cam, incluso yo me digo Cam a mí mismo porque mei nombre completo es largo y aburrido.
Parecía un poco tímida así que le sonreí con amabilidad para intentar que se sintiera más cómoda. Desvié mis vista nuevamente hacia sus acompañantes que seguían emeblesados. La volví a mirar.
-¿No te gusta el espectáculo?-le pregunté-¿Te aburre estar aquí arriba?
Se me había ocurrido llevarla a la parte interior del circo, donde estaban las bestias y las personas preparándose, pero si nos pillaban sería mi ruina. Sin embargo, si se le ocurría una buena excusa a Thalie podía hacer que su noche fuera entretenida.
Cam Rohan- Gitano
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Localización : Con la mano en tu bolsillo
Re: Los príncipes no son parte del espectáculo (Thalie)
Sonreí al ver que sonreía, luego de decirme que él sí me diría su nombre y apellido. << Qué linda sonrisa >> pensé, mientras seguía escuchando su presentación. Cameron Lionel Rohan, un lindo nombre, pero no se me hacía muy de gitano. Claro que yo no sabía nada de ellos, pero... en fin.
-Un gusto conocerte, Cam.- murmuré suavemente, con una sonrisita divertida al escuchar lo del nombre largo y aburrido, cuando terminó de presentarse. -No deberías quejarte, el mío es peor.- le dije, pensando en que yo tenía dos nombres y cuatro apellidos. Y uno era más aburrido que el otro...
Escuché su pregunta, y negué levemente con la cabeza. -No es eso. Son geniales haciendo lo que hacen, pero estoy en contra de esto. De que los gitanos se presenten como si fueran... no sé, animales. Pienso que el hecho de que personas se presenten ante otras personas, en especial ante la realeza y la clase alta, es demasiado... repugnante. Los reales y los de clase alta solo los ven como una atracción, para luego verlos como una aberración. Me parece bastante est... tonto.- no quería blasfemar, pues odiaba hacerlo, pero sentía tanto, tanto odio hacia esto que...
Asentí finalmente. -Sí, me aburro aquí arriba. Y odio ver a estas personas mirando a los gitanos como si fuesen atracciones, diversión, como un objeto.- le expliqué, mirandolo a los ojos.
-Un gusto conocerte, Cam.- murmuré suavemente, con una sonrisita divertida al escuchar lo del nombre largo y aburrido, cuando terminó de presentarse. -No deberías quejarte, el mío es peor.- le dije, pensando en que yo tenía dos nombres y cuatro apellidos. Y uno era más aburrido que el otro...
Escuché su pregunta, y negué levemente con la cabeza. -No es eso. Son geniales haciendo lo que hacen, pero estoy en contra de esto. De que los gitanos se presenten como si fueran... no sé, animales. Pienso que el hecho de que personas se presenten ante otras personas, en especial ante la realeza y la clase alta, es demasiado... repugnante. Los reales y los de clase alta solo los ven como una atracción, para luego verlos como una aberración. Me parece bastante est... tonto.- no quería blasfemar, pues odiaba hacerlo, pero sentía tanto, tanto odio hacia esto que...
Asentí finalmente. -Sí, me aburro aquí arriba. Y odio ver a estas personas mirando a los gitanos como si fuesen atracciones, diversión, como un objeto.- le expliqué, mirandolo a los ojos.
Invitado- Invitado
Re: Los príncipes no son parte del espectáculo (Thalie)
Mientras la escuchaba una sonrisa iluminó mi rostro. Estaba a medio camino entre la sorpresa y la alegría y tenía unas ganas tremendas de abrazar a Thalie y ponerme a bailar como un loco: ¡Por fin alguien que compartía mi misma idea! ¡No éramos un espectáculo! Quería que todo aquello acabse cuanto antes.
Observé a Thalie con un interés renovado, sintiéndome un poco identificado con ella. Tenía la impresión de que ella no acababa de "encajar" en las altas esferas de la forma correcta del mismo modo que yo siempre me encontraba entre dos mundos: los blancos me repelían por ser gitano pero al mismo tiempo yo sabía que no era un gitano puro, que era un mestizo. A veces me preguntaba si realmente merecía ser llamado gitano y no simplemente "bastardo", como se les solía llamar a las personas que éramos fruto de la unión de romances truncados.
