AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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La Bella y la Bestia {Klett w. McLeod}
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La Bella y la Bestia {Klett w. McLeod}
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Una década atrás...La brisa con los tintes del invierno poco le importaban, su cuerpo no sentía el frío tan penetrante como debería hacerlo, acostumbrado a los más inhóspitos tiempos y a la soledad que le proporcionaba tranquilida. Isley, como todos le conocían, sin apellidos y sin nada más que le reconociera que su increíble fuerza y su habilidad como cazador, de los seres que se ocultaban en las tinieblas. Tan acostumbrado estaba que en su mundo pocas cosas diferentes a lo que vivía en el día a día cabían. Sería en uno de ellos, jstamente ese, en el que conocería a una chica, no se enamoraría de ella ni pretendería acercarse demasiado, pero sería lo que marcaría lo que sería años después una oportunidad diferente. Desde que tenía uso de razón había hecho aquello y no cabía otra posibilidad que eso. Una leyenda que se alzaba entre los suyos, pero que muy pocos conocían más que los hombres que le habían jurado lealtad tiempo atrás. Ellos no estaban con él en ese momento, celebraban el haber hecho sus trabajo como mejor sabían hacerlo, bebiendo y divirtiéndose a base de alcohol en una taberna. Él por su parte odiaba el barullo, así que se había ido caminando por los alrededores de aquel país que no era el suyo, una Inglaterra que pasarían años antes de que volviese a ver.
Fue ese día nublado y frío que en su camino se topó con esta jovencita, por lo general la habría pasado sin notarla, pero desde lo lejos le vio caminando con dificultad hasta caer finalmente al suelo. No necesitaba acercarse más para decir lo que sus sentidos y su percepción le decían. Le vio y a pesar de lo desvalida que podía verse, él no vio eso o no se habría detenido a verle. La compasión era para los débiles, él no la necesitaba, tampoco conocía lo que era ser amable porque él solo conocía lo hostil que había en su mundo, pero un hombre como él también puede reconocer en otros las habilidades o el poder que posean, a pesar de no ser la fuerza física, que aunque para él era más que importante, tenía seguro que para ella no lo era. Al verla supo que sería su mente lo único que podría salvarle. Entre el cuerpo y lo que había en tu cabeza se lograba la mayor fortaleza. Algunos no necesitaban ambas, porque no todos tenían todas las cualidades de la misma manera, algunos no poseen pizca de inteligencia.
Se acercó, no prestó atención a las ropas que ella traía puestas, simples aditamentos que nada hacían ni ayudaban y que alguien como él no necesitaba. No supo si ella le advirtió ni prestó atención si lo que había en su mirada era temor o admiración. Se limitó a tomarle del brazo y obligarle a levantarse. No fue amable, sus movimientos eran bruscos y las únicas mujeres con las que se había relacionado de cierta manera no eran delicadas doncellas o no necesitaban que les tratase de buena manera. Su hermana tal vez era lo más parecido, pero era algo que consideraba totalmente diferente. Por si acaso le sostuvo para que no cállese, sus brazos eran fuertes por el entrenamiento diario que le había formado desde su niñez, y el agarre de sus manos no era débil, él no pensaba en si podría hacerle daño, porque normalmente sus manos estaban hechas para matar a los seres que no eran humanos. Él cumplía órdenes, pero eran los licántropos y los vampiros las principales presas de su equipo. En esos tiempos otras razas aún no necesitaban o no se consideraba que debiesen ser erradicadas de acuerdo a quien las órdenes daba. Sería esta obediencia y su lealtad lo que en algunos años le ganarían el puesto en el que estaría.
Fue ese día nublado y frío que en su camino se topó con esta jovencita, por lo general la habría pasado sin notarla, pero desde lo lejos le vio caminando con dificultad hasta caer finalmente al suelo. No necesitaba acercarse más para decir lo que sus sentidos y su percepción le decían. Le vio y a pesar de lo desvalida que podía verse, él no vio eso o no se habría detenido a verle. La compasión era para los débiles, él no la necesitaba, tampoco conocía lo que era ser amable porque él solo conocía lo hostil que había en su mundo, pero un hombre como él también puede reconocer en otros las habilidades o el poder que posean, a pesar de no ser la fuerza física, que aunque para él era más que importante, tenía seguro que para ella no lo era. Al verla supo que sería su mente lo único que podría salvarle. Entre el cuerpo y lo que había en tu cabeza se lograba la mayor fortaleza. Algunos no necesitaban ambas, porque no todos tenían todas las cualidades de la misma manera, algunos no poseen pizca de inteligencia.
Se acercó, no prestó atención a las ropas que ella traía puestas, simples aditamentos que nada hacían ni ayudaban y que alguien como él no necesitaba. No supo si ella le advirtió ni prestó atención si lo que había en su mirada era temor o admiración. Se limitó a tomarle del brazo y obligarle a levantarse. No fue amable, sus movimientos eran bruscos y las únicas mujeres con las que se había relacionado de cierta manera no eran delicadas doncellas o no necesitaban que les tratase de buena manera. Su hermana tal vez era lo más parecido, pero era algo que consideraba totalmente diferente. Por si acaso le sostuvo para que no cállese, sus brazos eran fuertes por el entrenamiento diario que le había formado desde su niñez, y el agarre de sus manos no era débil, él no pensaba en si podría hacerle daño, porque normalmente sus manos estaban hechas para matar a los seres que no eran humanos. Él cumplía órdenes, pero eran los licántropos y los vampiros las principales presas de su equipo. En esos tiempos otras razas aún no necesitaban o no se consideraba que debiesen ser erradicadas de acuerdo a quien las órdenes daba. Sería esta obediencia y su lealtad lo que en algunos años le ganarían el puesto en el que estaría.
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Época actual. París. 1800
Is, como era conocido ahora, a pesar de tener relación con su nombre real se había decidido a la hora en que aceptara tomar el cargo de duque que lo mejor era que iniciara aquella nueva 'vida', según palabras de quien le había dado esa oportunidad, para romper lazos con su pasado, era por ello mismo que aunque tiempo atrás se consideraba innecesario para alguien como él portar un apellido ahora el suyo salía de las sombras para ser utilizado como un sello que él jamás tuvo. Pero era equitativo, había perdido lo que lo caracterizaba, su vida como cazador había terminado. Y a pesar de las protestas sin cesar de su hermana, a la que rara vez veía pero se habían hecho escuchar apenas se enteró de lo que hacía, no fueron motivo suficiente para desistir. Había tenido que averiguar muchas cosas antes de tomar el cargo. Hasta ese momento él no tenía idea de las tareas que debería cumplir. Ahora estaba medianamente acostumbrado. Su disciplina producto de muchos años estaba ayudando. Aunque le era indiferente poseer tierras o riquezas, había pensado, gracias a haber conocido a cierta persona que ocupar ese lugar en la sociedad podría traerle una oportunidad a más de una persona. Tal vez no sería un rey pero el poder político podía mover más cosas de lo que él habría podido moviéndose como cazador en las sombras.
Ese día estaba allí porque había escuchado algo de uno de sus sirvientes, que por cierto no eran simples personas. Estaba acostumbrado a trabajar con gente que supiera no le traicionaría bajo ninguna circunstancia y sobre todo que conocieran quién era. Así que entre sus mejores subordinados, se había llevado a algunos que permanecían bajo su mando y le ayudaban con todo lo que podría no verse tan bien si descubrían que alguien como él hacía. Extrañaba las noches de caza y odiaba tener que comportarse como un hombre bien portado, tarea que aún no creía llevar muy bien. Cuando estaba en el lugar que ahora habitaba, sus ropas no eran las que otros nobles consideraban adecuadas y en ese instante en el que caminaba tampoco lo eran. Su porte por lo menos desde el inicio era algo que no tenía por qué cambiar. Era un hombre orgulloso y a pesar de todo no estaba dispuesto a cambiar su personalidad. Tal vez ahora tendría que fingir un poco y su salvajismo había dado paso a algo que causara menor temor en las personas. Aún así su presencia, su estatura aunada con la complexión de su cuerpo aún parecía imponer cada que alguien le veía. Había muchas cuestiones que tal vez a un hombre deberían importarle, pero las prioridades de Is M. Montgomery no eran las mismas que las de la mayoría.
Amaba su patria, el honor y la lealtad eran indispensables para él, algo sin lo cual no consideraba que algo pudiese realmente existir. No tenía amigos, salvo tal vez ahora consideraría al grupo del príncipe, y eso aún estaba por verse, confiaba en el heredero de los Fontaine por razones que la mayoría desconocía, pues también eran ignorantes de lo que había en la cabeza de Is y del cómo había conocido a Jean. Lena, ella solo se había inmiscuido en su vida y le inspiraba una extraña sensación que le permitió que la chica se acercara lo suficiente, debía tener algo que ver con su forma de ser. Ahora, había algo que a pesar de los años no había podido olvidar y estando allí y enterarse que ella estaba también, había decidido ir a su encuentro, claro que para asegurarse había investigado antes, pero si caminaba por allí era con la clara intención de encontrarse con la regente del ducado McLeod. Años atrás, cuando le había conocido no había prestado atención a ese hecho, si ahora lo recordaba era porque la información que le habían llevado había refrescado su memoria. No había olvidado sus ojos y lo que había visto en ellos. De alguna extraña manera había estado más tiempo con ella que con cualquier otra persona, aún cuando él solo se limitaba a estar allí en sus encuentros. Al inicio se había mostrado reacio y luego solo dejo de importarle.
En aquel entonces le había visto como una persona a la que tenía que proteger, solo porque eso era lo que había despertado en él, pero los años habían pasado, y ahora quería ver en lo que aquella jovencita se había convertido. Se detuvo en algún punto del camino cuando observó una silueta familiar en aquel paraje. La verdad había hecho un par de cosas que no sabía como se tomarían por otros si se enterasen, tan solo para asegurarse de que sus pasos le guiarían hacia él ese día de invierno. Sonrió pensando que sus métodos tal vez no habían cambiado, solo que esta vez no estaba realmente cazando... Además había elegido aquel lugar gracias a los recuerdos y que prefería estar lejos del bullicio de todo lo que inundaba París a esas horas de la tarde. Observó el cielo, nublado y además la misma hora de aquel primer encuentro con ella, debía ser su subconsciente imaginando cosas.
