AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Té para tres [Privado]
3 participantes
Página 1 de 1.
Té para tres [Privado]
Adrians Blancquart & Gretel Döhler - Soleado - Medio día
Jaelyn Sheridan- Cazador/Realeza
- Mensajes : 57
Fecha de inscripción : 20/06/2014
Re: Té para tres [Privado]
Té para tres. El elegantes y diestros paso hacen eco en los escalones de la majestuosa e imponente mansión que visita aquella mañana en honor a la fiesta de té, como le encanta llamar a sus "almuerzos" la joven anfitriona, siendo invitada un par de semanas atrás de parte de su intima amiga Renata O. D´Souza. Era inminente expresar que la joven de noble cuna no tenia deseo alguno de presentarse a tal acto social, sin embargo entre cotilleo de la alta clase y puede que un poco de discreta manipulación de su cercana amiga se enterase de quien era la invitada de honor: La duquesa de Northumberland y su hija, la Condesa Lanarkshire & Vizcondesa de Arbuthnott por derecho de cuna, ambas provenientes de Escocia. Siendo asi que la curiosidad puede mas que su tedio por asistir a un desayuno mas de aquellos que terminan al anochecer y con ella completamente hastiada de las mujeres de la alta clase que no saben hacer mas que revolotee encima cada que la ven llegar. –Bienvenida baronesa– exclama un lacayo al abrir la puerta con la mirada baja reverenciando. El gesto en respuesta es levantar su delicado cuello adquiriendo el porte majestuoso y expendido que la caracteriza. La mujer hace un ademan y el hombre sonríe. El andar es hermoso, delicado y elegante, meciendo el filo de su fino y exquisito vestido de seda color champagne. –Gretel– exclama la joven de propietaria de tan expendida recepción caminando hacia la baronesa recibiéndola con un beso en ambas mejillas. --Cielo, lamento la tardanza-- se disculpa con cálida y suave voz, sonriendo a aquellas que se acercan a saludarle por igual. --Y bien ¿Quien es "ella"?-- cuestiona algunos minutos después de repetidas reverencias y exquisitos cumplidos, en su mayoría falsos, Renata toma la mano de su recién llegada invitada, susurrando algo que provoca una sonrisa curiosa y enigmática en la rubia. Al acercarse al piano la joven que se encuentra en el banquillo aun toca por algunos minutos mas antes de darse cuenta que le esperan. –Jaelyn, permitirme presentarte a su excelencia, la Baronesa Gretchen Döhler, Gretel para las amigas. Gretel ella es la Condesa Lanarkshire, Jaelyn– una sonrisa de éxtasis y sublemasia se refleja en aquella que presenta, con el doble filo a expectativa de lo que la pelirroja ignora. --Es un verdadero placer Jaelyn. Si me lo permites después del almuerzo me gustaría me concedieras contigo, la realeza debe conocer y pareciera que todos estos años se nos ha privado de tu exquisita presencia-- La mujer es sincera hasta cierto punto al descubrir que tipo de prometida a escogido Martha para su hijo. Espera, sin embargo, que no sea una total desgracia como las muchas otras candidatas. | |
Gretel Döhler- Hechicero/Realeza
- Mensajes : 42
Fecha de inscripción : 26/07/2014
Re: Té para tres [Privado]
Frente al espejo desatándome el pañuelo que decoraba junto a la camisa blanca de largo cuello que aún no termino de arreglar, pantalones no demasiado ajustados del mismo tono oscuro del chaleco que está encima de mi cama y al lado el abrigo un poco mas largo y un hilo mas grueso que llevare por encima para resguardarme lo primero. Ensayando, poniendo caras raras mientras terminaba e intentar sonreír con esa falsedad que a otro ojos expertos o no del lenguaje no verbal pasaría por alto a sabiendas que el contrario también finge tal como dije una vez. Muevo los dedos dentro del zapato incómodo al ser prácticamente nuevos, traídos de Londres hace unas semanas de forma intencionada para lo que se avecina –la boda–.Termine de abrocharme la camisa dejando los últimos libres para no ahogarme y dando mi propio estilo como también hice con el pañuelo para después colocar por encima las alas del cuello.
