AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Sueños y demencia || Privado
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Sueños y demencia || Privado
Lyuba era una muchacha paciente pero no tanto como ella creía. Pensando solamente que creía de hecho que no la iba a sacar de la tienda por el dolor de cabeza que le estaba dando de repente, se tomaría un remedio después para el dolor, no hasta que terminara con la cliente que parecía que el mismo diablo la había poseído, pero Lyuba iba mirando carta por carta, poniéndolas sobre el tablero, estando embobada por el diseño ¿Quizás? No, estaba contemplando el futuro que se diseñaba conforme miraba las cartas boca abajo, dio una palmada y con sus manos en vertical, las cartas se pusieron de pie, en vertical, Lyuba enseguida puso los ojos en blanco, sintiéndose en trance, sintiéndose embaucada en una misión de buscar el futuro más acertado para su cliente y que pudiera cesar el griterío de ahora.
-Las dunas son eternas en su pasado….en su presente las dunas han desaparecido…pero en el futuro…volverán a aparecer envueltas de un color turquesa…- Las palabras dichas por sus labios parecían de ultratumba, sacadas de alguna grabación mal hecha en la que algún loco hubiera grabado sus últimos recuerdos. Termino la sesión tántrica cuando finalmente la mujer, sin ella haberse dado cuento, se había ido sin pagar por la sesión.
-Soy la mejor…-Dijo a sí misma, intentando mantener la calma-…Sus ancestros se removerán por no darme el dinero que merezco….-Suspiro lentamente, terminando su sesión de ultratumba, comenzó a guardar las cartas, pero después de un rato, se quedó totalmente sola, sentada en esa mesa adornada con un mantel de un vivo color turquesa. Sus cabellos rojizos contrastaban con el tono del mantel. Estaba mirando los detalles de triángulos de la tela. En un momento que pensó ver algo en su mente, solamente tuvo la certeza de que algo acontecería en las próximas horas.
Se levantó de la silla y comenzó a nadar en el aire con los brazos, haciendo con sus pies como que también nadaba en el agua, pero no, era tierra y aire en donde estaba. Quien paso por su tienda la observo unos segundos para terminar de alejarse enseguida de ella. Lyuba enseguida comenzó a andar hacia atrás, dejando un camino marcado con sus pies, se mordía un mechón de su pelo, sabia a melocotón y vainilla, le gustaba esos sabores, seguía andando hasta que se topó con la tela de su carpa.
Se dio cuenta entonces comenzó a andar hacia delante, acariciándose el entrecejo con el dedo índice de alguna mano, con la mano derecha, pero después termina por caminar en cruz: primero hacia delante, después hacia atrás, hacia delante y después hacia los lados. Entonces fue cuando la pararon, varias personas, detrás de ellas vio como cerraban la tienda a ojos extraños y en menos de varios segundos, comenzaron a apalearla, a darla palos por toda su pálida piel, ella intentaba protegerse, Lyuba gritaba del dolor y lloraba sin cesar.
Después de varias horas despertó sin ropa, arropada por unas mantas lujosas y bastante ostentosas, levanto la sabana y vio sangre. Sangre que se dirigía hacia su sexo, sangre que ahora estaba seca. No sabía dónde estaba, lo único que recordaba era gente de ropas muy horteras, casi elegantes, recordó que la apalearon brutalmente y ahora se encontraba en una cama lujosa, dentro de una habitación con una decoración extremadamente ostentosa.
-Au…dolor es existente en este instante….-murmuro para sí misma, sintiéndose desdichada. Movió un poco las piernas, sintiendo que el dolor aumentaba lentamente y entonces paro los movimientos, pero era a veces tan tozuda que simplemente salió de la cama, sin importarle su estado – Tengo ganas de hacer mis necesidades… - Termino por comenzar por la ancha habitación, vio nada que pudiera servirle para hacer sus “pipis” o sus “popos” Estaba aún perdida.
Salió de aquella habitación y entonces vio un montón de pingüinos-… ¡Oh pingüinos?! –Se quedó inquieta, no le gustaban nada -…Oh más pingüinos…-murmuro sorprendida conforme caminaba desnuda por los pasillos de aquella desconocida mansión, con sus piernas pálidas y suaves aun manchadas con restos de sangre, de su virginidad arrebatada por alguien que desconoce aún, y ni si quiera sabe donde está.
-Las dunas son eternas en su pasado….en su presente las dunas han desaparecido…pero en el futuro…volverán a aparecer envueltas de un color turquesa…- Las palabras dichas por sus labios parecían de ultratumba, sacadas de alguna grabación mal hecha en la que algún loco hubiera grabado sus últimos recuerdos. Termino la sesión tántrica cuando finalmente la mujer, sin ella haberse dado cuento, se había ido sin pagar por la sesión.
-Soy la mejor…-Dijo a sí misma, intentando mantener la calma-…Sus ancestros se removerán por no darme el dinero que merezco….-Suspiro lentamente, terminando su sesión de ultratumba, comenzó a guardar las cartas, pero después de un rato, se quedó totalmente sola, sentada en esa mesa adornada con un mantel de un vivo color turquesa. Sus cabellos rojizos contrastaban con el tono del mantel. Estaba mirando los detalles de triángulos de la tela. En un momento que pensó ver algo en su mente, solamente tuvo la certeza de que algo acontecería en las próximas horas.
Se levantó de la silla y comenzó a nadar en el aire con los brazos, haciendo con sus pies como que también nadaba en el agua, pero no, era tierra y aire en donde estaba. Quien paso por su tienda la observo unos segundos para terminar de alejarse enseguida de ella. Lyuba enseguida comenzó a andar hacia atrás, dejando un camino marcado con sus pies, se mordía un mechón de su pelo, sabia a melocotón y vainilla, le gustaba esos sabores, seguía andando hasta que se topó con la tela de su carpa.
Se dio cuenta entonces comenzó a andar hacia delante, acariciándose el entrecejo con el dedo índice de alguna mano, con la mano derecha, pero después termina por caminar en cruz: primero hacia delante, después hacia atrás, hacia delante y después hacia los lados. Entonces fue cuando la pararon, varias personas, detrás de ellas vio como cerraban la tienda a ojos extraños y en menos de varios segundos, comenzaron a apalearla, a darla palos por toda su pálida piel, ella intentaba protegerse, Lyuba gritaba del dolor y lloraba sin cesar.
Después de varias horas despertó sin ropa, arropada por unas mantas lujosas y bastante ostentosas, levanto la sabana y vio sangre. Sangre que se dirigía hacia su sexo, sangre que ahora estaba seca. No sabía dónde estaba, lo único que recordaba era gente de ropas muy horteras, casi elegantes, recordó que la apalearon brutalmente y ahora se encontraba en una cama lujosa, dentro de una habitación con una decoración extremadamente ostentosa.
-Au…dolor es existente en este instante….-murmuro para sí misma, sintiéndose desdichada. Movió un poco las piernas, sintiendo que el dolor aumentaba lentamente y entonces paro los movimientos, pero era a veces tan tozuda que simplemente salió de la cama, sin importarle su estado – Tengo ganas de hacer mis necesidades… - Termino por comenzar por la ancha habitación, vio nada que pudiera servirle para hacer sus “pipis” o sus “popos” Estaba aún perdida.
Salió de aquella habitación y entonces vio un montón de pingüinos-… ¡Oh pingüinos?! –Se quedó inquieta, no le gustaban nada -…Oh más pingüinos…-murmuro sorprendida conforme caminaba desnuda por los pasillos de aquella desconocida mansión, con sus piernas pálidas y suaves aun manchadas con restos de sangre, de su virginidad arrebatada por alguien que desconoce aún, y ni si quiera sabe donde está.
Lydia Atzerias- Humano Clase Alta
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Fecha de inscripción : 10/09/2013
Re: Sueños y demencia || Privado
Las estrellas iluminan nuestros caminos
La luna guía nuestras vidas
Y tus ojos son la luz que mi alma suspira
Cada melodía es la voz de mi vida
Tus palabras son el eco
Que alegran mi día
La luna guía nuestras vidas
Y tus ojos son la luz que mi alma suspira
Cada melodía es la voz de mi vida
Tus palabras son el eco
Que alegran mi día
Cuando un monarca está de viaje, siempre piensan que es por vacaciones, para disfrutar del tiempo que tiene mientras su pueblo sufre, pero aunque eso pase por la mente de los siervos es mentira, al menos para cierto Conde de un Imperio del cual busca todo lo bueno para su poblado, busca acrecentar los negocios, ayudar en acuerdos bilaterales que hagan crecer a su estado de Silicia, en esta ocasión después de años de estar fuera de Francia, se regresa por motivos de invitaciones diplomáticas, al parecer uno de los nobles del imperio contraería matrimonio con una noble francesa y ya que así se estrechan los lazos políticos se debía acudir sin importar lo que pase. El viaje como todo siempre es cansado y agotado, y aunque pase leyendo en el trayecto no aleja a los malestares del cuerpo por cada kilómetro recorrido.
6:15 pm
Se llega al lugar, la mansión siempre tan cómoda y con los empleados necesarios que limpian antes de la llegada de los señores, estos llegan como un susurro entran sin ser notados directo a la gran habitación de los amos y dueños, un baño y un sueño dentro de la bañera.
Saldremos de juerga
No, solo quiero dormir
Entonces saldré solo
No lo harás, cuando sales siempre terminó agotado el doble
RISAS
No, solo quiero dormir
Entonces saldré solo
No lo harás, cuando sales siempre terminó agotado el doble
RISAS
Salen de la bañera directo a la cama, pero claro si uno quiere salir tendrán que salir los dos así que no se quedan mucho tiempo recostados, se alistan para dar un paseo rápido y sin distracciones por ello van directo al parque, pero claro cuando los problemas buscan a uno no hay poder que los aleje de aquello, cuando van saliendo de su hogar, los gritos, aplausos, risas como si de un festival se tratara, aquello llamó la atención de aquel par de hermanos, un lugar donde los dos se podían divertir sin lastimar a nadie y sin salir perjudicados, sus pasos van lentos mirando a cada persona en aquel parque con puestos ¿gitanos?.
Oye oye vámonos de aquí
Por qué?
Qué? Acaso no sabes?
Qué?
Los gitanos están condenados por la iglesia, son cazados como seres sin almas y paganos
Y?
Que si nos ven aquí te tratarán de impío
Y?
RISAS
Por qué?
Qué? Acaso no sabes?
Qué?
Los gitanos están condenados por la iglesia, son cazados como seres sin almas y paganos
Y?
Que si nos ven aquí te tratarán de impío
Y?
RISAS
Caminando y admirando aquellos puestos y personas, observaron a una en especial, una joven que leí ¿el tarot? La miraron por unos minutos pero luego decidieron regresar a casa, mejor estar descansando que en líos con la Iglesia, cuando se retiraban a unos veinte pasos de ellos unos gritos más estruendosos, golpes, lamentos, suplicas; Theo se adelanta para saber que ocurre
Adivina
Muerte
Risas
Muerte
Risas
Llegan los dos, la ilusión corpórea y el cuerpo, al ver a los hermanos los maleantes tratan de golpearlos pero la voz de Theo les hace retroceder –Maldito, pensamos que estabas muerto- la risa macabra y los cuerpos desplomándose al suelo, la energía de ellos ahora era de los brujos, Die toma a la joven en brazos y la llevan a su hogar.
