Primer encuentro { Priv. Haven Temptress}

Frente a él se levantó un gran edificio. La catedral era de estilo gótico neoclásico adornado con grandes gárgolas de piedra en las esquinas, que hacían de aquel gran titán toda una belleza.
Por las calles no había ni un solo alma, todo estaba totalmente desértico, tan solo se podía escuchar el murmullo del viento al cruzar las calles y lo que parecían los ecos de algún felino pegándose por su cena, pero aquello no pertubó la mente de Luca, ni tampoco le arrancó de la mente las ganas de seguir con su visita por las calles parisinas, que en aquella ocasión lo había conducido hasta dar con aquella Catedral.

La mirada del vampiro se paseó curiosa por aquel significativo lugar, pero no había nada que le llamase realmente la atención. Nuevamente inició su caminar, lento y elegante. Con cada paso de él se podía escuchar el eco de sus zapatos al golpear contra el suelo de la calle, pero hubo algo que tapó el eco de sus pasos. Del otro lado de la calle se podía escuchar la voz de una mujer que protestaba, su voz quebrada delataba que se sentía asustada, por encima de la de ella también se podía diferenciar la de un hombre, Luca entonces entendió, posiblemente sería alguna cortesana por lo que no le dio demasiada importancia al asunto, al contrario nuevamente se dirigió hacia donde anteriormente tenía pensado ir.

Sus pasos lo dejaron frente a una gran escalinata de piedra, subió los primeros escalones, pero se paró al escuchar el sonido de la parte alta del campanario anunciando la hora. Su mirada se posó sobre la parte más alta, dejando en él un sembrante pensativo y tranquilo, era complicado saber que podía pasar por la mente de Luca en aquel mismo instante.


{Off: Disculpa que sea tan cortito... Pero se me da de pena iniciar temas.}

Labios que no hablan, y mente que susurran imágenes que veo, que imagino
quizás o quizás no, que me dan miedo algunas, pues siento como me
ahogo, como me apuñalan, como me disparan, el mismo resultado,
levantarme de golpe, mi corazón acelerado, uniéndose a esas otras tantas
noches en las que no duermo.

-No se...por que esto no pude irse de mi mente, madre...-susurro,
mientras coloco mis manos paralelas a mi cuerpo una a cada lado,
mirando al frente el armario de madera maciza con ciertos rebordes en un
tono dorado, miro hacia otro lado, el ventanal, por el cual me asomo
como cada noche, donde no soy capaz de reconciliar el sueño.

Maldita pesadilla, cuyo tormento, me aterra cada vez que aparece en mi mente
esa imagen siendo ya repetitiva, aunque tan solo fuera un pequeño flash,
eran aquellos colmillos, la imagen de madre cayendo al suelo, ante mis
ojos, sus ojos reflejados en los mios, mi grito enmudecido en ocasiones,
al levantarme de forma desesperada, buscando la salida a ello.

Miro de nuevo al espejo, observo mis ojos azules mi angelical rostro, suave
piel, labios sencillos, finos y carnosos, labios sensuales, que
esperaban unos labios, un beso correspondido. Hasta entonces solo habia
besado ranas, por describirlo de alguna manera ,quedándose en eso y no
convirtiéndose en mi príncipe azul, como en los cuentos, que me contaba
madre, antes de aquello.

- Debes encontrar.. la superación a tus miedos... pequeña mía..es hora- dijo un susurro de voz, me asuste en su incio.Era la voz de madre.Busqué la fuente del susurro, observo el lado izquierdo, el derecho,no veo nada.
-no estas sola....-Dice la voz a la vez que mi rostro sigue girado, notando en mi hombro derecho como algo o alguien me toca.Miro mi hombro, no veo nada y tento buscar con mi otra mano, haciendo intentos de coger algo, haciendo pinza en el aire, no cojo nada,doy una barrida, visuaizando mi alrededor, un reflejo diferente al mio.
Cabellos morenos acalarados quizás un poco, rostro refinado, ojos azules, labios iguales a los suyos, finos y carnosos.Finas ropas que cubrian su rostro en tonos azules y lilas,en su mano derecho un anillo con zafiro como piedra,que esta guarda en uno de los cajones de su mesilla envuelta en un pañuelo verde.No se le veían los pieses, flotaba en el aire, un espectro.

