Una mirada, un secreto | Anaïss Garnier.

A n a ï s s Garnier.

●●●D A T O S●●●
| Nombre |
Anaïss Marie Garnier Renoir.

| Edad |
19 primaveras.

| Especie |
Humana.

| Clase Social |
Clase alta.

| Orientación Sexual |
Heterosexual.

| Lugar de Origen |
Toulouse, Francia.

●●●C O M O S O Y●●●
| Descripción Física |
Si tuviésemos que describir a la damisela en una sola palabra sería tierna. Tierna porque así es su apariencia, inocente, pura, virgen. De cabellos dorados con ondulaciones que descienden hasta la mitad de su espalda más o menos. De tez pálida, aunque enrojecida por pasar largas tardes soleadas a solas. Un rostro fino y alargado, que se complementa con unos labios carnosos en una tonalidad rosada muy bella. Un par de luceros verdes azulados (dependiendo de la luz) acompañados por delgadas cejas sobre ellos, rubias, y unas largas pestañas que se agrupan armoniosamente. Su nariz pequeña y respingada hace conjunto con todo lo demás. Tiene en su posesión incontables pecas y lunares, sobretodo en su rostro y hombros. Lleva alguna que otra rozadura en el cuello por usar collares normalmente. Con una dentadura perfecta, cada una de las piezas blancas como la leche. En cuanto a su figura, es curvilínea. De extremedidades -tanto inferiores como superiores- largas y bien torneadas. No tiene mucho busto, ella cree que así está bien. La muchacha sin duda resalta entre las demás, solo por su físico. Es atractiva.

Suele vestir con corsets apretados que acentúan su cintura y faldas anchas y voluminosas. Collares adornando su cuello, sombreros de plumas y tacos altos que realzan su belleza. No usa mucho maquillaje, solo se pinta los labios. Si no los tiene de un tono fresco y natural, entonces la verás con una boca pintada de color carmesí. Anaïss es la hermosura personificada.

Spoiler:

| Descripción Psicológica |

Describir a Anaïss debe ser relativamente fácil. De sentimientos frágiles, quizás demasiado. Dulce, amorosa como ella misma. Pero no melosa, no, eso no. Distraída, ella se distrae con tu voz, con el canto de los pájaros, con una melodía, con casi cualquier cosa. Siempre está dispuesta a ayudar a todo el mundo, tiene un gran corazón, para la rubia le es imposible ver a alguien "mal" o necesitado. Muy buena consejera, de hecho. Anaïss es una chica que hace siempre lo que le dicta el corazón. Vivir la vida para ella significa portarse mal y pasarla bien. Por ende, es una gran aventurera, no le teme a lo que pueda ocurrir, si es feliz, entonces está bien.

Carpe Diem. Vivir al máximo el hoy y ver que carajos hacer mañana. Anaïss es la típica chica que fue criada de manera recta, clases de ballet y piano, clases de literatura y ciencias, clases de esto, clases de lo otro. Rebelde, sin salirse de sus límites, rebelde porque al tener tantas cosas encima siendo tan pequeña quiso ser libre por un momento, y ahora, ya de grande, quiere poder tener voz propia, hacer lo que se le antoje. Feliz. Aunque esté enojada o de mal humor núnca mostrará ni el más mínimo gesto de enojo o enfado frente a nadie. Piensa que los demás no tienen por qué pagar sus rabias, ella tiene sus problemas y no tiene por qué culpar a los demás de sus disgustos. H o n e s t a. Anaïss siempre dirá lo que piensa, te duela o no, te lo dirá, sin rodeos. La vida, en sus cortos 19 años, le ha enseñado que más rápido se coje a un mentiroso que a un cojo.

Inocencia debería ser su segundo nombre. A Anaïss no le hables de sexo, seguramente se ruborizará. Es muy pequeña de mentalidad. ¡Virgen al fin!. Para las ropas que usa, es bastante cerrada de mente. Piensa que no es correcto andar por la vida cogiendo por dinero, eso se lo deja a las mujeres que ejercen tal "profesión", que hay bastantes.

Curiosa, jamás se quedará con la duda. Tiene que saberlo absolutamente todo, tiene que estár enterada de todo. Exagerada, completa y totalmente extrovertida, es una muchacha que seguramente va a caerte bien, se entiende con todo el mundo. Es esa sonrisa vivaz, esa coquetería que enamora, ese encanto tan suyo. Tolerante hasta cierto punto. Tolera cualquier cosa, menos rabietas infantiles y a absolutamente todas las personas que crean más que los demás. Así mismo. Anaïss es una chica sencilla, es de esas que quizás le de una bolsa de monedas a algún gitano, solo como un lindo gesto. El dinero no es algo que la haga feliz, el dinero compra algunas cosas, cosas que le gustan, pero su felicidad no puede comprarla.

Es una chica especial, que si se encariña contigo, podrás contar con ella las 24/7. Especial porque personas buenas y humildes hay pocas, y Anaïss, pertenece a esa clase de gente. No discrimina, no piensa mal de los demás, eso núnca. Ganarse a la muchacha es fácil, sumamente fácil, en cuestión de unos días, seguramente ya estarás en su corazón. En cuanto a temas amorosos, Anaïss no suele estár con muchos chicos. Su relación más larga fue de diez meses. Ella no tiene mucho interés por casarse, en realidad no le importa. Piensa que es jóven y aún tiene mucho por aprender.

