Hare que me des chocolate, si o si [Évani]

por **Stefan R. Dawson** Jue Feb 02, 2012 1:11 pm

-Monsieur ¿puedo ayudarle en algo? – La mujer de la chocolaterie salió a la calle otra vez al verme pegado en la cristalera del escaparate, pero era extraño, ahora me hablaba de forma apacible, suave. No entendía.

Media horas antes

Pasearme junto a los campos elíseos siempre parecía una excelente opción. Aquellas amplias calles llenas con gente petulante y adinera siempre era una buena alternativa a buscar dentro de un cubo de basura cuando tenía hambre. Los transeúntes de las clases mejor acomodadas parecían encontrar a cualquier hora un buen momento para llenar sus estómagos. Incluso sin que hubiesen llegado a pasar un par de horas desde el almuerzo ellos devoraban pasteles, crepes, frutas… cualquier cosa que vendiesen en la calle y que tuvieran a mano. Solo verles acrecentaba mi hambre, por lo que cuando el aroma de alguno de esos bollos llegaba hasta mi hocico me mataba, mi apatito se apoderaba de mi y simplemente me mataba.

Seguí a un par de personas bastante sobre alimentadas en mi opinión en espera de que se les cayese algo, pero nada. Parecían tener una habilidad pasmosa para no dejar caer ni siquiera una triste miga, pese a sus corpulentos cuerpos tenían una agilidad, rapidez y reflejos casi admirables a la hora de ir a recoger algún pedazo que apuradamente casi llega al suelo.

¡Lástima! De haberlo tocado tal vez era mío, aun que uno de ellos había visto su aperitivo sobre los adoquines tras haber caído de sus manos y aun así lo recuro y volvió a llevárselo en a la boca. ¡Asqueroso! Pensé. Aun que no podía hablar muy alto, ya que yo andaba al acecho de recoger algo del mismo lugar.

Estaba a punto de desistir. Aun no había mi empleo en el Louvre no me había dado mi primer sueldo, por lo que no podía pagarme ni un triste bollo de pan, así que decidí volver hacia el museo ya que al menos me había habilitado un pequeño cuarto que hacía las veces de apartamento para los miembros de seguridad.

Camine los últimos metros a través de Charles de Gaulle para llegar al palacio convertido en museo, pero ni tan siquiera había llegado a divisarlo cuando un dulce aroma hizo que me desviase en otra dirección.

“Chocolate, rico y dulce chocolate”, pensé y me acerque hasta el lugar del que provenía.
Una chocolatería con un enorme escaparte en el que eran expuestos varios dulces hechos con aquel fruto era la responsable del olor, pero a apenas dos pasos de ella la dueña con pintas de institutriz frustrada salió dando escobazos para que no me acercase, por lo que no me quedo más opción que salir corriendo de allí.

Media hora más tarde

Frente al escaparate otra vez pero con mi aspecto humano volvía a deleitarme mirando aquellos pasteles cubiertos de nata y chocolate. ¡Lástima!, aun no tenía dinero, pero en cuanto lo tuviese lo primero que haría sería ir a aquella chocolaterie.

por **Évani Rivoire** Dom Feb 05, 2012 9:06 am

Caminaba rumbo a casa, el ocaso estaba cerca y por ello apuré el paso; mis experiencias luego de que el sol se ocultaba no eran muy gratas, la verdad es que siempre que terminaba encontrándome con criaturas que en un momento solo consideré historias de los ancianos, cuentos fantásticos que solo los niños podían creer, sin embargo ahora conocía de su existencia y por mucho que intentara pensar en que solo eran unos pocos, mi intuición me decía que eran muchos más de los que creía y que vivían entre las personas que como yo, que no pertenecíamos a una raza con dones sobrenaturales. ¿Paranoia? Uhmmm...bastante, ahora ya miraba a los demás con desconfianza y a la espera de que me mostraran su verdadera naturaleza, obviamente eso ocurría con muy poca frecuencia en realidad solo fueron un par de ocasiones en que noté un comportamiento anormal y terminé por alejarme sin darme la oportunidad de convencerme de que solo eran personas normales; me comportaba de manera cobarde tal vez, pero prefería no correr riesgos innecesarios en ese aspecto.

Así que siguiendo estos nuevos patrones de conducta anduve por las calles, casi sin fijarme en las personas que pasaban cerca mio. Ahora bien, estaba conciente de que esa manera de actuar podía catalogarse como muy extraño ¿Pero es que podía aparentar que nada sucedía? Si lo pensaba un poco, no podía ser la única que había tenido un encuentro con esas criaturas, no podia serlo...Ugh! llevé una mano hacia mi cabeza, estar dándole vueltas a aquel sin sentido me estaba provocando jaqueca, lo lógico era pensar en algo más lo triste es que nada llamaba mi atención por ahora, absolutamente nada...

Inspiré profundamente, como intento de relajación me servía a veces; fué en ese momento en que sentí un aroma muy familiar, uno que siempre me había gustado:Chocolate. De niña siempre me las ingeniaba para obtener alguno, y mi nana me los daba a escondidas aunque etuviera castigada...lindos recuerdos aquellos...

Con una pequeña sonrisa en mi rostro, me dirigí hasta la tienda. El costo de los dulces no estaba dentro de mi presupuesto, pero bien podía darme ese gusto ¿Verdad? El interior del local era cálido, y el aroma del cacao inundaba los sentidos. Estaba encantada en un sitio así. Compré unos pocos, y mientras salía no pude contener las ansias de llevarme uno a la boca, uhmmm...el sabor era exquisito... Sin duda era un deleite para mi paladar. Tras unos breves segundos, decidí que era mejor salir de allí, afuera el día iba llegando a su fin. Al pasar por la puerta no pude evitar fijarme en una persona que estaba pegada a la vidriera, sentí lástima por él pero no me animaba a acercarme y ofrecerle un dulce. Una no sabía con que gente podía cruzarse por las calles, por lo que luego de un instante de duda retomé mi camino, tratando de olvidar ese sentimiento de remordimiento que sentía ahora...

Off: Perdona mascotita, tenía que subirlo ayer...pero practicamente estuve secuestrada y aún me quedaban 27 días xD

Hare que me des chocolate, si o si [Évani]

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Re: Hare que me des chocolate, si o si [Évani]