Importa vivir si no lo estas?

por **Jacqueline S. Ritchway** Miér Nov 23, 2011 9:06 pm

No habia mucho para andar haciendo conmigo misma. Esa era la pura verdad. No tenia nada que hacer más que quedarme sentada en una taberna cualquiera y simplemente beber un poco de vino con algo de sangre; si, sangre. Soborne al tabernero como siempre para que le ponga un poco para mi. Asi es, soy una de sus mejores clientas nada más que por eso: un simple soborno de varios francos y el tabernero se inca a mis pies. Ese vino era un vino secreto que el tabernero preparaba para los vampiros que entrabamos aqui. Contenia un delicado y fino vino tinto con partes iguales de sangre humana, virgen o no da igual, pero era una forma desviada de alimentarme, ya que esa noche no tenia ganas de matar por mi cena.

Me habia quedado en una solitaria mesa cerca de la barra con mi velo sobre mis hombros, mis cabellos sueltos y mis ojos verde agua profundos miraban la fina copa de cristal, levemente entrecerrados e ignorando todo a m ialrededor. Intente distraer mi mente pero no podia encontrar nada. Intente pensar en un poco del pasado pero no habia pasado en mi ser que no me trajera más malos recuerdos más que buenos...Solo veia sombras oscuras, como si mi transformacion hubiese ocurrido con amnesia. Pero lo que más triste me hacia sentir de aquella vida que me habian...otorgado, fueron mis exilios por las diferentes tierras que habia visitado. Humanos..."son solo ganado para nosotros", "el alimento de cada noche", "lo que no da de comer e infesta nuestro mundo"...la definicion que me daban siempre pero...quien realmente diria que ellos son la plaga y no nosotros?...

por **Aurelia Sila** Vie Nov 25, 2011 10:53 pm

De todos los lugares de la ciudad, el que menos hubiera imaginado pisar esa noche era una taberna, pero el hastío empezaba a hacer de las suyas... y a tan solo unos días de llegar... quién lo diría: casi dos mil años vagabundeando por el mundo y ahora me sentía impaciente. Era seguro que ahí al menos encontraría a alguien con quien charlar por un rato y si finalmente nada llamaba suficientemente mi atención, al menos podría atraer algo para la cena.

Cuando entré, el humo del tabaco acumulado inundó mis pulmones y el olor del vino me tentó. Sí, pediría una copa y dejaría que las cosas sucedieran.

Me acerqué a la barra y ordené mi vino. Mientras esperaba por él, eché un vistazo alrededor. Vestirme con atuendo masculino había sido perfecto: no estaba llamando demasiado la atención. Los hombres charlaban en grupos y en algunas mesas había parejas; todo normal... pero de pronto noto cerca de mí a un solitario, o mejor dicho, una solitaria. -Perfecto- pienso mientras sorteo algunas sillas hasta hallarme frente a ella. De inmediato noto algo distinto... ella es como yo... una razón más para abordarla.

- ¿Puedo sentarme, mademoiselle?

por **Jacqueline S. Ritchway** Sáb Nov 26, 2011 7:37 am

Recordaba aquella vez en que el Conde Draculea y yo estuvimos juntos unos meses. Mi castillo era mio gracias a él. Tuvimos muy buenos momentos, debo admitirlo, es una pena lo que ocurrio despues: me di cuenta de que solo estaba conmigo porque mi parecido era sorprendentemente igual al de su difunta novia. Por más que lo negó y luego de intentar convencerme de que me amaba por quien era y no por quien aparentaba, le rechasé.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por la voz de alguien junto a mi; retire mi velo de mi cabeza, dejandolo sobre mis hombros y lo miré. Erauna jovencita bien vestida, debo admitirlo pero con un atuendo que alguien no espera ver de una dama. Le sonrei amablemente.
-Adelante.-le dije cortesmente.-Que la trae por aqui?

por **Aurelia Sila** Lun Nov 28, 2011 1:19 am

Sonreí ante su respuesta. ¿Cómo contestaría a su pregunta? Si era totalmente honesta, tal vez le fastidiara mi pedantería... (a los jóvenes suelen molestarles los recordatorios de su inexperiencia) y si no era sincera, ella podría darse cuenta y ofenderse aún más: era difícil saber el alcance de las habilidades de "los otros" con un solo vistazo.

Decidí no mentir.

- Si se refiere a este lugar- dije con media sonrisa- debo confesar que no ha sido más que el aburrimiento. Ya sabe, entré buscando algo capaz de hacerme olvidar la monotonía por un momento y por suerte me he topado con usted. Y con respecto a usted, bueno, me atrajo... su soledad. No pude evitar acercarme, de lejos parecía sólo una jovencita indefensa.