Le sonreí de lado, divertido. si encontrábmos una buena excusa Thalie y yo podíamos pasarnoslo realmente bien y seguir hablando. Me intrigaba aquella criatura de aspecto frágil pero que tenía voz propia, no como esas recatadas señoritas que siempre estaban esperando a que su esposo diese la orden que debían de acatar.
-Invéntate una excusa-le susurré-para la que necesites la compaía de un hombre fuerte-me señalé riéndome bajito-Y te llevaré a la otra cara del espectáculo.
Observé a Thalie con un interés renovado, sintiéndome un poco identificado con ella. Tenía la impresión de que ella no acababa de "encajar" en las altas esferas de la forma correcta del mismo modo que yo siempre me encontraba entre dos mundos: los blancos me repelían por ser gitano pero al mismo tiempo yo sabía que no era un gitano puro, que era un mestizo. A veces me preguntaba si realmente merecía ser llamado gitano y no simplemente "bastardo", como se les solía llamar a las personas que éramos fruto de la unión de romances truncados.
Le sonreí de lado, divertido. si encontrábmos una buena excusa Thalie y yo podíamos pasarnoslo realmente bien y seguir hablando. Me intrigaba aquella criatura de aspecto frágil pero que tenía voz propia, no como esas recatadas señoritas que siempre estaban esperando a que su esposo diese la orden que debían de acatar.
-Invéntate una excusa-le susurré-para la que necesites la compaía de un hombre fuerte-me señalé riéndome bajito-Y te llevaré a la otra cara del espectáculo.
Cam Rohan- Gitano
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Re: Los príncipes no son parte del espectáculo (Thalie)
Largué una carcajada al escuchar lo ''del hombre fuerte'', y asentí con la cabeza. -Muy simple: me torcí el tobillo, ''no puedo caminar'', y usted como todo un caballero me lleva a la enfermería del circo... Mis sirvientas seguramente ni se den cuenta, a estas alturas deben estar o mirando el espectáculo, o coqueteando con mi chofer.- le dije, con una sonrisa divertida en el rostro.
Mis sirvientas, tan recatadas y responsables, más de una vez le habían casi acosado al pobre Pierre, mi chofer. ¿Será que ellas no sabían que el hombre de veintidós años estaba comprometido con una bellísima mujer parisina que era hija del panadero? Sonreí para mis adentros, ante este pensamiento.
Luego mire a Cam por unos segundos, y se me ocurrió otra opción. -Aunque, siempre puedo fingir estar muerta y que me entierren. Tu trabajo sería desenterrarme a tiempo para que no muera, y luego me muestras lo que querías...- le ofrecí, con una sonrisa, a sabiendas de que un escándalo se armaría si esta escena se llevaba a cabo. Ya me imaginaba los titulares: ''La princesa Nathalie Anastasia LaCroix Dussolier Duprée Rivers, muerta en el Circo Gitano de París''. No solo sería algo casi mundial, sino que además se armaría un buen lío en el Circo, en especial a Cam y a mis sirvientas.
-El único problema sería que luego no tendría donde dormir, pero puedo solucionarlo rápido... creo. musité, y lo miré a los ojos, otra vez.
Mis sirvientas, tan recatadas y responsables, más de una vez le habían casi acosado al pobre Pierre, mi chofer. ¿Será que ellas no sabían que el hombre de veintidós años estaba comprometido con una bellísima mujer parisina que era hija del panadero? Sonreí para mis adentros, ante este pensamiento.
Luego mire a Cam por unos segundos, y se me ocurrió otra opción. -Aunque, siempre puedo fingir estar muerta y que me entierren. Tu trabajo sería desenterrarme a tiempo para que no muera, y luego me muestras lo que querías...- le ofrecí, con una sonrisa, a sabiendas de que un escándalo se armaría si esta escena se llevaba a cabo. Ya me imaginaba los titulares: ''La princesa Nathalie Anastasia LaCroix Dussolier Duprée Rivers, muerta en el Circo Gitano de París''. No solo sería algo casi mundial, sino que además se armaría un buen lío en el Circo, en especial a Cam y a mis sirvientas.
-El único problema sería que luego no tendría donde dormir, pero puedo solucionarlo rápido... creo. musité, y lo miré a los ojos, otra vez.
