Lecturas al vuelo [Carmilla]

por **Dante Lagauarde** Lun Feb 20, 2012 5:46 pm

El sol brillaba con gran fuerza sobre París, turbado por escasas nubes blancas y esponjosas como el algodón, que se movían perezosamente sobre el cielo. La temperatura era muy agradable en la plaza a estas horas de la mañana, aunque cuando llegué de madrugada el frío de las mañanas invernales todavía se hacía notar en todo el lugar. Había tenido que levantarme antes que saliera el sol para abandonar más fácilmente el campamento gitano, por que si había aprendido algo en todo este tiempo, es que necesitaba llamar poco o nada la atención para quedarme con todas las ganancias de mis "trabajos". Me vestí con unos pantalones de tela holgados y una camisa blanca, sin olvidar un par de collares de cobre en mi cuello para la gente a la que le gustaba el teatro y todo el "abrakadabra" de los gitanos. Tomé mi bolso y una alfombra carmesí y, sin hacer ruido alguno, escapé de mi carpa y me adentré a gran velocidad en las calles parisinas.

Los edificios y los arboles estaban totalmente cubiertos de nieve, al igual que los faroles en la plaza, haciendo que todo el panorama tomara la apariencia de una hermosa pintura invernal. Yo me había acomodado a la sombra de un gran árbol, dejando la alfombra sobre la nieve para no mojarme y luego sentándome sobre ella, empezando a acomodar las cartas en ella y también varios collares de perlas y gemas falsas. La gente solía decir que los gitanos eramos una raza de ladrones y dementes... Y era mentira. Yo era el ladrón demente, no se si los otros .

- Acérquese señor, señorita... -Decía a las personas que pasaban a mi lado- Déjenme revelarles los misterios de su futuro, a cambio podeis pagarme con lo que vosotros consideréis conveniente

El punto era que me pagaran con algo. Mis lecturas usualmente eran más acertadas que el común de los gitanos, pero ello me importaba poco, al igual que el resto de las personas que caminaban por ahí en ese mismo instante, mientras las luces del sol iluminaban todo el lugar con fuerza, y la plaza se volvía más y más concurrida. Lo que me interesaba era mi propio bienestar y bonanza, por que después de todo... Nadie se preocupaba por mi de entre toda esa gente...

por Invitado Lun Feb 20, 2012 10:25 pm

Amanecer, que ricos y tibios se sienten los rayos de aquel sol que entra coqueteando por su casa, cuyas habitaciones se bañan de un rico y soleado color amarillo, Carmilla se levanta de manera perezosa apenas abre la ventana que da a su cuarto y siente como le cala el frío, bosteza de manera infantil y apenas sonríe con algo de timidez, se mete rápidamente a dar un baño, hoy es su día de descanso después de haber trabajado con una mujer tan poco agradable que pedía a gritos que de nuevo se le cociera el vestido.

Se había pinchado un poco las yemas de esos delicados dedos, esa mujer, ¡Se movía como la ballena que parecía, con un vestido tan ajustado!, pensó la bruja, antes de querer echarle un embrujo, pero se detuvo por la reputación del local.

Froto sus manos y empezó a bañarse, como delicadamente lo hacia, salió rápido antes que su cuerpo enfriara y suspiro al ponerse de nuevo aquellas prendas, guardando aquel secreto que nadie podría haber revelado, su masculinidad, de bajo de tan bonito rostro, se maquillo nada ex tragante con un vestido color blanco.

Al salir paso por el mercadillo, solo tomo una manzana la cual deleitaba su paladar a su andar, no sabía que hacer en su día libre, todo tan aburrido, camino de un lado a otro en busca de diversión o algo que le llenase, la gente empezaba a ir y venir todos en pareja, algunos mirándole mal, pero la sociedad era así. Y de pronto aquella voz.

Una voz masculina que hacia mas barullo que todos los pasos, un hombre con ese aspecto masculino, fornido y que parecía de cuadro al estar en medio de la plaza con esas ropas que ya decían de que tipo de persona era, y esa voz que podría derretir a Carmilla, se acero con timidez, solo un poco – Puedo pagar con un beso? –sonrío al estirar su mano para darle permiso a leer aquello, aunque era peligroso, su destino prohibido, su secreto más preciado podría ser revelado por aquel ser.

