Y a mi... ¿porque me miran asi? { dana }

por **Sinhue** Miér Ene 04, 2012 4:03 pm

Recuerdo perfectamente que era por aqui - Siguió caminando aunque no sabía sinceramente a donde iba. Un compañero de trabajo le estaba mirando como si estuviera loco aunque podía estarlo, lo que pasaba era que sinhue tenia un pésimo sentido de la orientación por ende el dia que se lo recordaban parecia que su orgullo le impedia hacer algo más que decir o intentar encontrar el camino por su propia cuenta, ¡ no podia estar perdido ! chasqueó la lengua como un animal pensativo pero sin dejar de caminar, siempre se decia que cuando uno se perdia tenia que ir al frente, al frente, además todas las calles eran iguales o eso parecian-

Ya ha anochecido -miró las estrellas que se escabullían de las luces de los farolillos y de las casas, coloco las manos en su estómago, tenia bastante hambre pero no se daría por vencido ¡ jamás ! siguió su camino mirando a todos los lados, su memoria visual le decia que estaba cerca, pero como bien sabia casi todas las calles eran iguales, algunos puestos hasta parecian repetir nombre como si se burlasen del gitano con sus letras grandes y brillantes, quiso gritar que encontraria el camino pero ya estaba siendo demasiado idiota actuando de ese modo. Colocó las manos en los bolsillos acomodándose en una de las paredes hasta que el grito de una mujer le llamo la atención ¿que habia pasado? no dudó en correr para ver en que podia ayudar pero entonces chocó contra algo, mejor dicho, alguien chocó contra.

escuchó varias voces "al ladrón, al ladrón" entonces lo comprendió cuando algunas personas le señalaban. unas joyas estaban a su lado se habian debido de caer cuando choco contra el verdadero ladrón, pero no tenia tiempo para explicaciones, e habian enseñado mil veces que cuando una multitud enloquecida corre hacia ti señalandote no podias hacer nada mas que correr por muy cobarde que sonara, eso hizo, correr como si su vida fuera en ello (algo que literalmente era cierto ), logró esconderse en una calle algo oscura, parecia no ser demasiado transitada pero algunas parejas que buscaban intimidad parecian advertirle que pisaba terreno de enamorados.

Arqueo una ceja escuchando algunos sonidos que no deseaba oir caminando por ahi esperando sinceramente encontrar una salida-

por **Dana Luminita** Miér Ene 04, 2012 11:46 pm

Suenan las noches, suenan los cascabeles ding ding dong. Mis pasos se pierden en el polvo de la ciudad y solo disfruto de golpear unos ojos, de beber de un vagabundo que nadie reclama por él, su olor es fétido y repugnante. Sus ojos son desgarrados por mis dedos y mis colmillos destruyen su iris. No me satisfacen las calles y un pañuelo limpia mi barbilla, es extraño el vacío, y la felicidad ausente de arrebatar los ojos de un extraño. No hay ojos bonitos, aun no hay ojos bonitos para mi colección.

Una esencia hace que mi mirada maldita se fije en otra dirección. Mi escolta se queda a mis espaldas haciendo mi sombra más ofuscada y mi traje de caballero de alta alcurnia se opacase en la noche. Un paso atrás, mi oído de aguza y solo me quedo como una estatua de piedra, apoyada sobre mi bastón mirando la calle, escuchando aquellos sonidos que parecen lejanos. Fue en un momento, en uno solo cuando le veo pasar, aunque el frío hace que mis guardias despidan vapor, el vapor del suelo era extenuante.

Ding Ding Ding.

