Lejos de las rutinas [Ginebra Le Boursier]

por Invitado Lun Mar 07, 2011 7:30 pm

Ahora me sentía bastante tranquilo, no como la noche anterior, que me fue algo complicado asesinar al paje de miss Van Beethoven. El tipo supo varias cosas antes de morir, mi inmortalidad y mi condición, fue algo extraño debo confesar, el hecho de hablar con alguien con tanta confianza, en un busque, los dos solos…
Pues claro que no era lo mismo con Alfred, mi mayor domo, al principio me costó retenerlo, sintió miedo, hasta desapareció de la mansión por 1 semana, pero estaba acabado, le exprese claramente, que no debía decir nada a nadie, o si no… la muerte tocara a su puerta con facilidad y rapidez.

Aun seguía acostado, mi torso superior estaba desnudo, mis ojos miraban al techo de la habitación, mi cuerpo estaba sumergido dentro de sabanas sumamente suaves y blancas, mire a mi lado, había una almohada que poseía un delicioso aroma, además de dejar la huella de que alguien la había utilizado, me acerque a esa almohada, sumergí mi rostro en ella, dejando ver mi gran y fuerte espalda. Ese olor tan delicioso, tentador, llego hasta mi espina dorsal, era tan dulce, tan placentero, a mi mente llegaba con rapidez esa figura esbelta, esos cabellos castaños, bien cuidados, sus hermosos ojos azules que con la poca luz a la que nos enfrentamos, llegaban a ser algo confusas e hipnotizantes… como no dejar perderme en ellos si son tan gloriosos…

por **Alexi Wolfkang** Lun Mar 07, 2011 8:09 pm

*Estaba volando bajo y cerca de uno de los hoteles mas famosos de paris, me pose sobre el barandal de un valcon que parecia estar sola la habitacion Holule para ver si realmente no habia nadie y poder hacer la transformacion, sin ojos que me juzgaran como algo malo o como una bruja, en estos tiempos habia que andar de cuidado ya que los inquisidores ultimamente andaban mucho mas activos que de lo que andaban el resto del año. Me puse sobre la mesita de marmol que estaba afuera seria un buen lugar de apoyo para mis piernas, en lugar del endeble varandal del valcon. Holule una vez mas para verificar si realmente no se encontraba nadie, y asi salir como humana caminado de la habitacion, lo bueno es que habia perdido a un hombre lobo que me andaba cazando como comida, pero no le daria el gusto, aparte la mesita que estaba mas escondida me escondia mas me quede unos segundos mas asi para ver si no pasaba por ahi el licano que me perseguia. Aparte en ese techo que estaba bajo aquel cuarto habia dejado mi arpa antes de que empezara la alocada persecusion y antes de que me convirtiera en ave para volver al lugar donde habia comenzado todo aquella noche*

por **Ginebra Le Boursier** Lun Mar 07, 2011 8:10 pm

Sin mucho apresuro había entrado al hotel, caminando por los corredores largos y anchos, adorando el tapiz de las paredes. Me dirigí hacia una habitación en particular, con un andar elegante y sin preocupaciones seguí mi camino a ese lugar al que yo iba, pensando en una sola persona, Alexander.
Una vez que estuve frente la puerta, comencé a abrirla lentamente y en el proceso, lo vi con su rostro oculto en una almohada y aspirando su olor.

-Creo que tienes fantasías con la almohada, querido- comente sonriendo y acercándome hacia él para abrazarlo. Acaricie su torso que estaba desnudo, era suave y terso. En varias ocasiones observaba sus músculos marcados y recorriéndolos con el dedo índice.
-¿Tengo que preocuparme por tus fantasías? - pregunte un poco juguetona contemplando sus ojos grandes y negros. Para luego depositar un corto y suave beso en sus labios.
Me levante de la cama dejándolo con ansias, me encantaba la cara que ponía cuando lo dejaba con ganas de algo. Entorne mi rumbo hacia la ventana, analizando el pequeño búho que se encontraba ahí.

-Que lindo, búho- abrí la puerta del balcón con cuidado y para verlo mejor. Era de un blanco como el marfil y algunas plumas de color café oscuro, casi de color negro. Su olor estaba mesclado con el de la carne humana así que podía asegurar que era un cambia formas.

por Invitado Lun Mar 07, 2011 9:38 pm

Suspire sobre la almohada, sentía el verdadero aroma de Ginebra, el original. Gire mi rostro y mire hacia la puerta de la habitación, donde esperaría con ansias la entrada de mi bella dama.
- No si esta almohada tiene su escancia madame… - dije con una sonrisa de lado, aun con mi rostro en la almohada. Luego decidí levantarme, ya que mi musa, se acercaba a mí, no perdería la oportunidad de recibir un estrecho abrazo.
Finalmente ella ya estaba a mi lado, yo aun sentado en la cama, tome de sus manos luego de nuestro abrazo, mi dedo pulgar acariciaba el tordo de ella, tan suave, tan nívea, tan tersa, tan dócil…

- A estas alturas mis fantasías ya fueron todas cumplidas ma petite- solo me gustaba hablar cosas pequeñas en francés… - ¿Por qué te has ido tan temprano?