Última edición por Is M. Montgomery el Mar Oct 02, 2012 10:37 pm, editado 1 vez
Is M. Montgomery- Realeza Germánica
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Re: La Bella y la Bestia {Klett w. McLeod}
Observo el cielo, habían pasado ya varios meses desde la muerte de Noah… lo sentía por el pobre hombre, el actor había aceptado ayudarla y parecía un candidato perfecto para la farsa que planeaba, pero grande había sido la sorpresa cuando el sujeto había sido asesinado de camino al ducado… no podía evitar sentirse culpable, ni siquiera sabia que era lo que lo había sucedido pero sentía que si ella no se hubiese involucrado el hombre aun seguía vivo, posiblemente era solo su manía de culparse por las cosas…
Cerro los ojos y tomo aire volviéndolos a abrir clavándolos en el cielo, había tenido una caminata corta para llegar a aquel lugar, si tuviese que escoger los puntos de su vida en que esta había cambiado, los puntos de inflexión, sin duda aquel claro, hace diez años era uno de ellos, después de todo de no haber encontrado a aquel cazador en aquella ocasión lo mas seguro es que ahora mismo estaría muerta. Se acarició los brazos y sintió que el pesar caía sobre ella, no tenia un prometido, su abuelo estaba cada vez peor y ella simplemente ya no sabia que hacer, cuando había encontrado a noah, el cielo parecía haberse despejado pero ahora, la tormenta estaba en puerta nuevamente, el sonido de pasos acercándose la hizo girarse y la visión que tuvo la dejo callada, sus enormes ojos azules parecieron aun mas grandes ante la sorpresa. Ahí, frete a ella estaba la sombra misma de su pasado, el hombre que últimamente había rondado su cabeza y el responsable de que estuviese paseando por aquellos lugares en aquellos mismos momentos, aquel que había salvado su vida hacia ya tantos años… años que por cierto no parecían haber pasado por el, acaso era una visión? No ella jamás imaginaria a Isley con las ropas que tenia ahora mismo, no eran precisamente pomposas, pero no eran las que siempre recordaba sobre el cuerpo grande y fuerte de su recuerdo mas claro, incluso mas claro que el de sus padres, posiblemente por que recordarlos aun dolía demasiado, el de isley siempre le daba mas fuerza.
-isley…- logro murmurar al fin y después de parpadear un par de veces- realmente estas aquí?- pregunto extrañada, que posibilidad había de encontrárselo 10 años después precisamente en el lugar en el que se habían conocido? Siempre creyó que pasados los años ahora el no parecería tan impresionante, pero se había equivocado, era justamente tan impresionante como recordaba…ser consiente de lo masculino que era posiblemente lo hacia mas impresionante ahora- isley, te casarías conmigo?- pregunto de la nada y es que la pregunta le había salido de la boca sin siquiera se diera cuenta, sin que lo pensara, solo sus labios habían soltado las palabras y al escucharlas…de alguna manera…le parecio una buena idea.
Cerro los ojos y tomo aire volviéndolos a abrir clavándolos en el cielo, había tenido una caminata corta para llegar a aquel lugar, si tuviese que escoger los puntos de su vida en que esta había cambiado, los puntos de inflexión, sin duda aquel claro, hace diez años era uno de ellos, después de todo de no haber encontrado a aquel cazador en aquella ocasión lo mas seguro es que ahora mismo estaría muerta. Se acarició los brazos y sintió que el pesar caía sobre ella, no tenia un prometido, su abuelo estaba cada vez peor y ella simplemente ya no sabia que hacer, cuando había encontrado a noah, el cielo parecía haberse despejado pero ahora, la tormenta estaba en puerta nuevamente, el sonido de pasos acercándose la hizo girarse y la visión que tuvo la dejo callada, sus enormes ojos azules parecieron aun mas grandes ante la sorpresa. Ahí, frete a ella estaba la sombra misma de su pasado, el hombre que últimamente había rondado su cabeza y el responsable de que estuviese paseando por aquellos lugares en aquellos mismos momentos, aquel que había salvado su vida hacia ya tantos años… años que por cierto no parecían haber pasado por el, acaso era una visión? No ella jamás imaginaria a Isley con las ropas que tenia ahora mismo, no eran precisamente pomposas, pero no eran las que siempre recordaba sobre el cuerpo grande y fuerte de su recuerdo mas claro, incluso mas claro que el de sus padres, posiblemente por que recordarlos aun dolía demasiado, el de isley siempre le daba mas fuerza.
-isley…- logro murmurar al fin y después de parpadear un par de veces- realmente estas aquí?- pregunto extrañada, que posibilidad había de encontrárselo 10 años después precisamente en el lugar en el que se habían conocido? Siempre creyó que pasados los años ahora el no parecería tan impresionante, pero se había equivocado, era justamente tan impresionante como recordaba…ser consiente de lo masculino que era posiblemente lo hacia mas impresionante ahora- isley, te casarías conmigo?- pregunto de la nada y es que la pregunta le había salido de la boca sin siquiera se diera cuenta, sin que lo pensara, solo sus labios habían soltado las palabras y al escucharlas…de alguna manera…le parecio una buena idea.
Klett W. McLeod- Cambiante/Realeza
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Re: La Bella y la Bestia {Klett w. McLeod}
Tuvo que reír ante aquello -Sé que mi presencia debe ser algo que no esperabas, Klett, pero no esperaba tal propuesta de tu parte apenas reencontrarnos - Aquellos grandes ojos color de mar le hicieron sonreír -Claro que me casaría contigo ¿quién podría negarse a tal oferta? - Se acercó hasta quedar a unos pasos. Ella sin duda había crecido, ya no era aquella niñita que conoció, podía verlo incluso en su mirada.
Y como siempre, escuchar aquel nombre que ya pocos conocían le hizo sonreír. Era verdad, para ella, él aún era aquella persona, y eso le hacía sentir bien de algún modo. Iba a decirle algo como 'Me da gusto verte' pero terminó acercándose y abrazándola. No solía hacer eso pero habían pasado los años y realmente ver su rostro le había despertado algo.
En aquel entonces esa chica le había parecido relativamente indefensa y al final había terminado disfrutando de su compañía, recordándolo se daba cuenta de que aunque ella le hablaba, el se limitaba a verle con esa cara que a muchos les daba miedo, pero como ella no parecía inmutarse él la escuchaba, no le daba consejos y a veces si alguien los veía, creería que no le estaba poniendo atención. A veces solo gruñía o hacía algún ruido en contestación a algo que ella mencionaba. De algún modo, después de tanto, se había encariñado con ella de alguna manera, hasta disfrutaba encontrársela y la muchacha parecía sentirse segura a su lado pues más de una vez se puso en cierta clase de riesgo al estar con él.
Claro, a su lado nada iba a pasarle y a él no le importaba que ella de repente se inmiscuyera cuando aún estaba de cacería, era hasta divertido, saber que tenía que protegerla y es que se daba cuenta de que no le asustaba ver lo que era ni lo que hacía, probablemente eso hizo que le viera de diferente forma casi desde el inicio.
Proteger a alguien, si, con ella era con quien había descubierto lo que se sentía tener a alguien que no fuera un cazador cerca. Había sido nuevo y entretenido. Sus hombres habían hecho comentarios al respecto y alguno mencionó algo de que si planeaba robársela, cosa que nunca le pasó por la cabeza, no sabía que clase de persona creían que era. Y si se acordó de eso fue por la propuesta de la actual duquesa de Inglaterra. Y ahora que lo pensaba, ¿por qué había dicho eso?
Y como siempre, escuchar aquel nombre que ya pocos conocían le hizo sonreír. Era verdad, para ella, él aún era aquella persona, y eso le hacía sentir bien de algún modo. Iba a decirle algo como 'Me da gusto verte' pero terminó acercándose y abrazándola. No solía hacer eso pero habían pasado los años y realmente ver su rostro le había despertado algo.
En aquel entonces esa chica le había parecido relativamente indefensa y al final había terminado disfrutando de su compañía, recordándolo se daba cuenta de que aunque ella le hablaba, el se limitaba a verle con esa cara que a muchos les daba miedo, pero como ella no parecía inmutarse él la escuchaba, no le daba consejos y a veces si alguien los veía, creería que no le estaba poniendo atención. A veces solo gruñía o hacía algún ruido en contestación a algo que ella mencionaba. De algún modo, después de tanto, se había encariñado con ella de alguna manera, hasta disfrutaba encontrársela y la muchacha parecía sentirse segura a su lado pues más de una vez se puso en cierta clase de riesgo al estar con él.
Claro, a su lado nada iba a pasarle y a él no le importaba que ella de repente se inmiscuyera cuando aún estaba de cacería, era hasta divertido, saber que tenía que protegerla y es que se daba cuenta de que no le asustaba ver lo que era ni lo que hacía, probablemente eso hizo que le viera de diferente forma casi desde el inicio.
Proteger a alguien, si, con ella era con quien había descubierto lo que se sentía tener a alguien que no fuera un cazador cerca. Había sido nuevo y entretenido. Sus hombres habían hecho comentarios al respecto y alguno mencionó algo de que si planeaba robársela, cosa que nunca le pasó por la cabeza, no sabía que clase de persona creían que era. Y si se acordó de eso fue por la propuesta de la actual duquesa de Inglaterra. Y ahora que lo pensaba, ¿por qué había dicho eso?
Is M. Montgomery- Realeza Germánica
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Re: La Bella y la Bestia {Klett w. McLeod}
Llevo una de sus manos a sus caderas al notar la sonrisa en los labios del otro, frunció el ceño, siendo consiente del humor en las palabras ajenas.
-isley estoy hablando con total seriedad, necesito casarme, lo necesito rápido y ya que apareces como caído del cielo por aquí si no tienes ya un compromiso previo hazme el favor de casarte conmigo, por supuesto no interferiré en tu trabajo, solo necesito que te tomes unas vacaciones cortas para la boda, por supuesto también te pagare. Después seguirás con tu vida, que te parece?- su ceño comenzó a suavizarse, hasta mostrar una expresión tranquila, su mirada se paseó por el lugar confirmando que estuviesen solos, su expresión se suavizo poco a poco- pero antes de hablar de negocios- hablo con seriedad antes de abjar un poco al menos sus defensas- me da gusto verte – se abrazó a si misma encogiéndose de hombros- pensaba que algo malo podría haberte pasado- se sonrojo apenas un poco y miro a otro lado- te recuerdo de vez en cuando- entonces recupero su seriedad- debes pagar mi preocupación haciéndome el favor que te pido- y nuevamente un cambio ligero en su voz- en verdad lo necesito Isley- dejando caer sus brazos a los lados y viendo al que era su última esperanza.
Por qué había acudido a el nada mas verlo? Por qué le pedía abiertamente y de la nada lo que había tenido tanto cuidado de guardar en secreto. Al parecer en el fondo aun era la pequeña jovencita que el había detenido de la muerte, ella aun lo veía como su salvador, solo con su presencia el podía infundirle seguridad, solo verlo sentía que el podia ser su salvador. Su mirada se clavo en la figura frente a el, Isley se veía mayor… pero no era viejo, de hecho… si lo observaba era un hombre increíblemente atractivo… fuerte…alto… masculino. “absolutamente mi tipo” y de cuantas mujeres mas no lo seria? A pesar de su trabajo isley se abría asentado ya? Después de todo cuantos años habían pasado? Cuanto abría el cambiado? Pero a quien mejor podía pedírselo? A Isley no tenía que darle excusas de por qué no compartir cama, con el no tendría que fingir ni esconder nada, con el todo podría ser mucho mas fácil, su trabajo se lo llevaría y todo quedaría en paz. El conocía su vida y la condición de su cuerpo, definitivamente no había mejor opción que isley, no la había… “por favor di que si” pensó para sus adentros “al menos que lo pensaras”
-isley estoy hablando con total seriedad, necesito casarme, lo necesito rápido y ya que apareces como caído del cielo por aquí si no tienes ya un compromiso previo hazme el favor de casarte conmigo, por supuesto no interferiré en tu trabajo, solo necesito que te tomes unas vacaciones cortas para la boda, por supuesto también te pagare. Después seguirás con tu vida, que te parece?- su ceño comenzó a suavizarse, hasta mostrar una expresión tranquila, su mirada se paseó por el lugar confirmando que estuviesen solos, su expresión se suavizo poco a poco- pero antes de hablar de negocios- hablo con seriedad antes de abjar un poco al menos sus defensas- me da gusto verte – se abrazó a si misma encogiéndose de hombros- pensaba que algo malo podría haberte pasado- se sonrojo apenas un poco y miro a otro lado- te recuerdo de vez en cuando- entonces recupero su seriedad- debes pagar mi preocupación haciéndome el favor que te pido- y nuevamente un cambio ligero en su voz- en verdad lo necesito Isley- dejando caer sus brazos a los lados y viendo al que era su última esperanza.
