El final del día, el inicio de la noche [Ginebra Le Boursier ]

por **Alexyandra Saint-Cyr** Lun Nov 07, 2011 10:01 pm

Cuando cae la noche no marca el final de los días con horas que corren por descansar, es el inicio de otras horas donde todo es permisible, al menos eso dicen...

"Je me demande ce que je fais ici", me pregunto mientras termino de recoger los restos de las hojas que han caido en el pasillo, las ventanas permanece abiertas aireando el aire asfixiante que vomita el contraste del calor de las paredes y el maravilloso jardín del otro lado.

Miro de un lado a otro, asegurándome que nadie me vea y, comienzo a caminar hacia el enorme ventanal.

Un descanso, pequeño, nímio para una árdua jornada de trabajo y es, viendo el dorado tono de las hojas que caen tímidas sobre el suelo cuando respiro hondo y el aroma espectral de la fría noche se deja sentir por cada poro de mi piel hinchando mi pecho mientras cierro los ojos y, por una vez, un leve segundo, no pienso.

Sólo siento ese aire frío que penetra por mis venas oxigenándolas y dándole vida a mi corazón.

"Demain, dès l'aube...i", recito para mi con toda la fuerza del batir de mi espíritu "Demain, dès l'aube, il'n'y auras rien", asevero por dentro.

Tomo un último sorbo de aire fresco y cierro cuidadosa de no manchar el cristal de la ventana. Giro la mirada y hay otras tantas por cerrar. Me consuelo pensando que cuando una puerta se cierra otra se abre.

Tomo mi escoba y evito recorrer con la mirada la amplia sala. Enorme, maginifica, esplendorosa aún vacía y acallada su música. Tan sólo una de las lámparas que visten su techo queda encendida, jugando con las sombras de las paredes y vistiendo de claro-oscuros sus cuadros.

Camino hacia la siguiente ventana, me limito a mirar el suelo cuando me sorprendo girando mi cabeza para volver a disfrutar de la deleitante visión de un jardín enterrado en el perfume de la naturaleza... Aún oigo las voces de los rezagados, unos pasean por sus caminos, les veo... No puedo evitar sonreir.

La conjura de la luna hace que el verde natural se torne oscuro pero que no abandone su esencia que choca con las finas piedras blancas del suelo que realzan aún más su belleza mientras el aire susurra a los oídos de los amantes paseantes y acaricia los árboles adornando aún más su embelesante espectral aspecto.

"Demain dès l'aube", me limito a recitar mientras retomo mis quehaceres contando las hojas que se arremolinan a mis pies memorizando una imagen para dibujar al alba.