Cierro los ojos...

-Abre los ojos, pequeña mia...- dice de nuevo aquella voz, la misma apariencia, que observan mis ojos.Esta mira al exterior-...seguidme- la mire, me quede unos segundo en silencio, la imagen se desvanecio, ya no estaba.No entendí lo que decía.Miré el exterior, lo que ella observaba, mientras me hablaba.Mis mejillas las sentia húmedas, mis manos como movimiento casi involuntario las toca, lágrimas, disperso la lagrima entre mis dedos hasta que desaparece entre ellos,y no queda nada.

(....)

A partir de aqui no recuerdo como llegue a estos lares, mis pies andaban solos,no mandaba en ellos, pero debos narraros de manera resumida como llegue hasta la catedral, donde mi temor parecía que iba a acecharme en cualquier momento y no me equivocava, pero mejor imaginaóslo.

Calles vacias , iyendo por callejones y otros lugares más, pies descalzos, vestida tan solo con un camisón blanco que me cubrian hasta por encima de mis rodillas, no recuerdo habérmelo quitado, sentía frio, lo único que si recuerdo, pero ni por esas me detenia,pude incluso pisar algún charco de las calles, días atrás había llovido bastante por todo Paris, acompañado por una buena tormenta de otoño, anticipandose a las que podía producirse en el invierno, que iba acercandose cada vez más.Desconozco la aparcencia del gesto de mis ojos, mis labios, incluso mis manos, no me detuve por un largo tiempo, tampoco sé como pude salvarme de los obstaculos que hubiese,pero parecía no impedirmelo nada ni nadie.


Mis pies porfín se pararón, volví en sí por unos segundos pero no tardé en caer,solo pude ver unas grandes puertas a mi lateral, caí de lado, desplomada, piernas casi juntas una de la otra, cabellos morenos en mi rostro, brazo izquierdo bajo mi cabeza y la mano derecha en el suelo con la palma en abierta...

¿Qué podía tenerme allí? Una catedral, una mísera catedral era lo que se levantaba frente a mis pies. Hacía años que no pisaba una, para ser exactos 1910 años los que habían pasado desde la última vez que había puesto un pie dentro de ella. Recuerdo sin lagunas que fue lo que me llevó a rehuír de aquel lugar, hasta entonces siempre había sido un "fiel" a pesar de mi condición, pero cuando yo pedí consuelo y resguardo en aquel lugar... Se ignoraron mis súplicas y rezos. Ví cómo la vida de Elladora se deslizaba entre mis manos, ví como el destino me la arrebataba sin darme opción de ayudarla.
Recuerdos. Nada más.

Apreté con fuerza los guantes rodeando la tela con los dedos. No podía evitar sentir odio por ese lugar, detrás de cada piedra, cada columna, cada gárgola esculpida no eran más que falsas esperanzas para esos humanos metidos en la ignorancia... Ignorancia que yo sufrí en su momento, pero de la cual salí hace demasiados años y en la cual no volvería a caer una vez más. Exhalé un suspiro de resignación, no entendía como me dejaba afectar por aquellos recuerdos, recuerdos que me llevaban a la viva imagen de aquella bella mujer, que con sus contoneos y susurros habían conseguido doblegarme, jamás había habido mujer alguna que consiguiese tan cosa conmigo, pero ella sí.

- Cuán caprichosa puede ser la vida...-Cada palabra que salía de mis labios era como una dulce melodía que escondía la tragedia. Finalmente bajé los escalones, no tenía otra intención que irme de aquel lugar, cada paso que daba era un sonido seco en el lugar seguido por un suave eco que se perdía entre las desoladas calles de parís. No eran más de media noche, no me extrañaba lo más mínimo que todo estuviera tranquilo, en calma... En total silencio. Bajé la mirada hacia mis pies cuando el último escalón desapareció dejando paso a la misma calle.

