El comienzo de la obra mas realista y temerosa a la vez{Adda}

por **Nicolás D' Lenfent** Mar Oct 25, 2011 3:23 pm

Como un espíritu que ronda sobre su propia muerte, acercándose sigilosamente en torno de su mundo, Ahí con labios hechos de brumas y reflejos, clamara a aquellos que las lagrimas dejan caer sobre la tierra estéril que cubre su eterno lecho y no se queden jamás solas. El horro ante la idea del olvido, de esos labios que una vez anhelaba, los nuestros finalmente, que encuentren reposo en los de otro. Me gustan los espejos cada noche los miro viendo mi reflejo, sintiendo que los rumores duermen bajo el peso de la noche, con paso silencioso acercándose a solo un espejismo donde no hay salida alguna solo hay un pergamino sin ser escrito.

Siente que alguien llora en silencio puedo sentir el alma mas solitaria del mundo, excepto hay un corazón que interrumpe tal ego, puedo unirlo en celestial alianza de un mutuo suspirar y mutua solidez. Ahora es la llama de mi alma cual aurora brillando en las estrellas celestiales, en los mantos donde la negrura recorre ese resplandor, puede estar casi extinta, invisible pero eterna. Siempre juntos sin nadie que nos mire, nos llame. Silencio continuo, un llanto que ambos nos decimos por la soledad que nos une y ni la muerte la puede mancillar.

Me dicen las melodías de este violín ¡Acuérdate de mi! Cerca a mi alma no pases, no, sin que regale una plegaria musical, pensando que al que lo oiga seria una mayor tortura, y me recuerda siempre que jamás podre olvidar el dolor.

Oigo la ultima voz de mis palabras, ya no recordaba el timbre que llevaba. ¿Me he ido? No me reconozco hasta que tú me despiertes con una sola nota en mis manos, sigo interpretando este violín el cual me mantiene vivo ¡Vivo! Yo jamás he pedido nada pero es un delito rogar por los que desean algo, solo exijo que me den lo que quiero como ahora solo tomare esta noche tocando.

Perdido en la neblina que cubría todo cuerpo, toda mente, las cuerdas del violín hacían el llamado a todas las almas del cementerio. ¡Qué he hecho! Como he llegado aquí. Y como siempre volando, desapareciendo como si fuese un trasladar mi violín.

Como amaba este lugar, ¡Sera que es hora de que mis deseos se cumplan! Siguiendo notas tras notas, los ojos cerrados perdido en los delirios más eternos que nunca se hayan contemplado.

por Invitado Lun Nov 21, 2011 12:18 am

quería escribir poesía porque me había enamorado de las palabras.
Los primeros poemas que conocí fueron canciones infantiles,
y antes de poder leerlas, me había enamorado de sus palabras,
sólo de sus palabras.
Lo que ellas representaban, simbolizaban
o querían decir tenía una importancia muy secundaria;
lo que importaba era su sonido cuando las oía por primera vez en los labios
de la remota e incomprensible gente grande que,
por alguna razón, vivía en mi mundo.
Dylan Thomas

Frases incontables veía en su diario a medida que cambiaba de hoja, el único recuerdo del hombre de su vida, de su existencia completa, del hombre que había atrapado sus sueños, su vida desde que apenas tan solo era una semilla, a medida que leía aquel diario podía notar la magia que le rodeaba, y dibujo una sonrisa en sus labios, kazu… ¿Cómo no se había dado cuenta de la magia de aquel diario? Que teniendo tan pocas hojas ¿tuviera su vida entera? y adda que no escribía poco pero tampoco conciente… realmente ahora podía notar que ese diario estaba lleno de magia oculta y nadie podía revelarlo mas que ella misma, ahí estaba toda su historia, su vida, su andar, sus pensamientos, la primera vez que fue besada, la vez que fue violada, y como perdió al amor de su vida por algo mas fuerte… defensa.