9:30 pm
El piano en la sala menor suena lento, con una tonada triste y melodiosa, las cuerdas del violín se mueven pero no hay nadie, mentira, si hay, es Theo que toca las cuerdas pero nadie ve porque solo su hermano lo puede ver, porque solo ellos saben la verdad, porque solo los Döhler pueden ver lo que hay más alla de esos negros ojos y de la bruma de la oscuridad que envuelve la luz. ]
Nota: Lo que esta en (-) es lo que dice Die y lo que esta en (--) es lo que habla Theo, lo que esta centrado es lo que hablan los hermanos entre ellos en la mente y nadie los escucha, mientras que lo de color naranja es la voz de los uniendose.
Diègue Theodor Döhler- Hechicero/Realeza
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Re: Sueños y demencia || Privado
En cuerpo y en su corazón, sentía soledad y confusión. Una mujer más mayor que ella comenzó a pegarla en las piernas solamente porque se presentó a la servidumbre con su propio cuerpo, tal y como le trajo su madre al mundo, gritaba de dolor, más dolor no, no más dolor, estaba deseando que acabara la pesadilla, como si fuera a escucharle alguien. ¿Quién está atosigándola en la soledad? No…era ¿un sueño? Muchos cuadros con rostros serios en los alrededores y la mujer por fin la dejo en paz, ahí en mitad del pasillo en donde su palidez era descubierta por su propia voluntad que había sido impuesta en ese instante. Su llanto era silencioso, ¿Por qué no gritaba ayuda? Estaba sentada en uno de los mármoles de aquel suelo, escuchando una melodía triste….¿Mas tristeza?
Lloraba en silencio
Incubando alguna enfermedad
Berreando en silencio
Escuchando esas notas de piano
Radicando las cuerdas del violín
Tanto tardaba en reaccionar que
Anteriormente no,
Dormía, sin saber que ahora se sentía libre de la tristeza.
No se sentía bien en ese momento. Su cuerpo y alma habían sido heridos en menos de dos horas si pudiera ver un reloj de pie. Los conocía, había uno en la tienda del jefe del campamento. Apenas había llegado ella a darse cuenta de que una mujer de cabellos grises, la de antes, pasaba por su lado y le escupía en la cara. Lyuba no se inmutaba, sabia el futuro de esa mujer que minutos después de no sentirla a su lado, la escucho como rodaba las escaleras a causa de que los cordones no habían sido atados correctamente por los agujeros de esas bellas botas de charol.
-No hice maldad a nadie…la música es bella pero triste…-Sentía mientras hablaba, una sensación de mucha pena. Ya no ocultaba su tristeza, al fin recordaba lo que había pasado antes de que ella se encontrara envuelta en esas sabanas de seda, en dentro de las sabanas que la habían apartado del frio. La habían violado, la habían hecho sentir la peor mujer del mundo y estaba con el cuerpo pálido, lleno de moratones. Una muchacha de cabellos castaños, Lyuba le presagio buena fortuna y enseguida fue cubierta por una manta muy calentita, la ayudo a que se levantara del frio suelo de mármol, teniendo en cuenta de que podría coger un resfriado, pensando en que después estaría peor. La doncella devolvió a Lyuba a su habitación donde había sido puesta tras haberla encontrado. Las sabanas habían sido cambiadas. No había rastros de sangre.
-Seguramente, gracias es más que suficiente…-murmura, no miraba a la doncella que con su buena voluntad, ayudaba a Lyuba a no sentir más frio. La doncella se ocupó de limpiarle su parte inferior con un paño húmedo, la vistió y peino para meterla dentro de la cama nuevamente. Las ropas que vestía le sentían divinas. Parecía una muchacha sacada de algún relato folclórico, con esos cabellos rojos y esos ojos claros. La doncella se ocupó de decirle que no debe de preocuparse. Que estaba a salvo y dispuesta a ayudarla si Lyuba necesitaba algo en particular. Le dijo que avisaría a sus amos. La señorita y el señor Gretchen.
Se había desplazado lentamente hacia la sala de música donde estaba su amo, pero no había entrado demasiado. Le comunico que está a buen recaudo la señorita en su habitación, que ya había despertado. Pero, ¿Qué le harían? La doncella comenzaba a preocuparse de lo que pudiera pasar a continuación, así que con tal de habérselo dicho, se fue de nuevo a la habitación, pero descubrió que no estaba la muchacha de cabellos de fuego-…¡No! –Dijo asustada la doncella, pero al adentrarse dentro de la habitación, la vio mirándose en un espejo de cuerpo entero, dando vueltas para comprobar como volaba al vuelo los volantes de aquel camisón con el que le había vestido anteriormente.
Parecía estar feliz.
No la interrumpió.
Lloraba en silencio
Incubando alguna enfermedad
Berreando en silencio
Escuchando esas notas de piano
Radicando las cuerdas del violín
Tanto tardaba en reaccionar que
Anteriormente no,
Dormía, sin saber que ahora se sentía libre de la tristeza.
No se sentía bien en ese momento. Su cuerpo y alma habían sido heridos en menos de dos horas si pudiera ver un reloj de pie. Los conocía, había uno en la tienda del jefe del campamento. Apenas había llegado ella a darse cuenta de que una mujer de cabellos grises, la de antes, pasaba por su lado y le escupía en la cara. Lyuba no se inmutaba, sabia el futuro de esa mujer que minutos después de no sentirla a su lado, la escucho como rodaba las escaleras a causa de que los cordones no habían sido atados correctamente por los agujeros de esas bellas botas de charol.
-No hice maldad a nadie…la música es bella pero triste…-Sentía mientras hablaba, una sensación de mucha pena. Ya no ocultaba su tristeza, al fin recordaba lo que había pasado antes de que ella se encontrara envuelta en esas sabanas de seda, en dentro de las sabanas que la habían apartado del frio. La habían violado, la habían hecho sentir la peor mujer del mundo y estaba con el cuerpo pálido, lleno de moratones. Una muchacha de cabellos castaños, Lyuba le presagio buena fortuna y enseguida fue cubierta por una manta muy calentita, la ayudo a que se levantara del frio suelo de mármol, teniendo en cuenta de que podría coger un resfriado, pensando en que después estaría peor. La doncella devolvió a Lyuba a su habitación donde había sido puesta tras haberla encontrado. Las sabanas habían sido cambiadas. No había rastros de sangre.
-Seguramente, gracias es más que suficiente…-murmura, no miraba a la doncella que con su buena voluntad, ayudaba a Lyuba a no sentir más frio. La doncella se ocupó de limpiarle su parte inferior con un paño húmedo, la vistió y peino para meterla dentro de la cama nuevamente. Las ropas que vestía le sentían divinas. Parecía una muchacha sacada de algún relato folclórico, con esos cabellos rojos y esos ojos claros. La doncella se ocupó de decirle que no debe de preocuparse. Que estaba a salvo y dispuesta a ayudarla si Lyuba necesitaba algo en particular. Le dijo que avisaría a sus amos. La señorita y el señor Gretchen.
Se había desplazado lentamente hacia la sala de música donde estaba su amo, pero no había entrado demasiado. Le comunico que está a buen recaudo la señorita en su habitación, que ya había despertado. Pero, ¿Qué le harían? La doncella comenzaba a preocuparse de lo que pudiera pasar a continuación, así que con tal de habérselo dicho, se fue de nuevo a la habitación, pero descubrió que no estaba la muchacha de cabellos de fuego-…¡No! –Dijo asustada la doncella, pero al adentrarse dentro de la habitación, la vio mirándose en un espejo de cuerpo entero, dando vueltas para comprobar como volaba al vuelo los volantes de aquel camisón con el que le había vestido anteriormente.
Parecía estar feliz.
No la interrumpió.
Lydia Atzerias- Humano Clase Alta
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Fecha de inscripción : 10/09/2013
Re: Sueños y demencia || Privado
El sonido del metrónomo en el salón de música acompañaba a la tonada que iba Diègue entonando levemente, una música triste con pequeños matices de alegría, ocultos tras los acordes, mientras Theo se encuentra frente a su hermano silbando de una manera que a un Lycan le lastimaría los oídos, mirando de soslayo a su hermano al que de vez en cuando sonreía, los empleados de aquella mansión sabían de ellos y de él, unos creían que estaba loco por hablar solo, otros que Die era un nigromante y hablaba con el diablo y por último dos de sus empleados una doncella y su mayordomo, sabían la verdad, que siempre estaban juntos los dos hermanos, el loco y el cuerdo siendo llamados “el cuerdo loco”.
Las horas de la noche van pasando lento, como si algo o alguien no quisiera que pasaran más rápido y ver el alba.
El sonido del piano acaba en una nota grave, y ambos miran, tanto el real como la ilusión media real, a la doncella que tras las puertas le comentan sobre la mujer.
Se levantan, ambos, haciendo a la ilusión de su hermano más real, más viva que nunca, salen y caminan por el salón principal directo a las escaleras, llegan al segundo pisto de las habitaciones justo frente a la puerta de ella, la doncella le susurra que no esta presentable la mujer y Die susurra –no importa, mis ojos no saldrán del piso- mientras Theo se arregla la corbata –Pero mis ojos estarán en sus tetas—entre risas entran los dos hermanos la doncella rueda sus ojos por el comentario de Theo que bien sabe ella que no hará nada si esta su hermano junto, quizás solo la mareen y la confundan hasta el punto que ella salga gritando como todas.
-buena noche señorita- un fluido francés sale de sus labios, aunque algo torpe, hace una reverencia manteniendo distancia.
--Te ves hermosa, aunque creo que la mejor ropa es la que no se lleva, tú sabes, solo tu piel mostrándose tal cual es tu alma—Theo responde con una sonrisa en sus labios sacando un caramelo negro su bolsillo
Como parte de la ilusión que realiza Die y la habilidad de dominación de Theo, Theo usa a su hermano para liberarse de las ataduras de la ilusión, usando ahora su energía negativa y maligna, si, con los años se van volviendo más fuertes y más hábiles en usar magia y hechizos para no estar tan unidos.
Se presentan como dos, aunque en realidad son uno, al final son dos en uno
Las horas de la noche van pasando lento, como si algo o alguien no quisiera que pasaran más rápido y ver el alba.
El aroma a sangre es demasiado
Tú crees
Estará bien
Tú crees
No sabes decir otra cosa
Tú crees
RISAS
Tú crees
Estará bien
Tú crees
No sabes decir otra cosa
Tú crees
RISAS
El sonido del piano acaba en una nota grave, y ambos miran, tanto el real como la ilusión media real, a la doncella que tras las puertas le comentan sobre la mujer.
Oye debería ir a verla y darle un buen…………….oral
¬¬, y tu crees que te dejaría acercarte a ella
Por qué no? No sabe de nosotros, y no creo que pueda ver nuestras almas
No apostaría a ello
Sabes algo que yo no.
Quizás si
Quizás no
RISAS
¬¬, y tu crees que te dejaría acercarte a ella
Por qué no? No sabe de nosotros, y no creo que pueda ver nuestras almas
No apostaría a ello
Sabes algo que yo no.
