¿A dónde van los sueños? [Privado]

por **Viola de Lesseps** Dom Nov 20, 2011 9:37 pm

Del diario de Andrews de Lesseps {antepasado de generación desconocida de la familia de Lesseps}

Son las tres de la madrugada, mi mujer duerme parece un ángel su bello rostro trae la paz que mi corazón necesita, puedo leer los pensamientos de ella y es un verdadero laberinto, es la mujer que siempre quise y después de tantos años al fin la encontré, le hable sobre la fecha de mi muerte como era de esperarse se negó rotundamente, no la culpo, pero ya tengo muchos años sobre la Londres como para querer seguir mi condena… Entre pasillos escuche al criado, sus pensamientos hacia mi hija… me desconciertan, lo odio cada día lo odio mas pero Arlett me dice que no me preocupe que es un niño que mi pequeña no le pasara nada… pero con mis años, que ya datan en novecientos puedo decir que conozco a los de su calaña. Desde que llego se me ha clavado entre mi ceja y ceja, no me gusta salir de casa por las noches por temor a que este se acerque a mis pequeños Viola y Antoine.

Hoy una de las criadas me dijo que vio al esclavo cargar a mi hija, que le dio un paseo por el jardín, Viola y Antoine ya aprendieron a caminar Dos años tienen y ese esclavo no le quita la vista… es mayor un pequeño pervertido, si tan solo estuviera vivo, yo sería el que sacara a pasear a mis hijos y no aquel infectado en pobreza. Maldita la hora que lo compre…

Ahora estoy en mi laboratorio haciendo lo que se hacer… aromas para que mis hijos reconozcan la grandeza de nuestro apellido, aun cuando su sangre no corre la mía… eso solo Arlett y yo lo sabemos… Estoy creando un perfume que pueda ser ocupado por hombres y mujeres mi inspiración mis retoños… Una mezcla de extracto de manzana, con toques de lima, aceite de lavanda y pino, además con violetas y orquídeas y por último… hierba buena… Fresco dulce, y dependiendo de la piel cambiara el aroma… ahora solo tengo que llevarlo a la práctica…

Una sonrisa se dibujó en mis labios cuando leí aquella página de uno de mis antepasados, aunque si tenía que admitir que el miedo a sus palabras engrifo todo mi cuerpo, mi piel ese extraño escalofríos al leer sobre aquel esclavo hizo que sintiera un vacío extraño en mi ser, ¿cómo podía hablar así de un niño? ¿Cómo podía odiar a un niño? Apreté mi mandíbula con fuerzas y cerré de un golpe el diario de Andrews y por primera vez agradecí no ser de la misma sangre que él, era claro no éramos familiares, otra corazonada calo profundo en mi corazón y negué con la cabeza, no podía decir aquello era una de Lesseps y como tal, tenía que sentirme orgullosa de mi familia, de mi verdadero linaje que quizás nunca sepa cuál es, pero algo si sabía, por mis venas corría la misma sangre que mi padre y mi madre, de eso no había duda, el alivio parecía llegar como una suave briza.

Estaba en la casa que por veintitrés años me acogió, Londres, parecía no cambiar todo seguía en orden, me dedique todo el día a buscar las hojas faltantes de aquel diario pero no, fue en vano. Desistí después de unas cuantas horas, baje y el carruaje me estaba esperando, mi fiel chofer que me acompañaba a todos lados tocaba la puerta alertándome que ya era la hora. Justo a la puesta de sol, la hora que mi padre más amaba en el universo, baje corriendo las escaleras como si fuera una niña pequeña, mientras bajaba escuche risas, voces que me hicieron detenerme en el descanso de aquella escalinata, estupefacta me gire y vi a dos pequeños el cuerpo se me helo, perdiendo la compostura mi cuerpo quiso ceder y me aferre al pasa manos – Es… mi imaginación…- me dije para mí y girándome en mi propio eje seguí bajando mientras las risas ahora eran voces… alguien gritaba “Viola, Antoine es hora de comer” y mi corazón se aceleró mi respiración pareció agitarse más o… quede sin respiración no sabía que pasaba, de seguro leer aquel diario no había sido una buena idea.

1 hora más tarde.

