Mi presente :) [Ocupado]

por **Fiolette Himmel** Vie Nov 04, 2011 11:40 am

Había quedado con Edmond, no le había dicho el por qué, solo le dije que viniera a mi casa, que tenía que pedirle una cosa muy importante, pero no había terminado de decirle cuando me fuí en el carruaje que me llevo a casa ese día en el que nos vimos por última vez, no fue hace mucho pero tampoco tan cerca, fue lo suficiente para volvernos a vernos y no molestarle demasiado, me daba apuros que pudiera quedar con alguien y yo chafarle el momento, pero hombre, mi intención no era tenerlo para mí, mi intención era buena y no egoísta.

Mi objetivo era hacerle un presente a mi gran amigo Edmond, que le tenía mucho caríño, no quería darle las gracias, dandole a cambio un regalo, solo... no lo había visto con una bufanda y pensé que podría resfriarse y como lo quiero tanto... vamos a ver... cooomo amigo solo eso. Y eso al verlo sin bufanda le hice una de la más suave, resistente y caliente lana que pude encontrar en el mercado de París. No tardé demasiado en terminarla, soy muy aficionada a cualquier punto sé hacer cualquier tipo de cosa con cualquier aguja.

Bueeno, aquí estoy, mis dos sirvientas prepararon todo como dije, la comida, la mesa... todo a su punto y yo envolví en papel mi presente para Edmond. Dejé todo perfecto para la ocación, como dije Ed era para mí una persona muy importante para mí desde que llegué a París y desde que tengo uso de razón, no es que hubiera conocido a mucha gente desde que nací, quizas en las fiesta con los nobles de Noruega, no le interesaba mucho aquello y siempre dijo que no quería casarse hasta ver un poco de mundo y conocer a alguien especial, pero se temía que en poco de seguro llegaría una carta urgente desde Noruega, dandome a conocer a mi prometido y mi futuro marido y de verdad que no quería casarme con un ser al que nunca ha amado ni atraído y tendría que pensar en muy poco tiempo, ¿Qué poder hacer para no tener ese futuro tan oscuramente amargo para mí.

Llegó la hora de la quedada con Ed, me vestí y peiné para la ocasión, me asomé por el gran ventanal del salón y estaba el cielo encapotado y lluviendo a cántaros, ¿No podría haber llovido en otro momento? ¿Tenía que ser ahora? De seguro Ed se pondría hasta arriba de agua y cuando yo quería que no cogiera frío en el cuello y no se pusiera malo, ahora quedo con él en un momento que no es para salir. Suspiré con cansancio, el tiempo de Paris era muy revuelto y no se sabe que tipo de tiempo pasaría en los próximos minutos, pero bueno, ya veré que haría si llegara mojado.

por **Edmond Kincaid** Dom Nov 06, 2011 6:15 am

La lluvía lo había estropeado todo. Había vestido una de sus mejores camisa, un pantalón bastante bueno y unos zapatos que le había regalado uno de sus clientes, que era uno de los mejores zapateros de Praga. Incluso había cogido una de sus violetas y la había trasplantado a una maceta para Fiolette. Pero la lluvia lo había estropeado todo.

Estaba calado hasta los huesos.

Cuando llegó a la puerta la golpeó con sus nudillos esperando que Fiolette le abriera la puerta. Pero... no, fue una sirvienta. Que había esperado? Ella era una muchacha de buena casa, con dinero. Por suerte aquella sirvienta no sabía lo que era. A parte de un hombre calado hasta los huesos.

-Hola mademoiselle, vine a ver a la señorita Himmel. Soy Kincaid, Edmond Kincaid.

por **Fiolette Himmel** Dom Nov 06, 2011 8:19 am

Suspire, estaba ansiosa de que Edmond llegara y cenáramos y por último el regalo, Dios tenía ganas de que lo viera y ver si realmente le agradara el regalo, si no.. me sentiría de lo más mal, aunque supongo... bueno mejor no suponer nada que luego salir mal.

Unos golpes sonaron en la puerta principal de la casa, fui a abrir, pero una sirvienta no me dejó abrir, no dejaba que hiceran mucha cosa, si les dejaba, seguro que me hacían ellas mis cosas de punto. La sirvienta Layla, abrió y se quedó mirando desconfiada a la persona de la puerta, me acerqué y Dios... Edmond parecía que se había bañado con ropa incluida, me quedé con la boca abierta y aunque él dijo mi nombre, la criada no le dejó entrar se quedó allí inamovible, asique la moví a un lado y abrí la puerta corriendo- ¡Dios Edmond! ¡Estás... - lo miré de arriba abajo- ¡Entra corre no te me vayas a resfriar...!- ví que me trajo una pequeña maceta y una violeta plantada en ella, aunque estaba un poco estropeada y llena de agua. Cuanto más lo miraba, más pena me daba, maldita fuera la lluvia- Dile tus tallas a Layla por favor, mandaré a que te traigan ropa.