Viajaba por las sendas de su vida, observando cada detalle, la diferencia de verse como una niña hasta verse como una mujer… una mujer complicada, llena de misterio y a la misma vez miedo, miedo de perderlo, posarse en las frases de su lectura de joven no ayudaban a que se sintiera mejor, realmente ese día seria un día amargo, lleno de recuerdos y es que se hallaba entre la espada y la pared ¿Cómo elegir? Cuando ya se estaba acostumbrando a non verle, a no sentir su aroma y en cambio sentir el aroma del hombre que debiera odiar por arrancarle al amor de su vida… el mismo que le arranco su inocencia, el mismo que ahora comenzaba a robar sus sentidos como si no tuviera piedad…

A medida que caminaba por que aquella lectura no debía ser sencilla así que tomo el primer abrigo que vio y escapando de su encierro logro encaminarse por el bosque, aunque sus pasos le dirigieran hacia el cementerio y sin notarlo al golpearse con una tumba lo noto, a su alrededor muerte, la muerte que disfrutaría solamente de una persona, la muerte le rodeaba, los muertos en realidad… muertos vivientes, muertos que no deben vivir sin embargo lo hacen… aunque no todos entren en su escala de los que no debieran vivir, recordó a un antiguo poeta encontrado en aquel cementerio, pero no pudo mas que sonreír, aquel poeta hambriento de sed le había dado ilusiones y esperanzas, notando la fuerza y la debilidad que adda podría otorgarle si es que se viera como una amenaza, dejo su diario encima de una de las tumbas mientras a lo lejos muy a lo lejos pero gracias al silencio de aquella noche permitiéndole oír unas campanadas sonaban, no sabia con certeza que hora podría ser pero asimilaba que podía ser pasada la medianoche y aquel reloj en sonora audiencia se lo confirmo…

“¿Qué puedo hacer? Llorar? Llorar es la respuesta para el daño echo? Para el daño recibido? Cuando sentiré la fortuna de tener a mi amado entre mis brazos? De no sentirme acabada triste ni melancólica por las palabra que acabo de leer? Si, es cierto me e enamorado desde que lo conocí, no solo sus palabras me cautivaron mas si no su amistad, su paternidad y…
Una lagrima cayo por mis mejillas, la primera de aquel día, de aquella noche, por que ya habían llegado antes algunas con la diferencia que ahora traía un trago amargo llamado… resignación.”

No noto la presencia que a lo lejos se mostraba como una silueta, en su mente resonó una melodía, sin embargo se dejo hacer por el oprobio de sus lagrimas no contenidas y espero, seguramente su imaginación le jugaba una mala pasada, aunque aquella presencia se hacia impotente, no se levanto como muchas veces a la defensiva, se hallaba en total paz, aunque mas destruida que en paz...

por **Nicolás D' Lenfent** Sáb Ene 07, 2012 6:54 pm

Nada es para siempre
sólo las aves creen que el planeta es infinito,
¡La musica! La musica se ha ido con la muerte del violin
¿Cómo llenar el vacío de esta noche?
Y ahora todas las cosas se mueren poco a poco
entonces dejad que el cielo ruja
y que los ojos derramen lagrimas sangrientas.
Nicolas D' Lenfent

El cuerpo le hacia un juego de vibraciones secas y solidas, el arco del violín danzaba rápidamente anunciando las notas más miserables de su propio templo, el llanto anunciaba la cercanía que tenia a la tristeza ¡Tristeza! ¡Llorar! Transmitían esas notas que se bebía el viento, el demente sentía desaparecer disfrutando de su propio dolor, de la propia muerte que guarda un silencio perpetuo, el perfume de oscuridad le envolvía, su rostro se resigno a la guerra que continuaba en el, moviéndose de un lado a otro gozando de la destrucción, de la perdida y la derrota que tendría finalmente. ¡Un listón! Aquel listón negro, tan maldito parecía que se libero de su cabello, ¡vuela! ¡Se libre! Sus cabellos rizados volaban, la danza de la seducción contemplaban, la capa se ha caído después de un salto donde se inclino sin dejar de interpretar la muerte de su violín.

