Ojos prendados del abismo

Recuerdo del primer mensaje :

(* Media tarde en Hagen's Cab)

Este lugar esta lleno de ti y de todos ellos, Shapeshifters. Los que trajeron retratos grises, muros malditos, camisas sin mangas, muebles vetustos, lámparas rotas, roperos con visos -verdes, amarillos y grises - Nunca importaba el color:

La piel desnuda se reservó los mejores tonos desde la creación.

Aqui llegaron y se fueron. Ellos, los que no tienen nombre ya, por que los trajo y los arrastró la tierra como arrastra a los hombres el vino.

La patria carne parió a mis hermanas desnudas en mi cama, vestidas de carbón y leche, vulnerables al imán y a la tormenta. Stargazers! Vestidos de bosques y barcos, un día se fueron; por que al quedarse provocarían mas incendios. Por que veían a Medusa recostada en la bañera. -Por que esta Cabaña les condujo a la locura - (* Como a ti)

--Se fueron, un día después. (*Siempre es el día despues)
Después del amor, después de la fiesta, después de la destrucción.

Ahora (ahora)cierra la puerta que la tarde llega y los trae a ellos, para asediarnos con sus días presentes y pasados en los que nunca existimos...

El oso se encuentra realmente transtornado. Es comprensible, el no había contemplado en su totalidad los poderes el Reverendo. Apenas se pudo incorporar ya estaba corriendo lastimosamente herido, hacia su madriguera; esa enorme mole con ruedas que parece aun mas grande por dentro que por fuera.

Quiere regresar con sus cachorros, sangre de su sangre que corre el peligro de ser derramada. Tal fue la terrible amenaza que lanzó el hombre-reptil contra su hermano. Epoch aun no se recupera del todo y sin embargo su voluntad ya lo arrastra a la mujer que dejó atrás y a sus tres cachorros.

En un principio pensé en detenerle, algun argumento impreciso comencé a esbozar, mas terminé por dejarle ir. De hecho lo mas seguro es que permanezca a su lado para vigilar pues en cualquier momento el reverendo vendrá por su holocausto y el hermano montaña deberá jugarse de nuevo la vida para salvar a su familia.

La presencia del maestro Kayyam aunque no sea física sino apenas una proyección de su ser, era una bendición, pues su ayuda podrían sin duda hallar la manera de vencer al reverendo. Hasta el momento del combate Rahman no hizo mas que seguirme como una sombra sin decir nada, luego durante la acción solo intervino cuando creyó necesario señalarme algo.

Quisiera ir donde el vampiro y continuar con la pelea que quedó inconclusa, mas por ahora era mas seguro inclusive para mi permanecer al lado del Oso. Juntos recorrimosel camino de vuelta a la zona de gitanos, justo el lugar donde perdí el clan stargazer. Aunque de esos pequeños, Liebe, Freiheit y Morgen brotará una nueva cepa con la que resurgirán.

La paciencia casi me comía entera el alma, esperando que el maestro se comunicara, diciendome algo sobre el paradero de la criatura, o sobre quien pudo arracarlo de nuestras manos cuando estuvimos tan cerca de derrotarlo. Mas pasaron las horas y el maestro nada decía.

Cuando finalmente habló no me dijo lo que yo quería oír; en cambio su pensamiento me transmitió cuanto necesitaba escuchar...

-El unico problema de no atar un ego prófugo, es que se volverá insaciable y apadrinará una centena de extenciones vociferantes, hijos que pronto crecerán para administrar las deudas y complicaciones que la mente concibe. (* Esto preocupará a los padres, a los buscadores de libertad y también a los comerciantes) Todos se verán forzados a perturbar tu paz haciendo de las deudas fantasmas gimientes...

La joven me toma de la mano y me lleva, tal como he visto a las nanas hacer con sus pequeños humanos. Con la misma ligera beatitud me dejo guiar aunque mantengo los sentidos atentos pues no olvido que poderosos seres desean mi extinción.

De modo que esto era un burdel. Mientras era conducido por los perfumados y silenciosos pasillos hurgué en las memorias de los Stargazer para encontrár lo que pudiese sobre esos lugares. La sensación que me producían sus recuerdos era morbida. Lugares de encuentro donde las criaturas de la noche se envuelven entre sombras y copulan.

Pero este lugar parece vacío y esta niña se mueve por entre los cuartos como si de su hogar se tratase. El cuarto mismo donde desperté tenía un aura diferente a lo que las imágenes que mi mente figuraba al hilar las memorias ajenas.

