Lost paradise (Nueva York 2012, época actual) [Privado]

Recuerdo del primer mensaje :

Venecia 2122...



Hace ya algún tiempo fueron encontrados vestigios de lo que parecia ser una extraña nave espacial en el fondo del mar, cientos de objetos antiguos pero medernos para aquellos años pasados se encontaban allí, pero hubo entre todos ellos un pequeño diario escrito por alguién que llevaba por nombre Montserrat fue encontrado, sorprendente era el hecho del estado de conservación pese al agua y al tiempo, encerrado y protegido en una caja de metal, guardando la más grandes de las historias para comprender la humanidad de estos tiempos.
Si bien era cierto hoy en día criaturas nocturnas y magicas convinadas con los mortales viviamos en santa paz ¿Pero que habría pasado antes para que hoy existiera tan gloriosa armonía?, aquel diario contenía la respuesta de toda esa historia, que solo fue descrita en los libros de historia como un pasaje de por menor importancia. Desde pequeño, donde hasta España habia llegado la noticia de aquel hallasgo me obsecione tanto, que me fije la meta de conseguir ser escritor y de esta manera de obtener en mis manos tan preciado documento y lo tuve hasta hace dos años, con gran empeño me puse a investigar, sabía que la autora de aquel escrito a un vivía en nuestros días, la dama era un vampiro ya antiguo, con mucho esfuerzo conseguí su paradero, estaba aquí en Venecia, con atrevimiento decidí enviarle una videollamada a su recidencia, devolviendomela a la noche siguiente, ella gustosa había aceptado mi propoción, -Las letras pueden despertar la imaginación y ellas mismas omiten cosas que en ese entonces pasó- le dije entusiamado en mi mensaje -Por favor permitame escucharle de viva voz lo que realmente ocurrió hace un siglo, cuando ninguno de nosotros había nacido-, creo que fue esa alegría con la que comencé y termine aquella llamada la que le convenció de asistir a una cita en un famoso café de Venecia...
Aquella noche llevaba el diario y mi computadora para tomar notas de lo que ella me contaría, esperé un rato, y ese rato se conviertió en una hora, esa hora en dos, hasta que finalmente ella apareció.
Bella, vestida con lo más clásico de la moda antigua que retornaba hoy en día, su estilo similar a los años 1980 y un aire de malicia y de justicia a la vez, fuerte y dominante, con paso firme se acercó a mi mesa -Buenas noches- le dije cordial en inglés antiguo, pues según tenía entendido ella era originaria de la antigua Inglaterra, con mi mano algo temblorosa le invité a tomar asiento, una vez frente de mí comence a explicar -Mi nombre es Archibaldo de la Cruz, vengo de la República Española, antes conocida como España- rei nervioso- Bueno para que le señalo esto si debe saberlo perfectamente ¿Verdad?, sí, usted ha visto a evolución del mundo, disculpeme soy un tonto- decía mientras le observaba, la chica era de extremada belleza, unos diesciocho o diescisiete años le calculaba, pero en un sus ojos de extraño color podía reflejarse toda una eterna existencia, una sabiduría tan grande para la edad que aparentaba.
-Pues verá- dije regresando de aquel pensamiento -Yo era un niño cuando encontraron la extraña nave en el fondo del mar y el diario que hoy tengo en mis manos- le ofrecí el diario dejandolo al frente suyo -Soy escritor, bueno al decir verdad esta historia me dió las alas para dedicarme a esta profesión y... también soy historiador, he leido el diario mil veces y creo que es digno que esta historia sea enseñada a las futuras generaciones de todas las razas, por que este es el verdadero pasado del que ahora se sostiene la armonía del presente- abrí el diario -Esto debe ser relatado, no como un simple esbocé del porque el monumento en el centro de la ciudad de York States, anteriorrmente Nueva York- abrí la computadora de mano, parecidos a los celulares de los tiempos pasados -¿Podrá contarme la historia de los Heroés de Libertad?, del grupo del que formo parte para la justicia y la paz de este planeta y la armonía de todas las razas que surgió con su ejemplo- me preparé a escribir -¿Recuerda que pasó en el mundo y en lo que se conoció como Nueva York hace ya tiempo en el año 2012?- la vampiresa suspiró profundamente, cerró sus ojos para abrirlos lentamente y entonces el relato parecia venir de sus propios labios...

