AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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!¿Como te atreves?![Mar Santini][+18]
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!¿Como te atreves?![Mar Santini][+18]
Era de noche, la luna estaba en lo alto de su cúspide, hermosa, grande y redonda, se mostraba elegante y audaz, pero en ese momento no le había funcionado mucho su presencia, caminaba como un vagabundo, moribundo y lleno de sangre por las calles de parís; había tenido una pelea con otro de su especies, este tenia mas años y era más fuerte, aunque pudo escapar, una gran mordida en su brazo derecho lo había dejado inmóvil y sangrando, entre sus dedos se escurría la sangre dejando un rastro de gotas como migajas de pan, la gente se apartaba… eso es… apártense… no era bueno estar cerca de él, su rostro estaba distorsionado, del dolor, y rabia por haber perdido.
-Ahg…- mostro cierto dolor al apoyarse de una pared de su brazo malo. Comenzó a girar en un callejón hasta que encontró una puerta y entro, no sabía muy bien donde estaba, solo deseaba descansar un poco hasta que sus heridas sanaran.
Tumbo su cuerpo dejándolo en el piso de aquel local, cerro sus ojos, sus oídos aun aturdidos oía una extraña y animada música, su nariz ahogada por su sangre percibía perfumes baratos y mucho maquillaje ¿Dónde estaría…? ¿seria seguro…?.
Oyo los pasos firmes de un hombre quien deseaba ayudarlo, gruño como un animal, sujetando fuertemente su brazo-No me toques- dijo sombrío mostrando rabia contenida en sus ojos, el sujeto retrocedió intimidado, sabia que nadie seria capaz de acercarse, daba mucho miedo para que alguien lo hiciera, dejo salir un leve gemido de dolor mientras cerraba sus ojos y apoyaba la cabeza en la pared.
-Ahg…- mostro cierto dolor al apoyarse de una pared de su brazo malo. Comenzó a girar en un callejón hasta que encontró una puerta y entro, no sabía muy bien donde estaba, solo deseaba descansar un poco hasta que sus heridas sanaran.
Tumbo su cuerpo dejándolo en el piso de aquel local, cerro sus ojos, sus oídos aun aturdidos oía una extraña y animada música, su nariz ahogada por su sangre percibía perfumes baratos y mucho maquillaje ¿Dónde estaría…? ¿seria seguro…?.
Oyo los pasos firmes de un hombre quien deseaba ayudarlo, gruño como un animal, sujetando fuertemente su brazo-No me toques- dijo sombrío mostrando rabia contenida en sus ojos, el sujeto retrocedió intimidado, sabia que nadie seria capaz de acercarse, daba mucho miedo para que alguien lo hiciera, dejo salir un leve gemido de dolor mientras cerraba sus ojos y apoyaba la cabeza en la pared.
Última edición por Eerin Schiffer el Dom Ene 29, 2012 8:38 pm, editado 1 vez (Razón : por si tienen alguna duda (?))
Eerin Schiffer- Licántropo Clase Media
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Re: !¿Como te atreves?![Mar Santini][+18]
*La muchacha estaba una vez más en el burdel escuchando las traviesas aventuras de la madame que ya le habia cogido confianza a la mujer, porque aunque fuera una prostituta de lujo tenia que pagar unas facturas extra de los trajes que recien se habia permitido comprar asi que para que su economia no sufriera demasiado siempre que podia iba al burdel una vez que habia atendido a sus clientes en su hogar y no tenia suficiente. Mientras charlaba escucho el sonido de algunas mujeres unas asustadas y otras cuantas con una sonrisa cachonda en su boca pero como cobardes no se acercaban habia un problema, eso dijo un hombre que se habia acercado*
Lo solucionaré pero a cambio de eso todas las propinas de esta noche serán mias
*La madame lo sopesó pero despues le indicó que hiciera lo que podía, ¡ ha ! no sabia de lo que era capaz esta mujer, por eso le dejo pensando que tendria que ser la siguiente victima. Se acercó corriendo a ver lo que pasaba sin dejarse impresionar se quitó una parte del poco vestido que llevaba quedando con la ropa interior al descubierto, le miró con frialdad cuando hábilmente colocó la tela a modo de venda temporal mientras le tomaba por la camisa acercandole peligrosamente*
Si quieres vivir mas te vale seguirme, puedo curarte pero si no me escuchas serás el hazme-reir de todas las putas
*Le soltó con brusquedad y empezó a caminar ante la vista atónita de las mujeres que se apretaban a sus clientes con descaro, el descaro que la cobardia junto con otro sentimiento llamado 'vigila a tus clientes', muchas prostitutas se apretaban contra ellos lo suficiente para que no se marchasen a ver a la mujer que exponia con tanta normalidad su cuerpo aunque la mayor parte de los hombres veían un lado más sensual en la mujer que ahora subia por las escaleras*
¡ VAMOS !*Rugió con voz atronadora, mirandole con una sonrisa sensual mientras se apoyaba en la baranda de la escalera mirando fijamente a ese hombre, tenia algo raro, algo que le estaba haciendo dudar si hacia bien en ayudarle, pero una vida era una vida, un hombre era un hombre, una ganancia, era siempre una ganancia*
Lo solucionaré pero a cambio de eso todas las propinas de esta noche serán mias
*La madame lo sopesó pero despues le indicó que hiciera lo que podía, ¡ ha ! no sabia de lo que era capaz esta mujer, por eso le dejo pensando que tendria que ser la siguiente victima. Se acercó corriendo a ver lo que pasaba sin dejarse impresionar se quitó una parte del poco vestido que llevaba quedando con la ropa interior al descubierto, le miró con frialdad cuando hábilmente colocó la tela a modo de venda temporal mientras le tomaba por la camisa acercandole peligrosamente*
Si quieres vivir mas te vale seguirme, puedo curarte pero si no me escuchas serás el hazme-reir de todas las putas
*Le soltó con brusquedad y empezó a caminar ante la vista atónita de las mujeres que se apretaban a sus clientes con descaro, el descaro que la cobardia junto con otro sentimiento llamado 'vigila a tus clientes', muchas prostitutas se apretaban contra ellos lo suficiente para que no se marchasen a ver a la mujer que exponia con tanta normalidad su cuerpo aunque la mayor parte de los hombres veían un lado más sensual en la mujer que ahora subia por las escaleras*
¡ VAMOS !*Rugió con voz atronadora, mirandole con una sonrisa sensual mientras se apoyaba en la baranda de la escalera mirando fijamente a ese hombre, tenia algo raro, algo que le estaba haciendo dudar si hacia bien en ayudarle, pero una vida era una vida, un hombre era un hombre, una ganancia, era siempre una ganancia*
Mar Santini- Humano Clase Alta
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Re: !¿Como te atreves?![Mar Santini][+18]
Había cerrado sus ojos sintiendo como poco a poco sus tejidos comenzaban a curarse instintivamente, en poco minutos estaría como nuevo y podría macharse de ese lugar como si nada, claro dejando algunas personas confundidas, en su mente se formularían preguntas como ¿acaso este no estaba herido de muerte? ¿Por qué no sangra más? O cosas así pero en realidad no le importaba, si alguien lo seguía o molestaba simplemente lo mataría, ¿muy rudo? El era así, siempre actuando con el primer pensamiento. Abrió repentinamente sus ojos al escuchar a lo lejos unos murmullos, todavía aquellos infelices no se habían ido ¿acaso no temían morir?, levanto su vista encontrándose con una hermosa mujer con un largo vestido, pensó que a esa ya se le había zafado un tornillo cuando se rasgo su vestido solamente para vendarle una de las heridas que sanaba lentamente. Sintió su mirada fría y aquella fuerza que solamente unas pocas mujeres tenían, sus palabras retumbaron en su cabeza, deseaba dejar salir una gran carcajada, pero solamente se limito a gruñir divertido mientras aun sentía el dolor en sus huesos y las heridas aun brotando sangre.
-Pobre mujer- murmuro levantándose y obedeciendo a lo que esta decía-No sabes con lo que te metes- dijo para sí mismo mientras le miraba caminar con total normalidad ante las personas, eso sí que era divertido, ya comenzaba a ganarle gusto a aquella situación.
Habían llegado a una habitación en donde el hombre entro sin dudar, cuando sintió la puerta cerrada, se quito el pedazo de vestido y se lo tiro en la cara a la joven, le mostro en silencio como solamente habían coágulos de sangre secándose en su piel, movió sus brazos, sintiendo que sus huesos rotos habían ya curado, se quito su camisa ensangrentada, dejando ver que no había ni un solo rasguño en su cuerpo, o algún rastro de que era el moribundo herido de hace apenas solo unos minutos, con su misma camisa manchada y sudorosa se quitaba las costras de sangre de su rostro de demás cuerpo, se había olvidado de la mujer, bueno la verdad no le interesaba un comino, pero aun así se acerco a ella con su rostro distorsionado y lleno de furia, le acorralo en una de las paredes de la estrecha habitación quedando peligrosamente frente a frente.
-Si abres la boca para pedir ayuda- murmuro entre dientes-Te matare antes de que tu última palabra salga de tus labios- dijo riendo con maldad. ¡Aquel hombre, no, aquel ser no tenia prejuicios! Podría matar a una mujer como a un hombre común y corriente, con las mismas armas y sin ninguna piedad, no diferenciaba entre niños y ancianos, ni enfermos y discapacitados ¡era un verdadero monstro lo que aquella mujer tenía ahí! Y sin querer se había metido en la boca del lobo.
Era como caperucita rojo encontrándose con el lobo feroz, pero en este caso, el lobo feroz, era aun más feroz que el cuento de hadas y tenia rasgos totalmente humanos.
-Pobre mujer- murmuro levantándose y obedeciendo a lo que esta decía-No sabes con lo que te metes- dijo para sí mismo mientras le miraba caminar con total normalidad ante las personas, eso sí que era divertido, ya comenzaba a ganarle gusto a aquella situación.
Habían llegado a una habitación en donde el hombre entro sin dudar, cuando sintió la puerta cerrada, se quito el pedazo de vestido y se lo tiro en la cara a la joven, le mostro en silencio como solamente habían coágulos de sangre secándose en su piel, movió sus brazos, sintiendo que sus huesos rotos habían ya curado, se quito su camisa ensangrentada, dejando ver que no había ni un solo rasguño en su cuerpo, o algún rastro de que era el moribundo herido de hace apenas solo unos minutos, con su misma camisa manchada y sudorosa se quitaba las costras de sangre de su rostro de demás cuerpo, se había olvidado de la mujer, bueno la verdad no le interesaba un comino, pero aun así se acerco a ella con su rostro distorsionado y lleno de furia, le acorralo en una de las paredes de la estrecha habitación quedando peligrosamente frente a frente.
-Si abres la boca para pedir ayuda- murmuro entre dientes-Te matare antes de que tu última palabra salga de tus labios- dijo riendo con maldad. ¡Aquel hombre, no, aquel ser no tenia prejuicios! Podría matar a una mujer como a un hombre común y corriente, con las mismas armas y sin ninguna piedad, no diferenciaba entre niños y ancianos, ni enfermos y discapacitados ¡era un verdadero monstro lo que aquella mujer tenía ahí! Y sin querer se había metido en la boca del lobo.
Era como caperucita rojo encontrándose con el lobo feroz, pero en este caso, el lobo feroz, era aun más feroz que el cuento de hadas y tenia rasgos totalmente humanos.
Eerin Schiffer- Licántropo Clase Media
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Re: !¿Como te atreves?![Mar Santini][+18]
Pero mira a quien tenemos aqui *se habia olvidado de gritarle, se habia olvidado de asestarle una puñalada o una bofetada en cuando le habia tirado el vestido, le gustabael peligro le excitaba la muerte por eso a pesar del ligero temor que estaba sintiendo se acostumbró rapidamente a sentirse superior aunque fuera una mentira, la puerta se habia cerrado seguramente no habria nadie en aquellas habitaciones más que ellos dos por la hora y porque por el momento atendian a los clientes abajo hasta que estuviesen suficientemente borrachos para llevarse un extra*
¿Porque quieres que pida perdon, crees que soy una de tus putitas asustadas? *arqueó una ceja al sentirse acorralada, interiormente estaba valorando las posibilidades de salir con vida las cuales eran completamente nulas, por el momento nulas pues como le habia demostrado era un ser sobrenatural. No podia ser un vampiro el calor que desprendia el cuerpo ajeno le indicaba que no lo era* ahora mismo estoy excitada deberias ser tu quien tenga miedo de mi *le miró fijamente a los ojos borrando una sonrisa de los labios, su rostro era serio e incluso desafiante, si el podia matar ella no se quedaba atrás pues en sus vidas siempre habia estado asesinando a aquellos que han querido hacer de ella una cosa más de lo que era.