Olvidando quien es y lo que es, dejando todo y convirtiéndose en un sonido, se ha convertido en melodía de la sombra que penetra la dureza del cielo, y le piden un anhelar pasivo que la incline al borde neblineo donde el aire empieza. Ese amargo secreto le esta doliendo, pero ya no es melodía ni fuga en el sonido, es una onda rota que recuerda el sueño salpicado de plumas cubriéndole ¡Un ave! Un ave soñaba y al ver que el ave moría el violinista abrió los ojos. Una roja lágrima se desvanecía de su ojo. ¡No, no! Que le está pasando, de nuevo la lágrima le persigue. ¡Dejad! Dejad de caer en su rostro, ya no puede sentirla, no puede disfrutar de la caricia, está muerto y no siente nada. La desesperación le invadió un grito profundo que libero –Nooooooooooooo…-el grito desgarrador consumía, sus mano donde el arco seguía moviéndose, todo había pasado con un abrir de ojos, aumentado la intensidad del sufrimiento, las cuerdas del violín se destrozaron, ya no hay sonido alguno que muestre el maldito delirio que le estaba aterrando, todo termino y el enloqueció.

El rostro engañoso miraba al cielo despejado, postrado ante el suelo rindiéndose, pensaba que todo lo había creado su mente, que permanecía en una ilusión que no podía controlar. ¡Todo era real! Todo se destruyo sin desearlo, ya no era una lagrima, eran miles de lagrimas que siguieron un recorrido, su piel blanquecina era manchada, la oscuridad le ocultaba el llanto silencioso ¡Cerrar los ojos! Se quedo sin pasión, sin nada. Ahora cual será el motivo de su existencia. El vacio cantaba en su interior, recordando las últimas notas de su violín muerto, y su labio se movió produciendo una voz dolorosa-¡Jamás morirás! Tú serás eterno porque permanecerás en mi mente hasta que yo muera de verdad dejaras de existir para mí. Se despidió de su violín con un beso, y le arrojo fuertemente, liberándolo de una vez por la maldición que le brindo, ahora su violín era libre pero él seguía atado, unido al diablo que le estaba dejando poco a poco sin nada. –Llévame de una vez-se tiro al suelo, tendido e inerte permanecía puesto que sabía de la magia que le arrebatarían.

La neblina le rodeaba ocultando un olor extraño, sangre, humedad – ¡Vida!-sus colmillos relucieron, el odio se mostro, la vida arrebataría si era necesario para poder oír música, poder seguir escuchando la música o ya no podrá desaparecer. Levantándose del suelo donde la tierra le impedía seguir caminando, su capa se la ha puesto, nadie podrá ver su belleza y ahí ha elevado sus pies al cielo, avecinándose al lecho de una muerte por otra. ¿Qué era eso? Un ave voló muy lejos, lejos que volvió a caer recordando un momento que el ave moría.

Limpiando su agonía y sus labios saborearon con delicia la fragancia. Mirándola con desdén por haber liberado su llanto ante esa humana, pero guardar no era humana, tenía algo diferente porque esa sensación de negrura presencia, una bruja, no, no recordó la hoguera de las brujas y eso le hizo cerrar los ojos por la victoria de la quemadura de la magia negra.

por Invitado Jue Mar 15, 2012 5:18 pm

Quería creer que no te había perdido,
quería tocar las fauces de una esperanza perdida,
pero veo mis escritos y me doy cuenta que todo ha sucedido exactamente como alguien lo predijo…
¿Quién fue ese alguien?
Tu mismo.
Diario de Adda.

