¿Está ocupado? {Libre}

por Invitado Dom Sep 26, 2010 4:58 am

Apabullante noche, llena de gente vestida en elegantes atuendos, con perfumes que, a pesar de derramar completa atracción, no competía con el líquido que corría por las venas de aquellos humanos. Caballos traqueteando las calles, risas y alguno que otro pobre humano pidiendo clemencia y unas cuantas monedas.

Victoire caminó, deteniéndose por un momento, obsequiando al pobre mendigo que se acercaba con suplica en el rostro. El humano, con sus temblorosas manos, aceptó sin más, haciendo una tambaleante reverencia a la vampiresa.

Después se alejó, caminando lentamente, con maravillosa gracia y con una leve sonrisa en aquellos labios carmesí, haciendo un ligero frizz al caminar con aquel hermoso vestido verde aceituna, que ocultaba sus deliciosas y delicadas piernas haciendo la ilusión de flotar ante su ligereza.

Definitivamente, esta noche quería deleitarse con un espectáculo diferente. El famoso teatro de los vampiros… Vampiros fingiendo ser humanos, ¿habría algo más bizarro que aquello? Le tentaba, aquel lugar le tentaba y por eso acudía cuando creía necesitar de Frederich. Se rehusaba a buscarle, a suplicarle su regreso, y en vez de escribir una carta llena de sufrimiento, se refugiaba en aquel lugar en donde las máscaras se despojaban. Extrañamente, se sentía a gusto ahí, quizá por la plena convivencia de aquellos interesantes actores. Si algún humano se enterara, si todo París supiera… No habría un mejor espectáculo que ese.

Poco a poco, el público comenzó a tomar lugar, incluso aquella vampiresa que no tenía, irónicamente, lugar ahí. ¿O acaso eran los humanos los que no encajaban? Sonrió un par de veces, dedicando aquel encanto a aquellos que no la pasaban por alto. Un palco, vacío le dio la bienvenida. Para ella, aquellos espectáculos solo podían disfrutarse de dos formas: solo, o acompañado de un igual, entendiendo los motivos de aquella actuación.

Como un ángel de la muerte, permaneció en silencio, esperando por aquél espectáculo. Su mirada, de vez en cuando se perdía entre el público que se extendía alrededor. ¿Alguno como ella?
-A mí, ven a mí- dijo, invitando en un susurro, abriendo su mente y dejando el mensaje a la redonda, esperando que alguien lo escuchara y acudiera a ella.

por **Lionel D'Maine** Dom Sep 26, 2010 5:39 pm

-Escondió su rostro con sus cabellos mostrando tan solo sus labios ante los escalofrios que vencían su piel, el frío implacable acariciaba cada retazo de su epidermis bloqueando a veces sus sentidos aunque fuera quizás un poco exagerado cuando pensaba en aquello, sus suspiros profundos así como al mismo tiempo agotados dejaban claro que aquel no era precisamente el mejor de sus días. Debido a su piel blanquecina muchos campamentos gitanos no deseaban su presencia o si lo hacian le estaban observando de cerca esperando que no fuera uno de aquellos hombres dispuestos a desvelar algun que otro secreto.

Tuvo que abusar de la bondad de una mujer de avanzada edad que al encontrarse sola no dudó en dejar pasar a aquel jovencito, en verdad aquella mujer tambien tenia un "apodo" puesto para aquellos que la visitaban, la llamaban la bruja de los deseos, hubiera pasado toda la noche en su casa disfrutando sus historias pero un extraño invitado de manos temblorosas habia llamado a la puerta. Al parecer el asunto tardaría un poco y la mujer como era obvio deseaba mantener lo que hacía en secreto por lo que le dió unas cuantas monedas para costearse una entrada en el teatro que habia cerca de su casa.

