Suspirando en el agua.

No entendia muy bien el motivo de volver a visitar el bosque, era algo que aun no me quedaba claro. Quiza era por el hecho de que me gustase nadar en un pequeño claro que habia alli de vez en cuando pero creo que habia otra razon...pero no sabria decir cual. La noche estaba despejada y por mis sentidos, no habia nadie a la vista. Me levante un poco el vestido y me sente en la orilla del pequeño lago, sumegiendo mis pies descalsos en el agua fresca. No fria, perfectamente fresca. Suspire. Era una buena noche, realmente me gustaba estar alli. El porque? Quizas porque mientras caminaba volvi a descubrir este lugar y aqui me quede. Muchos otros motivos no halle.

Mi cascabel hacia algo de ruido, al caminar con mis pies descalsos por el bosque en la noche. El aire puro que llenaba mis pulmones muertos, me dio una sensacion de satisfaccion absoluta, la paz que siempre habia intentado encontrar por décadas. Cantaba una vieja cancion que habia oido cuando estuve en Alemania...Me hacia girar de dicha y sentirme, como alguna vez lo hice, viva. Que dulce sensacion...Mis pies sin calzado caminaban por las ojas mojadas y me hacian danzar con mi propia cancion.

Luego de unos minutos, me habia sentido un tanto aburrida por lo que me senté al pie de un arbol para contemplar la luna de ese momento. Su tenue luz bañaba mi piel y la sensacion que dejaba en mi era demasiado agradable como para dejarla de lado. Cerre un poco mis ojos e inhale profundamente el aire de la noche. Fresco y perfecto a la vez...

Mi cascabel, por más sumergido que estuviese bajo la tibia agua del pequeño lago que alli se encontraba, no estaba tintineado. Era muy inusual. Porque? Porque significaba que algo se aproximaba, algo malo, algo bueno, algo inusual...No sabria decir qué sería alli lo inusual, descontando claro lo que era yo.
Intente distraer mi mente pero no podia encontrar nada. Intente pensar en un poco del pasado pero no habia pasado en mi ser que no me trajera más malos recuerdos más que buenos...Solo veia sombras oscuras, como si mi transformacion hubiese ocurrido con amnesia. Pero lo que más triste me hacia sentir de aquella vida que me habian...otorgado, fueron mis exilios por las diferentes tierras que habia visitado. Humanos..."son solo ganado para nosotros", "el alimento de cada noche", "lo que no da de comer e infesta nuestro mundo"...la definicion que me daban siempre pero...quien realmente diria que ellos son la plaga y no nosotros?...

Suspire y decidi bañarme en las aguas del pequeño arroyo. Me quite mi vestido dejandolo sobre una roca, dejando una remera sin mangas y mi ropa interior y me sente en el fondo del lago, dejando que el agua me llegase al pecho. Cerre mis ojos y sin más ni más, me relaje en sus aguas...

Tras una mañana en la que tuve que estar cautivo en la hacienda que me habían proporcionado mis criados necesitaba hacer algo, así que salí al luminoso mundo que se abría ante mi en la noche parisina. Antes de abrir la puerta puse una vez más la ilusión sobre mi de que llevaba ropas y peinado propios de la nobleza de la época para no desentonar con mis escasos ropajes, propios de mi tierra.

Caminé por las calles hasta que encontré a mis victimas de aquella noche. Un grupo de ladrones estaba reunido cerca de las afueras de la ciudad. Sin mediar palabra le rompí el cuello a uno antes de empezar a beber de el. Los otros se me quedaron mirando con temor y corrieron hacia el bosque. Fui cazándolos uno por uno hasta que finalmente solo quedaba el líder.

- La hora de tu juicio ha llegado escoria mortal.

En ese momento extendí mi ilusión por suelo y lugar haciendo que el se viera sobre una superficie reducida de roca y el resto fuera fuego. El criminal se arrodilló e imploró por su patética vida, pero mi juicio era definitivo. Crucé las llamas como si no me hicieran nada ya que en verdad no estaban allí, pero eso el no lo sabía. Lo tomé del cuello y lo drené hasta dejarlo seco. Tras ello lo arrojé con desprecio contra un árbol y algo sonó a roto.

Cuando me dispuse a caminar hacia la ciudad me pareció oír algo de agua y movimiento en ella, con curiosidad me acerqué hasta la fuente de aquel sonido. Mis pasos me llevaron hasta un claro con un pequeño lago, la verdad es que el lugar era hermoso y exótico comparado con el desierto del que procedía, entonces vi a alguien allí bañándose y su ropa en una roca cercana, no sabía si me había visto o no.

Abri mis ojos pues habia escuchado un ruido, como si algo se rompiese pero más profundo para ser de una varita o una rama. No le di mucha importancia, si era alguien ya lo presentiria...aunque no era bueno que un mortal me mirase en mi descanso. Use mis brazos como impulso y me sente en la orilla hacia atras. Cubriendo mi pecho con mis piernas, me gire un poco y vi a un hombre alli cerca. No era humano, sus ojos saciados me lo indicaban.

Un olor peculiar me llego y no pude más que sonreirle.
-Ha estado cazando, Mister?-dije, jugando un poco con el agua bajo mi mano. Aquel ser, de espalda robusta y cuerpo torneado emanaba una carga extraña, dificil de explicar pero de un caracter...malévolo. Algo habia en él, sus ojos cargaban ira y sus acciones algo más.-Fue usted acaso el que ha hecho aquel sonido?-mire en direccion detras de él, indicandole. Quizas habia sido el hueso de alguien a quien mató.

