Los lobos siempre vuelven... ¿no los ves? [Relaciones de Lucien]

Directo y seguro. Son dos palabras que podrían definirle bastante, siempre considera que la respuesta más lógica es por consiguiente la mejor opción, o al menos eso intenta, pero mejor que nadie sabe que a veces la lógica no es suficiente para encontrar una respuesta, sino que estas se encuentran en otra parte. Siempre hace lo posible por contener la parte “salvaje” de su personalidad, especialmente por temor a hacer daño a otros con lo que es capaz de hacer, eso hace que a menudo parezca alguien arisco y con poco don de gentes, o mejor dicho, más bien parece que se contiene a la hora de entablar una verdadera relación con alguien, en el fondo sigue pensando que las personas como el no deberían siquiera tener que existir. A pesar de eso es una persona que cuida de los suyos, o mejor dicho los pocos que le quedan, nunca dejara en la estacada a un amigo o a alguien a quien aprecia, incluso si para ello tiene que exponer su vida. O peor, su condición.

Es un hombre caballeroso desde luego, pero siempre dice las cosas como las piensa sin importarle la opinión de los demás, es una de las pocas cosas que conserva de cuando era campesino, especialmente cuando la persona en cuestión es alguien a quien devoraría sin pensarlo. No es que no sepa ser discreto ni muchísimo menos, es que simplemente considera que las cosas pueden tener una forma de tratar que no sea con mentir descaradamente. Cínico y de humor muy negro puede incluso ser visto como alguien a quien no le importa demasiado la vida humana, cosa que no es verdad. Lucien es un altruista en toda regla y cree que el mundo debe pertenecer a los humanos, ergo su vida debe tenerse en cuenta con mucho respeto. El que después uno de esos humanos destruya a otros como fuente de diversión ya es motivo sobrado como para no considerarle humano así que ¿Por qué tenerle respeto a su vida? No es ningún tonto, sabe perfectamente que lo crímenes que ha hecho a lo largo de su vida pesan muchísimo más que las buenas acciones, y está convencido de que, antes o después tendrá que responder por todo ello. No obstante, y a pesar de que está convencido de que el infierno es su destino, si es que tal cosa existe, está dispuesto a hacer lo que sea necesario para compensar un poco sus delitos, aunque siempre creerá que no es suficiente. Es una persona que guarda un tremendo peso sobre su espalda, siempre quiere cargar con todo el mundo y eso le supera por mucho, pero jamás pedirá ayuda para hacer lo que, en su opinión, es su responsabilidad.

Es alguien fuertemente reservado, tanto en lo personal como en lo profesional. Si tiene un plan no se lo contara a nadie, sino que simplemente lo organizara todo de forma que salga lo mejor posible sin que afecte a otros. No es que no confié en la gente es solo que, cuando alguien se pasa más de treinta años vagando solo por el mundo, entonces no espera que muchos le ayuden, sino que aprende a hacer las cosas por sí mismo. Prefiere siempre mantenerse ocupado, ya sea administrando sus propiedades o entrenándose para matar el tiempo, pues no duerme decentemente desde hace años, las pesadillas que pueblan su mente sobre la noche en que se convirtió aún siguen atormentándolo, para él el apenas dormir se ha convertido en algo habitual así que ha optado por acogerse a la filosofía de Da Vinci: “No debo dormir… es perder el tiempo”. Considera como familia a aquellos que se lo ganan y haría cualquier cosa por ellas, es una persona fiel a los que demuestran ser de su confianza. También hay que tener en cuenta que, del mismo modo que protege a los suyos, también desprecia a los que intentan dañarlos, nunca olvida a alguien que ha intentado hacerle daño y siempre esta precavido ante ellos… y la mayoría suelen arrepentirse de haber pensado siquiera la posibilidad de atacarle.

Con el paso de los años de vida ha conseguido dominarse muchísimo e intenta disfrutar lo poco que puede mientras puede, no siente ningún tipo de recato al decir que odia o quiere a alguien, sea de la forma que sea, andarse por las ramas ha demostrado no ser algo que suela hacer si no es necesario, como por desgracia ocurre siempre que está en la corte. De una forma o de otra, los nobles siguen siendo nobles y por consiguiente debe comportarse como ellos en algunas ocasiones, por mucho que lo deteste. Su posición social no es algo que le importe en absoluto, es más disfruta relacionándose con todo tipo de gente, aunque eso sí, es capaz de ser discreto para asegurarse de que su posición no se vea influenciada. A pesar de eso, durante el día trabaja como cualquier obrero de sus tierras, y se codea con sus empleados como si fuese de lo más normal.

Su condición de licántropo no es algo que le emocione. Lucien como muchos otros no busco ser convertido, sino que se vio arrastrado a un mundo que no entendía y eso le costó caro. A pesar de ello ha aprendido a aceptar que su transformación, por mucho dolor que le causase, ha servido para darle un objetivo en la vida, y aunque jamás diría que adora ser licántropo (lo ve más bien como una maldición) sí que admite que tiene ventajas que no podría haber tenido de ninguna otra manera.