Por qué había acudido a el nada mas verlo? Por qué le pedía abiertamente y de la nada lo que había tenido tanto cuidado de guardar en secreto. Al parecer en el fondo aun era la pequeña jovencita que el había detenido de la muerte, ella aun lo veía como su salvador, solo con su presencia el podía infundirle seguridad, solo verlo sentía que el podia ser su salvador. Su mirada se clavo en la figura frente a el, Isley se veía mayor… pero no era viejo, de hecho… si lo observaba era un hombre increíblemente atractivo… fuerte…alto… masculino. “absolutamente mi tipo” y de cuantas mujeres mas no lo seria? A pesar de su trabajo isley se abría asentado ya? Después de todo cuantos años habían pasado? Cuanto abría el cambiado? Pero a quien mejor podía pedírselo? A Isley no tenía que darle excusas de por qué no compartir cama, con el no tendría que fingir ni esconder nada, con el todo podría ser mucho mas fácil, su trabajo se lo llevaría y todo quedaría en paz. El conocía su vida y la condición de su cuerpo, definitivamente no había mejor opción que isley, no la había… “por favor di que si” pensó para sus adentros “al menos que lo pensaras”
Klett W. McLeod- Cambiante/Realeza
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Re: La Bella y la Bestia {Klett w. McLeod}
No sabía por qué le decía aquello, pero supo que si no se lo dejaba claro ella creería que estaba bromeando. Se tardó en decir algo porque le causó cierta curiosidad el ver cómo decía todo aquello. Finalmente le sonrió de medio lado apoyando sus brazos en sus hombros haciendo ligera presión. Ella era como una muñeca hermosa a sus ojos, le parecía frágil pero no por eso le consideraba débil.
Era una mujer a la que no le negaría muchas cosas, porque a pesar de todo era una de las pocas personas a las que Is habría permitido acercarse -Klett, no necesito que me pagues por ello, lo sabes - Se había inclinado un poco para verle a esos hermosos y grandes ojos que poseía -Me casaré contigo si es lo que deseas, no importan las razones, lo haré por ti - Contestó tal vez con simpleza. Si ella quería explicarle por qué había dicho eso apenas verle si que quería saberlo, pero eso no condicionaba su respuesta. No necistaba ninguna especie de promesa, ella era una de las excepciones a sus reglas.
-No hay nada que me encantaría más que complacerte- Las intenciones de aquellas palabras llevaban más verdad de la que seguro ella les ameritaría al escucharlas. No le importó. Aquellos ojos siempre le habían cautivado. La primera vez le habían parecido tener un toque de inocencia y además le hacían parecer indefensa. En este momento veía aquel brillo que sin embargo le decía que aquella actitud altiva era solo una fachada creada por ella. No sabía para qué, pero esos ojos aún le cautivaban.
Sus palabras le hicieron caer en cuenta que ella no sabía nada acerca de su cargo -Puedo entregarte mi vida, Klett- lo dijo con una sonrisa. Era difícil decir hasta qué punto aquellas palabras eran dichas con determinado propósito. Sabía por su mirada que ella no lo tomaría como lo que era en realidad, aquella negación en sus pupilas sin embargo le hacían querer ver loq ue se desataría con todo esto.
Era una mujer a la que no le negaría muchas cosas, porque a pesar de todo era una de las pocas personas a las que Is habría permitido acercarse -Klett, no necesito que me pagues por ello, lo sabes - Se había inclinado un poco para verle a esos hermosos y grandes ojos que poseía -Me casaré contigo si es lo que deseas, no importan las razones, lo haré por ti - Contestó tal vez con simpleza. Si ella quería explicarle por qué había dicho eso apenas verle si que quería saberlo, pero eso no condicionaba su respuesta. No necistaba ninguna especie de promesa, ella era una de las excepciones a sus reglas.
-No hay nada que me encantaría más que complacerte- Las intenciones de aquellas palabras llevaban más verdad de la que seguro ella les ameritaría al escucharlas. No le importó. Aquellos ojos siempre le habían cautivado. La primera vez le habían parecido tener un toque de inocencia y además le hacían parecer indefensa. En este momento veía aquel brillo que sin embargo le decía que aquella actitud altiva era solo una fachada creada por ella. No sabía para qué, pero esos ojos aún le cautivaban.
Sus palabras le hicieron caer en cuenta que ella no sabía nada acerca de su cargo -Puedo entregarte mi vida, Klett- lo dijo con una sonrisa. Era difícil decir hasta qué punto aquellas palabras eran dichas con determinado propósito. Sabía por su mirada que ella no lo tomaría como lo que era en realidad, aquella negación en sus pupilas sin embargo le hacían querer ver loq ue se desataría con todo esto.
Is M. Montgomery- Realeza Germánica
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Re: La Bella y la Bestia {Klett w. McLeod}
Su expresión se suavizo lentamente, lo decía en serio? En verdad iba a hacerlo? Iban a se sus preocupaciones en aquel mismo instante? Observo al hombre al rostro, ella confiaba en isley era probablemente el único hombre aparte de su abuelo en el que confiaba, isley le daba seguridad, confianza y también le agradaba, despertaba cierta admiración, el único problema es que también le gustaba. Isley era alto, imponente, masculino un infierno de hombre andante. Viéndolo de frente sabia que sus recuerdos sobre el se quedaban cortos, el sujeto te quitaba el aliento en mas de un sentido… Eso no era bueno, ella necesitaba un marido al que pudiese permanecer indiferente, peor ya que is era cazador no debería haber problema, tendría que resistir a sus sentimientos solo el tiempo necesario antes de que el se marchara.
-lo dices en serio isley?- pregunto despacio, su voz mas suave, lo mas cercano a la inseguridad que podría escucharse en ella- no sabia si is se lo estaba tomando en serio o no, esperaba que no, realmente parecía que no pero…quien acepta una boda asi como asi después de ver a una persona a la que no se ah visto en 18 años?- yo creo que debería pagarte, es algo muy importante ir, tal vez no tengas interés en nadie de momento pero algún dia querrás casarte y su seré un impedimento, déjame pagarte…- además si le pagaba sentiría que is no tendría mas remedio que cumplir, de no hacerlo casi tenia miedo de que saliera huyendo en cualquier momento dejándola sola de nuevo.
Extendió una de sus manos y sus dedos alcanzaron la mejilla ajena, la piel era dura…y real… sonrio casi sin notarlo, una sonrisa que no habia estado en su rostro desde hace años- realmente estas aquí… isley, no estoy jugando. Mi abuelo esta muriendo y quiere verme casada y segura antes de hacerlo, solo quiero darle eso… solo necesito que te quedes a mi lado por poco tiempo. Después no te molestare te lo aseguro- a pesar de que el había dicho que si seguía sintiendo la necesidad de querer convencerlo. Ahí parada junto a el, debiendo levantar la cabeza para verlo se dio cuenta de su error, se habia acercado demasiado… tocarlo…sentirlo tan cerca.., era mas tentación aun… quería pasar sus dedos por su cuerpo completo, se preguntaba si seria igual de duro y firme en todos lados.
-lo dices en serio isley?- pregunto despacio, su voz mas suave, lo mas cercano a la inseguridad que podría escucharse en ella- no sabia si is se lo estaba tomando en serio o no, esperaba que no, realmente parecía que no pero…quien acepta una boda asi como asi después de ver a una persona a la que no se ah visto en 18 años?- yo creo que debería pagarte, es algo muy importante ir, tal vez no tengas interés en nadie de momento pero algún dia querrás casarte y su seré un impedimento, déjame pagarte…- además si le pagaba sentiría que is no tendría mas remedio que cumplir, de no hacerlo casi tenia miedo de que saliera huyendo en cualquier momento dejándola sola de nuevo.
Extendió una de sus manos y sus dedos alcanzaron la mejilla ajena, la piel era dura…y real… sonrio casi sin notarlo, una sonrisa que no habia estado en su rostro desde hace años- realmente estas aquí… isley, no estoy jugando. Mi abuelo esta muriendo y quiere verme casada y segura antes de hacerlo, solo quiero darle eso… solo necesito que te quedes a mi lado por poco tiempo. Después no te molestare te lo aseguro- a pesar de que el había dicho que si seguía sintiendo la necesidad de querer convencerlo. Ahí parada junto a el, debiendo levantar la cabeza para verlo se dio cuenta de su error, se habia acercado demasiado… tocarlo…sentirlo tan cerca.., era mas tentación aun… quería pasar sus dedos por su cuerpo completo, se preguntaba si seria igual de duro y firme en todos lados.
Klett W. McLeod- Cambiante/Realeza
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Re: La Bella y la Bestia {Klett w. McLeod}
Si, tal como había pensado ella no lo estaba tomando de aquella forma en la que sus palabras habían sido dichas. Le escuchó y le vio acercar su mano ara tocarle. En otros tiempos cuando al vio más jóven, cada vez que lo intentaba se portaba arisco y no le dejaba hacerlo, pero ahora era diferente. Quisiera o no los años quellevaba fuera del campo de batalla le había hecho cambiar al ir acostumbrándose a tratar con más gente.
-Klett...- Habló despacio y le tomó por la cintura sosteniéndole con fuerza -Lo diré claro. Tienes razón, no hay alguien que me interese en este momento... Vamos a hacerlo a tu modo... pero sabes bien que el dinero no me interesa en lo más mínimo... Así que lo haremos así... - Le devolvió una sonrisa -No me interesa que me pagues con bienes de ese tipo. Entonces déjame hacerlo de este modo. Es una farsa ahora, déjame quedarme contigo, si un día quieres que me marche, lo haré -Hizo una pausa acercándola un poco más -No se me da bien mentir, Klett, así que seré tu pareja hasta que decidas que lo soy realmente o decidas lo contrario. ¿Está bien eso para ti?- ¿Qué quería que dijese? El rara vez se interesaba en tener una relación y hasta ahora en realidad no podría decir que hubiese tenido alguna. Su carácter, lo que fue su vida no se lo habían permitido y es que en gran parte no se hubiese podido con aquella forma de ser que tenía.
