Curioseando en vida ajena {Sinhué}

-Cuando aquel hombre le habia dicho sobre escribir acerca de egipto o de los gitanos lo primero que pensó es ¿yo? si, una frase muy sencilla ante todo ahora le decian ¿y porque has aceptado? sabia que la suya no era una historia de sonrisas, si las había eran contadas con la mano de los dedos porque por aquel entonces no habia tiempo para sonreir...estuvo pensando en que hacer, que podia ofrecerle alguien que provenia de un lugar tan lejano que incluso dominaba a duras penas el francés- Debe estar todo perfecto - se repetia a si mismo, muchas mujeres le habian ayudado a crear una silla de madera de forma orgullosa se exhibía en la hierba- podría darsela de regalo -le daba unos últimos toques, las manos de Sinhue eran las mejores en cuanto a estos trabajos se refería, en egipto el lugar de donde provenía desde pequeño tienes que hacer numerosas artes, pintar, figuras en cualquier parte, coser, entender sobre maquillaje o perfume lo que se iba diciendo que tenias que intentar ser perfecto para que al pudieran sacar el mejor provecho que pudiesen de ti.

Contempló la silla las mujeres le habian ayudado sobre todo a forrarla de algunas telas en el respaldo para que fuese cómoda y no demasiado dura, tenia una tela en la zona del espaldar hinchada de algodón y el asiento también para que estuviera comodo, habia dado los últimos toques grabando con mucho cuidado en las patas de la silla el nombre de quien iba a visitarle. Las primeras gotitas de lluvia parecieron una advertencia de que no sería un día tan planeado- ¡ Porque ! -Alzó los puños hacia el cielo, como respuesta una gota entró directamente en su ojo haciendo que sinhue apartase la vista y se lo frotase- esta bien ya entiendo -alzó la mano como si quisiera aun retar por ultima vez al cielo, se arrodilló y dió los ultimos toques a la silla con ayuda de una lija, moldeando las patas para que fueran hermosas pero no demasiado finas para soportar el peso de aquella persona.

Estaba tan agradecido, sabia que una silla no iba a ser ni mucho menos algo que pudiera expresar todo el agradecimiento que sentía hacia aquel hombre que le vería en todas sus facetas, despues de acabar la silla fué corriendo a hablar con uno de los que más mandaban en el campamento gitano, aunque fuera un gitano extranjero sinhue se llevaba bien con la gente por aquel aire pacífico que siempre desprendía pero tambien porque estaba dispuesto a ayudar en todo lo que fuese necesario. Quiso pedir permiso para montar un toldo provisional para su invitado, al escuchar las carcajadas del hombre robusto asintió con felicidad marchando de nuevo al bosque- Tengo que darme prisa -resoplaba con urgencia cortando algunos troncos finos, cogiendo las ramas, las hojas, y corriendo básicamente de un lado a otro, pidió a Lionel con quien se quedaba una tela que no le sirviese, él le lanzó unas cuantas de un tamaño considerable regalo de unas gitanas- شكرا ( gracias! ) -dijo en su propio idioma cuando empezó a fabricar el toldo, pero entonces una figura que conocia se acercaba por el campamento-

أهلا و سهلا -Hablaba sin darse cuenta en su idioma corriendo hacia el hombre-أهلا و سهلا ( Hola ) -repitió pero al ver la cara de extrañeza de algunos que le rodeaban abrió la boca, estaba nervioso se reflejaba en todos sus movimiento- Perdón -riendo con dulzura miró al hombre indicandole que le siguiera - estaba haciendo un toldo provisional para nosotros, es algo íntimo pero espero hacer una fogata para nosotros - Le guió hacia su lugar de trabajo, el cabello largo y rubio de Sinhue estaba completamente pegado a su cuello, parte de sus hombros y su rostro, sus músculos completamente tensos por el esfuerzo no mostraban señal de rendición, empezó con su tarea de hacer aquel toldo, habilmente iba colocando los palos, y la tela de manera estuviesen protegidos, coloco algunos clavos para que no se moviese la tela si hacia viento, tuvo que colocar algunos palos más para que hubiera más espacio, del morral fue sacando la madera y las hojas que habia conseguido para el fuego, mientras sonriendo orgulloso habia puesto la silla que habia hecho para ese hombre justo en el medio, con unas tijeras fue cortando parte de la tela para que pudieran entrar y salir como una puertita-