La exhuberante figura de la mujer parecia cómoda en aquel rincón mientras un tirabuzón pelirrojo escondia su rostro parcialmente, se quitó el mechón con la misma rapidez con la que habia aparecido aparentando aburrimiento, no habia nadie, si queria matarla solo tenia que hacerlo ¿porqueno lo hacia? aunqueen primer lugar se preguntaba porque lo habia acogido, no era la hermana de la caridad y solo lo habia hecho porque todo lo que habia recaudado esa noche podria pertenecerle sin entregarle una parte a la madame. Dió un empujón a aquel hombre aprovechandose de que estaba presumiendo de su virilidad*
Si ya estas curado no tienes mas que irte *Se arrodilló tomando el trozo de tela de su vestido, tirándolo a una papelera que habia al lado utilizada nada mas por aquellos que pagaban por mirar, desvergonzada como siempre no tardó en quitarse el vestido, quedando unas bragas diminutas que acariciaban su zona inferior, la superior se mostraba completamente expuesta, no se tomó mucho tiempo sino que saco el segundo vestido de la noche, un vestido que acentuaba sus caderas, el escote marcaba siempre sus senos con sensualidad nunca con demasiada obscenidad, el vestido anterior el que se habia quitado se lo tiró a la cara al hombre cortesía de lo que habia hecho anteriormente "mar no hagas cosas innecesarias" se repetia en el cerebro pero ella sabia perfectamente que no podia evitarlo, su orgullo o sus acciones de mujer salvaje iban por delante de lo que cualquier lógica mandase*
¿Porque quieres que pida perdon, crees que soy una de tus putitas asustadas? *arqueó una ceja al sentirse acorralada, interiormente estaba valorando las posibilidades de salir con vida las cuales eran completamente nulas, por el momento nulas pues como le habia demostrado era un ser sobrenatural. No podia ser un vampiro el calor que desprendia el cuerpo ajeno le indicaba que no lo era* ahora mismo estoy excitada deberias ser tu quien tenga miedo de mi *le miró fijamente a los ojos borrando una sonrisa de los labios, su rostro era serio e incluso desafiante, si el podia matar ella no se quedaba atrás pues en sus vidas siempre habia estado asesinando a aquellos que han querido hacer de ella una cosa más de lo que era.
La exhuberante figura de la mujer parecia cómoda en aquel rincón mientras un tirabuzón pelirrojo escondia su rostro parcialmente, se quitó el mechón con la misma rapidez con la que habia aparecido aparentando aburrimiento, no habia nadie, si queria matarla solo tenia que hacerlo ¿porqueno lo hacia? aunqueen primer lugar se preguntaba porque lo habia acogido, no era la hermana de la caridad y solo lo habia hecho porque todo lo que habia recaudado esa noche podria pertenecerle sin entregarle una parte a la madame. Dió un empujón a aquel hombre aprovechandose de que estaba presumiendo de su virilidad*
Si ya estas curado no tienes mas que irte *Se arrodilló tomando el trozo de tela de su vestido, tirándolo a una papelera que habia al lado utilizada nada mas por aquellos que pagaban por mirar, desvergonzada como siempre no tardó en quitarse el vestido, quedando unas bragas diminutas que acariciaban su zona inferior, la superior se mostraba completamente expuesta, no se tomó mucho tiempo sino que saco el segundo vestido de la noche, un vestido que acentuaba sus caderas, el escote marcaba siempre sus senos con sensualidad nunca con demasiada obscenidad, el vestido anterior el que se habia quitado se lo tiró a la cara al hombre cortesía de lo que habia hecho anteriormente "mar no hagas cosas innecesarias" se repetia en el cerebro pero ella sabia perfectamente que no podia evitarlo, su orgullo o sus acciones de mujer salvaje iban por delante de lo que cualquier lógica mandase*
Mar Santini- Humano Clase Alta
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Re: !¿Como te atreves?![Mar Santini][+18]
Que mujer tan orgullosa, miraba aquella expresión tan estúpida de retarlo a el, en definitiva no quería su vida, se rio al frente de ella dejando salir un pequeño gesto humano y despreocupado, no como aquella bestia que se había enfrentado hace unos momentos, ese era el, alguien un poco bipolar.
Se acerco a ella, sujetándola de la cintura, agarro una de sus muñecas alzándola delicadamente, como invitándola a bailar algún tipo de vals, pero era todo menos eso, acerco sus labios a los de ella, dejándolo cerca pero sin rozarlo, muy pronto estos se acercaron a su oído haciendo que su nariz rozara con su cabello, al igual que las dos mejillas rozaran.
-¿Acaso cree que dejarme ir así como así le conviene?- dio unos paso hacia atrás cayendo en la cama, tenía muy buen control de su espacio, sabia donde estaba cada lugar. Se sentó en el borde de la cama haciéndola sentar en sus piernas mientras le agarraba firmemente –Todos en ese lugar vieron lo que paso- le explico mientras acariciaba su hermosa piel del cuello-Si bajo sin ninguna herida…- beso el cuello de la mujer acercándola a su cuerpo –Sabrían que no soy humano y comenzarían a especular que escondes seres extraños y tus ventas bajarían por temer que salgan lastimados por estar cerca de ti –
Le libero dejándola parada mientras el se acostaba en la cama, cerrando los ojos despreocupado-Nostalgico no?-
Se acerco a ella, sujetándola de la cintura, agarro una de sus muñecas alzándola delicadamente, como invitándola a bailar algún tipo de vals, pero era todo menos eso, acerco sus labios a los de ella, dejándolo cerca pero sin rozarlo, muy pronto estos se acercaron a su oído haciendo que su nariz rozara con su cabello, al igual que las dos mejillas rozaran.
-¿Acaso cree que dejarme ir así como así le conviene?- dio unos paso hacia atrás cayendo en la cama, tenía muy buen control de su espacio, sabia donde estaba cada lugar. Se sentó en el borde de la cama haciéndola sentar en sus piernas mientras le agarraba firmemente –Todos en ese lugar vieron lo que paso- le explico mientras acariciaba su hermosa piel del cuello-Si bajo sin ninguna herida…- beso el cuello de la mujer acercándola a su cuerpo –Sabrían que no soy humano y comenzarían a especular que escondes seres extraños y tus ventas bajarían por temer que salgan lastimados por estar cerca de ti –
Le libero dejándola parada mientras el se acostaba en la cama, cerrando los ojos despreocupado-Nostalgico no?-
- Spoiler:
- Off: perdón por ser tan corto, tengo muchos post y ando sin tiempo, la próxima si sera larga
Eerin Schiffer- Licántropo Clase Media
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Re: !¿Como te atreves?![Mar Santini][+18]
* Dejó que tomase su cuerpo, de nuevo el hecho de que le gustase el sexo le estaba causando una mala sensación de calor entre las piernas pero siempre se habia sabido controlar, dejo que pensara por unos momentos que era una chica indefensa mientras le miraba a los ojos o se dejaba tomar por las muñecas con una sonrisa en los labios. Era del tipo que le gustaba, un hombre salvaje pero que extrañamente le habia respetado, si fuera del todo salvaje como decía ella ahora mismo estaria en el suelo ahorcada o incluso algo peor asi que debia de agradecerle que hiciera todos esos movimientos con ella al menos por el momento.
Cuando se sentó en la cama diciendo aquel discurso arqueó una ceja, un tirante acariciaba su piel dejandose caer, la curva sensual de sus hombros aumentaban la belleza propia que tenía la pelirroja, con un suspiro nego sentándose una vez más sobre el regazo de aquel hombre con una sonrisa en los labios mientras le tomaba por el mentón* Trabajo aqui poco tiempo asi que mis ventas no disminuirían en ningún momento, segundo todos los hombres estan borrachos asi que ¿crees que alguno se va a dar cuenta de algo? o lo que es mejor, ¿alguien haria caso a un borracho? y tercer lugar
*empujó por el pecho al hombre haciendo que se recostase, dejó ambas manos a un lado de la cabeza del hombre dejando que sus senos chocasen contra el rostro de aquel desconocido con una sonrisa* ¿crees que alguno tendrá ojos para mirarte a ti? *tan rápido como se habia acercado a él se alejó dibujando en su rostro una sonrisa traviesa en su boca, le gustaba ser así pero solo cuando habia diversion de por medio. Si fuera otra persona habría dudado en acercarse pero ahora le parecia algo interesante. Tomó con despreocupación una botella de vino que iba a tomarse con algun cliente pero el otro no parecia deseoso de irse así que la abrió y bebió de la misma botella sentándose con las piernas separadas en un sillón mirando e incluso analizando a aquel hombre* Pero puedes quedarte, hacia mucho tiempo que un buen macho no venía por aqui *le guiña el ojo con una sonrisa coqueta mientras daba otro sorbo a la bebida*
Cuando se sentó en la cama diciendo aquel discurso arqueó una ceja, un tirante acariciaba su piel dejandose caer, la curva sensual de sus hombros aumentaban la belleza propia que tenía la pelirroja, con un suspiro nego sentándose una vez más sobre el regazo de aquel hombre con una sonrisa en los labios mientras le tomaba por el mentón* Trabajo aqui poco tiempo asi que mis ventas no disminuirían en ningún momento, segundo todos los hombres estan borrachos asi que ¿crees que alguno se va a dar cuenta de algo? o lo que es mejor, ¿alguien haria caso a un borracho? y tercer lugar
*empujó por el pecho al hombre haciendo que se recostase, dejó ambas manos a un lado de la cabeza del hombre dejando que sus senos chocasen contra el rostro de aquel desconocido con una sonrisa* ¿crees que alguno tendrá ojos para mirarte a ti? *tan rápido como se habia acercado a él se alejó dibujando en su rostro una sonrisa traviesa en su boca, le gustaba ser así pero solo cuando habia diversion de por medio. Si fuera otra persona habría dudado en acercarse pero ahora le parecia algo interesante. Tomó con despreocupación una botella de vino que iba a tomarse con algun cliente pero el otro no parecia deseoso de irse así que la abrió y bebió de la misma botella sentándose con las piernas separadas en un sillón mirando e incluso analizando a aquel hombre* Pero puedes quedarte, hacia mucho tiempo que un buen macho no venía por aqui *le guiña el ojo con una sonrisa coqueta mientras daba otro sorbo a la bebida*
- Spoiler:
- [Off- no te preocupes yo tambien he tardado y el post no es demasiado grande, espero que te guste realmente me va gustando como va nuestro post ]
Mar Santini- Humano Clase Alta
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Re: !¿Como te atreves?![Mar Santini][+18]
Aquella hermosa mujer de pelo rojizo era audaz y hermosa, cualquiera otra cortesana hubiera salido corriendo al ver que él no era un humano normal, pero esta se había quedado a buscar algo más que la sensación del peligro y la adrenalina en su sangre, por aquella razón, por ser diferente no la mataría, tampoco estaba interesado en ella, solo deseaba buscar un momento de paz en todo aquello. Como pudo reírse con la teoría de la joven, era muy buena, se veía que no andabas sin rodeos.
Sintió como era acostado en la cama, pudo sentir los redondos y perfectos senos en su rostro, el aroma de la cortesana. Había dos cosas que harían volverse, relativamente, dócil, la hermosa luna, grande y redonda a lo alto del cielo estrellado y el olor a rosas frescas de una mujer, el aroma fresco y sensual de aquella mujer podría apaciguar a la bestia que estaba al frente de ella, claro eso solo podría verse más adelante.
-El que lo haga tiene que ser un idiota o un homosexual que no sienta la necesitad de tenerte en sus brazos – se sentó en la cama mientras miraba como la hermosa mujer se paseaba por el lugar.
Había tomado una botella de vino que había en el estante, el despreocupadamente siguió sentado como si nada necesitara, ahora que le recordaba, necesitaba una camisa nueva la otra estaba llena de sangre y no saldría así, después la robaría, miro a la joven quien le sonreía e invitaba a quedarse, le devolvió la sonrisa de una manera picara.
¿Comenzarían una fiesta ellos dos? –Lo que usted desee bella dama- sonrió apoyando su mano en la cabecera de la cama para poder pararse-pero no podemos comenzar una fiesta sin algo muy importante-Cuando quedo parado delante de ella se le aproximo lo suficiente para poder sentir su aliento –No soy un cliente, no soy su amigo, pero para comenzar, mi nombre es Eerin y usted?- sonrió quedándose así de cerca mientras esperaba una respuesta de la hermosa pelirroja que bebía de la botella
Sintió como era acostado en la cama, pudo sentir los redondos y perfectos senos en su rostro, el aroma de la cortesana. Había dos cosas que harían volverse, relativamente, dócil, la hermosa luna, grande y redonda a lo alto del cielo estrellado y el olor a rosas frescas de una mujer, el aroma fresco y sensual de aquella mujer podría apaciguar a la bestia que estaba al frente de ella, claro eso solo podría verse más adelante.
-El que lo haga tiene que ser un idiota o un homosexual que no sienta la necesitad de tenerte en sus brazos – se sentó en la cama mientras miraba como la hermosa mujer se paseaba por el lugar.
Había tomado una botella de vino que había en el estante, el despreocupadamente siguió sentado como si nada necesitara, ahora que le recordaba, necesitaba una camisa nueva la otra estaba llena de sangre y no saldría así, después la robaría, miro a la joven quien le sonreía e invitaba a quedarse, le devolvió la sonrisa de una manera picara.