Algo hizo que me girase apenas un poco, la brisa trajo consigo un suave aroma. ¿Acaso aquel lugar quería de mi compañía aquella noche? Por qué si no iba traer aquel delicioso aroma hasta mis fosas nasales, todos mis sentidos se activaron al instante, llevaba 2 días sin saciar mi sed pero después de 2000 años en aquella condición había aprendido a controlar mis instintos y calmar mis necesidades como hombre. Pero ese olor, ese aroma que se había esparcido por el lugar... Paseé mi lengua con cuidado por encima de uno de mis colmillos, colmillos que aún estaban escondidos.- Qué es eso que traes a mí, querida mía...-Susurré con voz ronca y siseante.

No tardé en volver a retomar la subida por los escalones, cada paso parecía una eternidad. Pero finalmente alcancé mi meta, no esperaba encontrarme con aquella estampa pero igualmente no me desagradó ni disgustó lo más mínimo. Dejé que mi peso cayese sobre la colmuna a la vez que cruzaba los brazos sobre mi pecho de forma muy lenta. Mis ojos centellearon, dejando ver un brillo peligroso casi mortal. Posé la mirada sobre el cuerpo casi desfallecido de la muchacha, quizás a la vista no era totalmente apetecible, pero su aroma era realmente sensacional... Había algo en ella.- Quizás no fue tan mala idea llegar hasta aquí... La vida me brida de una espléndida compañía.-Dije casi en un susurro, lo suficientemente alto para que ella alcanzase a oírme.

No siento mis manos, tengo frio, la húmedad que siento bajo mi cuerpo no me ayuda nada.No logro despertarme, lucho de nuevo conmigo misma por querer hacerlo, pero no puedo salir.Me agobio, escucho una voz en el interior de mi cabeza, pero no es de madre y mucho menos de padre, al menos que sea u...uno de ellos.La necesidad de desperatar es mayor, mi corazón entra en taquicardia.

De nuevo esa imagen,observo mis manos son pequeñas,cierro los ojos fuerte queriendo volver a la realidad, los abro pero mis manos siguen siendo pequeñas, pero esta vez manchados de sangre, alzo la mirada, pero veo borroso, de nuevo mis manos, tiene como virutas blancas pero se deshacen, nieve; miro hacia delante algo mareada, veo una morada , las puertas de lo que venía a ser un mansión, no recordaba eso, me levanto escucho unos pasos que terminan por taparme la salida acercandose a mi, alzo mi mano para agarrar la ropa y levantarme, es extraño eso tampoco lo recuerdo y menos el poder levantarme.Noto una mano fría que me toca, puedo mirar hacia arriba sin lograr ver el rostro.me abrazo a la pierna del desconocido ,cierro los ojos con fuerza,estaba asustada.De nuevo y quizás la misma mano roza mi nariz, quedando de frente a mi,levanto mi mano temorosa y agarro de uno de sus dedos, esta frio como la nieve que se colaba por la puerta y rozaba su rostro, no entendi nada todo era muy extraño, quizás era madre guiandome, o era el mismísimo diablo quien me llevaba,tiró con suavidad para levantarme del todo.- Vamos-Su voz sonaba indiferente,varonil,almenos ahora pude saber de su género aunque no lo identificara con alguien que reconociera.Me levantó con tanta facilidad que por miedo, con mi otra mano agarré su muñeca rozando su ropas de cuero, miro hacia atras, los cuerpos de madre y padre ya no están.

Trago saliva y camino de su fría mano, el contraste de temperaturas se volvio algo secundario, la noche helaba, pude notarlo en mis mejillas como si estuviese realmente allí de nuevo, mis pequeños pies se cansan un poco, bajo mis pies el sonido es seco, no sabría explicar, mis pies se hundían, miro de reojo,ahora piso la nieve que a cubierto el lugar en poco teiempo, no deja de ser extraño.Un ligero movimiento, notando sus manos bajo mis brazos,no miro a ningún lugar,leve caricia que me alza en el aire quedando junto al cuerpo de mi salvador, del cual junto a su nombre desconocia su facciones,eso me desconcierta a la vez que me intriga, pero no hago nada, no se si es por que no deseaba hacerlo o por miedo de despertar cuan quisiera obligarme a verlo.Colocó uno de ellos por debajo de mis piernas, mientras que mi otra mano mantenia el agarre en su mano, aunque poco después deshago mi agarre para tomar ahora su camisa, donde hundo mi rostro haciendome hueco casi por completo en sus brazos, me sentía segura en ellos,aunque no dejaba de sentir miedo.De nuevo su voz que indica una oreden a la cual no respondo, me dejo llevar por él.Niego, definitivamente esa no es la voz de madre y mucho menos de padre, imposible.De manera inconsciente llevo mi dedo pulgar de la mano que sugetaba su camisa a mi boca, me los chupo.

