AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Estrella de la muerte: Nayeli de la Rocha Luzunaris
2 participantes
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Estrella de la muerte: Nayeli de la Rocha Luzunaris
Nombre del Personaje
Nayeli de la Rocha Luzunaris
Edad:
281 años aparenta 25
Especie:
Vampireza
Tipo y Nivel Social:
Nivel alto, Extranjera
Lugar de Origen:
Nueva España. México
Fecha de Muerte:
1516
Habilidad:
Atrae naturalmente a cualquier persona, una belleza entre las bellezas. Irradia sensualidad y erotismo y quien piense lo contrario aun contra su voluntad sometiéndolos con su voz autoritaria. Una de sus más grandes cualidades en cuestiones físicas, es su gran percepción de los sentidos sobrepasando considerablemente a los de los demás al igual que su acelerada sanación reduciendo el tiempo a segundos.
Descripción Física:
Descripción Psicológica:
Despide una sexualidad imponente. Siempre altiva, vanidosa y llena de orgullo y recelo por la vida. Es en muchos aspectos una persona reservada. La belleza es su debilidad y hace todo lo posible por rodearse de cosas bellas tanto en material como compañía.
Demasiado calculadora, todo tiene que estar a favor de ella, de lo contrario se vuelve agresiva. Tiene un toque de sadismo, la sangre como todos los inmortales es su gran deseo y siempre encuentra formas interesantes de conseguirla.
Historia:
A la llegada de los españoles a lo que se llamo en su momento La Nueva España. Un joven navegante Genovés arriba al igual que muchos otros en estas tierras inhóspitas, llenas de nativos a los cuales llamaban indios. Una gran guerra desencadenada por la codicia y el poder. Donde el más fuerte es aquel que tiene las suposiciones de su lado. Aquellos dioses blancos de grandes barbas que venían a derrotar a los dioses soberanos de las tierras, con sus armas escupen fuego. Llenaban de temor el corazón de los residentes.
Nuestro joven Aventurero Don Aldo de la Rocha se abrió camino durante muchas batallas, dejándose conquistar por una mestiza que acompañaba a sus nuevos dioses al ser rechazada por su familia. De nombre cristiano Margarita, era una práctica traductora.
Fue un amor pasajero, segados por el calor de la noche y el suave contacto de una mujer. De ello nació una bella niña de mejillas rosadas, piel blanca y ojos verdes. Muy parecida a su padre sin lugar a dudas. No la hizo su esposa por razones personales del propio Don Aldo pero aun así la reconoció como suya al ver el parecido. Se establecieron en un nuevo territorio. Con los lujos que cualquiera en esa época desearía. Los motines de guerra eran comunes. Así que eran solventes económicamente. El siguió en la lucha por la conquista, mientras que su hija crecía con el temor de ser lo que es una simple mestiza.
Aun sin conocer el otro lado del mundo la pequeña que había crecido como toda una acaudalada era un completo déspota y caprichosa. Se reusaba firmemente en negar sus raíces.
Hasta que un día caminando por un pasaje cercas de su casa una extraña figura apareció ante ella. Era una mujer de rasgos tan blancos que parecía que la luz atravesaba su piel dando figura a su esqueleto. Completamente desnuda Sus dedos se estrechan en garras de jaguar, y los dedos de los pies en garras de águila. Dirigió su mirada hacia mi vacía, casi animal. Hablo en una lengua que hoy en día desconozco apuntando con ojos de odio se abalanzó casi volando quebrando mis brazos al contacto. Mordió mi cuello y sentí como la vida se desprendía de mí completamente. Ella no dejaba de retarme pero el pánico producido ensordecía tan obscuras palabras. De pronto un dulce fluido atravesó mi garganta. Era algo conocido. El dolor aumento a medida que tome una gran bocanada de eso que la mujer me ofrecía. Caí inconsciente por algunas horas. Despertándome completamente sola en el bosque, con escazas ropas encima. Habían sido desgarradas por la bestia con cuerpo de mujer.
Sentí por primera vez lo que era tener hambre y no poder saciarla, cada sonido conocido era como uno nuevo y podía sentir mi boca resecarse al percibir el sonido ensordecedor del bosque… los pequeños cuerpos de los roedores y animales me invitaban a saciar esa sed enfermiza.