En otra ocasión habría bastado para guardarselas en el bolsillo haber pasado por algun lugar tranquilo para que el tiempo se detuviese y luego volver con un nuevo objetivo, encontrar la bolsita de dinero y hechar las monedas en ella. Pero no sabia porqué quizás un ataque de moral que habia golpeado su cerebro le impidió hacer aquello enviándole hacia el teatro, ¿la obra? bastaba decir que ni siquiera le hecho un vistazo cuando aquella incomodidad abusaba su piel.

Cuando observaba a la gente con parsimonia, manteniendo las apariencias exteriores, podía observar auras de distintos tipos, débiles, graciosas, fuertes, instintivas..."genial" se susurró a si mismo en voz baja causando que el hombre que repartía las entradas le observase de una forma extraña, Lionel negó tomando la suya distraídamente mientras entraba pudiendo comprobar como no solo habian asistido vampiros sino así mismo humanos. Si los humanos supieran con quien estaban sentados ahora mismo estaba seguro que más de uno odiaria el teatro durante toda su vida.

Se habia detenido justo a la entrada de aquella obra de teatro, admirando el recibidor, obras de teatro ricamente adornadas, doradas, rojizas...ahora mismo parecía uno de aquellos hombres que por primera vez habían pisado tierra virgen, admirando sus parajes con rápidez para que nada se les pasase desapercibido. Al menos pasaron asi unos minutos hasta que entró justo cuando habia empezado la obra, lo que causó un poco disimulado bufido que consiguió algunas miradas desaprobadoras, irónicamente, sobre todo la de los vampiros-

mh...

-Fué entonces cuando se llevó las manos a la cabeza mientras subía las escaleras, como si notase una especie de llamado, no un llamado asi mismo pero como si un aura fuera mayor que las demás, más activa, su incomodidad no se habia marchitado se hacía más y más grande en su interior, aun cuando en el exterior daba la sensacion de un hombre que buscaba su asiento. Antes de darse cuenta aquel aura que le habia llamado...estaba justo a su derecha, quedó observandole fijamente a los ojos, la pupila de su orbe derecha estaba un poco más dilatada de lo común, habitual cuando un aura llamaba la atención de sus ojos.

Hechizo que duró lo minimo, cuando con una inclinación, cortó aquel flujo de miradas sentándose justo al lado de la muchacha, escondió sus labios así como su orbe derecho con su cabello, dejando que su figura despreocupada se vislumbrase. Aun cuando en su interior martilleaba una sensación de tensión, como si al mismo tiempo que parecía estar tranquilo tuviera todos sus sentidos alerta-

por Invitado Dom Sep 26, 2010 8:17 pm

Sintió la presencia de alguien más… humano, claramente. Pese a que los seres inmortales eran exquisitos por naturaleza propia, los vampiros poseían más gracia y sutileza a la hora de presentarse. Escuchó el rozar de sus atuendos, fijando su mirada en el rostro del pelinegro. La luz era ligera, dramática como el espectáculo y sus actores, pero todos los detalles de aquel rostro no podían pasar desapercibidos incluso si se encontraban en una habitación completamente oscura. Logró capturar aquella pequeña diferencia en sus pupilas, sin inmutarse y evitando demostrar interés, ya que algo le decía que no era lo más prudente de momento.

Asintió levemente, dándole la bienvenida a aquel humano. Era imposible ignorar tal acto cuando el joven simulaba perfectamente el control sobre sí mismo, mientras sentía aquella pequeña incomodidad y su corazón latía un poco más rápido de lo normal… musical, sinfonía para los oídos de cualquiera vampiro. Los humanos poseían una pequeña debilidad ante los vampiros, al menos, una de las más grandes debilidades… se dejaban hechizar ante aquel innato encanto en ellos. Victoire solo lo observó, apreciando cada movimiento del chico sin borrar una sonrisa que no crecía, evitando enseñar aquel par de dagas. Levantó el mentón, intentando concentrarse en el espectáculo de títeres vampiros, abalanzándose y moviéndose a una velocidad inhumana, escuchando los jadeos de asombro de los humanos debajo de ella, gritos ahogados de conmoción y extrañeza.