Y ahí se hallaba como parte su muerte anunciada, contemplando la soledad e intimidad de un vampiro que parecía no haberse percatado de su presencia, pero Adda no podía dejar de observarle, el representaba algo que adda conocía y que en ese mismo momento vivía, dolor, odio, llanto en la sensación de haber perdido algo que nunca recuperara, y como si dos almas de diferente posición se hallaban reclamando ello a que? ¿al viento? ¿a la noche en particular? ¿a quien se podría reclamar esperando respuesta sensata? Era un echo… a nadie, pero siguió observándole con extrema curiosidad ¿acaso las condiciones humanas también las sufrían aquellos seres que parecían no ser quebrantados con nada? en toda su vida jamás había visto a un ser de la noche con aquel tipo de problemas, sin embargo ahí estaba, dolido, gritando aunque seriamente ofendido una vez dirigió su vista al rostro de Adda en el que aun brotaban lagrimas sin poder contener.

Noto su cambio, se acercaba, sentía sus ganas y sed de sangre desenfrenada, observaba su baile que al unísono con el viento y la noche con aquella impactante luna iluminaba en todo su esplendor cada espacio de aquel cementerio, de aquel escenario en el que Adda y el desconocido violinista eran el actor principal.
noto sus ojos, la había reconocido a pesar de no haber usado magia en contra de este, el lo sabia y de alguna forma Adda se sentía protegida, aunque su corazón palpitante no podía dejar de ignorar el estremecimiento que sentía en cada fibra de su cuerpo al notar como este se acercaba, ¿Qué culpa tenían sus latidos? mas si no reaccionar ante las sensaciones entre el roce de su piel, su mirada y ojos y aquel violín destrozado que no solo significaba muerte y desolación si no emoción.
Ahora fue ella la que acerco un pie seguido del otro para poder acercarse y sentirle, conocerle, aunque no fue necesario hablar, las palabras sobraban, adda que siempre ha sido partidaria de las acciones, menos palabras mas actuar…
La gran pregunta a todo esto era ¿Por qué? por que dos almas, desconocidas se unían al llanto de un corazón destrozado y un corazón muerto? ¿qué sucedía con este mundo? una lágrima volvió a caer por su rostro, ya lo sabia ¿qué mas daba? ya estaba a su merced, ¿qué mas daba? volvería a su hogar aquella noche?

Esa era una pregunta que no sabia como responder, podría defenderse pero ¿Qué mas daba? de que valía amar? si no iba a ser amada? De que valía amar lo suficiente para luchar por este y perderlo por la indecible fuerza que luchaba en su contra, al menos lo haría alguien parecido a ella, no en fuerzas ni actitudes, se daría por vencida, ya todo era suficientemente malo como para permitirse pedir auxilio.
Y aquel sonido llego desde sus entrañas como si no quisiera creerlo entre los dos sucedía por arte de magia, jamás había ocupado sus poderes para ello sin embargo se acerco al vampiro de forma cautelosa tomando su mano, brindándole música, algo que jamás hubiera escuchado por si misma y al tomar su mano lo percibió, frialdad, dolor y todo mezclado en aquellos ojos ambarinos dedicados al sufrimiento

La noche, su manto de encendidos y calurosos deseos también formaba parte de todo aquel complot, por un momento se pregunto si aquel temía de ella o de su magia, ¿debido a que? ella se daba por vencido, había perdido, perdido todo lo que anhelaba ¿para que luchar? ¿para que defenderse? cerro los ojos al sentir el tacto o algo que alcanzaba a rozar parte de su cuerpo mientras ladeaba su rostro dejando al descubierto su cuello que por alguna razón sentía ahí estaba dirigida su anunciada muerte...-No se su nombre... - pudo susurrar con un hilo de voz, no sentía temor sabia que aquel mal era algo que la definía en toda su gloria y siempre lo había dicho...
"cuando tengo que elegir entre dos males, siempre elijo el que todavía no he probado" y eso estaba haciendo precisamente... elegir.

