Ejecución(Anaís)

por **Yohann Moreau** Dom Jun 27, 2010 9:10 am

Las autoridades son muy tajantes respecto a los brujos, cuando descubren que una persona es usuaria de la magia, deciden que debe arder en la hoguera. En la mayoría de las ejecuciones se equivocan y matan a personas que son inocentes, así es la justicia. Pero alguna vez nos capturan, y hace 2 años, yo estuve a punto de morir en la hoguera. Fue en un pequeño pueblo de Cholet, malinterpretaron uno de mis trucos y decidieron que tenía que morir, por lo que en una hora ya estaba en la hoguera. Lo que ocurrió después lo recuerdo de forma difusa, en un momento estaba a punto de ser chamuscado y al siguiente me desperté tirado en un bosque. No he sido capaz de saber nunca lo que ocurrió realmente en aquella ocasión pero, sin duda tuve que ser rescatado por alguien.

Todo esto viene a coalición debido a que se ha anunciado una ejecución de una bruja hoy frente a los calabozos. Inmediatamente tras enterarme de la noticia he recordado mi pasado, pero no solo eso, he temido que esa bruja que va a ser ejecutada no fuese otra que Anaís. Sin perder un segundo cruzo todo París para llegar a los calabozos y asistir a la ejecución. Me sorprende la cantidad de publico que hay presente, pero supongo que para algunos debe de ser divertido ver como un ser humano se convierte en pasto de las llamas. Me relajo al comprobar que la mujer que va a ser ejecutada no es Anaís, pero inmediatamente recupero la tensión, no puedo dejar que esa mujer muera, sera bruja o no.

por Invitado Miér Jun 30, 2010 6:02 pm

Habían sido unos días muy tranquilos y eso me hizo temer lo peor. Normalmente mi vida de tranquilo suele tener poco y siempre que llevo una racha sin sobresaltos, termina pasando algo grave. Por eso, no me pillo por sorpresa la noticia... además de que un bruja cuando tiene presentimientos como esos pocas veces se equivoca.

Me encontraba en el mercado haciendo la compra diaria cuando escuché una conversación que me dejó los pelos de punta. Dos señoras que se encontraban a mi lado charlaban emocionadas sobre la ejecución de una bruja que iba a tener lugar ese mismo día en frente de los calabozos. La noticia me dejó helada, pero traté de contener mis sentimientos o de lo contrario esas dos mujeres habrían recibido un buen shock eléctrico que las hubiera dejado inmediatamente moribundas... pero eso solo hubiera empeorado la situación y probablemente yo estaría junto aquella pobre presunta bruja que iba a ser quemada injustamente. No me lo pensé dos veces, terminé las compras lo más rápido posible y salí corriendo en dirección a donde iban a tener lugar la fatídica ejecución... si me apuraba un poco, llegaría a tiempo. Ya estaba harta de que se nos tratara de esa manera y esa pobre bruja, si es que acaso no era una persona normal y corriente. Además, estaba la posibilidad de que la conociera... eso sí que me dolería... ya el simple hecho de que una o uno de los míos muriera me hacía daño... pero si encima le conocía... no lo podría soportar. Mientras me acercaba al lugar de los hechos vi la pulsera que Yohann me había regalado y sentí el impulso de llamarle, seguro que él estaría dispuesto a ayudar... pero me contuve al pensar que podría ser él el que iba a estar a punto de ser quemado. Si le llamaba y aparecía a mi lado no quedarían dudas de su naturaleza. Aceleré el ritmo y en pocos minutos estaba allí, abriendome paso entre la gran multitud de gente hasta llegar a los calabozos. Miré de nuevo la pulsera de reojo y al levantar la cabeza vi que Yohann estaba sano y salvo a unos cuantos metros míos. Antes de acercarme, comprobé que la presunta bruja no se encontraba entre mis conocidos, pero eso no era motivo para no salvarla de las llamas.
-Me alegro de verte - dije al llegar junto a Yohann con una amplia sonrisa que después se tornó un tanto triste - supongo que estás aquí por el mismo motivo que yo... no se merece que le hagan esto.

por **Yohann Moreau** Jue Jul 01, 2010 8:35 am

Al ver a Anaís algo dentro de mi se calma, por un momento había pensado que ella sería la bruja pendiente de ejecución. No comprendo la razón por la cual tras tan sólo un encuentro he sentido tanta afinidad con ella. La única razón que se me ocurre es que no he conocido a demasiados brujos exceptuando a mis padres, por lo que encontrarme con ella ha sido un gran descubrimiento para mí.

-No se lo merece y no lo van a hacer, porque lo vamos a evitar-Esbozo una sonrisa y la miro fijamente-. Pero antes de hacer cualquier movimiento, me gustaría saber si te crees capaz de ir a rescatarla mientras yo centro la atención de todos los presentes. Como ya sabes, soy especialista en atraer las miradas de la gente.

Ahora que lo pienso, en nuestro primer encuentro no se me ocurrió preguntar a Anaís cual es su especialidad dentro de la brujería, y no puedo negar, que tengo mucha curiosidad en ese sentido.

por Invitado Jue Jul 01, 2010 3:02 pm

Asentí cuando dijo íbamos a evitarlo, desde luego que no iba a quedarme de brazos cruzados viendo como una de las mías iba a arder en llamas. Cerré los ojos y respiré hondo al escuchar su propuesta. La gente se divertía mucho con estos espectáculos e iba a ser difícil que centraran su atención en otra cosa que no fuera la quema... pero por otro lado sabía perfectamente que Yohann sería capaz de acaparar no atención con sus "trucos" ilusionistas... aunque también sería arriesgado contando con que podrían descubrir que en realidad se trataban de magia. Abrí los ojos de nuevo para evitar seguir dándole vueltas al asunto. Estaba claro que íbamos a tener que arriesgarnos. Si salía bien, salvaríamos una vida. Si salía mal, nos condenaríamos nosotros también... lo mejor sería mantener una actitud optimista.

