-Unidos para siempre….para toda la vida-[Priv.]

por **Zachary/Zouleth Bourque** Lun Feb 27, 2012 10:16 pm

¿Para mí que es el tiempo? ¿Para mí que es vivir? Esas preguntas y mas están en mi cabeza, llevo tantos años muerto en vida que no sé lo que pasa conmigo, me siento tan raro en este mundo que no se si pertenezco aquí… ¿o sí? Pero necesito respuestas para sentirme menos desgraciado. Como si estuviera usurpando un lugar que no me corresponde, pero….ya que, siempre va hacer asi, siempre me sentiré asi hasta el día que muera, aunque no creo que muera si no me mataran, ser un vampiro no es de me agrado francamente. Pero ahora creo que me va importar pensar y creo creer que mi vida empezara a ir mejor, vine a parís a casarme, a encontrar mi prometida, a la mujer que siempre he amado durante los años, desde que su padre me la presento, aunque apenas era una niña, pero ahora que es una mujer con edad suficiente, por eso vine y nadie podrá retractarme de esto, porque mi a eso e venido aquí para casarme con ella, aunque en mi rostro no se note la felicidad que un prometido debe de tener por casarse con la mujer que ama en mi interior esta revoloteando de felicidad por el acontecimiento que se realizara en unas cuantas horas, me encuentro bastante feliz por eso, porque por fin estaré a su lado, por fin estaré con ella, con la mujer que me ha robado por completo, aunque ella no me ama, cada día, cada hora, cada minuto que pase le hare la mujer más feliz del mundo, aunque me cueste, pero lo lograre. Si me hubiera dicho que no, que no se iba a casar conmigo no se que hubiera hecho, porque solo por ella vine a este país, porque iba a dejar mi trabajo, todo, pero como me acepto, cuando termine esto del casamiento, comprare un terreno aquí para poder trasladar mi oficina que tengo de Estados Unidos, que es de libros, una editorial, esperando que esta nueva vida me valla mejor que la que tenia.

Mi mirada se clavo en la ventana, el sol estaba a lo alto, lo bueno esque el padre acepto venir para acá y casarnos. Quisiera que nos casara en la tarde y en la noche pues haber que hacemos, una sonrisa tonta apareció en mi rostro, pensando mucho, sacudí rápidamente mi cabeza antes de que más cosas llegara a mi mente-Angelito deja de pensar esas cosas, todavía no te casas y ya estas con esas cosas-Me regañe a mí mismo, dando un leve suspiro, mientras me abrochaba mi camisa, mi mente estaba en ella, siempre había estado en ella, la sonrisa que tenia se alargo mas, deseaba que se llegara la hora de casarme con ella.Termine de abrocharme el ultimo botón, agarrando el moño negro que estaba sobre mi cama, me lo empecé hacer mientras mi mirada seguía en la ventana mirando el cielo azul, con unas cuantas nubes blancas, cuando termine de hacer eso, me puse mi saco negro para después poner me mi chaqueta, arreglándome bien la ropa, quería verme arreglado para ella, que viera a su futuro esposo decente y hasta un poco guapo, quiero que me mire y le guste todo de mi porque de ella…..ella me gusta hasta la última pestaña que tiene.