-Te has perdido el comienzo- dijo después, en un susurro, lo suficientemente alto para que su acompañante lo escuchara. -Bienvenido.

Los actores se elevaban, maquillados, con el rostro blanco y atados desde las vigas del techo, simulando sus movimientos vampíricos ante el público que de vez en cuando, no encontraban explicación ante aquél espectáculo. “Eran especiales, eran magníficos”, decían al salir de la burda presentación.

Risotadas y dramáticas melodías responsables de un elegante violín acompañaban su show, haciendo que cualquiera se sintiera totalmente hechizado. Salió de sus pensamientos y se giró para ver al joven de nuevo, evitando mencionar algo más, tal vez así la tensión desaparecería.

Era cierto, al hacer un llamado se esperaba al vampiro más cercano, pero no humanos. Principalmente, porque los humanos no podían percibir algo como eso, así que aquel joven no era precisamente un humano cualquiera, era peculiar… Peculiar… Aquella palabra siempre terminaba seduciéndola.

por **Lionel D'Maine** Miér Sep 29, 2010 9:42 am

Quien sabe

-Suspiró, no podía estar más agitado dentro de todo lo que en sí había, rodeado de seres sobrenatuales algunos mirandole extrañado ya que tambien habia sentido el llamado de cierta señorita y al ver que la señorita estaba finalmente ocupada no por uno de los suyos sino por un humano causaba aun más alboroto, pero parecía que todo se habia centrado en la obra, que dentro de todo lo que habia vivido...era extravagante.

Los rostros maquillados de los actores, algunos vampiros y otros humanos hacian una mezcla demasiado imaginativa, peligrosa, su respiracion se habia calmado al igual que su corazon, pero mantenia siempre sus sentidos alerta, la mujer que estaba a su lado a pesar de que no hubiera demasiada iluminación podía comprobar que era de una hermosura inimaginable para cualquier mujer que estuviera ahora sentada, podía incluso decir que sería el objeto de muchas envidias, aquello causó una sonrisa extraña en su boca escondiendola con parsimonia con la palma de la mano.

¿Se habia perdido el comienzo? sería demasiado grosero decir que el comienzo siempre era igual en todas las obras, el desenlace y el final, al final o el vampiro convertia a la mujer o la mujer moría y el vampiro prometía venganza, era simplemente el espectáculo que querian ver los hombres y las mujeres, las mujeres porque soñar con que existiese un vampiro tan romantico les hacia suspirar, los hombres porque el ver a esas hermosas actrices, a esas "cortesanas" les hacia sonreír...-

Al final todos actuan igual, será porque la obra en sí mismo, es parecida a las otras

-Comentó, señalando un papel que le habian repartido a la entrada, sobre lo que iba la obra, al final lo habia dicho, ya que si se podía observar el cuadro de obras tan solo una o dos eran ciertamente extrañas, nombres que quizas para un vampio sonase a un titulo, pero que un humano sin lugar a dudas lo tomaria al hombre mas cercado que hubiera al lado para preguntar por aquella, cuando una mujer jadeó y se llevo la mano al pecho asustada, no pudo evitar emitir un signo de negación muy suave, la ignorancia era hermosa, seguro que muchos estarían deseando que acabase la obra para comentarla o simplemente comenzar de nuevo aquellas "leyendas" sobre los vampiros-

Puedo ver...que le gusta el teatro

-Era incomodo como alguien iniciaba una conversación con él, y las palabras que deseaba no salian precisamente de su boca, no era demasiado hablador asi que no se acostumbraba a formular frases, sobre todo ante alguien que aun no conocia, a alguien que hacia que todos sus sentidos estuvieran alerta como si fuera la primera vez que acudiese al teatro, distrajo un momento su vista, donde un humano sujeto a un hilo volaba delante de todos haciendo su espectáculo, lo que le atrajo, era sino algunas figuras, algunas estatuas que envolvían el lugar, haciéndolo aun más hermoso. Ciertamente habia una gran diferencia entre este teatro y los que habia visitado recientemente, los de la plebe eran mas escuetos, solo habia asientos limitados y nunca escuchabas la obra en silencio debido a algun erudito o a alguna mujer escandalosa, se sintió comodo...por primera vez mientras admiraba sutilmente la estatua de un vampiro sonriendo macabro-