Clavé mis ojos en ella. Tenían algo terriblemente magnético, con su color indefinido parecían querer reflejar todos los colores del espectro y a la vez ninguno. Debía tener cuidado para no sucumbir del todo ante ellos.

Tomé una silla y me senté justo enfrente. Parecía atormentada aunque su gesto distante no lo revelara a simple vista.

-Déjeme invitarle otra copa y si quiere, puede compartir conmigo sus tribulaciones. No soy una enemiga.

por **Jacqueline S. Ritchway** Lun Nov 28, 2011 7:17 am

Mantuve mi sonrisa, estabamos las dos en el mismo lugar por la misma razon: aburrimiento y bueno, yo con algo de sed. Asi que una jovencita indefensa? Eso me hizo reir un poco por dentro, nunca antes habia oido eso. Realmente iba a pasar un buen rato con esa joven hermosa; miraba mis ojos como si quisiera descubrir algo más de mi con tan solo mirarlos, al parecer tenia curiosidad y eso estaba bien para mi.
-Pocos se acercan ante alguien solitario, me sorprende un poco su respuesta pero a la vez, me siento alagada de que alquien quiera compartir un momento conmigo.-le dije de forma sincera y manteniendo una sonrisa amable ante ella.

Dude un poco ante su propuesta.
-Bueno...no lo sé...Me hace sentir un poco incomoda que alguien me pague mis tragos, my lady. Si gusta, pida una copa para usted y charlemos de lo que guste.-le ofreci yo y realmente esperaba que aceptase porque era un poco penoso para m ique alguien me pague lo que beba.

por **Aurelia Sila** Mar Nov 29, 2011 1:19 am

Al parecer el ambiente se iba relajando entre nosotras, lo cual encontré sumamente placentero. Ella se había resistido a que le invitara otra copa, pero no sentí que estuviera a la defensiva, tal vez realmente sólo era tímida... Ah!! Era irresistible dejarme llevar por esas pequeñas divaganciones mías al respecto, siempre me había sucedido que comenzaba a imaginar las historias de la gente a la que conocía antes de que pudieran contármelas... era un defecto del que no había podido deshacerme, pero gracias a él mantenía activa mi mente; ahora en serio quería que me contara algo de ella. Si había conocido a otros vampiros cuya lujuria se desbordaba ante la sola posibilidad de matar, la mía era indudablemente por saber más...

Pedí un trago igual al de la joven y me sorprendió un poco comprobar que era una mezcla de vino con sangre. - ¡Nada mal!- dije riendo con ganas- no sabía que sirvieran de esto tan impunemente aquí. Me pasé la lengua por los labios y le dije, ya con más soltura: - Pero dígame, entonces, ¿qué la afligía tanto antes de que yo irrumpiera en su noche?

por **Jacqueline S. Ritchway** Mar Nov 29, 2011 7:53 am

No pude evitar reirme un poco con ella, al parecer desconocia esta forma paralela de alimentarnos pero por lo menos le gustaba este tipo de vino. Habia pedido lo mismo y ahora estaba haciendome compañia. Me daba curiosidad esa joven. Era muy bella y agradable, pese aun que no la conocia. Aflijirme? Mmm...Como podria explicarselo.
-Simplemente recordaba algunas etapas de mi no-vida y algunas cosas más. Tiendo a olvidar mi pasado muy facilmente o revivirlo cuando menos lo espero y es una total molestia. Asi que simplemente me siento aqui y dejo mi cabeza libre para recordar cualquier cosa.-me encogi de hombros bebiendo calmadamente de mi copa un poco. Luego la mire a ella.-Y realmente su aburrimiento trajo a una bella dama como usted a un sitio como este?

por **Aurelia Sila** Mar Nov 29, 2011 1:31 pm

-Aurelia, llámame Aurelia -le dije.

Conocía bien de lo que me hablaba, esos momentos en que nuestras mentes parecían perder el control, toda la lógica se esfumaba dejando lagunas aquí y allá, o de repente regresaba todo, cada detalle dolorosamente vívido. Era realmente perturbador, pero por suerte a mí cada vez me había sucedido menos y hacía ya un milenio que no lo sufría.

- La comprendo, es verdaderamente agotador luchar por recobrar la calma... siempre es más fácil lograr que otros hagan lo que uno quiere, pero los enfrentamientos que se libran en el interior son mucho más encarnizados.