Sentí como desesperada tomaba la vida de un Jaguar herido a pocos metros de mí. Era la ofrenda de esa mujer que había dejado para mí. Podía percibir ese fétido olor en todo el animal algo que antes no estaba dentro de mí. Mordí con filosos dientes desgarrando su piel cual mantequilla en mi boca.
Pronto los animales no saciaban mi sed y fui a lo que antes llame hogar. Al sentir ese nuevo olor proveniente de ellos. Mate a diestra y siniestra de los que alguna vez llame familia. Sin sentir ningún arrepentimiento.
Una nueva figura se encontraba frente a mí, sometiéndome con la mente a calmar ese instinto asesino. Escuche lo que tenía que decir. Todo fue un castigo de una diosa antigua llamada Itzpapálotl. Devoradora de pecados, en mi caso el de la carne que alguna vez mis padres cometieron.
Enseño y cuido esta nueva figura hasta convertirme en una conocedora de grandes leyendas de lo que ahora podía llamar mi tribu. Poderes ocultos de ese gran ser que creo lo que soy ahora. Busque a mi padre, como cualquier hija y al saber la historia de la epidemia que mato a todo habitante de nuestra comunidad y como es que milagrosamente Salí ilesa con esa raro padecimiento al los rayos del sol me llevo a lo que yo llamaba Nuevo Mundo.
Tome pronto mi propio camino de obscuridad, aparentando lo que no era. Un ser normal. Comía, bebía y asistía a la iglesia como cualquier mortal. Rodeándome de cosas bellas. Probando al mundo que estaba aquí para él y que nada me detendría en el afán de mi perfección. Una nueva estrella había aparecido. La estrella de la muerte… Nayeli de la Rocha Luzunaris.
Datos Extras:
Lleva siempre consigo una pequeña figura forjada en piedra, que el jefe de la tribu dio como recuerdo de su madre fallecida.
Nayeli de la Rocha Luzunaris
Edad:
281 años aparenta 25
Especie:
Vampireza
Tipo y Nivel Social:
Nivel alto, Extranjera
Lugar de Origen:
Nueva España. México
Fecha de Muerte:
1516
Habilidad:
Atrae naturalmente a cualquier persona, una belleza entre las bellezas. Irradia sensualidad y erotismo y quien piense lo contrario aun contra su voluntad sometiéndolos con su voz autoritaria. Una de sus más grandes cualidades en cuestiones físicas, es su gran percepción de los sentidos sobrepasando considerablemente a los de los demás al igual que su acelerada sanación reduciendo el tiempo a segundos.
Descripción Física:
- Spoiler:
Descripción Psicológica:
Despide una sexualidad imponente. Siempre altiva, vanidosa y llena de orgullo y recelo por la vida. Es en muchos aspectos una persona reservada. La belleza es su debilidad y hace todo lo posible por rodearse de cosas bellas tanto en material como compañía.
Demasiado calculadora, todo tiene que estar a favor de ella, de lo contrario se vuelve agresiva. Tiene un toque de sadismo, la sangre como todos los inmortales es su gran deseo y siempre encuentra formas interesantes de conseguirla.
Historia:
A la llegada de los españoles a lo que se llamo en su momento La Nueva España. Un joven navegante Genovés arriba al igual que muchos otros en estas tierras inhóspitas, llenas de nativos a los cuales llamaban indios. Una gran guerra desencadenada por la codicia y el poder. Donde el más fuerte es aquel que tiene las suposiciones de su lado. Aquellos dioses blancos de grandes barbas que venían a derrotar a los dioses soberanos de las tierras, con sus armas escupen fuego. Llenaban de temor el corazón de los residentes.
Nuestro joven Aventurero Don Aldo de la Rocha se abrió camino durante muchas batallas, dejándose conquistar por una mestiza que acompañaba a sus nuevos dioses al ser rechazada por su familia. De nombre cristiano Margarita, era una práctica traductora.
