Un extraño encuentro (privado)

por **Mar Santini** Dom Dic 04, 2011 10:58 am

Señora porque su hijo mire no voy a hacer nada *Las mujeres a su alrededor siempre tenian el pensamiento de que por el mero hecho de ser cortesana debian de guardar las puras mentes de sus hijos lejos de ella, bueno pero el caso es que ella no era pedofila ni mucho menos asi que no pudo callarse en responder a aquella mujer que hechó a correr con su hijo, mar iba vestida con un vestido escotado pero elegante, escondia sus brazos en un glaseado de sedas de colores claros que iban a la perfección con su color de piel. Era por la noche aunque era de esas noches que habia dejado a uno de sus clientes en una parada de carruajes pues al ser nuevo en la ciudad si era tan buena con él le acababa dando más propina.

Sacó un cigarrillo y lo colocó en sus labios encendiendolo en el acto, Mar rezumaba ese aire juguetón que le encantaba a los hombres pero a algunas mujeres también, cruzó las piernas con cierta elegancia pero tambien sensualidad mostrando un poco más de sus tobillos, llevaba unos tacones de punta fina que parecian siempre pegados a su pie pues por mucho que lo moviera el tacón parecia seguir en su sitio, escuchó su estomago sonar* lo se no hemos comido demasiado * Como si el estomago le hubiera escuchado gruñó nuevamente, se levantó de aquella banca mirando a los lados, habia siempre un hombre vendiendo algo de comida pero parecia que esa noche no estaba.

Andó un poco tirando el cigarrillo a una papelera cercana, las manos de mar se colocaron tras la espalda mientras sus exhuberantes caderas se mecían de un lado a otro, los hombres la miradan aunque a esas horas de la noche estaban bastante borrachos como para saber que es lo que miraban, encontró a una viejecita vendiendo un poco de sopa aunque no estaba teniendo mucho éxito por eso se acercó a ella con una sonrisa en los labios* Perdone ¿podria ponerme un poco de sopa? *La mujer mayor le miro con una sonrisa y asintiendo le entregó el vaso de sopa, no podia decir que era de las mejores seguramente que porque no tenia demasiado dinero, por ello sacando un par de francos más de lo que valia la sopa los coloco en la mano de la mujer* aqui tiene esta deliciosa * se marcho a paso rapido para que no le devolviera nada de dinero, chocando contra un hombre derramando algo de sopa en el suelo ya que afortunadamente no habia derramado a ninguno de los dos*O-oh lo siento, perdoneme no miraba bien por donde iba

por **Klaus Bougie** Dom Dic 04, 2011 2:34 pm

Era tarde en el parque, caminando solo, disfrutando de un cigarrillo.
Era sólo un paseo, con el cigarrillo en la boca me estire un poco, tenia tanta flojera y tanta hambre que los borrachos que estaban en dicho lugar me abrió el apetito, quien los iba a extrañar si estaban solos y sin familia.
Traté de caminar lo más más rápido que podía pero a paso humano.
Avance pero tenia el punto de mira fijo en esos inocentes pero desgraciados que no me di cuenta de que una chica avanzó con una sopa en la mano la cual por mi culpa de no darme cuenta derramo un poco.

- No te preocupes que fui yo quien no vio bien - me disculpe mirando mi casería.
Desvie la mirada y la vi a ella.
- De verdad disculpeme - dije - pero estaba pensando en otra cosa. ¿Te has mojado la ropa? - pregunte con cierto interés y mirando de rehoyos a los borrachos.

- Le compraré otra sopa mademoiselle - le dije a la chica.
Nos acercamos donde estaba la viejita vendiendo las sopas, le compre una nueva a la dama. Nos íbamos retirando del lugar miré hacia los borrachos pero ellos no estaban.