Con un gran ramillete de rosas rojas estaba hincada en un descanso, termine las oraciones que me habían enseñado hace mucho tiempo y abrí con cuidado el mausoleo de la Familia de Lesseps, un lugar que justo a esa hora era hermoso que con sus fragancias y aceites te hacían estar en otro mundo sonreí y me adentre al lugar pasando por la tumba de Andrews donde deje una rosa y así sucesivamente… entre Viola’s, Antoine’s y varios familiares más… llegue hasta la tumba de mi padre. Donde me senté dejando rosas y prendiendo velas que iluminaban en lugar – Padre…. No sabes cuanta falta me haces… hay tanto que quiero y necesito saber – dije mientras mi voz se quebraba a medida que pronunciaba las palabras que salían de mi corazón – Tengo buenos amigos… me enamore de alguien… lamentablemente no es correspondido pero si fui amada… ¿creo que eso es lo que cuenta? – las lágrimas comenzaron a caer – Al final… siempre me quedo sola – trague saliva cerrando mis ojos, angustia mezclada con tristeza era lo que sentía en ese momento apreté el anillo que colgaba de mi cuello, aquel recuerdo que había dejado Dorian, no sabía porque pero me dolía sentirme tan vulnerable en ese momento – Ya se la verdad… - dije como si realmente me escuchara – Lo de Andrews- mis labios temblaban y deje que el llanto me inundara, necesitaba desahogarme liberarme de las cargas que a mis espaldas estaban.

por **Shaitan Demoriel** Sáb Nov 26, 2011 12:33 pm

- "Tic, Tac" el relojero del infierno habia hecho aparición en el pasado, habria degollado a ese cruel diablillo que se le hacía pasar tan vástagos momentos no era necesaria la nostalgia sino el oido para recuperar lo que un día habia sido, el ya no tenia sonrisas alegres e incluso su sonrisa ahora mismo era solamente un guión que se usaba cuando era necesario pero nada más. No tembló cuando se acercó al sitio donde le habian acogido como un criado...no entró ¿como iba a hacerlo? pero sus ojos se enrojecieron si alguien se hubiera asomado habria sido presa del pánico por ese destello enrojecido de sus ojos.- El criado ha vuelto - Su voz fría se extinguió con excesiva rapidez, aun no...aun no, si era un loco la paciencia le sobraba porque en su plan no estaba el asesinarlos aunque lo hubiera soñado desde pequeño. ¿Estaria esa mujer de turgentes senos? esa zorra siempre meneaba sus caderas cuando los servicios se acercaban, o la paliducha limpiadora que parecia que se iba a caer en cuando cogía la fregona, ¡ah ! el jodido tiempo- ¿que ven...oh, esa zorra sigue viva? -una figura conocida llegó a sus ojos, la que le habia vendido, se habia quedado viviendo en su "palacio" (cuando pensó eso una mueca desagradable cruzó sus labios) mientras Shaitan se pudría primero en un manicomio con la gente pensando que era un puto adorador del diablo y despues con un vampiro que le violaba, le maltrataba hasta que despues le superó...hahaha si, le superó y de que manera-

(*) Eh que haces ahi

-Una voz le distrajo de su objetivo, cuando miró quien es se trataba de un policia, siseó enojado y volvió a mirar a la ventana ¡ la luz se habia apagado ! ¿porque le importaba? se quedó paralizado colocando su mano derecha en su cara, aunque con separación en los dedos para que sus orbes carmesíes pareciesen estallar, sus cuencas, todo su rostro... el rostro de un verdadero loco, respiró agitado, su respiracion al principio era tranquila, despues silenciosa- mira....mira lo que haces puta... mira en lo que me has convertido - hablaba para sí mismo, ignorando la presencia del humano que habia tomado posesión de una porra, ya se veia a la legua que ese hombre estaba loco, el policia solo pensaba en reducirle y si era necesario matarle si perturbaba la tranquilidad de la noche. Shaitan a pesar de donde se encontraba arañó poco a poco su rostro dejando incluso que sus uñas se clavasen en su cara, sus incisivos fueron creciendo hasta ser puntiagudos. Recibió el sordo golpe de la porra en su nuca, le hizo caer al suelo-