Invitado- Invitado
Re: Los príncipes no son parte del espectáculo (Thalie)
Me reí cuando propuso fingir su muerte. Me la imaginé conviviendo con nosotros, los gitanos. ¿Cómo sería su cabello castaño suelto? Probablemente mi abuela se encargaría de adornárselo con flores salvajes y le haría faldas con monedas, le regalarían panderetas para que aprendiese a tocarlas y le llenaríamos los brazos de pulseras.
Pero eso no era posible. Era una dama rica y su muerte causaría un gran problema en el circo gitano. Suspiré y le sonreí.
-Tendremos que conformarnos con una simple torcedura de tobillo- le señalé el lugar donde debía estar bajo auqella falda-Hazlo creíble Thalie.
Le guiñé un ojo y me puse en pie ayudándola a levantarse.
Pero eso no era posible. Era una dama rica y su muerte causaría un gran problema en el circo gitano. Suspiré y le sonreí.
-Tendremos que conformarnos con una simple torcedura de tobillo- le señalé el lugar donde debía estar bajo auqella falda-Hazlo creíble Thalie.
Le guiñé un ojo y me puse en pie ayudándola a levantarse.
Cam Rohan- Gitano
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Re: Los príncipes no son parte del espectáculo (Thalie)
Lo miré, sonreí, y me apoyé en su hombro ligeramente. ¿Qué era actuar para mí? ¡Cosa de todos los días!
Caminamos, lentamente, y yo apoyé un solo pie. Cada vez que apoyaba el derecho, ''el torcido'', fingía una suave mueca de dolor. Torciendo ligeramente los labios, y murmurando ''ay'', o ''auch'', tan, tan suave, que era lo suficientemente creíble como para hacerme pasar por una princesa con el tobillo torcido, incluso roto. Antes de salir por las cortinas, que cumplían función de puerta, miré a Cam.
-Algún día, quiero que me lleves a conocer a los verdaderos gitanos. Sí, los del circo lo son, pero quiero ver cómo se comportan. Sería divertido, nunca fuí a un barrio gitano.- le pedí, entre susurros, rápidamente, y le regalé una sonrisita tierna.
Suspiré, pasando lentamente el aire entre mis entrecerrados labios, y esperé a que él abriese la cortina que nos separaba del resto del mundo.
Caminamos, lentamente, y yo apoyé un solo pie. Cada vez que apoyaba el derecho, ''el torcido'', fingía una suave mueca de dolor. Torciendo ligeramente los labios, y murmurando ''ay'', o ''auch'', tan, tan suave, que era lo suficientemente creíble como para hacerme pasar por una princesa con el tobillo torcido, incluso roto. Antes de salir por las cortinas, que cumplían función de puerta, miré a Cam.
-Algún día, quiero que me lleves a conocer a los verdaderos gitanos. Sí, los del circo lo son, pero quiero ver cómo se comportan. Sería divertido, nunca fuí a un barrio gitano.- le pedí, entre susurros, rápidamente, y le regalé una sonrisita tierna.
Suspiré, pasando lentamente el aire entre mis entrecerrados labios, y esperé a que él abriese la cortina que nos separaba del resto del mundo.
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Re: Los príncipes no son parte del espectáculo (Thalie)
Thalie se apoyó en mí. Fingió su torcedura con asombrosa credibilidad y sus acompañantes no tardaron en disculparnos no sin antes rogarle que llegase cuanto antes con sus sirvientes. Puse los ojos en blanco mientras giraba para llevarla al exterior. Una vez fuera de peligro le sonreí y asentí a su petición.
-Te llevaré cuando quieras, Thalie-la miré brevemente.-No sé por qué, pero has llamado mucho mi atención. Supongo que eres incluso más rebelde que yo.
Sonreí con alegría y la tomé de la mano para ayudarla a deslizarse por un costado del circo sin que nadie la viese. Salimos al exterior, a las carretas, y las bordeamos para llegar a la otra carpa en la que todos se preparaban con sus animales y sus artilugios con los que hechizar al público. Le apreté la mano a Thalie y la miré infundiéndole ánimo.
-Nadie te hará daño. Tu solo no te separes de mi lado, ¿De acuerdo?-abrí la cortina que nos separaba de mis compañeros-Madame, he aquí la otra cara del circo gitano...