- No tengo hambre, ma'am... Es mi curiosidad la que busca ser saciada.

Desde los días en que vagaba por el pantano y los hombres eran apenas criaturas extrañas a las que jamás veía salvo en las raras ocasiónes en que alguno se aventuraba a pescar entre los manglares. Entre los caimanes se hablaba acerca del tema del Amor. Esa sensación que tienen los humanos y por la cual, según nuestros antepasados, no se han extinguido.

Es dificil hablar con uno de mis hermanos caimanes pues nuestro instinto nos obliga a evadirnos, siempre en terminos de tamaño, el caiman mas pequeño huirá mas grande so pena de ser devorado por este. Condición que se cumple sin excepción a menos que dos caimanes del mismo tamaño se encuentren, entonces pelearán a morir. Por tanto los Caimanes machos simplemente - no hablan! - Solo nos es dado estar con las hembras que son las portadoras de la palabra. Algo así tengo por sabido sobre los humanos, que son las madres quienes guardan la sabiduría de su raza, la que transmiten a los pequeños. Si alguien me puede mostrar que es el amor, es una hembra humana. Y quien mejor que la que ya mostró su piedad al sacarme de entre los muertos.

- Nunca he estado en un lugar como este...

Aunque tenga los recuerdos que me he robado, lo antes dicho no era del todo una mentira, pues mi propia persona jamas había pisado un suelo así. Mientras no hubiese una amenaza visible permanecería con la pequeña como si de un talismán se tratase. Miro alrededor admirando los decorados en colores pastel. Mas me dentengo de pronto ante la puerta de la cocina obligando a mi acompañante a detenerse. A diferencia de mis hermanos caimanes yo soy un Shifter, bendecido con el don del habla. Las palabras tendrán un puente.

- Por ventura... Usted no me... conoce... ¿verdad? Yo... no se quien

clavé mis ojos en sus ojos queriendo decirle algo mas profundo que las palabras, noté en ella una sombra de miedo ante mi abrupto acercamiento y me contuve de tocarla, aunque ese era mi deseo. Tampoco retrocedí, quería decirle tanto! Pero al salir las palabras de mi boca sonaban extrañas aun para mi.

- no se quien soy.

Ni una palabra del amante. Sus ojos ventanas de la curiosidad, la misma que portan las gotas de agua al resbalar por los cristales detrás suyo. Buscan pequeñas rendijas para escurrirse dentro, danzan con sinuosos movimientos. El hombre quiere respuestas olvidadas en su mente, pregunta a los ojos de la muñequita de porcelana.

Las palabras se esfuman. Mis dedos dan vuelta a la perilla. Abro la puerta y tomo su mano, es más cálida que la mía. Con un tirón le guío delicadamente fuera de la habitación.

-Síguame-

Apenas más que un susurro. Arrullo su mente dormida, el café le despertará. Una sonrisa inocente invita la confianza. Veintidós, veintitrés... La respuesta del amante extraviado flota en el aire "como nota tardía en una melodía". Palabras de Madame Neveu. Una risita escapa ligera de mis labios entre abiertos, una mirada, un pestañeo.

-Una taza de té o café ayudará a su memoria-

El recorrido se detiene en el comedor. Una estancia con sillas numerosas, una mesa de mantel blanco y flores de eterna juventud, cortesía de nuestra cocinera Madame Jeannie.

-Nunca ha estado y nunca estará en un lugar como este-

le guiño el ojo. El índice de la diestra se posa sobre mis labios.

-Será nuestro pequeño secreto-

La cocina enseguida, el calor del horno llega hasta la puerta. De pronto el hombre me hace detener. Sus ojos ya no duermen, inquietos preguntan. Bajo la mirada, el abrigo verde se a entre abierto, muestra la tela de lo que fue vestido, los perfumes en la tela. Los ojos de la muñequita se detienen en los otros. Se acerca, la distancia es corta entre ambos. Ni un trazo arruga el rostro de porcelana. Tomo entre las manos su rostro.

-El amo de este lugar conoce todos los rostros,
todos los nombres. Nadie entra sin que él lo sepa. Podemos ir ahora mismo o dejar que el café despierte el recuerdo de su nombre,

como lo hace ahora el día-

le doy a escoger. Mis dedos dibujan el contorno de sus mejillas y luego vienen de vuelta a mi lado en descanso.

-Cualquier cosa que desee-

.