Quizás si
Quizás no
RISAS
Se levantan, ambos, haciendo a la ilusión de su hermano más real, más viva que nunca, salen y caminan por el salón principal directo a las escaleras, llegan al segundo pisto de las habitaciones justo frente a la puerta de ella, la doncella le susurra que no esta presentable la mujer y Die susurra –no importa, mis ojos no saldrán del piso- mientras Theo se arregla la corbata –Pero mis ojos estarán en sus tetas—entre risas entran los dos hermanos la doncella rueda sus ojos por el comentario de Theo que bien sabe ella que no hará nada si esta su hermano junto, quizás solo la mareen y la confundan hasta el punto que ella salga gritando como todas.
-buena noche señorita- un fluido francés sale de sus labios, aunque algo torpe, hace una reverencia manteniendo distancia.
--Te ves hermosa, aunque creo que la mejor ropa es la que no se lleva, tú sabes, solo tu piel mostrándose tal cual es tu alma—Theo responde con una sonrisa en sus labios sacando un caramelo negro su bolsillo
Como parte de la ilusión que realiza Die y la habilidad de dominación de Theo, Theo usa a su hermano para liberarse de las ataduras de la ilusión, usando ahora su energía negativa y maligna, si, con los años se van volviendo más fuertes y más hábiles en usar magia y hechizos para no estar tan unidos.
Se presentan como dos, aunque en realidad son uno, al final son dos en uno
Diègue Theodor Döhler- Hechicero/Realeza
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Re: Sueños y demencia || Privado
¿Qué era aquello que sentía?
¿Maldad?
–¡NO! –Cogió un jarrón que había cerca y lo tiro al suelo, sin importarle mucho lo que pudiera costar de vuelta, pero comenzó a recitar palabras muertas en un idioma extraño, que no se reconocía en ningún sitio, en el suelo se había agachado ocultando su cuerpo entre sus piernas como un corderito asustado -¡¡….Agh…no..!!-¿Pero que le estaba pasando? La doncella estaba patidifusa por lo que estaba presenciando, pero igualmente se quedó quieta. Lyuba estaba recordando con claridad lo que había pasado antes de que llegara hasta donde se encontró metida en esa cama, unos gitanos o algunos muchachos la habían atrapado y habían abusado de ella.
Comenzó a llorar con desenfreno, sintiéndose la peor del mundo e ignorando la presencia de aquellas dos personas hasta que después de no más de varios minutos, no se dio cuenta de ellos. Sinceramente no quería a ningún hombre cerca de ella, se fue alejando hasta que su espalda rozo parte baja de la cama. Estaba desconfiando del desconocido que la habían ayudado, pero la habían violado, no sabía si a petición de ellos por vengarse de la raza gitana o simplemente la habían ayudado de aquellas personas que habían osado a tocarla más de lo debido.
-No os conozco…-miraba de un lado a otro, de la doncella a aquel hombre moreno que estaba mirándola fijamente a los ojos, más que nada a su cuerpo. Mas lagrimas salieron de sus ojos -…Si quieres violarme, hazlo…ya me da igual si la raza del hombre es tan primitiva conmigo o con cualquiera mujer de este planeta…-miro a la doncella-….¿Porque a mí y no a ella? –La doncella en parte se sintió ofendida por lo que había dicho Lyuba, pero se mantuvo callada por respeto a su señor. Lyuba entonces miro nuevamente al que estaba frente a ella, con agilidad, fue moviéndose hacia atrás, gateando hacia atrás hasta que se metió dentro de las sabanas y la colcha de aquella cama en donde volvió a sacar la cabeza para después suspirar y acurrucarse ahí mismo, seguir soltando su pena por lo que le había tocado sufrir esa noche.
-¿Por qué me tengo que llevar este trato? –murmuro a su misma, pero quizás también para quien la escuchaba, esperaba que lo estuviera haciendo –Solo estaba leyendo el tarot a una mujer, pero cuando me quiero dar cuenta estoy aquí con ropa cara y ¿Qué es? Un camisón muy caro que no puedo llevarlo por lo caro que es…-De espaldas a el, se destapo de la manta, la colcha, lo que estuviera cubriendo la frialdad de su cuerpo y se deshizo de aquel camisón en el cual no supo ponerse al principio. Era tan primitiva que a veces tenía que vestirse entre varias personas, acabando finalmente ella por inventarse un estilo diferente cada día.
¿Maldad?
–¡NO! –Cogió un jarrón que había cerca y lo tiro al suelo, sin importarle mucho lo que pudiera costar de vuelta, pero comenzó a recitar palabras muertas en un idioma extraño, que no se reconocía en ningún sitio, en el suelo se había agachado ocultando su cuerpo entre sus piernas como un corderito asustado -¡¡….Agh…no..!!-¿Pero que le estaba pasando? La doncella estaba patidifusa por lo que estaba presenciando, pero igualmente se quedó quieta. Lyuba estaba recordando con claridad lo que había pasado antes de que llegara hasta donde se encontró metida en esa cama, unos gitanos o algunos muchachos la habían atrapado y habían abusado de ella.
Comenzó a llorar con desenfreno, sintiéndose la peor del mundo e ignorando la presencia de aquellas dos personas hasta que después de no más de varios minutos, no se dio cuenta de ellos. Sinceramente no quería a ningún hombre cerca de ella, se fue alejando hasta que su espalda rozo parte baja de la cama. Estaba desconfiando del desconocido que la habían ayudado, pero la habían violado, no sabía si a petición de ellos por vengarse de la raza gitana o simplemente la habían ayudado de aquellas personas que habían osado a tocarla más de lo debido.
-No os conozco…-miraba de un lado a otro, de la doncella a aquel hombre moreno que estaba mirándola fijamente a los ojos, más que nada a su cuerpo. Mas lagrimas salieron de sus ojos -…Si quieres violarme, hazlo…ya me da igual si la raza del hombre es tan primitiva conmigo o con cualquiera mujer de este planeta…-miro a la doncella-….¿Porque a mí y no a ella? –La doncella en parte se sintió ofendida por lo que había dicho Lyuba, pero se mantuvo callada por respeto a su señor. Lyuba entonces miro nuevamente al que estaba frente a ella, con agilidad, fue moviéndose hacia atrás, gateando hacia atrás hasta que se metió dentro de las sabanas y la colcha de aquella cama en donde volvió a sacar la cabeza para después suspirar y acurrucarse ahí mismo, seguir soltando su pena por lo que le había tocado sufrir esa noche.
-¿Por qué me tengo que llevar este trato? –murmuro a su misma, pero quizás también para quien la escuchaba, esperaba que lo estuviera haciendo –Solo estaba leyendo el tarot a una mujer, pero cuando me quiero dar cuenta estoy aquí con ropa cara y ¿Qué es? Un camisón muy caro que no puedo llevarlo por lo caro que es…-De espaldas a el, se destapo de la manta, la colcha, lo que estuviera cubriendo la frialdad de su cuerpo y se deshizo de aquel camisón en el cual no supo ponerse al principio. Era tan primitiva que a veces tenía que vestirse entre varias personas, acabando finalmente ella por inventarse un estilo diferente cada día.
Lydia Atzerias- Humano Clase Alta
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Fecha de inscripción : 10/09/2013
Re: Sueños y demencia || Privado
Pobre alma
Pobre ratón
Hay que ayudar a su alma
Hay que romper a su alma
RISAS
Pobre ratón
Hay que ayudar a su alma
Hay que romper a su alma
RISAS
Los hermanos se quedaron quietos, ambos estoicos ahí parados mirándose como si no entendieran la mente de la mujer, bueno de por si a los hombres se le dificulta aquello pero ahora era aún peor los dos hermanos no comprendían se quedaron estoicos mirando a la mujer incluso las ansias de placer de Theo se vinieron abajo con el proceder de la muchacha.
Oye a esta como se le saltaron los cables
No, creo que es algo peor
Ajá, si, iré a llamar al hospital mental de la ciudad
No…
….
¬¬
RISAS
No, creo que es algo peor
Ajá, si, iré a llamar al hospital mental de la ciudad
No…
….
¬¬
RISAS
Los hermanos buscaron la respuesta mirándose sincrónicamente pero luego Theo se sentó en la silla riéndose de la actitud de ella como un pobre conejo listo a ser devorado por el cazador, Die por su parte realizo una reverencia a la joven con la diestra sobre su pecho en una señal de disculpa, giró sobre sus talones dándole la espalda con los ojos cerrados, entre los hermanos había una batalla por evitar asustar más a la pequeña gitana, Theo a regañadientes cierra los ojos quedándose por unos minutos la habitación en silencio, la doncella que ya los conocía se asombró porque jamás había visto actuar a los dos tan cordialmente solo a su señor Diègue pero al otro no, a Theodor nunca lo veían actuar así
-No son solo los hombres los primitivos, tambien las mujeres, diga mejor “el ser humano es tan primitivo”………………..Señorita, discúlpenos, no hemos querido importunarla, es mejor que descanse cuando se encuentre bien podrá bajar y conversar conmigo, digo con nosotros, hasta mientras, mil disculpas por haberla asustado, con gusto aclararemos sus dudas pero cuando se calme y encuentre su paz en su atormentada mente- una sonrisa cándida y sus pasos se dirigieron a la puerta saliendo de la habitación, tras él su hermano Theo con un fuerte suspiro abre sus ojos riéndose –Pobre loca, lo que mi hermano quiso decir en sus palabras tan finas es, o te calmas para que te expliquemos o te largas la calle a que te sigan violando, y nosotros no moveremos ni un dedo, porque al fin al cabo es tu vida verdad, eres tú la que se tiene que cuidar sola, o no es así el lema de los gitanos—se pone de pie y camina saliendo de la habitación riéndose fuertemente.
La doncella mira a la joven con compasión acercándose a la gitana para informarle lo que ha visto y ha escuchado de sus señores –Madame, los señores Döhler no son lo que se aprecia, debe tener cuidado de como habla con ellos y cómo se comporta y a la vez debe ser usted mismo- quizás la gitana no comprendería que eran dos en un solo cuerpo, dos almas encerradas en un cuerpo que tiene que ser compartido y para evitar matarse se dividen en ilusiones y proyecciones astrales.
Los dos hermanos van caminando por el pasillo hasta bajar las escaleras en silencio, Die pensando y Theo fumando, llegan a la sala donde estaba el piano tocando nuevamente esta vez los dos sentados al piano tocando como si fuera tan real todo.
Soy primitivo, recién me doy cuenta
Siempre lo fuiste
En serio, no me digas
Ajá
Si disfrutar el sexo es ser un primitivo, amo ser primitivo, y tú que eres?
Un caballero, cosa que tu no conoces ni conocerás
RISAS.
Siempre lo fuiste
En serio, no me digas
Ajá
Si disfrutar el sexo es ser un primitivo, amo ser primitivo, y tú que eres?
Un caballero, cosa que tu no conoces ni conocerás
RISAS.
