Tus Besos Son Mi Cielo, y Tus Manos Mi Infierno [Privado Sybelle, + 18]

por **Gianella Massone** Jue Dic 08, 2011 12:00 am

- I will not bow, i will not break...i will shut the world away…

Cabellos negros poblan las almohadas blanquecinas, ojos azules cerrados. Labios curvados y un suave y rítmico asentimiento sacuden las sábanas.

- I will not fall, i will not fade… i will take your breath away…

Camisa blanca y jeans negros. Botines militares cruzados sobre el colchón. Un mero detalle al igual que la incesante lluvia al lado de la música que resonaba en todo el departamento.

- And i´ll survive, paranoid…i have lost the will to change…

La cerveza recorre la garganta que vuelve a seguir la música.

- And i´m not proud, cold-blooded fate…I will shut the world away…

Pero un bostezo impide terminar. Como acto reflejo sus ojos se van al teléfono celular. La hora le dice que es tarde y que ha de ir por ella. La música acaba.
Se acomoda la camisa blanca y la chaqueta de cuero y se baja levemente los jeans, revolviéndose el cabello después para quedar tal y como más le gustaba. El paraguas azulado se ciñó a su brazo y la puerta se cerró.

Nunca le habían gustado las fiestas, y por ello se había ganado algo de mala fama; bueno, un poco más de mala fama. Era conocida por su hostilidad y por su rebeldía, y por ese mismo motivo la gente que conocía a esa persona se preguntaba incrédula cómo había llegado a ser la pareja más estable de aquella adolescente que caminaba a paso firme y seguro por las calles de Los Ángeles, pero esa era una respuesta quizás demasiado complicada de descifrar. De todas maneras, lo que le importaba a la italiana era vivir el presente sin remordimientos a pesar del pasado, como había sido toda su vida.

La música de nuevo se mezcló con la lluvia, pero los sentidos de lobo le regalaron otros detalles que no tenía porqué saber, aunque eran más que obvios: alcohol, conversaciones…y por sobretodo, esencias. Esa esencia que le volvía loca y le revolvía el instinto, esa esencia que hacía que su corazón latiera desbocado y sus labios se quemasen de impaciencia. Se relamió los labios sonriendo, pero esa sonrisa desapareció cuando la reja blanquecina le empezó a acompañar en los últimos metros hasta la puerta.

Su mano desenfundó el celular cual pistola de vaquero y tras un par de sonidos el metal se fue a su oreja, mientras sus ojos revisaban minuciosamente cada detalle de esa enorme casa que rebosaba de luz en medio de la lluviosa noche estadounidense.

- Sybelle, estoy en la puerta. – dijo con claridad en cuanto el ruido del interior de la residencia le permitió oírla.

Sí, era ella.

Spoiler:

por **Mina Wayne** Vie Dic 23, 2011 5:48 am

El celular sonó y ni siquiera tuve que sacarlo de la bolsa de los jeans para adivinar quién era. La gran mayoría de mis amigos del instituto se encontraban en la casa de la cumpleañera, quien con todos los honores podía decir que era mi mejor amiga: Doreen. Deje el licor a medio beber sobre la mesa y saque el celular para contestar, varios a mi alrededor al darse cuenta de mi gesto comenzaron a abuchear y quejarse, adivinando que era mi novia la que llamaba y seguramente ya tenía que marcharme. Siempre que salía era así, Gianella no podía hacer amistad con nadie, mucho menos con mis amigos, así que los intentos por unirlos ya habían cesado. Por mucho que me pesara tenía que dividir mis amores y mis atenciones. Escuche a Gianella y ni chance me dio de contestarle, así que cerré el teléfono y me encogí de hombros.

--- Ya son las 12, cenicienta ya se va --- Bromee con uno de los chicos que estaba al lado mío y comencé presurosa a repartir disculpas y despedidas. La más prolongada fue con Doreen, a quien no podía dejar de darle consejos, pedirle cosas, recordarle otras…. Siempre me costaba decirle un “adiós” y ya! Comúnmente hubiese esperado un ataque directo hacia Gianella en algún comentario, o un “invítala a pasar” pero no recibí nada de eso… todos ya estaban acostumbrados, ya sabían más o menos como nos manejábamos.

Estando en la puerta, despedí por última vez a todos con un gesto de mi mano a todos y salí al exterior, no pude evitar echarme a reir por lo impaciente que se veía ahí en la entrada, tras el cerco, ni siquiera se había adentrado al jardín. Me apresure hacia ella y la abrace por detrás, mas feliz de la cuenta, por verla y si, probablemente por el par de tragos que había bebido.

---¿Me esperaste mucho, corazón? --- pregunte melosa.

por **Gianella Massone** Mar Ene 17, 2012 2:43 pm

Gianella no pudo evitar esbozar una sonrisa burlona y arrogante bajo el paraguas que la cubría ante los reclamos poco serios e incluso pifias que pudo escuchar a causa de su propia llamada. ¿Por qué tardaba tanto con tanta palabrería? Seguro se verían mañana o exprimirían hasta el último centavo de sus celulares contándose que habían visto tal serie o criticando el pésimo gusto de sus actrices y cantantes favoritas en una entrega de premios que ni siquiera les importaban. Eso hizo que las pupilas azuladas rodasen a un costado acompañadas de un suspiro que fue más bien un bufido animal. ¿Cómo podían ser así de superficiales? No les podía entender, tal y como ellas no la entendían a ella misma., y el resultado no era otro más que la exclusión, como en este caso; y sin embargo, le daba igual, ya que tenía un “consuelo” más que suficiente, y que era motivo de sobra para que todos y todas le mirasen con aún más odio y envidia: Tenerla. Y eso sí que le encantaba.

Un abrazo aparentemente sorpresa fue la vuelta a la realidad, y de inmediato acomodó el paraguas para que Sybelle no mojase su cabeza (ya que nunca hay que dejar que un gato se moje, nunca se sabe el humor que puedan tener después de eso). Se le notaba feliz a pesar de haberse tenido que ir “antes de tiempo”, y eso Gianella lo atribuyó de inmediato al olor a alcohol presente en su adorada pareja.- Mucho, princesa. – le susurró y en un par de movimientos los rostros quedaron frente a frente, y los labios se juntaron por unos segundos .- Mucho – repitió – Y veo que la pasaste bien – comentó sonriendo de lado, acariciando delicadamente su mentón con la mano que tenía libre, bajando luego a coger una de las suyas y entrelazarla con esa suavidad que sólo Sybelle había sido capaz de descubrir y explotar .- Pero ya me contarás por el camino, y así aprovechamos de comprar algo si quieres. Tengo cerveza, pero me faltaba alguien para compartirla. – sonrió hablando en tonalidad provocativa y empezó a caminar, sin poder resistirse a mirarla y besarle la mejilla y/o los labios durante el trayecto.

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