Instantes después veo tras de mi–reflejada en el espejo– a alguien del servicio, ignorante de si había llamado u no a la puerta al estar sumergido en mis pensamientos. No obstante mi gesto no es de enfado ni de nada simplemente la miro y me giro mientras voy a coger el chaleco, esperando que hablara.
-Señor Blancquart, el carruaje os espera a ambos .Vuestra madre no tardará en salir y os esperará en el salón para cuando acabe-Asentí- Está bien, gracias Íngrid, dile a madre que bajo enseguida-me limité a decir mirando como en cortés reverencia se despedía de mi, correspondiendo sin pronunciar demasiado mi gesto, si madre lo viera seguramente pondría mala cara por saludar así a la servidumbre como ella etiquetaba a nuestro servicio desde hace generaciones.
-¿Una fiesta del te?. Apostaría que no habrá ni un solo hombre allí salvo yo-; dije hablando conmigo mismo mientras terminaba de abrocharme el chaleco y pasarme la mano por el pelo para peinarme vagamente, tampoco era necesario insistir en ello pues tampoco era de mi interés acudir allí donde madre tuvo la decencia de avisar a última hora, sabiendo que era la única forma de tenerme entre la espada y la pared. Detestaba ese jugada de Martha, lástima que padre no estuviera en estos momentos sino seguramente me habría salvado de asistir allí, estando mas acostumbrado que yo eso seguro.
Fui a mi ritmo para ponerme el abrigo y uno de los tantos de los aromas que tenía guardados, todo regalos del día que llegué a los dieciocho años, similares a los de padre pero mas juveniles. Madre decía que era una señal para las damas de la sociedad, solo recordarlo me hace fruncir el ceño ligeramente por esa absurda idea que tenía cuando varón o mujer llegaba a la edad adulta, nunca entenderé su forma de pensar aunque quisiera.
(...)
Finalmente nos pusimos de camino, todo era silencio miradas de vez en cuando. Conversaciones que trataba de iniciar ella pero mis respuestas eran cortas, siendo notorio mi inconformismo hacia su forma de actuar, aunque no recuerdo cuando he estado conforme, tal vez de niño pero supongo que a esa edad me daba igual con tal de salirme con la mía.
-Ya hemos llegado- dijo Martha después de una hora de camino, Joshep nos dejó en la puerta pero aún no nos avisa para salir, miro de reojo viendo que otro carruaje está por delante, no conocía a quien salía de allí aunque supongo una vez dentro nos anunciarán como es costumbre. Nos abren la puerta esta vez no da tiempo de aviso y no es mi amigo quien lo hace, suponía que por los colores de la ropa podría ser el servicio de los dueños del enorme caserón.
Hacen salir primero a mi madre y poco después lo hice yo. Esta directamente se agarra a mi brazo y me mira mostrando una sonrisa haciendo un gesto para que los dos iniciáramos el camino. Martha se adelanta a darle al llamador, nos abren casi de inmediato como empiezo a escuchar notas musicales tecleadas, cuchicheos de nuevo. Tan solo sonrío y tomo la mano de quienes se ofrecen el saludo, besando el dorso haciendo el papel del día, madre me no me suelta aún, guiándome como si esa fuera su casa de echo creo que durante el camino menciono que todo los años en el mismo día del calendario asistían ambos –padre y madre–.Me equivocaba, no sería el único varón allí, también había alguno en el servicio pero es no quitaba lo incómodo.
Pronto la anfitriona de la casa se acerca mirando con interés ambos, sorprendida que de su brazo no estuviera alguien de la edad mayor. Primero saludan a madre luego se queda mirándome y poniendo su mano por delante como aquellas que salude con anterioridad y antes de que pudiera hablar por mi ,de nuevo ella-Él es mi hijo- dijo, apresurándome yo sin que se notara demasiado-Adrians Blancquart-dije tomando su mano y besando la misma.
