Juegos de Modales...[Lia Chiamenti]

por **Maël Montmartre** Jue Nov 10, 2011 2:31 pm

Habia recuperado el aliento y sonreia con gusto al reconocer la captura que habia conseguido esa noche. Habia salido de caza horas antes y estuvo persiguiendo un pequeño jabalí que corria gustoso entre reices gruesas. Le alcanzó sin esfuerzo y sin dudarlo lo mato cargandoselo al hombro y avanzando el camino ya recorrido hasta su pequeña cabaña improvisada. Notaba que la niebla empezaba a quitarse, estaba anocheciendo y el sonido de un buho que parecia no perderle de vista le sorprendió a medida que llegaba. Levantó la mirada con una sonrisa al encontrar una figura en su porche- Hola...Lia- dijo sin alzar mucho la voz y dejando al jabalí en el porche envuelto en una piel para que se secara y no hubiera problemas.

Se acercó con paso ligero quitandose el sudor de la frente con la manga de la camisa y sonrió-Me alegro de volver a verte...has llegado antes de lo previsto o yo después...-casi achinó los ojos de sonreir y se acercó para besar su mejilla algo avergonzado por si no estaba "presentable" para ella por el esfuerzo físico que antes habia efectuado. Empujó la puerta como solo el sabia para abrirla y la dejó pasar delante suyo aprovechando para hacer un sepaso a su espalda poco escotada por el corset- Creo en para mañana podrás venir a cenar lo que he cazado hoy...pero podemos tomar algo rico....mientras estás aqui-buscó con la mirada a su alrededor las copas que otros días habian usado y sirvió un poco de vino tinto, que la gustaba a ella y solia traer las botellas para poder disfrutarlas alli- ¿Qué tal te fué, con la insufrible meticulosidad de tu familia?-se acercó a una pila con agua donde metió las manos y despues se lo llevó a la cara refrescandose- A veces creo que si te vieran, los de tu familia claro, harian que me apresaran de inmediato....-dijo en un susurro dejandose caer en el suelo apoyando la espalda en la cama-

por **Lia Chiamenti** Miér Nov 16, 2011 10:50 am

Como hacía siempre, desde que tuve que contar a Maël mi cargo de realeza, seleccioné meticulosamente mi ropa antes de salir de palacio. Esta vez me decanté por un vestido menos llamativo en cuanto a volumen y adornos pero, con un escote recto que relucía ante cualquier mirada debido al volumen que adquiría por el corsé y un ligero escote en forma de pico que dejaba ver algo de piel de mi espalda. Ayudé a ello recogiendo mi pelo en un moño en lo alto de mi cabeza, dejando algún mechón libre cerca del rostro para que pareciera demasiado formal. Unos pendientes de perla hicieron el resto, usando apenas maquillaje. En una bolsa metí una blusa blanca que anudaba a la cintura marcando así mi figura y unos pantalones ceñidos, quizás los necesitara teniendo en cuenta con quien me iba a encontrar.

Al bajar la escalera exterior del palacio uno de los caballos de las cuadras ya estaba ensillado para mi, esta vez no quería ir en calesa. Acababa siendo un poco pesado depender de ello. Después de despedirme de mi recién llegado padre, monté al estilo que se supone era lo correcto para alguien como yo, hasta que perdí de vista toda señal de vigilancia y me coloqué a horcajadas sobre el animal, pudiendo controlarle y trotar mejor.

No tardé en llegar al uno de los claros cercanos a la cabaña del licántropo por lo que até al animal a un árbol dejándole suficiente espacio para que pudiera pastar tranquilo. Tras colocar mi vestido e intentar lo mismo con mi pelo, cargué con la bolsa hasta su puerta donde apenas tuve que esperar cinco minutos hasta verle aparecer, tan… suyo como siempre. El jabalí en su hombro, el cuerpo sudado, y esa sonrisa que siempre ponía al verme que no hacía más que sacarme otra a mi. - Hola Maël – sonreí divertida por ese rubor al darme un beso aunque reaccionando igual que él - No suelo llegar tarde a mis citas, por lo que creo que ese jabalí te ha dado más problemas de los que pensabas- Pasé ante el al interior de su “hogar” como tantas veces había hecho antes, dejando la bolsa sobre la cama de este.

Esperé a que se refrescara y cogiera sitio delante de mi en el suelo para contestarle. - Sabes que vendré a cenar encantada, a ver tus dotes culinarias –. Reí solo de imaginarme a Maël tratando de preparar un buen plato para no quedar mal conmigo, horas antes de mi llegada. - Respecto a mi familia… Mi padre llegó hace unos días, ya te conté pero no he vuelto a verle asi que no se a que atenerme con él- Encogí los hombros en un gesto de duda que se tornó sonrisa al oírle - No se qué harían contigo… Pero lo que sí es cierto es que cuando un joven o no tan joven me ha molestado y se lo he dicho a mi padre, no he vuelto a verle…- Era consciente de que eso le preocuparía pero la verdad no era otra y aquella relación nunca sería del agrado de mis padres por mucho mejor que fuera Maël a los hombres de clase alta con los que debía relacionarme. Cogí las copas de ambos y las llené de vino para evitar un silencio tras aquello, entregándole una, - ¿Qué quieres hacer hoy?- .

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