La quietud del alma -libre-

-A los hombres había que ganarselos con dinero y sangre, esa era la ley de muchos de los yakuza que hoy en día habitaban Japón, también Paris en definitiva era cierto que la mayor parte de ellos eran unos necios que más que cerebro solo tenían en su mente tres cosas, dinero, alcohol, mujeres; Era tan fácil como encontrarte con alguien que quiere pelea decirle ¿quieres venirte conmigo? un poco de dinero, tentación, era peor que la droga porque después estaban enganchados, te necesitaban para tener dinero porque eran del tipo de personas que no sabían lo que significaba ahorrar, el poco dinero que tenían lo usaban para putas, si quedaba algo para beber incluso dejaban el comer para las fiestas o reuniones grupales ¿porque se asociaba con este tipo de gente? porque alguien debía de mancharse las manos y él no iba a hacerlo.

Muchos habrían metido la mano en su pecho para ver si había corazón dentro de Shunsuke, lo que no sabían es que aunque tuviera corazón no era necesario usarlo cuando emprendía sus idas o venidas, en su trabajo cuando uno mostraba que tenía corazón era devorado, no solo por las deudas sino por los propios clientes. Daito era cruel pero justo porque daba un papel en donde escribía la fecha de fin lo que prometía, lo que se quedaría las ganancias. Siempre cumplía lo que prometía cuando no lo hacía abandonaba los intereses o el dinero para sumergirse en ese caso "imposible" ya que era como un reto para él, en cambio los otros siempre intentaban engañarle para que diera su brazo a torcer o se olvidase de ellos algunos incluso habían suplantado otras identidades claramente pensando que iban a ser engañados-

Si, es todo-Tomó las plumas, había sentido la mirada de alguien fijamente pero su costumbre era no darle la visión a la otra persona de que sabía que estaba siendo observado, un ataque sorpresa siempre empezaba cuando la sorpresa no era sino el inicio de una falsa, incluso en muchas ocasiones habia estado a punto de perder la vida pero gracias a todo el pasado que había tenido que soportar habia aprovechado todo lo que estaba a su alcance para salir victorioso; Al principio se extraño cuando no había nada inusual incluso no habían llegado esas amenazas silenciosas de las que siempre se hacían eco algunas ocasiones...solo cuando vio a uno de sus hombres marchar en dirección de una mujer lo entendió todo.

Dejó la caja en el suelo arrodillándose para escribir en ella la direción- Llevelas todas a esta dirección, las he contado asi que si llego a ver que falta algo su cabeza será la próxima que ruede - Con eso se marchó, no hacía falta decir nada más porque era bastante conocido por algunos sitios, la gente sabia que tan cruel era asi que era mucho mejor no tentar a la suerte como muchos otros lo hacían, escuchó las risas de aquel hombre, había logrado alcanzar a grandes zancadas a una mujer- como no -en voz alta se maldijo, la curiosidad de las féminas a veces resultaba detestable - Oye -Colocó las manos en los bolsillos, esa sencilla advertencia hizo que aquel hombre diese la vuelta.

El matón de shunsuke medía al menos 2 metros, la historia era sencilla siempre habia sido el alto, el que tenía el poder, la gente se alejaba de él asi que como no sabía que podía hacer los golpeaba a todos, no importaba si eran amigos o familia, de hecho era alguien problemático que solo pensaba en las mujeres como medio de satisfacción, las trataba peor que a las propias ratas- ¿Entre mis ordenes estaba el seguir a esta mujer? - El matón que tenía de nombre Loren negó, pero la señaló balbuceando algo como que habían sido descubiertos a lo que shunsuke negó- No, no lo creo seguramente os escuchó pero no vio nada sino habría corrido gritando o en todo caso no estarías tu aqui solo en busca de ella.

-Cuando a Loren se le acabaron las ideas se mostró presumiblemente superior, como si quisiera pasar por encima de daito, daito observó a la mujer- puedes irte -con frialdad dijo aquello antes de esquivar uno de los golpes de Loren, lo que en verdad quería ese hombre de tamaño enorme era violar presumiblemente a esa mujer, se movió con rápidez asombrosa mientras el otro intentaba con ceguera atinar alguno de los golpes (como si eso fuera posible). Daito aun ni había sacado las manos de los bolsillos moviéndose hábilmente mientras el otro empezaba a sudar, a moverse torpemente a maldecir furiosamente apretando los dientes intentando golpear al escurridizo shunsuke, por algo era el jefe de aquestos secuaces porque también, era superior a ellos en las habilidades de pelea, Loren jadeó cansado- Me decepcionas -la voz de Daito habia salido como un témpano de hielo, haciendo temblar a Loren sabía bien que sucedía cuando el jefe tenía esa voz-