Tiempo de vals... un, dos, tres (Privado)

Acababa de sujetar el último mechón de cabello detrás de su oreja mientras se miraba en el espejo, girando la cara a un lado y a otro observando que hubiera quedado perfectamente el tocado, las mejillas le parecían sonrosadas de manera suave y suficiente como para mantenerlas así, una discreta gargantilla fue la que adornó el cuello de Blair y unos broqueles se habían posado discretos en las orejas de la rubia, al parecer ya había terminado de arreglarse para aquél baile, no es que fuera la más feliz con tener que ir, pero de algún modo tenía que empezar a codearse con las grandes personalidades que rondaban París y suponía que aquél lugar era perfecto para poder comenzar a hacerse notar, esperaba que fuera para bien, porque de algún modo tenía mala suerte en ocasiones para terminar haciendo el ridículo, había escogido un un vestido que le ciñera el cuerpo pero no demasiado, el color era celeste y largo, mientras que el corset mantenía un escote alto, creía que ya podía irse.

Saliendo de su casa un carruaje ya le esperaba, iba viendo el camino a través de la ventanilla mientras su mente se encontraba en todos lados menos en el que debía, iba moldeando sus dedos hasta que le comenzaron a doler, no sabía si de la presión o por el frío que podía llegar a sentirse en aquella noche, la luna no se encontraba en su esplendor pero alumbraba lo suficiente, el trajín que se notaba por lo empedrado del camino era un poco incómodo, pero mejor eso que seguir a pie, además de que no conocía absolutamente nada, respiraba profundo, manteniendo las manos sobre sus rodillas alisando una y otra vez los pliegues de la falda que luchaban por mantenerse. Sintió cuando el andar se detuvo y se acomodó el abrigo, un rápido vistazo a su tocado y esperó a que le abrieran las portezuela para poder bajar, miró de un lado a otro, era bastante vistoso, le gustaba, se veía lo suficientemente acogedor como para invitar a las personas a entrar y pasar una buena velada.

Tomó la falda de su vestido y comenzó a subir las escaleras, iba a paso lento, no llevaba prisa y tampoco es que tuviera a alguien esperándola arriba, buscó la invitación en la bolsa de su abrigo y entró sin mayor problema, recibiendo las palabras cordiales de todos mientras que ella simplemente asentía con una sonrisa, no es que le gustara socializar, pero debía hacerlo o al menos eso era lo que suponía en aquél momento, el salón se encontraba arreglado de manera sublime, luces por todos lados, personas que iban cuchicheando, hombres y mujeres que volteaban a ver a todos y después iban haciendo uno que otro comentario, no sabía si con buenas o malas intenciones, pero ahí estaban, tomó una copa de agua de una de las charolas que iban desfilando por delante de ella y se recargó cerca de una columna, observando a todos, necesitaba empezar a adaptarse al ambiente, aunque la música sonaba demasiado suave en aquél momento, apenas la gente comenzaba a acumularse, sus ojos seguían observando a todos, fijándose en hombres y mujeres sin que ninguno tomara su completa atención.