Wonderful World- (Steffy)

por **Louis J. Bouquet** Lun Nov 21, 2011 10:36 am

Dia de lluvia, corre corre pequeño joven. ¿Por qué has ido esta tarde nublada a recoger bayas al bosque?
Quieres sorprender a alguien, o las simples ganas de tener algo que hacer. El bosque es quieto, pero te gusta ese rumor tranquilo del viento entre las ramas de los arboles. Cargas un pequeño cesto, y como un niño, comes la mitad de lo que recolectas mientras avanzas. ¿Cómo esperas juntar suficientes? Estas feliz.

Es extraño, pero tras dias de oscuridad, al fin sonries, mas no te permites pensar en que fue lo que te dio ese aliento. Por que las paredes de tu mente no son impenetrables. Temes que el lo sepa. Si, pero aquí solo estas tu solito. Como el gatito que llego a Londres en un barco pequeño.

Solo, una vez más,
en este mundo inestable,
dando vueltas y vueltas,
seguirá girando para siempre,
mi corazón, que está revuelto como un arco iris,
¿podré verte otra vez?
¡hola, hola! te llamo por si me oyes,
en este maliciosamente mundo maravilloso.…

Extraña personas que pudieran o son o fueron algo para ti. Quieres extender tus brazos y volar alto al cielo, tocar aquello que solo las aves conocen. Quieres cuidar bajo la sombra protectora de esas alas que se regeneran dia con dia, a todos aquellos que tienen una parte de tu corazon.

El aire huele a humedad. ¿Qué viene antes de la tormenta?

por **Stefany Ane Richards** Vie Nov 25, 2011 12:55 pm

Y notar como las pequeñas gotas caen y mojan tu piel pero tu caminas decidida, dandote igual una pequeña lluvia. Tu piel se eriza y notas el frío penetrando en ti, como cada poro se abre y te calas poco a poco.
Tanto puede hacer una pequeña lluvia. Seguía con la visión nublada, empezaba a acrecer y ahora el cabello se humedecía y te tocas los brazos intentando solucionar algo esta lloviendo estúpida no puedes hacer nada para que deje de hacerlo, no eres nadie El fango decoraba los zapatos blancos y el borde del vestido por aquel marrón, estropeándolo por cada paso que daba, sus huellas marcaban el camino recorrido pero el diluvio lo borraba al momento.

Mirar alrededor y no ver nada mas que arboles y hierbas Buenas jugada querida. Aumentaba el paso y recogía el vestido con su mano, poco podía hacer ya por aquel desastre las manchas saldrían pero el destrozo no podía ser arreglado. Empapada, así se encontraba, corriendo entre el bosque como si nada ¿y si alguien quiere cogerte? Bobadas, quien andaría por el bosque a esas horas y diluviando, solo inconscientes como ella.

*El camino para casa aun estaba lejos, necesitaba poder entrar en algún lugar, permanecer un momento hasta que cesase y así no tener una pulmonía, eso es lo que me estaba buscando, un resfriado o quien sabe algo peor. Una casa, necesitaba una casa o una taberna.

Visualizó una a lo lejos, un gran patio, pero.. ¿quien dejaría entrar a alguien con tan mal aspecto? Nadie, cosa de locos.

por **Louis J. Bouquet** Lun Dic 05, 2011 12:47 am

Sabia que Imre habia salido, si… idiota que era. ¿Cómo no lo recordaba? Habia prometido llevar a su pequeña a visitar los alrededores de la iglesia de Nuestra Señora, ¿Por qué el no iba? Simple, Gyula se preocupaba por el y luego del ajetreo de su trabajo intenso, aunado el desgaste emocional que habia guardado, preferia que su pareja descansara. Pero Louis, cual niño hiperactivo, no podia quedarse quieto.

Por eso, desafiaba la lluvia, y salia en busca de aquellas bayas. No era bueno, cocinando, no. Pero de verdad, queria hacer algo, para cuando regresaran, a la noche siguiente. Tener ese tipo de detalles, que hacen que la llama del amor siempre este encendida. Joder, si, tal cual sus mejillas, mientras regresaba a casa, con esos pensamientos como compañía. Se detuvo en seco.

Habia alguien que se acercaba a su casa, iba un par de metros delante. El iba por el sendero no marcado, entre los arboles. Era una mujer. De estatura promedio… y a pesar de lo estropeado de sus ropas, no se veia que fuera…. Alguien de la vida galante, como diria su compañero Samuel, del teatro. Louis apresuro sus pasos, sigiloso. No siempre veia gente a mitad del bosque. Por eso mismo, la habia establecido alli. Pero ahora con una niña a su cuidado, sabia que ella necesitaria convivir con mas… niños. Eso suponia, que aquella casa en medio de la fantasia, pasara a ser una casa de campo, donde pasaran los calidos veranos, pues su pequeña Aly, no soportaba el frio, cosa, que era mas intensa entre el ramaje.