(* Como si adecuara mi canto al asombro de otros, la vida me toma un poco la delantera. Ella levanta ciudades en la orilla del mar y en ellas fastuosos bares, burdeles y teatros, y ni siquiera sé si las orquestas quieren cubrir mi llanto o me quieren acompañar. Si la rebeldía no es la sombra pervertida de la acción. Si la cervecería no es la autentica y serían las olas tan solo un pretexto... )

Le detengo abruptamente, hasta mi le atraigo. ¡He de decirle tanto! Que se equivoca... no quiero saber de mi, quiero saber de ella y de este lugar. Quiero saber todo de ella, y reinventarme a su gusto. Quiero olvidar de donde vine y quien soy. Al menos por unos días, hasta que el aire violento cante floridamente que debo partir.

- Mejor no averiguemos nada sobre mi... usted ma'dame no quiere saber...se podría despertar asustada, de su sueño seguro, -de una tarde con acuarios donde se agitan las imágenes que propagan luz - yo podría - pues se acerca el invierno - prenderle al vuelo...

(* Te podría imaginar en 1970, en invierno, podría, asi como estás, dormida, atrapada, con los ojos perdidos, tragar con un torpe cuerpo entero, vender en la otra orilla a los carniceros. Podría tesoro mío depositarte en la cuenta de mis locuras)

- ... y que usted se fuera a despertar en un sueño ajeno, mejor orequestado, del que no supiera escapar.- le clava la mirada en los profundos ojos - Este sueño, ni siquiera es sueño. Tan solo débil pretexto de todavía cerrar de cuando en cuando los ojos...

(* el acerca el rostro al de ella, a los labios de ella mientras cierra los ojos, sintiendo solo con la piel hasta que los labios finamente se tocan, encontrándose una mañana linda, se acarician)

La advertencia de mantener las pesadillas tras las ventanas desde dónde pueden mirar, más no romper las sensuales fantasías que se crean en este mundo de sedas y terciopelos vivientes.

En sus ojos fuego, en su piel deseo. Hay muchas clases de deseo más cuál de todos pasa por la mente del amante perdido no lo sé. Él explica lo que bulle debajo de su piel, lo que quiere escapar libre en vuelo. Como un cuervo hambriento de la luz de las estrellas lo describe. Sin embargo es criatura de la noche esta ave y las joyas todas del burdel descansan en el terciopelo del manto nocturno.

Las palabras fluyen como riachuelo escondido en canto desesperado. Se detienen y son los labios del amante quienes piden el calor del sol. Corresponden los de porcelana con tibia ligereza, tranquilizadora caricia en danza lenta, dulce.

-Este es el hogar de los sueños de los amantes de la noche.
Nada más, nada menos-

Las únicas palabras que revolotean al aire.

-Dígame que es lo que desea,

haré que se lo concedan por un buen precio... -

Un beso en el mentón. Bajo la mirada a sus manos, froto sus dedos entre los propios.

-Todo cuanto ve esta al alcance de una palabra-

La dulce promesa.

Temo ya por que no volveré a verte, que me han de crecer alas afiladas hasta las nubes. Temo que te vayas a esconder en un ojo ajeno y él se cierre con una hoja de vid. Entonces te atraigo hacia mi cuerpo; mi mano encuentra su camino entre los suaves cabellos, los dedos se extienden rodeando tu pensamiento. Me acerco, desoigo aquello que escuché, pues de antemano se que todo tiene un precio mas lo mejor que he podido obtener de la vida, la vida misma lo ofreció a mis manos como un regalo, ¡como un heraldo!

- Give me shelter...

Beso de nuevo el rostro de mi salvadora. Tomo las palabras y las ahogo el el mar. Subo a la luna y la doy a luz, transformándola en un ardiente deseo; las palabras le salieron tan del corazón que no se detuvo a pensar sino hasta después de enunciado su deseo a los cuatro vientos en que quizás no sería comprendido. ¡El corazón es tán difícil de traducir! Tiene un lenguaje propio compuesto de incesantes latidos y entrecortados suspiros.

- Llegada la noche cúbrame el corazón con algo, con la sombra de un árbol... o mejor con su sombra... Escóndame, hasta que el mundo se haya olvidado de mi. Hasta que no recuerde más mi nombre...

Lo seguí en silencio, indetectable como era mi cuerpo astral podía ver todo lo que el cambiaformas hacía sin estar presente en el lugar. Esto por supuesto implica un riesgo. No puedo seguir por mucho tiempo al cambiaformas, pues mientras me encuentro sumergido en este viaje mi cuerpo físico se encuentra vulnerable allá en Tebas.