Poco después nos guiaron hacia la música, presentándome a quienes nos cruzaamos hasta llegar a ella. a Jaelyn que era quien daba ambiente para los invitados. Me muestro serio mientras procedo a saludarla en una reverencia, mirándola fijamente a los ojos sin ni siquiera sonreír-Ella es la Condesa de Escocia, Jaelyn Sheridan.Condesa él es El barón Adrians Blancquart.. -escuché de quien nos saludó, esta vez no era madre-Condesa- dije firme antes de reincorporarme, fingiendo no haberla visto antes.Menuda encerrona.
Última edición por Adrians Blancquart el Mar Abr 28, 2015 1:56 pm, editado 1 vez
Adrians Blancquart- Hechicero/Realeza
- Mensajes : 348
Fecha de inscripción : 26/02/2012
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Té para tres [Privado]
Detengo el danzar de mis dedos junto a la música, poniéndome de pie para recibir y saludar como es debido. De reojo miro como mi madre desea correr a mi ubicación actual junto con la mayoría de viejas estiradas y chismosas que giran la mirada al lugar en el que muy amablemente Renata O. D´Souz y la madre de mi futuro prometido oficial impone su autoridad al estarme presentando a Adrians que disimula de maravilla su molestia e incomodidad. Eso me hace deducir que esta acostumbrado. -'¿Qué edad tendrá?'- me pregunto retirando la mano sonriendo. Doblo mis rodillas al hacer una reverencia sintiendo la parecencia de mi madre a mi lado. Renata se disculpa yendo a encontrarse con la hermosa mujer de cabellos dorados que ha llegado antes que él y supongo a continuar de recibir a sus invitados tan distinguidos. Sonrio y con una sonrisa a mi madre pidiendo permiso abro la boca para poder hablar – Es todo un gusto conocerle Mademoiselle, Barón. – Mi sonrisa casi esta cincelada, delicada y grata, tan dulce como el merengue y para nada forzada. Muestra de los años que la e expresado sin ser descubierta. Eso no evita que pueda escuchar a las viejas chismosas cacarear como gallinas perseguidas. Si supieran realmente de mis viejos, bien no tan viejos, y sucios secretos, los malos hábitos, mis tretas, las malas compañías con las que me relaciono y esos pequeños deslices que e tenido me comería viva de ser posible. Las mejillas se me ponen rojas recordando algunas de mis fechorías. Nuestras madres hablan y la mía comenta lo que he sentido hace solo un momento sugiriendo mi abanico. – Si me permiten, ire por algo de beber, me e acalorado un poco – es momento de eso que se me da tan bien. Huir.
Y así me des hago de mi brazo entrelazado. Siento el cuchicheo explotarme en los oídos. Odio la maldita nobleza y sus círculos sociales.
Renata anuncia que ya estamos completos con elegantes y cuidadosas palabras, que toda la basura esa que al parecer con la que le encanta rodearse a llegado. Invita a que pasemos al jardín e intentando que no me alcancen a ver los Blancquart ni mi casamentera madre fallo con desdicha. -Cariño, la fiesta esta conmigo y los los Blancquart, así que mas vale que te quedes a nuestro lado- y a arrastras nuevamente estoy a lado de ellos. Suspiro y no conforme es momento que Mademoiselle Blancquart sugiera una reconfortante caminara después del almuerzo entre Adrians y yo a solas. Esa mujer no me cae para nada bien.
Permaneciendo acorde a la ocasión, fingiendo alegría y sonriendo a diestra y siniestra presto atención fingida a la platica de las mujeres. A la mesa cuadrada a mi derecha esta sentada mi madre deshaciéndose en halagos hacia mi persona y a mi izquierda esta Adrians, le miro de reojo y regalo una sincera sonrisa. Después de todo me comporte como una arpía hace unos días y claro, eso jamas sucedió.
Y así me des hago de mi brazo entrelazado. Siento el cuchicheo explotarme en los oídos. Odio la maldita nobleza y sus círculos sociales.
Renata anuncia que ya estamos completos con elegantes y cuidadosas palabras, que toda la basura esa que al parecer con la que le encanta rodearse a llegado. Invita a que pasemos al jardín e intentando que no me alcancen a ver los Blancquart ni mi casamentera madre fallo con desdicha. -Cariño, la fiesta esta conmigo y los los Blancquart, así que mas vale que te quedes a nuestro lado- y a arrastras nuevamente estoy a lado de ellos. Suspiro y no conforme es momento que Mademoiselle Blancquart sugiera una reconfortante caminara después del almuerzo entre Adrians y yo a solas. Esa mujer no me cae para nada bien.
