Tiempo de vals... ( Roxan Van der Gotten)

Tantos siglos habian pasado desde que no visitaba París, todo absolutamente todo cuanto conocía habia cambiado la gente, las casas, las iglesias, el palacio y las fiestas en honor a diferentes personas importantes.
Después de encontrarme con la sorpresa de que mi bella creación se habia convertido en un amor sumamente imposible, no tuve más que resignarme y continuar.
Como hace tiempo, cuando me sentia derrotado caminaba sin rumbo fijo, ahora deseaba olvidar, quiza encontrar gente interesante con la cual quiza conversar o vivir nuevas o repetidas experiencias.
Mi andar se detuvo al ver las puertas del palacio abiertas de par en par, hermosas mujeres yo vi vestidas con aquellos ropajes birllantes y ceñidos, hombres bien vestidos, elegantes para la ocación, calaña de la clase mas acaudalada, pude escuchar celebraban el cumpleaños de alguien cercano a la familia real.
Como siempre acostumbraba arreglarme elegantemente como si fuese a ir a una fiesta, decidi divertirme un poco, disfrutar de la noche y de mi estancia en París tenia tanto sin asistir a estos eventos y menos los que ahora son... modernos.
Utilizando mi capacidad para engañar a los humanos, entre sin problema, al entrar,¡Vaya todo cuanto veia! Oro en todas partes, enormes vitrales y esculturas de bellisimos angeles, definitivamente todo era diferente.
Entre en medio de la pista pasando entre todos los presentes, habia tomado un antifaz de color plata iy finos detalles dorados que acompañarian en esta mascara, a cada paso fui admirando el piso, aquellos mosaicos de diferentes tonalidades marrones reflejaban la luz del enorme candelabro de vidrio cortado que colgaba en el techo.
Finalmente me detuve en una orilla, retire la mascara de mi rostro, mientras contemplaba el espetaculo del baile y las sombras que se movian casi al unisono.
Bien sabía que habia mas seres de mi estirpe pero por alguna extraña razón las jovenes humanas solo me veian a mi, en el momento menos pensado ya las tenia a mi alredeor, conversando y bebiendo conmigo, a más de una yahabia invitado a bailar, la gente nos miraba yo solo disfrutaba de divino placer de la seducción y de la diversión despues de todo a eso venía.
Mientras daba giros en la pista con la dama que estaba consiederando seria mi cena, observe entre los presentes a alguien que llamo mi atención.
Alli estaba ella sentada en un fino sillón blanco observandome como los demás, su cabello, sus ojos y silueta habian acaparado mi completa atención, desde donde estaba la veia fija y seductoramente, le sonrei y continue bailando.
Después de unos minutos la musica finalmente termino, separandome de mi pareja desconocida la tome de la mano mientras le agradecia con una reverencia, bese su mano y desapareci en medio del aplauso de los presentes.
Me escodi tras unos enormes pilares de marmol, observandola desde las sombras, no era humana, un ser de mi especie que con mucha mas razon desviaba hacia ella la mirada de propios y extraños.
Decidi confundirme entre los jovenes caballaros que le pretendian, me acerque ocultando mi rostro detras de la mascara y me presente hablando con inspirado y seductor acento -Bonne nuit, mademoiselle- con atrevimiento tome una de sus manos que descansaban en su regaso, ella se limito a observar con extrañeza -Mi nombre es Alessandro Aznavour, a sus pies mademoiselle- me inque en una rodilla, cual enamorado declara su amor a su doncella, los demas caballeros se retiraron ante este gesto, me quite el enigmatico antifaz me puse en pie mientras le preguntaba -Es tiempo de vals, ¿me consedería esta pieza?-extendí mi mano en señal de invitación, deseaba la aceptará por que esta musa de la noche me había atraido tanto la grado de olvidar...