¿Comenzarían una fiesta ellos dos? –Lo que usted desee bella dama- sonrió apoyando su mano en la cabecera de la cama para poder pararse-pero no podemos comenzar una fiesta sin algo muy importante-Cuando quedo parado delante de ella se le aproximo lo suficiente para poder sentir su aliento –No soy un cliente, no soy su amigo, pero para comenzar, mi nombre es Eerin y usted?- sonrió quedándose así de cerca mientras esperaba una respuesta de la hermosa pelirroja que bebía de la botella
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Re: !¿Como te atreves?![Mar Santini][+18]
*Se sentia halagada con las palabras de aquel hombre, al principio estaba planteandose golpearle pero previsto que tendría una buena noche de diversión con aquel hombre que no era un homosexual y tampoco tenia pinta de dejar escapar a una mujer cuando esta se le presentaba tan poco exigente, ella no huiria ni correría e incluso agradecia no hacerlo porque su verdadera naturaleza era ser la cortesana conocida por todos los hombres capaz de volverles locos con un giro de sus caderas por eso no iba a permitir que aquel hombre saliera de su vista sin antes probarle*
No eres mi cliente pero lo serás aunque no sea ese precisamente el nombre que emplee e incluso no eres mi amigo pero lo serás * Le sonrió cuando se acercó, miró sus ojos después paso por sus labios e incluso se permitió embriagarse como segunda copa de su aliento cálido. Tenia un buen cuerpo que parecia no romperse ni lastimarse como tantos otros que habian presumido de hombria, alguien que podria hacerle disfrutar de verdad* Mar santini, enchanté *Su francés era perfectamente sensual pero eso era tarea de una cortesana el hecho de que al estar en un nuevo pais te informases de algunas palabras para que los hombres quedaran encantados*
Si no tienes a donde ir te propongo varias cosas * dejó la botella encima de la mesa paseando los dedos por la camisa manchada del hombre no dudó en abrirsela para dejar aquel torso desnudo, si no hubiera controlado sus emociones habria soltado un susurro complacido ante tal vista pero era alguien que no acostumbraba a mostrarse como era al menos no en los primeros momentos e incluso depende de a quien se mostrase* si no teneis donde ir podeis quedaros en mi hogar, Eerin o si lo preferis podeis pasar la noche conmigo y despues os compraré una camisa nueva o lo que vos querais
*Pero lo que queria darle a entenfer era que tendria que pasar la noche entera con ella lo cual sin duda alguna era sumamente placentero, lo deseaba a medida que pasaban los segundos pero no iba a ser tan evidente como solian ser las mujeres cuando querían algo, en cambio, ella tomó un vaso y lo lleno tendiéndoselo con una sonrisa en los labios* ¿brindamos? sea lo que sea creo que son buenas opciones ¿o se te ocurre otra más que no sepa? *el tono sensual siempre viajaba por su garganta como si fuera lo mas normal del mundo bebiendo un nuevo sorbo de la botella despues de haberle guiñado un ojo*
No eres mi cliente pero lo serás aunque no sea ese precisamente el nombre que emplee e incluso no eres mi amigo pero lo serás * Le sonrió cuando se acercó, miró sus ojos después paso por sus labios e incluso se permitió embriagarse como segunda copa de su aliento cálido. Tenia un buen cuerpo que parecia no romperse ni lastimarse como tantos otros que habian presumido de hombria, alguien que podria hacerle disfrutar de verdad* Mar santini, enchanté *Su francés era perfectamente sensual pero eso era tarea de una cortesana el hecho de que al estar en un nuevo pais te informases de algunas palabras para que los hombres quedaran encantados*
Si no tienes a donde ir te propongo varias cosas * dejó la botella encima de la mesa paseando los dedos por la camisa manchada del hombre no dudó en abrirsela para dejar aquel torso desnudo, si no hubiera controlado sus emociones habria soltado un susurro complacido ante tal vista pero era alguien que no acostumbraba a mostrarse como era al menos no en los primeros momentos e incluso depende de a quien se mostrase* si no teneis donde ir podeis quedaros en mi hogar, Eerin o si lo preferis podeis pasar la noche conmigo y despues os compraré una camisa nueva o lo que vos querais
*Pero lo que queria darle a entenfer era que tendria que pasar la noche entera con ella lo cual sin duda alguna era sumamente placentero, lo deseaba a medida que pasaban los segundos pero no iba a ser tan evidente como solian ser las mujeres cuando querían algo, en cambio, ella tomó un vaso y lo lleno tendiéndoselo con una sonrisa en los labios* ¿brindamos? sea lo que sea creo que son buenas opciones ¿o se te ocurre otra más que no sepa? *el tono sensual siempre viajaba por su garganta como si fuera lo mas normal del mundo bebiendo un nuevo sorbo de la botella despues de haberle guiñado un ojo*
Mar Santini- Humano Clase Alta
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Re: !¿Como te atreves?![Mar Santini][+18]
Al encontrarse frente a frente, descubrieron que toda aquella habitación se había reducido en un pequeño espacio, aquel universo inventado por ellos dos solamente existan dos personas, la hermosa cortesana con los labios tan provocativos que parecían ordenar, así es, ordenar, nada de pedir ni suplicar, ordenar que fueran besados por los labios gruesos y masculinos del licántropo. Los movimientos de aquella cortesana llamada Mar Santini fue tomando lentamente la camisa del mayor. ¿Proponer? Sonrió de medio lado concentrándose en la voz de la joven, escuchando su acento tan perfecto, los botones de su camisa se fueron abriendo por los delicados dedos de Mar, Eerin bajo la mirada arqueando su ceja y sonriendo complacido, volvió su mirada hacia ella ladeando un poco su cabeza.
Ohh… aquella mujer… no había dos iguales en el mundo y para que hubiera una así debía volver a nacer o ser clonada, tenía varias opciones, además de las que ella le daba; podría irse, la verdad era que nada de eso importaba. Debía admitir que esa mujer era simplemente especial, con aquella belleza y movimientos que solamente una diosa del la seducción podría tener. Aquellas diosas, ellas solas podían hacer que a un hombre le invadiera el deseo de poseerlas, sabía que si se iba en ese momento, solo pensaría en ella y podrías hasta imaginar tantas cosas que pudiera hacerle su estuviera entre sus brazos. Hasta los humano tienen algo que los hace especiales “dones” que no los hace sobrenaturales como los brujos o gitanos, pero que hacen caer, en este momento, aunque él no lo supiera, el deseo comenzaba a crecer mas y mas en su interior.
-¿Sabes?- dijo dejando salir una risilla ronca-En ocasiones puede ser malvado ¡Oh! Si algún dios existe; Jesucristo, Buda o algún otro. Le ruego que no me perdone de mis pecados, pero en otras puedo ser un fiel perro- acerco sus grandes y masculinas manos al cuello de la cortesana, le encantaba la expresión de su rostro, era tan encantador cada musculo facial que movía. Acaricio su cuello hasta jugar con el borde de su vestido y volvió en el mismo recorrido, sin hacerle nada de daño y siendo lo más dulce posible-pero estos dos se mezclan- sus dedos dibujaros pequeñas siluetas en su pecho mientras sonreía con malicia-pero por hoy puedo ser tu fiel mascota por esta noche y parte de mañana-
Se quedo pensando un poco, era mejor comenzar la fiesta en ese lugar, después si querían seguir seria en su casa, como había dicho el, desde ahora sería su fiel mascota, una mascota que sería un placer tener en la misma cama. Sujeto su femenino cuerpo con tanta facilidad, que sonrió al hacerlo, la tenía en sus brazos, con delicadeza la deposito en la cama mientras aun la acunaba en sus brazos. Encontró en sus ojos un brillo que le fascino, parecía también extasiada por la situación como él lo estaba, toco con sus dedos los labios con aquella sonrisilla en sus labios casi infantil, parecía un niño tocando un dulce, un delicioso, suave y muy comestible dulce, pero en ese momento el no era un niño, aquella inocencia había desaparecido hace mucho tiempo, pero aun sentía aquella esencia de la inocencia pura.
Era bueno recodar los viejos tiempos, pero los demonios siempre llegaban con los lindos recuerdos, manchándolos de un carmesí para adentrar otros y abrir una gran herida en el pecho, cerró los ojos fuertemente, y un gesto de dolor deformo su rostro por unos momentos, demonios, los demonios que se alimentaban de su alma, eran muchos y muy peligrosos. Sujeto por detrás del cuello a la dama acercándola a sus labios, mientras en el volvía aquella sonrisilla infantil, para disfrutar el roce de sus bocas y comenzar con aquel encuentro casi épico.
Espero que te guste *-*
Ohh… aquella mujer… no había dos iguales en el mundo y para que hubiera una así debía volver a nacer o ser clonada, tenía varias opciones, además de las que ella le daba; podría irse, la verdad era que nada de eso importaba. Debía admitir que esa mujer era simplemente especial, con aquella belleza y movimientos que solamente una diosa del la seducción podría tener. Aquellas diosas, ellas solas podían hacer que a un hombre le invadiera el deseo de poseerlas, sabía que si se iba en ese momento, solo pensaría en ella y podrías hasta imaginar tantas cosas que pudiera hacerle su estuviera entre sus brazos. Hasta los humano tienen algo que los hace especiales “dones” que no los hace sobrenaturales como los brujos o gitanos, pero que hacen caer, en este momento, aunque él no lo supiera, el deseo comenzaba a crecer mas y mas en su interior.
-¿Sabes?- dijo dejando salir una risilla ronca-En ocasiones puede ser malvado ¡Oh! Si algún dios existe; Jesucristo, Buda o algún otro. Le ruego que no me perdone de mis pecados, pero en otras puedo ser un fiel perro- acerco sus grandes y masculinas manos al cuello de la cortesana, le encantaba la expresión de su rostro, era tan encantador cada musculo facial que movía. Acaricio su cuello hasta jugar con el borde de su vestido y volvió en el mismo recorrido, sin hacerle nada de daño y siendo lo más dulce posible-pero estos dos se mezclan- sus dedos dibujaros pequeñas siluetas en su pecho mientras sonreía con malicia-pero por hoy puedo ser tu fiel mascota por esta noche y parte de mañana-
Se quedo pensando un poco, era mejor comenzar la fiesta en ese lugar, después si querían seguir seria en su casa, como había dicho el, desde ahora sería su fiel mascota, una mascota que sería un placer tener en la misma cama. Sujeto su femenino cuerpo con tanta facilidad, que sonrió al hacerlo, la tenía en sus brazos, con delicadeza la deposito en la cama mientras aun la acunaba en sus brazos. Encontró en sus ojos un brillo que le fascino, parecía también extasiada por la situación como él lo estaba, toco con sus dedos los labios con aquella sonrisilla en sus labios casi infantil, parecía un niño tocando un dulce, un delicioso, suave y muy comestible dulce, pero en ese momento el no era un niño, aquella inocencia había desaparecido hace mucho tiempo, pero aun sentía aquella esencia de la inocencia pura.
Era bueno recodar los viejos tiempos, pero los demonios siempre llegaban con los lindos recuerdos, manchándolos de un carmesí para adentrar otros y abrir una gran herida en el pecho, cerró los ojos fuertemente, y un gesto de dolor deformo su rostro por unos momentos, demonios, los demonios que se alimentaban de su alma, eran muchos y muy peligrosos. Sujeto por detrás del cuello a la dama acercándola a sus labios, mientras en el volvía aquella sonrisilla infantil, para disfrutar el roce de sus bocas y comenzar con aquel encuentro casi épico.
Espero que te guste *-*
Eerin Schiffer- Licántropo Clase Media
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Localización : En las calles de Paris...
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Re: !¿Como te atreves?![Mar Santini][+18]
*Cerro los ojos al sentir su aroma masculino penetrar en sus sentidos, no era mujer fácil de conquistar o de domar pues siempre utilizaba el arma de la docilidad para que cuando menos lo esperase el hombre { o a veces la mujer } saltaba encima del cuerpo ajeno convirtiéndose en la domadora, por el momento no habia tenido quejas pro descubrió algo que no habia pasado nunca un dócil rubor domó la palidez de las mejillas de la cortesana mientras observaba cautivada los ojos de aquel hombre sonriendo de medio labio a lo que hacia e incluso alzó un poco más el mentón para que aquellas caricias continuasen un poco más suaves, asombroso, antes le habia tomado con tanta fuerza que dolía en cambio ahora era tan suave el tacto de aquel hombre que parecía estar tocando un objeto valioso aun cuando ella no podia considerarse de tal modo* Mi perro ¿eh? eso sono extrañamente bien pero ¿que harás si quisiera alargar el contrato?
*Por el momento se mostraba dócil e incluso tratable con una dama pues dejó que tomase su cuerpo y lo depositara en la cama, ella dejo las manos a ambos lados de su rostro mientras miraba fijamente sus orbes, era un hombre que habia sufrido mucho lo podia decir por su apariencia e incluso por la manera en la que habia entrado al principio. Era lo que más le gustaba que tenia un lado salvaje pero tambien un lado tierno como el mismo lo habia dicho, un demonio y al mismo tiempo un perro bastante fiel* La naturaleza femenina es caprichosa y creo que voy a quedar más satisfecha que tu en este pacto *Sonrió débil cuando los roces habian llegado, al principio acaricio sus cabellos jugando a besar sus labios sin besarlos, después como siempre hacia cambió la posicion quedando encima del cuerpo de aquel hombre con los brazos a cada lado de su rostro mirandole fijamente a los ojos.
Los tirabuzones caían por su rostro, dejando que su aliento luchase por dominar entre el calor de aquel hombre, le gustaba ese calor corporal ajeno. Se aprovecho de la posicion para besar aquellos labios con pasión, sensualidad y al mismo tiempo lentitud y profundidad, en el beso y en el cambio de postura el tirante del hombro derecho se descolocaba mostrando su hombro al desnudo, sonrió de modo completo cuando se separo de sus labios mirandole fijamente a los ojos* Añadamos una clausula más, podrás venir a mi casa siempre que quieras *dijo en un susurro mordiendo aquellos labios y estirandolos contra si, el calor de sus muslos chocaba contra la entrepierna de aquel hombre respondiendo con una sonrisa*
O... si deseas ser como dices un perro fiel por más tiempo no me quejaré * Le quitó la camisa dejándola tirada en el suelo, comprobando con gusto que aquel cuerpo atlético y varonil encajaba en los gustos de Mar { pero tambien en cualquier mujer que se preciase }, no tartamudeó en acariciar sus hombros y sus brazos mientras sus besos planeaban sobre su torso, primero fueron besos, después su lengua traviesa daba lamidas cortas, humedas, consiguiendo que su propia saliva fuera el perfume que tuviera el ajeno, hasta volver a sus labios dejando su frente sobre la ajena. Acarició su mejilla con una sonrisa, le gustaba aquello era una mujer caprichosa como habia comentado no dudaria en pedir más pero si le era dado podía disfrutar de la satisfacción de tenerlo.