(*) Joder donde está Runaway este tipo parece un jodido loco

-Cuando volvió a mirar atrás y en cuestion de segundos retomo su visión de aquel cuerpo abrió los ojos tembloroso ¿donde esta? el cuerpo ya no estaba y solo habia un poco de sangre que parecia evaporarse. Dió unos pasos atrás y chocó con algo o alguien pues cuando dió la vuelta el rostro de Shaitan deformado por la ira le estaba devolviendo la mirada- Boh -Se lanzó sobre el cuello de aquel policia devorando toda su sangre, esta vez sin ser cuidadoso pues mas que por hambre lo hacia por la lascivia de la sangre, porque tenia que...por asi decirlo cargarle la culpa a alguien por haber perdido minutos de su presa. Dejo tirado el cuerpo del policia en plena calle, habria seguido alli de no ser porque el compañero del policia abrio la boca al ver la escena- Llevate el cadaver de tu amigo si no quieres correr la misma suerte.

-El policia asintió dos veces, cobarde, más cobarde de lo que habia pensado porque corrió a llevarse el cuerpo de su amigo ¿quien le iba a creer? un tipo con dientes un vampiro, entonces le dirian que estaba loco quizás corriera hasta la misma suerte que habia tenido él. se limpió la sangre con el dorso de la mano relamiendose lentamente, "tic, tac" ahora era lo que quedaba de su corazon si es que tenia, escondiendose en las sombras de un callejón, desgraciadamente era un ser nocturno y dentro de poco amaneceria. Entró en una de las casas sin importarle si habia habitantes o no, la tomo como suya y se quedó allá cuando los primeros rayos del sol aparecieron...ah, deseaba salir y partirle el pescuezo- pero porque -"porque se lo merece"- pero no podrias - "¿porqué?" - porque la sigues amando - "NO" gritó su mente. Se abrazó a sus rodillas y de nuevo se apreto las manos a su piel, los arañazos en su cara se estaban cerrando, no iba a dormirse, estaba en lo más oscuro de la habitacion. Pasaron las horas, cuando finalmente pudo abrir la persiana de una de las casas sin que la luz entrase salió raudo...golpeó la puerta de la casa en la que habia visto a esa zorra pelirroja-

Hola... ¿Esta mademoiselle Lesseps? - Puso su más agradable sonrisa, su acento habia adquirido un fuerte acento francés, pensarian que eran un compañero de trabajo, por eso amablemente le indicaron en que lugar podria estar ¿como no lo habia pensado? en mausoleo de esos cabrones, claro. Comenzó a caminar normalmente, despidiendose, pero cuando cerró la puerta hechó mano a sus poderes sobrenaturales para empezar a caminar- la huelo la huelo la huelo - "huele diferente"- es ella - "pero..."- quien te entiende - "quien a ti" con esa discusión interna finalizada llegó en unos minutos a ese lugar, inspiró el aire a muerte, a tierra húmeda, carne descomponiendose ¿de animales, de humanos? de todo un poco de seguro. Empezó a andar, sabia donde estaba ese mausoleo porque en repetidas ocasiones habia ido allí, habia abierto los brazos y habia dicho "estoy en casa, viejo desgraciado" despues se reiría, iria cada x meses porque de ese modo podia recordarle que seguia vivo y el no era más que un conjunto de huesos, tambien venia a relatarle que era, cuantos habia matado, que se habia convertido gracias a ese desgraciado. Pero siempre le dolia, siempre acababa acariciando el letrero y despues golpeándole, modificando sus fuerzas para no destruir el mausoleo, porque aun queria oler esa mierda descomponiéndose.

Llegó, la vió y sonrió relamiéndose- nadie podrá salvarte ahora, ma petite -se acercó con suavidad colocando su cuerpo en el marco del mausoleo haciendo que su voz se escuchase- Ya estoy en casa, mademoiselle De Lesseps