Su sonrisa, me dio el valor para llevarla a la pista como si en mi mano llevara una fragil y bella flor.
De vez en cuando mi mirada se desviaba del frente para contemplarle, mi alrededor no importaba solo ella yo y el vals, mas ella estaba alerta a todo cuanto nos rodeaba me limite a negar con la cabeza sonriendo y llevandola al centro.
Ante sus primeras palabras hacia mi con ese seductor y aterciopelado sonido de voz no pude evitar reirme discretamente y contestarle -No se preocupe, bella dama, que si de nuestras vidas han de correr peligro, prometo proteger y cuidar la vuestra por esta noche- me distancie un poco sin soltarle de la mano, realicie una reverencia sonriendole.
Despues me acerque tomandola de su mano y cadera, asenti con la cabeza y en ese instante ella realizo lo mismo.
La musica dio comienzo, mi acompañante seguia analizando las miradas en el lugar -Despreocupese mademoiselle, mortales que nos quisieran ver a su lado, sin embargo sus años con nuestros siglos no se entienden-.
Era un divino vals para ser un evento de la realeza, comenzamos bailando lento de tal forma que los dos tomaramos el paso, mientras tanto eso ocurria sin motivo alguno sonreiamos, me sentia alagado, se hizo un silencio entre los dos, mas nuestras miradas hablaban por nosotros comence a bailar aun ritmo más rapido mientras le decia con voz que apenas ella pudiese escuchar -¿Hermoso vals, verdad?, usted parece disfrutarlo- suspire -Considero que el vals es una forma de despertar los sentidos y sentimientos más profundo que entre dos seres incluyendo nosotros podemos sentir, pero dificiles de explicar- sonrei -En nuestro caso el principio de algo aun desconocido pero bello, espero... puesto que me ha simpatizado usted desde el momento en que la observaba conversar junto a los que gustosos me retarian a duelo en este momento por usted- ella sonrio y comence a girar con ella,los dos nos acoplabamos tan bien que parecia ya lo practicabamos juntos -El hecho de que puedo guiarla bien, es que hay quimica entre nosotros- Entre los dos el baile se hizo placentero, al grado de no darnos cuenta que la musica casi ya habia llegado a su fin .
Sutiles giros que que se dibujaban en el suelo de la pista al ritmo de los compaces, mientras mi mirada seguia fijamente en ella, -este fue tiempo divino con usted, bailando, lo he disfrutado y por ende le agradesco- el vals concluyo, sin darnos cuenta todas las parejas se habian retirado para observarnos y ahora nos brindaban aplausos, aquella musa coloco su mano en su pecho girando la cabeza de un lado a otro con cierto desconcierto, tome sus dos manos colocandolas entre las mias -Este fue un tiempo para sentir y decir sin hablar y escuchar si oir, siempre que baile recuerdelo, pues fue la sensación que ha provocado en mí- acaricie sus manos y di beso a ambas -¿Nos vamos?- tome su mano y la apoye en mi brazo de esta manera la retire en medio de las libaciones a los jardines del palacio.
-Hermosa noche ¿no le parece?- pregunte mientras la sentaba en una banca de piedra, su belleza se hacia mas pura con el simple reflejo de la luna -Aquí estaremos mas tranquilos y podremos platicar sin tener encima de nosotros miradas casi asesinas- viendola detenidamente y sin ambejes dije -Realmente usted es hermosa mademoiselle, en verdad lo es, sin embargo mi bella desconocida debo preguntar ¿cual es nombre de tan brillante musa que ha bailado conmigo esta noche?-,espere callado y con ansias el nombre de auqella misteriosa dama, comence a acriciar cuidadosamente las hojas de un rosal.