Se escuchaban gritos por todas partes debido a los nervios de última hora. Las bailarinas hacián sonar sus panderetas y giraban sobre sí mismas coordinadas, repasando una y mil veces los pasos de baile. Los payaasos hacían piruetas y esquivavan por los pelos a los escupefuegos que lanzaban brutales llamaradas al aire como si fueran dragones. Las bestias estaban enjauladas y casi todas eran felinos, osos y perros. Nuestros trapecistas estiraban brazos y piernas y se concentraban saltando sobre las puntas de loes pies. Observé de reojo la reacción de Thalie ante semejante muchedumbre agitada. Las risas eran ensordecedoras y había alguna pareja robándose besos fugaces.
-Te llevaré cuando quieras, Thalie-la miré brevemente.-No sé por qué, pero has llamado mucho mi atención. Supongo que eres incluso más rebelde que yo.
Sonreí con alegría y la tomé de la mano para ayudarla a deslizarse por un costado del circo sin que nadie la viese. Salimos al exterior, a las carretas, y las bordeamos para llegar a la otra carpa en la que todos se preparaban con sus animales y sus artilugios con los que hechizar al público. Le apreté la mano a Thalie y la miré infundiéndole ánimo.
-Nadie te hará daño. Tu solo no te separes de mi lado, ¿De acuerdo?-abrí la cortina que nos separaba de mis compañeros-Madame, he aquí la otra cara del circo gitano...
Se escuchaban gritos por todas partes debido a los nervios de última hora. Las bailarinas hacián sonar sus panderetas y giraban sobre sí mismas coordinadas, repasando una y mil veces los pasos de baile. Los payaasos hacían piruetas y esquivavan por los pelos a los escupefuegos que lanzaban brutales llamaradas al aire como si fueran dragones. Las bestias estaban enjauladas y casi todas eran felinos, osos y perros. Nuestros trapecistas estiraban brazos y piernas y se concentraban saltando sobre las puntas de loes pies. Observé de reojo la reacción de Thalie ante semejante muchedumbre agitada. Las risas eran ensordecedoras y había alguna pareja robándose besos fugaces.
Cam Rohan- Gitano
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Re: Los príncipes no son parte del espectáculo (Thalie)
Sonreí, al escuchar eso de que yo le ''había llamado la atención'', él también lo había hecho. -Tú también eres alguien interesnte; un gitano al que no le gusta el Circo Gitano... eso no se ve todos los días.- había llegado a ésa conclusión minutos atrás, cuando había visto ése cóctel de sentimientos en el rostro de Cam, luego de que dí mi opinión acerca del Circo.
El me dijo ''nadie te hará daño, tú solo no te separes de mí'', y yo no pude más que sonreír, no tenía miedo. Pues lo que había detrás de ésa cortina era un puñado de personas con habilidades increíbles, y talentos extraordinarios. No abominaciones, o monstruos.
Miré sorprendida el luego, luego de que Cam corriera la cortina. Era... casi como estar en uno de mis sueños extravagantes. Payasos, bailarinas, traga-fuegos, osos, felinos, perros... ¡había de todo!
Observé, deslumbrada, todo el lugar. Las hermosas bailarinas, tan coordinadas y espectaculares; los payasos, vestidos con colores chillones y haciendo chistes y actos graciosos. Los traga-fuego, maestros en el mismo, que encantaban al público y los hacía tener deseos de regresar; los magos, con actos de mágia tan reales que parecían falsos; las bestis, que lanzaban gruñidos cuando alguien se les acercaba demasiado... Todo parecía tan increíble, tan...
Miré a Cam, con una sonrisa. -Esto es fantástico, Cam. Pero... ¿podemos estar aquí?- no parecía un lugar apto para el público, pues corrías es peligro de quemarte con el fuego, o que las bestias te quitaran un miembro. Aunque no me importaba: si mi madre se enteraba, le daría algo.
Sin mencionar que la pasaba bien con el gitano que tenía a mí lado, y eso que apenas nos conocíamos.
El me dijo ''nadie te hará daño, tú solo no te separes de mí'', y yo no pude más que sonreír, no tenía miedo. Pues lo que había detrás de ésa cortina era un puñado de personas con habilidades increíbles, y talentos extraordinarios. No abominaciones, o monstruos.
Miré sorprendida el luego, luego de que Cam corriera la cortina. Era... casi como estar en uno de mis sueños extravagantes. Payasos, bailarinas, traga-fuegos, osos, felinos, perros... ¡había de todo!
