¡Atraco a las doce en punto! [Dutty]

por **Amandine Jecht** Lun Abr 22, 2013 6:40 pm

-1+1...son 3....-Miró a su esposo que parecía estar como siempre en ese estado de ambigüedad. Suspiró y después intento ponerle el papel por delante de sus ojos para después tener que aguantar un poco y esperar a ver si entendía la indirecta. Termino por quitar el papel, dejarlo dentro de su bolsa y sacar el abanico con el que empezó a abanicarse mientras que se sujetaba del brazo ajeno para no caer al suelo.

Era un hermoso día de otoño en la preciosa París que nunca descansaba por la mañana ni por la noche. La gente había madrugado para ir esa mañana al banco, esperando la cola que les correspondía hasta que les llegaba el turno para atender a sus necesidades. El banco se extendía en barrotes dorados y de cobres, murales pintados con hermosos lienzos con figuras elegantes y vanguardistas que a veces captaban el interés de la gente. Estos iban de lado a lado, preguntando y otras personas tan solamente se quedaban quietas u otras llevaban bolsas o cajas hasta el interior de la caja fuerte.

Amandine se abanicaba con el abanico con ritmo sobre su rostro, encontrándose más fresca pues la cantidad de gente, hacia que hiciera más calor. Parpadeo un poco y ya se encontraba mejor. No se lo había dicho, no, pero pronto se iba a dar cuenta de aquello tarde o temprano, sonrió y se sonrojo de nuevo al ver a su marido. Estaba feliz, estaba junto a él, e iban a formar una familia....Bueno, hasta que él lo supiera. Desvió el rostro y se quedo mirando a un bebe que iba en brazos de una mujer-...Mira Gabriel,...a lo mejor podría llevar yo uno dentro...-Dijo con un hilo de voz bastante divertido, intuyendo a que fuese una broma-....Jajaja, es broma Gabriel...-Se quedo mirándole con una sonrisa amplia y feliz.

Pasaron unos minutos y entonces se acordó, se quedo mirando a su marido-...¿Te acuerdas del número de cuenta? –Pregunto su mujer al recordar que tenias que dar tus datos-...¿Gabriel?- Amandine se quedo mirando a Gabriel por un rato, preguntándose qué pasaba, entonces miro a los lados, como si estuviera pasando algo en realidad que ella no se daba cuenta. Debería estar aun dormida que no se daba cuenta o algo por el estilo.

Entonces, sin venir a cuento, un niño de unos ocho años vino a la pareja y pegó un puntapié a Amandine en toda la espinilla. Esta se quejó, se sujeto en su esposo y escondió su rostro en el cuello ajeno gimiendo de dolor-..¡AAh! Di..os..mi espinilla...-Se intento tocar la espinilla hasta que la madre del mocoso llegó y pidió disculpas a Amandine y al hombre que se encontraba a su lado.

-Disculpen...es que esta algo inquieto...-Dijo la madre para después irse de la vista de Amandine con el rostro agachado.