Mis halagos habian sido de su sumo agrado,me limite a negar con la cabeza y esbozar una franca sonrisa.
Así que su nombre era Cassandra, para mi era un bello nombre, demasiado bello y seductor para una mujer pero en ella le era del todo acertado-No hay de que disculparse, mademoiselle, a cualquier ser nos suele suceder-retire mis manos del rosal y las entrelace poniendolas entre mi barbilla y mis labios.
-Así que su nombre es Cassandra, bello nombre para una dama y demasiado acertado para usted- le sonrei retirando mis manos y recargandolas en mis rodillas -Cassandra, diosa de griegos, profeta de dioses, aquella que hermosa es, hermana y protectora de los hombres que enamoro al Dios apolo con el sutil brillo de sus ojos, en la mitología griega Cassandra es todo lo anterior, entonces me llego a preguntar ¿Usted es del olimpo?- rei ante mi pregunta, mientras ella estaba perpleja de mis palabras -Vamos hermosa diosa, un antiguo como yo, sabe lo que los siglos ha borrado-.
El viento movio unas cuantas hojas desviando mi atención, despues observe parte de una pequella rejilla de marmol protegiendo otras plantas de diversos tipos, a los lados dos pequeños arboles cubriendo la banca y una fuente que trabajaba de manera relajante con los ruidos de las criaturas nocturnas a nuestro alrededor, cuyos sonidos eran opacados por el murmullo de la gente adrentro en el salón.
Todo esto desaparecio al oir su pregunta debo admitir por un momento me causo gracia saber que habia despertado su curisidad, solte y una sutil carcajada -No creo que esas jovenes tuvieran todo lo que yo necesito para mi entretenimiento- voltee a ver algunas que se asomaban por la enorme ventana cristalina de formairregular -Tan solo mirelas, ambisiosas, calculadoras,algunas de ellas no poseen inteligencia, dejan que la vida fluya, tienen riquezas que hacen que vivan en mundo donde su vida esta arreglada, hablan de reinos, realeza, inversiones, descubrimientos y presumen sus ropajes como si lo demas no tuviese importancia- regrese mi mirada a ella -No son de aquellas que suelo buscar- suspire - A que se debe tantas atenciones con usted, bien es muy sencillo, no tiene todas aquellas caracteristicas, algo en su fina belleza capto mi total atención, entre seres de la misma naturaleza, solemos conocernos mejor, aunque usted parece haber estado aturdida de todos aquellos caballeros, que estando comprometidos osan a cortejarle- tome con delicadeza su fina mano -Yo solo deseo pasar un rato agradable, sin humanos y diversiones vanas, aunque con exactitud no se que pasará, entre usted y yo, sin ofenderle claro esta- Bese de nuevo su mano y la sostuve entre las mías -Y usted ¿Porque no prefirio haber bailado tan hermosa y exquisita pieza con alguno de los cabelleros que le cortejaban- arque ligeramente la ceja observando su mano y despues su rostro de una manera un tanto cautivadora...

Su risa cautivo mis sentidos por un momento, era tan exquisita, que me hizo reir tambien aunque sinceramente no sabía porque, tome aliento por un momento tranquilizandome -Como le he dicho, no se sorprende, soy un vampiro demasiado antiguo, se lo que el tiempo ha borrado o intentado ocultar-, su sorisa se mantenía fija, me limite a asentir con la cabeza.
Negue con la cabeza sonriendo ante su pregunta, a decir verdad era la primera dama que me preguntaba algo como eso, la respuesta me llevo a recordarla, su forma de ser, aquella a quien cree y que ahora parecía no querer saber mas de mí, la sonrisa se desvanecio por completo, mostrando en mi rostro la seriedad uqe esa herida no habia podido quitar -Bueno-tome una pausa -Son muy distintas a las que ahora nos observan desde los ventanales- dirigi mi mirada a ellas -Son demasiadas cosas, que necesito ver en una dama que me llevaría una eternidad en nombrarlas- regrese mi mirada al frente enfocandola en la nada, quiza mi rostro expresaba algo de incomodidad y dolor al tener que hablar de ello, la puñalada que tenía en el alma continuaba abierta y la sangre derramada bastante fresca, como para fingir que no me dolía hablar de ello. -Bueno cambios de tema, disculpe de verdad en que no quiera hablar de tema pero no es el momento indicado- agache la mirada y por un momento cerre los ojos.
-Asi que no la importunan, entonces digamos que le gusta.... jugar con ellos, con los mortales, es un pasatiempo entretenido y divertido en ocasiones- rei sutilmente -Bueno a decir verdad, a mi de vez en cuando me gusta jugar con los humanos, pueden pasar los siglos, las epocas y los años pero ellos continuaran siendo ingenuos- la chica que parecia espiarme desde hace un rato y de la cual Cassandra parecía darse cuenta de su presencia, se ocultaba tras uno de los dos árboles, asomo su cabeza, la mire detenidamente, le sonrei mientras con una de mis manos le daba la señal de un saludo, de la emocion la joven grito y se metio al salón con sus compañeras que lo observaron todo y ahora querían saber detalles -Lo ve, son ingenuas, ella esta pensando que la invitaré en la proxima pieza, que le cortejaré y tendremos un noviago- negue con la cabeza -Ideas, solo ideas- coloque mi mano nuevamente sobre mis labios.
Asi que mi comentario ni fue ninguna ofensa, sin embargo tenía razón, es una venseñanza que tarde o temprano la propia inmortalidad te la da, sales quiza de caza, una o dos victimas te hacen sentir fuerte pero en el transcurso de la noche para hayarlas te encuentras en diversas situaciones, que te hacen conocer gente y como terminaras con ello es el gran misterio del destino.
La brisa de los jardines comenzaba a jugar con su cabello, moviendolo a su antojo, llamo mi atención, pero a un mas con su respuesta, sabía me era sincera, algo ella había visto en mí y yo algo vi en ella pero... ¿que será?, me guiño el ojo en forma seductora, me acerque un poco más, quedando a pocos centrimetros uno del otro -Concuerdo con usted, el vals, es una divina danza donde interviene el sentimiento desconocido que nace de dos personas al conocerse, que con tres paso de baile una historia de amor pude dibujarse en nu viejo salón, simple quimica de dos cuerpos que parecen atraerse como la luna y las estrellas- solte sus manos y con ellas aparte el cabello que se encontraba en su rostro a causa del viento, despues tome delicadamente su rostro -Me parece que entre usted y yo esa quimica nació, desde el momento que nos vimos por primera vez y el baile lo confirmo- acariciaba sus mejillas mientras la observaba tiernamente -¿Que he visto en ti puqueña diosa que me haces olvidar?, ¿tienes alguna idea?- como si fuese un impulso le di un beso en la mejilla y rapidamente me puse en pie, avamce unos cuantos pasos adelante, discretamente miraba como había quedado perpleja y viendome de arriba a abajo, contemple la luna -¿Que es lo que debo hacer cuando en un tiempo de vals, su compas marca el olvido, y hayarlo contigo?-el silencio impero en el lugar, seria ¿quiza mi propio dolor el responsable que me hizo la tetra de atreverme a hablarle y besarle, cuando menos lo esperaba y no arrentirme de lo que habia hecho?.