Observé, deslumbrada, todo el lugar. Las hermosas bailarinas, tan coordinadas y espectaculares; los payasos, vestidos con colores chillones y haciendo chistes y actos graciosos. Los traga-fuego, maestros en el mismo, que encantaban al público y los hacía tener deseos de regresar; los magos, con actos de mágia tan reales que parecían falsos; las bestis, que lanzaban gruñidos cuando alguien se les acercaba demasiado... Todo parecía tan increíble, tan...
Miré a Cam, con una sonrisa. -Esto es fantástico, Cam. Pero... ¿podemos estar aquí?- no parecía un lugar apto para el público, pues corrías es peligro de quemarte con el fuego, o que las bestias te quitaran un miembro. Aunque no me importaba: si mi madre se enteraba, le daría algo.
Sin mencionar que la pasaba bien con el gitano que tenía a mí lado, y eso que apenas nos conocíamos.
Invitado- Invitado
Re: Los príncipes no son parte del espectáculo (Thalie)
Negué con la cabeza a su pregunta.
-Las bestias no atacan si no se les ordena. Sé que gruñen, pero lo hacen porque e sla hora de comer y aún no han probado bocado-suspiré y la miré guiñándole un ojo-¿Quieres que nos acerquemos a darle de comer a los perros?
Eran los más inofensivos de todos y no estaba dispuesto a correr riesgos con ella ahí dentro. Unos amigos me saludaron y se quedaron sorprendido al ver a Thalie a mi lado. Sin embargo no dijeron nada y siguieron a lo suyo sin entrometerse en mi vida.
Condujea Thalie hasta nuestros canes que hacián saltos increíbles con su domador. Le sonreí y le pregunté.
-¿Podemos darle de comer a los perros, Tom? Tu deberías descansar, llevas ensayando desde esta mañana.
-Umm-Tom se lo pensó unos segundos-Es cierto que debería ir a tomar algo. Eso sí, llevad cuidado. Pippa está algo nerviosa hoy-señaló a una caniche algo desquiciada-Su mordedura no hará daño, pero por si acaso.
Sonreí Tom y luego cogí dela mano a Thalie para llevarla hasta donde guardábamos la carne para los perros. Cogí un par de salchichos y las partí en pedacitos.
-Sólo lánzalas. Acuden como gallinas al maíz-hice una demostración y vi a los perros buscar restos de salchicha por todas partes.
-Las bestias no atacan si no se les ordena. Sé que gruñen, pero lo hacen porque e sla hora de comer y aún no han probado bocado-suspiré y la miré guiñándole un ojo-¿Quieres que nos acerquemos a darle de comer a los perros?
Eran los más inofensivos de todos y no estaba dispuesto a correr riesgos con ella ahí dentro. Unos amigos me saludaron y se quedaron sorprendido al ver a Thalie a mi lado. Sin embargo no dijeron nada y siguieron a lo suyo sin entrometerse en mi vida.
Condujea Thalie hasta nuestros canes que hacián saltos increíbles con su domador. Le sonreí y le pregunté.
-¿Podemos darle de comer a los perros, Tom? Tu deberías descansar, llevas ensayando desde esta mañana.
-Umm-Tom se lo pensó unos segundos-Es cierto que debería ir a tomar algo. Eso sí, llevad cuidado. Pippa está algo nerviosa hoy-señaló a una caniche algo desquiciada-Su mordedura no hará daño, pero por si acaso.
Sonreí Tom y luego cogí dela mano a Thalie para llevarla hasta donde guardábamos la carne para los perros. Cogí un par de salchichos y las partí en pedacitos.
-Sólo lánzalas. Acuden como gallinas al maíz-hice una demostración y vi a los perros buscar restos de salchicha por todas partes.
Cam Rohan- Gitano
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Re: Los príncipes no son parte del espectáculo (Thalie)
Escuché atentamente su respuesta, y asentí, esbozando una sonrisa. No me negaría a una oportunidad así.
Unos amigos de Cam le saludaron, pero me miraron sorprendidos. ¿A cuántas chicas habría traído él a que miren ésta parte del Circo? Seguramente muchas, me dije, pues sus amigos perdieron el interés rápidamente, y siguieron con lo que estaban haciendo. Suspiré, sintiéndome un poco patética.
