People buy things they don't need with money they don't have to impress people they don't like | Relaciones de Ichabod Quinlan

► Nombre: Ichabod Quinlan Kelly
► Edad: 38 años
► Especie: Humano/Brujo
► Clase social: Media
► Orientación sexual: Heterosexual
► Lugar de origen: Port Láirge, Irlanda
► Estado civil: Soltero
► Ocupación: Pescador/Hechicero

Muchos conocen su nombre, pero pocos son los que saben quien es o verdaderamente lo conocen. Muchas teorías giran alrededor de él, pero La mayoría de las cosas que se dicen respecto a Ichabod son simples habladurías, chismes, tonterías; cosas a las que el hace tiempo que dejó de darle importancia. Ichabod es un misterio, nadie con exactitud de donde viene, por ejemplo, aunque aquel que sea observador sabrá reconocer ese inconfundible acento irlandés en su voz, esa voz que sólo esos que son privilegiados han llegado a conocer en todo su esplendor, porque sí, Ichabod es un hombre de pocas palabras, habla sólo cuando es necesario y no porque sea tímido o grosero, simplemente su estilo de vida lo ha hecho un hombre bastante ermitaño al que poco le interesa socializar y si queda alguna duda de ello basta echar un vistazo al lugar donde vive, un lugar que él decidió habitar: el bosque, en medio de la nada y completamente carente de comodidades. Estos hechos, su forma de ser y su empecinamiento de mantenerse lo más ajeado de la sociedad, ha hecho creer a más de uno que ha desarrollado alguna especie de misantropía, pero lo cierto es que nada tiene que ver, no es que tenga una especie de odio a las personas, solamente le gusta la soledad, la disfruta, se siente cómodo con ella. Mientras menos contacto tenga con los humanos, mejor, él no ve como una agonía el pasar demasiado tiempo consigo mismo, todo lo contrario.

No tiene amistades y es realmente poco el trato que ha llegado a tener con los demás pescadores cuando acude al puerto para realizar su ya acostumbrado trabajo. Todo el mundo coincide en que Ichabod les parece un hombre responsable y trabajador pero con un humor extraño y una forma de ser inexplicable. Es tan reservado que llega a caer en lo inexpresivo, pocos han sido los que le han visto sonreír y la verdad es que independientemente de que no lo haga tan seguido también es verdad que ha pasado mucho tiempo desde la última vez que lo hizo. No suele ser del tipo de hombre que vaya por la vida dando cumplidos o saludando a la gente que se tope, pero la gente sabe que si Ichabod no le da los buenos días no es porque los deteste, sino porque sencillamente así es su forma de ser. Va por la vida con un semblante tranquilo y pacífico que da a entender a quien lo vea que su vida es mucho más tranquila que la de cualquiera; las únicas veces en las que ha roto con eso han sido las ocasiones en las que ha tenido que intervenir para defender alguna noble causa, porque si algo tiene Ichabod es que detesta las injusticias, los maltratos a personas inocentes y pese a que no conozca a las víctimas de estas no se quedará de brazos cruzados si es capaz de hacer algo al respecto e impedirlas. Lo dicho anteriormente también hace notar que es un hombre protector que no tendrá límites a la hora de defender a aquellos a los que aprecie o ame.

Es un hombre extraño pero con principios y responsabilidad, no obra sin meditar antes las situaciones y las consecuencias que habrán de tener sus actos y si no le conviene sencillamente desecha la idea de practicarlas. Es por ello que aquellos que algún vez solicitaron sus talentos en la hechicería sabían de antemano que no sería fácil tratar con él y que sólo obtendrían su ayuda si tenían buenas razones para solicitarla ya que de no ser así sólo obtendrían una cosa: un rotundo no. Ichabod nunca fue un hombre avaricioso, no se vende, nunca ha hecho nada por el interés del dinero y no porque no lo necesite, pero esas cosas para él quedan en segundo o tercer plano; él sabe que tiene todo lo que necesita para vivir de manera decente y sin pasar carencias, por lo tanto el que le ofrezcan riquezas o fama nunca será un soborno efectivo para usarlos con él. Es fuerte, pocas cosas logran hacerlo sentir débil o en desventaja, es muy seguro de sí mismo y con un espíritu de libertad tan inquebrantable que es digno de admirarse. Tal vez en parte porque no espera demasiado de la vida y tal vez ese sea un punto negativo en él: vive sin una meta, sin un motivo real más que el simple hecho de respirar. Cualquiera diría que le ha perdido la pasión a la vida y se ha resignado a esperar simplemente envejecer en esa casa de madera construido por él mismo. Su relación con las mujeres es prácticamente nula y no porque no le atraigan o no se sientan atraídas por él, por más increíble que parezca hace tiempo que Ichabod perdió el interés en compartir una vida en pareja o formar una familia, lo cual es una verdadera lástima porque si hay algo que es notable en él es su química con los niños, aunque hayan sido pocos con los que ha tenido trato. Otra cosa que siempre ha sido notable en él es el amor que profesa a los animales, de ahí que lo llamen “El señor de los lobos” ya que algunos aseguran haberlo visto más de una vez alimentando a un grupo de estos animales, mismos que se muestran agradecidos y hasta inofensivos en su presencia. Ama la naturaleza, tal vez por ello eligió el bosque como lugar para vivir; para Ichabod no hay mejor sentimiento que la sensación de saberse libre y con la libertad de poder decidir lo que él desee, sin tener que rendir cuentas a nadie o recibir reclamos o quejas de por medio. Es un hombre sin más vicios que el tabaco, no bebe demasiado porque no está realmente acostumbrado y siempre ha sido malo haciéndolo, por eso prefiere evitar beber grandes cantidades de alcohol.