por **Viola de Lesseps** Jue Ene 12, 2012 8:34 pm

Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Amén

Siempre que me sentía así de sola rezaba aquellas oraciones que mi padre me había enseñado, a esas horas tan solo bastaba con rezarle a él y a todos los de Lesseps que yacían en ese mausoleo que parecía olvidado, pero no lo era, había encargado a unos sirvientes que todas las semanas llevaran flores, para cada una de las lapidas. Ahora era mi turno había adornado aquel lugar y luego de decir aquel amen, que me salió del alma cerré mis ojos golpeando el nombre de mi padre con rabia – ¡Porque… Porque! – fueron mis palabras que salieron como cuchillas en ese momento. Me aguante el llanto por que ya le había llorado varias noches, un año y unos cuantos días habían pasado desde su muerte y aun me dolía… era increíble como yo había cambiado… pero lo mas increíble era que en tan solo un año habían pasado mas cosas que en mis veinticuatro años. Suspire y cuando todo al fin volvió en silencio comencé a dictar una plegaria; algo intimo entre mi padre y yo, fue hasta entonces que una voz ajena al mausoleo y al cementerio mismo resonó en ese lugar causando un eco aplastante, envolvente que hizo que mi corazón latiera con todas las fuerzas, un miedo, una sorpresa inesperada me inundaba y con mis ojos abiertos gire con lentitud mi cabeza hasta ver en el umbral de la puerta a un joven, de no mas de veinte cinco años. Sus palabras dieron un vuelco en mi cabeza “Ya estoy en casa, Madeimoselle de Lesseps” aquello me asusto aun mas, pensar en ese momento me costaba.

Monsieur, disculpadme… pero ¿nos conocemos? – mis palabras fueron tan suaves que rápidamente el viento se las llevo, apreté mi mano y avance hacia la entrada uno o dos pasos, mas no me acercaría aquel joven de apariencia elegante, de mirada perdida quizás en recuerdos, de porte y cautivante, su vos aun quedaba en un recuerdo, seductor, tendría que decir era lo que mas le acomodaba y describía; trague saliva nerviosa, en ese instante lamente decirle a mi chofer que me esperara fuera del cementerio. Sin darle tregua ni un solo segundo le quede mirando intentando quizás buscar en mis recuerdos si lo había visto cuando era niña, o en la perfumería pero no, no había nada que me hiciera un recuerdo de él. En ese lapso, otra duda se planto en mi cabeza había pronunciado mi apellido de seguro… No, negué ante la avalancha de pensamientos y conclusiones que llegaban a mí. Mire el mausoleo y vi la cantidad de antepasados que tenia, cada cual tenia el mismo nombre… gracioso, por que todos al final parecíamos ser uno. - ¿A quien busca Monsieur? Yo, soy la única de Lesseps que queda con vida – fueron mis palabras, las ultimas necesitaba pensar, pero no llegaba nada estaba en completo blanco mi cabeza.

Quizás conoció a mi padre, y me vio cuando pequeña, pero no teníamos podría decir yo una edad similar y era imposible que yo olvidara un rostro y mas un nombre, el vacío en mi comenzó hacer una especie de retorno en cada célula que se movía en conjunto. Mi corazón seguía latiendo con más fuerzas, la mezcla de no saber que hacer con el miedo que me embargaba no dejaba que ni respirara tranquila, ahora tan solo era una sombra en aquel lugar.

por **Shaitan Demoriel** Jue Ene 19, 2012 5:37 pm

-Los locos no esperan a que la locura les caiga del cielo, eso decían supuestamente los libros que siempre había leído cuando los deseos de asesinar a toda la humanidad avanzaban con rápidez por sus venas pareciendo insectos que recorrían la poca sangre que quedaba en ellas se semejaban a pequeñas garrapatas que con sus patitas chupaban toda la lógica que existía volviendole alguien extrañamente confiado en sus instintos como un buen animal de caza lo estaría ante la posibilidad de su presa. Ella salió ¿no le recordaba? esa frase la decía todos los días que llevaba "Mademoiselle ya estoy en casa" la pelirroja mata de pelo llegaria hacia él con un abrazo firme reclamandole que habia estado esperando durante muucho tiempo su llegada Oh ¿no olia todo a flores? el champú de la señorita cada vez era más oloroso incluso podia aprovechar para olerle el pelo... ¡ NO ! no podía haberle olvidado ¡ NO !- Oh perdone usted creo que he cometido un error seguro que ha sido un malentendido