Las rodillas de mar se posicionaron en las caderas de Eerin consiguiendo que su sexo chocase directamente con la hombría ajena, dió varios besos más a su boca moviendo suavemente su caderas, alzando los gluteos mientras sonreía traviesa, dejando aquel roce sugestivo entre ambos, primero en el burdel, después en casa, quizás en algún otro lugar más que seguramente le pediría si se encontraban, lamió sus labios, adentrando la lengua en el interior bucal del hombre, mientras cerraba los ojos, dejandose llevar, colocando una mano de eerin en su hombro en señal de que podía tocar o hacer lo que quisiera*
Off- I like it ! intenté reventar el botón de la reputación pero solo podia hacerlo una vez *-* espero que te guste el mio.
*Por el momento se mostraba dócil e incluso tratable con una dama pues dejó que tomase su cuerpo y lo depositara en la cama, ella dejo las manos a ambos lados de su rostro mientras miraba fijamente sus orbes, era un hombre que habia sufrido mucho lo podia decir por su apariencia e incluso por la manera en la que habia entrado al principio. Era lo que más le gustaba que tenia un lado salvaje pero tambien un lado tierno como el mismo lo habia dicho, un demonio y al mismo tiempo un perro bastante fiel* La naturaleza femenina es caprichosa y creo que voy a quedar más satisfecha que tu en este pacto *Sonrió débil cuando los roces habian llegado, al principio acaricio sus cabellos jugando a besar sus labios sin besarlos, después como siempre hacia cambió la posicion quedando encima del cuerpo de aquel hombre con los brazos a cada lado de su rostro mirandole fijamente a los ojos.
Los tirabuzones caían por su rostro, dejando que su aliento luchase por dominar entre el calor de aquel hombre, le gustaba ese calor corporal ajeno. Se aprovecho de la posicion para besar aquellos labios con pasión, sensualidad y al mismo tiempo lentitud y profundidad, en el beso y en el cambio de postura el tirante del hombro derecho se descolocaba mostrando su hombro al desnudo, sonrió de modo completo cuando se separo de sus labios mirandole fijamente a los ojos* Añadamos una clausula más, podrás venir a mi casa siempre que quieras *dijo en un susurro mordiendo aquellos labios y estirandolos contra si, el calor de sus muslos chocaba contra la entrepierna de aquel hombre respondiendo con una sonrisa*
O... si deseas ser como dices un perro fiel por más tiempo no me quejaré * Le quitó la camisa dejándola tirada en el suelo, comprobando con gusto que aquel cuerpo atlético y varonil encajaba en los gustos de Mar { pero tambien en cualquier mujer que se preciase }, no tartamudeó en acariciar sus hombros y sus brazos mientras sus besos planeaban sobre su torso, primero fueron besos, después su lengua traviesa daba lamidas cortas, humedas, consiguiendo que su propia saliva fuera el perfume que tuviera el ajeno, hasta volver a sus labios dejando su frente sobre la ajena. Acarició su mejilla con una sonrisa, le gustaba aquello era una mujer caprichosa como habia comentado no dudaria en pedir más pero si le era dado podía disfrutar de la satisfacción de tenerlo.
Las rodillas de mar se posicionaron en las caderas de Eerin consiguiendo que su sexo chocase directamente con la hombría ajena, dió varios besos más a su boca moviendo suavemente su caderas, alzando los gluteos mientras sonreía traviesa, dejando aquel roce sugestivo entre ambos, primero en el burdel, después en casa, quizás en algún otro lugar más que seguramente le pediría si se encontraban, lamió sus labios, adentrando la lengua en el interior bucal del hombre, mientras cerraba los ojos, dejandose llevar, colocando una mano de eerin en su hombro en señal de que podía tocar o hacer lo que quisiera*
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Mar Santini- Humano Clase Alta
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Re: !¿Como te atreves?![Mar Santini][+18]
¿Por dónde comenzar? Se veía que aquella mujer le gustaba el control, eso iba a ser difícil para mantenerlos a flote a los dos, Eerin era muy cambiante, pero ya comenzaban a poner las cartas sobre la mesa y de una forma tan peculiar que hasta el mismo papa los mandaría a cazar de inmediato, oh! Su mente daba muchas vueltas, era mejor centrarse en aquel asunto, la satisfacción de ella era lo que buscaba, nunca era condescendiente con alguien que no fuera el pero estaba ya en una apuesta por la diversión y encontrar un motivo para vivir, en este caso era serle fiel, por una noche, por un día o por el tiempo que a su “dueña” le durase el interés en el.
Habían cambiado de posición, ella estaba encima del, sentándose en las caderas del mayor quien no podía borrar una sonrisa de su rostro, seguía cayendo hacia ella, mientras ella se hundía en los labios del contrario, comenzó a sortear apasionados besos y caricias, con una sensualidad casi natural para ella, era una maestra en aquellos momentos, podía descubrir fácilmente los lugares exactos en donde debía ir y atender, uno de sus hombros que desnudos, y una sonrisa se formo en sus labios, los cuales se separaron para que la dulce voz de la cortesana llegara a sus oídos, alzo una de sus cejas, mostrando interés en lo que decía pero prefirió callar, después le diría que sí o simplemente le daría una sorpresa. Una corriente salió disparada por su medula espinal, cuando sintió aquella mordida en sus labios, otra punzada mas esta vez abajo, dejo salir un gruñido, bajo y ronco, mientras alzaba su mentón mirando a los ojos que tenia al frente de ella, su cuerpo parecía vallado por el renacer de la luna, parecía una amante de la noche, quien también podría ser cuando el sol reinara los cielos, en sus ojos no mostraba temor al peligro. Era increíble que aun estuviera en aquel lugar, en aquel mundo, su corazón estaba dormido desde hace mucho tiempo, había quemado sentimientos, y apenas trataba de vivir el hoy como si nada.
Su respiración aun estaba controlada y sus sentimientos absortos mientras abría las puertas del puro placer, su tronco desnudo le indico que ya había terminado la negociación y los términos de la joven ya habían terminado, ahora le faltaba a el aceptar o rechazar, la delicadas manos de Mar aparecieron en los hombros gruesos y formados del mayor, leves besos dejaron huellas en su torso, después la joven comenzó a dejar cortas lamidas, en las zonas que la chica decidía, pequeñas corrientes comenzaban a volverlo loco, esto simplemente cuando la cortesana tocaba su cuerpo, dejo salir una risa ronca, posando sus manos en su cadera mientras relamía sus labios al recordar los labios sobre los de la chica.
-no se preocupe, como dicen solo el tiempo lo dirá- murmuro acercándose a su oído mientras sus manos exploraban sus espalda. Había asentando su peso en las caderas del mayor, comenzaba a sentir una conexión tibia y mojada en su sexo, sonrió sal encontrar interés en aquello, pero los besos de la joven lo distrajeron, su boca purulenta besaba hasta lo sublime de sus labios, aquel cinismo al hacerlo lo volvía mas posesivo con el olor de la joven cortesana, se comenzaba a perder entre las caderas de aquella mujer, sonrió ante aquella señal, sus manos bajaron hasta encontrarse con sus glúteos, los cuales apretó con suavidad mientras acercaba sus labios hacia los de él para saborear nuevamente sus labios, su saliva, y sentir su lengua enredarse en un súbito beso apasionado y húmedo, sus manos comenzaron a subir hasta alzar el vestido completamente pero sin quitárselo, le gustaba jugar, como a cualquier animal consentido le gustaba mucho los juegos, asi siguió, besando los labios de la joven mientras sus grandes y poderosas manos tocaban sus muslos dejándole algunos pequeños apretones. Aquella piel que sentía en sus manos era tan pulcra y morbosa, sintió la necesidad de tocar mas, con un rápido movimiento sujeto una de sus piernas acercándolo hacia él, haciendo notar que ya comenzaba a formarse un bulto entre sus pantalones, apoyo su codo en la cama para tirarla entre sus brazos hasta la cama, quedaron los dos acostados mientras el mayor sostenía la pierna de la joven por encima de su cintura, no había despejado sus labios de los de ella en ningún momento, pero la carne fresca lo llamaba, sintió como su pecho desnudo chocaba con los senos firmes aun vestidos de la joven cortesana, dejo sus labios para bajar los tirantes del vestido y dejarlos expuestos para el, quería oírla llorar, aquel llanto de placer que sabía que ella buscaba, así que bajo su rostro hasta encontrarse con uno de sus pezones, con la punta de su lengua lo lamio gustosamente para luego adentrarse por completo en su boca, para hacer círculos y tocarlo con discriminación. Había pellizcado aquel pezón con sus dientes, para finalizar con aquel pezón dejándolo rosadito y duro, dejo salir una sonrisa satisfecha.
hermoso +-+ la felicito madame
Habían cambiado de posición, ella estaba encima del, sentándose en las caderas del mayor quien no podía borrar una sonrisa de su rostro, seguía cayendo hacia ella, mientras ella se hundía en los labios del contrario, comenzó a sortear apasionados besos y caricias, con una sensualidad casi natural para ella, era una maestra en aquellos momentos, podía descubrir fácilmente los lugares exactos en donde debía ir y atender, uno de sus hombros que desnudos, y una sonrisa se formo en sus labios, los cuales se separaron para que la dulce voz de la cortesana llegara a sus oídos, alzo una de sus cejas, mostrando interés en lo que decía pero prefirió callar, después le diría que sí o simplemente le daría una sorpresa. Una corriente salió disparada por su medula espinal, cuando sintió aquella mordida en sus labios, otra punzada mas esta vez abajo, dejo salir un gruñido, bajo y ronco, mientras alzaba su mentón mirando a los ojos que tenia al frente de ella, su cuerpo parecía vallado por el renacer de la luna, parecía una amante de la noche, quien también podría ser cuando el sol reinara los cielos, en sus ojos no mostraba temor al peligro. Era increíble que aun estuviera en aquel lugar, en aquel mundo, su corazón estaba dormido desde hace mucho tiempo, había quemado sentimientos, y apenas trataba de vivir el hoy como si nada.
Su respiración aun estaba controlada y sus sentimientos absortos mientras abría las puertas del puro placer, su tronco desnudo le indico que ya había terminado la negociación y los términos de la joven ya habían terminado, ahora le faltaba a el aceptar o rechazar, la delicadas manos de Mar aparecieron en los hombros gruesos y formados del mayor, leves besos dejaron huellas en su torso, después la joven comenzó a dejar cortas lamidas, en las zonas que la chica decidía, pequeñas corrientes comenzaban a volverlo loco, esto simplemente cuando la cortesana tocaba su cuerpo, dejo salir una risa ronca, posando sus manos en su cadera mientras relamía sus labios al recordar los labios sobre los de la chica.
-no se preocupe, como dicen solo el tiempo lo dirá- murmuro acercándose a su oído mientras sus manos exploraban sus espalda. Había asentando su peso en las caderas del mayor, comenzaba a sentir una conexión tibia y mojada en su sexo, sonrió sal encontrar interés en aquello, pero los besos de la joven lo distrajeron, su boca purulenta besaba hasta lo sublime de sus labios, aquel cinismo al hacerlo lo volvía mas posesivo con el olor de la joven cortesana, se comenzaba a perder entre las caderas de aquella mujer, sonrió ante aquella señal, sus manos bajaron hasta encontrarse con sus glúteos, los cuales apretó con suavidad mientras acercaba sus labios hacia los de él para saborear nuevamente sus labios, su saliva, y sentir su lengua enredarse en un súbito beso apasionado y húmedo, sus manos comenzaron a subir hasta alzar el vestido completamente pero sin quitárselo, le gustaba jugar, como a cualquier animal consentido le gustaba mucho los juegos, asi siguió, besando los labios de la joven mientras sus grandes y poderosas manos tocaban sus muslos dejándole algunos pequeños apretones. Aquella piel que sentía en sus manos era tan pulcra y morbosa, sintió la necesidad de tocar mas, con un rápido movimiento sujeto una de sus piernas acercándolo hacia él, haciendo notar que ya comenzaba a formarse un bulto entre sus pantalones, apoyo su codo en la cama para tirarla entre sus brazos hasta la cama, quedaron los dos acostados mientras el mayor sostenía la pierna de la joven por encima de su cintura, no había despejado sus labios de los de ella en ningún momento, pero la carne fresca lo llamaba, sintió como su pecho desnudo chocaba con los senos firmes aun vestidos de la joven cortesana, dejo sus labios para bajar los tirantes del vestido y dejarlos expuestos para el, quería oírla llorar, aquel llanto de placer que sabía que ella buscaba, así que bajo su rostro hasta encontrarse con uno de sus pezones, con la punta de su lengua lo lamio gustosamente para luego adentrarse por completo en su boca, para hacer círculos y tocarlo con discriminación. Había pellizcado aquel pezón con sus dientes, para finalizar con aquel pezón dejándolo rosadito y duro, dejo salir una sonrisa satisfecha.