Diègue Theodor Döhler- Hechicero/Realeza
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Re: Sueños y demencia || Privado
Lyu, Lyu…solo miraba hacia sus piernas estando dentro de esa cama. Sus cabellos rojos como el fuego caían en cascada hacia un lado. Su cuerpo había sido ultrajado y simplemente servido para otros. Estaba la mayoría del tiempo ida, en otra dimensión en la que solo existían sus locuras mentales.
-Disculpar…debería ir ya…-Dijo aun con la cabeza ladeada, llevando su mirada hacia un lado, hacia arriba de aquella habitación, hacia el techo pintando como un retrato, lleno de ángeles y bellos volúmenes rocosos de épocas antiguas-…Bellos lugares para alguien tan vulgar como yo…Disculpar debo ir…-suspiro volviendo la mirada hacia delante, observando la doncella -…Discúlpame bella mujer, mi intuición sobre el correcto comportamiento es nulo, y en el no encuentro cordura más que la de un loco quien se dice que es el más cuerdo de uno no loco….-Sus pasos fueron sobre el colchón de aquel extenso objeto inmobiliario que se componía por sabanas de seda blancas, situándose en el la superficie de la cama tras haberse deslizado por aquel pálido cuerpo ultrajado antaño por varias personas que no querían de su existencia.
Sus pasos fueron hacia aquel camisón que la vestía antes, colocándoselo como si de alguien cuerdo supiera como ponérselo, después una bata gruesa para mantenerla lejos del frio, la doncella le puso encima, Lyuba sonrió a gusto, sintiéndose como el frio la abandonaba y estaba dispuesta a acoger en su cuerpo toda aquella calidez que aquellas ropas que ahora vestía le otorgaban - No sé dónde es….-Lyuba no sabía la orientación de aquella casa, no sabía tampoco si los espíritus que en esa casa residían bien 3 metros bajo sus pies, le dirían algo por donde se iba hacia la sala en la que estuviera aquel hombre. Merecía una disculpa de su parte. Había actuado bastante mal.
-Por aquí…-murmuro lentamente la doncella que fue delante de ella. Lyuba se peinaba con las manos, paro a la doncella-…me … ¿Me ayudas con el pelo..? –Bajando la mirada, se sentía tímida y sus pies se juntaban tímidos, el empeine de un pie se restregaba con el talón de la otra pierna, odiaba pedir las cosas, pero…pero…se sentía que tenían que ayudarla. No era humillante, pero era como volver a ser niña pequeña con coletas, las pecas y aun esperando a que salieran los paletos de la dentadura. La doncella volvió a llevarla a la habitación. No duro mucho la sesión de peluquería ya que ella era hábil y le hizo una trenza hermosa a Lyuba. Hermosa, única o extrañamente bella.
-Parece…una princesa…un hada…
-Ma...madre me solía llamar su hada de fuego…-Lyuba era tímida, diferente al resto de la gente con la que pudieras entablar una conversación, pero era única e independiente. Con poco correa a veces, pero no estaba loca -…Diferente…-Si, era diferente a otros y había heredado la belleza de su madre, Rowen, que al igual que ella, tenía los mismos rasgos, el mismo pelo, los mismos ojos, pero en personalidad tenía más carácter y era más decidida a hacer las cosas. Cosa que le vino mal en el pasado, dejando así sola a su pobre hija.
-Ya está lista…-La doncella era hermosamente dulce con ella…y eso le gustaba. Nuevamente estaba siendo acompañada hasta llegar a un salón donde estaba aquel hombre tocando el piano.
-Perdón…-Fue tan corto el registro en el que soltó esa disculpa que apenas se escuchó - ¡PERDON! Coño….-Se cruzó de brazos sobre su pecho, arrugando su bata para que ella no se diera cuenta, de que sacaba pecho….un generoso escote.
-Disculpar…debería ir ya…-Dijo aun con la cabeza ladeada, llevando su mirada hacia un lado, hacia arriba de aquella habitación, hacia el techo pintando como un retrato, lleno de ángeles y bellos volúmenes rocosos de épocas antiguas-…Bellos lugares para alguien tan vulgar como yo…Disculpar debo ir…-suspiro volviendo la mirada hacia delante, observando la doncella -…Discúlpame bella mujer, mi intuición sobre el correcto comportamiento es nulo, y en el no encuentro cordura más que la de un loco quien se dice que es el más cuerdo de uno no loco….-Sus pasos fueron sobre el colchón de aquel extenso objeto inmobiliario que se componía por sabanas de seda blancas, situándose en el la superficie de la cama tras haberse deslizado por aquel pálido cuerpo ultrajado antaño por varias personas que no querían de su existencia.
Sus pasos fueron hacia aquel camisón que la vestía antes, colocándoselo como si de alguien cuerdo supiera como ponérselo, después una bata gruesa para mantenerla lejos del frio, la doncella le puso encima, Lyuba sonrió a gusto, sintiéndose como el frio la abandonaba y estaba dispuesta a acoger en su cuerpo toda aquella calidez que aquellas ropas que ahora vestía le otorgaban - No sé dónde es….-Lyuba no sabía la orientación de aquella casa, no sabía tampoco si los espíritus que en esa casa residían bien 3 metros bajo sus pies, le dirían algo por donde se iba hacia la sala en la que estuviera aquel hombre. Merecía una disculpa de su parte. Había actuado bastante mal.
-Por aquí…-murmuro lentamente la doncella que fue delante de ella. Lyuba se peinaba con las manos, paro a la doncella-…me … ¿Me ayudas con el pelo..? –Bajando la mirada, se sentía tímida y sus pies se juntaban tímidos, el empeine de un pie se restregaba con el talón de la otra pierna, odiaba pedir las cosas, pero…pero…se sentía que tenían que ayudarla. No era humillante, pero era como volver a ser niña pequeña con coletas, las pecas y aun esperando a que salieran los paletos de la dentadura. La doncella volvió a llevarla a la habitación. No duro mucho la sesión de peluquería ya que ella era hábil y le hizo una trenza hermosa a Lyuba. Hermosa, única o extrañamente bella.
-Parece…una princesa…un hada…
-Ma...madre me solía llamar su hada de fuego…-Lyuba era tímida, diferente al resto de la gente con la que pudieras entablar una conversación, pero era única e independiente. Con poco correa a veces, pero no estaba loca -…Diferente…-Si, era diferente a otros y había heredado la belleza de su madre, Rowen, que al igual que ella, tenía los mismos rasgos, el mismo pelo, los mismos ojos, pero en personalidad tenía más carácter y era más decidida a hacer las cosas. Cosa que le vino mal en el pasado, dejando así sola a su pobre hija.
-Ya está lista…-La doncella era hermosamente dulce con ella…y eso le gustaba. Nuevamente estaba siendo acompañada hasta llegar a un salón donde estaba aquel hombre tocando el piano.
-Perdón…-Fue tan corto el registro en el que soltó esa disculpa que apenas se escuchó - ¡PERDON! Coño….-Se cruzó de brazos sobre su pecho, arrugando su bata para que ella no se diera cuenta, de que sacaba pecho….un generoso escote.
Lydia Atzerias- Humano Clase Alta
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Re: Sueños y demencia || Privado
Las teclas del piano se mueven ligeramente con gracia como si fuera el viento quien las hiciera sonar, ambos hermanos están ahí sentados con los ojos cerrados embebidos en sus pensamientos y en las notas que resuenan como las olas del mar en época de lluvias, tristes, melancólicas y con algo de ira en el fondo, pero su forma es tan dulce que te da ganas de suspirar.
El sonido de la puerta irrumpe en el salón de música, Theo frunce el ceño y Die suelta una sonrisa en sus labios ¿cómo pueden tener movimientos distintos si son iguales y son creados uno de ellos por el otro? Simple, porque la ilusión es tan real como irreal es el alma de quien la habita en este momento, la magia siempre llena de espectáculos únicos y si no se tiene la mente abierta las proyecciones astrales no podrán ser vistas en su totalidad; cuando sienten la presencia de la joven no se inmutan es más fingen que no la han oído entrar, que no la han percibido, sus dedos iban moviéndose más a prisa hasta que una palabra de la mujer en alto hizo que ambos hermanos soltaran aquellos largos dedos sobre teclas muy graves y agudas a la vez, formando un eco terrorífico.
-No sabía que las damas tenían ese vocabulario- comienza a tocar de nuevo
--Eso es el porque me dan miedo las mujeres, ya que nunca sabes lo que son en realidad, de tiernas palomas hienas fieras—se ríe girando sobre el asiente mirando a la mujer de pies a cabeza, silbándole
Die mantiene los ojos cerrados entonando una melodía extraña muy rápida pero con sonidos algo lentos en lo que resuenan por el salón, Theo se levanta caminando al ventanal mirando por los vidrios pulidos y encerados –y Bien que te trae a este humilde rincón de nuestra “pequeña” morada, acaso vas a gritar con la loca histérica que eras—se gira recargando su cuerpo contra el cristal, en eso su hermano Die abre los ojos sonriendo –Theo compórtate, se más amable con la dama, Disculpe señorita pero lo que mi hermano intenta decir ¿podemos ayudarla con algo más?- no deja de mover sus dedos pero ahora ya no toca las teclas solo las roza con las yemas de sus dedos –Vamos Die no me digas que vas a permitir que la mujer se vuelva loca y te rasguñe a ti o a mí con sus arrebatos, es bonita no lo niego y se lo tengo que reconocer, pero vamos bro, esta media loca, trastocada—lleva su dedo índice a su cabeza y lo gira como haciendo la referencia de la locura –Si ella fuera loca ¿qué somos nosotros hermano?- Die se ríe cerrando los ojos de nuevo junto con Theo
Los ojos azules de Die se encuentras cerrados y los ojos negros de la muerte de Theo están mirando a la joven con un deseo de abrir las puertas del infierno para ella, para ver que tanto su mente y alma soportan.
Hmmm
Hmmm
…
……
¬¬
RISAS
Hmmm
…
……
¬¬
RISAS
El sonido de la puerta irrumpe en el salón de música, Theo frunce el ceño y Die suelta una sonrisa en sus labios ¿cómo pueden tener movimientos distintos si son iguales y son creados uno de ellos por el otro? Simple, porque la ilusión es tan real como irreal es el alma de quien la habita en este momento, la magia siempre llena de espectáculos únicos y si no se tiene la mente abierta las proyecciones astrales no podrán ser vistas en su totalidad; cuando sienten la presencia de la joven no se inmutan es más fingen que no la han oído entrar, que no la han percibido, sus dedos iban moviéndose más a prisa hasta que una palabra de la mujer en alto hizo que ambos hermanos soltaran aquellos largos dedos sobre teclas muy graves y agudas a la vez, formando un eco terrorífico.