por **Nicolás D' Lenfent** Dom Abr 01, 2012 1:32 pm

Cegado, sordo y miserable; escondiendo todo dentro de esos ojos que tristes están por toda la eternidad de la existencia que le esta doliendo tenerla, huyendo a la oscuridad de sus ojos tras el ser cerrados, olvidando la mujer negra de belleza, apartándose de la realidad negando paso a imágenes abstractas de algo que le lastima si sigue mirando. Peleando con todo su interior, destruir cada sentimiento para que no lo sintiera aquella esencia que siente también dolor. Siente el ardor de la destrucción, solo eso siente destruir todo y morir, morir llevando el llanto. ¡Basta! Siente más dolor, siente también el dolor ajeno, siente el dolor de la bella mujer, aumenta el dolor que le mantiene más melancólico que las lagrimas que no cesan y siguen recorriéndose por su piel. Vocifera con frenesí su vacio, quema todo, arde y le lastima, todo es intenso aumentando mas sin tener alguna consideración de que ha sufrido demasiado. No puede moverse, permanece sujetado a las sombras de la tierra, ya no siente nada más que su soledad y su oscuridad.

Ambos cubiertos de dolor, el dolor convierte todo lo exterior en frialdad, lejanía a lo conocido, borrando todo y a la vez recordando lo que te mantiene en ese estado, perdido, sin saber que más puede hacer uno para dejarlo de sentirlo. Pero ya no era solo la vida o la muerte, algo mas existía ahí y lo desconocía. Desconoce todo porque así lo ha querido o es lo que mantiene alejado de el, desde aquella noche donde murió por seguir el camino de la luna, de las estrellas que muertas ya están desde que perdió la vista. Confundido sin aclarar ese deseo por ella, no sabía si la sed despertaba por esos tres días que lleva sin alimentarse para existir o quería sentirla, compartir su dolor para que ambos mueran y solo esa noche sea la única de su maldita existencia la que brille, donde sea su única compañía después de tanta soledad, compartir algo con alguien aunque sea la muerte eterna y saber cómo era el sentimiento de alguien que no solo fuera él. Ya no podía caminar, detenido sintiendo como todo moría ya en ese momento.

No quería abrir los ojos, pero el sonido lento de esas pisadas, un eco de silencio que brotaba enloquecidamente le hizo reaccionar, abriendo los ojos rotos por la oscuridad, la sangre figura de un rio salvaje recorría y no dejaba de manchar su piel en ese rostro que se desvanecía lentamente. Mirándola cegadamente, con opacidad en ellos y algo se detuvo dentro de el ¿Qué fue? No sabía, aquel sonido solo se perdió en el viento que pasaba alado de el, esa mano fue la causa ¿Por qué le ha tocado? Porque sintió que le toco. Bajando la mirada sin comprender el porqué sintió su piel, a ella. Mirando su mano sobre la de él, algo más, algo más sucedió. Podía oír el lamento de notas averiadas, un lamento el que era merecedor de la tragedia de su vida o muerte. ¿Si es vida o es muerte? Malditas incógnitas que le hacen decir que no es nada. Su mano la que estaba libre se elevo hacia el rostro ajeno, sintiendo su piel y eso que parecía ser una caricia, le miraba sin detener sus lágrimas, ya no podía controlar el llanto que solo caía, sintiendo como la piel se quema por la sangre.

Una despedida a un alma desconocida, admirando la forma de su cuello que ofrecido estaba, pero no podía si quería morir. Soltándole como un bello pétalo que vuela con el viento, su dolor era más fuerte que se olvido de quien era, olvido la malicia y la bestia que era. En ella olvido el deseo de matar a cambio conoció el deseo por morir.-Solo soy sombra-su voz cantarina, libero las notas más sensuales de las penas.-Una sombra que desaparecerá en compañía de otra esencia desconocida. -Dejándose caer al suelo, tal cual un sonido de pierda se escucha estrellarse, siendo el tercer día sin alimentarse-Solo hasta que esta noche muera yo moriré.-Musito miserablemente alzando una mano hacia el cielo más hermoso.- ¿Habrá otro mundo para mí?...O ya este fue el ultimo y desapareceré completamente….-Algo dentro de el quería que ella le acompañara, que se acercara y le permitiera verla hasta que cerrara los ojos por siempre.

por Invitado Sáb Mayo 05, 2012 5:18 am

En la música es acaso
donde el alma se acerca más
al gran fin por el que lucha
cuando se siente inspirada
por el sentimiento poético:
la creación de la belleza sobrenatural.