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Eerin Schiffer- Licántropo Clase Media
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Re: !¿Como te atreves?![Mar Santini][+18]
*El deseo volvia hasta al más poderoso alguien extraño como ahora estaba sucediendo, ella no solía dejarse llevar al menos que esa persona lo valiese en cambio ahora estaba naufragándo la boca del hombre abriéndola con desesperación con la lengua pues la hundía completamente haciendo más húmedo y erótico el beso ya que saboreaba al completo esa boca tan sensual haciendola suya { lo cual era extraño ya que ella no solía forzar a alguien tan posesivamente } volviéndole carnaza para lo que quisiera hacer él, sus dígitos apretaron las mejillas de Eerin con suavidad pasando despues a sus cabellos los cuales apretaba lentamente con una sonrisa satisfecha de sus labios agradeciendo que el carmín estaba empezando a disolverse marcando a aquel hombre como su propiedad por lo menos aquella noche por la mañana pudiera que cuando él deseara en el momento que se fuera a su casa* Podeis tocar cuanto gusteis monsieur, me vais a enrojecer como no lo hagais
*Paseó los dedos por su mentón como una táctica para infundirle confianza, quería que le tocara todo lo que quisiera y más incluso separó un poco más sus piernas para que esos apretones en los muslos considerablemente placenteros continuasen, no se sabia quien estaba disfrutando más si él o ella pero el caso era que empezaba a mostrarse dócil ante los cambios o los choques de ambos cuerpos* ¡ Hm ! *se sorprendio cuando tomo su pierna pero no por ello emitió quejido de dolor alguno sino que dejó que su risa fluyese cristalina por sus labios siendo después ahogada cuando la nueva posición llego igual que de nuevo los besos o los choques entre ambas bocas, sus senos reclamaban atención dejando que sus pezones sobresalieran completamente endurecidos por la tela, las manos de mar se entretuvieron apretando sus hombros, disfrutando el paseo en sus anchas espaldas que era lo que más le excitaba de un hombre; Se acomodo en aquella posición depositando el tobillo cerca de las caderas del varón para que su sexo chocase directamente contra aquel bulto que se le antojaba exquisito* Eerin... *Se permitió gemir su nombre acariciandole por los cabellos, sus senos finalmente habian sido escuchados acercándolos incluso a aquella boca, esos dientes.
Gimió suave, solo un poco pues sabia bien que aquella tactica de gemir furiosamente no iba a valer contra él que seguramente sería experto en cuando una mujer estaba fingiendo o no, con la mano derecha le acariciaba los cabellos acercándole más a sus endurecidos pechos, aprovechó lo que estaba haciendo para acercar su rostro al del hombre, riendo traviesa cuando su lengua chocaba no solo con su propio pezón sino con la boca de ese hombre, volverle loco para que volviera a verle sería su objetivo inicial, revestiría su impaciencia por tenerle a su lado en deseo, no era amorosamente hablando como se refería después de todo el sexo era el sexo no teniendo porque ser diferente en estos instantes. Volcó sus atenciones en aquellos besos indirectos como en las caricias observando el panorama de su cuerpo completamente humedo de aquellas atenciones*
Me alegra ponerte asi *Pícara sonrió colocando su mano derecha justamente en el bulto ajeno, lo acarició y lo palpó con los dedos obligándole a sentir como sus uñas acariciaban aquella prenda, como un felino que habia encontrado algo nuevo con que entretenerse arañó su pantalón mirandole fijamente a los ojos, el vestido de mar estaba justamente por sus caderas dejando expuesta su parte superior mientras escondía su parte inferior con la tela, mostraba sus muslos y sus piernas desnudas aumento así el erotismo de su figura femenina, gimio de nuevo distrayéndose de lo que hacia formándose una sonrisa en los labios* Lo haces tan bien *Cerro los ojos por primera vez, sus cabellos escondieron por unos segundos su rostro, su respiración luchaba por mantenerse en calma pero sabia que no aguantaría por demasiado tiempo. De nuevo, en su empeño bajó la cremallera del pantalón para dejar libre su erección.
Una sonrisa de triunfo junto con un roce más directo entre ambos dejó un suspiro en sus labios satisfecho, sus muslos daban la bienvenida a su hombria moviendo sus caderas suavemente* Por una vez seré docil es más me sorprende deseando ser obediente ¿Deseais ser el perro fiel que complace a su señora? * Imagenes pasaron por su cabeza a cada cual más placentera, en todas ellas la fuerza física de Eerin no importaba pues acababa siempre en los brazos de la pelirroja o entre sus piernas también dicho, los minutos pasaban como si de segundos se tratasen tomando la siguiente iniciativa. "Dijiste que querias ser docil" pero era dificil serlo. se movió, dejando que su vientre níveo y plano chocase contra los labios del hombre, sonrió al mirarlo verdaderamente tenian esa imagen de ella caprichosamente deseando que el tocara e indicandole impaciente donde deseaba ser tocada* Por favor *Rogó subiendo, a medida que subia una risa de nuevo bloqueaba el pudor o sus gemidos pues habia dejado las rodillas a ambos lados de la cabeza de su amante, encontraba gracioso que la tela del vestido escondiera el rostro del hombre y sus rodillas, encontrando profundamente placentero su aliento en aquella zona* No tiene ni idea de lo loca que me estas volviendo *confesó ronca*
Off- me emocioné demasiado +x+
*Paseó los dedos por su mentón como una táctica para infundirle confianza, quería que le tocara todo lo que quisiera y más incluso separó un poco más sus piernas para que esos apretones en los muslos considerablemente placenteros continuasen, no se sabia quien estaba disfrutando más si él o ella pero el caso era que empezaba a mostrarse dócil ante los cambios o los choques de ambos cuerpos* ¡ Hm ! *se sorprendio cuando tomo su pierna pero no por ello emitió quejido de dolor alguno sino que dejó que su risa fluyese cristalina por sus labios siendo después ahogada cuando la nueva posición llego igual que de nuevo los besos o los choques entre ambas bocas, sus senos reclamaban atención dejando que sus pezones sobresalieran completamente endurecidos por la tela, las manos de mar se entretuvieron apretando sus hombros, disfrutando el paseo en sus anchas espaldas que era lo que más le excitaba de un hombre; Se acomodo en aquella posición depositando el tobillo cerca de las caderas del varón para que su sexo chocase directamente contra aquel bulto que se le antojaba exquisito* Eerin... *Se permitió gemir su nombre acariciandole por los cabellos, sus senos finalmente habian sido escuchados acercándolos incluso a aquella boca, esos dientes.
Gimió suave, solo un poco pues sabia bien que aquella tactica de gemir furiosamente no iba a valer contra él que seguramente sería experto en cuando una mujer estaba fingiendo o no, con la mano derecha le acariciaba los cabellos acercándole más a sus endurecidos pechos, aprovechó lo que estaba haciendo para acercar su rostro al del hombre, riendo traviesa cuando su lengua chocaba no solo con su propio pezón sino con la boca de ese hombre, volverle loco para que volviera a verle sería su objetivo inicial, revestiría su impaciencia por tenerle a su lado en deseo, no era amorosamente hablando como se refería después de todo el sexo era el sexo no teniendo porque ser diferente en estos instantes. Volcó sus atenciones en aquellos besos indirectos como en las caricias observando el panorama de su cuerpo completamente humedo de aquellas atenciones*
Me alegra ponerte asi *Pícara sonrió colocando su mano derecha justamente en el bulto ajeno, lo acarició y lo palpó con los dedos obligándole a sentir como sus uñas acariciaban aquella prenda, como un felino que habia encontrado algo nuevo con que entretenerse arañó su pantalón mirandole fijamente a los ojos, el vestido de mar estaba justamente por sus caderas dejando expuesta su parte superior mientras escondía su parte inferior con la tela, mostraba sus muslos y sus piernas desnudas aumento así el erotismo de su figura femenina, gimio de nuevo distrayéndose de lo que hacia formándose una sonrisa en los labios* Lo haces tan bien *Cerro los ojos por primera vez, sus cabellos escondieron por unos segundos su rostro, su respiración luchaba por mantenerse en calma pero sabia que no aguantaría por demasiado tiempo. De nuevo, en su empeño bajó la cremallera del pantalón para dejar libre su erección.
Una sonrisa de triunfo junto con un roce más directo entre ambos dejó un suspiro en sus labios satisfecho, sus muslos daban la bienvenida a su hombria moviendo sus caderas suavemente* Por una vez seré docil es más me sorprende deseando ser obediente ¿Deseais ser el perro fiel que complace a su señora? * Imagenes pasaron por su cabeza a cada cual más placentera, en todas ellas la fuerza física de Eerin no importaba pues acababa siempre en los brazos de la pelirroja o entre sus piernas también dicho, los minutos pasaban como si de segundos se tratasen tomando la siguiente iniciativa. "Dijiste que querias ser docil" pero era dificil serlo. se movió, dejando que su vientre níveo y plano chocase contra los labios del hombre, sonrió al mirarlo verdaderamente tenian esa imagen de ella caprichosamente deseando que el tocara e indicandole impaciente donde deseaba ser tocada* Por favor *Rogó subiendo, a medida que subia una risa de nuevo bloqueaba el pudor o sus gemidos pues habia dejado las rodillas a ambos lados de la cabeza de su amante, encontraba gracioso que la tela del vestido escondiera el rostro del hombre y sus rodillas, encontrando profundamente placentero su aliento en aquella zona* No tiene ni idea de lo loca que me estas volviendo *confesó ronca*
Off- me emocioné demasiado +x+
Mar Santini- Humano Clase Alta
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Re: !¿Como te atreves?![Mar Santini][+18]
La voz de la cortesana era suave y armoniosa, parecía que entendía lo que le gustaba, odiaba lo ruidoso y lo escandaloso, que su voz fuera como madera le agradaba, hasta el punto de quedarse quieto por cortos segundos que tal vez ella no lo notara, para poder oír su dulce voz. Aquella alma era toda una complejidad, hermosa, erótica, traviesa y indomable, pero haría lo que fuera para domarla y darle placer al menos aquella noche. Sintió las uñas en el bulto que se asomaba entre su pantalón, sonrió de medio lado lamiéndose sus labios de forma lasciva, su rostro bajo hacia los pezones dándole una lamida y caricia con su boca rápida, para comenzar a subir con cortos besos por su cuello, dejando un camino por donde pasaba sus labios, con sus manos libres siguió el recorrido de su cuerpo hasta llegar a sus pechos llegando a tocarlos, toco sus pezones manteniéndolo apretados entre sus dedos mientras buscaba la boca de la joven cortesana, mientras ella volvía a bajar hasta obtener la cremallera y bajarla, el calor de su mano le hizo suspirar, entre sus labios sonrió mirando aquellas eróticas insinuaciones que hacían poner más ansioso a su intimidad, haciendo que palpitara con más intensidad.
-Un Perro fiel siempre obedece a su amo- dijo sonriendo. Se acostó dejándola encima mientras ella escondía graciosamente su rostro con el vestido que comenzaba a molestarle, sujeto sus muslos con sus manos, se había adentrado debajo del vestido, sus manos seguían la figura de su cuerpo, alzando el vestido hasta convertirlo en una bola estorbosa en su torso, con ayuda de la cortesana se desecho del vestido dejando el cuerpo desnudo del la joven en sus garras, aferro sus uñas a su piel, deslizando su dedos hasta llegar nuevamente a sus nalgas para apretarlas-No te preocupes…- murmuro dejando que su aliento chocase nuevamente en su sexo-Te hare sentir bien…-
El boca arriba y ella encima de el, sujeto sus nalgas abriéndole las piernas, para atraer su sexo hasta su boca, introdujo su lengua en la vagina, para luego recorrer desde la entrada hasta el clítoris, y con la punta de la lengua estimularlo con masajes semicirculares, dejo salir un suspiro separándose unos centímetros de su sexo, sujeto su glúteos volviendo a atacar con ferocidad aquel botón de la joven, mordió con sus dientes la parte externa, de forma suave para no lastimarla, buscando que la voz de la cortesana saliera ronca por el placer, volvió a separarse, notando lo húmedo y lo falta de atención que se encontraba la entrada de su vagina, como un niño curiosos bajo sus dedos por la línea que separaba sus nalgas hasta que sus dedos chocaran con aquella esencia húmeda que salía de su interior, mientras se encontraba lamiendo con ferocidad el clítoris sin dejar ni un segundo respirar, sin previo aviso introdujo uno de sus dedos en su vagina, estaba muy bien lubricada, entro fácilmente, rozando con las paredes estrechas de su interior, dejo de jugar con su clítoris dejando un hilo de saliva al separarse, inmediatamente introdujo otro de sus dedos para moverlos dentro de ella-Ups…- dijo burlón mientras sujetaba su cintura para mover sus dedos al movimiento de sus caderas.
Saco por unos momentos sus dedos para sujetarla y colocarla hacia abajo, sujeto su nalgas mientras sus dedos volvían a introducirse en su interior aprovecho a besar sus labios ahogando algunos gemidos de la Cortesana con su boca-No seas impaciente querida… tenemos toda la noche para disfrutar- susurro para luego introducir un tercer dedo en su interior e ir rasgando las paredes con la yema de sus dedos, empujando hacia adentro todo lo que podía, para luego deslizarlo suavemente para con sus propios dedos simular una estocada-Aunque no creo que alcance mas con mis dedos el punto que quiero tocar- le susurro a su oído para morderle su lóbulo.
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-Un Perro fiel siempre obedece a su amo- dijo sonriendo. Se acostó dejándola encima mientras ella escondía graciosamente su rostro con el vestido que comenzaba a molestarle, sujeto sus muslos con sus manos, se había adentrado debajo del vestido, sus manos seguían la figura de su cuerpo, alzando el vestido hasta convertirlo en una bola estorbosa en su torso, con ayuda de la cortesana se desecho del vestido dejando el cuerpo desnudo del la joven en sus garras, aferro sus uñas a su piel, deslizando su dedos hasta llegar nuevamente a sus nalgas para apretarlas-No te preocupes…- murmuro dejando que su aliento chocase nuevamente en su sexo-Te hare sentir bien…-
El boca arriba y ella encima de el, sujeto sus nalgas abriéndole las piernas, para atraer su sexo hasta su boca, introdujo su lengua en la vagina, para luego recorrer desde la entrada hasta el clítoris, y con la punta de la lengua estimularlo con masajes semicirculares, dejo salir un suspiro separándose unos centímetros de su sexo, sujeto su glúteos volviendo a atacar con ferocidad aquel botón de la joven, mordió con sus dientes la parte externa, de forma suave para no lastimarla, buscando que la voz de la cortesana saliera ronca por el placer, volvió a separarse, notando lo húmedo y lo falta de atención que se encontraba la entrada de su vagina, como un niño curiosos bajo sus dedos por la línea que separaba sus nalgas hasta que sus dedos chocaran con aquella esencia húmeda que salía de su interior, mientras se encontraba lamiendo con ferocidad el clítoris sin dejar ni un segundo respirar, sin previo aviso introdujo uno de sus dedos en su vagina, estaba muy bien lubricada, entro fácilmente, rozando con las paredes estrechas de su interior, dejo de jugar con su clítoris dejando un hilo de saliva al separarse, inmediatamente introdujo otro de sus dedos para moverlos dentro de ella-Ups…- dijo burlón mientras sujetaba su cintura para mover sus dedos al movimiento de sus caderas.