-No sabía que las damas tenían ese vocabulario- comienza a tocar de nuevo
--Eso es el porque me dan miedo las mujeres, ya que nunca sabes lo que son en realidad, de tiernas palomas hienas fieras—se ríe girando sobre el asiente mirando a la mujer de pies a cabeza, silbándole
Die mantiene los ojos cerrados entonando una melodía extraña muy rápida pero con sonidos algo lentos en lo que resuenan por el salón, Theo se levanta caminando al ventanal mirando por los vidrios pulidos y encerados –y Bien que te trae a este humilde rincón de nuestra “pequeña” morada, acaso vas a gritar con la loca histérica que eras—se gira recargando su cuerpo contra el cristal, en eso su hermano Die abre los ojos sonriendo –Theo compórtate, se más amable con la dama, Disculpe señorita pero lo que mi hermano intenta decir ¿podemos ayudarla con algo más?- no deja de mover sus dedos pero ahora ya no toca las teclas solo las roza con las yemas de sus dedos –Vamos Die no me digas que vas a permitir que la mujer se vuelva loca y te rasguñe a ti o a mí con sus arrebatos, es bonita no lo niego y se lo tengo que reconocer, pero vamos bro, esta media loca, trastocada—lleva su dedo índice a su cabeza y lo gira como haciendo la referencia de la locura –Si ella fuera loca ¿qué somos nosotros hermano?- Die se ríe cerrando los ojos de nuevo junto con Theo
Vamos a jugar con su mente
No
¿Por qué?
¿Por qué?
Oye ¬¬
No es obvio
No
RISAS
No
¿Por qué?
¿Por qué?
Oye ¬¬
No es obvio
No
RISAS
Los ojos azules de Die se encuentras cerrados y los ojos negros de la muerte de Theo están mirando a la joven con un deseo de abrir las puertas del infierno para ella, para ver que tanto su mente y alma soportan.
Diègue Theodor Döhler- Hechicero/Realeza
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Re: Sueños y demencia || Privado
Solo cuando estaba cerca de aquel hombre que tocaba el piano, solo sintió que había otra presencia más, otra aura el cual no veía por la habitación - …Lo siento la verdad….-Se disculpó pensando en que no debió en un primer momento ponerse tan fiera como se puso hace unos instantes atrás. Ella estaba pensativa de un momento a otro, pero ahora se dedicó a mirar a los ojos a aquel hombre quien la estaba dando cobijo en su casa-…Gra…gracias debo decirle supongo…-Suspiro tras decirle aquello, se acercó al piano en donde estaba tocando, rozo con las yemas de sus dedos la madera del piano, le recordó a su hogar-….Un bello piano….-Sonríe-…Siento el hermoso afecto que le tiene….Habla por sí solo….-Termino por acercársele, tomarle de las mejillas para otorgarle un beso en la frente, inmediatamente se sentó a su lado en aquella banqueta del piano, se puso en posición y como si hubiera sabido tocar desde niña –que había aprendido- ella comenzó a tocar las teclas como si las hubiera tocado durante toda su vida.
-….Y las teclas son suaves a sus entonaciones….con lo que se encuentra una melodía armoniosa…y bella….tranquila…apaciguadora…hermosa….-Paró para ver con qué cara le estaba mirando, pero algo le llamo la atención -….Tus ojos….eran azules la última vez que los vi…-Parpadeo para verle de nuevo y los vio azules-….ah…vaya…aún estoy algo aturdida de aun estar a salvo en estos muros….-Se levantó lentamente para después ponerse mejor la bata que se le había caído sin darse cuenta, se la ato más y volvió a sentarse, pero a espaldas al piano.
-¿Puedo leerte la mano? –Termino cogiéndole la mano para estar concentrada en leer cada línea de aquella mano de tacto áspero, dañada seguramente por el tiempo -….Oh…esta…-siguió con el índice una larga-…te une con alguien….alguien…muy cercano…como un hermano…-siguió mirándole la mano, atenta-….pero por aquí…tienes una pelicorta unida a la larga…puede que sea otro hermano…o hermana que quizás este unida a ti, pero es…algo independiente por la lejanía de donde está el punto de partida….-Alzo su mirada por un segundo para después volver a mirar la mano -….y aquí….hay arañazos…que seguro han sido para mal…pero que han sanado con el tiempo….-Termina por coger la otra mano para compararlas, se sorprende-…Es diferente tu derecha de tu izquierda….de cualquier manera, casi son iguales….denota que puedes llegar a ser algo bipolar…-Sus propias manos fueron a las mejillas ajenas-….y en tu rostro también hay líneas….-lentamente las delineaba con suavidad y con la yema de sus dedos índices-…..del tiempo…-sonrió con dulzura-….que pueden contar mucha historia….-Termino por bajar sus manos a las manos de él para coger la mano izquierda ajena y ver unas líneas que delineaban algo parecido a una flor de Lys.
“Una flor de Lys….” –Pensó comenzando a sentirse asustada, sintiendo como su cuerpo se le tensaba de manera en que se estaba metiendo en donde no debía-….De lys…-Dijo con sus labios para finalmente salir corriendo, la doncella la paro antes de que desapareciera por toda la casa, la ayudo a meterse en la sala, entro junto con la doncella a su lado, Lyuba se puso detrás de la doncella, pensando en que la darían de azotes, no, no quería sufrir más -….ES de la realeza….ay dios…-se sonrojo de sobremanera y se escondió con más temor-….Lo siento…señor…no quise ofenderle en nada….Lo siento, lo siento!! –Se disculpó varias veces por no haber sabido que eran de un cargo mayor, sin saber de qué había estado hablando de tú a tu con alguien importante, solo porque se había sentido cómoda hablando con él.
Quería que la mataran en ese instante.
-….Y las teclas son suaves a sus entonaciones….con lo que se encuentra una melodía armoniosa…y bella….tranquila…apaciguadora…hermosa….-Paró para ver con qué cara le estaba mirando, pero algo le llamo la atención -….Tus ojos….eran azules la última vez que los vi…-Parpadeo para verle de nuevo y los vio azules-….ah…vaya…aún estoy algo aturdida de aun estar a salvo en estos muros….-Se levantó lentamente para después ponerse mejor la bata que se le había caído sin darse cuenta, se la ato más y volvió a sentarse, pero a espaldas al piano.
-¿Puedo leerte la mano? –Termino cogiéndole la mano para estar concentrada en leer cada línea de aquella mano de tacto áspero, dañada seguramente por el tiempo -….Oh…esta…-siguió con el índice una larga-…te une con alguien….alguien…muy cercano…como un hermano…-siguió mirándole la mano, atenta-….pero por aquí…tienes una pelicorta unida a la larga…puede que sea otro hermano…o hermana que quizás este unida a ti, pero es…algo independiente por la lejanía de donde está el punto de partida….-Alzo su mirada por un segundo para después volver a mirar la mano -….y aquí….hay arañazos…que seguro han sido para mal…pero que han sanado con el tiempo….-Termina por coger la otra mano para compararlas, se sorprende-…Es diferente tu derecha de tu izquierda….de cualquier manera, casi son iguales….denota que puedes llegar a ser algo bipolar…-Sus propias manos fueron a las mejillas ajenas-….y en tu rostro también hay líneas….-lentamente las delineaba con suavidad y con la yema de sus dedos índices-…..del tiempo…-sonrió con dulzura-….que pueden contar mucha historia….-Termino por bajar sus manos a las manos de él para coger la mano izquierda ajena y ver unas líneas que delineaban algo parecido a una flor de Lys.
“Una flor de Lys….” –Pensó comenzando a sentirse asustada, sintiendo como su cuerpo se le tensaba de manera en que se estaba metiendo en donde no debía-….De lys…-Dijo con sus labios para finalmente salir corriendo, la doncella la paro antes de que desapareciera por toda la casa, la ayudo a meterse en la sala, entro junto con la doncella a su lado, Lyuba se puso detrás de la doncella, pensando en que la darían de azotes, no, no quería sufrir más -….ES de la realeza….ay dios…-se sonrojo de sobremanera y se escondió con más temor-….Lo siento…señor…no quise ofenderle en nada….Lo siento, lo siento!! –Se disculpó varias veces por no haber sabido que eran de un cargo mayor, sin saber de qué había estado hablando de tú a tu con alguien importante, solo porque se había sentido cómoda hablando con él.
Quería que la mataran en ese instante.
Lydia Atzerias- Humano Clase Alta
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Re: Sueños y demencia || Privado
El eco del sonido de los recuerdos y la tristeza llegan mezclado con el aroma de la felicidad recuerdos de tres niños jugando, las teclas del piano llevan a su interlocutor a un pasaje hermoso cubierto de verdes campos y praderas con tres niños corriendo por esta dos niños y una niña jugando y riéndose con el viento que jugaba con los cabellos de ella y con la sonrisas del hermano mayor acompañadas de la timidez del segundo, eso hacia sonreír al brujo que tocaba el piano con melodías algo apagadas.
Aun con la ilusión de un cuerpo similar, con la proyección astral que separa a las dos almas para mantenerse cerca, era fácil para alto de él, e incluso era fácil que hablaran por la mente y pasaran ante quienes los conocen por vez primera como un ente bipolar con dos actitudes, cuando la ver son dos personas distintas que residen en un mismo cuerpo.
Die miró a la joven sonriéndole después de haberla escuchado hablar y sobre todo después de que le besara la frente, un beso que le estremeció completamente y no solo a él sino a su hermano también incluso varias de sus palabras a las que Die y Theo respondieron con silencio
Theo se quedó ahí junto a la ventana mirando como si fuera una obra de teatro justo para esperar el actuar, dejó caer su cigarro riéndose y aplaudiendo, justo cuando su hermano se gira para mirarle y enfrentarle con la mirada.
--Vaya vaya, asi que la ovejita esta miedosa de lo que le pueda hacer un monarca, en este caso un Duque, no es verdad?, ahora sabes que tu osadía y irrespesto o ímpetu, como tú lo quieras llamar, te podría llevar a la horca o la hoguera o simplemente a prisión por haber despreciado a tu señor no es verdad—se acercó a ella mirando a la doncella que agachaba la cabeza, tomó el mentón de la gitana y le hizo que le mirase los ojos negros de muerto que tenía y que ella había visto en el alma del cuerpo que compartía con su hermano –debería convencer a mi hermano para que te lleve a prisión por años y mueras ahí, pero no lo haré porque has descubierto algo que no muchos lo descubren a simple vista, aunque pienses en bipolaridad—con una carcajada abandona el lugar mostrándose superior a la gitana despreciándola.
Die miro a la mujer negando por las palabras de su hermano, se levantó del asiento del piano dirigiéndose a unos pequeños sillones que estaban acomodados fuera sobre un balcón de la planta baja que daba a un jardín del ala este, ahí con una mesita de té y unas plantas y flores que adornaban el lugar, con la mano invitó a la joven pasar cuando el camino para allá a tomar asiento, miró a la doncella haciendo una reverencia a la joven que se sonrojaba por las atenciones de uno de sus señores –Marie, si no es molestia podrías traernos té para la joven y para mi, te lo agradecería mucho- con otra sonrisa y el sonrojo del rostro de la doncella esta partió a traer lo que su señor le pedía, luego él se volvió a la gitana sonriéndole. –Lo que ha dicho en algo es verdad y en algo no, verdad es que estoy unido a dos personas, mi hermano, con quien estaré hasta la muerte y después de ella; mi hermana una joven a la que no he visto desde hace tiempo y de los cuales solos recuerdos de niño me quedan, pero por otro lado, no soy bipolar, esto es algo más complicado de lo que parece a simple vista- abre el botón de la chaqueta reclinándose hacia atrás en el sillón uniendo ambas manos entrelazando los dedos
-Por otro punto, el que sea de la realeza no indica que tomaré las acciones que mi hermano a mencionado no veo porque deba hacerlo, o usted si?- con su sonrisa llega la doncella sirviendo el té a su señor y la joven, Die le agradece dándole la noche libre completamente para que visite a su madre y de paso lleve una cesta con comida para ella.