Edgar Allan Poe

Y la música resonaba en los oídos de la mujer y es que la atracción de su melodiosa voz inundaba el alma de aquella bruja destrozada en cuerpo, en corazón, permitiéndole así ser sanada lentamente, ¿Quién había logrado eso en su vida realmente? ¿Acaso el dolor de aquel vampiro al cual comprendía y del cual no necesitaba saber el porque calmaba su tristeza infinita?
Gotas saladas caían por su piel blanquecina, pero jamás se asemejarían a las gotas de sangre que aquel vampiro deliberaba en su afán por rendirse a la vida, darse a la muerte, entregarse al olvido y asesinar la música que hay en el… ¿podría hacer eso?¿podría realmente? ¿Cómo? Si aun cuando ya las notas del violín no se sentían, su cantarina voz inundaba aquel lugar como el rocío de la noche invitando al día a formar parte de el…
Inclino sus manos en un intento desesperado de no hacerle rendir-¿No es cobardía, entregarse a morir cuando puede luchar? – sus dedos curiosos recorrieron la mejilla de aquel ser, limpiando la sangre que manchaba su rostro de nieve- Esta noche no será testigo de su muerte… No lo merece, ¿No cree que el sol disfrutara de hacerlo sucumbir ante tales presiones? ¿puede confiar en mi? si lo hace no veré salida y me veré en la obligación de seguir sus pasos... ¿No será un ejemplo a seguir? - Limpio su rostro con demasía y confianza sin importar que su vestido cubierto de sangre se hallara, o sus manos o su rostro que sin querer ni medir acerco hacia el desconocido.

“Quien viera mi actuar, de odiar a todo ser asesino, de no sentir piedad ni dolor a quienes tanto han quitado de mi... quien viera que ahora estoy cuidando la vida de ellos, si así puede llamársele pero, ¿Qué daño podría hacer un ser lastimado? ¿Por qué no sentir tristeza de su dolor?¿por que me asemejaba tanto a su llanto?
Lloramos, lloramos al viento, a la soledad, al dolor, a la noche, lloramos en aquel manto de oscuridad y tumbas invitándoles a burlarse del demonio que se burla de nosotros en cada golpe inundándonos cada vez más…
¿Quién?¿quien podría entender si no nosotros mutuamente?”

No, esta es la vida y ya, los años pasan por ella aplastándola para mi, para cualquiera, para la condición humana, pero… su don sobrenatural de vivirla es tan… milagrosa...– murmura con delicadeza, comenzando a sentir con mas potencia el rocío que indicaba acabaría la noche mediante las horas avanzaban - tan única diferente, especial... No se rinda… no lo haga o me veré en la obligación a seguirle y créame por que a pesar de todo, No puedo… no puedo dejar de amarlo y sentir que mi vida será vacía sin el, no puedo dejar de sentir tristeza por su olvido, por el daño que causa en mi, y a usted no puedo dejarlo morir en mis brazos, no puedo permitir que el sol robe algo de lo mas preciado que jamás hubiera encontrado… Y perdóneme por ser egoísta, pero si depende de mi usted no se rendirá ante los rayos de un sol envidioso de vuestra belleza y color… - Se encogió de hombros esta vez separándose levemente para observar a su alrededor preguntándose como es que llego a esto, al bajar sus manos hacia su vestido empapado de rocío, húmedo sentía su cuerpo estremecido por el terror que sintió de perder aquella música y aquel ser delicioso en vida y placer que enseñaban a su propia mente a rendirse a su odio y no, NO era el momento, no ahí, no ahora.
Quizás en otra vida, quizás en otras muertes… eso nadie lo sabe.