Permaneciendo acorde a la ocasión, fingiendo alegría y sonriendo a diestra y siniestra presto atención fingida a la platica de las mujeres. A la mesa cuadrada a mi derecha esta sentada mi madre deshaciéndose en halagos hacia mi persona y a mi izquierda esta Adrians, le miro de reojo y regalo una sincera sonrisa. Después de todo me comporte como una arpía hace unos días y claro, eso jamas sucedió.
Jaelyn Sheridan- Cazador/Realeza
- Mensajes : 57
Fecha de inscripción : 20/06/2014
Re: Té para tres [Privado]
Por un segundo me fije en su dedos, aún sobre las teclas del piano .Las voces seguían estando por encima de la música y solo si estabas cerca podrías apreciar el ritmo y no desde la lejanía, como cuando pase por esa puerta junto a mi madre. No soy mucho de escuchar esta clase de instrumentos, pero si sabía reconocer la buena música de manos talentosas a las que ahora incluyo a la Condesa Jaelyn.
Retire la mirada poco después de que dejara de sonar, mirándola a ella con una leve sonrisa que por si sola sale mientras corresponde mi saludo, sin aparentar como mi comodidad ante todo lo que está ocurriendo hoy y estos días pasados. Observo de reojo que alguien más se acerca e intuyo que por el parentesco sea la madre de ella y que pronto pasará ser parte de mi familia, no por sangre si no por enlace entre nosotros y el futuro que ellos decían debía ocurrir tarde o temprano-un primogénito, un heredero-.Cabellos rojizos recogidos en trenza e idénticos ojos a los de mi prometida.
Aquella que habla adelantándose a madre, pasa a retirarse y ninguno se lo impide. Dejando un silencio incómodo para todos u eso me parece, excepto para aquellos que ignoran esta parte de la casa y siguen hablando entre risas, fingiendo como están acostumbrados a hacer. No tarda en romperse, madre habla con la contraria como si se conocieran desde siempre cosa que me hace sospechar que se han visto alguna vez o varias veces durante este tiempo. Miro a Jaelyn coincidiendo con su madre. Sonrojada por cualquier razón que desconozco y solo su rebelde mente sabe. Me quedo a solas después ver como sale de la situación, niego por un segundo.
-¿Te ocurre algo, hijo?-dijo Martha, fingiendo interés por mi estado al ver mi gesto de negación que vuelvo a repetir-No, en absoluto-dije con total seriedad, a sabiendas que se lo tomaría a mal por la forma en la que lo dije y que tan pronto llegáramos a casa me lo reprocharía, no puedo reprimir mi forma de ser y eso bien lo sabe madre. No sé como se lo tomara quien formará parte de la familia, pero no es de mi interés y tampoco fingiré tenerlo.
Ambas se giran, las voces se alzan y no entiendo por qué el revuelo, me giro al igual que ellas, siendo empujado por mi madre una vez tomado por el brazo. Miro molesto a lo que ella responde frunciendo el ceño y una sola orden ir con ella y el resto del rebaño noble- Ven y hagámoslo a mi manera -dijo entre dientes, tomando de nuevo el control disimuladamente público.
En el camino me doy cuanta quien está por delante, veo que Jaelyn no se ha escapado como creía ¡por el amor de dios!, ni un respiro nos dan. Pasamos unas puertas de cristal con bordes de blanca madera, dando paso a un espacioso jardín y iluminado por un explendido Sol, sillas y mesas engalanadas con manteles blancos al igual que las sillas con el extra de un lazo con los colores de la casa que nos recibe. Cubertería de la mejor plata, jarras de barro con vino y agua y comida a montones, pan y carne, algún que otro pequeño pan para mojar en salsas de cada plato individual y otros pequeños entrantes. Lo suficiente como para hartar nuestros estómagos, no obstante picotee un poco de carne y par de copas de vino, mirando al frente y a los lados teniendo a la pelirroja Condesa a derecha mientras que a la izquierda estaba mi madre que insistente miraba a Jaelyn a la vez que hablaba con la madre de ella y no sé por qué.