-los que de mi gracia reciben no son solo empleados o súbditos, son más que eso- toma su tasa de té y embriagándose con el dulce aroma cierra los ojos bebiendo un poco del líquido ambarino dándole una tranquilidad a la joven gitana.
Lindo recuerdo, voy a llorar
No hay nada que te emocione
Si.
Y?
Y qué?
Que te emociona
Ah, eso, pues sencillo…una buena…
BASTA
RISAS
No hay nada que te emocione
Si.
Y?
Y qué?
Que te emociona
Ah, eso, pues sencillo…una buena…
BASTA
RISAS
Aun con la ilusión de un cuerpo similar, con la proyección astral que separa a las dos almas para mantenerse cerca, era fácil para alto de él, e incluso era fácil que hablaran por la mente y pasaran ante quienes los conocen por vez primera como un ente bipolar con dos actitudes, cuando la ver son dos personas distintas que residen en un mismo cuerpo.
Die miró a la joven sonriéndole después de haberla escuchado hablar y sobre todo después de que le besara la frente, un beso que le estremeció completamente y no solo a él sino a su hermano también incluso varias de sus palabras a las que Die y Theo respondieron con silencio
Responde
Responde tú, además ella te vio a ti no a mí así que es contigo la cosa
No se te ocurra
Que, la putita quiere contigo, así que me iré de bares y burdeles
Te la quitaré si te vas
No puedes, tengo todo el control de tu creación.
RISAS
Responde tú, además ella te vio a ti no a mí así que es contigo la cosa
No se te ocurra
Que, la putita quiere contigo, así que me iré de bares y burdeles
Te la quitaré si te vas
No puedes, tengo todo el control de tu creación.
RISAS
Theo se quedó ahí junto a la ventana mirando como si fuera una obra de teatro justo para esperar el actuar, dejó caer su cigarro riéndose y aplaudiendo, justo cuando su hermano se gira para mirarle y enfrentarle con la mirada.
--Vaya vaya, asi que la ovejita esta miedosa de lo que le pueda hacer un monarca, en este caso un Duque, no es verdad?, ahora sabes que tu osadía y irrespesto o ímpetu, como tú lo quieras llamar, te podría llevar a la horca o la hoguera o simplemente a prisión por haber despreciado a tu señor no es verdad—se acercó a ella mirando a la doncella que agachaba la cabeza, tomó el mentón de la gitana y le hizo que le mirase los ojos negros de muerto que tenía y que ella había visto en el alma del cuerpo que compartía con su hermano –debería convencer a mi hermano para que te lleve a prisión por años y mueras ahí, pero no lo haré porque has descubierto algo que no muchos lo descubren a simple vista, aunque pienses en bipolaridad—con una carcajada abandona el lugar mostrándose superior a la gitana despreciándola.
Die miro a la mujer negando por las palabras de su hermano, se levantó del asiento del piano dirigiéndose a unos pequeños sillones que estaban acomodados fuera sobre un balcón de la planta baja que daba a un jardín del ala este, ahí con una mesita de té y unas plantas y flores que adornaban el lugar, con la mano invitó a la joven pasar cuando el camino para allá a tomar asiento, miró a la doncella haciendo una reverencia a la joven que se sonrojaba por las atenciones de uno de sus señores –Marie, si no es molestia podrías traernos té para la joven y para mi, te lo agradecería mucho- con otra sonrisa y el sonrojo del rostro de la doncella esta partió a traer lo que su señor le pedía, luego él se volvió a la gitana sonriéndole. –Lo que ha dicho en algo es verdad y en algo no, verdad es que estoy unido a dos personas, mi hermano, con quien estaré hasta la muerte y después de ella; mi hermana una joven a la que no he visto desde hace tiempo y de los cuales solos recuerdos de niño me quedan, pero por otro lado, no soy bipolar, esto es algo más complicado de lo que parece a simple vista- abre el botón de la chaqueta reclinándose hacia atrás en el sillón uniendo ambas manos entrelazando los dedos
-Por otro punto, el que sea de la realeza no indica que tomaré las acciones que mi hermano a mencionado no veo porque deba hacerlo, o usted si?- con su sonrisa llega la doncella sirviendo el té a su señor y la joven, Die le agradece dándole la noche libre completamente para que visite a su madre y de paso lleve una cesta con comida para ella.
-los que de mi gracia reciben no son solo empleados o súbditos, son más que eso- toma su tasa de té y embriagándose con el dulce aroma cierra los ojos bebiendo un poco del líquido ambarino dándole una tranquilidad a la joven gitana.
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Re: Sueños y demencia || Privado
No tenía cara de acercarse hacia donde aquel noble de la realeza le había invitado -…Creo no tener la clase suficiente de estar con alguien como usted tomando una taza de té con pastas, pero…no he comido nada o así me siento ahora mismo… -Se encamino para estar cerca de quien le invitaba a pasar el rato, ahí sentados como el atardecer iba aconteciendo hasta que la noche entrara, pero aun había rayos de sol, débiles, pero aun los había. Se sentó en una silla de hierro pintada de blanco marfil, con cojines sobre el asiento para no clavarte el hierro ni hacerse daño. Suspiro no más ver los pastelitos, estaba esperando a que le diera permiso para poder engullir al menos un par de pastelitos que se veían deliciosos.
Observo la decoración de las tazas de porcelana y lo siguiente que vio, fue disparos al fondo del horizonte, allí a lo lejos se batallaba una pelea que no sabía el motivo -…¿Qué es lo que ocurre? –Mostro inquietud, pero escucho aullidos y gemidos de algún animal que estuviera cerca -…La caza es algo innecesario…se puede vivir sin matar a seres de la madre naturaleza….-Con un manotazo tiro las tazas de porcelana al suelo, al menos la suya que le correspondía- …Es una abominación…-Frunció el ceño pero lo que salieron fueron lágrimas al ver que nadie hacia nada.
-Puedo parecer que padezco enfermedad, puedo parecer que estoy loca, pero solo me preocupo por las cosas que me rodean…-mostro preocupación en su queja aunque en realidad, le estaba pidiendo una explicación-….Esa carne que matáis…¿Lo hacéis por gusto propio? –La situación podría haber sido tenue y sin dramas sobre el medio ambiente, pero la naturaleza formaba parte de ella misma y si hacían daño a los animales, le hacían daño a ella aunque su pueblo mancillara la tierra con el fuego de las hogueras que hacían para poder calentarse y resguardarse del frio al mismo tiempo que avivaban las leyendas y mitos de los antepasados.
Lyuba seguía acercándose al error que podría seguir errando conforme su desconfianza llegaba a filtrarse en el aire, ella se acercó hasta aquel que estaba escuchándola y le acaricio el rostro con dulzura-….¿No han ido a cazar por vuestro mandato, verdad? –se quedaba pendiente en la respuesta ajena, para ella de algún modo era importante la respuesta -…Siento en ti, una energía que fluye en un ciclo que no se detiene….-sonríe con tranquilidad -…Sé que eres un brujo…un ser mágico…alguien más superior que los gitanos que nos reunimos por aquí y mezclamos nuestra sangre sin saber el riesgo que cierne sobre la extinción…-murmuro con firmeza para después ir hacia el balcón, risueña y terminar observando el paisaje nocturno que iba ciñéndose sobre las copas de los árboles.
Observo la decoración de las tazas de porcelana y lo siguiente que vio, fue disparos al fondo del horizonte, allí a lo lejos se batallaba una pelea que no sabía el motivo -…¿Qué es lo que ocurre? –Mostro inquietud, pero escucho aullidos y gemidos de algún animal que estuviera cerca -…La caza es algo innecesario…se puede vivir sin matar a seres de la madre naturaleza….-Con un manotazo tiro las tazas de porcelana al suelo, al menos la suya que le correspondía- …Es una abominación…-Frunció el ceño pero lo que salieron fueron lágrimas al ver que nadie hacia nada.
-Puedo parecer que padezco enfermedad, puedo parecer que estoy loca, pero solo me preocupo por las cosas que me rodean…-mostro preocupación en su queja aunque en realidad, le estaba pidiendo una explicación-….Esa carne que matáis…¿Lo hacéis por gusto propio? –La situación podría haber sido tenue y sin dramas sobre el medio ambiente, pero la naturaleza formaba parte de ella misma y si hacían daño a los animales, le hacían daño a ella aunque su pueblo mancillara la tierra con el fuego de las hogueras que hacían para poder calentarse y resguardarse del frio al mismo tiempo que avivaban las leyendas y mitos de los antepasados.
Lyuba seguía acercándose al error que podría seguir errando conforme su desconfianza llegaba a filtrarse en el aire, ella se acercó hasta aquel que estaba escuchándola y le acaricio el rostro con dulzura-….¿No han ido a cazar por vuestro mandato, verdad? –se quedaba pendiente en la respuesta ajena, para ella de algún modo era importante la respuesta -…Siento en ti, una energía que fluye en un ciclo que no se detiene….-sonríe con tranquilidad -…Sé que eres un brujo…un ser mágico…alguien más superior que los gitanos que nos reunimos por aquí y mezclamos nuestra sangre sin saber el riesgo que cierne sobre la extinción…-murmuro con firmeza para después ir hacia el balcón, risueña y terminar observando el paisaje nocturno que iba ciñéndose sobre las copas de los árboles.
Lydia Atzerias- Humano Clase Alta
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Re: Sueños y demencia || Privado
Cu cu…cu cu, se le fue el tren hace muuuucho
Cierra la boca
A mi como que a esta se les escapo del sanatorio
Oye, no que te ibas
Eeeh si, bueno pero volví por las llaves querida, no me esperes despierto
RISAS
Cierra la boca
A mi como que a esta se les escapo del sanatorio
Oye, no que te ibas
Eeeh si, bueno pero volví por las llaves querida, no me esperes despierto
RISAS
Tomó la taza de té con que delicadeza como si se fuera a romper aquella pieza de porcelana, y quizás si se rompería, entonces en la mente de Die vino algunas ideas, quizás sería por la conexión con su hermano o quizás de él mismo, ¡ya no sabía quién era quien a veces! Así que decidió asumir que era el mismo. Cuando hubo bebido el té por completo observaba el dibujo de la taza, aquellas flores de color azules que resaltan el blanco porcelano, los filos dorados y la aza dorada igual, la base más angosta que de lo normal, el platito tenía en el centro una rosa dibujada y pintada a mano, los filos del plato eran dorados y en el centro había un punto, pequeño, pintado en dorado; una sonrisa cálida asomó en los labios de Die, recitó en su mente divida cada palabra de la joven.
Sus ojos se cierran y abren y entonces su voz suena firme pero con un matiz suave –Y qué si fueron a cazar por mi orden- se levanta dejando a la joven en el balcón hasta el piano, en sus manos sigue su taza de té lo deja sobre la superficie del piano justo en el centro de la tapa, regresa y toma una de las galletas, hace miga tirándolas por todo el piano igualmente y una vez ahí se retira la chaqueta dejándola debajo del instrumento de música, y toma asiento tocando las primeras teclas del piano, la aguda y grave mayor.