●●●M I V I D A●●●
| Historia |

Anaïss es el producto del deseo y la pasión que surgieron hacen 19 años de una pareja francesa. Madame Rossaliè y Messie Alphonse, sus padres, se conocieron hacen más de veinticinto años en un mercado ambulante, en un puesto de flores, específicamente. El aroma de los cítricos mezclado con el olor de las flores, exquisita delicia.

Tras pasar dos largos años de relación, decidieron casarse y formar una familia. La luna y las blancas sábanas fueron los únicos testigos de lo que había sucedido esa noche. Transcurrieron días y noches, largos días y noches, y por fin llegó el glorioso amanecer en el que nacería la preciosa Anaïss. Vivieron juntos durante dos semanas, hasta que Alphonse desapareció sin dejar rastros. Ni la propia Rossaliè sabía que había ocurrido con su amado esposo. Tenía roto el corazón, ¿cómo iba a decirle a su pequeña que había pasado con su padre?, no tenía la respuesta. Sabía que algún día la niña le preguntaría "Madre... ¿dónde está mi padre?". Se las ingenió para salir adelante y cuidar a su hija. Trabajaba como cortesana. No tenía opción. Muchas veces la pequeña veía a su madre salir desde muy temprano "a trabajar" mientras ella se quedaba sola, seguramente esperando por algún tutor. Correcto, que astuta había sido su madre. La dejaba con otro adulto mientras ella hacía lo suyo.

Anaïss a los seis años de edad sabía escribir, leer, recitar poesía, le gustaba el ballet y se interesaba por las ciencias. Se sentaba con su madre todas las noches antes de dormir a contarle todo lo que había aprendido en el día. De los ojos de Rossaliè no paraban de brotar lágrimas, emoción, tristeza... No sabía realmente por qué lloraba. La niña, conmovida, le preguntaba "¿Por qué llora madre?, ¿acaso no es feliz?". Núnca supo que responderle, para ella no era correcto decirle que era infeliz. ¿Por qué era infeliz?, no le gustaba su trabajo, no podía estar con su hija, todo era abrumador. Cualquier madre sentiría hasta ira, pero no, ella no sentía ira, se sentía más bien culpable. Su hija necesitaba un padre, una figura paterna de la cual aprender. ¿Cuál fue la solución?, un amante, uno de sus clientes. Se trataba de un médico prestigioso: Edgar Dupont.

La madre de Anaïss lo presentó como "un amigo", pero que viviría con ellas. Anaïss era muy pequeña para entenderlo, ella pensaba que eso no podía ser posible, no estaba bien. El don al parecer tenía bastante dinero, lo suficiente para complacer todos los caprichos de Rossaliè y su hija Anaïss. A partir de ese día, vivió como una reina, pero los deberes aumentaron. Tenía más cosas que hacer, más cosas que aprender, y estaba totalmente confundida. Empezó a tocar piano, tomó clases de equitación y clases de buenos modales. Tenía que mantener una buena imagen si salía con su nuevo "padre". Todo era tan complicado, no entendía como podía ser todo eso.

Ya tenía quince años, y empezaba a sacar provecho del bastante anciano señor, que le llevaba al menos quince años de diferencia a su madre, y ella, para ese entonces, ya tenía 43. Solo con hacer un puchero seguramente obtendría lo que quería. Costosas ropas, cenas de precios gigantes, eso era lo que obtenía a cambio de "hacer deberes y cumplir con las asignaciones", ambos adultos pensaban que se lo merecía, tenía "mucha presión" y no había podido disfrutar de un padre en su infancia. Había salido recompensada y todo.

Resultó que debajo de todo eso, había una Anaïss que le encantaba leer, que le encantaba dar dinero a los pobres. Curioso... una persona con un status como el de ella jamás haría un gesto lindo por nadie. Pero ella era diferente. Tenía muchas amistades, conocía a mucha gente y con la mayoría se llevaba bien. Una chica casi ejemplar. Empezaba a planear su futuro casi inconscientemente, ¿pero por qué inconscientemente?, porque plasmaba en hojas de papel historias que se acercaban mucho a lo que ella quería para cuando fuése mayor. Un esposo, tres hijos, un buen y bien pagado empleo, salud y mucha paz y armonía.

Hoy en día, lleva una vida relativamente tranquila. "Sus padres" viven bien, y son felices. Ya a ella no le importa que ese señor haya llegado en algún momento a su casa. Si su madre es feliz, ella también lo será. Anaïss vive en busca de un sueño, vive enamorada de la vida, vive buscando a alguien con quien poder hacer una familia. Esa es la clave de su felicidad.

●●●D A T O S E X T R A S●●●
| Gustos |
♠ Dibujar mariposas, en símbolo de que quiere ser libre.
♠ Leer, le encanta, tiene una extraña obsesión. No puede pasar un día sin leer.
♠ Peinar su sedoso cabello con cepillos de cerdas.
♠ Montar a caballo. Le trae cierta tranquilidad que no puede encontrar en todas partes.
♠ Tocar piano.
♠ El ballet, más que gustarte, es una pasión.

| Disgustos |
♠ Los insectos. Toda cosa que se arrastre, le da asco.
♠ El polvo.
♠ Es alérgica al pólem.
♠ Ser demasiado sensible.
♠ No saber siquiera quien es su padre. Tiene esperanzas de encontrarlo algún día.