-Se formó una sonrisa hueca en su rostro, en su exterior shaitan estaba todo lo calmado que podía pero en el interior los recuerdos le torturaban tirandole una cuerda al cuello a cada segundo esa cuerda iba burlándose de él haciendo una presión más grande. ¡ Nadie se burlaba de él ! habia aprendido a sobrevivir a todo incluído a su propio reflejo a sus propias dudas, "ya estoy en casa" su mente resono, los petalos de antes eran hojas secas que caían al suelo con un suspiro silencioso, morirían neciamente cuando un pie les pisara sin conocimiento de que el crujido que han sentido era una vida menos. Apretó las manos en la espalda, parecía un solemne movimiento que solo los de una clase considerablemente noble harían pero en regalidad, estapa apretando las uñas en su piel, la herida sanaba pero él hincaba con más consideración las uñas, encontrandose restos de su propia carne en ellas mientras vigilaba hacia el frente- Vaya... ¿en serio? - Fingió sorpresa, sus alarmas llegaron a asustarle por un momento, reponiéndose a los pocos segundos mientras un suspiró salió débil parecido a una alarma que se apagaba al encontrar una vía de escape más efectiva-

Conocía a alguien...- "Un asesino, MI asesino"- fue un buen ejemplo a seguir - "venganza puta pelirroja" - pero... no sabía que ya no seguía con vida - " tu dentro de poco estarás allí, muerta, con los gusanos mordiéndote la carne...pero...¿eso significaria que no podría verte mas?" sus pensamientos de venganza y amor estaba uno por uno saliendo, primero muerte después amor, primero muerte, después amor. Con un movimiento elegante puso fin a ellos cuando el movimiento de su chaqueta se meció con el movimiento de sus manos observando aquel rostro, arpía escurridiza...la tenía tan cerca ¿porque su cabello olia distinto? estuvo tentado a acercarse solo para olerle el cabello pero se volteó en un rápido instante colocando las manos tras la espalda, sus orbes cambiaron de color a carmesíes por unos segundos debido a la ira, al descontrol- y...¿usted es? -el actor que tras haber olvidado por unos segundos su guión retomaba la conversación volvía a tener esa sonrisa carente de vida, depositada en su rostro-

por **Viola de Lesseps** Miér Feb 15, 2012 9:35 am

Y como si de una obra de miedo se tratase, aquel hombre parecía diferente mas sus rasgos eran lo que me llamaban su atención, su piel tan tersa y firma parecía invitarme que le dejara una caricia, no sería la primera vez que hiciera esa estupidez pero me quede ahí parada con un poco de desconcierto en sus palabras, extraño y diferente. El mausoleo no era aun lugar para citas, ni reuniones aquel lugar en especial para mi significaba una parte que se veía olvidada en mi vida, cerré tan solo un segundo mis ojos para que una calma que había perdido volviera a invadirme, aquel hombre que parado delante de mi yacía, me causaba una cierta inseguridad. Mis pensamientos parecían buscar una respuesta a lo que no había y mis labios intentaban pronunciar algo que parecía olvidado con el tiempo. La voz de aquel joven retumbo en las paredes de aquel lugar iluminado por velas de las cuales las llamas parecían darle un aire más bien tétrico a aquel bello lugar cubierto de un mármol blanco y pulido que grabado los nombres de mis ancestros tenia por cada rincón, fechas y inscripciones que databan de años, siglos atrás.

Volví a poner atención al joven que parado en la única entrada del lugar parecía tener un conflicto de ideas, mi saliva paso notoriamente por mi garganta, y el viento se adentro por una de las ventanillas de lo alto de aquel mausoleo las llamas de las velas se movieron algunas se apagaron y todo se volvió un poco más oscuro apreté mi bolso que colgaba de mi brazo, sintiendo como el miedo por la situación comenzaba a inundarme, otra vez pronunciaba palabras y yo ahí estática sin poder hacer la mas mínima pregunta. Di un paso tan silencioso como mis tacones me permitieron, quería verle mejor, no olvidaba rostros nunca, no, no hubiera podido olvidar el bello semblante de aquel hombre que parecía saber algo que yo no.

Y… ¿Quién era?... – me atreví a decir con un hilo de voz, mi padre nunca menciono sobre un joven o un niño. El se pasaba su vida conmigo, no… el estaba confundido, aquel hombre estaba ocupado, hace veinticuatro años atrás yo y Antoine de Lesseps somos los únicos portadores del apellido, pensé que… en realidad no alcance a formular algo consistente en mi cabeza cuando pregunto por mí, y esta vez adentrándome a su espacio avance no dos sino tres pasos hacia el quedando a una distancia razonable para que me pudiera ver y yo a él de manera más clara – Viola de Lesseps, Un placer… - deje en el aire aquella frase, no sabía quién era el – ¿Monsieur? - una interrogante que esperaba fuera respondida, al final de cuentas era un nombre nuestra marca de nacimiento.

