No Estamos Solos [Privado Angelina]

por **Joao Alves C.** Dom Oct 02, 2011 8:46 pm

Sin siquiera darme cuenta, ya han pasado siete meses desde que llegué a Paris buscando a mi padre, con resultados poco fructíferos. Su vida acabó antes que yo tocara la tierra del Viejo Mundo, y desde entonces he estado haciendo amistades gracias a mi rápido aprendizaje del idioma, trabajos y otras cosas para lograr sobrevivir. Además de ello, descubrí que soy un "sobrenatural": un "licántropo" que se convierte en una horrible bestia las noches de luna llena. Afortunadamente me han ayudado con ello así que estoy algo más acostumbrado a mi realidad. No todo parece tan malo aquí, después de todo.

Y lo que pasó esa noche, realmente coronaba mi optimismo.

Salí a dar una vuelta por la noche para despejarme tras una ardua jornada de trabajo, y al acercarme a un callejón escuché gracias a mis sentidos aumentados que alguien estaba en problemas. Una chica estaba intentando escapar de unos matones que querían algo más que su compañía...qué injusto, aprovecharse de una mujer a base de la fuerza masculina y la aparente debilidad femenina...no pude quedarme sin hacer nada al respecto.

Al final los hombres quedaron tirados en el suelo producto del fuerte castigo.

- Pobre del que sorprenda otra vez en actitudes indecorosas, no volveré a ser tan suave..

Me acerqué a la señorita y procuré que estuviera bien. - Perdone que haya visto tal lamentable espectáculo...pero hubiera sido peor si yo no intervenía. - dije con sinceridad en un foráneo (aún) francés. - ¿Me permite saber su nombre, mademoiselle?

Se veía bastante afectada...así que se me ocurrió algo: llevarla a beber o a comer algo a la Taberna.

por **Angelina Kana** Dom Oct 02, 2011 9:52 pm

Esa noche la morena no había trabajado, tenia dinero suficiente para vivir un par de días sin necesidad de vender su cuerpo. Si, le gustaba el sexo, era una mujer que había aprendido a vivir de su belleza toda la vida, su primer y único esposo se había casado con ella para tener un bonito trofeo que lucir algo que aunque no compartía, hacia por ordenes de su madre. Hasta el momento no había logrado tener una bella historia de amor, de esas en donde el querer a una sola persona mas de lo que ella misma se amaba, que cualquiera soñaba tener; solo era una mujer que dadas las condiciones en las que se había encontrado le había tocado vivir y sobrevivir en el medio.

Esa noche todo la tomo por sorpresa, vestía uno de sus trajes normales, no parecía cortesana ni alguien con bajo dominio económico, por el contrario parecía una mujer de buen nivel que sostenía en su pequeña cartera varias libras aunque la verdad fuese otra. Fue exactamente por eso que un par de hombros la atajaron acorralandola entre los callejones de la gran avenida, pasando rápidamente las manos por su cuerpo intentando quitarle lo poco que tenia se encontraron con la no tan grata noticia que poco era lo que guardaba bajo sus faldas de valor, justo cando pensaron sobrepasarse y abusar de lo indefensa que podía lucir un hombre apareció de la nada, ahuyentando a los malandros en cuestión de segundos.

- Gracias... - susurro la castaña agitada y algo nerviosa, no sabia como ocurrio todo en tan poco tiempo ni mucho menos en que momento se fueron aquellos ladrones, sin embargo, aquello no era algo que le apeteciera recordar ni entrar en detalle - Si usted no hubiera llegado yo... - aun a causa de los nervios su voz sonaba algo quebrada - Angeline, lamento mucho tener que encontrarlo en esta situacion - añadio sintiendose algo mas calmada - pero muchas gracias...

Sin darse cuenta, producto de los nervios y del susto tambien habia hablado en portugues, su idioma natal. Algo que solia ocurrirle incluso cuando estaba enfadada y tenia que hablar sin pensar; aunque llevara varios años en Francia, eran pocas las veces en las que su frances salia a la perfeccion.

por **Joao Alves C.** Jue Oct 06, 2011 7:15 pm

- Por nada, no se preocupe. Fue un placer ayudar, no, más bien era mi deber hacerlo. – le respondí en mi idioma natal con una sonrisa, y ni siquiera me había dado cuenta. - Yo me llamo Joao…- y en eso, caí en el hecho que estábamos hablándonos en portugués, hecho que hice notar de inmediato.- Perdone mi falta de atención…pero...¿nos estábamos hablando en portugués? – solté una carcajada leve, aunque no quise ser demasiado efusivo considerando la situación de desconocimiento todavía importante que tenía con la señorita.- ¿De casualidad usted es…bueno…portuguesa o brasileña? – pregunté con ilusión, sin embargo de inmediato me tranquilicé. Prácticamente la estaba bombardeando con preguntas, y eso no era para nada correcto, sin duda.

