Las doce campanadas [privado]

por **Ingrid Chassier** Jue Dic 22, 2011 1:06 am

El día era más que aburrido y tedioso, tenía que hacer algunas compras antes de regresar al burdel y en su mente estaban tantas cosas que la intrigaban y al mismo tiempo la hacían pensar en todo lo que la rodeaba, lo que evitaba que claudicara y dejara a un lado su misión de perseverar en la vida. De continuar a pesar de que las circunstancias fueran completamente adversas.

Las calles eran bulliciosas y la mantenían la mayor parte del día ocupada en evitar que alguien chocara contra ella, algo que jamás le agradará y siempre la hacía renegar un poco. Avanzó entre las vías adoquinadas y suspiró pensando en toda su vida y lo complicada que siempre será. ¿Acaso no hay una forma de escapar al tedio, de ocultar siempre quién o cómo era? Hay algo que siempre la hará gruñir y es justamente el hecho de que algunos eran bendecidos realmente por Dios y jamás lo tendrán en cuenta.

Es cuando choca, distraída, con alguien fuerte, que la hace dar tres pasos atrás, confundida, para mirar a la persona.

- Perdón - alcanza a decir.

por **Dulbella Devourer** Jue Ene 05, 2012 8:07 pm

Caminaba sin ningún próposito aparente, deámbulaba con pasos lentos, como si sus pies le dolieran, le pesarán y llevará piedras en sus botas. Su apariencia era tan diferente a la de cualquier mujer que estuviera cerca de ella, pues su piel pálida, fría, sus labios gruesos y morados, la nariz puntiaguda, con los ojos profundo y los cabellos despeinados la hacían ver como un verdadero cádaver. Poco le importaba lo que los otros individuos pensarán de su imagen, ya que para la vampiresa el único próposito de estar ahí entre la multitud era en busca de comida, de saciar su sed de hambre... Así pues se podía escuchar sus pisadas entre las calles, entre los humanos, sus olores eran insoportables y si no se cuidaba de ellos se podía delatar. Pues al tener un temperamento fuerte la paciencia la perdía en cuestión de minutos. La vista se le nublaba al tener contacto con una persona la cuál se había tropezado con ella, pues al estar distraída repetiendose en su mente una y otra vez "Te cuidado antes de que alguien se de cuenta de tu presencia..." su instinto le dictaba que debía hacer, giro en dirección hacia aquella voz que le dijo un simple "Perdón" apenas si la miro, se limito sólo a decirle con una voz distante y fría -No tienes porque disculparte- la vampira entonces la miró tratando de vislumbrar alguna señal amable de aquella chica sin la necesidad de leer su mente.

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