Pero Klett W. McLeod le conocíó en aquellos tiempos y eso le hacía verle de forma diferente. Justo ahora que le había visto y había hecho aquella propuesta se había dado cuenta de algo. No le importaba complacerla y la razón era muy simple. Ella le gustaba, quería protegerla, pero más allá de eso, se daba cuenta de que era hermosa y él sentía que quería conocerla aún más. Eso sin duda ponía las cosas a un nivel distinto. No era ciego ni insensible. Tal vez él en otras circunstancias no habría intentado llegar lejos y solo buscaría su amistad, pero justo ahora, viendo las cosas, pensó que quería algo más que eso. Sería complicado, podía verlo en sus ojos, el convencerla sería algo distinto. Ella se negaría aver lo que él intentaba decirle, por eso se aferraba a la idea de que él se iría en un momento. No sabía por qué, pero creía que ella seguía creyendo que no había nadie que pudiese estar a su lado de aquella forma y él creía que en eso se equivocaba.
-Seré tu prometido a mis ojos y a los del resto... así que sellemos este acuerdo- Y entonces hizo algo que podía provocar tal vez que aquello se fuese por la borda, pero decían que era la mejor forma de averiguar si aquello sería posible. Se acercó a su rostro, lo hizo despacio como para ver su reacción a lujo de detalle, sabía que no podría escapar de su agarre, así que se sintió un poco culpable, Entrelazó la otra mano con sus cabellos desacomodándolos un poco y finalmente le besó. Le sostuvo con firmeza sintiendo la calidez y la suavidad de sus labios.
-Klett...- Habló despacio y le tomó por la cintura sosteniéndole con fuerza -Lo diré claro. Tienes razón, no hay alguien que me interese en este momento... Vamos a hacerlo a tu modo... pero sabes bien que el dinero no me interesa en lo más mínimo... Así que lo haremos así... - Le devolvió una sonrisa -No me interesa que me pagues con bienes de ese tipo. Entonces déjame hacerlo de este modo. Es una farsa ahora, déjame quedarme contigo, si un día quieres que me marche, lo haré -Hizo una pausa acercándola un poco más -No se me da bien mentir, Klett, así que seré tu pareja hasta que decidas que lo soy realmente o decidas lo contrario. ¿Está bien eso para ti?- ¿Qué quería que dijese? El rara vez se interesaba en tener una relación y hasta ahora en realidad no podría decir que hubiese tenido alguna. Su carácter, lo que fue su vida no se lo habían permitido y es que en gran parte no se hubiese podido con aquella forma de ser que tenía.
Pero Klett W. McLeod le conocíó en aquellos tiempos y eso le hacía verle de forma diferente. Justo ahora que le había visto y había hecho aquella propuesta se había dado cuenta de algo. No le importaba complacerla y la razón era muy simple. Ella le gustaba, quería protegerla, pero más allá de eso, se daba cuenta de que era hermosa y él sentía que quería conocerla aún más. Eso sin duda ponía las cosas a un nivel distinto. No era ciego ni insensible. Tal vez él en otras circunstancias no habría intentado llegar lejos y solo buscaría su amistad, pero justo ahora, viendo las cosas, pensó que quería algo más que eso. Sería complicado, podía verlo en sus ojos, el convencerla sería algo distinto. Ella se negaría aver lo que él intentaba decirle, por eso se aferraba a la idea de que él se iría en un momento. No sabía por qué, pero creía que ella seguía creyendo que no había nadie que pudiese estar a su lado de aquella forma y él creía que en eso se equivocaba.
-Seré tu prometido a mis ojos y a los del resto... así que sellemos este acuerdo- Y entonces hizo algo que podía provocar tal vez que aquello se fuese por la borda, pero decían que era la mejor forma de averiguar si aquello sería posible. Se acercó a su rostro, lo hizo despacio como para ver su reacción a lujo de detalle, sabía que no podría escapar de su agarre, así que se sintió un poco culpable, Entrelazó la otra mano con sus cabellos desacomodándolos un poco y finalmente le besó. Le sostuvo con firmeza sintiendo la calidez y la suavidad de sus labios.
Is M. Montgomery- Realeza Germánica
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Re: La Bella y la Bestia {Klett w. McLeod}
Sus ojos se fueron abriendo grandes conforme las palabras salían de los labios, de is, sintió su agarre pero estaba paralizada, que es lo que le quería decir con todo aquellos- is…- comenzó a decir pero no supo que decirle, que quería decir con aquello. Decía que no había nadie que le interesara entonces como nadie le interesaba podía ser su pareja? De verdad? Y cuando encontrara a alguien mas que? Es mas como diablos iban a ser una pareja si…bueno…no se podia. Por un momento el pensamiento de que is estuviese intentando engañarla le cruzo por la mente…pero is no era asi… sus labios se movieron pero no slaio sonido alguno. Y si is era como todos los demás? Tal vez se habia apresurado a confiar en el demasiado rápido, cuando tenia 14 que tan buen juicio podría haber tenido? O quien decía que no podría haber cambiado? Que era ahora alguna especie de ladron…de caza fortunas… Por un segundo le paso por la cabeza que no importaba, después de todo todos daban algo en una relación, a algunos amor, otros atención…ella daría dinero. Pero aparto rápidamente el pensamiento. Levanto sus decididos ojos a is y fue entonces cuando su mundo se vino abajo
El rostro de is se acerco lentamente a ella, no pudo moverse no pudo mover un solo musculo, sintió los labios cálidos contra los suyos y sus parpados pesaron, un gemido se ahogo en su garganta y se quedo quieta donde estaba, los labios de is se movieron sobre los suyos y ella movió los propios torpemente, no tenia mucha experiencia en la rama- is…- susurro y el sonido de su propia voz le helo la sangre, rápidamente se aparto sintiendo que la sangre le explotaría en la cara, debía haberse acumulado toda en sus pálidas mejillas- solo necesito un prometido de farsa- exclamo a la defensiva. Levanto sus ojos suavemente a is, no podía hacerlo enojar era su ultima esperanza…si esa era la razón no debía hacerlo enojar por eso, podría querer marcharse, no quería que se marchara, intento encontrar las palabras- tu… de entre todos deberías saberlo is… yo no puedo ser, no puedo- se quedo sin palabras y se quedo en silencio intentando recuperar la compostura, negó separándose de is dejando qe su cuerpo se estabilizara y su mente se recuperara, algo difícil cuando la respiración se había agitado y su pulso estaba fuera de control- no tengo nada que ofrecer como mujer isley, agradezco tu… interés pero solo necesito un prometido falso y una boda real.
El rostro de is se acerco lentamente a ella, no pudo moverse no pudo mover un solo musculo, sintió los labios cálidos contra los suyos y sus parpados pesaron, un gemido se ahogo en su garganta y se quedo quieta donde estaba, los labios de is se movieron sobre los suyos y ella movió los propios torpemente, no tenia mucha experiencia en la rama- is…- susurro y el sonido de su propia voz le helo la sangre, rápidamente se aparto sintiendo que la sangre le explotaría en la cara, debía haberse acumulado toda en sus pálidas mejillas- solo necesito un prometido de farsa- exclamo a la defensiva. Levanto sus ojos suavemente a is, no podía hacerlo enojar era su ultima esperanza…si esa era la razón no debía hacerlo enojar por eso, podría querer marcharse, no quería que se marchara, intento encontrar las palabras- tu… de entre todos deberías saberlo is… yo no puedo ser, no puedo- se quedo sin palabras y se quedo en silencio intentando recuperar la compostura, negó separándose de is dejando qe su cuerpo se estabilizara y su mente se recuperara, algo difícil cuando la respiración se había agitado y su pulso estaba fuera de control- no tengo nada que ofrecer como mujer isley, agradezco tu… interés pero solo necesito un prometido falso y una boda real.
Klett W. McLeod- Cambiante/Realeza
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Re: La Bella y la Bestia {Klett w. McLeod}
Le observó sin immutarse -¿Qué es lo que no tienes tu que otras si tengan Klett? Te lo digo porque te he visto, hay todo tipo de personas ¿por qué no pensar en la posibilidad? -Alzó las manos. Presionarla no era el punto después de todo. Estuvo a punto de soltar un suspiro. -Seré tu prometido y seré tu esposo hasta que digas lo contrario ¿está bien eso para ti? Sin embargo, tendrás que acostumbrarte, aún siendo una farsa, voy a actuar como tal- Bien, se podía hacer de las forma que quería de momento. Ya vería qué pasaba entonces.
Klett, por como le había conocido entonces no era exactamente convencional. -Acostúmbrate a mi presencia, Klett-Caminó hacia ella lentamente. Le hablaba de esa manera que muchos ocnsideraban ruda, pero no tenía otra forma de hacerlo. Le tomó por la muñeca sin lastimarla, aún podía medir su fuerza, y empezó a caminar moviéndose por aquel sendero -Aunque Klett, no veo la diferencia para que digas que tu no tienes algo que las otras mujeres sí.... ¿entiendes eso? No digas eso- Cualquiera diría que estaba molesto, y tal vez en cierto modo que ella pensara eso no le agradaba mucho, pero no estaba enfadado con ella.
Se detuvo. Sabía que estaban lejos de la zona poblada y aún así aún quería estar aún mas profundo bajo la proteción de los árboles y de la noche. A través de la copa de los árboles podía ver el brillo de la luna. No le soltó aún cuando se detuvo -Klett, mi nombre... ahora me conocen com o Is por estas tierras, puedes seguir llamándome Isley, a decir verdad me siento mejor de ese modo- Si, era como si le recordara esos tiempos que se suponía había dejado atrás, pero nolo había hecho del todo, se sentía cómodo cuando pronunciaba su nombre de esa manera viéndole con esos grandes ojos que hacía mucho no veía -Lo haré a tu modo... - Dijo como cerrando lo que antes estaban hablando.
Klett, por como le había conocido entonces no era exactamente convencional. -Acostúmbrate a mi presencia, Klett-Caminó hacia ella lentamente. Le hablaba de esa manera que muchos ocnsideraban ruda, pero no tenía otra forma de hacerlo. Le tomó por la muñeca sin lastimarla, aún podía medir su fuerza, y empezó a caminar moviéndose por aquel sendero -Aunque Klett, no veo la diferencia para que digas que tu no tienes algo que las otras mujeres sí.... ¿entiendes eso? No digas eso- Cualquiera diría que estaba molesto, y tal vez en cierto modo que ella pensara eso no le agradaba mucho, pero no estaba enfadado con ella.
Se detuvo. Sabía que estaban lejos de la zona poblada y aún así aún quería estar aún mas profundo bajo la proteción de los árboles y de la noche. A través de la copa de los árboles podía ver el brillo de la luna. No le soltó aún cuando se detuvo -Klett, mi nombre... ahora me conocen com o Is por estas tierras, puedes seguir llamándome Isley, a decir verdad me siento mejor de ese modo- Si, era como si le recordara esos tiempos que se suponía había dejado atrás, pero nolo había hecho del todo, se sentía cómodo cuando pronunciaba su nombre de esa manera viéndole con esos grandes ojos que hacía mucho no veía -Lo haré a tu modo... - Dijo como cerrando lo que antes estaban hablando.