Estaba completamente arreglado, mi pantalón negro bien planchado, mis zapatos negros, lustrados y parecía que estaba brillante, ahora no me puse mis típicas botas, me iba a casar, me tenía que ver decente, era mi…. ¡Mi boda! ...Escuche la puerta tocar, haciendo que me diera vuelta-Pasen-Dije, mirando que una muchacha joven, no tenía ni los veinte años entro un poco a mi habitación, era tímida, cuando la miraba se sonrojaba, nunca entendía eso y tampoco quería leer su mente, no quería saber lo que pensaba, me acerque un poco a ella, porque desde que entro no había dicho ni “he”, esta niña con trabajos le conocía la voz-¿Qué pasa?-Pregunte, esperando respuesta de ella.-Joven Zaubers, el padre ya llego, nada mas falta la señorita y usted en bajar-Me había dicho, mientras yo solamente asentia-De acuerdo, gracias por avisarme-Hizo una reverencia saliendo inmediatamente en bajar, suspiro un poco y con un ultima pasa arregle mi ropa, cerré los ojos, cuando bajara mi vida de casado empezara, estaba feliz, muy feliz, creo que este momento es el más feliz que he tenido desde que tengo memoria. Abrí mis ojos y abriendo la puerta saliendo de la habitación, camine por el pasillo con paso lento, con mucho nervios decir verdad, pase saliva, cuando llegara a donde se encuentra el padre, que era la sala, y cuando ella bajara se que nuestras vidas iba a caminar, baje las escaleras lentamente, se me estaban haciendo tantas, apreté mis puños, estaba sudando frio, me pare en la entrada de la sala, mirando una mesa grande y un alta que estaba el padre y otro señor, donde el tenia un maletín, de seguro los papeles para casarnos, entre, observando que se me quedaron viendo, solo ellos asintieron, cuando llegue me detuve enfrente de ella-Cuando baje la señorita, empecemos-Sin decir más, me quede esperando a mi futura esposa.

por **Évani Rivoire** Vie Mar 02, 2012 3:50 pm

¿Cómo mi vida podía cambiar en tan poco tiempo y de manera tan radical? Hasta hace unos días tenía el control de mi vida, yo decidía absolutamente todo sin consultar a nadie nada, sin pedir opiniones porque solo me concernía a mi lo que haría; sin embargo ahora estaba a punto de casarme y compartir con alguien más las decisiones importantes...por mucho que repasara lo sucedido en mi cabeza no lograba asimilarla. Suspiré. Todo esto me tomó por sorpresa y actué conforme creí era lo correcto y ahora no estaba segura de nada. ¿Me estaba equivocando? Realmente esperaba que no fuera así pues, el paso que estaba por dar era uno muy serio, después del "Si, acepto" no había marcha atrás y era eso lo que en este momento me tenía aterrada. Hasta ahora la palabra "matrimonio" no estuvo presente en mi vocabulario y no es que creyera que todo lo referente a ello era de color rosa, pero siempre creí que si llegaba a casarme sería porque deseaba hacerlo, porque habría sentimientos profundos de por medio no por cumplir una promesa. Era probable que de estar vivos mis padres, me habría negado rotundamente a ello. Los casamientos por conveniencia, si bien eran una tradición, no me agradaban, no estaba de acuerdo en anular la opinión de dos personas y comprometerlas a la fuerza solo para satisfacer a las familias. Sin embargo, ahora no podía negarme, por ser esta la última voluntad de mi padre...

Una vez mas vino a mi mente el momento en que Angel se presentó en mi casa, tenía que admitir que en un inicio creí que todo era una broma, y es que ¿Quién se presenta en tu casa y te dice que se casarán en dos días?Si alguien más me contaba eso, de seguro habría pensado que era un invento. Incluso ahora, todo eso me parecía tan irreal. Angel tuvo que repetirme la misma historia un par de veces antes de que yo llegara a entenderla, pues mis recuerdos de la ocasión en que mi padre me prometió como su esposa eran demasiado vagos, muy borrosos; de no haber leido la carta que aún mi "prometido" conservaba tampoco le habría creido. Pasé varios días de confusión, deseando ser lo suficientemente valiente como para negarme a esto, pero en memoria de mi padre no podía hacerlo; supongo que mi conciencia no me dejaría tranquila una vez que el lío pasara.Además, luego de pasar un poco más de tiempo con Angel, supe que podía confiar en él lo suficiente como para intentar llevar una vida juntos, pues parecía ser una buena persona y no me era del todo indiferente. Una vez más miré el anillo de compromiso que llevaba en mi mano para comprobar que todo eso si sucedió.