Sentí tanta rabia por dicho hecho que llevaba ya 2 días sin alimentarme y necesitaba comida de verdad.
- ¿Vive por acá cerca mademoiselle? - le pegunté para acompañarla en el paseo nocturno ya que a pesar de que por su culpa me quedé sin alimento, la chica era indefensa, y eso lo podía percibir en sus ojos.

por **Mar Santini** Mar Dic 06, 2011 4:59 am

* Mar Santini no era una chica normal, no solo a la doble vida que siempre habia llevado espiando o matando a gente además de disfrutar del placer del sexo pero tambien porque trabajaba para un vampiro, se preguntaba si aquel hombre seria uno de ellos* No, en serio no...*Pero antes de acabar la frase aquel hombre le habia comprado un nuevo tazón de sopa, le sonrió amable aunque un poco avergonzada ya que no era natural en ella dejar que las personas le vieran tan..."vulnerable" al menos no chocando contra las personas*

Lamento si he causado una molestia *Aunque sus palabras eran inocentes habia ese doble fondo, "lamento por haberle hecho perder su comida" quiso decir, pero si no era un vampiro y se estaba adelantando al final haría el más grande de los ridiculos por eso dió un sorbo a aquella sopa tan aguada como la recordaba transmitiendole con una sonrisa calma*

Si, vivo cerca aunque sois el primero que no huis al verme *la marca del carmín se veia en los labios, se relamio sin poder apurar todo lo que quisiera la sopa, estaba ardiendo no era bueno perder la dignidad en dos ocasiones, finalmente terminó la sopa despues de soplar dejando el tazón en una papelera cercana, se inclinó pero no demasiado porque no olvidaba que llevaba un escote pronunciado* Merci Beaucoup monsieur *a pesar de ser española, el francés salió fluidamente de sus labios

Era un hombre atractivo, un vampiro galante { si es que era vampiro claro estaba } cualquier otra persona le habria gruñido antes que haberle ayudado, por eso tenia una especie de deuda con él, distinguio la silueta de unos hombres borrachos mientras estaba con él, suspiró al ver de quien se trataba... era un gordiflón que siempre estaba en el burdel reclamando a las cortesanas cmo su propiedad, no tenia mucho dinero pero no era que el burdel pudiera para permitirse perder gente asi que por eso se le permitia la entrada* Monsieur creo que no me gustaria importunarle * Era evidente por el vestido a que se dedicaba pero aquel hombre tenia una lengua viperina bastante temible*

por **Klaus Bougie** Mar Dic 06, 2011 1:49 pm

Ella era una cortesana, lo vi en los detalles de su vestir, su ligero coqueteo y su labial. Mi madre me inculcó valores que nunca pasaré por altos. Para la época eran pocos los que no veían a una mujer como objeto, y me alegra saber que por lo menos la amabilidad seguía siendo una de las cosas que no olvidaré de mi vida humana.
- ¿Por qué debería huir de Ud.?– le pregunte – Créame Madame que Ud. No es lo más peligroso que hay en Paris. - Asentí
Miré por una fracción de segundos hacia su lado, y vi a los borrachos. Mi alimento para ser exactos. El más gordo de los borrachos hacia escándalos, comenzó a gritarle a alguien y por el groso calibre de las palabras supuse que era a la chica.
- Le acompaño a caminar mademoiselle, es muy tarde para que ande sola y con tanta bestia suelta a estas alturas de la noche, ¿no cree? - le dije refiriéndome a los idiotas que estaban molestándola.

Íbamos caminando, le comenté que nací en Alemania, que tenia 23 años y que mi tío me heredo su perfumería antes de expirar. Fui honesto, solamente omití la parte de que bebí la sangre de el y lo asesine. Pero no creo que eso sea algo que a ella le importe saber.