Se que cuento con Oxun para vigilar mi ensueño, pero aun asi no debo fiarme demasiado ni dejarme llevar por las visiones que ante mi tengo. Me tomó algun tiempo dar con él, pues no conseguía ubicarlo y cuando lo hize no creí en mis sentidos. ¡Un burdel! ¡El Reverendo se había venido a ocultar con una prostituta! Curiosa ironía que se tornaba mas interesante conforme aquellos dos, espiados sin saberlo, tenían su pequeño idilio de amor por la mañana.

"Ahora que te he visto, dulce niña, que me he enterado que eres la artifice de mi fracaso, he de apagar el latido de tu corazón junto con el de ese cambiaformas que te rodea con su cariñoso abrazo. "

(* Aun en su cuerpo astral, el maestro Kayyam no soporta la luz y decide disolver el ensueño para despertar de nuevo en la Necrópolis de Tebas ) <- click aqui para ir!

El calor frío vuelto palabras, transformado en plegaria. Como el humo flota en el aire, invisible a los ojos inmutables de la casa de las perlas, visible solo para quienes conocen el color y el cuerpo de ese perfume prohibido. Aún hay oídos que escuchan entre las paredes, entre los suspiros desvaneciendo los susurros a una orden.

Un beso más sella la plegaria. El calor del cuerpo del amante perdido y la templada porcelana son solo separados por las sencillas vestimentas olvidadas de la luz del día. Entre los labios se resbalan las ùltimas gotas de la niebla nocturna que intentan calentarse con los primeros rayos de sol. Elevo una mano para acariciar su rostro con el roce de una mariposa. Sus ojos expresan la intensidad tras su petición, los míos se entornan, conservo la sonrisa entre los labios.

-Esta casa-

desvio la mirada dedicándole una mirada al comedor, vuelvo a él.

-No es mía, nada de esto...

Tome lo que guste de desayunar, Madame Jeannie le atenderá.
Hay una casa de húespedes en la siguiente calle. Encontrará lo que busca allí. Si vuelve por la noche
me aseguraré de hacerle olvidar las sombras que torturan su alma-

Beso la comisura de sus labios.

-Le esconderé entre las sábanas de mi piel-

Mis ojos sostienen los suyos. Un momento, dos. Lo aparto gentilmente con ambas manos, apoyándolas en su ancho pecho. Una sonrisa cómplice. Cuatro, cinco pasos a la puerta.

-Lo estaré esperando-

Sin motivo, un escalofrío recorre mi espalda. Dos líneas se dibujan apenas en el entrecejo. El calor de un buen baño traerá hasta esta muñequita el sueño a sus ojos y le arrullará hasta que canten los lobos al asomar la luna. Quizá con él tambien regrese el cuervo que escapo entre las paredes de mi habitación.

¡Se va! Se le escurre de entre los brazos aquella grácil avecilla humana, con sus grandes y cristalinos ojos le sonríe mientras se despide con el mas suave de los besos. El no puede dejarla ir. Reverend sabe - o supone - que si la deja ir la perderá quizás para siempre. Que el momento escapará. Algo cambió en el ambiente. El aura opresiva que parecía seguirle desde el bosque desapareció - como si se hubiese quitado un peso de encima - no era justo que ahora que se sentía tan bien, su salvadora le dejase a la deriva, en una casa que para colmo, no era de ella.

Mas he aqui que se aleja paso a paso y no halla el reverendo que decirle para que se quede. A la mene viene solamente un canto como una pelgaria, algo que cantaran los Stargazers y que ahora le suena apropiado para entonar a capella, acompañado solo por el matutino canto de las aves.

- Miíiiiiiiiireme a la vida vuelvo yaaa... -lai larorei, laroreireirá- pajarillo... tu me despertaste enséñame a vivir...

La melodía fue sonando en mi mente y mi cuerpo acompañaba la cadencia mientras los rayos del sol matinal rayaban mi cuerpo con luz.

- En un abismo yo te esperé; con el abismo yo me enamoré... pájaro, me despertaste... pájaro, no se porqué...

(* sigue con voz suave cantando mientras acorta ágilmente la distancia que los separa, aun no quisiera alejarse de su tíbio cuerpo, aquel que tan solo viste un sencillo abrigo y nada más, siente frío...)

- Miíiiiiiiiireme a la vida vuelvo yaaa... -lai larorei, laroreireirá- pajarillo... tu me condenaste a un amor sin final... eeen un abismo yo te esperé; cooon el abismo yo me enamoré... pájaro, me despertaste... pájaro, no se porqué...