- Ruego me disculpe…es que desde hace meses que no escuchaba a otra persona que hablase portugués…-dije revolviéndome un poco el cabello con una mano, buscando relajarme. – Me sentía…el único en todo Paris…- le dije al tiempo que sonreía con un poco de timidez y esperanza al mismo tiempo. Esperaba que no se molestara con mi actitud tan impulsiva.

por **Angelina Kana** Vie Oct 07, 2011 6:44 pm

Tal fue la sorpresa de la castaña al escuchar aquel hombre responderle en su mismo idioma natal ¿Acaso era latino tambien? la nostalgia de volver a su pais se apodero de manera inmediata de ella, las ganas de volver a ver a sus viejas amigas de barrio le hicieron sentir un gran peso en los hombros acompañado de una repentina ganas de salir huyendo. Ni siquiera sabia como su mundo habia cambiado tan drasticamente hasta el punto de convertirse en lo que era en ese momento.

De repente, su sonrisa se amplio al darse cuenta que durante unos segundos el hombre que tenia en frente ni siquiera habia notado que ambos hablaban portugues, hecho el cual se le hizo demasiado gracioso, fue por eso que solo asintio con la cabeza tras escucharlo, aquel parecia algo mas animado de lo que ella podria encontrarse. - Brazileña - añadio acompañado de una sonrisa - Por sus rasgos.. su espontaneidad... - mordio con suavidad su labio inferior apoyando uno de sus codos en el mismo brazos que rodeada su propia cintura - es latino tambien ¿me equivoco? - y sin saberlo como llego a sentirse en una extrema comodidad y confianza que le empezaba asustar. - Y no se preocupe Sr Joao, para mi tambien es gratificante escuchar a alguien con por lo menos mi idioma natal - decia la verdad, todo aquello la hacian sentir mas en casa, de manera extraña algo mas protegida.

por **Joao Alves C.** Lun Oct 10, 2011 12:17 am

¿Realmente había sido una simple coincidencia el hecho de que me encontrara con ella? Compartíamos la sangre latina, la sangre del Nuevo Mundo…y como si fuera poco, proveníamos de la misma tierra: Brasil. No podía ser mejor…

Asentí ante su proyección con una amplia sonrisa.- Sí, yo también soy latino…y también soy brasileño. De Piauí, más precisamente. – especifiqué sin esperar que supiera de dónde provenía, pero no me pareció incorrecto decirlo. - ¿Y usted? - agregué.

En eso, observé nuestro alrededor. ¿Qué hacíamos conversando en medio de un callejón? Era mejor buscar otra alternativa, y yo ya la tenía en mente. Devolví la vista a sus ojos y pregunté con cortesía, ya en un portugués completamente suelto. - Permítame que le pregunte…¿iba hacia algún lugar en específico?...Gustoso estaría de acompañarle, para impedir que inescrupulosos intenten acercarse a usted otra vez..

¿Era demasiado evidente que quería pasar más tiempo con ella?

por **Angelina Kana** Miér Oct 12, 2011 9:49 pm

- Sao Pablo - respondió de manera inmediata con una enorme sonrisa en sus labios, se sentía de manera extraña mas cerca de su país, de su pueblo, de su gente. Era latino y eso significaba que las costumbres europeas no le serian tan familiares como las que ella aun, en privado, solía tener; mordió con suavidad su labio inferior tomando sus propias manos intentando darse algo de calor al frotarlas fuertemente. El clima estaba algo frió, la noche parecía casi de ensueño.

Tal ofrecimiento le venia de maravilla, si bien la noche parecía algo mágica los peligros que ella misma implicaban significaban mucho para una mujer sola, por ello después de escucharlo sonrió asintiendo con la cabeza - Me dirigia hasta mi casa - su sonrisa, aquella que la acompañaba en ese momento era calida, a pesar de estar mintiendo pues su origen inicial era el bar donde trabajaba, esperaba poder decirle a la "madame" que dejaba el sitio por un tiempo pues lo que tenia le bastaba para vivir bien por algunos dias mas - no queda muy lejos de aqui... pero si gusta y no esta ocupado, podriamos tomar algo - añadio un poco nerviosa, atreviendose a mirarle atenta.

por **Joao Alves C.** Dom Oct 16, 2011 2:06 pm

- Recuerdo haber visitado Sao Paulo en un par de oportunidades…un lugar muy bello sin duda, tanto por su paisaje como por su gente. – respondí haciendo un halago indirecto a su persona, esbozando una amplia sonrisa que no se iba a borrar en días, estaba seguro de ello. Le miré acariciándose los brazos y no dudé en cederle mi enorme abrigo, colocándoselo de tal forma que le cubría los hombros con amplitud, después de todo la diferencia física era notable entre ambos. – Perdone mi falta de cuidado – me disculpé con una amable sonrisa, y le escuché atento, quizás más atento de lo normal.

- Estaré encantado de acompañarle, no tenga duda de ello. No tengo cosas que hacer…y si las tuviera no me importaría retrasarlas con tal de asegurar su seguridad. – comenté con toda calma, colocándome a su lado para colocar mi brazo en mi cadera, por si ella deseaba sostenerse. – Le sigo, entonces.

No era muy bueno con los temas relativos a las mujeres…pero al menos me esforzaría por agradarle. Ese era el primer paso.

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