Is M. Montgomery- Realeza Germánica
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Re: La Bella y la Bestia {Klett w. McLeod}
Frunció el ceño levantando el mentón con orgullo- y exactamente que quiere decir eso?- pregunto con la voz ligeramente afectada, deteniéndose, oponiéndose a que isley guiara su camino- que es lo que esperas de mi? Sabes perfectamente lo que me sucedió. Puede que no las hayas visto, pero mis piernas están destrozadas, que mi rostro sea bello no ayuda solo las hace ver peor. Ningún hombre!!- pero se detuvo a mitad de la frase, como si acabase de notar algo, un sonrojo cubrió fuertemente sus mejillas y paso duro decidiendo que no podia flaquear, no se había ganado su reputación por medir sus palabras- ningún hombre podría yacer conmigo, al menos no con la luz encendida- diciendo cada palabra con altivez y un orgullo inquebrantable, su apariencia no iba a hacerla menos, simplemente no era el ideal de esposa, pero aun era la Duquesa mcLeod, ella no bajaría la mirada, no decaería ante nadie, ni siquiera ante is, el ya había visto la parte mas vulnerable de ella, no tenia por que ver mas.
Tomo aire y se fue tranquilizando poco a poco antes de clavar sus ojos en su próximo esposo- puedo acostumbrarme a tenerte cerca is, realmente no me molesta tu…presencia me es agradable…pero no puedo ofrecer mas, no pienso humillarme a mi misma intentando complacer a ningún hombre, ni siquiera a ti. Ahora- dijo intentando zanjar la conversación- Por que haz cambiado tu nombre? Cuestiones de trabajo?- ella tenia una idea del trabajo de is, por lo que entendía que si el lo hacia por esa razón no habia nada mas que preguntar y ella respetaba eso. Is era un hombre honorable, no solo eso también era decidido y con un fuerte carácter…si las circunstancias no fuesen como era… seguramente ella… podría intentar tener…un matrimonio real… Se reprendió a si misma inmediatamente, ella NO necesitaba un marido real!!
Tomo aire y se fue tranquilizando poco a poco antes de clavar sus ojos en su próximo esposo- puedo acostumbrarme a tenerte cerca is, realmente no me molesta tu…presencia me es agradable…pero no puedo ofrecer mas, no pienso humillarme a mi misma intentando complacer a ningún hombre, ni siquiera a ti. Ahora- dijo intentando zanjar la conversación- Por que haz cambiado tu nombre? Cuestiones de trabajo?- ella tenia una idea del trabajo de is, por lo que entendía que si el lo hacia por esa razón no habia nada mas que preguntar y ella respetaba eso. Is era un hombre honorable, no solo eso también era decidido y con un fuerte carácter…si las circunstancias no fuesen como era… seguramente ella… podría intentar tener…un matrimonio real… Se reprendió a si misma inmediatamente, ella NO necesitaba un marido real!!
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Re: La Bella y la Bestia {Klett w. McLeod}
-No te autocompadezcas, Klett- Le molestaba, realmente lo hacía el que hablara de esa manera, aquello había salido casi como un gruñido de sus labios -Ningún hombre dices? Háblame de horrores y estoy seguro que he visto cosas peores - Su cabeza le decía que detuviera sus palabras, no debía tratar así a una dama, eso decían, pero bueno, eso era cuando la situación lo ameritaba -Deja de verte de ese modo y tal vez los demás también lo hagan, no eres solo una cara bonita y esa actitud a mí al menos no me esconde nada. No digas cosas como esa, es realmente frustrante- Seguro que la expresión en su rostro era más dura que sus palabras. Hablar no era exactamente lo suyo, por eso no podía er como los otros hombres en la nobleza. Es más, no le gustaba estar en ese punto, pero lo había hecho por una buena razón.
Sobre su nombre -Lo que hago ahora no me permite que e reconozcan por mi nombre, también ya no es solo mi nombre, mis paellidos han vuelto a mí, no como en aquel entonces- Si, en esos tiempos era fácil. Solo destrozar sobrenaturales y no tenía que preocuparse de su estatus o de sí tenía un apellido que tuviera que cuidar. Bueno, ahora tampoco realmente. Pero sería mal visto si le descubrían aún renuente a abandonar su forma de vida. Era un cazador y lo sería hasta el final de sus días probablemente. Tal vez su nombre ya no resonaba entre las sombras y no moriría de la forma que creyó que lo haría, pero no era tan malo. Tenía sus ventajas y eran unos hilos diferentes que debía mover.
Explicarle como había llegado al punto en el que estaba y porque tenía un título, realmente estaba pensando como soltarlo sin dar muchas vueltas, pero tenía la sensación de no tener que decirlo y el siempre confiaba en su instinto. De cualquier forma no era fácil explicarlo para él. Se lo diría tal cual en un momento si veía que aquello era infundado. Probablemente era por la forma en la que hablaba de su trabajo, el cual ya no tenía pero que a veces seguía practicando. Suspiró pesadamente viéndola de esa forma que normalmente asustaría a las personas, pero Klett no había temido antes eso y no creía que fuese a hacerlo ahora.
Ella era complicada, eso lo había pensado antes y ahora la situación era igual o peor, quién sabe. Él no comprendía las cosas que parecían preocuparle en absoluto. ¿Qué hacer? Se acercó y le abrazó tal vez con más fuerza de la necesaria -Lo haré a tu manera, pero vuelves a hablar así de tí misma y entonces no solo escucharás mis palabras- No, no era una amenaza en realidad, por mucho que lo pareciera, pero no iba a lidiar con eso con alguien al que le tenía el mínimo de confianza. Aunque esa actitud altiva de ella le parecía divertida de alguna manera, era como una provocación a sus sentidos.
Sobre su nombre -Lo que hago ahora no me permite que e reconozcan por mi nombre, también ya no es solo mi nombre, mis paellidos han vuelto a mí, no como en aquel entonces- Si, en esos tiempos era fácil. Solo destrozar sobrenaturales y no tenía que preocuparse de su estatus o de sí tenía un apellido que tuviera que cuidar. Bueno, ahora tampoco realmente. Pero sería mal visto si le descubrían aún renuente a abandonar su forma de vida. Era un cazador y lo sería hasta el final de sus días probablemente. Tal vez su nombre ya no resonaba entre las sombras y no moriría de la forma que creyó que lo haría, pero no era tan malo. Tenía sus ventajas y eran unos hilos diferentes que debía mover.
Explicarle como había llegado al punto en el que estaba y porque tenía un título, realmente estaba pensando como soltarlo sin dar muchas vueltas, pero tenía la sensación de no tener que decirlo y el siempre confiaba en su instinto. De cualquier forma no era fácil explicarlo para él. Se lo diría tal cual en un momento si veía que aquello era infundado. Probablemente era por la forma en la que hablaba de su trabajo, el cual ya no tenía pero que a veces seguía practicando. Suspiró pesadamente viéndola de esa forma que normalmente asustaría a las personas, pero Klett no había temido antes eso y no creía que fuese a hacerlo ahora.
Ella era complicada, eso lo había pensado antes y ahora la situación era igual o peor, quién sabe. Él no comprendía las cosas que parecían preocuparle en absoluto. ¿Qué hacer? Se acercó y le abrazó tal vez con más fuerza de la necesaria -Lo haré a tu manera, pero vuelves a hablar así de tí misma y entonces no solo escucharás mis palabras- No, no era una amenaza en realidad, por mucho que lo pareciera, pero no iba a lidiar con eso con alguien al que le tenía el mínimo de confianza. Aunque esa actitud altiva de ella le parecía divertida de alguna manera, era como una provocación a sus sentidos.
Is M. Montgomery- Realeza Germánica
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Re: La Bella y la Bestia {Klett w. McLeod}
Escucharlo hablar hizo estremecer su interior, apretó los puños con deseos de golpear su rostro, pero se controlo como siempre, no debía hacerlo, el respondían su pregunta y se alejo del tema justo como ella había deseado, no podía reaccionar violentamente y llevar a una discusión acerca de su aspecto. Guanto las lagrimas que amenazaban con salir, que el había visto cosas peores decía? Así que que? Como diablos decirle que ella no necesitaba alguien que pudiese “soportar” la visión de sus piernas? Daría lo que fuera por cambiar al menos esa parte de ella, estaba harta de pensar en lo perfecta que era en todos los demás aspectos solo para olvidar la monstruosidad bajo la ropa.
Asintió ante las palabras de is, asi que ahora tenia una nueva ocupación eh? Solo esperaba que eso no le complicara las cosas, si is se habia vuelto un hombre que esperaba asentarse y tener una familia ella estaba por arruinarle la vida, ella no podía darle hijos por que obviamente no serian un matrimonio consumado, aun si el encontraba a alguien a quien amar no podría casarse, tendia que reducir a su amada a una amante… eso…podría ser duro. Por otro lado, su abuelo moriría pronto y después de eso ella podría vivir una vida tranquila hasta que eso ocurriera, si is llegaba a necesitar su libertad siempre podía quedar viudo, el era un cazador cierto? En el interior aun era un cazador, simplemente tendría que decirle la verdad sobre su naturaleza y listo, isley podría quedar tranquilamente viudo.
Sintió los brazos fuertes envolverla, la seguridad del cuerpo grande y la calidez de su piel… aun seguía apretando los puños y sin saber como las lagrimas simplemente afloraron, escaparon las que habían sido retenidas durante los últimos ocho años, las que se habia jurado no derramar en frente de nadie… pero ya habia llorado frente is antes verdad? Que mas daba una mas? Sus brazos se aferraron a isley, abrazándolo con fuerza sus uñas se enterraron en su espalda- eres un imbesil!!!- grito en pleno llanto, no quero un matrimonio normal no quiero intentarlo, ya lo intente!!! Crees que eres el primero que cree que puede… soportar la visión??? – por supuesto isley no lo sabia, no sabia lo que habia pasado con ella después de que sus piernas se recuperaran todo lo que podían- eres un idiota!!!.- lloro y enterró su rostro en el pecho del cazador, como una niña nuevamente. Quería tanto simplemente seguir tranquilamente con su vida, quería tanto no pensar en su apariencia, quería tanto solo olvidarse del insistente anhelo que se escondía en su pecho, del calor que pedía su piel cuando las noches frías hacían crujir sus huesos… quería tanto solo no pensar en eso.
Asintió ante las palabras de is, asi que ahora tenia una nueva ocupación eh? Solo esperaba que eso no le complicara las cosas, si is se habia vuelto un hombre que esperaba asentarse y tener una familia ella estaba por arruinarle la vida, ella no podía darle hijos por que obviamente no serian un matrimonio consumado, aun si el encontraba a alguien a quien amar no podría casarse, tendia que reducir a su amada a una amante… eso…podría ser duro. Por otro lado, su abuelo moriría pronto y después de eso ella podría vivir una vida tranquila hasta que eso ocurriera, si is llegaba a necesitar su libertad siempre podía quedar viudo, el era un cazador cierto? En el interior aun era un cazador, simplemente tendría que decirle la verdad sobre su naturaleza y listo, isley podría quedar tranquilamente viudo.