El temor era y si aquel hombre se espantaba o la llevaba con la santa inquisición? Oh, no carmilla estaba terminada y solo por una atracción.

por **Dante Lagauarde** Lun Feb 20, 2012 11:14 pm

La gente que pasaba a mi lado me dedicaba una mirada de curiosidad, algunos tentados a pedir de mis servicios, y otros que simplemente se acercaban a mí y me plantaban cara con suma impetuosidad, saliendo varios segundos después con una mirada deprimida, o incluso aterrada. Cuando las personas eran tan agresivas conmigo, no podía evitar soltar lecturas terribles, de cosas que ocurrirían y que saldrían mal. Y para darles un toque de terror, agregaba detalles de su vida actual, lo cual no era difícil pues era cosa de mirar en sus auras para saber los detalles; los gitanos con habilidades especiales me comentaban que hacer eso era una falta de educación y ética, pero la verdad no me importaba en lo más mínimo. Ellos tenían su visión, y yo tenía mi dinero. Y todos ganamos... Sobre todo yo, pero bueno, el caso es que ambas partes obteníamos lo que queríamos del otro, y eso era todo lo que importaba.

Estafar desconocidos era sencillo, practico y productivo, pues al no sentir nada por ellos no pasaba nada. Bueno, quizás si sentía algo por ellos: repulsión. Con sus auras sucias por el pecado, el egoísmo, la ignorancia y la violencia, eran personas simplemente terribles y ni siquiera necesitaba hablarles demasiado como para saberlo. Los colores de sus auras me hacían desviar la vista contrariado casi inmediatamente cuando les divisaba... hasta que le vi a ella. Iba vestida de blanco, y en su rostro podía ver una expresión serena y un tanto distraída. Respiré profundamente y miré a otro lado, esperando a que se fuera. Cuando volví a mirarla, se había acercado y nuestros ojos se encontraron. Vi de inmediato que había algo en ella que no encajaba...

- ... Si usted es quién me lo da, lo aceptaré -Le susurré, con un toque de coquetería, mientras tomaba su mano con mucha delicadeza, como si fuera de seda. Su piel suave me aceleró un poco más el pulso- Veo un acontecimiento doloroso en tu pasado, que cambió su vida de manera abrupta... Puedo leer también su esfuerzo por recuperar una existencia apacible luego de eso... desea corregir un error... y la verdad, puedo ver que tendrá muchas oportunidades de conseguirlo en el futuro... pero sea cuidadosa, los males asechan en cada esquina, no se deje llevar por la lengua afilada de personas que buscan perjudicarla

No pude evitar acariciar su mano con un dedo, deslizándolo suavemente por su palma, mientras la miraba fijamente a los ojos y estudiaba su aura. Definitivamente, la chica no era un ser humano común y corriente, podía ver las habilidades que poseía, era una de esas brujas... y eso la hacía tan interesante. Seguro podría hablar un poco más con ella, y así sacarle más información y entretenerme un poco. Me levanté lentamente frente a ella y sonreí, agachándome solo un poco para quedarme a su altura. Todavía notaba algo extraño en ella, pero no conseguía descifrar que era.

- Esa fue la lectura de mano... quisiera cobrar ahora, si no le importa...

por Invitado Miér Feb 22, 2012 2:52 pm

Las palabras del gitano le dejaron anonadada, menos mal, habría sido un problema que aquellos secretos que guardaba se fueran revelando con la simple lectura de su mano, su pasado no estaba del todo descifrado, al menos no para las personas cercanas, era tan buena actriz que a cualquiera engañaba, la voz incluso la tenia femenina, el cuerpo menudo lo que le permitía hacer con las prendas una figura con curvas e inclusive con un pecho pequeño pero era parte del engaño.

Soltó una risa cuando escucho aquel toque sensual en las palabras, casi se enrojecía al ser consiente de lo que había propuesto, ¡un beso!, claro, cómo no, enfrente de toda esta multitud a plena luz del día?, imposible conceder dicho acto, guardaba un miedo, nunca antes beso a nadie, no sabía hacerlo, por ello su broma con el gitano parecía no darle miedo, según ella podía quitárselo con facilidad.

Aunque la magia empezaba a surgir y no precisamente de las buenas, esa suave caricia, esos roces divinos, pintaron las mejillas de la chica, de un color rojo que subió poco a poco a sus orejas, mantener la calma en situaciones así era lo correcto, ese hombre parecía una bomba sexual al posar los ojos con Carmilla.

-Es lo que pone sabor a la vida, los obstáculos sin duda, sonara masoquista –Comento–Pero me gusta esforzarme y que me duela por lo que trabajo, así sean las personas quienes causen baches en mi camino –sonrío de manera angelical, ladeando el rostro y con ese brillo en sus ojos, tan delicado e inocente, una bella dama sin dudas, aunque los actos de su compañía eran extraños, demasiados.