El reloj de la mesilla me indicaba que ya era hora, pero el nudo que sentía en mi estómago me tenía paralizada. Respiré profundamente, debía mantenerme calmada. Ya no podía prolongar más esta situación. Me puse de pie y me dirigí a la puerta de la habitación, sin pensar siquiera en darme un último vistazo en el espejo eso seguro me haría vacilar en mi propósito de llevar a cabo la promesa, si a eso le sumaba que en los últimos días apenas dormí y comí por cavilar tanto en ese asunto pues...mi aspecto no sería el más alentador. Con cada paso que daba rumbo al salón donde se desarrollaría la boda, trataba de convencerme que esto era lo correcto y que todo iba a estar bien. No me atreví a levantar la mirada para buscar a mi novio mientras bajaba las escaleras, con temor a distraerme e irme de bruces, por lo que solo le ví cuando estube casi frente a él. Sentía las palmas de mis manos humedecidas por el nerviosismo, aún así me las arregle para levantar el rostro y mantenerlo impávido aún cuando por dentro no era más que un manojo de nervios, me acerqué despacio pero con firmeza hacia el pequeño e improvisado altar.

por **Zachary/Zouleth Bourque** Jue Mar 08, 2012 11:22 am

Mis nervios estaban muy alterados, en poco tiempo me iba a casar ¿Casarme? Valla nunca pensé que me iba a casar a esta altura, siempre creí que me iba a quedar solterón por el resto de mi vida. El padre y el abogado se encontraba a unos pasos de mí, mi mirada estaba enfocada en ellos, sonriendo ligeramente sin mostrar mis verdadero sentimientos, estaba muy pero muy feliz por casarme con ella, era todo lo que he esperado desde que su padre me la presento, me prendí de ella como un adolecente. Vine a este lugar solo por ella, para formar un matrimonio, no puedo decir una familia porque no puedo darle hijos, soy estéril, desde el momento que me convirtieron en vampiro deje de procrear hijos, esperando que ella un día no le florezca la maternidad, porque nunca me lo iba a perdonar que su esposo, su hombre no le pueda dar esa dicha. Me quede nuevamente observando los rostros de las personas que estaban esperando a mi prometida, todavía faltaba para que iniciara la pequeña ceremonia, no iba a venir nada ¿Para qué? Si yo no conozco a nadie, solamente a Evani, mi prometida, tampoco he querido conocer parís ¿Por qué? Porque la verdad no me apetece, solo saldría de noche y mi futura esposa no podría enseñarme las calles por la noche, era muy complicado ser un vampiro, pero ni modo así fue mi destino. Doy un suspiro, mirando el reloj que faltaba diez minutos para que empezara la ceremonia y Evani no había bajado ¿Se arrepentiría en último momento? Ella no puede hacer eso. Pero no podría hacer nada si eso llega pasar ni modo.

Apreté un poco mis puños, pasando varias veces saliva, mi boca la tenía ya seca completamente seca, la sangre que circulaba por mi cuerpo se había detenido por completo, me sentía mareado, herido, de que mi prometida no bajara, faltaban tan solo tres minutos para que las campanas sonara y que empezara la ceremonia y la novia no llegara. Baje la cabeza muy apenado, volví a pasar saliva, me di media vuelta y mis ojos se quedaron en aquel punto, en aquella persona que estaba atravesando la puerta de la sala, era ella….era Evani, bajo y se ve hermosa, completamente hermosa para a mí-Si bajo….-Pensé, observándola, mis ojos se movían por todo su cuerpo, era lo más bello que mis ojos habían visto en todo mi larga vida. Miro como camina, como se acerca a mi, le di una señal al padre y al abogada que empezara arreglar todo, mire cuando se acerca a m -Evani…..-Susurre su nombre, tomando su delicada mano, sentía el sudor pasar por su mano, él estaba tan frio como un tempano de hielo -Bajaste…-Susurre para que solamente ella me escuchara, después enfoque mi vista hacia aquellas personas, con una voz firme mencione -Ahora si….Comencemos-Entrelace mis dedos con los de mi prometida.

