Volvamos a los viejos tiempos, ¿quieres? [Privado]

por **Shaitan Demoriel** Lun Abr 16, 2012 12:24 am

¡ Decid pues como osais irrumpir en mi morada !

-La voz tronó satisfecha ante el poder que el eco le otorgaba escondiendo su osadia en la más cobarde morada del silencio, cuando el señor se iba la oscuridad revestía de ira al esclavo dejando pues su sonrisa torcida ante el espejo de su maltrecha alma. Atrapados los insultos bajo la llave de la incandescencia se recurre pues a ser útil viviendo la libertad que aun siendo perro parece que se posee. Cuando el señor se va es cuando el esclavo deja de ser suyo para intentar procrear su propia alma. Shaitan ya habia aprendido suficiente de la raza de los hombres como para añadir un tercio más de emoción a su locura, su propia obra maestra hecha para él mismo. No habia entradas porque habia comprado para sí mismo como un Mcbeth falto de soledad- ¡ Asomad el rostro que yo os vea !

-Le llamaban loco pero ellos no sabian lo que era el don de la locura, una sonrisa de sombrío rostro se asomaba, imitaba a alguien pero no sabia si a si mismo o a alguien que habia leido en algún libro, seguro que era lo segundo pero lo interesante simplemente era caminar por aquellos lugares comosi fueran suyos, escupir a la madera de aquel suelo sintiendo que su pecho se alzaba, una y otra vez potente, con la fuerza que solo el dinero le daba...aunque bien, él habia nacido como una rata y ahora la rata osaba llevar una corona de oro ¡ de oro ! sin que la peste hubiera podido con ella, la peste llamada tambien ser humano, no habia cura para la mortalidad pero la muerte era el camino más rápido para exterminarlos-

¡ Llevaos las armas, prended al enemigo, asesinad al traidor ! las cabezas rodarán pero será la vuestra la que yo pisaré hasta que mis suelas se hayan grabado en vuestra sesera amigo mio pues quizás os tomais a mentira mi lecho de palabras pero no soy ningun mentiroso y la mano pues como veis no me tiembla si al infierno he de mandaros -Caminó tomando una máscara, escondiendo su rostro, solo sus cabellos se movian con los furiosos movimientos de su anatomia meciendo pues aquellos instantes, donde los puros instintos se abrian paso ante la lógica ya que la lógica era un absurdo cuento de hadas. Con un movimiento impuso su propio silencio escuchando entonces como su lengua silenciosamente acariciaba sus labios pero tambien ka máscara, tenia los labios resecos a pesar del banquete que se habia dado-