Llegamos hasta situarnos cerca de unos perros que realizan saltos y acrobacias, gracias a su domador. El gitano, Cam, le sonrió a éste, y le preguntó si podíamos darle de comer a los perros. Miré sorprendida a mi guía, como diciendo ''¿estás loco? ¿Y si nos sacan un brazo?'.
El domador, Tom, aceptó, y nos advirtió que tuviéramos cuidado con una caniche que estaba loca. Abrí los ojos, sorprendida, al verla. Me pregunté qué me pasaría si me mordía.
Cam me tomó de la mano, y me llevó hasta el lugar en el que estaba la carne de los perros. Tomó algunos salchichas, y las partió en pedacitos. Luego me dió instrucciones básicas, asentí, y agarré un pedazo de salchicha.Hice una mueca, y la lancé.
Los perros se amontonaron alrededor de el pequeño pedazo, y agarré otro. La caniche, Pippa, me miró fijamente. Fue acercándose lentamente, como queriendo atacarme. Me estremecí, y tiré el pedazo de salchicha justo a tiempo como para que la caniche-loca no me mordiera, o me arrancara algún miembro.
-Ésa ''Pippa'' no me cae muy bien...- le murmuré a Cam, mirando de reojo a la caniche.
Unos amigos de Cam le saludaron, pero me miraron sorprendidos. ¿A cuántas chicas habría traído él a que miren ésta parte del Circo? Seguramente muchas, me dije, pues sus amigos perdieron el interés rápidamente, y siguieron con lo que estaban haciendo. Suspiré, sintiéndome un poco patética.
Llegamos hasta situarnos cerca de unos perros que realizan saltos y acrobacias, gracias a su domador. El gitano, Cam, le sonrió a éste, y le preguntó si podíamos darle de comer a los perros. Miré sorprendida a mi guía, como diciendo ''¿estás loco? ¿Y si nos sacan un brazo?'.
El domador, Tom, aceptó, y nos advirtió que tuviéramos cuidado con una caniche que estaba loca. Abrí los ojos, sorprendida, al verla. Me pregunté qué me pasaría si me mordía.
Cam me tomó de la mano, y me llevó hasta el lugar en el que estaba la carne de los perros. Tomó algunos salchichas, y las partió en pedacitos. Luego me dió instrucciones básicas, asentí, y agarré un pedazo de salchicha.Hice una mueca, y la lancé.
Los perros se amontonaron alrededor de el pequeño pedazo, y agarré otro. La caniche, Pippa, me miró fijamente. Fue acercándose lentamente, como queriendo atacarme. Me estremecí, y tiré el pedazo de salchicha justo a tiempo como para que la caniche-loca no me mordiera, o me arrancara algún miembro.
-Ésa ''Pippa'' no me cae muy bien...- le murmuré a Cam, mirando de reojo a la caniche.
Invitado- Invitado
Re: Los príncipes no son parte del espectáculo (Thalie)
-¡Pippa!-la regañé y ella reculó para luego volverse, altiva y alejarse de nosotros.-Pippa es la estrella del espectáculo, por eso e stan presumida...-sonreí a Thalie-Pero estando aquí conmigo no hay que preocuparse por que tenga la fama subida a su cabecita rizada.
Acabamos de alimentar a los canes y nos acercamos a una pequeña pila de agua para enjuagarnos las manos. Me quité los anillos para que ninguno se me cayese a dentro.
-Creo que deberúiamos alejarnos de los animales, aunque el resto son bastante pacíficos-miré en derredor- Quizás te atrevas con algunas bromas de nuestros payasetes.
Ellos eran gracioso y te hacían mil trucos, aunque no tan buenos como los magos. Me recoloqué los anillos y guilé un ojo a Thalie.
-¿Quieres intentar hacer algún truquillo, señorita?-bromeé.
Acabamos de alimentar a los canes y nos acercamos a una pequeña pila de agua para enjuagarnos las manos. Me quité los anillos para que ninguno se me cayese a dentro.
-Creo que deberúiamos alejarnos de los animales, aunque el resto son bastante pacíficos-miré en derredor- Quizás te atrevas con algunas bromas de nuestros payasetes.
Ellos eran gracioso y te hacían mil trucos, aunque no tan buenos como los magos. Me recoloqué los anillos y guilé un ojo a Thalie.
-¿Quieres intentar hacer algún truquillo, señorita?-bromeé.
Cam Rohan- Gitano
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