por Invitado Vie Oct 01, 2010 6:39 pm

-Entonces necesita conocer más obras, monsieur- dijo en tono bajo, claro e inclinándose un poco hacia él con la mirada al frente, como si dos amigos comentaran la obra. -Los finales no siempre son así- aseguró recordando aquél teatro en Alemania, "el teatro del terror", sangriento, bizarro... para público que lo había visto todo y deseaba más.

Aquellos pequeños detalles eran para la mayoría bastante atrevidos, ya que la distancia y el espacio vital eran de las cosas que los humanos y cualquier raza en general apreciaban y no dedicaban a perderla. Cayendo en cuenta del ligero pero a veces grave error, regresó a su postura anterior, colocando sus manos sobre sus piernas quedamente. Aquellas uñas que parecían de cristal, permanecían ocultas entre unos bonitos guantes oscuros.

Victoire tomaba en cuenta cada detalle, aún si su atención se fijaba en la obra y en los vampiros, también se interesaba en lo que su acompañante hacía imperceptiblemente. Como llevarse la mano al rostro, observar su cabello oscuro, la pupila que se había dilatado al verla y la sutileza, aquella alerta que lo mantenía despierto, aunque su cuerpo pareciera relajado.

Dejó pasar unos minutos, mientras las risas estrepitosas de los actores llenaban el teatro, pareciendo por un momento desconocidos ante la belleza y elegancia del lugar. Fue entonces cuando le observó por fin, con una sonrisa en los labios, resaltando su encanta y belleza en aquel peinado que mantenía su cabello sujeto en un precioso prendedor.
-Sí, me gusta- contestó melódicamente. Esta vez, no regresó la vista hacia los actores, sostuvo la mirada de aquél chico y continuó, -¿Disfruta del teatro también, o algo más lo ha traído al lugar?

por **Lionel D'Maine** Mar Oct 05, 2010 1:06 pm

-Volteó su mirada hacia la muchacha cuando le habia comentado con elegancia que no opinaba lo mismo en cuanto a los finales monótonos, sonrió entonces intentando ignorar algun que otro comentario mordaz acerca del dinero pues no le habia insultado ni siquiera habia comentado su estatus sino que le habia mencionado que debía de tener más cultura teatral para comentar algo, tenía razón, pero solamente inclinó el rostro volviendo su vista a la obra la cual parecía estallar de estrepitosas risas, no solo de los actores sino tambien por parte del público sobre todo de aquel que más estaba disfrutando la obra de teatro-

Puede que sí, ya lo veremos

-Murmuró colocando un mechón de sus propios cabellos tras el oido suspirando, decorando con la mirada todo el exterior, ¿que poseía la oscuridad que le atraía tanto? pasaron momentos de silencio, pero en ningun momento dejo de tener la guardia en alto, cierto que estaba acostumbrado a comportarse así como el hecho de que la dama no habia mencionado nada acerca al respecto lo cual queria decir que tambien estaba acostumbrada, quedaba tan solo unos minutos para el intermedio de la obra, mucha gente comentaba que iba a llamar a sus familiares o su grupo de amigos con las esperanzas de insuflar alguna que otra palabra de envidia ante aquellos que no habian podido ir o que en su lugar irian mañana a ver la obra.

Pasaron aquellos minutos, hasta que escuchó de nuevo la voz de la mujer, claro que no iba a decir que una voz que le estaba llamando le habia hecho subir hasta aquel asiento hasta encontrarse con ella, seria demasiado extraño, demasiado dificil a su vez que explicar-

No mucho, me han regalado unas entradas así que decidí venir hoy...¿usted? veo que posee conocimientos teatrales como para ridiculizar a cualquier escritor incluso.

