Melodía a la orilla de la laguna(Miranda)

Ya llevo bastantes días en París, y la verdad es que no he tenido ni un solo día de descanso. Pensaba que me quedaría por poco tiempo y al final parece que voy a tener que cambiar mis planes. Antes de llegar a la capital me dije a mi mismo que una vez acabada mi andanza en esta ciudad, abandonaría Francia para siempre; el cuerpo me pide pasar los últimos días de mi vida viendo nuevos paisajes y conociendo nuevas gentes. Pero para mi sorpresa, en los últimos días no me encuentro tan débil como de costumbre, es más diría que jamás me he encontrado tan...vivo. Lo curioso de todo esto es que ocurrió tras mi encuentro con esa vampiresa en su castillo y, sobretodo, tras la supuesta aparición de una personalidad oculta que reside en mi interior; el encuentro se saldó con una fractura de mi brazo derecho y con mi cabeza llena de dudas sobre si lo que decía la vampiresa era cierto.

Así están las cosas, con mi brazo milagrosamente recuperado de una fractura, he decidido tomarme un día de relajación en la laguna. Tras dedicar toda la mañana a pescar sin demasiado éxito, me aferro a mi violín para recuperar el tono de mi brazo malherido. Comienzo con algunas composiciones sencillas que llevan a mi brazo a realizar bruscos cambios de ritmo pero breves, lo que me permite evaluar a que nivel puedo tocar. Llego a la conclusión que sin forzar la máquina puedo hacer sonar alguna de las melodías que más me gustan. Dirijo mi mirada a la laguna, la cual está totalmente vacía y no puedo evitar dejarme llevar por mis impulsos. Coloco el violín apoyándolo en mi hombro izquierdo y acerco el arco para situarlo levemente en las cuerdas. Es el momento de estrenar mis nuevas energías, así que no se me ocurre nada mejor que tocar la melodía llamada"rey de las aguas". Toco las primeras notas y camino hacía la laguna con los ojos cerrados, no necesito demasiado para dejarme llevar totalmente por la alegre melodía. De repente dejo de pisar la tierra y me encuentro con que estoy caminando sobre el agua; en ese instante abro los ojos y comienzo a aumentar el movimiento de mi brazo. La melodía coge un tono alegre y divertido, el cual comienza a hacer bailar las aguas a mi alrededor. Cada vez la emoción que me invade es mayor y en consecuencia las aguas se revolucionan aún más. Desconozco de donde viene esta nueva fuente de poder pero me siento como si fuese la primera vez que hago magia; con esa ilusión que un brujo siente una sola vez en su vida, la primera vez que hace un hechizo.

Del agua comienzan a brotar enormes columnas formadas por el líquido elemento y las olas comienzan a ser ingobernables. Hasta tal punto que cuando termino la canción, salgo volando del lago y caigo a la orilla de la laguna. Entre fuertes respiraciones compruebo que estoy totalmente empapado. Pero en lugar de preguntarme la razón por la que he perdido el control, miro al cielo y comienzo a reírme a carcajadas, hacía tiempo que no estaba tan...feliz.

Mientras la observo me pregunto si es prudente seguir mirándola mostrando una evidente y sincera admiración por su belleza. No soy enigmático, no oculto nada me limito a ser lo que soy y a mostrar lo que hay, y sin duda la mujer que ha interrumpido mis risas es tan bella que es difícil disimular mi lasciva mirada. Es bella, sin duda, es diferente, lo percibo, ¿qué debo hacer?¿por qué el destino la ha traído a mi día de pesca?, espero descubrirlo. Mientras me levanto siento como de su cuerpo emana el aura que sólo los brujos desprendemos, ahora comprendo porque me resulta tan bella ya que no influye sólo su indudable atractivo, sino también la naturaleza de su poder místico. Los seres que recorremos el camino de la magia nos sentimos atraídos por los que avanzan por el mismo sendero, y yo no soy ajeno a esta circunstancia. Estoy empapado, posiblemente mi imagen desaliñada no sea la mejor para acercarme a conversar con una dama, pero me da igual. Me siento fuerte, me siento feliz, he recuperado parte de la vida que había perdido en los últimos años y sin duda si quiero algo iré a buscarlo, con más razón sis e trata de una mujer.

La miro a los ojos y avanzo hacía ella con un andar ligero. Mi gesto es claro y conciso, evidencia que me gusta, que no necesita mediar palabra alguna para que me guste, ese es el efecto que tienen las mujeres sobre los hombres. Lo que me diferencia del resto es que cuando una mujer me interesa, el placer físico pasa a un plano secundario, mi objetivo es descubrir que es aquello que consigue centrar mi atención y mis sentidos, indagar sobre lo que porta el corazón de la desconocida que se ha cruzado en mi camino. Cuando estoy frente a ella observo que su mirada me evalúa, a lo que no puedo responder más que con una leve sonrisa ya que el mero hecho de que una mujer así mi observe es un halago. Paso mi mano derecha por mi rostro para después cerrar el puño y liberar una rosa de pétalos negros la cual ofrezco a la enigmática dama. Algo me dice que el negro es un color adecuado para ella. Una vez hecha la entrega me presento haciendo una pequeña reverencia.

-Soy Yohann Moreau, es un placer...

[Post monono (L) Hoy estoy fundida °___° Mañana respondo!!]