Sintió los brazos fuertes envolverla, la seguridad del cuerpo grande y la calidez de su piel… aun seguía apretando los puños y sin saber como las lagrimas simplemente afloraron, escaparon las que habían sido retenidas durante los últimos ocho años, las que se habia jurado no derramar en frente de nadie… pero ya habia llorado frente is antes verdad? Que mas daba una mas? Sus brazos se aferraron a isley, abrazándolo con fuerza sus uñas se enterraron en su espalda- eres un imbesil!!!- grito en pleno llanto, no quero un matrimonio normal no quiero intentarlo, ya lo intente!!! Crees que eres el primero que cree que puede… soportar la visión??? – por supuesto isley no lo sabia, no sabia lo que habia pasado con ella después de que sus piernas se recuperaran todo lo que podían- eres un idiota!!!.- lloro y enterró su rostro en el pecho del cazador, como una niña nuevamente. Quería tanto simplemente seguir tranquilamente con su vida, quería tanto no pensar en su apariencia, quería tanto solo olvidarse del insistente anhelo que se escondía en su pecho, del calor que pedía su piel cuando las noches frías hacían crujir sus huesos… quería tanto solo no pensar en eso.
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Re: La Bella y la Bestia {Klett w. McLeod}
Al verla así y escuchar sus palabras no supo bien como actuar, no era lo suyo estar diciendo palabras bonitas o de consuelo, jamás lo había hecho, pero verle llorr de esa forma de algún modo le hizo sentir más tranquilo -No es sobre soportar o no Klett... crees acaso que me importa? A veces uno decide sin que para otros tenga lógica - Por cierto que sus decisiones parecían nunca tenerlaa los ojos de los demás. Dejó que siguiera llorando sosteniéndola de ese modo, parecía tan frágil a su lado, en serio, no podía dejar de pensarlo, en que si no era un cazador, toda esa habilidad, quería usarla para protegerla de algún modo. La forma en la que se aferraba a él podía decirle algo cuando menos y él sabía que no quería dejarla sola.
Pasó una de sus manos por su frente obligándola a hacer hacia atrás la cabeza para poder verla -No lo intentes, no pienses en ello, simplemente estaré ahí y si un día llegó a convencerte por mí estará bien, si no, tu no debes preocuparte- Pasó sus toscas manos por aquel delicado rostro limpiando sus mejillas al verlas empapadas en lágrimas -Puedes llorar, gritar, puedes golpearme, no te quedes con nada ni temas que me enfade contigo porque no sucederá - Claro, con él no tenía que preocuparse de que sus golpes le hicieran algo ni siquiera molestarlo. Desde que le había conocido había visto en esos ojos algo diferentey ahora aunque los años habían transcurrido para él seguían teniendo ese mismo brillo, pese a lo que hubiese pasado y le hiciera llorar y decir esas cosas.
Se movió un poco y con toda la delicadeza que le era posible, que si bien no era mucha, la levantó en brazos con facilidad, sus movimientos no eran suaves, le era casi imposible, su rudeza, el tiempo que había sido simplemente un ser que solo salía a matar aquello que consideraba peligroso le habían dejado eso. Pese a que ahora supiese comportarse frente a la gente, esa era su fachada, y aún así, seguía lejos de ser como aquella gente de la nobleza y tampoco le importaba mientras pudiese cumplir con lo que su cargo ameritaba y lograr completar ls propósitos que había puesto al aceptar ello. Estar ahí le daba algo que su posición como cazador no, el poder de poder cambiar las cosas a un nivel distinto -Te llevaré a casa ¿esta bien?- No, no necesitaba preguntar, sabía a dónde dirigirse o no habría estado allí en primer lugar. Por ella o por el príncipe, sin embargo, habría dejado todo sin chistar. No lo diría en voz alta, pero estaba convencido de que era de esa forma. Desde que les había conocido eran ls únicos que habían llegado a él de una forma distinta.
Pasó una de sus manos por su frente obligándola a hacer hacia atrás la cabeza para poder verla -No lo intentes, no pienses en ello, simplemente estaré ahí y si un día llegó a convencerte por mí estará bien, si no, tu no debes preocuparte- Pasó sus toscas manos por aquel delicado rostro limpiando sus mejillas al verlas empapadas en lágrimas -Puedes llorar, gritar, puedes golpearme, no te quedes con nada ni temas que me enfade contigo porque no sucederá - Claro, con él no tenía que preocuparse de que sus golpes le hicieran algo ni siquiera molestarlo. Desde que le había conocido había visto en esos ojos algo diferentey ahora aunque los años habían transcurrido para él seguían teniendo ese mismo brillo, pese a lo que hubiese pasado y le hiciera llorar y decir esas cosas.
Se movió un poco y con toda la delicadeza que le era posible, que si bien no era mucha, la levantó en brazos con facilidad, sus movimientos no eran suaves, le era casi imposible, su rudeza, el tiempo que había sido simplemente un ser que solo salía a matar aquello que consideraba peligroso le habían dejado eso. Pese a que ahora supiese comportarse frente a la gente, esa era su fachada, y aún así, seguía lejos de ser como aquella gente de la nobleza y tampoco le importaba mientras pudiese cumplir con lo que su cargo ameritaba y lograr completar ls propósitos que había puesto al aceptar ello. Estar ahí le daba algo que su posición como cazador no, el poder de poder cambiar las cosas a un nivel distinto -Te llevaré a casa ¿esta bien?- No, no necesitaba preguntar, sabía a dónde dirigirse o no habría estado allí en primer lugar. Por ella o por el príncipe, sin embargo, habría dejado todo sin chistar. No lo diría en voz alta, pero estaba convencido de que era de esa forma. Desde que les había conocido eran ls únicos que habían llegado a él de una forma distinta.
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Re: La Bella y la Bestia {Klett w. McLeod}
Comenzó a hipear, en un intento feroz de alejar el llanto de si misma, de parar las lágrimas que brotaban ya sin control de sus ojos, seguramente el maquillaje seria algo olvidado pronto. Tomo el pañuelo que siempre cargaba con ella y se alejo despacio de is, alejándose del consuelo que le invitaba a dejarse llevar y llorar a sus anchas sin control, se limpio las lagrimas e intento apartar el maquillaje corrido de su rostro. Dejándolo limpio, lo cual no era lo mejor que podría sucederle en esos instantes, sabia perfectamente o joven que lucia sin maquillaje y verse aun mas indefensa después del llanto no era su mejor carta, el maquillaje era como una mascara con la que se enfrentaba al mundo, y la acababa de perder…
-respeto tu posición y admiro tu bien corazón y tu… falta de… interés en la belleza, pero en verdad simplemente necesito un favor, no soy una mujer que se sienta incompleta sin la compañía masculina en su vida- solo decirlo sintió un tirón en el pecho y levanto la vista del pañuelo- no quiero decir que no me agrades is, sabes que si- lo que menos deseaba era ofenderlo o hacerle sentir mal y no era precisamente por miedo a perder a su potencial prometido. Is tenia un lugar especial en su corazón, igual que lo había tenido aquel niño de su infancia, solo…que el de is… tenia un matiz diferente, además. Jamás había deseado olvidarlo, como había sucedido con aquel otro sujeto, aquel que seguramente hacia mucho que se había olvidado ya de ella.
Se tomo unos segundos para respirar mientras hablaba y después reunió todo su coraje para sonreír- te agradeceré eternamente que me ayudes en lo que te estoy pidiendo Is, especialmente cuando ah sido un pedido tan repentino y precipitado- asintió hacia el educadamente- te lo agradezco de corazón, ahora, tienes planes? Cuando nos vimos por ultima vez el castillo estaba en reconstrucción, ahora ya esa completamente terminado y nuevamente en su esplendor, puedo llevarte a conocerlo y- suspiro- pensar como anunciar esto…
-respeto tu posición y admiro tu bien corazón y tu… falta de… interés en la belleza, pero en verdad simplemente necesito un favor, no soy una mujer que se sienta incompleta sin la compañía masculina en su vida- solo decirlo sintió un tirón en el pecho y levanto la vista del pañuelo- no quiero decir que no me agrades is, sabes que si- lo que menos deseaba era ofenderlo o hacerle sentir mal y no era precisamente por miedo a perder a su potencial prometido. Is tenia un lugar especial en su corazón, igual que lo había tenido aquel niño de su infancia, solo…que el de is… tenia un matiz diferente, además. Jamás había deseado olvidarlo, como había sucedido con aquel otro sujeto, aquel que seguramente hacia mucho que se había olvidado ya de ella.
Se tomo unos segundos para respirar mientras hablaba y después reunió todo su coraje para sonreír- te agradeceré eternamente que me ayudes en lo que te estoy pidiendo Is, especialmente cuando ah sido un pedido tan repentino y precipitado- asintió hacia el educadamente- te lo agradezco de corazón, ahora, tienes planes? Cuando nos vimos por ultima vez el castillo estaba en reconstrucción, ahora ya esa completamente terminado y nuevamente en su esplendor, puedo llevarte a conocerlo y- suspiro- pensar como anunciar esto…
Klett W. McLeod- Cambiante/Realeza
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Re: La Bella y la Bestia {Klett w. McLeod}
¿Falta de interes en la belleza? ¿De qué estaba hablando? En fin, mejor no llevarle la contraria. Le observó limpiarse las lágrimas, ante la ausencia del maquillaje observó su rostro, esa niña que había visto hace años, aún habia una similitud enorme ahora que la veía así, como si pocos años hubiesen pasado desde entonces. Un impulso, como cuando quería matar a alguien, pero esta vez en un sentido muy diferente le hizo acercar sus manos atrapando aquel juvenil rostro entre ellas, le observó con calma, tal vez con demasiada y decidió no soltarla.
-Me dejarás hacerme cargo de eso -Sonrió con confianza, con aquel tono imperativo en la voz, no estaba preguntándoselo, lo estaba dando por hecho, el mismo hablaría con quien tuviese que hacerlo -Soy tu prometido, déjame las explicaciones a mí- Su voz grave y su mirada penetrante se clavaron en aquellos grandes ojos. Incluso antes, esa característica en ella había llamado su atención, sus ojso grandes y de aquel color claro que era un poco imposible no notar.
Klett no iba a aceptarlo y podía desbaratarse diciéndole las razones que le habían hecho decir lo que antes sus labios habían pronunciado, pero no tenía sentid, para él las palabras valían poco y ella no las tomaría como él creía. Se ahorraría el esfuerzo, ella obtendria su parte del trato y él por su lado, intentaría llegar a ella. La levantó del suelo con facilidad. Era algo que había hecho un par de veces en el pasado, el hecho era que en aquel entonces ella había pasado por aquel incidente. El tiempo había pasado, pero para él que la seguía viendo de cierta forma como alguien a quien dbía proteger, no había un cambio considerable en ese aspecto -Dime qué camino debo tomar- Era una orden más que una petición para quien escuchara, pero no tenía intención de entre todos, hablarle de esa forma a ella, solo era su forma de hacerlo, no conocía otra incluso ahora. Le estaba diciendo eso cuando sabía justamente en qué dirección estaba aquel lugar.