No fui capaz de percibir si aún seguía conmigo, ni tampoco tengo el recuerdo de a qué hora fue su marcha, había quedado tan agotado, además de ser una noche maravillosa, fue algo ajetreada, jugué tanto con mi comida que llego a ser algo agobiante, fue algo sumamente distinto a lo que hacía normalmente, pero por supuesto, Ginebra no sabía de esta situación.

- ¿A dónde has ido? – mientras observaba su belleza mis manos comenzaron a jugar con sus largos cabellos dorados, podía estar horas allí, sentado frente a ella… - ¿Por qué no me has despertado? – mi rostro se acerco al de ella, bese su mejilla con muchísimo cuidado y ternura, cerré mis ojos y me acerque a su oído y bese su lóbulo… con una ganas tremendas de darle un mordisco juguetón.

por **Ginebra Le Boursier** Lun Mar 07, 2011 9:54 pm

Sonreí de una manera irónica, si se trataba de mi Alexander se levantaba a pesar de ser tan flojo. Abrazar a una almohada solo por que tenia impregnada mi olor, se me mostraba de una manera tierna pero a la vez un poco retorcida y fantasiosa.

-Ya te había dicho antes que no necesitas ser tan formal- acaricie sus fuertes brazos, apretándolos un poco y guiando su forma con mis manos.
-Tenía que arreglar un pequeño asunto con Rossella eso es todo- sentencie un poco disgustada, Rossella se encontraba enojada y preocupada de donde había estado la noche anterior, significaba que me quería mucho y a la par de que me trataba como una niña.
-Aparte de que quedaste muy cansado de nuestro jugueteo de anoche- le sonreí pícaramente –pensé que necesitabas descansar por eso no te levante-
-Creo que tienes ganas de repetir lo de anoche- Lo note un poco ansioso, primero beso mi mejilla con ternura luego continua con mi lóbulo y se notaba que tenía ganas de morderme. Lo estreche en un abrazo por segunda vez, no sabía que cosas pervertidas tenia planeadas para esta noche así que necesitaba prepararme para lo que sea.

por Invitado Mar Mar 08, 2011 9:25 am

- No se trata de ser formal… solo quiero demostrar mi respeto hacia ti, nada más… - dije mientras aun gozaba de su piel y delicioso aroma.
Ahora mis labios eran los que disfrutaban de la suave piel de mi vampiresa, aun con mis ojos cerrados, mis manos pasaron a su cintura, luego subieron por su espalda.
- Anoche me alimente correctamente, estoy de maravilla – deje de mi loca tentación y deje que mis ojos se encontraran los de suyos –tengo un millón de noches para estar… con usted… señorita Le Boursier. Y pensar que por tan solo esa noche, es usted solamente mía… - le sonreí de lado, mis ojos se veían serenos, estaba calmado, hasta se notaba un poco el color de mis ojos pardos, en cambio, los de ella eran impresionantes.

- Te parece si hoy… salimos juntos – eso no siempre lo hacíamos. Con Ginebra no levábamos mucho tiempo aun, tan solo 6 meses, eso era la nada misma para un vampiros, estaba ansioso de que los años pasaran y aun siguiera conociendo a mi vampiresa, todos sus secretos y anécdotas… debe guardar muchas cosas, además de que fue transformada hace más siglos que yo. – si no quieres… podemos vernos esta noche aquí mismo…

Las cortinas de la habitación, que estaban completamente cerraras, no mostraban signos de amenaza en el exterior, aun estaba amaneciendo, de seguro estaba nublado, los rayos del sol no podían penetrar el cielo.

por **Ginebra Le Boursier** Mar Mar 08, 2011 4:37 pm

-Pues demuestras mucho respeto, demasiado. A veces no sirve de mucho el ser tan formal- Acaricie sus cabellos negros, masajeando su cráneo.

-Sigo pensando que te gustan muy maduras, te sobre llevo 2439 siglos en total. Eres todavía muy nene para mí- sonreí un poco juguetona, el odiaba que yo le digiera que es un niño. Le acaricie la cabeza con cariño respaldando lo que antes había dicho.

-Ayer no pude alimentarme tan bien, después del ajetreo. Salí del hotel para alimentarme pero solo fue poco, tuve que ir directo con Rossella- Deposite un suave beso en su cabeza, oliendo su aroma a la vez. Rossella últimamente estaba muy enfadada conmigo. No sabía la razón.

-¿Salir juntos? Pensé que la lujuria te ganaría con lo pervertido que eres- mi mano bajo de su cabeza para acariciar su rostro primero la frente para seguir con sus mejillas. –El sol comenzó a salir, ya no puedo irme. Aun por mucho que este nublado, en cualquier momento una ráfaga de viento puede llevárselas- sentencie viendo hacia la ventana cubierta por espesas cortinas color vino.

Lo aleje un poco de mi y lo recosté en la cama, me tumbe a su lado. Acurrucando mi cuerpo junto con el de Alexander. No llevábamos demasiado tiempo juntos, nada exactamente en la vida inmortal. Me encantaban sus grandes ojos pardos, su piel tersa y suave.

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