- Sí, soy capaz - contesté lo más segura de mi misma que pude - Además, guardo un pequeño as en la manga - añadí mirándome de reojo una de las manos y esbozándo una pícara sonrisa. Si me veía en apuros podría recurrir a mi pequeña habilidad para librarme de obstáculos. Quedaría claro que yo también soy una bruja, pero siempre podría volver a huir de la ciudad... aunque esta vez, a pesar del poco tiempo que llevaba en París, me iba a doler bastante dejar la ciudad.

por **Yohann Moreau** Jue Jul 01, 2010 7:29 pm

Asiento y recibo las palabras de Anaís con satisfacción, por alguna razón confío mucho en ella, y sinceramente, espero no hacerlo demasiado. De todas formas mi objetivo no solo es rescatar a la bruja sino también evitar que Anaís sufra algún daño, aunque eso me llevar a la muerte. La miro a los ojo y me paso la mano derecha por la parte posterior del cuello.

-Espero volver a verte después de esto Anaís, pero si no ocurre...-Doy un paso hacía delante y junto mis labios con los suyos unos instantes para después separarme.- Perdóname pero, tenía que hacerlo.

Esbozo una sonrisa y me mezclo entre el gentío, la actuación tiene que comenzar. Me paso la mano derecha por delante del rostro y hago aparecer en el mismo una máscara de color blanco. Con mi rostro cubierto llego a la primera fila del "espectáculo", y esquivando a los guardias que protegen de forma ineficaz la aparición de espontáneos subo por las escaleras de la plataforma de madera hasta la posición en la que está la bruja preparada para ser quemada. Los guardias comienzan a subir detrás de mi y yo comienzo a recorrer la plataforma de manera lateral hasta uno de los muros del calabozo. Haciendo pulso con los brazos me subo al borde del muro y hago unos aspavientos para mantener el equilibrio. Todo el mundo me está mirando, no puedo perder esta oportunidad. Una vez equilibrado levanto los brazos y salto al vacío sobre la aglomeración de gente.

por Invitado Sáb Jul 03, 2010 11:02 am

En un momento, sentí sus labios junto a los míos. Me pilló un poco por sopresa, pero para nada me molestó sino todo lo contrario. Disfruté del breve intervalo de tiempo que duró el beso, quizás fuera por la adrenalina que corría frenéticamente por mis venas en ese momento debido a lo que estábamos a punto de hacer, pero el caso es que me gustó - No tienes por qué disculparte - respondí, con una pequeña sonrisa - estoy segura de que todo va a salir bien y podremos repetirlo de nuevo - le guiñé un ojo.

Antes de que saliera y se mezclara con la gente, dejé escapar un pequeño suspiro - Ten mucho cuidado - murmuré. Seguí con la vista todos sus movimientos, esperando el momento preciso para llevar a cabo mi parte del plan. Aprovechando que todas las miradas estaban dirigidas a Yohann, salí de nuestro escondite y me dirigí a paso ligero hasta la parte de atrás de la plataforma. Todavía había un par de guardias vigilando, era un poco arriesgado acercarme más a la joven bruja para salvarla de las llamas. Por suerte, no tardaron en centrar la atención también en Yohann y pude acercarme un poco más para aflojarle las cuerdas con las que estaba sujeta mientras le susurraba "No te preocupes, vamos a sacarte de aquí, tan solo espera el momento adecuado para escapar". Acto seguido, salté de la plataforma y me alejé unos metros por si alguien había desviado la mirada de nuevo hacia la presunta bruja. Esperaba no haber sido vista por nadie, ahora solo había que esperar un poco más a que el espectáculo ilusionista continuara y le diera tiempo a la bruja a escapar de allí. Me aparté un poco de la multitud, observando cada instante de la escena por si tenía que volver a entrar en acción.

por **Yohann Moreau** Sáb Jul 03, 2010 7:05 pm

El populacho se aparta con mi caída y para su sorpresa, en lugar de golpearme contra el suelo, me hundo en el mismo como si de agua se tratara. Tras unos segundos debajo de la superficie salgo convertido en una bestia marina con forma de calamar gigante conocida como el Kraken. La gente comienza a gritar y a huir de la plaza mientras los guardias, usan sus armas para intentar abatirme. Sostener una ilusión de ese tamaño durante demasiado tiempo es complicado, pero tengo que conseguir el suficiente como para que Anaís pueda escapar, Anaís...si es por esa bruja creo que puedo llevar mi vida al límite.

De repente el Kraken explota y en su lugar aparezco yo sujetando un ramo de flores. Los guardias parecen más desconcertados ahora que con la bestia marina frente a ellos. Esbozo una sonrisa detrás de mi máscara y lanzo el ramo de flores al aire. Los pétalos de la misma se dispersan en el aire y como si de cuchillas se trataran sesgan el aire e impactan en los guardias. O al menos eso creen ellos, porque no es más que una ilusión. El pecho comienza a dolerme, sin duda he alcanzado mi límite, no...lo he rebasado. Hinco la rodilla derecha en mi suelo y y mi mirada se queda en blanco. Sin poder hacer nada más pierdo el conocimiento deseando que Anaís rescate a esa bruja, o que por lo menos, salga con vida de ese lugar.

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