Preludio en la oscuridad

por **Rocamadour** Lun Ene 30, 2012 10:06 pm

Cuando necesitaba calmar sus sentimientos de culpa, Rocamadour se encerraba en su estudio a tocar compulsivamente y esa noche se sentía especialmente mal: se cumplía otro mes de la tragedia que le había arrebatado la tranquilidad permanentemente. No salió en todo el día y cuando la oscuridad inundó la casa, ni siquiera se tomó la molestia de encender una vela para mirar leer las partituras; practicaba de memoria, con los ojos cerrados y asiendo el cello como si de ello dependiera su vida. Cualquiera que escuchara atentamente podría distinguir una nota fúnebre en su interpretación: era el tributo que rendía a su familia por lo que consideraba producto de su egoísmo e inmadurez.

Hacía frío y, como también se había olvidado de cerrar las ventanas, sus pies estaban entumecidos, pero en ese momento nada importaba. Cada stacatto, cada vibración chocando con sus oídos lo alejaba un poco de su mundo y de su dolor.

Afuera reinaba un aire extraño. A pesar de la aparente quietud, había algo imperceptible que sólo los agudos sentidos de alguien no humano podrían detectar, pero ese alguien estaba demasiado ocupado con sus propios asuntos y pasó por alto lo que fuera que estuviera sucediendo.

Eran los ruidos de una persecución y poco a poco el enfrentamiento se acercaba; pero de pronto, todo cesó. Rocamadour seguía frotando furiosamente el arco con las cuerdas del instrumento y tampoco se percató de la presencia ajena que había entrado furtivamente a sus aposentos. El perseguido había elegido como refugio las sombras que lo rodeaban y el perseguidor le perdió el rastro, limitado por su carencia de la habilidad sobrenatural para alcanzar un balcón del segundo piso de un salto y su incapacidad de ver muy bien de noche. El ajetreo había terminado, pero esta vez el licántropo no pudo evitar reaccionar. El peculiar aroma que provenía del intruso y el sonido de su respiración lo alertaron. De inmediato dejó a un lado su preciado instrumento y trató de moverse sin parecer alterado. Se aproximó al lugar en donde detectó la presencia, pero no demasiado. Entornó los ojos y pudo verlo: era un joven rubio, alto y de aspecto atlético... demasiado pálido para pasar por humano. -¡Muéstrate!- exclamó- ¿Quién eres y con qué derecho te crees para colarte así en mi casa?-.

por **Zayn Luam's** Mar Ene 31, 2012 11:02 am

Sus pasos eran veloces tanto que dificultosamente eran detectados por los demás, corría esquivando arboles y ramas que se interponían en su camino, en primera instancia hubiese creido que era un cazador cualquiera, pero al sentir su mano arder por el agua bendita se dio cuenta que aquel era un inquisidor, tan siquiera recordaba como se encontraba en aquella situacion el siempre habia sido tan cauteloso y cuidadoso con todos los movimientos realizados.

Demonios -dijo al ver una daga de plata volando cerca de el-

Ahora debía esquivar una lluvia de dagas que se le venia encima. si aquellas penetraban su piel estaría totalmente perdido ante aquellos buitres.

Rayos -grito en el momento que se cayo al tropezar con una rama que no alcanzo a mirar-

Aquel humano con grandes habilidades lo alcanzo y con una gran sonrisa se preparo para matarle, Zayn se maldijo todos aquello poderes de los que tanto se había sentido orgulloso ahora mismo no funcionaban contra aquel ser que sabia perfectamente con la clase de artimaña que trataba.

Aléjate -ordeno pero como fue de esperarse solo logro que aquel hombre riera a carcajadas-

Miro desesperado a todas partes sin encontrar algo que le pudiese ayudar ademas de la oscuridad, agudizo un poco sus sentidos y una melancólica melodía fue la invitación perfecta a la seguridad de una casa. era ahora o nunca, se levanto y de un empujon dejo al hombre en el suelo, corrio a toda velocidad guiado por la musica, solo rogaba que no se detuviera, su intuición al peligro se iba desvaneciendo.

Bien -dijo al posicionarse frente a la casa-

Le parecio extraño que aun oyendo musica todo estuviese apagado, se adentro por la ventana ya que de modo no podia pedir permiso y decir que era un vampiro y lo estaban persiguiendo, creenrian que es un loco. pudo divisar a un hombre de espaldas tocando un instrumento, pero se escondio entre las sombras al darse cuenta de que era alguin sobrehumano.

cerro los ojos y recosto su cabeza contra la pared, se sentia aliviado de haber escapado, cuando de pronto al abrirlos escucho a aquel hombre hablarle.

Bien -dijo saliendo de entre las sombras- lo lamento, no quería entrar aquí de ese modo, solo me atrajo la música, soy amante de lo clásico -dijo sonriendo con prepotencia- soy Zayn Luam's una persona común y corriente -quería desviar el tema si aquel se enteraba que trajo a un inquisidor cerca de su casa podría matarlo y estaba bastante cansado para luchar-

por **Rocamadour** Dom Feb 05, 2012 12:36 am

Rocamadour rió con sorna al escuchar la respuesta de aquel intruso. Definitivamente no podía ser alguien común y corriente, pero ya tendría tiempo para averiguarlo, pues no lo dejaría marcharse tan fácilmente. La idea de haber sido tan descuidado le resultaba molesta, se había expuesto a ser descubierto o atrapado y le quedaba claro que no podía volver a cometer ese error. Por lo menos el chico que tenía enfrente no parecía interesado en hacerle daño.