Rio por unos instantes cosa que me agrado enormemente, era realmente atractivo, respiro profundamente, asentí ante lo que decía aunque no era tan fácil el saber cosas de los demás… algo debía haber pasado por su mente ya que la sonria de sus labios se borro sin mas … una pena en verdad, ¿Qué seria lo que le habia puesto asi?, mi pregunta no habia sido demasiado atrevida y podría jurar que hasta le habia parecido divertida, al parecer tenia algún secreto …

Sonreí al ver que las observaba de nuevo rei cuando dijo que le llevarioa una eternidad el nombrar las cosas que le atraen de una dama – En ese caso, mi lord podemos decir que soy una de las personas que tiene el tiempo para escucharlas- podía apreciar que algo no andaba bien del todo …

Sin mas decidió cambiar el tema, y para variar soy curiosa a mas no poder , respire lentamente para no presionarle y decirle que me dijera el nombre de quien le tenia en tan deplorable estado. Pero al ver que desviaba su mirada y cerraba los ojos parecia que debía de dolerle lo que traia en la cabeza. – asi es mi lord, son muy entretenidos y para la eternidad que tengo en algo habrá que ocupar el tiempo ¿no lo cree asi?- sonreí levemente no pude contenerme al ver la reaccion de la joven a la que mi acompañante saludo.. negué con la cabeza la pobre habia triunfado esa noche y seguramente le habría robado el sueño a mas de una.

Asentí a su frase de “ideas solo ideas” puesto que en eso se basaba todo… en estos nuevos tiempos, el viento comenzaba a correr por los jardines como si de un niño travieso se tratara unos de mis risos jugueteaban con el; aparto uno de los rizos de mi cara, sonreí al sentir el contacto de su mano contra mi rostro, sis palabras parecían caricias, dulces y seductoras, - Eso parece… - las siguientes palabras me habrían hecho sonrojar si pudiera hacerlo – En todo caso mi señor debería decirme vos ¿que es lo que puede tener una mujer como yo que pueda haceros olvidar? O decirme ¿Qué teneis vos que me atrae con tal urgencia que no puedo apartar mis ojos de vuestro rostro?-, acariciaba mi mejilla la cual reclamaba mas atenciones por parte de el, y como si la hubiese escuchado poso sus labios sobre ella, después se levanto de sonde estaba y se alejo de mi, al parecer se arrepentía de lo que acababa de hacer… me habia dejado perpleja y enfadada, acaso no se daba cuenta de que su acción no me habia molestado, creia que yo tambien era como los humanos.