Las notas producían un sonido horrible y los ojos de Die estaban cerrados como si disfrutara de una melodía hermosa –Algunas cosas no son tan naturales como otra, algunas cosas no son tan buenas como otras, quizás no deberíamos prejuzgar a todos por unos, pero ¿acaso no todos son uno en cuanto a raza?- abre los ojos dejando de tocar las notas, un suspiro sale de sus labios –Cada uno tiene un estigma que vencer y lamentablemente algunos de otras razas son solo monstruos que la naturaleza creo y que solo se dedica a matar sin sentido o sentido, mire a los lycans, matan a diestra y siniestra sin tener su sentido humano presente, solo cuando el sol sale es que regresan a la humanidad y se arrepienten y otros no, así mismo los vampiros ¿Qué de bueno ellos ofrecen? Si, si conozco a algunos, uno son unos demonios completos la encarnación del diablo y otro son unos ángeles que ayudan a personas a cambio de sangre, mientras que unas son sádicas y mimadas, en cuanto a las vampiras, algo que muchos ven que va en contra de nuestro señor Dios, entonces en su nombre matan porque atenta la naturaleza divina de creación humana- se levanta caminando al jardín mirando las rosas y los árboles a la distancia de su propiedad –Los brujos también tenemos el bien y el mal, no por cada camino sino porque somos dos en uno- mira hacia el horizonte perdido en la memoria de su niñez –E incluso usted y los suyos son tratados igual y diferentes- murmura sonriendo –Quizás solo sea por la naturaleza humana que todos tenemos ¿no cree así?- silencio, Die deja que el silencio gobierne unos instantes aquel salón
-Más galletas?- pregunta entrando y viendo el piano –Que linda naturaleza de mi piano, salvaje, loca y cálida como su dueño y creador- sirve té para los dos –No se preocupe yo no mato a gente o seres que no me hayan lastimado a mi o al ducado al que represento- sonríe sentando a tomar más té.
Diègue Theodor Döhler- Hechicero/Realeza
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Re: Sueños y demencia || Privado
El aire era denso y las palabras de aquel mago eran pesadas. Lyuba murmuraba en bajito que porque tenían en mente esa atrocidad, pero después pensó que era mejor dejarlo pasar. No quería estar en problemas con nadie ni siquiera encontrarse ella misma en la horca y lo que hace es sorprendente. Se levanto e hizo una reverencia, mirándole fijamente – Lo siento, no fui amable con vos…-mostro el respeto que se merecían, nada mas que eso. Estaba dispuesta a irse cuanto antes, pero en esta mansión se sentía protegida -…Creo que me violaron antes de venir aquí…-Dijo mirando al suelo con nuevas lágrimas en el rostro.
-…Terminaba de leer la buena fortuna a una mujer que también me pidió el paradero de su esposo y le dije que buscara en el ámbito de la servidumbre de su mansión, pero lo que conseguí fueron malos augurios para mi….después todo fue mas confuso. Vinieron varios jóvenes y al despertar me encuentro en una de sus habitaciones bajo las mantas de una enorme cama. Disculpe mi rudeza, mi curiosidad me aflige…-rodo los ojos como si siguiera a una pelusa en el aire, pero en realidad formulaba una pregunta -…..¿Por qué sintieron el traerme aquí? Bien no me conocen y podría haber resultado de otro tipo de calaña….-Aquello le parecía lógico. Ellos mismos podrían haberla dejado sola y desamparada en mitad del bosque hasta que se pudriera entre sus meados.
-¡Achú! –Estornudo sin poder evitarlo e inmediatamente una premonición la atacó sin previo aviso, haciendo que se cayera al suelo, entrando en trance, la bata que llevaba puesta permitiendo que se mezclara con el polvo del suelo -.aGhashfg….-Inmediatamente comenzó a convulsionar en estado de shock, dando golpes en el suelo hasta que finalmente pararon los ataques y se calmó, paró de tener escalofríos por todo su cuerpo pero el sudor por sus sienes se mezclaba con su cabello de fuego.
Lyuba fue ayudada por la doncella que antes de salir a casa de su madre, ayudo a poner de pie a Lyuba, a sentarla en el asiento en el que había libre y solo suspiró -…Me quedaré con usted señorita…-Dijo con dulzura a pesar de que se moría por ver a su madre -…Debería tomar un poco de té…le vendrá bien…
-…-Lyuba, al estar en el proceso después del trance, tomo la mano de la doncella y vio en otra de sus visiones que la madre de dicha doncella, viviría hasta ver la boda de su hija que no seria en mucho tiempo -…Ve…al claro del bosque, al noroeste, hay un poco de romero. Si procuras traérmela después de ver a su madre, haré medicina para ella….-Con voz aterciopelada, Lyuba relato sus conocimientos sobre medicina herbal, sabia de mucho pues su trabajo no solo era sobre ver el futuro o leer las cartas a algún afortunado.
-…Terminaba de leer la buena fortuna a una mujer que también me pidió el paradero de su esposo y le dije que buscara en el ámbito de la servidumbre de su mansión, pero lo que conseguí fueron malos augurios para mi….después todo fue mas confuso. Vinieron varios jóvenes y al despertar me encuentro en una de sus habitaciones bajo las mantas de una enorme cama. Disculpe mi rudeza, mi curiosidad me aflige…-rodo los ojos como si siguiera a una pelusa en el aire, pero en realidad formulaba una pregunta -…..¿Por qué sintieron el traerme aquí? Bien no me conocen y podría haber resultado de otro tipo de calaña….-Aquello le parecía lógico. Ellos mismos podrían haberla dejado sola y desamparada en mitad del bosque hasta que se pudriera entre sus meados.
-¡Achú! –Estornudo sin poder evitarlo e inmediatamente una premonición la atacó sin previo aviso, haciendo que se cayera al suelo, entrando en trance, la bata que llevaba puesta permitiendo que se mezclara con el polvo del suelo -.aGhashfg….-Inmediatamente comenzó a convulsionar en estado de shock, dando golpes en el suelo hasta que finalmente pararon los ataques y se calmó, paró de tener escalofríos por todo su cuerpo pero el sudor por sus sienes se mezclaba con su cabello de fuego.
Lyuba fue ayudada por la doncella que antes de salir a casa de su madre, ayudo a poner de pie a Lyuba, a sentarla en el asiento en el que había libre y solo suspiró -…Me quedaré con usted señorita…-Dijo con dulzura a pesar de que se moría por ver a su madre -…Debería tomar un poco de té…le vendrá bien…
-…-Lyuba, al estar en el proceso después del trance, tomo la mano de la doncella y vio en otra de sus visiones que la madre de dicha doncella, viviría hasta ver la boda de su hija que no seria en mucho tiempo -…Ve…al claro del bosque, al noroeste, hay un poco de romero. Si procuras traérmela después de ver a su madre, haré medicina para ella….-Con voz aterciopelada, Lyuba relato sus conocimientos sobre medicina herbal, sabia de mucho pues su trabajo no solo era sobre ver el futuro o leer las cartas a algún afortunado.
Lydia Atzerias- Humano Clase Alta
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Re: Sueños y demencia || Privado
Y a esta que le dio
Sigues aquí
Ya me largo cabrón
ya era hora
RISAS
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Ya me largo cabrón
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La mirada del duque Döhler, de Diègue se fue a la muchacha mientras su mano tomaba aquella taza de té, sabía que la joven no era cualquier humana, incluso con sus ataques de visiones a los cuales quiso acercarse a la mujer para ayudar pero antes de poder hacerlo la doncella se adelantó mirando a la joven y luego a su amo que con una reverencia daba a entender que ella atendería como mujer que era, el duque no dejaba de observar a aquello incluso meditó un poco en las anteriores palabras de la gitana.
Los segundos iban pasando en aquel salón y decidió mejor retirarse a sus aposentos por lo que tomó otra taza de té y se levantó de ahí saliendo sin decir palabra alguna, pero cuando cruzó el umbral de la puerta manifestó una orden –Haz lo que te dice la joven, no hay problema por mi parte, solo asegúrate de estar aquí en el cena para que nos acompañes al igual que a todos, y si gustas puedes traer a tu madre sabes que no me enojo, por mi hermano no te preocupes estará afuera toda el día vendrá mañana- un ligero dolor de cabeza le llega al brujo y él sabe que es porque su hermano lo puede oír, y está usando el poder de él para mantenerse en este mundo –iré a mi habitación a descansar un poco, señorita puede estar aquí hasta que se mejore luego de ello podrá ser libre de salir a su hogar o de quedarse, la verdad no sé qué pasó quizás si la violaron, quizás no- alzo los hombros para restarle importancia del pasado no quería decir a la mujer la verdad pues sentía que no era correcto para él –El pasado es pasado, allá debe quedarse, no debe pensar que le afectará pues solo esta para enseñarnos lo que no debemos hacer o repetir en nuestro porvenir, es aquel encargad de forjar nuestros pasos hacia el avance propio- deja a modo de consejo a la gitana que con un leve movimiento de la cabeza daba a entender una reverencia a las damas antes de retirarse –aunque algunos el pasado nos ata para bien y mal, son parte nuestro porvenir por la sangre y la carne, por los secretos de la oscuridad- esas palabras quizás la mujer no las entienda pero se refería ahí a él, su hermano y su hermana.
-No es necesario que haga esa reverencia si no la siente- termina por salir de aquella habitación pensando en cuantas veces no le han dado aquel trato que lo excluye como si fuera un dios pero no lo era, era un ser humano, con algunos poderes, que ayudaba a sus súbditos como duque, pero nadie lo entendía, ni él a veces lo hacía porque cada acto de él le llevaba a nuevos caos.
Subió a su habitación para cerrar las cortinas estaba el cuarto a oscuras aunque no totalmente pues había una vela sobre una mesita en el centro de la habitación, su cuerpo estaba tirado sobre aquellas sábanas blancas y su mano cubría sus ojos –Theo no uses mucha de mi energía- rezaba levemente como un mantra para evitar lucir tan cansado como suele hacerlo cada noche y cada día que su hermana sale –te echaré las cadenas si mañana no me levantó temprano- solo una risa malvada se escucha pro la habitación y los labios de Die muestran una sonrisa pensando en que la doncella, Marie, le dirá todo a la joven como mujer que es tendrá mayor tino y tacto que él y su hermano.
Diègue Theodor Döhler- Hechicero/Realeza
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Re: Sueños y demencia || Privado
La vida no era un juego del cual todos salían ganando.
Lyuba no salía ganando, sino perdiendo al por mayor. Se sintió con aquellas palabras desechada como si el duque no quisiera más de su compañía. Aquello le resulto raro aunque ella lo fuera de por sí. Lo que dijo o como se lo dijo le dejo un poco fría. No supo cómo reaccionar. Le vio como él se iba y ella se quedaba al cuidado de la doncella que estaba aún a su lado. Tenía en cuenta que no podía verse reflejada su sorpresa, con lo que se fue a su habitación en busca de la soledad que había estado con ella por el resto de su vida, pero al no conocer la casa, se metió en una de las habitaciones llena de energía negativa, se asustó y cayo lo que parecía en la cama de alguien, que al parecer, cuando se echó hacia atrás un poco más, noto que había alguien cerca de ella.