Apenas hable, seguí conversaciones fingiendo saber quiénes eran, que parentesco tenían y que negocios podrían haber en un futuro, quizás esto último no era fingido. En una de las pausas coincido con la mirada de Jaelyn a quien sonrío muy poco, me limpio la boca, después me levanto para ofrecer mi mano y salir de allí,era momento de hablar de lo que ocurrio,pero era mejor fuera de esta burbuja de nobleza y algun que otro oido fino dispuesto a escuchar.
- Condesa Jaelyn,¿me permite invitarla a un paseo por el jardín?-pronuncie mirándola fijamente a los ojos, manteniéndola a pesar de notar como me miraban las dos mujeres que nos trajeron al mundo para según dicen, cumplir con nuestra obligación.
Adrians Blancquart- Hechicero/Realeza
- Mensajes : 348
Fecha de inscripción : 26/02/2012
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Té para tres [Privado]
Mi madre está encantada con Adrians Blancquart, puedo verlo en su mirada, los gestos que crean sus manos, las oraciones perfectamente estructuradas en palabras precisa sin cabos sueltos o se preste a malas interpretaciones, en los discretos halagos que hace al hombre que esta sentado a mi lado mientras yo hago un poco la desentendida un poco mirando que el joven Barón Blancquart no es el único hombre que acompaña la reunión, curioso pero verdad y entre que mi mirada vaga lentamente entre los invitados, la comida, prestando media atención a las palabras de mi madre y degustando los canapés, pastelillos y bocadillos ofrecidos me percato que ha pasado poco mas de media hora.
Miro a Adrians sin saber que responder… se supone que yo no se nada, absolutamente nada de lo que traman este par de crueles casamenteras. Miro a mi madre en un curioso y extraño gesto con media copa llevándose a los labios rojos como entre pidiendo permiso, entre que no me permita ir junto a él porque no es debido que ande con un hombre a solas. Si estuviera en otro momento y lugar me reiría a carcajadas por esa tontería. Pero no es momento y ese par de brujas malvadas sonríen como un de buitres que están a punto de comer. En fin, bien lo decía mi padre que en paz descanse: al mal paso darle prisa.
–Claro... claro si no hay inconveniente…– mi madre afirma su consentimiento mientras un ‘traidora’ se me cuela por la mente mirándola. Al ponerme de pie me percato que la mayoría nos presta atención, bola de chismosos cotillas, sin embargo al ofrecer mi brazo y ser guiada por Adrians a algún lugar desconocido, todos parecen meter sus narices en sus asuntos, disimulan realmente mal. La ética y modales dicta que cada quien debe meter su maldito ser y esencia asi como permanecer al pendiente solo de todo aquello que le concierne y ni Adrians ni yo le consernimos a nadie mas que a nuestra familia. –Creo lo mas correcto es que ofrezca mis disculpas por nuestro ultimo encuentro, fue un total desastre– miro el jardín, no me interesa mirarle, él no me interesa, los intereses políticos, económicos y sobre todo los de nuestras madres son temas que me tienen sin cuidado –Dígame, ¿Qué asunto deseaba tratar conmigo?– pregunto mirándole un momento y apartando la mirada regresando a mirar las rosas que adornan nuestro alrededor.
Miro a Adrians sin saber que responder… se supone que yo no se nada, absolutamente nada de lo que traman este par de crueles casamenteras. Miro a mi madre en un curioso y extraño gesto con media copa llevándose a los labios rojos como entre pidiendo permiso, entre que no me permita ir junto a él porque no es debido que ande con un hombre a solas. Si estuviera en otro momento y lugar me reiría a carcajadas por esa tontería. Pero no es momento y ese par de brujas malvadas sonríen como un de buitres que están a punto de comer. En fin, bien lo decía mi padre que en paz descanse: al mal paso darle prisa.