Saco por unos momentos sus dedos para sujetarla y colocarla hacia abajo, sujeto su nalgas mientras sus dedos volvían a introducirse en su interior aprovecho a besar sus labios ahogando algunos gemidos de la Cortesana con su boca-No seas impaciente querida… tenemos toda la noche para disfrutar- susurro para luego introducir un tercer dedo en su interior e ir rasgando las paredes con la yema de sus dedos, empujando hacia adentro todo lo que podía, para luego deslizarlo suavemente para con sus propios dedos simular una estocada-Aunque no creo que alcance mas con mis dedos el punto que quiero tocar- le susurro a su oído para morderle su lóbulo.
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Eerin Schiffer- Licántropo Clase Media
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Re: !¿Como te atreves?![Mar Santini][+18]
*El aire travieso de la pelirroja estaba saliendo a la luz con un toque femenino que ella ni sabia que poseia cediendo en risitas traviesas ante aquellos movimientos especialmente cuando el hombre apartó el vestido con cierta tolerancia a no arrancando. El abismo de los labios de Mar se humedecieron hacerla sentir bien era lo único que no tenia ninguna duda que aquellas robustas manos podían arrancar más sonidos de sus labios que los de cualquier otro hombre incluso empezaba a sentir que sus senos hechaban de menos ese toque lascivo pero paciente de esos dedos quiso gemir, implorarle que tocase aquí y alla como buena cortesana* Hmmm *Más que un gemido parecia un suspiro satisfecho cuando eso dígitos apretaron sus gluteos acercándola mientras que ella tenia que apoyarse con las rodillas en aquella almohada que parecia ceder ante su peso ya que el cuerpo tembloroso de Mar empezaba a temblar ante aquella lengua que le acariciaba.
Alzó el rostro con los labios abiertos dejando su vista hacia el techo mientras tragaba saliva como buenamente podía, esa lengua ese placer que empezaba a martillear cada una de sus venas era suficiente como para que los gemidos que evitaba realizar salieran voluntariamente al exterior con unos sonidos débiles que iban aumentando hasta convertirse en verdaderos sin necesidad de esconder que el placer que ahora la tenia temblando era real. Bajó el rostro mientras algunos rizos acariciaban su rostro dejando su mirada en la morbosa vista de la boca de eerin siendo en su parte devorada por su sexo que húmedo respondia mientras movia sus gluteos alzándolos creando una postura más felina, sensual de lo que nadie habia visto*
¡Eerin! *Gimio abiertamente aquel nombre, con una mano se aferro a los barrotes de la cama y con la otra apretaba aquellos cabellos entre sus dedos pues los labios de mar se abrieron con una sonrisa en aquestos, la lengua fue sustituida por los dedos empezando aquel vaivén volviendo a ser la mujer dócil que parecia dejarse dominar, dubitativos parecian sus movimientos casi la mayor parte de ellos obscenos con las piernas completamente separadas le miraba fijamente besando sus labios gimiendo ronca de placer mientras aquellos dedos simulaban las embestidas, movia sus caderas apretandolas contra las sabanas oponiendose a los movimientos que se hacian cada vez mas profundas empezando de nuevo con aquellas risas juguetonas que solo salian cuando verdaderamente estaba satisfecha uniéndose a eso el cosquilleo de placer que volvia a sentir como una mariposa que se instalaba en su interior* Llegarás a donde nadie a llegado *murmuró de vuelta en su oido* no se si me entiendes *Le guiñó el ojo paseando la planta del pie por la ereccion de ese hombre.
No era muy dificil rescatar lo que habia dicho aunque sus palabras habian sido más disimuladas indicaba su gusto por el tamaño de aquella virilidad. Otro gemido salió esta vez mas claro mirando con ojos cristalinos a aquel hombre, sintio de nuevo ese rubor apoyarse en su palida piel jugandole una mala pasada "desaparece" gimio mentalmente cuando el color seguia en sus mejillas signo especialmente de timidez, cuando aquellos orbes le estaban mirando podia rconocer que todo su ser clamaba de una vez ser suya no solo una sino más veces. Para disimular aquel sonrojo incluso lo hizo pasar por el placer dejando que los rizos acariciasen las mejillas y los hombros de mar incluyendo la almohada* Ven aqui *Sonrio colocando el rostro de Eerin nuevamente sobre sus senos, pero Mar juguetonamente movia sus hombros para que estos golpeasen completamente el rostro de eerin, sus pezones parecian rozar aquella boca, era bastante facil aprovechar el vaiven de esos dedos entrando y saliendo de su humedo sexo para que sus pezones lascivamente provocasen el rostro de Eerin* Sigue... ah *Separo de nuevo sus piernas mirandole con una sonrisa* Toda la noche *Prometió paseando el dedo por su menton besando de nuevo su boca, metiendo la lengua todo lo que podia deseando o incluso permitiendoselo que llevara el el dominio* Dominame *Le pidió entre los besos* Dominame Eerin *Repitio por si no habia quedado claro*
Alzó el rostro con los labios abiertos dejando su vista hacia el techo mientras tragaba saliva como buenamente podía, esa lengua ese placer que empezaba a martillear cada una de sus venas era suficiente como para que los gemidos que evitaba realizar salieran voluntariamente al exterior con unos sonidos débiles que iban aumentando hasta convertirse en verdaderos sin necesidad de esconder que el placer que ahora la tenia temblando era real. Bajó el rostro mientras algunos rizos acariciaban su rostro dejando su mirada en la morbosa vista de la boca de eerin siendo en su parte devorada por su sexo que húmedo respondia mientras movia sus gluteos alzándolos creando una postura más felina, sensual de lo que nadie habia visto*
¡Eerin! *Gimio abiertamente aquel nombre, con una mano se aferro a los barrotes de la cama y con la otra apretaba aquellos cabellos entre sus dedos pues los labios de mar se abrieron con una sonrisa en aquestos, la lengua fue sustituida por los dedos empezando aquel vaivén volviendo a ser la mujer dócil que parecia dejarse dominar, dubitativos parecian sus movimientos casi la mayor parte de ellos obscenos con las piernas completamente separadas le miraba fijamente besando sus labios gimiendo ronca de placer mientras aquellos dedos simulaban las embestidas, movia sus caderas apretandolas contra las sabanas oponiendose a los movimientos que se hacian cada vez mas profundas empezando de nuevo con aquellas risas juguetonas que solo salian cuando verdaderamente estaba satisfecha uniéndose a eso el cosquilleo de placer que volvia a sentir como una mariposa que se instalaba en su interior* Llegarás a donde nadie a llegado *murmuró de vuelta en su oido* no se si me entiendes *Le guiñó el ojo paseando la planta del pie por la ereccion de ese hombre.
No era muy dificil rescatar lo que habia dicho aunque sus palabras habian sido más disimuladas indicaba su gusto por el tamaño de aquella virilidad. Otro gemido salió esta vez mas claro mirando con ojos cristalinos a aquel hombre, sintio de nuevo ese rubor apoyarse en su palida piel jugandole una mala pasada "desaparece" gimio mentalmente cuando el color seguia en sus mejillas signo especialmente de timidez, cuando aquellos orbes le estaban mirando podia rconocer que todo su ser clamaba de una vez ser suya no solo una sino más veces. Para disimular aquel sonrojo incluso lo hizo pasar por el placer dejando que los rizos acariciasen las mejillas y los hombros de mar incluyendo la almohada* Ven aqui *Sonrio colocando el rostro de Eerin nuevamente sobre sus senos, pero Mar juguetonamente movia sus hombros para que estos golpeasen completamente el rostro de eerin, sus pezones parecian rozar aquella boca, era bastante facil aprovechar el vaiven de esos dedos entrando y saliendo de su humedo sexo para que sus pezones lascivamente provocasen el rostro de Eerin* Sigue... ah *Separo de nuevo sus piernas mirandole con una sonrisa* Toda la noche *Prometió paseando el dedo por su menton besando de nuevo su boca, metiendo la lengua todo lo que podia deseando o incluso permitiendoselo que llevara el el dominio* Dominame *Le pidió entre los besos* Dominame Eerin *Repitio por si no habia quedado claro*
Mar Santini- Humano Clase Alta
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Re: !¿Como te atreves?![Mar Santini][+18]
Su risa llegaba a sus oídos al igual que aquellos suaves gemidos de placer que salían de su garganta, Eerin seguía con su trabajo en la parte del sexo de la cortesana, muy interesado en seguir con aquel juego, todo parecía preparado, sus cuerpos comenzaban a reaccionar de forma positiva a las caricias que mutuamente se ofrecían, con una sonrisa casi malévola comenzó a besar los labios de Mar, los devoraba con aquella pasión descontrolada que se había reprimido. La cortesana había ordenado y el obedecía con mucho gusto, sus dedos acariciaban el interior de forma tranquila mientras seguía besándola con ferocidad, pronto saco sus dedos del sexo de la joven mientras seguía besándola, su lengua acariciaba el cuello, bajando cada vez mas hasta llegar a sus pezones, los lamio un poco hasta seguir bajando, su nariz rozaba con la piel de su torso hasta llegar al vientre.-Con gusto Madame- dijo con una sensual voz mientras acariciaba el sexo de la cortesana con su dedo, haciendo semi círculos en su clítoris que había despertado por sus caricias.
-Ahh…- suspiro, sintiéndose satisfecho con las reacciones naturales del cuerpo de Mar –tus reacciones son interesantes- murmuro mirándola con una de sus cejas alzadas, pronto quiso saber cómo reaccionaba a nuevas cosas. Se sentía como un niño explotando nuevos horizontes, abrió sus piernas hasta que quedaran al nivel de sus caderas para que su sexo ya desnudo y despojado de toda prenda tocara el sexo de aquella chica, con una de sus manos guiando, tanteando aquella zona para poder introducir su miembro en el interior húmedo de la chica.
Era un interesante juego, le indico que pusiera sus manos en su cuello para que tuviera estabilidad, su sexo entraba lentamente en el interior de la cortesana, estaba húmedo, se sentía mejor de lo normal, no pudo evitar dejar salir un gemido grave al sentir la presión del interior de la chica, sonrió de medio lado viéndola apegada a él, sintiendo como sus pieles y su olor se mezclaban hasta no haber cual era el principio del otro y mucho menos su final.
-Ahh…- suspiro, sintiéndose satisfecho con las reacciones naturales del cuerpo de Mar –tus reacciones son interesantes- murmuro mirándola con una de sus cejas alzadas, pronto quiso saber cómo reaccionaba a nuevas cosas. Se sentía como un niño explotando nuevos horizontes, abrió sus piernas hasta que quedaran al nivel de sus caderas para que su sexo ya desnudo y despojado de toda prenda tocara el sexo de aquella chica, con una de sus manos guiando, tanteando aquella zona para poder introducir su miembro en el interior húmedo de la chica.
Era un interesante juego, le indico que pusiera sus manos en su cuello para que tuviera estabilidad, su sexo entraba lentamente en el interior de la cortesana, estaba húmedo, se sentía mejor de lo normal, no pudo evitar dejar salir un gemido grave al sentir la presión del interior de la chica, sonrió de medio lado viéndola apegada a él, sintiendo como sus pieles y su olor se mezclaban hasta no haber cual era el principio del otro y mucho menos su final.
Eerin Schiffer- Licántropo Clase Media
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Re: !¿Como te atreves?![Mar Santini][+18]
*Los besos sin duda apasionados parecian aumentar el hambre de la cortesana a un ritmo mucho más vertiginoso de lo que jamás habia sentido, nunca habia uqerido sentir aquel aliento o aquella boca sobre la suya, normalmente rechazaba mucho los besos pero ahora habia sido como una adiccion a la que no tenia más opcion que perderse, sentir su lengua o sentir como su aliento queria adentrarse y conquistar la cavidad bucal ajena con movimientos rapidos de lengua acariciaba su pecho y sus mejillas enterrando sus dedos en el cuero cabelludo de Eerin apegandole de nuevo hacia sus senos, arqueando su pecho y despues hindiendo su vientre debido al placer que estaba sintiendo* No me lo recuerdes *Comentó entre dientes mirandole con los ojos encendidos no de rabia ella misma se sorprendia al verse que no podia controlar cada una de sus sensaciones, antes era muy fácil hacerlo incluso no le preocupaba demasiado fingir un rubor o hacer un gemidito peroera muy raro en ella estar de ese modo, en cambio Eerin no se sabia como lo hacia le obligaba a taparse los labios para que no se escuchase demasiado su voz en aquellas finas paredes*
Si me vuelves loca, no tengo otra opción que comportarme asi *No dejo de mirarle, colocando su frente sobre la de él cuando le sentía entrar, apretaba aquella hombria en su interior aunque pormucho que apretase la humedad que le estaba cubriendo su sexo era incluso el mejor lubricante porque podia sentirle, podia notarle dentro y como se resbalaba en su interior como si fuera una caliente casualidad, ella obedeció colocando sus dedos temblorosos en el cuello del hombre, le gustaba ese calor que desprendía, su cuerpo parecia sudar aun mas ante el calor corporal del hombre pero era un placer que le gustaba, el frio, el calor, como su cuerpo saciado en gotas de sudor brillaba mientra miraba a los ojos de aquel hombre jadeando. Le llevaria a su casa, no le dejaria escapar tan fácilmente de sus manos* mg
*Gimió, sus piernas se abrazaban a los costados del hombre como si fuera un puzzle ya encajado en el sitio que debía estar, respiraba agitada, sus cabellos cubrian sus hombros pero tambien se deslizaban por su espalda con un sonido silencioso cautivado por la propia respiración de ambos, los sonidos, las uñas de la pelirroja que acariciaban a la espalda de Eerin se dirigían hacia sus anchos hombros abrazandole al fin con las piernas, la flexibilidad era envidiable, le hacia sentir su humedad, el calor de sus muslos o como sus tobillos y sus pies estaban abrazandole formando una tadura dificil de romper colocando la mano en sus labios, tragando segun podia mientras el placer, se reflejaba en cada uno de sus poros*
Si me vuelves loca, no tengo otra opción que comportarme asi *No dejo de mirarle, colocando su frente sobre la de él cuando le sentía entrar, apretaba aquella hombria en su interior aunque pormucho que apretase la humedad que le estaba cubriendo su sexo era incluso el mejor lubricante porque podia sentirle, podia notarle dentro y como se resbalaba en su interior como si fuera una caliente casualidad, ella obedeció colocando sus dedos temblorosos en el cuello del hombre, le gustaba ese calor que desprendía, su cuerpo parecia sudar aun mas ante el calor corporal del hombre pero era un placer que le gustaba, el frio, el calor, como su cuerpo saciado en gotas de sudor brillaba mientra miraba a los ojos de aquel hombre jadeando. Le llevaria a su casa, no le dejaria escapar tan fácilmente de sus manos* mg
*Gimió, sus piernas se abrazaban a los costados del hombre como si fuera un puzzle ya encajado en el sitio que debía estar, respiraba agitada, sus cabellos cubrian sus hombros pero tambien se deslizaban por su espalda con un sonido silencioso cautivado por la propia respiración de ambos, los sonidos, las uñas de la pelirroja que acariciaban a la espalda de Eerin se dirigían hacia sus anchos hombros abrazandole al fin con las piernas, la flexibilidad era envidiable, le hacia sentir su humedad, el calor de sus muslos o como sus tobillos y sus pies estaban abrazandole formando una tadura dificil de romper colocando la mano en sus labios, tragando segun podia mientras el placer, se reflejaba en cada uno de sus poros*
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Re: !¿Como te atreves?![Mar Santini][+18]
Sujeto sus caderas con sus manos para alzar un poco su cintura, con la yema de los dedos recorrió su espalda hasta tenerla sujetada fuertemente y con su misma fuerza sentarla en su hombría para que pudiera tenerla dentro de ella en toda su plenitud, suspiro dejando salir un gruñido ronco y sonoro, entrecerró sus ojos manteniendo sus grandes manos en la espalda de la joven mientras los dos se acostumbraban a cada uno, aunque la verdad parecía que ya desde hace tiempo los dos se habían acoplado a la persona. Sujeto las nalgas de la cortesana apresándolo con sutileza sin lastimarla, pero aun así dejando aquella sensación ruda mientras las estrujaba con sus dedos, alzo la mirada encontrándose con las mejillas rozadas de ella mientras sus piernas se enchanchaban en sus caderas, se relamió los labios sonriendo ante aquella suave expresión que en su rostro se asomaba, con su sus gemidos le indicaba que estaba disfrutándolo mucho y eso también ayudaba su orgullo.
Aprovecho para besarla mientras estaba en esa posición, mientras con sus manos en sus glúteos comenzaba a moverle de arriba abajo hasta que ella misma seguía el movimiento, libero los glúteos de sus dedos para jugar con los pezones, presionándolos con sus dedos con descaro, le miro de reojo, le gustaba los suaves gemidos que provocaba sus caricias, tenía ya tiempo que no disfrutaba aquel acto tan mágico y místico. Era algo especial poder sentir como cada fibra de su cuerpo se alteraba con el toque de la cortesana, le gustaba sentir aquel calor que en su cuerpo aumentaba y solamente había una culpable y era aquella cortesana que bailaba en sus caderas.
¿Cómo había podido olvidar aquella sensación? Volvía a nacer, renacía en sus cabellos que rozaba con sus mejillas y podía sentir lo sedoso y el olor fresco que había en sus rizos. Suspiro largamente mientras se hundía en el placer y se perdía completamente, se sentía como un naufrago aferrándose a lo último que lo mantenía a flote, en este caso era las deliciosas caderas de Mar que se movían a un ritmo mágico, era toda una diosa que debía ser amada y respetada como dios lo mandaba, apenas tocada para darle felicidad.
-¿He alcanzado tus expectativas?- pregunto dentro de un susurro mientras sonreía con una sonrisa casi maliciosa pintada en sus labios, preguntando dichoso como se mostraba en su rostro
Aprovecho para besarla mientras estaba en esa posición, mientras con sus manos en sus glúteos comenzaba a moverle de arriba abajo hasta que ella misma seguía el movimiento, libero los glúteos de sus dedos para jugar con los pezones, presionándolos con sus dedos con descaro, le miro de reojo, le gustaba los suaves gemidos que provocaba sus caricias, tenía ya tiempo que no disfrutaba aquel acto tan mágico y místico. Era algo especial poder sentir como cada fibra de su cuerpo se alteraba con el toque de la cortesana, le gustaba sentir aquel calor que en su cuerpo aumentaba y solamente había una culpable y era aquella cortesana que bailaba en sus caderas.
¿Cómo había podido olvidar aquella sensación? Volvía a nacer, renacía en sus cabellos que rozaba con sus mejillas y podía sentir lo sedoso y el olor fresco que había en sus rizos. Suspiro largamente mientras se hundía en el placer y se perdía completamente, se sentía como un naufrago aferrándose a lo último que lo mantenía a flote, en este caso era las deliciosas caderas de Mar que se movían a un ritmo mágico, era toda una diosa que debía ser amada y respetada como dios lo mandaba, apenas tocada para darle felicidad.
-¿He alcanzado tus expectativas?- pregunto dentro de un susurro mientras sonreía con una sonrisa casi maliciosa pintada en sus labios, preguntando dichoso como se mostraba en su rostro
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Re: !¿Como te atreves?![Mar Santini][+18]
*Las caricias lentas eran un preludio de lo que estaba aconteciendo, no era una virgen pero el placer que estaba sintiendo apenas lo había sentido en otro momento lo cual era extraño, aquel hombre estaba dominándola no solo físicamente aunque lejos de tensarle, asustarle o mandarle lejos le encantaba que hubiera hombre en la tierra capaz de hacerle estremecer de esa manera, sus rodillas temblaban apretandose contra los costados de Eerin con un ronco gemido de placer que pareció inundar toda la sala ; Le sentía completamente en su interior incluso más que en la posición que antes estaban, sus caderas y sus hombros arqueados le daban una posición felina que la volvía aún más sensual, su respiración estaba algo agitada, sus piernas se volvían a juntar en aquel abrazo chocando ambos tobillos entre sí mientras se movía al principio movimientos circulares sin que saliera o entrase nuevamente de ella, para sentir ese delicioso golpeteo del glande ajeno en su interior, como le abrazaba su interior afirmándolo contra su sexo de una manera posesiva.
Respondió al beso, pero también a los movimientos apretando los dedos contra los hombros de Eerin en los momentos de máximo placer, algunos mechones pelirrojos ya no se movían porque estaban pegados contra su cuerpo debido al sudor de su piel, devoró aquellos labios con impertinencia, entrelazando su lengua con la del hombre mientras sus manos recorrían su espalda, sus hombros, sus brazos, cada movimiento que seguía era un placer que nunca había experimentado, entraba de su interior, volvía a salir aruñando todo su sexo húmedo. El sexo siempre había sido un motivo de disfrute, su piel sudaba pero no expulsaba un hedor extraño sino un olor casi afrodisiaco que parecía humedecer aún más su sexo mientras que sus muslos se llenaban de sudor. Una fluida carcajada, corta pero inevitable apareció en los labios de Mar al escuchar aquellas palabras, se abrazó con fuerza al cuello de Eerin permaneciendo asi para que sintiera su respiración, los movimientos de sus senos chocando contra el torso de su amante con movimientos que nada tenían que envidiar al delirio del placer*
Las habéis incluso superado *Su voz sonaba suave, como un ronroneo en aquellos oídos, sus labios se mantenían húmedos al no poder pasar completamente la saliva a su garganta pues cuando deseaba tragar un gemido bloqueaba completamente es acción, se mordía los labios dejando la marca de los dientes clavados en su labio inferior mientras apretaba su rostro en la curvatura del cuello ajeno, moviendose cada vez más rápido. Se separaba de su cuerpo casi a regañadientes porque el calor intenso del cuerpo de Eerin se sentía más lejano* ¿Y que pensáis vos de mi? *Paseó la lengua por sus labios, separando una vez más sus piernas casi obscenamente en un movimiento sensual, para comenzar los movimientos cada vez más rapidos.
Sujetaba la hombria de Eerin con la mano derecha pues le dejaba salir y entrar a excepcion del glande el cual mantenía siempre en su interior, apretándolo para aumentar esa dosis de placer, cuando tenia dominado aquel movimiento no necesitaba sostener el tronco de su hombría, sino empezar a moverse aumentando la rapidez, la pasión, moviendo las caderas de manera circular mientras jadeaba sintiendole chocar en aquel punto que todos tenían, el punto de placer máximo, apretó fuertemente las sábanas empezando a moverse más rápido, no sabía cuanto podía aguantar, su orgasmo estaba cerca, por la cantidad de humedad que desprendia o como sus movimientos eran más temblorosos, desesperados, gimiendo por alcanzar el climax de aquel modo tan desesperado, no le importó modular más o menos el tono de su voz, solo jadeaba mirando al techo debido al placer*
Respondió al beso, pero también a los movimientos apretando los dedos contra los hombros de Eerin en los momentos de máximo placer, algunos mechones pelirrojos ya no se movían porque estaban pegados contra su cuerpo debido al sudor de su piel, devoró aquellos labios con impertinencia, entrelazando su lengua con la del hombre mientras sus manos recorrían su espalda, sus hombros, sus brazos, cada movimiento que seguía era un placer que nunca había experimentado, entraba de su interior, volvía a salir aruñando todo su sexo húmedo. El sexo siempre había sido un motivo de disfrute, su piel sudaba pero no expulsaba un hedor extraño sino un olor casi afrodisiaco que parecía humedecer aún más su sexo mientras que sus muslos se llenaban de sudor. Una fluida carcajada, corta pero inevitable apareció en los labios de Mar al escuchar aquellas palabras, se abrazó con fuerza al cuello de Eerin permaneciendo asi para que sintiera su respiración, los movimientos de sus senos chocando contra el torso de su amante con movimientos que nada tenían que envidiar al delirio del placer*
Las habéis incluso superado *Su voz sonaba suave, como un ronroneo en aquellos oídos, sus labios se mantenían húmedos al no poder pasar completamente la saliva a su garganta pues cuando deseaba tragar un gemido bloqueaba completamente es acción, se mordía los labios dejando la marca de los dientes clavados en su labio inferior mientras apretaba su rostro en la curvatura del cuello ajeno, moviendose cada vez más rápido. Se separaba de su cuerpo casi a regañadientes porque el calor intenso del cuerpo de Eerin se sentía más lejano* ¿Y que pensáis vos de mi? *Paseó la lengua por sus labios, separando una vez más sus piernas casi obscenamente en un movimiento sensual, para comenzar los movimientos cada vez más rapidos.
Sujetaba la hombria de Eerin con la mano derecha pues le dejaba salir y entrar a excepcion del glande el cual mantenía siempre en su interior, apretándolo para aumentar esa dosis de placer, cuando tenia dominado aquel movimiento no necesitaba sostener el tronco de su hombría, sino empezar a moverse aumentando la rapidez, la pasión, moviendo las caderas de manera circular mientras jadeaba sintiendole chocar en aquel punto que todos tenían, el punto de placer máximo, apretó fuertemente las sábanas empezando a moverse más rápido, no sabía cuanto podía aguantar, su orgasmo estaba cerca, por la cantidad de humedad que desprendia o como sus movimientos eran más temblorosos, desesperados, gimiendo por alcanzar el climax de aquel modo tan desesperado, no le importó modular más o menos el tono de su voz, solo jadeaba mirando al techo debido al placer*
Mar Santini- Humano Clase Alta
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Re: !¿Como te atreves?![Mar Santini][+18]
Actuaba bajo aquellos instintos que desde hace mucho habían estado dormidos ¿aquella mujer había sido capaz de despertarlos? Aun no podía creer aquella sensación tan grande de placer que sentía en el interior de la mujer, aquello no era solo sexo, aquello era algo mucho más allá. Deseaba descubrir que era lo que en verdad la mujer quería de el. Sentía como si el tiempo se hubiera paralizado, pero al mismo tiempo estaba pasando, pero con una intensidad que casi te abrumaría a cualquier mortal, sentía que aquella mujer podría desnudar su corazón, cuando sus manos tocaban cualquier parte sentía aquel lugar ardiendo, no deseaba dejar el interior tan placentero de la cortesana.
Sentía la humedad recorrer todo su glande, que era restregado por las paredes del sexo de la mujer que era producido por la excitación que le proporcionaba el acto que estaban llevando en estos momentos los dos. Sentía un calor enorme que lo entregaba al placer, podía sentir como la mujer buscaba aquel calor, parecía que no se quería apartar del calor emanado por el licántropo, estaban en un punto en el cual no se podrían detenerme pues el corazón les dictaba que lo que habían comenzado tenía que proceder. Su respiración agitada y aquellos dulces gemidos que salían de su jugosa boca lo enloquecían completamente, sentía que su cabeza estaba dando vueltas cuando con sus sentidos aumentados escuchaba la quebrandosa voz de Mar.
La ronda comenzó de nuevo, espero que la cortesana guiara para volver a embestirla con fuerza, esta apretaba su interior haciendo que todo el sexo de Eerin se sintiera aprisionado en un lugar cálido y prieto. ¡ah! Se sentía una mosca atraída por la más dulce miel… aquella miel que deseaba probar y hasta morir en ella si se movía. Tantos choques eléctricos que le obligaban a temblar mientras sus caderas se movían instintivamente más rápido, tal rápido que podía oír el suave y leve sonido sordo del golpe de sus cuerpos chocando contra sí.
Podía presentir que ya la cortesana estaba llegando a su punto máximo, Eerin rio con una voz ronca y embriagada de placer, recorrió con sus manos aquella selva húmeda que se había convertido la piel de Mar –Oh… ¿Qué opino de ti?- murmuro afirmando la pregunta que había pasado hace algunos minutos-Opino que eres la mujer más hermosa, lujuriosa y afortunada que pueda tener Francia entera – adentro su sexo lo mas que pudo para mantenerlo a ahí por unos momentos mientras se acercaba al oído de mar, una de sus manos recorrió su vientre hasta llegar a uno de los seno para estrujárselos con cierta brusquedad, solamente la necesaria para que aumentara la endorfina en su cuerpo-Lujuriosa por la simple razón de estar en este estado solamente por tenerme- susurro a su oído mientras presionaba con sus dedos uno de sus pezones, estirándolo sin causarle mucho dolor, solo el dolor suficiente para provocarle placer-Hermosa, porque he inspeccionado cada parte de tu cuerpo y no he encontrado imperfección alguna…- sonrió embistiéndola nuevamente y sin previo aviso.
Por alguna razón sentía que nunca se cansaría de eso, aquella dama le había gustado, le había gustado como se movía y su voz le incitaba a mantenerla cerca a protegerla de todo mal… ¡Era una bruja! Eso es lo que era, debía hacer utilizado algún perfume o afrodisiaco que le provocaba todo aquello, no era normal que el… ¡El! Un hombre amargado y de pocos amigos deseara proteger a una frágil dama, sentía que lo que haría era romperla como un vaso de cristal… sus manos no creaban ni protegían ellas destruían y no quería destruir algo tan bello como era aquella mujer que entre sus brazos se derretía de placer, por los movimientos que sus cuerpos creaban.
Sentía la humedad recorrer todo su glande, que era restregado por las paredes del sexo de la mujer que era producido por la excitación que le proporcionaba el acto que estaban llevando en estos momentos los dos. Sentía un calor enorme que lo entregaba al placer, podía sentir como la mujer buscaba aquel calor, parecía que no se quería apartar del calor emanado por el licántropo, estaban en un punto en el cual no se podrían detenerme pues el corazón les dictaba que lo que habían comenzado tenía que proceder. Su respiración agitada y aquellos dulces gemidos que salían de su jugosa boca lo enloquecían completamente, sentía que su cabeza estaba dando vueltas cuando con sus sentidos aumentados escuchaba la quebrandosa voz de Mar.
La ronda comenzó de nuevo, espero que la cortesana guiara para volver a embestirla con fuerza, esta apretaba su interior haciendo que todo el sexo de Eerin se sintiera aprisionado en un lugar cálido y prieto. ¡ah! Se sentía una mosca atraída por la más dulce miel… aquella miel que deseaba probar y hasta morir en ella si se movía. Tantos choques eléctricos que le obligaban a temblar mientras sus caderas se movían instintivamente más rápido, tal rápido que podía oír el suave y leve sonido sordo del golpe de sus cuerpos chocando contra sí.
Podía presentir que ya la cortesana estaba llegando a su punto máximo, Eerin rio con una voz ronca y embriagada de placer, recorrió con sus manos aquella selva húmeda que se había convertido la piel de Mar –Oh… ¿Qué opino de ti?- murmuro afirmando la pregunta que había pasado hace algunos minutos-Opino que eres la mujer más hermosa, lujuriosa y afortunada que pueda tener Francia entera – adentro su sexo lo mas que pudo para mantenerlo a ahí por unos momentos mientras se acercaba al oído de mar, una de sus manos recorrió su vientre hasta llegar a uno de los seno para estrujárselos con cierta brusquedad, solamente la necesaria para que aumentara la endorfina en su cuerpo-Lujuriosa por la simple razón de estar en este estado solamente por tenerme- susurro a su oído mientras presionaba con sus dedos uno de sus pezones, estirándolo sin causarle mucho dolor, solo el dolor suficiente para provocarle placer-Hermosa, porque he inspeccionado cada parte de tu cuerpo y no he encontrado imperfección alguna…- sonrió embistiéndola nuevamente y sin previo aviso.
Por alguna razón sentía que nunca se cansaría de eso, aquella dama le había gustado, le había gustado como se movía y su voz le incitaba a mantenerla cerca a protegerla de todo mal… ¡Era una bruja! Eso es lo que era, debía hacer utilizado algún perfume o afrodisiaco que le provocaba todo aquello, no era normal que el… ¡El! Un hombre amargado y de pocos amigos deseara proteger a una frágil dama, sentía que lo que haría era romperla como un vaso de cristal… sus manos no creaban ni protegían ellas destruían y no quería destruir algo tan bello como era aquella mujer que entre sus brazos se derretía de placer, por los movimientos que sus cuerpos creaban.
Eerin Schiffer- Licántropo Clase Media
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Re: !¿Como te atreves?![Mar Santini][+18]
*Con cada movimiento la piel de mar se erizaba mientras emitía destellos debido al sudor que recorría sus hombros, su espalda, sus caderas, sus gluteos asi como también sus muslos que se movían obscenos ante cada uno de los movimientos de Eerin; Estaba confusa porque los hombres no eran quienes le volvían loca sino al revés, debía de ser él quien pidiese más de ella sin ser al revés en cambio sucedía todo lo contrario, estaba pidiendole más en la manera que apretaba sus dedos en su espalda sin llegar a arañarle pero si siendo evidentes las ganas que tenía de gritar, proferir sonidos herejes de sus labios dedicados siempre al placer y al deseo. Bajó el rostro, notando los músculos del varón que estaban sumidos en la más sensual humedad por el sudor y por los roces de ambos cuerpos, su respiración había perdido el rumbo sumiéndose entonces en el más profundo desdén a la monotonía para dejarse llevar por todo lo que estaba sintiendo.
Era raro, para que lo iba a negar que estuviera pendiente del olor que desprendía Eerin pues a mar siempre le había gustado el olor de los hombres, el olor corporal más que el de la colonia porque decía mucho de los hombres, su padre por ejemplo no tenía olor por eso era un hombre cobarde, los que tienen un olor muy fuerte presumían de su virilidad como si fueran los unicos machos de la tierra, los que tenian un olor extraño parecían ser los más bipolares en cuando al tema del sexo, para que negarlo incluso desde pequeña el ver a su madre gemir entre los brazos de los hombres no la convertía en un angel o en una chica inocente; Tragó, cual fuera su sorpresa que lo hizo con dificultad mientras se movía contra él, recuperando la sensualidad que poseía, mientras sus cabellos se movían galopantes por su cuerpo, estaba embistiéndola aun en esa posición, jadeó abriendo los labios, sus ojos brillaban de placer pero también del desconcierto, de ese deseo que surgía de ella por tenerle solo a su lado. * Ahmg
*Se escapó ese donido de sus labios aunque maldijo porque entre su respiración agitada tenía que pegar su rostro al de Eerin para escuchar sus palabras, asintió deseando saber lo que opinaba de ella sonriendo de medio labio mientras cerraba los ojos con una fina dosis de sudor que caia hasta su mentón, después fijó su vista nuevamente en él relamiendose, sus pezones estaban endurecidos recibiendo gustosos aquellos apretones que aun cuando no causaban dolor lo que si causaban era un cosquilleo en todo su cuerpo, no aguantaría más...dejó su frente apegada a la ajena respirando cerca de su boca * Me teneis en alta estima caballero pero puedo aseguraros que yo os tengo en la misma posición *Habló como si no hubiera más torpeza que la propia asfixia mientras arqueaba su pecho, colocó finalmente sus dedos en sus propios cabellos alzándolos.
Al alzarlos se creaba la imagen sensual de la pelirroja mientras la marea de rizos acariciaba una vez más su cuerpo, algunos se fundían en sus hombros otros se escondían en su espalda mientras la mayor parte de ellos caían por su rostro escondiendo sus orbes por un momento mostrando solo los labios, la boca era una parte muy sensual de una mujer, los labios carnosos mientras estaban humedos podían ser testigos de mucho, por ejemplo de como la respiración agitada iba siendo más calurosa, el calor del placer que sentia en cada momento aumentaba volviando más calurosa la piel de mar, al mismo la lengua no pasaba desapercibida moviendose con mucha suavidad, planeando, intentando que el exceso de humedad por la saliva que no podía llegar a la garganta no se derritiese en el exterior de los labios, el carmín desecho, las perlas blanquecinas de sus dientes; Mar usaba esa técnica cuando no podía mirar a los ojos a un hombre sin que éste supiera lo que causaba en ella, no solo por el sexo sino lo bien que le estaba haciendo sentir * Eerin... *Jadeó una vez más su nombre, sin contenerse, otra cosa que podías saber por los labios era cuando una mujer mentía o no, según la curvatura de la comisuras o lo que saliera de su boca, en esos momentos mar, no una cortesana sino la mujer había susurrado y jadeado el nombre del hombre que le estaba haciendo sentir de esa forma.
Parecia un “que me has hecho” porque nunca se habia sentido de ese modo, sintiendole dentro, cada vez más progundo, su orgasmo no avisó, apretó con fuerza en su interior la virilidad de Eerin haciendole sentir a los segndos siguientes como su orgasmo, caliente, húmedo y sobre todo abundante manchada su hombria, los muslos e incluso las sábanas, temblorosa apegaba su frente al hombro de Eerin lamiendo lentamente esa parte, mientras sus piernas le rodeaban, temblorosas *
Era raro, para que lo iba a negar que estuviera pendiente del olor que desprendía Eerin pues a mar siempre le había gustado el olor de los hombres, el olor corporal más que el de la colonia porque decía mucho de los hombres, su padre por ejemplo no tenía olor por eso era un hombre cobarde, los que tienen un olor muy fuerte presumían de su virilidad como si fueran los unicos machos de la tierra, los que tenian un olor extraño parecían ser los más bipolares en cuando al tema del sexo, para que negarlo incluso desde pequeña el ver a su madre gemir entre los brazos de los hombres no la convertía en un angel o en una chica inocente; Tragó, cual fuera su sorpresa que lo hizo con dificultad mientras se movía contra él, recuperando la sensualidad que poseía, mientras sus cabellos se movían galopantes por su cuerpo, estaba embistiéndola aun en esa posición, jadeó abriendo los labios, sus ojos brillaban de placer pero también del desconcierto, de ese deseo que surgía de ella por tenerle solo a su lado. * Ahmg
*Se escapó ese donido de sus labios aunque maldijo porque entre su respiración agitada tenía que pegar su rostro al de Eerin para escuchar sus palabras, asintió deseando saber lo que opinaba de ella sonriendo de medio labio mientras cerraba los ojos con una fina dosis de sudor que caia hasta su mentón, después fijó su vista nuevamente en él relamiendose, sus pezones estaban endurecidos recibiendo gustosos aquellos apretones que aun cuando no causaban dolor lo que si causaban era un cosquilleo en todo su cuerpo, no aguantaría más...dejó su frente apegada a la ajena respirando cerca de su boca * Me teneis en alta estima caballero pero puedo aseguraros que yo os tengo en la misma posición *Habló como si no hubiera más torpeza que la propia asfixia mientras arqueaba su pecho, colocó finalmente sus dedos en sus propios cabellos alzándolos.
Al alzarlos se creaba la imagen sensual de la pelirroja mientras la marea de rizos acariciaba una vez más su cuerpo, algunos se fundían en sus hombros otros se escondían en su espalda mientras la mayor parte de ellos caían por su rostro escondiendo sus orbes por un momento mostrando solo los labios, la boca era una parte muy sensual de una mujer, los labios carnosos mientras estaban humedos podían ser testigos de mucho, por ejemplo de como la respiración agitada iba siendo más calurosa, el calor del placer que sentia en cada momento aumentaba volviando más calurosa la piel de mar, al mismo la lengua no pasaba desapercibida moviendose con mucha suavidad, planeando, intentando que el exceso de humedad por la saliva que no podía llegar a la garganta no se derritiese en el exterior de los labios, el carmín desecho, las perlas blanquecinas de sus dientes; Mar usaba esa técnica cuando no podía mirar a los ojos a un hombre sin que éste supiera lo que causaba en ella, no solo por el sexo sino lo bien que le estaba haciendo sentir * Eerin... *Jadeó una vez más su nombre, sin contenerse, otra cosa que podías saber por los labios era cuando una mujer mentía o no, según la curvatura de la comisuras o lo que saliera de su boca, en esos momentos mar, no una cortesana sino la mujer había susurrado y jadeado el nombre del hombre que le estaba haciendo sentir de esa forma.
Parecia un “que me has hecho” porque nunca se habia sentido de ese modo, sintiendole dentro, cada vez más progundo, su orgasmo no avisó, apretó con fuerza en su interior la virilidad de Eerin haciendole sentir a los segndos siguientes como su orgasmo, caliente, húmedo y sobre todo abundante manchada su hombria, los muslos e incluso las sábanas, temblorosa apegaba su frente al hombro de Eerin lamiendo lentamente esa parte, mientras sus piernas le rodeaban, temblorosas *
Mar Santini- Humano Clase Alta
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