-Buenas tardes, señorita, ¿se le ofrece algo? - le llamo, con su tono mas cortes. Quizas, estuviese perdida…. No sabia. Pero, el le ayudaria, cual fuere su necesidad.

por **Stefany Ane Richards** Vie Dic 23, 2011 4:50 am

Esa voz agradable y formal hizo que se girase poco a poco, la lluvia dificultaba su visibilidad, se fregó los ojos y puso una mano en su frente, un muchacho a pocos metros de ella le preguntaba, estupendo pensarán que estoy loca, se alzó de hombros y chilló un poco para que pudiera escucharle perfectamente -Perdone... pero me he perdido, la lluvia me ha pillado de improvisto y mi casa esta bastante lejos -se acarició el brazo, notando el frío aire helado azotarle, cada prenda de su ropa pegada a su piel dejando ver partes de su cuerpo, aun así intentó sonreír y no parecer una loca.

-Perdone que haya aparecido de la nada pero necesito estar en algún sitio hasta que la lluvia cese -tosió un poco y se acercó a él ¿y si era él el loco? soltó una pequeña risa solo de pensarlo, aquella cara, le recordaba a alguien pero aquellas gotas le impedían poder observarle mejor.

Salir tarde del teatro, esto es lo que sucedía, podría haber esperado allí, no, debía llegar a su solitaria casa ¿para qué? Para estirarse en la cama recordando a sus padres y a su prima, a su difunto marido que ya estaba olvidando. Si sonaba mal pero necesito empezar una nueva vida y no arrastrarme con eso, lo necesito

Toda empapada di media vuelta sin terminar de razonar y emprendí el camino de vuelta para casa, pasando por el bosque, aun estaba algo perdida.

Quedaba ahora frente a él, sus ropas eran llamativas, por un momento pensó en marcharse de ahí y no molestar más a aquella persona.

por **Louis J. Bouquet** Dom Dic 25, 2011 10:21 pm

Se detuvo en seco. Fuera del cobijo de las ramas, las gotas lo golpeaban más directamente. Tenia las botas mojadas y embarradas. Todo lo demás, seguía inmaculado, pero pronto, el agua comenzó a impregnarse en cada trozo de la tela. La camisa blanca, pronto quedaría transparente. La chica tuvo un vago intento de sonreírle. No parecía peligrosa. - Podría decirle que somos dos. Pero, yo sabia que llovería. Se olía en el aire.- Siguió avanzando, hasta quedar mas cerca, y ella siguió hablando. Lejos de casa, eh? Si, no necesitaba decirlo. No era que los vecinos de Louis fueran muchos. Miro mejor a la mujer. Dioses, que pésimo aspecto. Seguro llevaba largo rato debajo de la lluvia. Ella tambien camino en su dirección. Seguro que se enfermaria, pobrecilla. -A diferencia de usted, señorita, mi casa esta justo enfrente. Y bueno, seguro que alli tenemos sitio para usted, venga, no se me quede alli, vamos, le daré algo con que secarse.

La cara la tenia húmeda, y los mechones de cabello se le metian a ratos en los ojos. Se adelanto un poco a ella, animándole con la mano. No quería tocarla, temia que lo rechazara o pensara mal de el. Abrió la puerta de su hogar, ese que tenia toda la pinta de la casa donde viviera de niño. Si, una típica edificación japonesa. Capricho suyo. Entro, estremeciéndose, abriendo la puerta, dejando la cesta en el suelo, esperando a que ella entrara.

Después de eso, se sentó sobre la pequeña banqueta de la entrada. Quito con rapidez las lazadas de las botas, siempre es mas fácil quitar que poner, no? Y las dejo allí. No quería manchar mucho el piso de madera. -Pasa, ponte cómoda, quitate eso, te hara daño… espera, ya te lo traigo…- Se levanto, resbalando un poco, en dirección a su habitación. Alli en ese espacio donde dejara a la chica misteriosa de ojos verdes, habían pequeñas sandalias, sencillas, para invitados. Afiladas en un extremo diferente, estaban las de la familia. Regreso, con una manta y ropa seca en la otra. La ropa de Imre seguro que le venia mejor, pero no estaba el vampiro y no se atrevia a revolver sus cosas.. -Toma, eh… ven, ven, pasa, puedes ir a la habitación del fondo, toma, aquí tienes, disculpa, no tengo ropa de chica, y quizás te venga algo grande…-murmuró apenado.

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