Heidy A. Beaulieu

por Invitado Jue Jul 08, 2010 1:25 pm

♣ Su nombre
Heidy { Abigail } Beaulieu.

♣ Su edad
Diecisiete años.

♣ Su especie
Humana.

♣ Su tipo y nivel de adquisición
Humana de clase alta.

♣ Su lugar de Origen
Marsella, Francia.

♣ Su imagen
'Con un tenue movimiento de sus menudas e inocentes caderas, Heidy sería capaz de desmenuzar la castidad más pura del mismísimo Papa, así como también de avivar el sentimiento de lujuria del humano que perdió el deseo'
... y así es como Heidy puede congelar y revivir con un simple aleteo de sus pestañas, largas y negras como el mejor de los carbones o derretir un iceberg con la sonrisa que siempre deseaste ver nacer de entre sus labios, de grosor apetecible y longitud agradable, por no mencionar la preciosa y perfecta dentadura blanca y lustrosa que se encarga de dejar escapar la delicadeza de las notas musicales que forman su voz, propia de una niña de doce años y no de diecisiete.
De ojos pequeños y del color del cielo, piel sedosa y blanquecina y nariz respingona de puente plagado de pecas, el rostro infantil de Heidy es enmarcado por la rebeldía de su melena trigueña, siempre recogida cuidadosamente entre violentas peinetas y miles de orquillas. Vista con las diferentes y caras telas sobre su cuerpo de muñeca, Heidy parece la princesa que toda niña desea ser de mayor.

♣ Su mentalidad
¿Alguna vez alguién osó pensar, decir o imaginar que tras las miles de telas que cubren su delicado cuerpo, Heidy escondía únicamente carne? ¿O aventuraban que cada trazo de su enpolvada piel era capaz de susurrar mil y una historias? En cualquiera de los dos casos, la cobardía que incita cada movimiento, palabra y opinión de Heidy conseguiría sellar con acero cada poro de su piel para que de sus labios no saliese otra cosa que no fuesen las palabras que todos esperan oir, la sonrisa que su madre espera que esboce y el corsé que las damas de la alta sociedad esperan que luzca con orgullo y sin futuros desvanecimientos a causa de lo apretado de sus cordones. Por decirlo de alguna manera; Heidy carece de personalidad, pues cualquier atisbo de ella es despedazado cuidadosamente por las manos de su conciencia, amordazado por las tiras de su deber y encerrado sin piedad alguna por las visiones de su futuro. 'Un títere de porcelana cuyos hilos no están en sus manos', podría decirse.
Todo lo que hace y dice ha sido cuidadosamente estudiado y ensayado anteriormente, de manera que Heidy sepa lo que tiene que hacer para contentarlos a todos menos a ella misma. ¿En qué termina todo aquello? En una Heidy infeliz de inocencia infundada y de fragilidad innata capaz de dejarse hacer sin oponerse, permitiendo que la sociedad parisina la moldee a su gusto convirtiéndola en un monstruo que sugiere sutileza con cada movimiento a la hora de tomar el té o invitar a un noble caballero a concederle el último baile de la noche; pero que se ve incapaz de tomar sus propias decisiones por miedo a las... futuras repercusiones.

Entonces...¿ya está?¿en eso se basa Heidy? No, Heidy es mucho más compleja y retorcida de lo que uno podría imaginar mirando el mar que esconde el color de sus ojos; Es meticulosa y ordenada, tanto que llegamos al punto de poder denominarla como una maniática del orden y la prudencia. Recatada y sencilla, es una chica de fácil color en las mejillas que se altera con una facilidad desquiciante y molesta que, para el bien de todos, se traga hasta que su garganta se hinche de dolor por el esfuerzo de hacer desaparecer su orgullo, un adjetivo que ha ido bajando del puesto más alto hasta el punto de casi desaparecer. Paga sus deudas con sonrisas y vive de los sueños, los que la llevan a un continuo estado de ausencia que la convierte en una muchacha despistada y, por tanto; torpe. Caracterizada por unos ideales llenos de inciertas y falsas florituras, Heidy esconde mucho más de lo que cualquier persona pueda apreciar, el caso es saber tratarla para que pueda abrirse y sea capaz de demostrarle, a quien sea, que es 'algo más' que un intento de perfección fallida por parte del mundo. Una copia de un deseo que se dibuja a sí mismo. Esa es Heidy.

♣ Su historia
Embriagada por el aroma del más caro de los jabones y arullada por la más cara de las telas, nació Heidy; la única hija de los Beaulieu, que se había quedado con el último atisbo de belleza de su madre y había aprendido a sobrellevar la testarudez de su padre. ¿Aquella fusión era productiva? Sólo hasta los cinco años. Durante aquella corta temporada, la madre de Heidy se había encargado de que a ésta la cuidasen las más entrañables niñeras y que la educasen las más exigentes institutrices. El resultado fue expléndido y a los ocho años Heidy relucía como un diamante en bruto mientras que las familias más pobres morían de hambre en la calle. Sí, a Heidy le enseñaron astronomía, matemáticas y también música, pero consiguieron apartarla de aquel mundo en el que la gente no tenía pan que llevarse a la boca. La alta sociedad no estaba hecha para albergar sentimientos fraternales, y así como su madre dejó de darle un beso cada noche su padre aprovechó cada noche para substituir los besos de su esposa con la cálida piel de su propia hija, de la que abusó todo lo que quiso y más.
Heidy protestaba, se retorcía y llegó incluso a contárselo a su madre. No sirvió para nada puesto que el grado de los bofetones iba en aumento a medida que la niña crecía y su fuero interno se revelaba contra todo y todos. La frase 'Hemos creado a un monstruo' cobraba vida en los labios de su madre, que cada vez se enorgullecía menos de Heidy y aseguraba no tener a una hija, si no a una puta que con doce años ya había recaído en la amarga sensación del alcohol en sus venas, se había escapado de casa cada noche para evitar las poco productivas visitas de su padre y se había quedado embarazada con catorce años, destruyendo así la poca dignidad que le quedaba a su familia y también sus ansias por un futuro prometedor, como el que le habían jurado cuando tenía cinco años. Bonita época, pero al fin y al cabo; esos años habían quedado tan atrás que apenas los recordaba.

Heidy tuvo el bebé -que resultó ser varón-, y con tan sólo cuatro meses fue arrebatado de sus brazos por su propia madre, que aseguró que el niño estaría bien sin ella, que no se merecía el derecho a ser madre. Dos semanas después de que el bebé desapareciese de casa la familia Beaulieu emprendió su viaje hacia París, donde empezarían de cero gracias a los nuevos negocios de su marido. Allí Heidy volvió a presentarse ante la sociedad parisina, acudir a fiestas y a levantarse tarde los sábados, pero con una mueca diferente: la de la derrota.

♣ Sus curiosidades y manías
• No suele mirar a los ojos cuando habla, si no que inclina la cabeza hacia delante.
• Todos los libros que tiene en su biblioteca particular están ordenador alfabéticamente, como casi todo lo que tiene y puede ordenarse de ese modo.
• Es incapaz de dormir con la ventana cerrada.
• Sólo deja de recogerse el pelo los Viernes.
• Sabe tocar el piano, el violín y se le da de maravilla pintar cuadros.

por **Nigel Quartermane** Jue Jul 08, 2010 1:47 pm

Ficha aceptada.
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Heidy A. Beaulieu

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Re: Heidy A. Beaulieu