Gire tan solo unos centímetros mi cabeza y vi la lapida de Andrwes de Lesseps, ese era el primer nombre inscrito en aquel mausoleo, me quede pegada mirando su nombre acompañado por el de su mujer Arlett de Lesseps quien se dio por desaparecida y muerta cuando sus hijos alcanzaron una edad madura, Viola y Antoine de Lesseps, la primera generación de una que ha pasado por siglos, años y que terminaría conmigo, ya que… si alguna vez llegase a tener un hijo no llevaría mi apellido, infle mi pecho y volví mis ojos hacia el joven de extraño mirar.

por **Shaitan Demoriel** Lun Mar 05, 2012 11:20 am

-Las manos seguían como una cadenita a su espalda para despojarle de un tic nervioso que parecía dominar conforme los segundos avanzaban, movía el dedo anular con movimientos pausados como si sufriese una asfixia ingenua por aquellos apretones de manos. Continuaba su vista hacia delantepara esquivar la mirada de aquella persona ¿Viola? no conocia a ninguna viola ¿que mentira era esa? seguía con tanta calma que casi nadie podria imaginar que en su interior se estaban formando mil preguntas en las que sobre todo habia teorías especialmente la de que aquella pelirroja estaba huyendo y por eso habia mentido- Shaitan Demoriel -Escupió su nombre con elegancia, podía interpretar el recorrido nervioso de las venas de la muchacha hasta su corazón "eso es, eso es ¿acaso me has olvidado zorra?" después de unos minutos como una estatua quieto continuó andando mirando esas tumbas desde lejos, ese hombre habia muerto como merecia ¿o no? no sabia como habia muerto a decir verdad- De su padre yo era uno de los ayudantes pero desgraciadamente como conseguí trabajo en otro sitio no pude estar con él

-"Si pudiera me morderia la lengua por toda la bazofia que estoy soltando por la boca" se recriminaba mentalmente moviendo sus ojos fríos hacia aquella tumba, si tuviera el poder de hacerlo haría trizas aquel sitio, vomitaria la sangre de los cadaveres que encontrase a su paso sobre aquel hombre descompuesto, barrería el infierno en su busca porque donde según decian los cristianos el "paraiso" (pensó aquello con sorna) no estará allá, él solo habia causado destruccion en la vida merecia la pena de morir y que el diablo se comiese a toda su estirpe. Era incluso divertido comprobar como se diferenciaban su interior de su exterior, pues su interior estaba maldiciendo todo lo habido y por haber y su exterior tenía esa sonrisa de tranquilidad, como si aquel sitio le transmitiese una paz desconocida a pesar de que era totalmente lo contrario- Oh, mademoiselle que modales son los mios -Tomó con delicadeza la palma de aquella mujer, tuvo que ensayar la dulzura para no arrancarle la mano de un mordisco, dejó un beso en su palma y se alejó mirandole a los ojos con fijeza- Yo aqui hablando de mis tiempos pasados cuando vuestra persona debe estar sufriendo en este momento

-"Ojala fuera cierto" bufó en sus pensamientos " al menos asi sería un consuelo para mi" después se alejó colocando nuevamente la mano tras la espalda viendo lo que habia a su alrededor,no habianadie, ni siquiera esos estorbosos enterradores que iban y venían en aquella parte del cementerio lo cual era extraño...a quien iba a engañar el hecho de poder asesinarla sin ningún testigo se le hacía incluso aburrido porque no podía hacer nada- ¿No ve usted demasiada tranquilidad por aqui? -Alzó la nariz hacia arriba como un perro oliendo el aire, no habia falta oler mucho estaban solos pero algo los estaba mirando, era... era ¡ indignante ! como podía seguir con su papel cuando alguien le amenazaba, su mirada fué hacia alrededor elevando el pecho fingiendo algo tan humano como un suspiro pero en realidad estaba marcando a su presa, era suya...quien osara ponerle un solo dedo en uno de sus cabellos sentiría lo que és el infierno sea de su especie o de otra-Sería mejor que nos fuesemos...-Como si se hubiese percatado de su falta de respeto meditó unos momentos soltando una desnutrida sonrisa- Lo lamento mademoiselle, mi falta de modales parece ser una costumbre.

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