Fue un amor pasajero, segados por el calor de la noche y el suave contacto de una mujer. De ello nació una bella niña de mejillas rosadas, piel blanca y ojos verdes. Muy parecida a su padre sin lugar a dudas. No la hizo su esposa por razones personales del propio Don Aldo pero aun así la reconoció como suya al ver el parecido. Se establecieron en un nuevo territorio. Con los lujos que cualquiera en esa época desearía. Los motines de guerra eran comunes. Así que eran solventes económicamente. El siguió en la lucha por la conquista, mientras que su hija crecía con el temor de ser lo que es una simple mestiza.
Aun sin conocer el otro lado del mundo la pequeña que había crecido como toda una acaudalada era un completo déspota y caprichosa. Se reusaba firmemente en negar sus raíces.
Hasta que un día caminando por un pasaje cercas de su casa una extraña figura apareció ante ella. Era una mujer de rasgos tan blancos que parecía que la luz atravesaba su piel dando figura a su esqueleto. Completamente desnuda Sus dedos se estrechan en garras de jaguar, y los dedos de los pies en garras de águila. Dirigió su mirada hacia mi vacía, casi animal. Hablo en una lengua que hoy en día desconozco apuntando con ojos de odio se abalanzó casi volando quebrando mis brazos al contacto. Mordió mi cuello y sentí como la vida se desprendía de mí completamente. Ella no dejaba de retarme pero el pánico producido ensordecía tan obscuras palabras. De pronto un dulce fluido atravesó mi garganta. Era algo conocido. El dolor aumento a medida que tome una gran bocanada de eso que la mujer me ofrecía. Caí inconsciente por algunas horas. Despertándome completamente sola en el bosque, con escazas ropas encima. Habían sido desgarradas por la bestia con cuerpo de mujer.
Sentí por primera vez lo que era tener hambre y no poder saciarla, cada sonido conocido era como uno nuevo y podía sentir mi boca resecarse al percibir el sonido ensordecedor del bosque… los pequeños cuerpos de los roedores y animales me invitaban a saciar esa sed enfermiza.
Sentí como desesperada tomaba la vida de un Jaguar herido a pocos metros de mí. Era la ofrenda de esa mujer que había dejado para mí. Podía percibir ese fétido olor en todo el animal algo que antes no estaba dentro de mí. Mordí con filosos dientes desgarrando su piel cual mantequilla en mi boca.
Pronto los animales no saciaban mi sed y fui a lo que antes llame hogar. Al sentir ese nuevo olor proveniente de ellos. Mate a diestra y siniestra de los que alguna vez llame familia. Sin sentir ningún arrepentimiento.
Una nueva figura se encontraba frente a mí, sometiéndome con la mente a calmar ese instinto asesino. Escuche lo que tenía que decir. Todo fue un castigo de una diosa antigua llamada Itzpapálotl. Devoradora de pecados, en mi caso el de la carne que alguna vez mis padres cometieron.
Enseño y cuido esta nueva figura hasta convertirme en una conocedora de grandes leyendas de lo que ahora podía llamar mi tribu. Poderes ocultos de ese gran ser que creo lo que soy ahora. Busque a mi padre, como cualquier hija y al saber la historia de la epidemia que mato a todo habitante de nuestra comunidad y como es que milagrosamente Salí ilesa con esa raro padecimiento al los rayos del sol me llevo a lo que yo llamaba Nuevo Mundo.
Tome pronto mi propio camino de obscuridad, aparentando lo que no era. Un ser normal. Comía, bebía y asistía a la iglesia como cualquier mortal. Rodeándome de cosas bellas. Probando al mundo que estaba aquí para él y que nada me detendría en el afán de mi perfección. Una nueva estrella había aparecido. La estrella de la muerte… Nayeli de la Rocha Luzunaris.
Datos Extras:
Lleva siempre consigo una pequeña figura forjada en piedra, que el jefe de la tribu dio como recuerdo de su madre fallecida.
Naomi Ayuzawa- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 31
Fecha de inscripción : 05/07/2010
Re: Estrella de la muerte: Nayeli de la Rocha Luzunaris
Ficha aceptada.
Bienvenida.
Bienvenida.
Nigel Quartermane- Vampiro/Realeza [Admin]
- Mensajes : 10717
Fecha de inscripción : 11/01/2010
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