Lamento la molesta... -Le indico que entrase- le hemos hecho un regalo, las mujeres gitanas y yo -Comento con timidez, no sabia si le gustaria o no, despues de todo nunca habia hecho muebles para nadie que no fuesen los gitanos-

Spoiler:

-Estaba sumamente nervioso ¿quien le iba a decir que estaría en frente de alguien que habia visto tanto? bueno su temor no era precisamente que aquella persona fuera alguien que había visto mundo porque él también había visto lo suyo lo que si le preocupaba en parte era más bien el hecho de que Sinhue no tenía ni idea de escribir demasiado bien por mucho que sus amigos quisieran enseñarle cometía innumerables errores parecidos a los de un niño que estaba aprendiendo. No era de extrañar ya que en egipto los enseñaban para solo ser esclavos los hombres debian de leer un poco y escribir lo minimo porque de ese modo podian firmar cosas que ( más obligados que otra cosa ) podrían llevarles a la ruina siendo ellos mismos los culpables de ese tormento. Por eso sentía más que nervios por si era un mal anfitrión, nervios por si cometía el ridiculo que a su edad no debía de cometer.

¿Qué diría? sabía algunas frases pero lo primero de todo estaba imaginando la sorda risa que tendría que escuchar la que realmente siempre escuchaba cuando llegaba el momento de decir que no sabía leer o escribir, cuando se adelantó sinhue se sintió calmado sonriendo incluso, cuando uno hacía un regalo las mariposas en el estómago eran similares a quien lo está recibiendo el pensar de si le gustaría o no especialmente cuando te sientes orgulloso de tu trabajo es algo notable...colocó una de sus manos en los brazos, los tenía tensos de haber trabajado durante todo el día bastante duro, cerro los ojos mientras el sonido de su respiración se fundía con el sonido de sus huesos satisfechos del descanso, trabajaba como un burro porque estaba acostumbrado incluso le gustaba porque no era tan sencillo esquivar la monotonía del pasado.

Abrió los ojos con vergüenza porque se había olvidado unos instantes de su visita, dejó el toldo cerrado,de ese modo nadie les molestaría, se arrodilló encargándose de encender la fogata pero también de mirar lo que estaba haciendo el hombre. Así, cuando la fogata era suficiente tanto para iluminarles como para calentarles buscó apresurado una manta para tendersela a su invitado, mirandole con una sonrisa bonachona- Todo es poco para alguien que me va a ver llorar como un niño ¿Verdad? -A pesar de su tamaño como muchos decían sinhue era un hombre bastante sensible, dulce, algo que las mujeres llamaban una mezcla perfecta entre la masculinidad y lo que siempre han buscado en un hombre, la sensibilidad.

Colocó la manta en los hombros de aquel hombre, mientras sonreía ancho, tomaba otra manta después para si mismo estaba completamente empapado aunque lo estaría de todos modos lloviese o no, lo habría estado de sudor también lo estaba ahora de sudor y lluvia aunque la lluvia le había refrescado la tensión aún parecía insuficiente, se arrodilló sacando algunas cosas más para tenerlas a mano como unas jarras que parecían recien pulidas, el propio sinhué las había lavado por lo menos unas diez veces para tenerlas limpias, algo de alcohol hecho por los gitanos, cerveza normal, algo de agua y en otro lado comida escondida en unas bolsas para hacerlas él mismo- Se que nos hemos puesto en contacto antes pero... mi nombre es Sinhue, es un placer tenerle aquí -sabía que se estaba convirtiendo en una molestia que repetía una y otra vez lo mismo, pero los nervios siempre jugaban una mala pasada-