-Pues tendrás que explicarme por qué si sólo te atrajo mi música, no sólo llamaste a la puerta- esta vez sonó un poco más calmado y se acercó al joven, aunque no sin reservas. Se dirigió a un escritorio, sobre el cual había un candelabro para dos velas y las encendió. No le pareció apropiado permanecer en tinieblas, y quería observar mejor a su improvisado huésped. Después de hacerlo, volvió a acomodarse en la silla donde había estado tocando e invitó al otro para que hiciera lo mismo. -Vamos, siéntate y comienza tu relato, si no quieres que te devuelva a la calle por la misma ventana que usaste para entrar-.

Esperó a que el muchacho se sentara y tomó el chelo, colocándose como si se dispusiera a tocarlo, pero se limitó a abrazarlo como si debiera protegerlo. Se sentía extraño y a la defensiva. Todavía no había caído en la cuenta de la escena que se había desarrollado a unos pasos de su morada e ignoraba que el perseguido era quien compartía el espacio con él. No obstante, también la curiosidad le estaba matando: quería indagar sobre las habilidades del joven, qué era y si decía la verdad sobre su gusto por la música… En realidad sí que tenía aspecto de, por lo menos, pertenecer a la clase alta, a pesar del cabello ligeramente desordenado y las ropas empolvadas.

Su pierna comenzó a moverse casi involuntariamente en un gesto de impaciencia. Quizá de no encontrarse desconcertado, habría saltado y sujetado al chico por la camisa, sacudiéndolo sin darle tregua hasta que le respondiera, pero tampoco estaba seguro de cómo reaccionaría y de las fuerzas que tenía. Después de todo, había sido capaz de llegar hasta ahí sin mayor esfuerzo; pero eso no le impidió torcer los labios y levantar una ceja, en expresión decididamente ofendida para ver si eso funcionaba como incentivo para hacerle hablar.

por **Zayn Luam's** Jue Feb 09, 2012 7:13 pm

Zayn solo observaba a aquel hombre que se burlaba de el o al menos eso sentía, su visión nocturna le ofrecía la imagen de un hombre de elegante aspecto y rostro serio, y por lo visto tenia alguna mascota ya que aquel olor a canino le empezaba a molestar en la nariz, el pedía bastantes explicaciones y aunque fuese bastante peligroso tendría que hablar con la verdad.

Os explicare todo -dijo mientras lo seguía hasta un escritorio-

El hombre encendió unas velas y luego tomo asiento, eso le dio a entender a Zayn que el también debía hacerlo luego de escuchar una amenaza, le vio tomar el precioso instrumento como si de alguien necesitando protección se tratase, bajo su vista a las velas mientras observaba como la tenua luz la consumía, sabia que debía empezar aquella explicación pero no sabia como exactamente hacerlo, sonrió con nerviosismo al notar la impaciencia del sujeto.

Que queréis que te diga -Sonrió con superioridad no quería bajar la guardia, detectaba peligro- soy un bandalo que ama irrumpir en casas ajenas -su vista se poso en el instrumento- nunca aprendí a tocarlo, aunque mi padre me decía que si tocaba el violín podía hacerlo con el Chelo -aquel instrumento en especifico siempre significo mucho para el, le tenia amor y rencor a la misma vez-

Tal vez aquel hombre no se comía aquella mala historia pero se sentía culpable de haberle involucrado en tan posibles serios problemas, pero algo dentro de si le decía que si abría la boca de mas estaría destrozado en muchos pedazos.

Soy Zayn Luam's -Se presento de la nada-

Se coloco de pie y con descaro se acerco a algunos libros situados en un gran estante de madera fina.

por **Rocamadour** Jue Feb 16, 2012 12:53 am

Detectó cierto nivel de sarcasmo en la respuesta del extraño, pues ni parecía un simple ladrón ni creía que estuviera diciendo la verdad, pero no dijo nada. Se limitó a escuchar con el mismo aspecto impaciente que antes. Sentía curiosidad, pero la precaución estaba primero y debía mantenerse alerta por si se trataba de alguien que buscara hacerle daño… después de todo no sería la primera vez que se valieran de un ser sobrenatural para fines mundanos. No obstante, antes de decidirse a simplemente atacar al sujeto, prefirió sondearlo.

-Así que un bandolero, Zayn- dijo, pronunciando el nombre con recelo, temiendo que fuera tan falso como de seguro lo era su explicación. – Pero hay casas en las que sería mejor no entrar así, tan de golpe… podrías llevarte una desagradable sorpresa-. Fanfarroneó un poco al argüir esa amenaza, pero ¿qué más le quedaba? Si el otro sabía lo que él era en realidad, entendería, y si no lo sabía, tal vez se asustara y decidiera sincerarse. Le mostró una mirada feroz e hizo un gesto similar al de los canes cuando gruñen. – No me mientas- le espetó, esta vez en serio – no sé qué te traes entre manos, pero sé que el escándalo de afuera cesó cuando entraste en mi casa. Si te persiguen, es mejor que me digas quién y por qué, de otro modo, no te servirá de mucho este refugio-. Había sido lo bastante claro, a pesar de que no lo estaba echando ni mucho menos. Si descubría que no tramaba nada turbio, incluso podría servirle de algo. Lo observó levantarse y caminar por la habitación con tanta confianza como si fuera un viejo amigo suyo. Le resultaba extraño pensar en eso... como Étienne sí que había tenido amigos, pero Rocamadour estaba solo. Solo en una ciudad enorme, temiendo cada día que le estuvieran siguiendo la pista.

Dejó el chelo a un lado y se levantó también. Todo aquello le provocó sed y pensó que no sería mala idea abrir una botella de vino. Abrió las puertas de un mueble donde guardaba algunas y destapó una de cosecha reciente. Tomó dos copas y sirvió. Le ofreció una al intruso. – Tal vez esto te anime- le dijo. – Vamos, que no pienso esperar tu respuesta toda la noche-.

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