- AH! Lo siento…-Termino disculpándose saliendo de la cama pero vio al brujo tumbado en ella – Lo…lamento…¿Se encuentra bien? –Pregunto con curiosidad al verle de esa manera – La verdad que noto mucha energía negativa por aquí…-Se dejó caer sobre la cama nuevamente, moviéndose a gatas hasta llegar hasta el brujo, esta le miraba con una sonrisa cálida y hermosa, termino acurrucándose a su lado y le beso lentamente la sien izquierda.
Lyuba parecía sacada de otro planeta, pero en realidad era de la Tierra y solo necesitaba un poco de afecto ya que estaba sola en el mundo. Solo tenía el trabajo que recibía de los que pedían consejo de sus cartas, ella misma tenía en cuenta que no estaba bien adaptada a tener una relación. Recientemente la habían violado y estaba necesitada de apoyo, pero nadie se la daba. Una doncella que recientemente ya se fue a ver a su anciana madre y Lyuba que estaba o había sido repudiada por las palabras duras de un duque. Todos los Duques eran iguales excepto Mikhail Gorbachivelli, Duque de Italia. Un Duque al que jamás volvió a ver después de mucho tiempo y sabía el secreto de ese Duque. Uno que mantendría y llevaría a la tumba.
-Lamento lo que haya podido pasar antes…-Susurro en su oído- Tengo en cuenta que usted es alguien importante pero nadie cree que usted sea fuerte….-beso su mejilla- Creo que necesita alguien a quien ofrecer su gesto más íntimo…-Su mano izquierda viajo hasta la mejilla derecha ajena, haciendo que la mirase en la oscuridad, terminar por besarlo lentamente en aquellos suaves labios con lentitud, acercando su cuerpo pero termino solamente acurrucada en el pecho ajeno. Ella le miró a los ojos, acariciaba sus cabellos, quería ofrecerle su confianza para que viera que era de fiar.
– Puedes confiar en mi Diegüe….-Sonríe de lado a lado - ¿Recuerdas mi nombre? Me llamo Lyuba pero puedes llamarme Lyu o Buba…los pequeños del campamento me solían llamar así siendo cariñosos conmigo claro…-Se apoyó en el hombro del brujo, mirando la reacción al verla junto a él en la cama de é seguramente - ¿Esta es tu habitación? Está un poco oscura…o…Ah –Lyuba se dio cuenta que al parecer, el brujo rehuía de la luz para poder descansar, pero Lyuba sintió un brinco detrás de su trasero, jadeó sin poder evitarlo y se sintió inflamada de calor por su pecho pero estaba nervioso. Sentía como si algo o alguien quisieran de su cuerpo.
Lyuba no salía ganando, sino perdiendo al por mayor. Se sintió con aquellas palabras desechada como si el duque no quisiera más de su compañía. Aquello le resulto raro aunque ella lo fuera de por sí. Lo que dijo o como se lo dijo le dejo un poco fría. No supo cómo reaccionar. Le vio como él se iba y ella se quedaba al cuidado de la doncella que estaba aún a su lado. Tenía en cuenta que no podía verse reflejada su sorpresa, con lo que se fue a su habitación en busca de la soledad que había estado con ella por el resto de su vida, pero al no conocer la casa, se metió en una de las habitaciones llena de energía negativa, se asustó y cayo lo que parecía en la cama de alguien, que al parecer, cuando se echó hacia atrás un poco más, noto que había alguien cerca de ella.
- AH! Lo siento…-Termino disculpándose saliendo de la cama pero vio al brujo tumbado en ella – Lo…lamento…¿Se encuentra bien? –Pregunto con curiosidad al verle de esa manera – La verdad que noto mucha energía negativa por aquí…-Se dejó caer sobre la cama nuevamente, moviéndose a gatas hasta llegar hasta el brujo, esta le miraba con una sonrisa cálida y hermosa, termino acurrucándose a su lado y le beso lentamente la sien izquierda.
Lyuba parecía sacada de otro planeta, pero en realidad era de la Tierra y solo necesitaba un poco de afecto ya que estaba sola en el mundo. Solo tenía el trabajo que recibía de los que pedían consejo de sus cartas, ella misma tenía en cuenta que no estaba bien adaptada a tener una relación. Recientemente la habían violado y estaba necesitada de apoyo, pero nadie se la daba. Una doncella que recientemente ya se fue a ver a su anciana madre y Lyuba que estaba o había sido repudiada por las palabras duras de un duque. Todos los Duques eran iguales excepto Mikhail Gorbachivelli, Duque de Italia. Un Duque al que jamás volvió a ver después de mucho tiempo y sabía el secreto de ese Duque. Uno que mantendría y llevaría a la tumba.
-Lamento lo que haya podido pasar antes…-Susurro en su oído- Tengo en cuenta que usted es alguien importante pero nadie cree que usted sea fuerte….-beso su mejilla- Creo que necesita alguien a quien ofrecer su gesto más íntimo…-Su mano izquierda viajo hasta la mejilla derecha ajena, haciendo que la mirase en la oscuridad, terminar por besarlo lentamente en aquellos suaves labios con lentitud, acercando su cuerpo pero termino solamente acurrucada en el pecho ajeno. Ella le miró a los ojos, acariciaba sus cabellos, quería ofrecerle su confianza para que viera que era de fiar.
– Puedes confiar en mi Diegüe….-Sonríe de lado a lado - ¿Recuerdas mi nombre? Me llamo Lyuba pero puedes llamarme Lyu o Buba…los pequeños del campamento me solían llamar así siendo cariñosos conmigo claro…-Se apoyó en el hombro del brujo, mirando la reacción al verla junto a él en la cama de é seguramente - ¿Esta es tu habitación? Está un poco oscura…o…Ah –Lyuba se dio cuenta que al parecer, el brujo rehuía de la luz para poder descansar, pero Lyuba sintió un brinco detrás de su trasero, jadeó sin poder evitarlo y se sintió inflamada de calor por su pecho pero estaba nervioso. Sentía como si algo o alguien quisieran de su cuerpo.
Lydia Atzerias- Humano Clase Alta
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Re: Sueños y demencia || Privado
Querida ya estoy en casa
-Rueda los ojos-
Oh bella princesa, con un beso de tu príncipe despertaras
No te atrevas
Ni que estuvieras tan guapo, además de los dos yo soy el más…
El más…
RISAS
-Rueda los ojos-
Oh bella princesa, con un beso de tu príncipe despertaras
No te atrevas
Ni que estuvieras tan guapo, además de los dos yo soy el más…
El más…
RISAS
En la oscura tiniebla de una habitación Die con ojos cerrados trataba de contener a su hermano, estaba lejos él pero aún se sentía su carga energética, era demasiada para que un solo hombre la contenga aun así el cansancio en su aura se recuperaba todo mientras él tuviera los ojos cerrados y se concentrará en canalizar su energía para evitar que aquel que le roba su vitalidad lo matara, aunque sería imposible pero aun así trataba de tener la puerta abierta a todo lo posible.
Lo posible, como el sonido de la puerta abriéndose lentamente, tan lento como la cercanía de otro cuerpo al suyo, una cercanía que desprendía un aroma de flores nuevo, el aroma de los girasoles, su respiración fue profunda tomando el aire que inundaba la habitación, era como un rayo de luz en tanta neblina, la neblina que cubre los prados y llanuras de una ciudad como Silicia, allá viaja sus recuerdos a cuando era niño…la dulce voz cantarina del ave que le lleva a ese pasado se asemeja al del ruiseñor que le lleva bajo al árbol a leer –Canta, Canta ruiseñor- masculla en susurros al viento, hasta que sus ojos se abren, la cercanía y las manos suaves de una doncella le despiertan de su ensoñación
El parpadeo sus ojos le muestran el momento, el aquí y el ahora y entonces la voz lejana ya no es tan lejana, ahora está a su lado, sus manos rodean a la mujer para dejar la palma sobre la espalda de ella, protegiéndola, la gemela se posa sobre la cintura delicada en signo de paz y tranquilidad, le dejó hablar, sin irrumpir ninguna de sus palabras o acciones, al contrario cuando sintió el beso en su raposa mejilla sonrió, sonrió cual niño –Porqué te disculpas pequeño ruiseñor?, acaso no solo soy un hombre? Porque siempre está el título? Es verdad lo tengo y cuido de quienes dependen de aquel título, un pueblo, unas personas, así solo sea un individuo o colectividad…pero, ¿acaso eso me resta el ser un ser humano normal? Yo no lo creo Lyuba- sonrié marcando una mueca de tristeza en sus labios. –No, lo hagas por favor, no tú, tu no también- susurra tan leve que es casi inaudible al oído humano.
Su ojos abierto de par en par mirando hacia el dosel de su lecho, un dosel de colores y a la vez grisáceo, tal cual su cuerpo y alma y el alma errante que toma su cuerpo en figura, Die niega ante las palabras de “energía negativa”, le besa en la frente acomodándola más sobre las sábanas para que la joven descansara –Shhh, no digas su nombre o será muy tarde para ello…- ríe y esa risa de felicidad atrae más a alguien.
Querida ya estoy en casa
…………
¬¬ ¿qué es esto?
…………
Claro esperas que me vaya para follarte a la loca, verdad, que sucio…PIDO SER EL PRIMERO
RISAS.
…………
¬¬ ¿qué es esto?
…………
Claro esperas que me vaya para follarte a la loca, verdad, que sucio…PIDO SER EL PRIMERO
RISAS.
Aún no ha llegado pero se lo siente cerca es la conexión que tienen los hermanos y más si son gemelos y uno está muerto pero sigue en el plano de los vivos, voltea el rostro para ver aquellas expresiones alegres, eso es lo que le falta, la alegría de la amistad, de los suyos, quizás si sus dos hermanos estuvieran con él en el Sacro Imperio, quizás si él estuviera con su viejo amigo Adrians en unas pláticas o juegos, quizás así no se sentiría tan cansado con los viajes políticos, pero entonces al ver los ojos cielo de la gitana miró aquella expresión de cambio –Tranquila solo es la sensación, pero aún no llega pero lo puedes también sentir verdad- la abraza más fuerte acunándola a su pecho –Que pensarías si vieras a un vivo y muerto compartiendo el mismo cuerpo?- cierra los ojos llevando su energía a su habilidad de barrera para proteger a la joven gitana –no es que no sea fuerte solo que, no soy lo que parezco y ese es el error de todos, presumir y asumir algo que no conocen, quizás porque para algunos soy solo el “Duque loco” “El Enfermo” muchos hablan de mi sin conocerme y no es porque no confíe en ti Lyuba, es que no podrías soportar a realidad, sin siquiera enloquecer igual que nosotros, mi hermano y yo-
Cierra los ojos permaneciendo en silencio unos minutos justo cuando las sombras se disipan y la barrera desaparece, la jovialidad del duque regresa al igual que su vitalidad, los años perdidos se han recuperado como por arte de magia, y lo era, la magia del gemelo ha desaparecido, su noche sigue siendo en los burdeles.
Diègue Theodor Döhler- Hechicero/Realeza
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