–Claro... claro si no hay inconveniente…– mi madre afirma su consentimiento mientras un ‘traidora’ se me cuela por la mente mirándola. Al ponerme de pie me percato que la mayoría nos presta atención, bola de chismosos cotillas, sin embargo al ofrecer mi brazo y ser guiada por Adrians a algún lugar desconocido, todos parecen meter sus narices en sus asuntos, disimulan realmente mal. La ética y modales dicta que cada quien debe meter su maldito ser y esencia asi como permanecer al pendiente solo de todo aquello que le concierne y ni Adrians ni yo le consernimos a nadie mas que a nuestra familia. –Creo lo mas correcto es que ofrezca mis disculpas por nuestro ultimo encuentro, fue un total desastre– miro el jardín, no me interesa mirarle, él no me interesa, los intereses políticos, económicos y sobre todo los de nuestras madres son temas que me tienen sin cuidado –Dígame, ¿Qué asunto deseaba tratar conmigo?– pregunto mirándole un momento y apartando la mirada regresando a mirar las rosas que adornan nuestro alrededor.
Jaelyn Sheridan- Cazador/Realeza
- Mensajes : 57
Fecha de inscripción : 20/06/2014
Re: Té para tres [Privado]
Independientemente de las miradas que se clavaban en la nuca, estuve pendiente de lo que tenía al frente, esperando no quedar como un idiota y acabar sentándome de nuevo, un mal gesto sí, pero existía la posibilidad. No obstante después de pedir permiso a su madre; yo mirando de reojo a la mía, sin esperar aprobación alguna, en este caso no puede atarme, no quedaría mal ante los demás y como diría ella, “hay que dar buena impresión” por lo que solo muestra una sonrisa lineal casi haciendo desaparecer su labio inferior.
Su mano era mía, guiando con la otra para que acabara rodeándome el brazo e iniciar la caminata al exterior, lejos de habladurías que como de costumbre se alzaban cuando los protagonistas, —nosotros— nos movíamos y allí iban las miradas, pero no pudieron ver más al doblar esquina e ir hacia los jardines sinuados a un lateral de la casa. Amplios y anchos caminos de piedra, el color verde destacaba como debía hacerlo un jardín cuidado, figuras esculpidas en los arbustos en primera fila, por otro lado rosales en diferentes tonalidades pero principales eran las amarillas y blancas, otras variadas plantas con olores que llegaba aún sin acercarse, bastaba con pasar a su lado como así hice guiando nuestros pasos.
Mantuve el silencio mirando al frente después de haber escuchado su disculpa u al menos la intención de ello, tarde en responder recordando la situación donde la señorita y condesa prestó su malos modales al igual que lo hice yo pero con menor intensidad u así lo percibí.
-Debes…-dije en un tono frio y cortante, después suspiré y añadí-…deberíamos. Creo que la situación no fue cómoda para ninguno de los dos…,así como tampoco lo estábamos ahí dentro..¿ o me equivoco?-acabe diciendo, después trague saliva, continué-…aquella vez, quería saber que podíamos hacer al respecto y detener todo esto….- hice una pausa mientras me llevo la mano libre a agarrarme el chaleco dejando a la vista el anillo con la inicial mi apellido adornando el dedo central de la mano izquierda, fruncí ligeramente el ceño-…ya han dado el siguiente paso… y nosotros debimos darlo antes…si no te hubiese dado aquél arrebato…-suspiré con pesadez-…ergo,…¿Qué haremos?,…esta locura no puede llevarse a cabo y por lo que oído solo nos queda un mes…-La mire de reojo, me vi en la necesidad de hacerlo, antes no, aunque enseguida la retiré para mirar al frente y darle su espacio, tiempo a que respondiera mientras seguíamos caminando llegando a un pequeño laberinto que bien podíamos rodear o tratar de encontrar una salida mientras hablábamos.
Adrians Blancquart- Hechicero/Realeza
- Mensajes : 348
Fecha de inscripción : 26/02/2012
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Temas similares
» Té para tres... -Privado
» Très Extravagant (Privado)
» Dos por el precio de tres [Privado]
» Un día normal para un gitano pero...¿para una dama de clase alta? [Privado]
» Tres son multitud (?) [Privado]
» Très Extravagant (Privado)
» Dos por el precio de tres [Privado]
» Un día normal para un gitano pero...¿para una dama de clase alta? [Privado]
» Tres son multitud (?) [Privado]
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour