Atraco en la tienda [Rowena Iradier]

"Oh dios, esto era perfecto como si no me hubiera pasado suficientes cosas durante el día..............."

Flash back

La molesta luz se colaba por mi ventana golpeándome directa mente en la cara, eso hizo que saliera rápidamente del sopor en el que me encontraba, me levante dando tumbos, abrí la ventana de par en par y deje que la suave brisa me acariciara el rostro cuando estuve un poco mas espabilada me acicale completa mente.
Baje para tomar mi típico desayuno preparado por mi servidumbre pero al llegar al comedor ,mi desayuno no estaba en su lugar, me preguntaba que podía estar pasando, así que salí del comedor buscando a alguien de mi servicio, al llegar a la cocina me encontré a mi ama de llaves, se encontraba preparando mi desayuno al preguntarle como es que lo estaba haciendo ella me contó que se acaba de enterar de que la cocinera había fallecido esta madrugada en su casa, me contó que cuando esta subida aun taburete intentando alcanzar un barrello que había colocado en un estante alto, se había caído con tan mala suerte que se partió el cuello. Yo me encontraba bastante apenada le dije que no se preocupara que yo iría a tomar mi desayuno fuera y que ella y el resto de mi servicio tenían el día libre para darle el pésame a la familia de mi cocinera y a mi ama de llaves le encomendé la tarea de encontrar una nueva cocinera.
Así que me dispuse a ir a desayunar, como le había dado el día libre al servicio fui dando un paseo disfrutando de la suave brisa que corría, al llegar al café me senté y disfrute de un magnifico desayuno.
Luego fui hacer todos mis quehaceres, como estaba sola en casa y no había nadie para servirme decidí que iría a comer algún sitio, la verdad es que no salia mucho de casa y hoy estaba disfrutando bastante del día. después de comer me dirigí a dar una vuelta por la ciudad y comprarme algunas cosillas yo sola. visite muchas tiendas y compre bastantes cosas, iba caminando disfrutando de las calles y sus gente cuando de repente no te un tirón de mi brazo, un hombre tiraba de mis bolsas, al principio yo me resistí un poco pero el hombre me empujo y escapo, en ese momento me arrepentí de haber ido de compras sola, al levantarme note un dolor en la pierna pero no era nada, lo que si lo era era el desgarrón de mi vestido preferido.
Bastante enfadada conmigo misma me dirigí hacia mi casa ya que se estaba haciendo tarde, cuando vi que algo estaba ocurriendo con bastante vergüenza por mi pésima apariencia me acerque a ver que causaba todo aquel alboroto al llegar cerca del escaparate lo pude ver por mi misma un atraco en todas condiciones.
Una chica se acerco a ver que pasaba, yo no estaba muy segura de lo que ocurría a mi alrededor pero me di cuenta de que la gente se estaba alejando y de repente apareció un hombre de aspecto repulsivo y apuntado ala chica que estaba a mi lado, nos ordeno entrar.

Fin flash back

Me encontraba dentro del establecimiento con los demás rehenes, la chica ala que había encallo nado estaba sentada a mi lado y no parecía nada preocupada, solo un poco molesta con la situación y era raro ya que acababan de apuntarla con un arma y me imagino que eso no le pasaría todos los días.

¿Esta usted bien? - le pregunte por educción ya que tal vez mis pesquisas no eran correctas y estaba asustada.

La mire por un instante mientras esperaba su contestación.