Bebí un trago de vino. La combinación era agradable y me recordó vagamente cómo en vida había bebido vino mezclado con agua en las tertulias de la alta sociedad romana... y ahora, en esta otra especie de élite, se bebe sangre mezclada con vino, me resulta divertido en cierta forma.Contesté su pregunta después de un rato de silencio.

- Pues sí, debo decir que sí... hace pocos días que he vuelto a París después de un siglo y aún no tengo muchas cosas que hacer en la ciudad, asi que decidí simplemente dejarme llevar por la inercia esta noche. Hay algunas veces en que los años me pesan verdaderamente y ya no sé cómo reaccionar ante la abrumadora modernidad que se extiende allá afuera, pero al parecer las tabernas poco cambian. Por cierto, ¿cómo debo llamarla?

por **Jacqueline S. Ritchway** Mar Nov 29, 2011 8:52 pm

Asenti al decir su nombre, Aurelia. Que bonito nombre, hacia deleitar mi lengua al pronunciarlo. Por sus palabras pude adivinar que quiza tenia mi edad o más, habia estado en sus sitios y seguramente habia logrado ver más que yo con el pasar de las décadas. Me sentia bien porque siempre habia querido entablar conversacion con alguien que fuera más...longevo que yo, no conocia a muchos. Eran muy interesantes de escuchar puesto que realmente me encantaban escuchar sus relatos de aventuras y experiencas por el mundo de antes, el que apenas puedo recordar ahora.
Agache mi cabeza y me presenté:
-Jacqueline Samantha, my lady.-dije con mi pequeño acento Inglés. Es algo inevitable.-Es cierto. La mejor manera de que los recuerdos no se mueran del todo, es dejar que vengan a uno; pocas veces logro recordar un detalle que busco pero si n olo busco, llegá solo a mi.-mire un poco a nuestro alrededor de forma discreta y bebi un poco de mi copa para luego decir:-No sé cuanto lleva en este mundo, miss Aurelia, pero me imagino que las tabernas de antes son iguales a las de ahora: mujeres que acompañan una noche, cantineros que se venden, borrachos y sus peleas...

por **Aurelia Sila** Miér Nov 30, 2011 1:27 pm

Jacqueline, me encantó su nombre, la sonoridad de su acento lo resaltó todavía mas. Me gustaba también la idea de que ella, igual que yo, fuera una extranjera. Aunque a decir verdad, ¿cómo podía yo sentirme extranjera? Hacía tanto tiempo que la Roma de mi vida había dejado de existir que incluso cuando volvía a ella, sólo quedaban restos fragmentarios de lo que había conocido y los huecos se habían ido llenando con legados de épocas distintas. Sentí nostalgia ante tal pensamiento.

Ella había mencionado el detalle de la edad...

- Llevo en este mundo lo suficiente como para haber aprendido que las cosas cambian en su forma, pero no en su esencia... en unos cuantos años tendré ya dos mil, nací en Roma, antes de que se convirtiera en el gran imperio que todos recuerdan... nadie en ese entonces podría haberlo imaginado de esa manera... ni siquiera sé si el gran César tendría la capacidad de ver lo que generaría su hambre de grandeza.

Reí al pensarlo, cuando César se hizo dictador yo llevaba muerta ya bastante tiempo y de haber seguido viva nunca hubiera visto siquiera el fin de la república. Estaba divagando terriblemente, ojalá no la estuviera aburriendo con mis recuerdos que parecían sacados de un libro de historia.

-Empiezo a sentirme vieja, pero me gusta al menos poder compartir un poco de su juventud, querida.

Alcé mi copa y brindé:- Por la juventud y la inmortalidad, Jacqueline Samantha.

por **Jacqueline S. Ritchway** Miér Nov 30, 2011 2:45 pm

Me impresione con la cantidad de años que tenia. Era tan bella y ni siquiera parecia tenerlos; siempre quise encontrarme a alguien longevo, son muy facinante ya que en sus tierras natales han tenido experiencias muy interesantes para mi. Que genial. Yo no habia vivido tanto pero era algo, supongo...Sentirse vieja? Como es eso? Quizas por su edad original, yo, estoy casi segura, fui convertida a mis 17. Yo a ella, en escalas verdaderas, le daria un 25...quizas 23, pero estaba convencida que de los 29 no pasaba.