Alice mi vestido de forma sutil mientras me incorporaba, el me daba la espalda y observaba la luna, - lo que debería de hacer mi lord… es indagar en su ser… y con los años que le preseden debería saber que hay que darle tiempo a las heridas para sanar, y por lo que aprecio las vuestras son profundas… también he de decirle que solo vos puede cerrar el ciclo de la misma…- hice una leve reverencia y comencé a caminar en dirección al salón de baile puesto que después de lo ocurrido… era lo mas apropiado además parecia encontrarse incomodo…

Seguia sonriendo, parece que para ella era divertido lo que hacia con las damas curiosas y necias en intentar llamar mi atención, depues la respuesta a mi comentario hizo asintiera con la cabeza y riera ligeramente -Tiene usted razón su respuesta es del todo acertada, quizá la noche nos alcanzará para que lo descubra- decidí cambiar de conversación, me incomodaba y presentía que ella lo notaba.
Mis ojos continuaban cerrados, la expresión externaba mi doloroso recuerdo, pero todo se tornaba distinto cuando la escuchaba hablar, asentí calladamente con seriedad -si el tiempo, la eternidad es algo que debe de aprovecharse- suspire -pero pocos en verdad tienen la suerte de compartirla- dije en tono reflexivo.
No pude resistir tomarle por el cabello, apartar sus rizos que parecian ser de una divina escultura de algun bello angel celestial, la miraba fijamente a los ojos y despues sus labios que me desprendían frases y cuestiones, que me hacían sonreirle y desviar mi mirada a sus manos -Es usted tan perfecta, tan diferente, es hermosa para estos ojos que se condenan cada noche, siento como si usted me liberase de las cadenas que me atan a la oscuridad- volví a tomar su cabello, lo acariciaba con cuidado y finamente como si entre mis manos tuviese el satín mas fragil y suave -Que ve en mi, solo usted en su interior puede saberlo, ¿será quizá el tiempo, o la soledad?- respondi de forma seductora -O empieza haber algo más allá que simple quimica que nos atrae el uno al otro-, fragilmente basile tomando su rostro y mis labios besaron su piel marmoleada y perfecta.
Al levantarme y observar la luna, me dí cuenta de que ella, tambien se había levantado, parecia enfadada, quizá por mi reacción, alguien como yo con tantos años de existencia no se hubiera separado de ella ni un solo instante, pero para mí los sentimientos volvian a estar a flor de piel.
Escuche cada una de sus palabaras en silencio, sin voltearle a ver en ningún momento, comence a escuchar sus pasos alejandose de mi y en dirección al salón.
Quedo perpleja y detuvo su paso al sentir mi mano sobre su mano al detenerla, volteo a verme extrañada, guardé silencio por un momento despues respondí -Más sin embargo mi pequeña musa Cassandra- me acerque a ella tomandola por los hombros hasta quedar a la altura de su oido -el tiempo y la eternidad me han dado una lección reciente, cuando el amor es tan dulce, al terminar deja un trago amargo, si una herida que te haces en el cuerpo sana rapidamente y te olvidas de ella , la herida que te causa el amor te queda en la mente para siempre por mucho que esta haya cicatrizado-. le susurré al oido -pero...- cambie mi tono a uno más seductor -cuando se haya el elixir contra el dolor, todo en un principio parece extraño- tome con mi mano su barbilla levantando su rostro, del que toda huella de enojo parecia haber desaparecido -Nunca te he tomado por humana, mi reacción depues de aquel dulce beso se debe a que al parecer he hayado la cura, mi alivio eres tú- la estreche contra mi pecho sin que ella opusiera resistencia,, tambien ella coloco sus brazos en mis hombros, algo que me tomo por sorpresa -Perdoname si te ofendí pero no dejes de hablarme y abandonarme cuando parece que a mi cino una estrella brillante comienza alumbrar- la separé de mi, mientras ella tenía los ojos cerrados -Solo esta noche podrá decirme, si es usted la persona que por tanto tiempo intente en vano encontrar-, al abrir su ojos con sutil gesto la invite caminaramos hacia los adentros del jardín, lejos de la musica y la gente que empezaba a bailar un vals nuevamente.