-Por ahí no es la salida vagabundo –digo con una melodiosa voz que sale de las sombras- Tal vez si me cuentas un cuento te diga si es a la derecha o a la izquierda –mi bastón suena un par de veces en el suelo atrapando la mirada del joven que pasa por aquella calle, creando una ilusión de las calles cerradas, los dos hombres a mis espaldas aparecen de las sombras y una sonrisa maldita con un sombrero de copa corona mi rostro mirando al joven de esencia especiada.

por **Sinhue** Dom Ene 08, 2012 8:53 am

-Dió un pequeño salto llevándose la mano al pecho, le habia asustado aquella persona que habia salido de la nada incluso se le habia olvidado que le habia llamado vagabundo- que susto -exteriorizó mientras abria sus ojos para ver de quien se trataba, tenia un aura perezosa que no sabia distinguir demasiado bien, los gitanos sabian o podian distinguir de que raza eran algunas personas pues a la fuerza habia tenido que aprender que hay bastantes peligros pero al no ser un gitano de pura raza como se diria lo unico que ahora podia hacer era buscar sentido a lo que estaba diciendo-

Yo no se contar cuentos - la imaginacion no le faltaba pero no era una persona que se sintiera bastante conmovida, preferia oirlos a decirlos, no tenia muchas ganas de inventarse cosas despues de haber estado trabajando como un burro. Después de varias observaciones dandose cuanta que efectivamente habia dos caminos, el, lo unico que pensaba era "bueno puedo coger uno y si este no me agrada dar la vuelta atrás y coger otro" siempre lo habia hecho, tenia pesimo sentido de la orientación por eso siempre pensaba de manera bastante simple, si este camino no es voy atrás y voy a otro, hasta que doy con el camino que es-

Bueno eh...señorita, ¿que hace aqui? - No pudo evitar formular esa pregunta mientras en la oscuridad tenia que ajustar sus pupilas sin problema, en egipto se tenia que acostumbrar uno a trabajar incluso en la noche parecia incluso como si estuvieran creando soldados perfectos pues poia ver en la oscuridad, no perfectamente ( debian de pasar unos minutos para que pudiera ver bien ) pero algo era algo al menos para no ser maleducado y hablar con una pared en vez de su interlocutora- Lo que he visto aqui son puras parejas - después de unos minutos se dio cuenta de que habia hablado sin pensar y podia llegar a ofender a esa mujer, por eso se inclino apuradamente a modo de pedir una disculpa-

por **Dana Luminita** Miér Ene 18, 2012 12:44 am

El bastón gira de forma grácil, varias vueltas hacen que silbe el aire. Mi sonrisa imborrable sobre mi rostro se queda permanente mientras mi ojos brillan en aquella oscuridad cuando observo al hombre de aroma picante, un mohín arruga mi nariz y siento picazón. Su aroma lo delata, esos aromas solo los tienen los de su clase, “Los gypsys”… Las torres de pie a mis espaldas lo miran y le miro con aquella mirada celeste, y sin borrar aquella sonrisa solo mantengo aquella ilusión de las calles cerradas, mis pasos avanzan haciendo sonar mis botas de gamuza de color rojo. Su corazón es melodía, una melodía que llena de satisfacción mi pecho, imito un suspiro humano, una respiración que no existe y danzo un poco, un, dos, tres, apoyada de mi bastón, divertida, sin premura y una sonrisa se borra para volver a mirarlo con reparo, de pies a cabeza, acercándome más, inquiriendo en lo que tiene encima, en sus bolsillos, solo son los sentidos agudizados de mi olfato… -¿Se le perdió la calle Monsieur?... – lo repaso lentamente, le observo los pies, los zapatos... cada detalle de su atuendo. Ding Dong. Son los cascabeles que suenan con mis movimientos, no sé ven, escondidos están, se escuchan esos tintineos, campantes, rítmicos y una risa se escapa de mis labios.
-Un esfuerzo le valdrá unos minutos gipsy… porque esta noche las aves están ansiosas de escuchar un cuento suyo…