Sonrei y levanté mi copa, chocandola con la de ella.
-Por la juventud y la inmortalidad, Miss Aurelia.-su nombre aun se sentia bien en mi paladar. Tome de mi vino y le pregunte luego, con gran interes:-Asi que Roma? Que envidia...Estuvo en la época de esplendor romano? Conoció alguna vez a Augustus Cesar?

por **Aurelia Sila** Jue Dic 01, 2011 11:56 pm

Di otro trago al vino, lo saboreé tranquilamente. Hacía tiempo que no contaba nada respecto de mi vida... era extraño, cerré los ojos y pude evocar fácilmente muchos detalles... la memoria me pareció un mecanismo cruel... tal vez fuera mejor olvidarlo todo un día... quizá sólo así se pudiera volver a tener un atisbo de felicidad auténtica: recordar sólo permitía que la margura y el dolor se perpetuaran aun cuando los causantes se hubieran marchado hacía tanto tiempo. Respiré profundo y la miré, tratando de recobar el buen ánimo antes de responderle.

- Oh, no. Yo nací casi 60 años antes que Julio César y casi 90 antes que Augusto y para cuando Augusto se convirtió en emperador, yo llevaba bastante tiempo lejos de Roma, pero claro, no tanto, mi creador no se sentía cómodo aventurándose demasiado lejos y esos años transcurrieron entre viajes por las ciudades de las distintas provincias de Roma fuera del territorio de Italia... y conforme el imperio fue expandiéndose, resultó inevitable quedar bajo su influencia. Mi vida fue mucho antes.

Hice otra pausa, mi copa estaba casi vacía... pero no sabía si me apetecía otra o si sería mejor beber de un vaso vivo.

- ¿Te sientes mejor? - pregunté sin la menor sutileza, tenía gran curiosidad por saber más de ella, pero en verdad no sabía cómo preguntarle nada: los modales ante todo... y ya con esa pregunta parecía impaciente o demasiado brusca. Ojalá no se ofendiera.

por **Jacqueline S. Ritchway** Vie Dic 02, 2011 11:01 am

Nacio antes de que el imperio romano se expandiera? Wow...Realmente el ser un vampiro era increible, tenia su piel perfecta y su juventud era unas de las más bellas que habia visto en la vida. Claro que yo cuando me miraba al espejo era como si me viese de niña por siempre pero jamas habia conocido a alguien más longevo y que realmente fuera tan bello.

Parecia un poco triste antes de continuar, quizas algunos recuerdos que no le caian muy bien; a decir verdad, yo tambien estaba un poco mal cuando menciono a su creador...el mio solo era una rata asquerosa que me convirtio asi nomas...Que pena pero no importaba.

Le sonrei con calma y luego le dije:
-Si, realmente me encanta escuchar los relatos y experiencias de los inmortales que llevan más tiempo explorando la tierra que yo. Cuenteme más por favor.-dije bebiendo muy emocionada.

por **Aurelia Sila** Sáb Dic 03, 2011 2:25 am

Sonreí, lo cual se estaba haciendo usual esa noche. Lo bueno de haberme topado con Jacqueline era que creería lo que le estaba contando, ante ella no hacía falta inventar coartadas para ocultar mi verdadero yo, como solía suceder con la mayoría de los mortales, pues aunque joven, era ella otra inmortal, independientemente de todo lo que le significara personalmente. Su historia se me velaba como un gran misterio, pero no quise insistir con mis preguntas; ella me animaba a seguir relatando mis aventuras de la antigüedad y la agradable sensación de su compañía era razón suficiente para complacer su petición.

-Antes de mi transformación no había viajado más que a unas propiedades de mi familia en un lugar bastante cercano a la ciudad. Pero luego tuve la fortuna de conocer otras formas de pensar. En Grecia, por ejemplo, los amantes del mismo sexo no eran mal vistos, pero en Roma era algo despreciable... y con mis nuevos sentidos, se borraron algunos bloqueos en mi mente, en todo mi nuevo ser: allí me enamoré por primera vez de una mujer. Fue algo breve por que Apolonio (es el nombre de mi creador) decidió que era hora de que nos mudáramos y en realidad no sé si sintió celos de ella. Cuando partimos me llené de un dolor muy intenso, pero el tiempo lo solucionó...

Otra vez me quedé pensativa, era la segunda vez que el recuerdo de Apolonio llegaba a mí en la conversación. Supuse que era natural, puesto que siempre lo consideré un gran maestro... pero a todas luces la mención del creador molestaba a Jacqueline, y era lógico, algunos sólo eran producto de un juego cruel y sin sentido, no de algún sentimiento de amor o siquiera piedad por parte de sus padres sobrenaturales. Supuse que era el caso con ella y decidí callar.

- Pero nunca he ido a Inglaterra... ¿tú eres de allí, no es cierto? ¿Cómo es esa gran isla, recuerdas algo de tu vida allá?

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