Nos paramos de golpe, yo aún entretenida con succionarme el dedo, llenandolo de mis propias babas.La nieve sigue dándome en el rostro por lo que busco resguardo en su pecho de nuevo, lo notaba frio.Mira su mano apartandome la mía, subo la cabeza para mirar,no tiene rostro.Meto el pulgar en la mano formando un puño y mira de reojo, para con la mano que se lamía el dedo tirar de la ropa de el, queriendo resguardarla del frio, pero sigo sin conseguir verle,no quiere mostrarse.


Me muevo un poco como queriendo buscar un abrazo de ellos, pero instintivamente lo hice yo misma,dejando escapar de mis boca una risilla- los hobles malos se han ido-dije volviendo a mirarle conmo gesto repetitivo en el sueño, sin apartar mi mejilla de su torso, manteniendo el contacto.Pero veía borroso y no insistí y baje mi cara.

Sus palabras resonaron en el interior de mi cabeza,"Ahora estás asalvo..." me dijo ,sonando como un eco callando el viento que aún sacudía el lugar,moviendo los copos.Seguía sin poder salir de aquel sueño, mi corazón daba pequeñas punzadas, un latir le seguía.Miro al frente retirandome con mi mano los copos que se enganchan a mi cabello, y secándome otros tantos que mojaban mi cara;-...eres amigo de papa y mama?-dije quedándome en silencio, queriendo una respuesta a mi pregunta, pero se demoro unos minutos,finalmente dio un si, pero mi curiosidad aun no se vio satisfecha.Alzo mi no, queriendo alcanzar su rostro pero acabo por cansarme, me apego a su pecho ligeramente frio,cerrando un poco mis ojos; -asi que el t to lejaño ñe papa y mamama-dije con dificultad de vocalizar.Su mano me toca la cabeza y cierro por unos segundos los ojos por completo, para luego abrirlos, no se si me mira o no pero tampoco me habla, solo escucho quejidos, pero ni una sola palabra más- tio.o..o- tartamudeba,mi pronunciación era casi nula, de nuevo un quejido, aunque esta vez seguido de una respuesta,no tardé demasiado, mientras se apoderaba de mi el miedo, mis ojos cristalinos le miraban, viendo su rostro con menor borrosidad,ahora pu de ver sus labios pálidos, y parte de su nariz, ya supe de donde salierón cada palabra a lo que le cuestionaba.Comienzo a temblar con levedad, por la reaccion que tendrían sobre él-u...t...ú nombe-dije como prueba final y saber algo mas sobre quien me salvo, o...¿me condeno?.

Luca-respondío con voz aguda y cortante, quizas demasiado duro.No hablo y me agarro fuerte a su camisa,mis labios dejan de ser lineaales,haciendose curbitas, comienzo a soyozar-Tu tu..tu..tu eres....-rompo a llorar, sorbiendo los mocos, mirando su rostro, que pude ver por completo, una vez me tomo de los brazos y me separo de su regzazo para hablarme.Las lágrimas que se amontona en mis ojos, y me esfuerzo para que no salgan más.Cierro mis ojos con fuerza,dejando que de mi garganta salga un grito sonoro.Despierto aún gritando, me intento reincorporar, parpadeo fuerte y observo mi alrededor, mis manos se mojan al apollarme en eun charco, parte de mi camisón mojado al igual que mi cabello.Alzo la cabeza y miro frente a mi, la catedal, -la misma puerta del sueño-susurré.Miro del nuevo al suelo, al frente de nuevo, escucho unos pasos que se acercan a mi, bajan los dos únicos peldaños que permitian el acceso a la catedral.


Ante mi, su rostro su pálido rostro, que de nuevo me paraliza y no puedo hacer demasiado...ni tan siquiera huir.Solo temblar.