Giro con gracia mi bastón nuevamente, con un ritmo que me llevan mis pasos, me paseo cautelosa haciendo sonar las baldosas, mientras mis torres están detrás de mí, hombres de gran tamaño, corpulentos y mal encarados, los brazos cruzados mirando mi objetivos, hombres que solo cumplen mis caprichos, dos mortales, mis juguetes. Vuelvo a reír.
-No, en esta calle no hay parejas... solo estoy yo... ellos no están aquí... usted se perdió en esta calle, ¿Lo recuerda? –le miro a los ojos con esa mirada que puede hechizar a los mortales y tal vez pueda ver más allá como lo hacen los de su clase, no me importa por el momento, borraré sus recuerdos antes que corra y grite, aunque no parece uno de aquellos que les guste gritar, aunque estaría bien escuchar un poco de lamentos suyos...-¡Híncate...!-le ordeno -¡Híncate ahora plebeyo! –Uso la disciplins para ocasionarle dolor dentro de sus entrañas un dolor que quema, que desgarra y hago obedecer a lo que le ordeno. Le tomo de la cabeza para mirarlo fijamente. -No hagas nada estúpido gipsy... shhh –le pongo uno de mis dedos en sus labios, su piel es tibia a comparación de mis dedos que son igual que el invierno que nos cubre, puedo ver algo de sus recuerdos, oscuridad y dolor. Lo olfateo nuevamente, ahora más cercano... ese olor es tan extraño- shhh...No pasará nada, si sigues las reglas del juego ¿Quieres jugar? responde, asiente –asiento- Ahora... cuenta un cuento....

por **Sinhue** Sáb Ene 28, 2012 7:26 am

- Era bastante raro la forma en la que estaba siendo observado se sentía como si estuviera en su pais natal y los guardias estuvieran estudiandolo con la mirada a ver si habia cometido alguna infracción de la que debían de ser informados pues cuando un esclavo estaba trabajando aunque no hubiera cometido delito alguno ya le miraban como si fuera una especie de asesino que hubiera cometido algo grave de hecho la mayoria de las personas que miraban a sinhué con esa mirada inquisitiva le volvían extremadamente nervioso de pensar que debía de dar algunas explicaciones. Dió un paso hacia atrás inconscientemente cuando ella se habia acercado habia algo que le estaba diciendo que corriese- Pero yo no sirvo para contar cuentos ni nada de eso -Tartamudeó un poco algo nervioso ¿le habrían descubierto los de su pais? no quería volver a ese sitio porque si volviera sería para hacerlo en una caja de madera en su funeral.

Tragó mientras la escuchaba hablar porque no sabia ni donde estaba ni donde debia de estar ¿Era cierto que habia parejas? incluso movia los ojos con un toque de desesperación apretando su cuerpo contra una de las paredes, si estuviera allí benvolio le podría decir que era lo que pasaba pero estaba perdido, habia perdido "una calle" parecia estar dentro de su cerebro hasta que un dolor agudo le hizo apretar los dientes arañando los muros- No sirvo para contar cuentos... -Repitió cuando un sonidosordo se escuchó, se hincó con algo de brusquedad pues mas que una inclinación debil o elegante habia sido una especie de movimiento brusco ya que se habia dejado caer recibiendo más dolor del que pensaba en las rodillas.

Le miró fijamente a los ojos, una parte de él se sentía como en casa una noche de trabajo y un soldado que quería divertirse golpeando a los más débiles pues los soldados se componían de las clases nobles mientras que los demás eran solo los pobres, nunca habría como en paris las clases medias o bajas, allí solo estaban los ricos y los que no tenían nada más que para sobrevivir, por eso respiró suavemente algo agitado volviendo a conservar la calma mientras una gota de sudor palmeaba su rostro chocando contra el suelo volviendo a desviar la mirada mientras temia que aquel dolor volviese como humano que era le temia al dolor aunque creia que todas las razas también tenian miedo al dolor-

Erase una vez -Empezó con voz ronca pensando en lo siguiente ¡ es que no tenia cabeza para esas historias ! en egipto no le contaban cuentos solo realidades asi que no sabia muy bien que hacer- una princesa que se sentía diferente a las demás...deseaba ser un chico porque le gustaban las mujeres -Comentó lo primero que se le venia a la cabeza-

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