- Dejó el papel del folleto en su regazo, cerrando los ojos, justo cuando acabo aquella frase las luces se encendieron, 10 minutos de descanso para las masas que necesitaban al menos ir al baño, Lionel en cambio no se movió, pero comprobó con la mirada como los diferentes gustos gobernaban, algunos corrían para marcharse, otros, comentaban con nuevas caras lo que le habia gustado la obra, hasta que tan solo quedaron unos pocos en el interior sin moverse del asiento, incluyéndose a él y a su hermosa acompañante que finalmente con las débiles luces pudo observarla, no de reojo, sino a los ojos como iniciaria cualquier conversación-

Espero que disculpe mi groseria, aún no he podido preguntar por su nombre

por Invitado Sáb Oct 09, 2010 4:07 pm

ooc: disculpa la tardanza D:

Negó divertida, escondiendo travesura en su mirada. ¿Escritores? Había encontrado a varios que merecían estar en un pedestal, que merecían una eternidad para inspirar, pero quizá, solo quizá, aquel regalo nunca sería agradecido. "No todos están preparados para esto, mi hermosa hija, a veces el alma se muere con el cuerpo", Frederich le había dicho muchas veces que regalar aquél don debería ser meditado, bien pensado, sino, grandes consecuencias se le enfrentarían. ¿Sería posible que aquellos talentosos no disfrutaran de la inmortalidad? Parecía que no.

Encaró al chico, disfrutando de lo que veía; aquella mirada un poco oculta en ese cabello, pero que no le hacía perder ningún detalle, el color de su piel que no se alteraba por la poca o exagerada iluminación; nada todo detalle seguía intacto... Sacudió un poco la cabeza, como si hubiese sido interrumpida después de una pequeña meditación y amplió sus labios, siendo cauta ante sus hambrientos caninos que siempre estaban deseosas de presentarse.
-Conocimientos... Sí, Se adquieren inevitablemente, cuando algo te aprisiona y te ata de una manera como lo hace el teatro y las buenas historias. Aprendes a diferenciar lo bueno de lo excelente, y lo malo de lo incomprendido- soltó una ligera risita ahogada, como broma personal. Aquella obra y el teatro no era en lo mínimo incomprendido.

Los espectadores aprovecharon el pequeño descanso, desquitándolo en necesidades humanas irrevocables e ineludibles. Ah, eran tan bellos…, en cualquier forma. Eso, cualquier cosa que hicieran parecía demasiado bello, por el simple hecho de hacerlas. Su humanidad, su simple humanidad… eso que no podía recuperarse una vez perdiéndolo, y eso era lo que los hacía tan bellos.

-Mi nombre caballero, es Victoire de Roux- dijo con aquel coqueto tono y perfecto acento francés, que le daba un aire bastante fluido y encantador. -¿Y con quién tengo el placer?- preguntó con sincera curiosidad. Y sí, era un gusto para ella cualquier leve contacto con humanos, cualquier pequeño detalle que la conectara a ellos le fascinaba.

Era increíble como gozaba de la honestidad. Podía mentir, o no decirle su nombre. Sin embargo, se le apetecía hacerlo, y siempre cumplía con aquellos pequeños caprichos que se le presentaban. Además, era importante presentarse por quién era, sin importar su naturaleza. Su cuerpo se movió un poco, enfrentando al bello humano pelinegro, ofreció lentamente su mano con aquella sonrisa y aquel hechizo innatural que hacía sentir cómodos a los humanos con su presencia.