Observé detenidamente a aquella dama, su porte me transmitía que se sabía superior a la mayoría, inspiré unos instantes a la vez que la miraba directamente, parecía que mortal no era...de echo me recordaba a una variable inferior a la mía, mucho más cobarde. Su lenguaje no me agradó lo más mínimo, no se dirigía a mi con el respeto que debería.

- Mis asuntos, señorita, son cosa mía. -mi voz sonó más grave e imponente de lo que pretendía, pero no me quedé corto.- Aunque en respuesta a su pregunta le diré que YO no he hecho ese ruido.

Me quedé allí de pie, erguido mirándola como el ser superior que era en comparación con aquel ser.

Casi me rio ante lo grave y dura que sono su voz, era algo muy gracioso el querer imponer su presencia. Lamentablemente asi no iba a llegar a ningun lado. Me encogi de hombros ante su respuesta y me puse de pie, tomando mis largos cabellos y escurriendolos para que el agua no estorbase.
-Tiene razon, usted no fue: fue el humano que acabo estrellado contra un arbol.-ahi si mi risa fue mucho más notoria pero fuerte para no ofenderle. Su tamaño y forma física se me asemejaban, no sé porque, a un oso gigante erguido en sus patas. Me daba ternura los sujetos asi y nunca sabre o podre entender porque. Me sente en el suelo de nuevo y sumergi mis pies otra vez. Realmente el agua estaba perfecta.
-Qué opina de este lugar?-le pregunte sin mirarle.-Le he puesto el nombre de Santuario porque cuando me siento muy mal, me relajo mucho aqui y mis penas o alborotos internos se relajan mucho más que dentro de mi ataud.

Contemplé a aquel ejemplar de mi propia especie...pese a ser también una arrebatadora de vida o esencia vital igual que yo, parecía mucho más frágil y hasta en cierto modo patética en comparación con mis milenios de matanzas...Mas su "calidez" interior era algo que me incomodaba pero a la vez me había preguntarme cosas...hasta el punto de quedarme por curiosidad en vez de girarme sobre mis talones y emprender el camino en sentido opuesto a ella.

- Es un lugar muy bello, su naturaleza natural casi no se ha visto alterada por los mortales asi que podría llegar ha disfrutar de el incluso yo. -observé los alrededores. Los árboles, las plantas, algun animalito despistado y la clara y cristalina superficie del lago- Asi que Santuario...es un nombre muy apropiado para un paraje asi. Ciertamente no he visto muchos lugares como este en mi larga no-vida.

Caminé un poco acercándome al lago y miré a lo alto a las estrellas unos instantes, alli, lejos de la luz de la ciudad, las estrellas brillaban con fuerza emitiendo un resplandor tan hermoso como delicado.

Asenti con la cabeza.
-No hay muchos, eso es cierto. Los humanos toman lo que ven y siempre lo transforman: calles, edificios o simplemente restringen el paso para que los millonarios pasen sus vacaciones aqui...-eleve una ceja.-Como se dice por ahi..."todo lo que tocan, perece."-sonrei un poco ante aquella idea que un colega vampiro me habia dicho. No estaba del todo errada.-Hay otros Santuarios que he encontrado mientras buscaba fuera de la ciudad. Solo he hallado 3. Los demás son parte de las zonas residenciales.-lo mire de reojo.-Es una pena, verdad? A veces eso me provoca jugar con sus cabezas por arruinarlo todo...-y eso era verdad. Muchas veces me han excluido de sitios porque eran privados y luego yo me escabullia y observaba que lo empeoraban un poco colocando luces y concreto...No pueden dejarlo todo asi como esta?

Los comentarios de aquella niña se me antojaban fútiles y caprichosos, parecía sumida en sus ensoñaciones y creyendo que con manipular a unos pocos mortales y conducirlos a la locura era suficiente para conseguir que estos dejasen de saquear y destruir la naturaleza tan pura que los rodeaba. Aquella integrante de mi especie era demasiado "humana", se dejaba influenciar demasiado por aquello que los mortales hacían con sus vidas, nosotros eramos inmortales, dioses entre ellos, y los dioses observan, pero no intervienen en los actos de los primeros pues deben aprender de sus errores y solventarlos ellos solos. Me senté sobre una roca sin mostrar ningún digno de incomodidad, como si aquella piedra fuera como un blando cojín de plumas.

- Esta bien intentar hacer escarmentar a los mortales, pero ellos nunca aprenderán pequeña. Esta en su naturaleza sembrar el caos, al igual que lo esta aun en la vuestra, aunque en menor medida.

El robusto hombre se acerco más y se sento en una roca como si fuera un comodo sillon de sala. Me dio un poco de gracias y hasta ternura cuando me llamo 'pequeña' pero digamos que en comparaciones, realmente lo era. Parecia muy seguro de sus palabras y esta vez debia dar credito de ellas.
-Le doy la razon, seguramente ni aun con otros tres siglos mas de mi vivir seguirian abusando de la naturaleza o...volviendolo todo un caos.-aunque decian, segun citas de algunos libros, que sin caos no hay paz pero hasta que punto? Despues de una guerra, hay paz. Pero hasta que punto y cuando?
No me gustaba averiguarlo aunque no importaba.-Si al menos puedo salvar este rincon del bosque de las manos humanas, no todo habra sido en vano.-dije sonriendo.