Proyecto Lujuria

por **Rhaegar Taret** Mar Ene 03, 2012 10:24 am

Muchos de los hombres de los que asesinaba el vampiro lloraban por la imposibilidad de volver al burdel para ser atendido por las mujeres que allí trabajaban. Era tan constante aquel lamento que Rhaegar sintió de pronto la enorme curiosidad de visitar aquel sitio que jamás había pisado, ni en vida ni después de ella.

Si bien era cierto, como humano había conocido los placeres que el sexo brindaba, pero su nueva vida le había traído nuevos y mejores placeres difíciles de comparar con cualquier cosa que haya experimentado antes.

Camino a la casa con forma de manzana cayó en cuenta del error que llevaba cometiendo todos aquellos años. Su nueva naturaleza le daba extraordinarios poderes sensoriales que podría usar para hacer del sexo una experiencia inolvidable tanto para él, como para quien estuviese con él. No debió de haber esperado tanto.

El invierno había llegado, por lo que no le extrañó que la lluvia y el viento pegaran con tanta fuerza contra su carruaje que avanzaba por el camino a gran velocidad.

Al llegar al burdel, le dio las indicaciones al chofer que había contratado para aquella noche: Debía esperarlo hasta que saliese, procurando buscarlo antes de que amaneciera; en caso de aquello, debía cuidar con su vida el carruaje hasta la noche siguiente.

— Serás muy bien recomenzado si haces lo que te ordeno— sentenció antes de alejarse hasta la puerta del burdel.

Tocó con los nudillos la puerta, esperando ser recibido e invitado a pasar. De otro modo, sería una noche perdida.

por **Michelle Délvheen** Mar Ene 03, 2012 4:12 pm

Unos golpes a nudillo contra la puerta de mi residencia me despertaron de aquella ensoñación en la que tanto Sid como yo nos habíamos inmerso junto al calor de la hoguera del salón. Tras pestañear unos momentos, confundida y sin saber si aquellos repiqueos eran fruto de mi imaginación, me alcé del sillón sin despertar al cachorro de samoyedo, sonriendo dulcemente al verle así, tan plácidamente tumbado sobre la moqueta, con su largo y peludo hocico colocado cómodamente sobre una de sus patas delanteras mientras el fuego iba devorando las brasas de la chimenea.

- Vaya... me quedé dormida mientras leía.- balbuceé para mí misma antes de recoger el libro abierto que descansaba sobre el parqué.

Bostecé un par de veces y até de nuevo el cinturón de mi bata de seda pálida, caminando dando tumbos mientras bajaba las gradas de las escaleras en dirección a la puerta principal de la casa, abriéndola sin tan siquiera mirarme al espejo o peinarme, pues de seguro llevaba los cabellos alborotados y el rostro descompuesto.

- ¿Sí...?- pedí mientras luchaba por quitar los retales de la duermevela firmemente arrelada a mis ojos.

Fue tras ese gesto en el que me di cuenta que se trataba de un apuesto hombre cuyos ojos parecían querer hipnotizarme. Era realmente atractivo y cuando por el rabillo del ojo vislumbré la hora en la que se presentaba, deseché todas las opciones sobre el motivo de su visita, no obstante, aquella era mi noche libre y no recordaba que hubiese ninguna cita para entonces. Por lo que preferí callar y dejar que se explicara, pues si era tan rico como bello era, estaba dispuesta a hacer una excepción aquella noche e invitarle a un champagne. Sonreí ante aquella idea mientras recostaba mi cuerpo contra el marco de la puerta, cruzándome de brazos y sonriéndole de forma encantadora. De aquella forma en la que sabía que ningún hombre podía resistirse.

por **Rhaegar Taret** Jue Ene 05, 2012 10:46 pm

No fue difícil entender por qué el no ver nunca más el burdel después de capturados les causaba tanto dolor a algunos hombres, y es que con mujeres como la que había recibido al vampiro, cualquiera perdería la cabeza y algo más.

— Buena noche, mademoiselle— dijo con elegancia, acompañando sus palabras con una genuflexión.

Sonrió de vuelta ante la insinuadora sonrisa y postura de Roxanne que, aunque estaba desdreñada y con la cara sucia, de su estampa se desprendía un olor inigualable y cautivador.

— No me conoce, pero le he traído un pequeño obsequio— dijo seguidamente.

Rhaegar sabía que debía demostrar que tenía el dinero suficiente como para acceder a los servicios de cualquier cortesana, aún más si se trataba de una como la que tenía en frente, por lo que sacó de entre su saco una bolsa de cuero negro que en su interior tenía algunas monedas de oro y unos que otros diamantes.

Movió la bolsa para hacer sonar el contenido y así, de alguna forma, tentar a Roxanne, que se mantenía a salvo de él al interior de su casa. Sólo necesitaba que saliera o que le invitase a entrar.

— ¿Gustaría de una copa de vino o de un paseo bajo la lluvia?— preguntó mostrando con una mano su carruaje.

La siguiente mirada que le dió a Roxanne fue suficiente como para desnudarla en su mente. Sus vestimentas tampoco era que dejaran mucho a la imaginación, pero sonrió con la imagen.

por **Michelle Délvheen** Lun Feb 13, 2012 1:53 pm

Tomé la bolsa de cuero y le di la espalda unos momentos para contar mentalmente el dinero antes de guardarlo en un cajón cercano, volviendo mi sonrisa hacia mi cliente que de pronto, me sorprendía con una invitación casi amistosa, algo que no solía ocurrirme en mi día a día.

- ¿Por qué no ambas?- sugerí guiñándole el ojo antes de dirigir mis trémulas manos hacia mi abrigo, cuya piel de zorro pronto envolvió mi cuerpo para impedir que la gélida noche penetrase en mis huesos y me hiciera tiritar frente a la imponente presencia de aquél caballero.

Y sin mediar más palabra, cerré la puerta con llave tras apagar las luces de la manzana y enlacé mi brazo en el suyo, esperando que me guiara hacia su flamante carruaje situado frente al burdel, no muy lejos de mi vivienda.

Off: Siento la tardanza y que sea tan sumamente corto, el post T.T prometo hacerlo más extenso en el siguiente ^^'

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