La canción que se eleva de improviso en el aire, se enreda entre los rizos rojos y cae suavemente en mi oído, viene de aquél misterioso amante extraviado. Habla de un pájaro y los pensamientos vuelan de inmediato al cuerpo moribundo cubierto de plumas negras que hacía unas horas se recuperaba en la habitación. Ha desaparecido, en su lugar aquél hombre. Mis ojos buscan su figura despacio, la cautela a lo inesperado. Destella su piel a la luz de la ventana. Ya asoma el sol, ya termina la noche. Una extraña sensación recorre la piel de porcelana, acelera el corazón un momento.

Me vuelvo hacia él, él acorta distancias aproximandose muy seguro de sí mismo. Retrocedo un paso. Una media sonrisa, extrañada, complacida, rápidamente anima mi gesto. Entre abro los labios, mi mente agitada encuentra cierta calma al mismo tiempo que el corazón palpitante. Las palabras toman un segundo, dos.

-Que hermosa melodía... Me halaga.

Este pájaro puede darle cobijo en su nido por un día, que es la noche para mí-

acaricio su mejilla con la mirada, le siguen mis dedos. Bajan en líneas invisibles por su piel morena hasta su cuello. Me paro de puntillas para susurrar a su oído.

-Más este pájaro tiene un amo y sin monedas nadie puede contemplarlo ni tocarle-

Mi mejilla contra la suya, los labios. Me aparto.

-El pájaro quedaría sin plumas-

amplió la sonrisa. -Si paga la voluntad del amo,
le acompañaré por el cálido camino hasta encontrar las respuestas que busca- con la zurda cierro el abrigo que estaba entre abierto a causa de los roces con el cuerpo del misterioso amante.

-Le enamoraré en sentidos que sólo las fantasías alcanzan.
Hoy, esta noche. Cuando usted disponga-

ladeó la cabeza, retrocedo otro paso contra la puerta. Mi mano busca la perilla más no la gira. Aguardo su respuesta entre la noche que se desvanece y los rayos de luz que la disuelven.

http://www.victorianvampires.com/t20509-el-nombre-del-cuervo#255086

¡Grandes fueron tormenta y voluntad! Pero la llama que creó en nosotros la vida - si aún hay vida, no ha acabado. La ocultó de frío muerto entre cenizas por la piadosa mano que aún ha podido reavivarla. ¡Arde! Danos el fuego - ansia o desgracia - con la que se remoza la hoguera del valor. Para que ora vez enfrentemos al enemigo, para vencer y perceverar.

- Volveré por ti - volveré a este lugar que el amor me inció a averiguar; el me prestó consejo y yo le presté ojos. Ahora que te han visto, aunque estuvieses tan lejos como la vasta orilla que baña el más remoto mar, me aventuraría por tal botín. - Aún tengo miedo que por ser penumbra, esto haya sido solo un sueño y pronto este a despertar... - Despertar muerto

Llegué con dificultades hasta mi casa rodante, podía sentir el pulso de mis pequeños dentro, Folie debe estar con ellos ahora mismo, quizás preguntándose donde es que estoy. ¿Por qué no he llegado? Bueno, amor mira… he estado volando.

No, no era manera de presentarse en casa. Pero ¡era la verdad! Había adquirido la capacidad de volar. No es que la dominara todavía; es decir aún necesitaba de la guía de Hagen para usar mis nuevas habilidades pero conforme pasaba el tiempo y los pensamientos volvían a su lugar comencé a “recordar” cosas que Hagen me mostró a través del vínculo en nuestras mentes.

Esto me permitió ejercer cierto control sobre las habilidades transmitidas de este modo, cuando pude pensar claramente pude controlar lo que antes había hecho de manera subconsciente.

¿Valió la pena enfrentar al reverendo? Me he ganado un enemigo muy poderoso – me atrevo a pensar que se ha vuelto inmortal – y todo por ayudar al maldito Hagen.
Al menos he visto el mundo desde una altura inconmensurable. Desde donde solo las aves, como Mat y Stella han podido ver. Después del terror, el dolor y a pesar de la angustia en que quedé tras la pelea, sigo pensando que ha valido la pena, tan solo por poder volar.
El lobo me ha acompañado hasta aquí, a pesar que le he dicho que no lo quería cerca de la casa Rodante… ¡pero que necedad! Al menos me siento más seguro sabiendo que él y su jauría están cuidando de mi familia.