Conspiracy [Privado]

La situación marchaba de mal en peor, se hallaba en cama reposando, lo más estúpido que había hecho en su vida era haberse enfrentado a esa manada de Licántropos, gracias a… Lo que fuera, porque no había luna llena esa noche, pero las heridas en el cuerpo hablaban por si mismas, a pesar de la habilidad de ser curadas rápidamente, su cabeza estaba embotada por ideas que no parecían ser asimiladas, hallando el porqué de aquel ataque, no esa suposición, se trataba de una deuda personal, sin embargo no tenia demasiado tiempo en la ciudad parisina para poder hacerse de enemigos fácilmente, estaba clavando la mirada en el techo decorado de una pintura angelical, decidió levantarse, nada le apetecía mejor que un trago, algo donde hundirse por un rato hasta que aquellas peleas y relaciones terminaran por cobrar un sentido común. Cogió lo primero que vio como atuendo no es que fuera elegante más bien tenia un estilo un tanto gitano, eso para despistar, cuidarse de lo que le había hecho estar residiendo en parís.

El silencio se hacía profundo dentro de sus pensamientos, no solía pensar en nada, casi en nada, más que su tierra natal y toda esa maraña de muertes que presencio en los días importantes, como música para sus oídos llegaron los gritos desgarradores de cada una de las mujeres que dejaron esa ligera huella en él. De pronto de la nada, surgieron los peculiares olores, aquellos que hacen a hombres y mujeres olvidar sus penas un buen rato, aunque la charla también era de su agrado aun no había encontrado compañía para salir por unas copas o charlar de la situación parisina con la corona. –Tema que por cierto le importaba un poco, ya que solo los hombres hablaban de ello se dejaría guiar – Entro al lugar con ese ímpetu, más bien ese toque misterioso que le caracterizaba.

Bien sabia que la vista en su peculiar persona se posaría en las miradas despreciables, interesadas o envidiosas de algunos hombres y ¿porque no?, también algunas eran coquetas para su físico, pronto se encontró situado en una de las mesas vacías junto a las ventanas que se hallaban con vista a la calle, lo primero que el cantinero ofreció a Toumas fue un tarro de buena cerveza, ya casi empezarían los calores, justo ahora sentía el oleaje de la primavera acercarse, entonces aquel tarro que deslizaba la frescura reflejada en el tarro de cristal se veía apetecible, tomo un buen trago, de una sola bocanada y ese característico ‘Ah’ lleno de satisfacción por el buen sabor, salió de sus labios, fijo lentamente la vista a la calle, sin nada más que hacer o pensar, solo no llegaba nada.

Recargo gran parte de su peso, como si abrazara los hombros de una mujer, en la silla y observo a los presentes, hablando, charlando, algunos solo soltaban incoherencias al aire que el licántropo tomaba como divertidas para sus sentidos, todo parecía aburrido, apenas era el transcurso de la tarde, ¿había sido demasiado temprano para venir a beber?, al parecer, porque el reloj marcaba una razonable hora, todo ese tiempo desperdiciado, lo usaría para hacer una línea cronológica de sucesos en su vida, se levanto y jalo el tarro consigo dándole una trago que termino con el líquido en su interior, dejándolo sobre la barra, ordeno una más y pidió unas hojas y una pluma como tinta prestadas.

El tabernero se le quedo viendo con un airé de desconfianza que termino por formar un gesto bastante peculiar en Toumas, una mirada profunda con un dejo de frialdad, apenas volvió con cerveza y hojas en mano, tomo una pequeña navaja que traía entre sus desordenados ropajes, hizo una profunda herida en la yema de su dedo índice y vertió la sangre formando una peculiar mezcla, pensó que nadie le vería, incluso se desconecto del mundo, quizá había miradas sobre su persona, sospechas o murmullos pero era tal su concentración para empezar a plasmar aquellos sucesos… Que solo pudo escribir su nombre, miro las calles entretenido con las mujeres que jugaban con los niños entre los holanes y risas… ¿Qué escribiría?, una entrevista, una platica… No venia nada a su memoria para empezar a dejar sucesos sobre hojas que algún día se llevara el viento.