-Me dejarás hacerme cargo de eso -Sonrió con confianza, con aquel tono imperativo en la voz, no estaba preguntándoselo, lo estaba dando por hecho, el mismo hablaría con quien tuviese que hacerlo -Soy tu prometido, déjame las explicaciones a mí- Su voz grave y su mirada penetrante se clavaron en aquellos grandes ojos. Incluso antes, esa característica en ella había llamado su atención, sus ojso grandes y de aquel color claro que era un poco imposible no notar.
Klett no iba a aceptarlo y podía desbaratarse diciéndole las razones que le habían hecho decir lo que antes sus labios habían pronunciado, pero no tenía sentid, para él las palabras valían poco y ella no las tomaría como él creía. Se ahorraría el esfuerzo, ella obtendria su parte del trato y él por su lado, intentaría llegar a ella. La levantó del suelo con facilidad. Era algo que había hecho un par de veces en el pasado, el hecho era que en aquel entonces ella había pasado por aquel incidente. El tiempo había pasado, pero para él que la seguía viendo de cierta forma como alguien a quien dbía proteger, no había un cambio considerable en ese aspecto -Dime qué camino debo tomar- Era una orden más que una petición para quien escuchara, pero no tenía intención de entre todos, hablarle de esa forma a ella, solo era su forma de hacerlo, no conocía otra incluso ahora. Le estaba diciendo eso cuando sabía justamente en qué dirección estaba aquel lugar.
Is M. Montgomery- Realeza Germánica
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Re: La Bella y la Bestia {Klett w. McLeod}
"Me dejarás hacerme cargo de eso. Soy tu prometido, déjame las explicaciones a mí”
Deseo protestar, a pesar de ser su prometido no sabia que tanto podría el lidera con su familia o con el tipo de gente que le rodeaba, cierto era que su abuelo no pondría demasiadas exigencias pero…y el rey? Hasta ahora su mayor preocupación habia sido encontrar a alguien que estuviese dispuesto a casarse con ella pero… el rey? Daría el su consentimiento? No seria mejor que ella hablara con el para informarle y convencerlo? Después de todo no habia noble que quisiera contraer nupcias con ella y esperaba que el rey entendiese eso. Esto no quería decir que no tuviese diversos candidatos a marido, no, la diferencia es que ellos no querían casarse con ella, ellos estaban dispuestos a casarse con ella a cambio de su dote pero no querían casarse, ellos conocían su carácter duro y su actitud fría, ni el mas hermoso de los rostros podría hacerles desear un matrimonio de aquella índole.
Clavo los ojos en Isley, el se veía tan determinado que por primera vez en muchos años bajo la mirada ante la ajena y cedió- esta bien… te encargaras tu de ello… pero si necesitas de mi o cualquier cosa similar… debes decírmelo- sentencio
Los brazos de isley rodearon sus piernas para levantarle en brazos y el movimiento fue como un marcado dejabu… el mismo movimiento con ella algo mas joven se dibujo en su mente…las palabras ajenas, su propia voz danzaron en su cabeza y se quedo como ida por unos segundos, ni siquiera tuvo tiempo o intención de protestar, en ella los recuerdos del tiempo en que habia conocido a isley bailoteaban sin control. Sonrio un poco al notar que al levantarla no le habia dañado…el habia tenido cuidado de aprender a levantarla para no dañarla cuando sus heridas habían sido muy recientes. Parpadeo varias veces al notar que el le habia hecho una pregunta…que le habia preguntado? Ha si hacia donde- por alla- hablo señalando el camino e indicándole a donde debían ir rodeo al hombre con sus brazos por el cuello, encontrando nada extraña la posición, estaban acercándose ya a palacio cuando las voces ajenas le regresaron a la realidad- no era necesario que me trajeses en brazos- dijo repentinamente desconcertada por su propio comportamiento.
Deseo protestar, a pesar de ser su prometido no sabia que tanto podría el lidera con su familia o con el tipo de gente que le rodeaba, cierto era que su abuelo no pondría demasiadas exigencias pero…y el rey? Hasta ahora su mayor preocupación habia sido encontrar a alguien que estuviese dispuesto a casarse con ella pero… el rey? Daría el su consentimiento? No seria mejor que ella hablara con el para informarle y convencerlo? Después de todo no habia noble que quisiera contraer nupcias con ella y esperaba que el rey entendiese eso. Esto no quería decir que no tuviese diversos candidatos a marido, no, la diferencia es que ellos no querían casarse con ella, ellos estaban dispuestos a casarse con ella a cambio de su dote pero no querían casarse, ellos conocían su carácter duro y su actitud fría, ni el mas hermoso de los rostros podría hacerles desear un matrimonio de aquella índole.
Clavo los ojos en Isley, el se veía tan determinado que por primera vez en muchos años bajo la mirada ante la ajena y cedió- esta bien… te encargaras tu de ello… pero si necesitas de mi o cualquier cosa similar… debes decírmelo- sentencio
Los brazos de isley rodearon sus piernas para levantarle en brazos y el movimiento fue como un marcado dejabu… el mismo movimiento con ella algo mas joven se dibujo en su mente…las palabras ajenas, su propia voz danzaron en su cabeza y se quedo como ida por unos segundos, ni siquiera tuvo tiempo o intención de protestar, en ella los recuerdos del tiempo en que habia conocido a isley bailoteaban sin control. Sonrio un poco al notar que al levantarla no le habia dañado…el habia tenido cuidado de aprender a levantarla para no dañarla cuando sus heridas habían sido muy recientes. Parpadeo varias veces al notar que el le habia hecho una pregunta…que le habia preguntado? Ha si hacia donde- por alla- hablo señalando el camino e indicándole a donde debían ir rodeo al hombre con sus brazos por el cuello, encontrando nada extraña la posición, estaban acercándose ya a palacio cuando las voces ajenas le regresaron a la realidad- no era necesario que me trajeses en brazos- dijo repentinamente desconcertada por su propio comportamiento.
Klett W. McLeod- Cambiante/Realeza
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Re: La Bella y la Bestia {Klett w. McLeod}
Oh, si, le gustaba cuando esa actitud se desvanecía en ella, era como verla tiempo atrás, y eso le gustaba, era como ver a solo la niña 'indefensa' de grandes ojos claros que había conocido en el pasado, estaba más cómodo con eso que con la careta que se formaba en otros momentos. Pero de igual manera, verla con ese espíritu altivo era divertido y realmente no le importaba que intentara parecer algo que él sabía no era. No era presunción ni altanería, era simple instinto el que le decía que cuando le miraba con esa arrogancia era para ocultar algo más detrás.
Se encogió de hombros -No era necesario pero quise hacerlo - Tan simple y llano como eso. Podía ver lo que era la mansión, tan enorme, pero eso jamás le había parecido impresionante. Hablar con el abuelo de la chica no creía que fuese un problema, arreglar el resto tal vez sí lo era.
Con más que un par de años ya corriendo tras haberse vuelto Duque y aunque fuese un salvaje según las palabras de ciertas personas que se atrevían a decírselo en la cara, había terminado por aprender ciertas cosas. Como que para pedir la mano de la duquesa de Inglaterra, no podía ir y solo hacerlo... Hablar con el rey, qué gracioso resultaba... Seguramente ella se preguntaba si su singular puesta en escena se vería afectada. El no decirle que estaba en eso, al mismo nivel que ella, también fue mero instinto, como si supiera que si ella se daba cuenta de ese hecho se alejaría. Claro que ahora debería estarse preguntando cómo es que un simple cazador como él lograría obtener el permiso de contraer nupcias con ella.
Todo a su tiempo, primero hablar con el abuelo, que seguramente era la preocupación de Klett. Le observó con esa mirada impenetrable y con la que solía asustar a más de una persona que cruzara los ojos con los suyos -Hablaba en serio Klett, me haré cargo de ir y hablar con quien sea necesario. No te preocupes por eso ¿entendido?– Parecía más una orden que otra cosa cuando él lo decía. Lamentablemente para ella no podía ser algo que pudiese pasar desapercibido, farsa o real no importaba. No podía ser menos…
Se encogió de hombros -No era necesario pero quise hacerlo - Tan simple y llano como eso. Podía ver lo que era la mansión, tan enorme, pero eso jamás le había parecido impresionante. Hablar con el abuelo de la chica no creía que fuese un problema, arreglar el resto tal vez sí lo era.
Con más que un par de años ya corriendo tras haberse vuelto Duque y aunque fuese un salvaje según las palabras de ciertas personas que se atrevían a decírselo en la cara, había terminado por aprender ciertas cosas. Como que para pedir la mano de la duquesa de Inglaterra, no podía ir y solo hacerlo... Hablar con el rey, qué gracioso resultaba... Seguramente ella se preguntaba si su singular puesta en escena se vería afectada. El no decirle que estaba en eso, al mismo nivel que ella, también fue mero instinto, como si supiera que si ella se daba cuenta de ese hecho se alejaría. Claro que ahora debería estarse preguntando cómo es que un simple cazador como él lograría obtener el permiso de contraer nupcias con ella.
Todo a su tiempo, primero hablar con el abuelo, que seguramente era la preocupación de Klett. Le observó con esa mirada impenetrable y con la que solía asustar a más de una persona que cruzara los ojos con los suyos -Hablaba en serio Klett, me haré cargo de ir y hablar con quien sea necesario. No te preocupes por eso ¿entendido?– Parecía más una orden que otra cosa cuando él lo decía. Lamentablemente para ella no podía ser algo que pudiese pasar desapercibido, farsa o real no importaba. No podía ser menos…
Is M. Montgomery- Realeza Germánica
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Re: La Bella y la Bestia {Klett w. McLeod}
Frunció el ceño y su expresión fue algo graciosa, como un niño que se enfrenta al matón de la escuela- tu cara de hombre malo no me asusta Is sé que haz enfrentado cosas mas atemorizantes que un anciano preocupado por su nieta pero aun asi puedo ayudarte si es necesario en algún punto, recuerda que soy la mas interesada en que todo salga bien… al menos podrías…no se decirme que es lo que les dirás, yo podría respaldar tu historia o algo asi… - ella creía que la historia del hombre al que conoció en su adolescencia al que volvía a encontrar y que al final se enamoraron sonaba creíble y sobre todo factible teniendo en cuenta su familia. El hecho de que fuese un amor de adolescencia podía facilitar el creer que la dama de hielo se había enamorado y desde luego seguramente con un hombre como Is nadie dudaría que incluso ella podía sentirse atraída. Isley no era el típico noble apuesto…no, el tenia una especie de “magnetismo salvaje” se rio de su propia referencia. Algo que atraía que emocionaba y tentaba… Paseo sus dedos descuidadamente en el torso de is, mientras su otra mano seguía rodeándole por el cuello para mantenerse en su sitio… si solo pudiese realmente conseguir al atención de un hombre asi mas alla de la simple ayuda que Isley le ofrecía…
Escucho los murmullos subir de tono y recargo la cabeza en el hombro de is ignorando por completo las reacciones, era mejor dar una fuerte primera impresión, si lo pensaba bien el que le viesen entrar a los terrenos de la mansión en brazos del hombre podía hacer mas creíble lo que dirían a continuación. De momento dejaría que Isley se acercará antes de indicar a los guardias que los dejaran pasar. Ella no quería que nadie se acercará intentando ayudar al hombre a llevarla o intentar alejarlo si iba a iniciar con esto que fuese de una vez- mi abuelo debe estar despierto a estas horas… quieres verlo ahora o deberíamos esperar algunos días…- si se escuchaba apresurada no había equivocación, se sentía algo patética al apresurarse tanto pero esperaba poder atar a Isley pronto y de forma que no pudiese echarse para atrás. No tenia idea de como iba a hacer este para convencer a su abuelo o al rey pero, bueno el había sido un cazador, servido a la corona por muchos años, de algo debía servirle. Quien sabe tal vez con un poco de apoyo de su propio rey….
