Una perdida, una ganancia -Privado-

por **Mar Santini** Mar Oct 04, 2011 4:29 pm

Es...bonito *explico tomando aquel collar en sus manos con una sonrisa en los labios, el hombre parecia ya frotarse las manos al ver que la mujer se llevaria uno de los más caros que vendía aunque era el anochecer y miraba a todo lados vigilando que la policia no pasara cerca, obviamente algunas de las joyas eran robadas y eso lo sabia mar de sobra pero le gustaba aprovecharse de todo un poco despues de todo ella tambien habia robado a hombres borrachos, tambien a las mujeres que descuidadamente y al sernueva se habian dejado aconsejar sobre todo en temas de dinero por eso ahora ella podia disfrutar esos lujos a menudo por las presas que caian en sus redes* Me lo llevo

*Le pagó recibiendo la sonrisa de aquel hombre, el collar en cuestion tenia una piedra preciosa de imitacion en el centro que resaltaba el color de sus ojos, más aun el vestido casi transparente que escondia de forma insinuante sus senos y sus caderas dejando que el pantalon escondiese finalmente lo demás, algunas mujeres le miraban con odio, especialmente las decentes porque las mujeres no debian de llevar pantalon, era cosa de hombres segun decian todos*

¡Ouch, lo lamento señor! *Estaba intentando abrocharse el collar pero no tenia mucho éxito pero tambien su mirada se habia fijado en un carruaje libre que estaba a punto de ser tomado por otra persona, por eso apuró el paso y por eso habia chocado, dejo caer el collar que con suerte no se habia hecho nada mas que un rasguño. Mar lo tomo examinándolo, resoplando aun mas cuando aquel carruaje habia sido tomado recordando que hasta llegar a su casa era un camino bastante largo y que seguro que tardarian los cocheros.

Dejo de pensar en ella misma -algo a veces dificil- y su mirada fue hacia aquel hombre, le miró apenada colocando la mano en su brazo para mirar si estaba bien, al comprobar que no le habia hecho nada serio se alejo un poco de él, su vestimenta claro estaba señalaba su oficio y no queria que aquel hombre se asustase o pensara que iba a por el, muchos habian hechado de malos modos a mar solo porque pensaban que queria algo indecente, incluso cuando solo queria ir a comprar algo o preguntar las direcciones, pero esa era la vida de una cortesana*

Me lastimarian si un hombre tan guapo se hiciera daño *Paso a la fase de bromear, era buena con los hombres pero torpe, cuando la torpeza venia de la mano de la mujer, siempre acostumbrada a la perfeccion que se olvido efectivamente de que a veces era una maldita humana algo que le recordaba a menudo algun que otro cliente perteneciente a la raza de los inmortales*

por **Spencer Reid2** Mar Oct 04, 2011 5:12 pm

Su aspecto parecía resaltar sobre todo lo demás, pero observador, como era, me pude dar cuenta de su gesto amable y apenado después de haber tropezado conmigo.

Caía la tarde, me encontraba animado y sobre todo, me encontraba con absolutamente nada que hacer. Aún no era mi turno de ejercer mi profesión, todos los temas concerniendo a la muerte de mi abuela se encontraban en orden, mi casa estaba impecable (gracias a las mujeres de servicio que mi abuela obviamente había adiestrado a la perfección) y acababa de salir de visitar a mi madre. No podría decir, claramente, como llegué hasta el mercado, seguramente, en mi caminar mi distracción había sido tan grande, que no había puesto atención en mi dirección.

Pero ahí me encontraba y debía regresar a mi hogar. Una serie de carruajes aparcaba por ahí, pero cuatro grupos de mujeres los tomaban. Uno más llegó, y cuando estaba a punto de subir, una señorita con pinta de estar bastante apresurada se acercó… no podía tomarlo si ella se veía en un apuro. Pregunté al chofer si había uno que viniera pronto. “1 hora” me contestó. –Perfecto – pensé irónicamente pero primero que nada estaban los modales.

Miré un café en la otra calle y me dirigí hacia ella, y ahí fue cuando tropecé con la chica. –No, disculpe, soy yo el que lo lamenta – le dije en respuesta a sus disculpas. Parecía, que al igual que yo, quería apresurarse a su hogar. Me ruboricé como pensé que no podía ante su comentario y bajé el rostro, dije lo primero que me vino a la mente–Lo siento mucho pero… no habrá otro carruaje hasta en una hora –. Por su expresión supe que se veía en el mismo predicamento que yo al preguntarse qué hacer para esperar.

-Me dirigía a tomar una taza de té señorita – le dije aún sin verla a los ojos pues seguía sonrojado. – Sería una lástima que tuviera que hacerlo solo, mi nombre es Spencer Reid. Podríamos esperar juntos, ¿no cree? – le sonreí un poco ahora levantando el rostro.

por **Mar Santini** Dom Oct 16, 2011 6:56 am

¿1 hora, en serio? * Mar estaba cansada de haber andado tanto para uno de sus habituales caprichos asi que resopló incluso algo infantil para ella -momentos en los que dejaba de ser adulta para ser una niña pequeña- maldiciendo interiormente a todos esos que estaban en los carruajes, colocó la mano en un mechón rebelde de cabello dirigiendose ya a su acompañante ¡ era atractivo ! eso le hizo sonreir pero se tenia que calmar ya que el no era un cliente e obviamente no tenia deseos de acongojar más a aquel hombre* ¿en serio? no creo que sea bueno para su reputacion *amargamente se señaló, sus ropas la señalaban hasta de lejos, su trabajo era seguramente ya sabido por aquel hombre incluso bajó el rostro. Ella tenia dinero más que las propias cortesanas del burdel pero le gustaba vestirse de una forma provocativa saber que le miraban y saberse mirada*

Lamento mis modales caballero *Se inclinó con una sonrisa en los labios mostrando la dentadura perfecta* Mar Estanyol es un placer conocer a alguien tan caballeroso como vos, no hay muchos como usted pues la mayor parte estan encerrando los rostros en unas tinajas de cerveza *Bromeó para que aquella tension inicial desapareciese, era un chico muy atractivo pero tambien timido algo que siempre le habia gustado a Mar, chica rebelde con caracter que era capaz de golpear a los hombres que intentaban tocarle. Esta vez fue ella la que se ruborizó cuando le invitóa que esperase junto con él* Pero...no deseo rechazar tal oferta de esperar junto a tal caballero, monsieur Spencer

¿Conoce algun lugar donde tomar una taza de te? * En su bolso guardó el collar sacando una chaqueta arrugada por su encierro, haria lo que nunca pensó -a excepcion de en invierno- colocarse una chaqueta alrededor del cuerpo que escondiese sus brazos, su cintura y sus senos como si fuera una muchacha parisina normal a excepcion del maquillake que realzaba su rostro siendo un poco más del utilizado por las plebeyas. Le sonrio dulcemente apartando el pelo de la cara para tener una vista de donde se encontraba, no habia ido por alli mucho solo tomaba los carruajes y no veia más hasta llgar a su hogar asi que parecia que se habia perdido, mejor dicho, se sabia perdida no gustandole esa sensación* Es la primera vez que estoy por aqui

*Mintió un poco* Solo suelo ir a lugares que estar cerca de mi hogar, espero que me guie usted *Cruzó los brazos por delante de su pecho con una sonrisa cariñosa en los labios, ahora estaba mirando a su alrededor estudiando la zona siempre en tensión como le habian enseñado los años que llevaba en paris, no por ofender o por desconfiar de aquel hombre sino por desconfiar del entorno en el que se encontraba*

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