Retrocedió abruptamente cuando le vio tan cerca, aquel sonrojo se había ido, no pretendía volver a encenderlo, pero esa rubia cabecita tenia algo en mente – Claro, por supuesto, puede cobrar –Hablo con seguridad a pesar del temor, tomo su rostro sosteniendo firme y acerco esos labios suyos a los del hombre estaba a milímetros de hacer algo pero de pronto sonrío y el beso se dirigió a la mejilla. –Listo.–le soltó volviendo a su lugar.

por **Dante Lagauarde** Miér Feb 22, 2012 3:22 pm

Mi sonrisa ladina se ensanchó bastante cuando le escuché hablar, su voz me sonaba muy dulce, tan adorable... había algo que no encajaba, definitivamente. Aunque no podía decir el que. De todas maneras parecía una persona con un pensamiento bien formado, y estaba bastante de acuerdo con lo que ella decía: Sin esas personas que complicaban la vida, las cosas no serían tan divertidas ni interesantes. Asentí con tranquilidad en señal de aprobación, esperando a que la chica me pagase. Sentí sus manos en mi rostro y su respiración acercándose, su aliento era tan atrayente para mí... y entonces aquellos labios se alejaron de los míos, dirigiéndose a mi mejilla. La chica dio una exclamación de suficiencia y regresó a su lugar, soltándome. Yo permanecí mirándola y fingiendo seriedad ¡Me había estafado una señorita! Hay que ver como estaba el mundo. Me acerqué poco a poco a ella, mirándola fijamente a los ojos... y entonces sonreí.

- Bien jugado, señorita, muy bien jugado -No pude evitar soltar una risa suave ante lo que pasaba, todavía me costaba creerlo- Mire nada más, estafando a un gitano... Generalmente me vengaría pero realmente me ha agradado mucho ver que es capaz de razonar de esa forma~

Hice una suave reverencia frente a ella, aún con aquella sonrisa radiante en mi rostro, eran esa clase de sorpresas las que me alegraban el día. Claro, me había quedado con el deseo de comerme esos labios suyos a besos... Pero tendría que aguantarme, o esperar hasta que se me ocurriera un método para robarle un beso y luego escapar sin que consiga atraparme. De todas formas, la chica me daba más y más curiosidad a medida que la miraba con más atención, por lo que quisiera poder un poco más a fondo con ella. Decidí emplear otra táctica para hacer contacto, pero antes de ello había algo que tenía que hacer, que me nacía por dentro con mucha fuerza.

- Mi nombre es Dante, Dante Lagauarde ¿Me daría el honor de conocer vuestro nombre, bella señorita? -Y con una suave venia tomé su mano y y se la besé. No podía evitar ser coqueto a veces-

por Invitado Dom Feb 26, 2012 4:40 pm

Cuando se acercó por instinto Carmilla se alejó, había que comprender una cosa la bruja era tímida con las personas del…mismo sexo, más aun por unos “pequeños” detalles, así que retrocedió un poco y suspiro al ver la seriedad en el rostro ajeno, para fingir demencia, locura y nada de nerviosismo, sonrío de una manera que las cosas no se le fueran de las manos, pero parecía que el hombre era cabeza hueca, ella dijo un beso y con eso había pagado *He dicho que pagaría con un beso, más no que lo daría en sus labios, bien pudo ser en las mejillas o en las manos...*su tono se volvió coqueto con lo siguiente al acercarse lo bastante a sus labios.

Sintiendo el calor ajeno, el aliento sobre ella y la respiración *O en otro lado*se alejó rápidamente y se coloco de nuevo en su sitió se balanceaba con ayuda de los talones y las puntas de sus pies, con las manos entrelazadas en su espalda, mirando la reacción del buen caballero que sentía ofendido su orgullo. Parecía algo inquieto, algo tremendamente raro estaba a punto de avecinarse, si trataba de propasarse un buen hechizo recibiría y uno no muy agradable. No había sido estafa, solo Carmilla sabia salirse con la suya.