por **Nicolás D' Lenfent** Mar Mayo 22, 2012 11:28 pm

Ha admirado las lágrimas, sus lágrimas brillaban intensamente, se figuraban a la esperanza, una esperanza que recorría en el rostro ajeno ¡Ah!, dolor hermoso que muestra la belleza de una persona, sus ojos quedaron fascinados con la tonalidad pura que le brindaba, sus manos deseaban calmar ese cantico, secar sus lagrimas de antaño pero ¿Cómo puede tocar algo tan inocente y puro?- La misma muerte ha venido a reclamar mis hermosos restos, esta noche es el ultimo cantar que se oirá, dejara marca de agonía, dolor y una vida llena de miserias atormentadas, todo lo que he luchado hasta ahora está muerto, siempre será muerto, estoy condenado a pelear, al saber que siempre estoy destinado a perder, una escaramuza sin fin. -Su voz a pesar de sus palabras horribles que desprenden un dolor, su voz sonaba con pasión, con sensualidad que el viento le ayudaba a brindarle más encanto ¡No! ¿Por qué se ha de manchar sus bellas manos con esta bestia? Ladea su rostro, no desea que le toque sus lágrimas sangrientas, no desea que toque lo que más ama, y aun así dejando que siguiera, y ver que la blancura de su vestido blanco se ha manchado con esas lagrimas que se impregnaron en el. Como el dolor puede unir a una persona sin darse cuenta ¡Basta! Porque describe su único dolor, ella sabe cómo es vivir con dolor, su rostro tornándose terriblemente melancólico, levantándose de medio cuerpo, sentándose mirándole intensamente a sus ojos-Como puede decir eso, como podre confiar en usted si no he confiado en nadie-Maldito rostro que le refleja tranquilidad, en el ve un bosque callado, mientras el es la ave que se halla perdida en la nada a curar sus heridas del ayer, a remediar su vuelo y solo puede ver como todo se alivia….-Que sabe usted de mi, ¡Nada!- Ya no la mires, girando su rostro para ver a los lados, solo he de admirar la neblina que danza lentamente, el sonido de unos cuantos cuervos que rondan el cementerio, evadiendo mirarle, no desea ver más ese bosque que le llama.

La vida, la vida para mi es la muerte, y si sigo mas allá de la muerte ¿Acaso no es lo mismo estar muerto ahí? –No puede calmar su cantico, sigue llorando, llora por la vida, por la muerte, por los sentimientos, por cada parte de el que siente muerta y llora por el placer, el placer de sentir cada lagrima desterrarse de su ser, como espinas que se clavan en su piel dejando un veneno que lo mataran.- Quiero saber que me espera después de morir completamente, ¿usted se encadenaría en mi? Vería como he de convertirme, de cómo debí morir hecho polvo, solo que ahora serán cenizas las que surjan….-Brillan sus ojos, se ha llenado de pasión al saber que no morirá como esperaba, solo, tan solo con su amante que es la soledad.

Por un momento guardo sus palabras, hablaba de amor, de una vida vacía, es lo que él siente-Porque me despido si no tengo alguna alma que entregar, será que es hora de que todos mis sentimientos que me están asesinando, esos sentimientos que jure no tenerlos y solo un beso, un abrazo y una palabra fue lo necesario para decirle que le amaba ¿Esta es la libertad que busco? Liberarme de esos sentimientos que me condenan a buscar una muerte merecedora de sufrir. -¡No! Sus pensamientos se han revelado, delirando por sus propias palabras en susurros. –El amor no es la condena que la muerte deba de gozar-se ha maravillado por sus palabras, no, esas no, esas que hablen de amor no, esas palabras que le describieron…-Un desconocido soy y me considera lo más apreciado-Le seguía con la mirada ¿Por qué razón ha dicho eso? ¡No! No caerá en sus manos, no, el quiere ser libre, libre y volar muy lejos, ser un ave que vuele hacia su heaven.

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