El padre empezó a dar su típica charla, yo solamente tenía mi mirada fija en mi mano entrelaza con la de ella, escuchando lo que nos decía, estaba impacientado que dijera que ya estábamos casados. Había dura como media hora hablando y hablando, me estaba aburriendo la verdad, eleve mi rostro, indicando con mi mirada que terminara con todo esto -Aceptas como a tu esposa a Évani Rivoire como tu esposa para amarla, respetarla sobre toda las cosas-Me había dicho el padre, sonriendo -Si acepto-Dice firmemente y seguro. Después el volteo a ver a mi casi esposa, diciéndole la misma palabra, escuchando “Si Acepto” por su parte, ambos nos pusimos los anillos, estaba muy pero muy contento por esto-Los declaro marido y mujer, ya puede besar a su esposa-Sonrió, toma el rostro de ella y posando mis labios en los suyos, dándole un ligero beso. Después volteo hacia el abogado, firme aquel documento, después observe que ella también lo hizo -Gracias por venir, eso es todo, ya se puede retirar-Abraza por la cintura a mi esposa ahora sí, mirando que ellos se retiraban, me voltea a verla -Ya somos esposo Evani-Susurre, acercándome a su rostro -Mía….Cerré mis ojos, posando nuevamente mis labios en los ajenos y entregándole uno de mis besos más apasionados.

por **Évani Rivoire** Miér Mar 14, 2012 12:02 pm

Mientras andaba, más de una vez pasó por mi mente la idea de dar media vuelta y salir corriendo de allí, y es que la idea de un matrimonio de esa manera, con un desconocido me aterraba más de lo que me quise admitir antes, pero ahora ya era muy tarde. Sentía la mirada de Angel fija en mi, sin contar a las otras personas que estaban allí para llevar a cabo la ceremonia. Era alivio lo que ví en la expresión de mi prometido?...eso parecía, bueno al menos no era la única que tenía dudas sobre esto. Me detuve unos segundos en la puerta, sentía que las piernas no iban a ser capaces de sostenerme durante le pequeña caminata hasta el altar improvisado. Respiré profundamente, y froté las palmas de las manos de manera disimulada en el vestido con la intensión de secarlas, pero mi neerviosismo era tal que a los pocos segundos ya estaban húmedas de nuevo. Puede que el ver a alguien conocido, me sentiría más tranquila; pero dadas las circunstancias no pude avisar si quiera a las personas más cercanas para que me acompañaran en esta ocasión, en este momento en que cambiaba mi vida por completo.

Al llegar a su lado, dejé que tomara mi mano. Su tacto frio me sorprendió mucho solo haciendo un gran esfuerzo resistí al impulso de apartar la mano, su surro me consoló de cierta manera ya que me confirmaba eso de que no estaba tan seguro como aparentaba, saber que compartía la misma incertidumbre que yo me ayudó a permanecer de pie frente al religioso. La ceremonia, estaba llegando a su fin demasiado pronti, que hubiera dado porque se prolongara un poco más...pronto llegó el momento del "Si, acepto" tragué en seco, miré de reojo a Angel y al ver la ansiedad en su rostro, no pude más que decirlo. No era tan vil como para negarme en el ultimo momento. Mi "Si, acepto" sonó muy apagado en comparación al suyo, pero ¿Qué podía hacer? no era esto lo que yo tenía planeado para mi. Una vez más mi fuerza de voluntad se impuso cuando tuve que firmar el acta de matrimonio. A pesar que la mano me temblaba ligeramente, fuí capaz de poner mi rúbrica sobre el documento. Bien, ahora si no había marcha atrás, estaba casada hasta el fin de mis días...

El beso que recibí al culminar la ceremonia, me desconcertó. Mientras un leve rubor subía por mis mejillas, despedí con una sonrisa a los extraños. Supongo que mi imagen ya la habían visto muchas veces, era la típica novia sonrojada; claro que en mi caso no era por la alegria de haberse casado...más bien era por las razones que me llevaron a esto. Con un suspiro ví la puerta cerrarse trás mi esposo. De pie en medio del salón, no pude siquiera moverme cuando le ví acercarse a mi. Levanté el rostro para hablar, pero no pude hacerlo puesto que me besó con tanta intensidad que no fuí capaz de resistirme y apartarle como habría hecho con cualquier otro, simplemente llevé mis manos hacia sus hombros para sostenerme. Había sido demasiada tensión para mi, y poco a poco sentía que las fuerzas me abandonaban. Me sentía completamente estúpida, por no poder hacer nada al respecto, pero mis ojos se fueron cerrando mientras una tenue neblina empezaba a rodearme...apenas era conciente de la presencia de Angel...hasta que simplemente no sentí nada...

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