Al momento de llegar casi a la entrada del parque de nuevo aparece el obeso borracho, diciéndole cosas tan desagradables. El tipo se acerco cada vez más a nosotros y tomo del brazo a la chica y al ver el rostro de asco de la pobre mujer. Me acerque y le tome el brazo con el cual el tenia sujeto el de la mujer. No medí fuerzas, pero al ver que estaba a punto de fracturar el brazo le solté, le gruñí como si fuera un perro cuidando algo de su propiedad.
El tipo se levanto del piso y afirmando su brazo mal herido corrió lo que más pudo. La chica agradeciendo lo que había hecho por ella, me dijo que no era necesario, que ella lo conocía y sin tapujo le dije.
- ¿Crees tu que mereces esto?, ¿Mereces que traten como basura? - Me sentí como un padre regañando a su hijo por una mala acción. Sentí la necesidad de pedir disculpas, pero realmente ese hombre la podía matar. Fue ahí cuando me di cuenta de que cometí un grave error. Ahora la interrogante para mi era, si aquel hombre vuelve o va al burdel a verle ¿tendrá piedad con ella?, ¿le dejará tranquila ahora ó tomará medidas contra ella?.

por **Mar Santini** Lun Dic 12, 2011 1:35 pm

Quien sabe monsieur *Sonrió mientras estaba con el hombre dejando que sus manos fueran tranquilas igual que cuando estaba al lado de aquel, su presencia se le antojaba segura sin saber aun muy bien a que se debería ese cambio que estaba sintiendo, los hombres siempre habian significado para Mar una fuente inagotable tanto de dinero como de problemas, pues la mayoria dado el aun problema entre ambos sexos donde los hombres eran mucho mas importante que las mujeres, las cortesanas solo eran las mas faciles de usar en muchas ocasiones especialmente para los hombres que les gustaba dominar a todo tipo de mujer, justo cuando aquel borracho se habia percatado de ella, volvio a sentirse segura mientras estaba con aquel hombre.

No sabia siquiera porque aquel le estaba siguiendo, no habia estado con él y se habian visto poco tiempo pero sieguramente era su vestimenta la que le habia delatado, una cortesana ya no podia estar cómoda especialmente cuando le descubrían pues cuando iba al trabajo o ese momento en que el sexo se habia tornado un modo de vida inconscientemente te vestías provocadoramente, ella llevaba desde pequeña viendo a su madre ejercer la profesión.

Una vez más se acercó pero justo cuando iba a decir algo su acompañante le tomo por el brazo algo brusco, mirándole a los ojos Mar se extrañó pero al ver que el borracho se marchaba cuando comprobaba que realmente estaba ocupada entendió la razón. Era un hombre extraño que estaba hablandole como si fuera un familiar, incluso sintio una necesidad irracional de colocar sus manos en su ropa y sustituirla por una nueva*

Yo puedo hacer eso, a veces he ido al burdel pero soy una cortesana que puede escoger sus propios clientes, no se porque estaba siguiendonos * Aun no habia apartado su mirada de la ajena, elevó las manos acariciando ambas mejillas de aquel hombre con una sonrisa en los labios* No se su nombre ¿a quien debo de agradecer que siga "pura" por esta noche? *dejo caer suavemente las manos pues no estaba segura de que a aquel hombre le gustasen las caricias, ella solo acariciaba a las personas que le caían bien, era bastante eficaz en cuando a relacionarse con las personas se trataba pues no era que el gustase demasiado. Habia pasado mucho en Barcelona donde habia aprendido que era el hambre, las miradas, el que te escupan así que aun no se fiaba mucho de las personas porque esa mentalidad no habría desaparecido por completo*

Y perdon si no te gustaron *elevo las manos refiriendose a las caricias, tomo con suavidad el brazo de aquel hombre, ya se habia aclarado su duda de si era o no era vampiro especialmente por la fuerza que habia usado al tomarle el brazo, se sonrio suave* no se porque me haceis sentir protegida teneis que tener algun tipo de fuerza sobrehumana *respondio mirando al cielo con despreocupación cerrando despues sus orbes con un suspiro*

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