How to Say goodbye [Layla]

Sonrió, y esta vez, aquella sonrisa que parecía siempre en su rostro tan deslumbrante, era para ella. Solo para esa persona, sin darse cuenta. Su mano se movió de aquella forma sigilosa y ágil solo para dejar la flor frente a ella. Había cosas que eran más fáciles de decir. Antes, nunca le habría costado encontrar palabras para que lo que quería en ellas se transmitiera correctamente, pero ahora se sintió algo apenado.

Era algo tan gracioso, pues pocas veces se sintió de aquella manera -Una dama jamás llega tarde -Dijo intentando calmar un poco su propio ser mientras le dedicaba un guiño y ofrecía la pequeña flor que temblaba ante el suave viento.

Hizo un gesto como si tomase aire para hablar. Ella había ido directo al grano y no podía culparla tras su impulso de hacerle ir a aquel lugar -Nada en especial... solo que pensé que justo era este el lugar que marcaba para mí lo que voy a decir... - Se inclinó ligeramente y le ofreció su brazo. Su porte y la elegancia de sus movimiento aún permanecían arraigados a él como lo harían siempre.

No le había dado vuelta a las cosas, simplemente había creído que era la forma correctar de hacerlas -Layla... -Aun sentía algo extraño al llamarla por su nombre, sin nada más, pero no tanto como había sido inicialmente. Suspiró mirando la estructura, guiándola por entre aquellos rincones, no entraría a la mansión, solo era un pequeño recorrido por los alrededores -Quería entre otras cosas, agradecerte... -Eso era lo primero, sin duda alguna. Se rió con ligereza apenas por unos segundos -En ese momento en el que me obligaste a salir de aquel incendio... pensé que lo lamentaría por siempre... -Y justo estaban frente a donde había estado el ventanal que había destruído para escapar del calor infernal. Sentía ahora, una calma que no creyó sentir al pisar de nuevo ese mismo sitio -Pero no ha sido así... -Las palabras empezaban a fluir con una naturalidad que no había esperado tampoco -En este momento no me arrepiento... muy contrario a eso... -hizo una pausa solo para posar su mirada en ella, sus ojos estaban fijos en aquel rostro, en aquellos ojos -... Agradezco estar aquí ahora... - Su voz se había suavizado incluso si él no podía notarlo, incluso sus gestos lo habían hecho.

-Y solo te lo debo a ti... -No había prisa, no quería que sus palabras fuesen de algún modo un comportamiento que pareciera impulsivo u ofensivo para ella. Su mano se posó sobre la de ella con sutileza. De forma suave, esperando que el gesto no le incomodara, sabía que no, pero esas cosas eran parte de su forma de ser. En realidad quería abrazarle y sabía que no reprimiría aquello por mucho rato, pero primero debía terminar de hablar, no quería perder el contacto con sus ojos al hablar.

Pero hizo una pausa, no tenía miedo ni ansiedad, le pareció  solo adecuado, le pareció al verla que estaba bien, que todo lo que quería decir podría hacerlo en ese o mientras volvían a la ciudad. sí, quería llevarla a otro sitio, aunque este era un punto en el que había su vida dado un vuelco,  solo estaban ahí porque era una forma de dejar atrás aquel arrepentimiento del que hasta ese instante no se había podido deshacer.