Layla Kanté Kingstor

DESCRIPCION FISICA:
Se le describe como una mujer que no era bella, más bien que sabía usar las artes de la coquetería, un cuerpo gracioso con algo de curvas muy bien desarrolladas desde que era una niña, tiene el semblante sereno y delicado de su madre, de ascendencia francesa, sus rasgos podían pasar claramente por algo toscos para alguna gente, aquellos ojos grande de un tono avellana. Su nariz era grande y respingada, y poseía unos labios delgados de un rosa pálido, sabia lo que poseía y sabía usarlo para todos sus propósitos, tenia una piel blanca como porcelana, su nariz esta adornada con pequeñas pecas que odia, su vanidad es tan grande que buscaba todo tipo de remedio para desaparecerlas, todo su hermoso rostro es adornado por una larga melena rubia, normalmente lo lleva lacio, aunque rara vez le da por ponerse blucles.

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DESCRIPCION PSICOLOGICA
Layla, no es la típica mujer de buen corazón y amada por todos, muy al contrario es vanidosa, caprichosa y manipuladora. Es muy consciente de sus encantos los cuales explota al máximo para conseguir lo que quiere, eso nos habla de una mujer perseverante y que pone todo su empeño cuando tiene su atención.
De pequeña fue hija única y huérfana de madre, por lo cual creció rodeada de todos los lujos que su padre podría darle, siempre teniendo sed de más, aun cuando en esa época el hombre llevaba el dominio de todo, su padre le dio la educación de “un hombre”, pensando en que su niña no seria una mujer de colección de algún hombre y que era capaz de grandes cosas, estudiando todo cuando estuviera a su alcance, lo cual la convirtió en una mujer muy inteligente, independiente y con una curiosidad creciente.
Puede ser bastante infantil a una mujer bastante madura, para la persona que ame, puede ser bastante insegura, aunque parezca muy segura de si misma necesita alguien que sea capaz de protegerla de si misma, que le de comprensión y ternura, ella no ira llorando a los pies de nadie para pedirla.
No es recatada ni sumisa ante los hombres, quebranta cualquier norma que le incomode para sus ambiciones y se deja llevar por sus pasiones y emociones sin importarle un bledo las apariencias.
Pese al correcto porte de su figura, sus educadas maneras y su recatado gesto, posee una energía vital que necesita salir de la encorsetada sociedad en la que vive. Sus traviesos ojos la delatan. No soporta actuar como una mujer discreta y decorosa
Despues de la muerte de su padre, Layla se endurece por el temor de quedarse sola y desprotegida, esto la lleva a ser extremadamente consciente del dinero y materialista, puesto que necesita a algo que aferrarse para no perder “la cordura”, con el tiempo, y lentamente vuelve a ser un poco de la joven soñadora e infantile que era, al menos con sus allegados.

Layla Anthea Kanté Knigstor nacida un 13 de febrero, nacida en la cumbre de una familia de dinero, de una clase social alta, su madre , lamentablemente estaba muy delicada de salud, lo cual hizo que muriera a las pocas horas de esta haber nacido.

Siendo la única hija del matrimonio Kanté, volviéndose ahora el centro del universo para su padre, fue educada en casa, aprendiendo todo cuanto hubiera, artes, literatura, ciencias, matemáticas, todo cuanto existe en el mundo, su padre creía firmemente en que una mujer educada y bella como lo era su pequeña Layla llegaría lejos, aun cuando todos esos conocimientos calmaran su curiosidad siempre se le vio mas interesada en las artes, más que nada en la actuación, su padre le habia dicho cuando era apenas una niña que podría llegar a ser la más talentosa actriz del mundo, ese era el principal sueño de layla, después , de claro como toda niña casarse con s u príncipe azul y formar una familia.

Los años iban pasando, Layla iba entrando a la adolescencia, los pretendientes le llovían pero ninguno llenaba los ojos de esta, unos eran demasiado simplones, demasiado sumisos, demasiado patéticos que se veian amenazados por la inteligencia y espíritu de Layla, con el tiempo las esperanzas y esos sueños pasaron a ser banalidades.
Tras la muerte de su padre, aquella joven soñadora, defreudada de la sociedad en la que vivia se hizo demasiado dura, aun más no le importaba que la gente supiera su desprecio ni mucho menos, siempre fue sincera y perdió a mucha gente en su vida.
De su infancia apenas conserva a su amiga, Friederike, la cual conoció, cuando ambas eran unas niñas, sus padres tenían negocios juntos, razón por la que las niñas de apenas un par de años de diferencia se llevaran bien, aun cuando sus caracteres eran muy diferentes, aun ella misma, no entiende esa atracción, amistad y lazo que prevalece al paso de los años, antes del trágico día de la perdida del pequeño hermano de Friede, una se quedaba en casa de la otra durante los veranos, hacían pijamadas, y llevaban una vida de chicas normales, aun después de que Friede se volviera ermitaña, Layla siguió visitándola cuando tenia la oportunidad, aunque su relación ha sobrevivido a las constantes cartas que reciben de la otra
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