Escucho los murmullos subir de tono y recargo la cabeza en el hombro de is ignorando por completo las reacciones, era mejor dar una fuerte primera impresión, si lo pensaba bien el que le viesen entrar a los terrenos de la mansión en brazos del hombre podía hacer mas creíble lo que dirían a continuación. De momento dejaría que Isley se acercará antes de indicar a los guardias que los dejaran pasar. Ella no quería que nadie se acercará intentando ayudar al hombre a llevarla o intentar alejarlo si iba a iniciar con esto que fuese de una vez- mi abuelo debe estar despierto a estas horas… quieres verlo ahora o deberíamos esperar algunos días…- si se escuchaba apresurada no había equivocación, se sentía algo patética al apresurarse tanto pero esperaba poder atar a Isley pronto y de forma que no pudiese echarse para atrás. No tenia idea de como iba a hacer este para convencer a su abuelo o al rey pero, bueno el había sido un cazador, servido a la corona por muchos años, de algo debía servirle. Quien sabe tal vez con un poco de apoyo de su propio rey….
Klett W. McLeod- Cambiante/Realeza
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Re: La Bella y la Bestia {Klett w. McLeod}
Sonrió divertido ante todo lo que le decía, ella estaba demasiado preocupada, pero tenía la idea que si confiaba en él era por su pasado. ella no sabía quién era él ahora, y al parecer era mejor que pensara eso. De cualquier forma lo descubriría, tarde o temprano y cuando lo hiciera probablemente se enfadaría con él, pero podía correr ese riesgo -Klett, si llego a necesitar tu ayuda te la pediré, pero por ahora déjame a mi hacerlo ¿De acuerdo?- No tan acostumbrado a los protocolos, pero por eso prefería hablar con su abuelo. Sería necesario mentirle? Pensó que le explicaría la stuación, pero no sabía si eso era buena idea, suponía que al verlo se decidiría, pero probablemente solo le hablaría con franqueza, y le diría sobre el título del que ella aún no sabía nada.
El verla comportarse así con la cercanía le hizo realmente sonreír de buen agrado, al parecer eso sería entretenido y a él no le vendría mal ver ese lado seguido, es más, lo provocaría al estar en lugares como ese. Pero seguramente ella se daría cuenta en algún punto. Aún así había que intentarlo, verla 'aparentando' ser cariñosa era muy pero muy curioso. Ella se sentía bien con el cazador, no sabía si con el duque, era como decirle que ya no era la misma persona y para Klett qúería serlo de alguna forma.
Besó su frente acercándose a la entrada notando una que otra mirada sobre ellos, lo bueno es que a el le venía igual que lo hicieran y además era exacatamente lo que la duquesa quería. Fingir para él no sería tan complicado, cuando la conoció era una chiquilla, así que no se sintió atraído hacia ella de ninguna manera, pero ahora no podía decir eso realmente, porque no solo era su apariencia, alguien que le había conocido y con quien se sentía a gusto, eso era la diferencia en todo. Normalmente no se involucraba con nadie porque aunque podía tener uno que otro encuentro una pareja que soportara su rudeza y su forma de ver o de decir las cosas solía asustarse, Klett, como acababa de demostrar, no lo hacía. Se había acostumbrado a esas miradas casi asesinas en el pasado, no creía que se fuese a asustar ahora.
-Confía en mi... tendré el permiso de la Corona y el de tu familia, serás mi esposa, eso lo aseguro -Sonrió con esa confianza ciega en sí mismo que tenía a veces, cuando sabía que las cosas estaban a su favor, la única que podía tirarle todo su plan era la misma mujer en sus brazos.
El verla comportarse así con la cercanía le hizo realmente sonreír de buen agrado, al parecer eso sería entretenido y a él no le vendría mal ver ese lado seguido, es más, lo provocaría al estar en lugares como ese. Pero seguramente ella se daría cuenta en algún punto. Aún así había que intentarlo, verla 'aparentando' ser cariñosa era muy pero muy curioso. Ella se sentía bien con el cazador, no sabía si con el duque, era como decirle que ya no era la misma persona y para Klett qúería serlo de alguna forma.
Besó su frente acercándose a la entrada notando una que otra mirada sobre ellos, lo bueno es que a el le venía igual que lo hicieran y además era exacatamente lo que la duquesa quería. Fingir para él no sería tan complicado, cuando la conoció era una chiquilla, así que no se sintió atraído hacia ella de ninguna manera, pero ahora no podía decir eso realmente, porque no solo era su apariencia, alguien que le había conocido y con quien se sentía a gusto, eso era la diferencia en todo. Normalmente no se involucraba con nadie porque aunque podía tener uno que otro encuentro una pareja que soportara su rudeza y su forma de ver o de decir las cosas solía asustarse, Klett, como acababa de demostrar, no lo hacía. Se había acostumbrado a esas miradas casi asesinas en el pasado, no creía que se fuese a asustar ahora.
-Confía en mi... tendré el permiso de la Corona y el de tu familia, serás mi esposa, eso lo aseguro -Sonrió con esa confianza ciega en sí mismo que tenía a veces, cuando sabía que las cosas estaban a su favor, la única que podía tirarle todo su plan era la misma mujer en sus brazos.
Is M. Montgomery- Realeza Germánica
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Re: La Bella y la Bestia {Klett w. McLeod}
“Confía en mi... tendré el permiso de la Corona y el de tu familia, serás mi esposa, eso lo aseguro “
Las palabras le dejaron completamente perdida, a menudo los caballeros le aseguraban que seria su esposa pero sin duda la respuesta que le daba a esos hombres no era una que quisiera o debiera darle a Isley, lo que quería era retenerlo no hacerlo marcharse- esta bien- accedió decidiendo ignorar la afirmación y solo señalar la confianza que le tenia- dejare que te encargues de todo, confiare en que si necesitas algo acudirás a mi- habló viéndolo al rostro, dejándole claro que esperaba que cumpliera con su palabra, el confiaba en el. Lo cual era ya decir bastante de lo que sentía por el resto de la comunidad masculina, pero su confianza era frágil, podría romperse en cualquier momento con el mas mínimo indicio y no quería perder la que había depositado en Isley, por que sabría que sin duda dolería como el mismo infierno.
Los guardias parecieron ponerse alerta cuando nos acercamos a terreno netamente del castillo y por primera vez noto lo fueros que podían ser sus guardias y lo protectores que podían llegar a verse. Levanto una mano indicándoles que todo estaba bien y dejo que Is continuase llevándola en brazos, las miradas no parecieron relajarse en ningún momento, había preocupadas, extrañadas, descolocadas ya alguna que otra fiera, algo extraño que había notado entre la gente de servicio pero que ahora notaba se extendía hasta los guardias y sirvientes externos como jardineros y similares… ellos no sentían rechazo hacia ella, siempre rodeada de hipocresía no era difícil notarla y sabia que en su mayoría sus sirvientes se sentía a gusto con ella. Había tenido que tratar con los de otros nobles y aunque siempre profesionales ella sentía su rechazo, no los culpaba pues con la apariencia que buscaba transmitir y la imagen que se empeñaba en mantener no era difícil adivinar la causa de su desagrado. Sin embargo no era algo que sucediera con su gente no…ellos…incluso parecía que le apreciaban, posiblemente la mayoría supiera su secreto, después de todo los sirvientes de aquella casa eran sirvientes de los sirvientes anteriores, la mayoría debía haber estado presente cuando quedo huérfana y lo que quedaban haberse enterado por lo anteriores.
Vio las puertas del castillo al final del camino y suspiro volviendo la vista nuevamente a Is- no me has contestado Isley- había algo placentero en decir su nombre completo- deseas iniciar ahora? O prefieres hacerlo otro día?- y con iniciar se refería a hablar con su abuelo.
Las palabras le dejaron completamente perdida, a menudo los caballeros le aseguraban que seria su esposa pero sin duda la respuesta que le daba a esos hombres no era una que quisiera o debiera darle a Isley, lo que quería era retenerlo no hacerlo marcharse- esta bien- accedió decidiendo ignorar la afirmación y solo señalar la confianza que le tenia- dejare que te encargues de todo, confiare en que si necesitas algo acudirás a mi- habló viéndolo al rostro, dejándole claro que esperaba que cumpliera con su palabra, el confiaba en el. Lo cual era ya decir bastante de lo que sentía por el resto de la comunidad masculina, pero su confianza era frágil, podría romperse en cualquier momento con el mas mínimo indicio y no quería perder la que había depositado en Isley, por que sabría que sin duda dolería como el mismo infierno.
Los guardias parecieron ponerse alerta cuando nos acercamos a terreno netamente del castillo y por primera vez noto lo fueros que podían ser sus guardias y lo protectores que podían llegar a verse. Levanto una mano indicándoles que todo estaba bien y dejo que Is continuase llevándola en brazos, las miradas no parecieron relajarse en ningún momento, había preocupadas, extrañadas, descolocadas ya alguna que otra fiera, algo extraño que había notado entre la gente de servicio pero que ahora notaba se extendía hasta los guardias y sirvientes externos como jardineros y similares… ellos no sentían rechazo hacia ella, siempre rodeada de hipocresía no era difícil notarla y sabia que en su mayoría sus sirvientes se sentía a gusto con ella. Había tenido que tratar con los de otros nobles y aunque siempre profesionales ella sentía su rechazo, no los culpaba pues con la apariencia que buscaba transmitir y la imagen que se empeñaba en mantener no era difícil adivinar la causa de su desagrado. Sin embargo no era algo que sucediera con su gente no…ellos…incluso parecía que le apreciaban, posiblemente la mayoría supiera su secreto, después de todo los sirvientes de aquella casa eran sirvientes de los sirvientes anteriores, la mayoría debía haber estado presente cuando quedo huérfana y lo que quedaban haberse enterado por lo anteriores.
Vio las puertas del castillo al final del camino y suspiro volviendo la vista nuevamente a Is- no me has contestado Isley- había algo placentero en decir su nombre completo- deseas iniciar ahora? O prefieres hacerlo otro día?- y con iniciar se refería a hablar con su abuelo.
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