Parpadeo varias veces asimilando que diablos pretendía, pues no tenia ese instinto tan peculiar que las mujeres tenían, pero era un hombre al fin y al cabo y de manías por supuesto que conocía, incluso en su tiempo libre cuando rara la vez solía salir vestido de chico, coqueteaba con una que otra mujer o se quedaba viendo los senos o invitaba a otra a pasear, suspiro tomando el aire que les envolvía y soltándolo de poco a poco su pecho sentía una presión extraña. *Carmilla Mylene Farmer* murmuro aunque claro parecía un nombre tan falso y lo era solo para cubrir ese pequeño inconveniente. Hizo una reverencia de lo más femenina. *Algo más que desee conocer señor Lagauarde?*

por **Dante Lagauarde** Jue Mar 01, 2012 12:57 pm

La curiosidad simplemente me corroía desde lo más profundo de mi ser, mientras miraba a la chica con atención. Todavía había algo que me parecía tan raro en ella, tan... peculiar. Incluso su aura delataba algo extraño en ella, a parte de las obvias capacidades que poseía. No podía ocultarme que se trataba de una bruja, pero de todas maneras había algo más en ella, un detalle que ocultaba, un asunto que no encajaba en todo esto. Me enloquecía todo el asunto, me desesperaba de tal forma... que la verdad estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para poder desentrañar aquel secreto. Si había algo que no me gustaba era cuando la gente ocultaba algo, y una vez que me daba cuenta, no descansaba hasta saber el que. Le miré hacer aquella reverencia, obviamente divertido, y suspiré. Decidí pasar a otra táctica con la chica.

- No me malentienda, no soy uno de esos hombres que se la pasan coqueteando a mujeres hermosas ni nada por el estilo -Dije, riendo suavemente- Es solo que siento algo de curiosidad hacia su persona...

Miré a mi alrededor, vigilando con disimulo a la gente que caminaba a nuestro alrededor. Nunca se estaba demasiado seguro, sobre todo desde que aquellos inquisidores habían llegado en masa hasta todos los rincones de la ciudad. Cuando estuve seguro de que la gente no nos prestaba demasiada atención, moví un dedo en una seña para que se acercara, dándole a entender que quería decirle algo y que solo ella escuchara. No esperaba que confiara en mí, ni nada parecido, solo quería hablar bajo, y necesitaba que ella estuviera solo un poco más cerca para poder escucharme. Quería ver como reaccionaría. Cuando la tuve lo suficientemente cerca, me acerqué a su oído y le susurré suavemente.

- Puedo ver dentro de tu aura lo que es usted, señorita Carmilla... -Mi voz seguía siendo suave, con un toque de seriedad- Se que no es una persona cualquiera, posee habilidades que no todo el mundo tiene ¿verdad?...

Me alejé lentamente de ella, preparándome para cualquier reacción que pudiese tener, sobre todo para alguna violenta. A los brujos no les agradaba ser descubiertos, y la verdad es que tenía la impresión de que ella no era la excepción a la regla. Pero a pesar de ello no tenía miedo, es más, estaba ansioso por ver como estaba ... Quería ver que tal reaccionaba...

por Invitado Dom Mar 04, 2012 5:52 am

Mientras tanto la bruja pensaba claramente, demasiado claro, coquetear con mujeres, vaya ridiculez, eso siempre decían los hombres, inclusive ella cuando trataba de conquistar a alguna mujer, así que ahí estaba de nuevo aunque dijera que no, eso de sentirse atraído era peligroso para Carmilla, sonrío ampliamente mostrando la más linda sonrisa que tenia, sí había algo que no se permitiría tolerar era aquello, que se metieran donde no debían mucho trabajo le había costado mantener su identidad, todo su ser para que un extraño viniese a sacarle todas las verdades.

*Ósea que se siente atraído a mí, vamos, vamos, no se engañe, se muy bien que he cautivado esos lindos ojos*Aquello lo dijo con la tranquilidad del mundo, a veces solía ser tímida pero no tanto a veces ese lado salvaje y masculino salía a relucir y aquella amabilidad se proyectaba en ocasiones. *Curiosidad,… El gato murió por ello, esta dispuesto a hacerlo a mis manos con tal de saciar aquello?*

Se llevo una mano a la boca, de manera dramática, se quedo en un pasaje demasiado salvaje que sacudió sus ideas por un momento hasta esos lindos y pequeños ojos se sacudieron agrandándose *Es cierto* susurro acercándose y poniendo las manos sobre los hombros del hombre, apenas y se puso en puntillas *Soy una bruja y quiero retorcer tu mundo, revolcarme en el y llevarlo a la ruina… si te atreves a tocar el mío o a meter las narices donde no te llaman*Eso ultimo salió con un sonido más grave en su voz, pero es que estaba a la defensiva, cuando escucho de “Se lo que es”… Ese secreto aun estaba seguro, al menos ahora, se separo y le miro un poco más gélida *Entonces es todo, verdad?* Puso unos francos en la mano de ese hombre y se dio la media vuelta era mejor regresar al trabajo.

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