Una vez hablado mandé a una criada a comprar un pack de la más fina y cara ropa, claro, la criada se fue con un paraguas y no se mojaría tanto, y mandé a la otra sirvienta Marie, con agua caliente para que llenara la bañera- Lo siento tanto Edmond, no me imaginaba que llovería tan bestialmente- me sentía mal por su estado, puse una mano en su brazo, estaba congelado, mierda, lo llevé directamente al baño, cogí la violeta, sonreí- Gracias por la flor, sabes que me encanta- le dí un beso en la mejilla y lo metí dentro del baño- Quítate la ropa y toma un baño de agua caliente, las toallas están ahí...- le dije donde estaban todas la cosas- ahora mismo vendrá ropa seca, por favor tómate tu tiempo, no pasa nada y de nuevo lo siento muchísimo Edmond- cerré la puerta para que se bañara y recuperara el calor corporal, realmente estaba congelado.

Mientras Layla compraba la ropa y Edmond se bañaba.. coloqué la flor, reponiéndola de la abundante agua que tenía y la puse en el poyete del ventanal, a la poca luz que pasaba a través de las nubes tan tupidas y negras. Mandé a encender la chimenea, empezaba a tener frío.

Poco después Layla vino con ropa, y cuando abrió la puerta, ví que había dejado de llover, que mal... podría haber quedado un poco después de la hora a la que quedé y Edmond no habría llegado así de mal. Cogí las bolsas con la ropa, toque la puerta y sin abrir la hable- Edmond, tengo las ropas, tómalas por favor....- no abriría la puerta a menos que él la abriera.

por **Edmond Kincaid** Vie Nov 11, 2011 4:31 am

El baño era agradable y el agua caliente le dejaba reflexionar un poco sobre lo que había ocurrido. Fiolette era un vendabal, había sido muy rapida, en acudir le había tomado rapidamente llevandoselo casi antes de que tubiera tiempo de decirle a la sirvienta la talla de su ropa. Desde luego tener un buen servicio era algo agradable.

No tanto como el agua caliente, pero agradable.

Su cuerpo poco a poco se fue relajando en la bañera. Se levantó y se froto con fuerza con la esponga desentumeciendo los musculos de su cuerpo sintiendo poco a poco como su forma fisica mejoraba. Empezó a secarse dandose fuertes friegas con la toalla y dejando su cabello recogido en una coleta mientras se escurria y se secaba.

Oyó el golpecito en la puerta yla voz de Fiolette que aún sonaba algo preocupada. Desde luego, pobrecilla, se había preocupado enormemente por el. Edmond comprobo que estaba plausiblemente seco y dejó la toalla colgando, para que se secara, luego fué a abrir la puerta.

Desnudo Edmond mira a Fiolette y le sonrie.

-Gracias Fiolette. - Levanta una mano y le acaricia la mejilla cariñoso y sonriente. Toma la ropa y avanza para tener espacio para vestirse colocandose primero la camisa sobre sus hombros y mirando a la mujer sorprendido por la calidad de la tela y de la finura del corte.

-¿Que tal me queda?

por **Fiolette Himmel** Vie Nov 11, 2011 6:03 am

Al abrir la puerta, pensé que Edmond estaría tapado con la toalla y.... no, no me lo esperaba por su parte, miré arriba a su rostro, no podía, no me atrevía a mirar a hacia abajo aunque la tentación me llamara con muchísimo auge. El vapor caliente me dio una acaricia en la cara, y de seguro gracias a los dos, a Edmond y al vapor, estaría rojilla, pero más tirando por culpa de Edmond.

Él me acerco su mano, yo estaba que no me movía, me había quedado pillada, quieta, sin decir nada, sin hacer nada, no reaccionaba. Al final su mano llegó a mano a mi mejilla con una acaria, un gracias y una sonrisa, yo en cambio hice el intento de sonreir, pero al darme cuenta de la situación, cerré los ojos corriendo, me los tapé con las manos, terminé de poner me roja intensamente y grité- ¡Edmond!- me dí la vuelta automáticamente para no verle del todo- ¡Vistete ahora mismo!- Le tendí con una mano las bolsas con la ropa y él las cogió y esperó a que se vistiera.

El preguntó por como le quedaba y miré pensando que se había vestido del todo y me había echo caso, inocentemente miré entre mis dedos, que aún tapaban mis ojos, lo ví aún solo con la camisa- Te queda bi....- me tape enteramente los ojos de nuevo y me dí de nuevo la vuelta- ¡Dios Edmond! ¿Te quieres vestir de una vez? ¡Por favor!- hombre... teniendo a un hombre como Edmond de atractivo en mi habitación, no era nada alentador decir que se vistiera de una vez, pero... Tenía que hacerlo, él no había venido aquí a mi casa, como un trabajador, es más nunca le permitiría entrar en mi casa con la mentalidad de trabajador, nunca pagaría por lo que él... trabajaba, jamás le contrataría, pero ni a Edmond ni a nadie, jamás. El sentimiento de utilizar a alguien para una cosa como esa, era tan corrosivo para mis sentimientos, que de pensarlo me sentía de por sí mal conmigo misma.

Esperé a que él me diera alguna señal para que puediera verlo enteramente vestido y no medio vestido, suspire esperándolo...

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