por **Lionel D'Maine** Sáb Oct 16, 2010 10:47 am

-No se equivocaba, aquella mujer adoraba el teatro por como sus palabras dejaban entrever, aun no conocía el porqué o si en el fondo le gustaba de otra manera aquellos actores que parecían desesperados en una doble vida que se fundía en tinta. A veces, odiaba el teatro porque muchas veces les hacían soñar cosas que no existían en especial a los más pequeños, habia tenido historias en los que un niño deseaba ser vampiro pero lo único que encontraba era que la espalda de los demás, las mujeres, que deseaban tanto a alguien tan atractivo a su lado que se llenaban de sueños, de ilusiones...más, ¿no se trataba de eso la vida humana? De soñar lo que siempre ha estado fuera de nuestro alcance, de lograr aunque sea por unos segundos que nademos en dinero, que comamos comidas que jamas habriamos pensado que existían. Pero, también eran crueles porque al despertar podías ver losbolsillos vacíos y el estomago gruñendo como pan de cada día.

“Si que eres optimista eh”

Era lo que pensaba con una sonrisa en la boca mientras se dejaba observar, él siempre habia acudido a los detalles la habia admirado, habia contemplado el hermoso rostro fundirse con la obra como si fuera una de las protagonistas-

El teatro es a veces incomprendido, puedes ver la misma obra miles de veces y le aseguro que habrá personas que no hayan entendido el significado, es más, que lo habrán entendido erróneamente...a lo que el escritor se arrancará algún que otro mechón esperando que su próxima obra sea vista y comprendida.

-Se sonrió, volviendo a enfrentar a la mujer con sus ojos, sin duda muchos hombres así como mujeres se habrían sentido atraídos a su belleza, Lionel no podría engañar a nadie y decir que no había caído al hechizo al menos por unos momentos, mientras que ahora simplemente se mantenía alerta, con el cuepro cómodamente sentado las piernas cruzadas, permitiendo que sus cabellos acariciasen sus hombros dotándolos de calidez, era lo bueno de poseer un cabello largo el calor que te ofrecía...calor, lo que no sintió en el instante que tomó la mano de victorie con caballerosidad, suavidad y un toque de ternura escurridizo a la vista. Besó la palma ajena cerrando unos segundos sus orbes mientras se levantaba-

Lionel D'Maine, su acompañante enesta obra de teatro

-Se inclinó una vez más, esta vez de una manera casi exagerada para muchos teniendo en cuenta el lugar en el que estaba, en el descanso no habia sino unos cuantos vampiros, algunos humanos absortos que no deseaban perderse ni los avisos...por lo que no demasiados prestaron atención al movimiento que había hecho, una vez finalizada la presentación se sentó, cruzando las piernas una vez más mientras suspiraba, cerrando los ojos, dejando su vista hacia arriba murmurando-

No soy demasiado inteligente...pero si desea hablar de algún tema mientras la función descansa, es bienvenida de proponer tema.

por Invitado Lun Oct 25, 2010 12:12 am

Victoire siempre era discreta para moverse, precisamente por sus habilidades que no eran humanas. Aquellos movimientos que los vampiros hacían en escena podrían categorizarse precisamente como naturales para ellos, no podían hacer mucho esfuerzo, su naturaleza era así, y sus movimientos tenían que ser cuidados en presencia de humanos, al menos si quería guardar su identidad. En cambio, si deseaba jugar con alguien (que normalmente necesitaba una afirmación), actuaba de manera casi irreconocible para ella. Fue por eso que ver al chico moverse de esa manera le robó una delgada sonrisa, observándolo como si fuera parte del show por un momento.

Entre sus pensamientos, pudo captar varias palabras que se movían en la mente de Lionel. Ilusiones, eran necesidades humanas y placeres que cualquier ser desearía. O en la mayoría de los casos... Bajó la mirada por un instante, evitando demostrar aquella admiración que tenía por él, por su humanidad, por aquellos movimientos que en él parecieron encantadores y no bizarros como lo hacían parecer aquellos actores. Simpleza y al mismo tiempo complejidad, extraña complejidad. Ni poder saber lo que pensaban y sentían con la vibración de sus pulsaciones eran suficientes para entenderlos del todo…
-Podemos hablar de... optimismo, ¿le parece bien?- preguntó con la mirada ligeramente brillante, efectos de la luz que delataba su inhumanidad. -Usted dígame, monsieur, ¿le apetece hablar de alto tan simple? Si no es así, puede dar ideas. Solo quería hacer un balance entre el espectáculo y algo sobrio, creo que sería un modo de compensarlo, ¿no lo cree?- sugirió con una ceja perfecta levantada, escondiendo una sonrisa a modo de broma personal. "Optimismo", esa palabra le había llamado la atención, "pensar positivamente", era como aquellas veces en donde decían que todo tenía solución, menos la muerte... ¡Vaya ironías!

por **Lionel D'Maine** Vie Oct 29, 2010 11:10 am

-No era dificil sentir las miradas que estaba recibiendo de la dama que tenía a su lado, victorie se dedicaba a mirarlo aun cuando aquello no causaba molestia alguna en Lionel como lo estaba mostrando, simplemente mirando a donde estaba, dejando que las personas volviesen a su asiento pero esta vez era distinto, parecia como si se encontrase en un mundo completamente distinto al que nadie más que ellos dos tenian derecho a entrar, era extraño si, sintiendo que en efecto aquella incomodidad inicial parecia sino mera formalidad que estaba acariciando sus musculos, no estaban tensos ni nada por ese estilo pero cada movimiento que fuera peligroso era examinado instintivamente, eran ya años de hacer aquello, de examinar su alrededor por lo que inconscientemente lo hacía de todos modos-

Eres buena

-Murmuró al ladear el rostro, dejando que algun que otro mechón acariciase su rostro, justo estaba pensando en optimismo cuando ella mencionaba aquella palabra, no lo habia hecho con molestia o reclamando el hecho de que hubiera sabido exactamente lo que estaba pensando, con una sonrisa colocó las manos en el regazo dejando suavemente que los dígitos acariciasen la piel de su camisa en una tonada invisible, ¿que podía decir? Aquel tema evidentemente podía llevar toda una tarde para cuestionar, hablar, opinar, recibir opiniones...habia que diferencias siempre entre la positividad y entre la realidad. Lionel creía que ser positivo no era sino lo que mantenia a los seres humanos con vida-

Creo que soy lo que la gente llama un 50%

-Era realismo, lo que podia luchar contra el optimismo, ser positivo era una cosa, pero cuando la realidad te acariciaba ¿a donde podias ir? Es cierto que cuando estás alicaido el optimismo es lo que te da la fuerza de vivir, el optimismo es lo que daba forma a la esperanza para que finalmente moviera la fe a su libre albedrio, pero, algunas veces le parecía demasiado cruel. Una persona que solo se hacia falsas esperanzas era sin duda aquella que vivía feliz un corto periodo de tiempo, minutos tal vez, hasta que finalmente era dominada por todo lo que le rodeaba. Por eso, pensaba que siempre se necesitaba la justa mezcla de ser positivo asi como realista-

El ser humano necesita el optimismo, porque son sus deseos de vivir, el optimismo se disfraza de esperanza, de ahi es donde todos sacamos la verdadera esperanza y las verdaderas fuerzas...pero siempre he opinado que no es demasiado bueno ser muy optimista

-Dejó sus dedos en el folleto de la obra, empezando habilmente a transformar aquel papel mientras hablaba, sus manos, habian aprendido las artes de los gitanos para sobrevivir, como la tecnica de hacer dinero haciendo figuras de papel, a los niños asi como a las mujeres o a los hombres enamoradas le atraían aquellas figuritas, no era de extrañar que Lionel ahora mismo transformase aquellas letras, las palabras de aquella noche en una especie de flor, una flor extraña que poseia varios colores, figuras, como el rostro de una mujer en uno de los petalos...una flor simple, la cual sonriendo se la tendió a aquella mujer, esperando que no entendiese aquello como un “insulto” pues muchas personas, no desearían aquella rosa, considerándola incluso un esfuerzo inutil-

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