Después de a ver escuchado las palabra que de aquella chica me sentía bastante consolada y es que se veía tanta convicción en su mirada. La chica estaba apunto de hablarme cuando uno de los atracadoras le dijo que se callara, ella pareció morderse la lengua y el atracador se debió de sentir un poco ofuscado por su comportamiento ya que no parecía temerle en lo mas mínimo. Aquel hombre derrochando arrogancia como yo no había visto nunca, le pregunto si no tenia miedoElla le contesto sin ningún titubeo en su voz. El hombre se le acerco y le propino un puñetazo en la cara con todas sus fuerzas.
Lo único que se oía en el lugar eran los incesantes llantos del niño, los cuales empezaban a irritar desmesurada mente a los atracadores, especialmente al pérfido hombre que había golpeado a al chica que se encontraba a mi lado, los llantos del niño eran verdaderamente irritantes y los secuestradores se estaban poniendo verdaderamente nerviosos.
-Callate te una maldita vez, mocoso de mierda-Le grito aquel despreciable hombre al pequeño niño.
Derrepente aquel perverso hombre cogió al niño arrebatandoselo de las manos ala madre, la cual se negaba a soltar a su pequeño.
-No, no por favor, no le hago nada por el amor de dios-dijo la mujer forcejeando un poco con el agresor.
-Calla puta, tenias que haberlo callado en su momento-Le dijo aquel hombre con una gran sonrisa socarrona en su cara-Ahora sientate y estate callada si no quieres que tu pequeño lo pase realmente mal.-La pobre mujer no tuvo mas que obedecer intentando a callar sus llantos con sus manos.
-Y ahora enano, callate o te corto el gaznate-El niño pareció muy acongojado e intento contener su llanto sin mucho éxito pero por lo menos ahora lo hacia en silencio.
ya no podía mas con toda esta situación, todo aquello me hacía sentir muy frustrada, así que sin pensarlo me levante.
-¿Que piensan hacer con nosotros?- lance mi pregunta al aire y al parecer mas alto de lo que yo pensaba, a los atracadores pareció causarle gracia, a todos menos a uno, el hombre que a un sostenía al pequeño, me miro con indignación sin comprender como me atrevía a dirigirme a ellos unos hombres armados. Su mirada me hizo sentir muy pequeña e impotente.
-Sientate si no quieres que te siente yo- Me contesto poniendo una cara de loco homicida, aquel sujeto tenia pita de saltar con cualquier cosa y parecía tener ganas de desquitarse con nosotros, yo no pude mas que sentarme y observar que pasaría con todos nosotros.

Me quede un instante pensativa y recordé que si que la habria, a mi memoria llego aquella trágica noche en que perdí a mis seres queridos, notaba como unas lágrimas abandona mis ojos y descendían por mis mejillas, pero no podía permitirlo, no podía permitir que aquellos atracadores me vieran así, y menos el pequeño niño que ya estaba suficientemente nervioso para que me viera llorar y nuevamente continuara con su llanto así que frote mis ojos y mejillas con el dorso de mis manos, sacudí mi cabeza y mire ala chica.
-Si- Le conteste mirándola a los ojos -¿Por que motivo le interesa, señorita?- Le pregunte con intriga y un poco de temor.
-Callaros de una puta vez, malditas zorras- Nos ordeno el atracador.
Quieta y callada como un palo me quede sin mover ni un músculo, lo que menos necesitabamos era poner mas nerviosos a los atracadores.
El anciano se estaba quedando dormido, no se como era capaz de dormir así, yo no podía casi ni pestañear y lo peor era que esto se me hacia insoportable. En ese momento el anciano se cayó dormido hacia delante empujando al atracador ordinario que había golpeado ala chica.
-Viejo de mierda como te atreves-Lo agarro de la pechera y lo levanto del suelo.
-Yo.., Lo lamento señor- le dijo el anciano con una expresión de terror total.
-No te disculpes maldito viejo, te voy a matar-Le dijo amenazante.
-Pues hazlo- El hombre se quedo sorprendido al escuchar a otro de los atracadores, tenia una apariencia misteriosa, me quede mirándole a los ojos y eran sumamente siniestros y llenos de..... diversión?-A ese viejo no lo necesitamos para nada.
-Per...- el repugnante hombre no pudo terminar su replica el otro había disparado al anciano entre ceja y ceja, la sangre me salpico por todas partes podía sentirla en mi cara, escurriendo por mi cuello y en mi pierna descubierta por el desgarrón de mi vestido.
-Ya te había dicho que no amenaces en vano y hagas lo que yo digo, ¿lo entiendes?- Le dijo con una mirada indescriptible.
-Si, si claro-le contesto con una expresión de terror.

Estaba claro que había que hacer algo, si no ninguno saldríamos con vida, intente pensar en algún tipo de plan, pero a mi mente solo llegaban ideas descabelladas, con las que acabaríamos todos muertos, en ese momento se me ocurrió algo.
-Disculpe -hable suave desde el suelo- quisiera poder ir al escusado-dije muy tranquila.
-meate encima, maldita zorra- dijo aquel ordinario hombre
-tranquilizate, llevala al baño que hay en la trastienda, no me gustaría que se lo hiciera encima, eso estropearia un poco ......- la ultima palabra pronunciada por el misterioso hombre no llegue a oírla ya que la dijo entre dientes.
el otro hombre no pareció agradarle la idea de tener que hacer de niñera aprovechando su pequeña discusión me acerque un poco a Alexandra -por favor, si tiene oportunidad intente sacarlos de aquí, se que es fuerte, se nota en su mirada, usted no se preocupe por mi, por si no nos volviéramos a ver sepa que mi nombre es Rowena Iradier- le susurre todo ello lo mas rápido que pude.
-Ya te he dicho que hagas lo que yo diga si protestar- le dijo
-Deacuerdo, lo are pero no por que me lo digas tu, si no por que es mi decision- contesto el repugnante hombre
-Como quieras pero hazlo- le dijo con desden
- Tu levanta, te llevare al baño- se dirigió a mi, yo me levante el hombre empezó a empujarme a través de la tienda, abrió una puerta que daba aun largo pasillo que imagine llevaría a la trastienda, la puerta se cerro tras el hombre que iba dando me empujoncitos.
-Disculpeme usted pero, ¿como un hombre como usted trabaja para alguien como el- le hable al atracador.
-Calla furcia, yo no trabajo para nadie, solo somos socios en este pequeño trabajo-
-¿Socios?, o disculpeme es que viendo como lo trata no lo pareciese- comente intentando herir su orgullo, que parecía bastante hinchado.
-Callate- me dijo simplemente pero parecía que mis palabras habían causado efecto.

Llegamos al pequeño baño y el atracador me dijo que me diera prisa.
-Disculpeme no querría ser picajosa, pero me gustaría algo de intimidad-
-De acuerdo- me dijo sin mas, observe la estancia había un inodoro y un lavabo justo encima de este había un pequeño ventanuco, vaya, no iba a poder escurrirme por el para que después me persiguiera alguno de los secuestradores y darles una oportunidad a los demás, me acerque mas a el y pensé para mi que si me quitaba el vestido cogería, eso ni loca me dije, no pensaba escapar de unos hombres armados en paños menores, pero el secuestrador no parecía muy listo así que alomejor no se enteraba, me agache corte un cacho de mi vestido por el desgarrón y lo coloque en la ventana para que pareciese que hubiera salido por ella, y se hubíera desgarrado al atravesarla, hice bastante ruido y me coloque trás la puerta.
-Que coño estas haciendo- grito el hombre, al ver que no estaba y ver el retazo de mi vestido, salio corriendo hacia la tienda.
Yo me quede en silencio, desde el baño se podía oír claramente los gritos de los atracadores.
-Como que es culpa mía, fuiste tu el que quiso dejarla ir al baño- se oía la voz del hombre
-Pero no pensaba que fueras tan inútil- le contesto el otro, también a gritos -ve inmediatamente a buscarla-
-No hazlo tu, ya estoy harto de tus aires de grandeza- le contesto el hombre repulsivo, al parecer mis palabras si que había hecho mella en el.
-Muy bien, si no me obedeces no me sirves- todo pareció quedarse en silencio y entonces se escucho el estruendo de un disparo.

Me encontraba en el pequeño baño, la puerta aun estaba abierta y pude observarla trastienda era un cuarto de pequeño tamaño lleno de cajas, observando la estancia me fije en una estantería la cual se encontraba a unos metros hacia mi izquierda, sobre ella había una caja que tapaba la única ventana del lugar, la cual era de un tamaño considerable por la que podría salir sin problema, así podría traer ayuda para salvar a las personas que se encontraban en el lugar, como había pensado en un principio.
Me encamine hacia la estantería, en ese instante oí las pisadas de alguien, así que volví rápidamente sobre mis pasos, entrecerré la puerta para poder observar que pasaba, pude ver claramente al atracador y a Alexandra, pero no la retenía ni nada por el estilo, no entendía que estaba pasando, mientras yo seguía inundada por mis pensamientos escuche algo que me dejo helada el atracador había hablado, y se dirija a mi, pero como podía ser, como podía saberlo, si el otro atracador le había dicho que escape por la ventana, como podía saber que estaba allí, mi corazón latía a mil por hora, no entendía como lo podía saber, pero no podía arriesgarme a enfadarlo mas, aun que no creía que eso fuera posible después de lo sucedido.
Como sabia que no me quedaba otra opción abrí la puerta del baño y me asome a la trastienda, iba a empezar a acercarme un poco mas, pero mis pies no se movían, mis articulaciones no reaccionaban.
Observe alas personas frente a mi el atracador estaba como tiritando, mire a Alexandra, con una mirada de disculpas por no haber logrado salir de allí e intentar ayudarlos, me sentía tan mal, fui desplazando mi mirada hacia el hombre que se encontraba junto a ella, ya que parecía que sus movimientos se acrecentaban, ahora eran mas convulsos y parecía que a cada rato que pasaba iban en aumento, dirigí nuevamente la vista hacia Alexandra.

-¿Que esta pasando?- le pregunte con temor en la mirada, no entendía lo que estaba pasando pero no me gustaba.

No podía asimilar todo lo que ocurría en la pequeña trastienda, el hombre se había transformado en una especie de lobo muy desgarbado, un hombre lobo, un licántropo, había oído montones de historias pero nunca podría haberlo cérido si no lo hubiese visto, no me gustaba nada todo esto.

Cuando mire hacia Alexandra, vi que también se estaba transformando, esto no podía ser verdad me repetía a mi misma incesantemente, esto tiene que ser un sueño, no, no podía ser real.
De repente note un gran peso, el licántropo se había arrojado contra mi, podía sentir su pestilente aliento, era repugnante sentía nauseas, intentaba apartarlo de mi con todas mis fuerzas pero era imposible para mi, en ese momento Alexandra se abalanzo sobre el quitándomelo de encima.
Me incorpore como pude, y vi como Alexandra era mordida en una pata, me sentí tan culpable la había mordido por mi culpa, por intentar protegerme, yo solo era una molestia para ella, yo no podía hacer nada ,pero no podía permitirlo, si ella muriera por mi culpa no podría presionármelo, por lo menos debía intentar quitarle al Hombre lobo de encima.

Me encamine hacia la gran estantería que estaba bajo la ventana, empecé a trepar por ella haciendo el mayor ruido posible, el licántropo en seguida se fijo en mi y como si fuera una ofensa que su presa intentara escapar se dirigió rápidamente hacia donde me encontraba, salte hacia abajo y empuje con todas mis fuerzas la pesada estantería, que callo sobre el, sabia que eso no serviría para nada pero por lo menos se lo quitaría un rato de encima a Alexandra.
Me dirigí raudamente hacia donde se encontraba ella, vi que sangraba bastante por la pata así que arranque otro cacho de mi ya muy maltratado vestido y se lo coloque apretándolo sobre la herida para que dejara de sangrar, en ese momento la estantería salio despedida contra el techo, y al empotrarse contra el suelo quedo echa añicos.

Fije mi vista tras la puerta aun abierta que daba al pasillo, conectaba la tienda con la trastienda, allí estaba el arma de aquel atracador, seguramente se le abría caído después de transformarse, fui corriendo hacia ella, en ese momento el licántropo salto hacia mi, cerré la puerta con la intención de que esta lo detuviera en su avance, pero esta quedo echa añicos en el impacto, sin saber si serviría de algo agarre el arma y le dispare, la bala le alcanzo un costado, vi como la sangre escurría de la herida, que le acababa de infligir, por lo menos si que le había echo algo, aunque ahora parecía aun mas enfurecido.