Para algunos todo lo que estaba ocurriendo podía ser el fin del mundo, la peor catastatrofre que había acontecido en los ultimos años pero para mí no era más que una simple prueba que el señor nuestro Dios ponía en el camino.
Esa joven vampiresa estaba amargada, desecha y transformada en odio puro hasta el ultimo rencor de su alma, aquellos ojos sobrenaturales no podían engañarme, conocía la mirada de quién sufría y de quién estaba más que golpeada por la vida.
Yo no tenía nada que perder, todo cuanto tenía se esfumo con los siglos, mi soledad era mi amiga y la unica fiel compañera durante este mar de estrellas que tanto maldecía, pero ella lo había perdido todo en el momento mismo en que ese joven se volvía cenizas, en que otro ser se le había ido en algun momento de la batalla en los patios de la escuela.
-Calma mujer- mantenía la cabeza gacha, mi mechon de cabello cubría mi mirada, los ojos son la ventana del alma y por eso la mía nunca sería contemplada, no porque hubiese cometido pecados, no, era porque en mí ser no había cabida para ser vampiro, solo humano... solo para eso tenía espacio -Me dicen el "ilusionista oscuro", ya adivinarás porque, el misterio es mi vestimenta, los trucos de ilusionismo son mi presencia y la oscuridad junti con la soledad son mis verdaderas compañeras- finalmente levante la vista. viendo fijamente a las almas que tenia a mi alrededor, todas parecian estar en pena, como dicirlo atormentadas, extrañadas y confudidas por ser presas de la incertidumbre que como aquellas bestias las mantenía en sus garras directo a las fauces del miedo -Mas vale que mantengas la calma o el miedo mismo será quién acabe contigo mujer y con todos los demás también ese joven se ha quedado atrás y ustedes lo siguen cargando entre sus brazos- la calma, esa fiel virtud mía era una bendición en ocasiones, y en otras era una maldición, pero para que adelantarse a los hechos, aún pensandolo no lograriamos impedir que el futuro tocara a nuestra puerta y entrará para dejar o llevarse nuestra alma, para que el rio de dolor no llegará al corazón o para que la muerte y la locura nos llevará de la mano a la perdición a la que ya se esta destinado -Su peso no los dejará cotinuar, quieren salir de esta completamente vivos debemos pensar con la cabeza y no dejarnos arrastrar con el monstruo y la muerte, ¿quién soy vampiresa? parece que el único que vió morir a ese joven y que no se esta doblegando ante el horror y el espanto de un cuerpo, ante los deseos de venganza que nacen del alma, mi nombre es Gideon Stark, un joven que reniega de su naturaleza, un monstruo que reza día y noche para que sea salvado de su condena, el unico que escucho a tu amigo decir lo mucho que confiaba en ti, ni siquiera le conocía salia de mi dormitorio cuando una bestia nos tomo por sorpresa y escuche... lo juro por Dios la voz de él, que ordenaba llevarnos a un sala de experimentación- señalaba con dedo acusador y firme al hombre que estaba a mi costado, de mirada dura, de expresión fría que dese que salimos nohizo más que guardar silencio, observandonos uno a uno, ¿Buscaría enemigos?, creo que los había encotrado con la vampiresa y yo, mi acusación podía llevarlo a la muerte, pero más valia deshacernos de la venenosa hidra a dejarla crecer entre rosas oscuras y llenas de la luz de la luna -Si vas a pelar vampiresa no lo hagas por venganza, no esta vez, ni por el rencor eterno en el que te esta sumiendo Luzbel o Belial, pelea por cumplirle al alma de ese inocente la libertad, por corresponderle a esa ciega confianza, ¡Vamos! si así lo quieres por lavarte esas manos que sientes llenas de la sangre que de el emanó-guardé silencio y voltee rencoroso a ver al hombre que estaba tras de mi -Pero.... primero debemos deshacernos de las alimañas, de la ponzoña, del veneno- saque entonces una navaja de la chaqueta de cuero y de a poco me acerque a ese inesperado y traicionero ser.

Estatico, frio y observador, el estaba rodeado de todas esas criaturas a las que odiaba tanto, todas aquellas criaturas que tan poderosas se creía que eran cuabado eb realidad solo estaban muerta del miedo, de la duda y de la culpa.
El ya era algo grande por lo menos más que ellos, era ya un viejo ycansado cazador, cuyo camino recorrido podía verse en esos ojos cafés cataños los caminos recorridos, los pasos cansados de un alma errante y sin descanso que le permitiera vivir lejos del dolor y la soledad, Solomon sabía que si eso se lograse un día sería cuando ninguna de esas bestías que estaban enfrente respiraran y compartieran el aire que daba vida al mundo fragil y humano.
Se estrujaba las manos, respiraba lento, tranquilo esperando que esto le ayudará a calmar las ansias de tomar el arma y la espada y apuñalarles o dispararles por la espalda, le estaban acusando sin tener fundamento firme de que el había sido la voz extraña y desconocida de la que ahora querían deshacer, Vasari penso entonces que era simplemente animales cuyas mentes eran llevadas por el instino y no por la razón, incluso aquel vampiro tan callado y misterioso, ese joven ilusionista que presumía estar centrado en la situación estaba tan lleno de incertidumbre que también obedecia al fiel instinto de los monstruos de su estirpe.
-¿Son tontos o el instinto les nubla la visión?, ¿acaso estan tan ciegos para no darse cuenta de que soy un cazador, de a cualquiera de ustedes podría matarles cuando yo quisiese?- dejo de mirales a todos, caminando hacía el extraño muchacho -Me temo que alguién más es la ponzoña, joven Stark- poniendose frente a el, le vio retador esos jos que podían expresar frialdad, tambien podían reflejar la amenaza de quién los poseía -Solo mi presencia era una visita de un amigo de años que posee el director, extraño que yo acepte de un demonio amistad sincera, pero el salvo mi vida incotables veces y es por eso que hoy intento defender lo que el quizo forjar, estaba en los sotanos odio ser observado por la gente, aborresco la presencia de todas la criaturas ajenas a las humanas, por eso me refugie allí, cuando oí los rugidos y de estas ventanas viejas y cansadas se reflejaron dos criaturas que no hace falta describirlas pues ustedes probablemente las hayan visto en los patios ¿o es que Alessandro se animo finalmente a que hubiera una fiesta?, me temo que no- camino en dirección a todos postrandose en medio del semi circulo -Los he visto de uno en uno y son simples jovenes queriendo hacer el trabajo de adultos, por mucho que algunos tengan la posibilidad de la inmortalidad, son inexpertos aún, yo soy ya un hombre de edad respetable entre humanos, mi cuerpo y estos pies han andado en lugares de todo tipo, sufirendo heridas pero ninguna se compará a la que tengo marcada en el alma- entonces esas manos blancas y de las cuales se asomaban venas de lo color azul como los cielos se sumergieron en el bolsillo interno de la chaqueta y sacaron un hermoso camafeo de oro puro, antiguo y cubierto de tierra producto del enfrentamiento, ignorando toda reacción de los que allí le acompañaban mostro ante sus ojos una fotografía quizás ya gastada por los años pero aún visible para todo el que se quisiera enterar quien o quienes estaban detras de vidrio inmortalizados para siempre entre papal y colores -Era un hombre realizado y feliz, tenía una esposa y un hijo mi vida estaba hecha, era dichoso gracias a Dios todo poderoso... más mi profesión de cazador trajo la desgracia hacia lo más puro y rico que tenía, la oscuridad convertida en ser con colmillos y sed del rojo carmesí cogió entre sus fauces a mi hijo y su madre, mi esposa.... la única mujer por quién habría dado la vida, les jure que protegeria las vidas de todos lo mortales de las garras de los infernales inmortales y hoy haré lo mismo, ¿me matan, los mato para poder seguir o me uno a ustedes? que escogen- su cabeza giro al techo, más de una criatura rugia, a más de uno se escuchaba su agonía, gritos y desesperación, lucha inutil y las pisadas que empezaron a provocar pequeños terremotos aumentaron con mayor intensidad -Es momento de movernos y de hacer algo si queremos impedir que más almas mueran, estoy de su parte si ustedes me dejan, discutir solo robará tiempo, planear no ayudará a recuperarlo- respondió esta vez de modo agitado -¿Ustedes creen que con una cruz como la que llevo en hombros había conspirado contra los seres de aquí o contra los humanos que seguramnete perdieron la vida al intentar ser policias o soldados, o Alessandro que solo dios sabe donde está?¡De que me serviría experimentar, ni la alquimia logro revivir a mi familia, estoy cansado de probar, es hora de luchar, si ustedes vampiros quieren seguir teniendo el buffet servido como cada noche!- tomo un poco de aliento, cerro sus ojos y estrecho su mano hacia el ilusionista -Si hubiera querido deshacerme de ustedes, ni siquiera hubiera metido las manos para intentar salvarlos y en lugar de todo este discurso ya les hubiera diparado ¿no crees?- torciendo la boca en una mueca de sonrisa y de una señal de un pacto quedo a la espera de la futura respuesta del joven condenado.

El oscuro vampiro no le tendio la mano, quedo callado y frio simplemente con una expresión de dudas, la otra vampiresa tampoco confiaba y menos ahora que su conocido estaba muerto, pero... ella no dijo si creia o no en su historia, creo que para ella había otra cosa más importante para ella, aunque con exactitud no sabía en que desviaba su mente.
- De acuerdo señor.... Vasari- dije al ver que nadie decía nada, y le estreche la mano -Que estreche su mano no significa que confie en usted y su versión- intencifique mi tono para aclararle a los demás aunque sinceramente no tení obligación de hacerlo.
-Tenemos que salir de aquí para poder ir a la calle y detener lo que sea que este sucediendo, dudas como estas solo harán que tropezemos y caigamos en manos de quién este al mando de toda esta guerra, más vale que hagamos aún lado las diferencias, ya se que todos somos pertenecemos a estirpes que se odian por instinto y por historia, pero por una vez no nos comportemos como animales.... sino como lo que todos fuimos alguna vez: Seres humanos- todos fruncieron el ceño, mirandose unos a otros de arriba a abajo -Vamos, quién aun quiera vivir sigame, quién quiera esto como un sepulcro quedense y mueran como lo que la gente piensa que somos solo bestias que merecemos estar encerradas, que no tenemos suficiente alma para luchar por lo que cada uno de ellos ama- les dije viendolos por última vez a los ojos, di media vuelta y retome las escaleras, de pronto oí sus pasos y sabía que todos venían detrás mio, quizas no les importaba limpiar sus nombres pero.. cada quién tiene su razón o su motor para seguir con vida en esta mascarada.

No confiaba en el cazador, mucho menos confiaba en ese chico que se transformaba en un inutil perro... sin embargo sus palabras tenian sentido para mí, si bien yo quería limpiar mi nombre, quería recuperar el tiempo que había perdido con Alessandro del cual ignoraba si aún vivía o sus días ya habían culminado aquella noche.
Dio media vuelta y busco la salida de nuevo a la superficie, aún no sabíamos como era que le seguiamos pero ibamos detrás suyo, y lo que vivimos nos dejo sin aliento cuerpos abundaban en todas partes caminamos entre ellos intentando hallar a alguno por vida, pero todos estaban muertos, pocos eran los que estaban escondidos detrás de los arboles caidos o inmobiliario roto, las criaturas no se habían marchado seguían allí en algun sitio dentro de la escuela, podiamos escuchar sus rugidos, el golpe queemitian swus pisadas, sus garras arañan el piso pulido, el grupo con el que venía se había separado para buscar a los sobrevivientes, volviendonos a reunir donde el director había sido secuestrado.
Empezamos a armar teorias y comenzamos a planear formas para salir de allí, lo primero era buscar armas y espadas que utilizabamos para las lecciones de defensa personal, algunas linternas que utilizabamos en los paseos a media noche... aunque sinceramente no le enccontré utilidad, pero era una opción viable, no podíamos bajar la guardia ni confiarnos ante nuestras poderes por raza -Si aún estan aquí es porque saben que hay personas con vida dentro, sospecho que no se irán hasta que todos estemos muertos, sin embargo trataremos de ganarles la partida y no dejar que esto se expanda a la ciudad- entonces fue cuando pedimos la intervención del brujo que los vio y los enfrento paraa tener una idea más clara de lo que intentaríamos desaparecer para siempre.

-Yo se lo que vi- les dije a todos los que estabamos allí presentes -Tan solo iba por algunas cosas que olvide aquí en el patio y termine siendo acechado por esas bestias, ellas son peligrosas y no miden el daño que pueden causar, matan por placer y no por instinto- suspire intento tranquilizarme, los recuerdos estaban frescos y seguían aterrorizandome -Tiene un gran pelaje, es gris como el nublado de los cielos, son enormes y pueden expander su musculatura de acuerdo a lo que ellos necesiten, tienen alas como los murcielagos y sus cabezas son similares a las de un dinosaurio volador solo que con afilados dientes largos y por ultimo sus garras son curvas pero largas y filosas, debemos ser astutos y no dejarnos aterrorizar por su ojoso rojos, es cuestión de herirles con la espada y entonces ellos caerán- el gran arbol caido nos cubria en medio del patio, eramos más que el grupo con el que venía, uno de ellos aseguraba que cuando el director desapareció, dos humanos aparentemente de la policia habían sobrevivido y aún estaban dentro de las instalaciones -Bien...- dije algo duddoso -dividamonos en grupos o parejas, terminemos con la pesadilla y busquemos a los policías- nadie dijo nada pero asintieron con la cabeza, después de algunos momento tensos quedamos de acuerdo y así cada quién con su grupo o pareja partieron con rumbo cierto pero con un destino desconocido, la pregunta me asustaba pero era normal que la formulará ¿Todos con los que empece esta amarga aventura terminarán con vida al final del camino?, ¿Podremos terminar con esa bestias antes de que lleguen a la ciudad? ¿Confiaremos los unos en los otros? y lo más importante recordando a Vasari y al fantasma ¿Coniaremos incluso en lo desconocido, segandonos de que entre nosotros puede haber un traidor?

Era más que ridiculo lo que estaba haciendo pero todo el esfuerzo valía la pena.... yo era el amo, el ángel de la muerte, ese era mi vida y no permitiría que alguién con unos simples experimentos remplazará la maldad pura, la oscuridad verdadera...
Nos habíamos divido en grupos o parejas, estos jovenes tenían ganas de vivir sin saber que cuando todo esto terminará cualquiera de ellos podía ser mi futura victima, quizás sería el brujo la que auyde, o al lobo que no dio el impulso o muy probablemente fuera la vampiresa que tenía aún lado mío, quién sabe... alguno podría venir marcado con el simbolo del fantasma.
Montserrat, ese era su nombre, un nombre en verdad precioso para ser colocado dentro de mi lista roja, un ser realmente joven, demasiado amargado y resentido con la existencia, ahora yo debía estar detrás de ella cuidandole las espaldas y ella debía cuidar muy bien las mías o podía terminar hermosamente colgada de algun pilar que encotrará de pie, lo ansiaba pero por extraño que pareciese no me satisfacia mucho que fuese mi victima, simplemente no era de mi tipo perfecto para asesinar, además andaba en busca de algo o alguién y no era exactamente los policías perdidos... era alguén más importante.
Nos metimos en los primeros salones de la escuela, el pasillo estaba oscuro, las iluminaciones, los focos habían sido desprendidos, las chispas llovian como los fuegos artificiales y sin embargo caminabamos entre ellos -Escuchame bien mujer- finalmente le dije amenazante -No he venido aquí a jugar, creeme que no es hora de buscar tus juguetes, sino de encontrar a esos tontos policías y terminar de una vez con esas... cosas- me puse frente de ella mirandole amenazante -Te advierto, no termines con mi pasiencia o yo terminaré con patetica y rencorosa existencia- pero fue entonces que alguién hablo dentro de los salones, defendiendo a esa joven inmediatamente, otro vampiro pero más antiguo que ella, cabellos largos y ojos castaños, oarecia tener un interés especial en ella.

-Si tu plan es asesinarla, creeme que yo puedo despedazarte a ti primero sin mover un solo dedo- intervine molesto, saliendo de las sombras que predominaban en uno de los salones donde solía dar mis lecciones de literatura -¿Patetica y rencorosa existencia?.... ¿acaso debo recordarte quién es el que vive entre las sombras, aislado? ¿Quién mata por rencor, placer y venganza?... The phatom, el asesino de la Ópera de París- termine por enpujarle poniendo mi cuerpo entre él y Montserrat.
-Pensé que estarías muerta- me dirigí hacia ella, mi unica razón por la que había aceptado este trabajo, era la única manera en que podía verla, en que podía hablarle sin que se negara -No... tuve tiempo de salir, estaba recogiendo mis cosas cuando ví a esa criatura arrazar con la gente que corría pavorida en los pasillos, intente salvarlos pero esa cosa me golpeo quedando inconciente en lo más profundo del salón, cuando desperte no había electricidad y tampoco había vida- suspire y sonreí mientras le veía, sus ojos seguían hipnotixandome, su fragancia seguía enbriagandome y sus simple presencia seguía seduciendome, acarice su hombro descubierto, deslizando mi mano hasta su mano de color blanco como el marmol -Temí haberte perdido para... siempre, mi oscuro querubín, ¿Pero a que has venido?, a salvarme, me temo que las puertas estan cerradas, esas criaturas parecen tener una misión importante y esa es matarnos a todos- de inmediato tomo mi mano con más fuerza y me vio con mirada decidida, sabía que algo venía a pedirme o algo malo venia a contarme.

Mi intuición no me engañaba el mismo Stefano me confirmo que a quién tenía un lado era el peor de los asesinos, era el famoso "Fantasma de la ópera", mito único que sobrevivio a pesar de los siglos... no podía evitar sentirme tranquila teniendo a quién fuese mi creador para protegerme en caso de que el instinto le ganará a aquel misterioso ser.
-Afortunamente cierta gente aprende a sobrevivir tras el abandono de quién falsamente dice amarte- vaya rencor que desate en esos momentos, aunque para ser honestos estaba contenta con saber que el se encontraba bien y con vida, baje la mirada al percatarme que tomaba su mano con fuerza, de inmediato la solte con aires de despecho -Necesito tu ayuda.... necesito que te unas al grupo que sobrevivio de este ataque, todos estamos buscando a dos tontos de la policía que estan el alguna parte de este edificio, después todos intentaremos salir de aquí y buscar al responsable que ordeno hacer esto, de las criaturas ya pensaremos en algo y hay otra cosa más que debo confesarte- me di la media vuelta para no verle a los ojos -Alessandro... Alessandro esta desaparecido, una de esas cosas se lo llevo y no sabemos si continua vivo o muerto- guarde silencio -Se que Alessandro... es el peor de los seres, que no merece el perdón de nosotros, pero de alguna manera nos salvo la vida o nos dio una nueva- le mire decida -Debemos ayudarlo, le debemos esta... esta... condena-.
Lo extrañaba, pero era tan confuso este sentimiento, al estar junto a Stefano ese vacío desaparecía, Alessandro pasaba a simplemente una preocupación... mi corazón se dividia en dos Alessandro de un lado y Stefano del otro.

Ignoré por completo a la sombra que esta a las espaldas de Montserrat, la única que me importaba era ella -Así que.... ¿Hay alguién más dentro del inmueble?, es que pense que todos estarían muertos, una criatura de tal magnitud no puede ser tan debil para que hubiera sobrevientes aún no lo puedo creer- camine hacia ella y la tome por los hombros, acariciandola como solía hacerlo antes -quizás no puede ayudar a las personas que estaban en este pasillo pero ayudaré a las que esten dentro con vida, y si aquellos de la policía son completamente humanos estan en grave peligro, no tienen armas para defenderse, podemos hacer algo bueno dentro de esta maldición-.
Suspiré profundamente cuando menciono a mi desdechado creador a quién no le agradecía ni siquiera la nueva existencia que me había proprocionado -¿Hay algo que no sé?, ¿Pasa algo entre tú y Alessandro?- el silencio otorga, siempre lo he dicho, ella ni siquiera pudía mirarme a los ojos, -No es necesario que me respondas, te conozco, tu silencio... es el dice que si por tí-.
De nuevo sus orbes estaban fijas en mí, pidiendo ayuda y de cierto modo reflejaba alivio -Veo que cualquier cosa que hiciera a pesar de los siglos no cambiaría tu sentir por Alessandro, jamás serás mía mientras exista él- le tome su mano cubriendola con las mías -Bien, acepto mi derrota y les doy mi ayuda- asentí con la cabeza -¿Y ahora que hacemos, cuál es siguiente paso?- Ninguno dijo nada, Montserrat tomo mi brazo, mientras el fantasma salió derrás de nosotros, caminabamos para adentrarnos en un terreno de guerra de cual ignorariamos si los tres sobreviviriamos, lo único que tenía claro es que defendería a mi creación, a lo único que había logrado amar de verdad, y eso lo defendería a capa y espada.

-¡Silencio!- dije fastidiado a toda la comitiva que me había sido encomendada, todos estabamos en el lado poniente del terreno deshecho y oscuro, teníamos que dividinos para hayar a los policias y marcharnos de ese sitio antes de que solo se fuera nuestro respectivo espiritú.
De mis otros compañero todo absolutamente todo lo ignoraba, no sabía con certeza si esteban vivos o muertos o tal vez si habían sido secuestrados como esa persona allegada a Montserrat, caminabamos a tientas aunque habían vampiros de mi lado, los rugidos de esas bestias podían escucharse, y algunos su temor podía percibise podía casi jurar que eran humanos y no esas criaturas rechazadas por los seres humanos, con semejante escenario parecia que estabamos dentro de un filme de terror.
Sin embargo y por desgracia había caido aquel vampiro reservado y serio del cual tenía mis propias sospechas así como del cazador que llevaba al otro costado, esos dos alborotaban a todos los demás, sus continuas discusiones comenzaron a desesperarme -¡Ya basta!- detuve mi paso mientras gritaba -¡Quieren pelearse, matarse!¡Bien haganlo no me importa pero si no es mucha molestía procuren que sea una vez que salgamos ilesos de aquí ooyeron!- todos quedaron inanimados y estaticos, todos sabían que yo siempre estaba a favor del pacifismo y del dialogo en lugar de la violencia y los gritos, pero esa no era una situación que ameritaba paciencia o algo por el estilo,continue mi paso y no paso ni un segundo cuando volvieron a empezar -¡Esta bien sabiondos!... hagan lo que quieran, matense aquí si quieren... ¡Yo si quiero salir!- señale a tdos con dedo acusador -Quien quiera venir y salir de aqui para vivir siganme y los que esten a fovor del pesimismo quedense aquí y mueran con estos dos...- dije en tono mas calmado pero con el ceño completamente fruncido -¡Porque yo me largo!- di media vuelta sin pensar en un momento quién se había decidido a seguirme y quién no, ignorando por completo la reacción de aquellos dos.

Tantas cosas pasaban en aquellos momentos por mi cabeza que me era casi imposible saber como y cuando las cosas planeadas se habían acordado, poco recuerdo pues yo me mantenía en un rincón apartado, orando, rezando porque todos salieramos vivos de este enredo y que después de un tiempo todo esto por lo que viviamos y luchabamos al final se quedaran en recuerdos más que olvidados, enterrados hasta el último suspiro que cada quién tuviese al final de sus vidas.
Ahora lo único que podía saber con certeza es que un brujo estaba al frente de grupo que se le había confinado, aquel joven muchacho fue el primero en ser atacado por esas bestías, sabía de lo que eran capaces de hacer y sabía como matarlos en caso de que alguno se cruzará en nuestro camino, ese camino oscuro y silencio, que ademas de abundar en el silencio también reinaba la incertidumbre y el suspenso, seguí con mi rosario en la mano, mientras con recelo observa al cazador que por más en que me negará e incistiera a mi mismo que el no había sido la voz que nos hablo al principio cuando pareciamos estar ya en problemas, sin embargo mi propia conciea me dictaba que el había sido el asesino del joven que murio en brazos de la mujer aquella.
En la primera ocasión en que el brujo Bryan había gritado yo no tuve nada que ver en su reacción era la propia incertidumbre de todos y las desesperación de él ante la situación y el destino incierto que enfrentabamos, sin embargo la segunda vez debo admitir que nosotros tanto el cazador como yo propiciamos la última discusión.
Ibamos caminando a tientas, más yo podía sentir la presencia de alguién más dentro de nuestro circulo, era un aura tan perversa que ni siquiera se necesitaba de habilidades y otros poderes de razas distintas para percibirlas, cuando gire la cabeza hacía tras me percate que el cazador vigilaba con mucho recelo los alrededores como si quisiera asegurarse que nadie le vería, que nadia le seguía -¿Perdiste tu veneno hierba de los infiernos?- dije en tono engreido -¿O es que acaso tu propia conciencia te persigue y no te deja en paz?- si decía algo o no en esos momentos no me importaba, ni siqueira le escuchaba, me estaba riendo, raro era cuando lo hacía, mis carcajadas abiertas hicieron desesperar al brujo, a quién solo por respeto guarde silencio y continue caminando pero entonces el cazador empezó con la discusión de nuevo, era tanto mi resentimiento que ni siquiera recuedo cuantos insultos no le dije aque l hombre viejo del quién todos sopechabamos pero nadie se atrrevía a decirla algo, de nueva cuenta volvío a gritar pero esta vez para separse definitivamente llevandose con el a los que no que querían tener problemas -¡Vea lo que usted a provocado!- recuerdo que le dije al final muy enfado, entonces tuve la ligera impresión de que se me iba a abalanzar, detrás del mechón oscuro estaban mis ojos fijos, retantes y mi postura preparada para el ataque.

Para aquel cazador le resultaba tan complicado cpmprender y creer que aquellos con quienes estaba hace un rato, le hubieran arrojado con ese misterioso enemigo que se había convertido en su peor enemigo, bien sabían todos aquellos lo que había acurrido, más con aquella vampiresa queriendo la venganza por la muerte de su conocido, el sabía perfectamente que no sería admitido en el grupo que ella y otro vampiro comandaba y menos cuando ese oscuro vampiro le había metido en la cabeza de que este hombre podía ser el responsable de su fatidica muerte.
Tenía las pupilas fijas hacía el horizonte, aquel que no pintaba nada más que la absoluta oscuridad, ni siquiera y por más que se esforzaba Solomon no podía observar sus manos blancas y de venas azules marcadas, con esas cicatrices que le gustaba admirar en tiempos donde podía sentirse drrumbado o sin esperanza de un buen resultado en la situación por la que vivía o por no poder encontrar una salida, pero volvio a reanimarse al tiempo que pudo escuchar un sonido por detrás del camino que poco a poco abandonaban, bien sabía Vasari que nada vería sin embargo con esos sentidos que sin importar su edad aún funcionaban podían darle cuenta de donde estaba aquella presencia quel percibía.
Nunca paso por su cabeza que incluso aquellos movimientos de defensa podían ser mal interpretados por su propio enemigo, quíen de la manera más despota que pueda existir empezó a cuestionarle y bularse de los actos que en ese momento el cazador ejecutaba -Creo que fue a tí el que se te acabo el elixir de la confianza desde hace tiempo, sabes eso era lo que andaba buscando, haber si entre tanta oscuridad no lo habías dejado tirado- respondio serio y tranquilo, era algo arriesgado para él refutar dde aquella manera pero ese adversario que se había ganado respuestas como aquellas lo mantendrían callado -Además quién le persigue su propia concienca es otro, ¡Que prueba más evidente no puede dar que su rosario en la mano, rezando e implorando por la salvación de su alma!- elevo el tono que todo indicaba Solomon estaba perdiendo la paciencia, pero alguién más ya la había perdido antes que ellos dos juntos, se trataba nada más y nada menos del cabecillla del grupo, aquel brujo de cabellos alborotados y rizados, de vestimentas algo atrasadas para la época moderna o quizás más dada a la moda bohemia, en primera instancia pidó silencio a toda la tropa de personas inundadas por el miedo y ahora poco después eran ellos a los que les pedía calma y sociego, ante esto Solomon no dijo más mada, quedandose callado asintiendo a la llamada del joven Brujo.
Más de pronto el vampiro comenzo a reirse, Vasari podía tolerar todo menos que se rieran de el o de sus palabras, Solomon alzó la voz pero no sirvio de nada aquel infame ni siquiera escuchaba, seguía con las burlas a cuestas y entonces de nueva cuenta el brujo se desesperó amenazandolos de dejarlos abandonados en el camino y aquel desdichado ahora le culpaba de lo sucedido -¿Yo tengo la culpa?- soltó una sonrisa sarcastica -Si claro, como no, ¿Quién fue el que empezó a tener sospechas irracionales de mí? ¿Mi conciencia?, ¿serás tu me conciencia?, parece que en eso te has convertido, sin embargo creo que esta muy sucia, dejame proporcionarle un pequeña limpieza, que ni siquiera será dolorosa- saco el arma que guardaba siempre debajo de su capa -Nunca quisé llegar a esos extremos- afirmó más no lo haría su única intención era intimidar a ese ser que aohra le miraba retante, dispuesto al ataque, quito el seguro de la pistola y la cargo para que despacio fuera apuntada al corazón del vampiro, el brujo asustado le desvió la mano y el disparo salió al aire -¡Que ha hecho!- replico él -Era solo para intimidarlo, no iba a herirlo y mucho menos a ¡matarlo!- explico irritado -Tu vampiro si quieres rezar, implora entonces porque ninguna de esas criaturas hayan estado cerca, porque si escucharon el tiro, entonces hemos dado nuestra posición sin quererlo- enfundo el arma de nuevo y por unos minutos el silencio se apodero del grupo para que pudiesen captar algún sonido, pasaron quizás minutos y nada se presento, pero no muchos pasos adelante, unos ojos carmín se elevaron detrás del vampiro y un fuerte rugido logró escucharse anunciando algún aconecimiento, la cuestión ¿sería bueno o malo?.

Prefería buscar por mi cuenta, a pesar de todo no podía estar con los vampiros por la gran rivalidad de nuestros antepasados de siglos atrás, sabía que Bryan tendría futuros problemas con el cazador y ese misterioso vampiro, además aún seguía teniendo mis dudas, por más que habían pruebas de Bryan era inocente y que ignoraba todo cuanto sucedió en los últimos instantes algo no me cuadraba muy bien, por alguna razón el instinto me inda icaba que ya un traidor estaba entre nosotros pero ¿Quién?, esa era ahora la cuestión.
Iba caminando por la parte trasera de la escuela pero si se le veía bien en realidad ya no tenía diferencia alguna con las demás areas de la escuelas, en todas había muertos y escombros, polvo provocado por el desplome de muros y partes enormes del los dormmitorios del este, intentaba buscar algúin aroma ajeno al que ya se encontraba en la admosfera: El de la vida, si ese aroma que aún tenía la esperanza de que lo llevaran en la piel aquellos dos que no se sabía de su paradero -¡Buscar una salida, si claro!-. hable en voz alta, se me hacía algo estupido esa acción con la se escusaron los policias para desaparecerse del lugar -¿Y si ellos son los traidores?- me pregunte en voz alta deteniendo el paso -Si tiene sentido, ellos desaparecen y empieza la matanza, sabían perfectamente que el director cerraría las puertas cuando entrara la fuerza publica para evitar llamar la atención de los medios y luego al desaparecerse tanían la idea de que si hubiera sobrevivientes ellos se dividirian para buscarles, divide y vencerás- quede estatico y frio ate toda la idea que había pasado por mi cabeza y había soltado al aire con esa extraña voz que poseía -Entonces ni Gideon ni Vasari son los traidores, de ninguno es la voz que ese desdichado juraba haber escuchado cuando paso todo en los sotanos- quede meditando unos cuantos segundos, con las manos en la barbilla acariciandome la barba -¡Debo informarles a los demás, estamos en las garras del mountruo sin que nos dieramos cuenta, fuimos sus titeres y sus trofeos!- apresuré el paso introduciendome por el sendero donde sabía estaría el brujo, pero entonces dos criaturas de aquellas horripilantes impidieron mi paso -Estoy en problemas- me dije y de nuevo deje que la rabía y la furia se apoderara de todo mi ser, transformandome de nuevo en aquella bestia indeseable para mí.. ahora todo dependía del destino, lance un aullido y mostre las fauces listo para atacar.

Todo ante mis ojos había pasado tan rapido que cuando quise mirar hacia el sendero por el que habíamos corrido para encontrar la salida había desaparecido, había tanto polvo que acumulado en el aire forma una especie de neblina gris que de ser aspirada podíamos terminar muertos o con problemas en el aparato respiratorio si es que saliamos de esta con vida.
Con la boca y nariz cubierta por mi mano fría y algo sudosa debido a los nervios y al miedo caminaba junto aquel extraño hombre que cual depredador observaba cada milimetro del piso, de los muros y de los cuerpos. Me sorprendía a gran escala que no tuviese pavor o nicertidumbre por todo aquello que habíamos visto, era posible que olvidara como de repente los muros caían, las personas corrían y las bastías se los comían, por lo menos de tan solo pensarlo o si quiera recordarlo atragantaba saliba lo más rapido que podía, quizás mi cara de angustía dacía más que mil palabras, quizás sería por eso que mi compañero no dirigia ni media palabra hacia mi.
De pronto llegamos sin más a los escombros de lo que probablemente fue un pasillo, los casilleros seguín ahí tendidos en el piso, otros estaban como las latas de soda cuando son aplastadas por quienes las cosumen, y debajo de ellas cuerpos que quedaron atrapados, destrozados y aplastados por fuertes garras y gran tamaño, tal era la oscuridad de aquel pedazo de tierra, lo que me llevo a suponer que ese detective podía ser un sospechoso, el creador de todo este desastre, aquella escena donde todo lo describio acertadamente era de sospecharse -Y...- finalmente rompí todo silencio -Si no es mucha indescreción de mi parte... ¿Podría decirme como supo todo lo de aquella escena, en el gran salón?- pregunte angustiado -Como puede ver soy joven, de hecho apenas tengo veintisiete años y ya trabajo en la policia pero supuse que quizás si aprendía de su técnica ya no me vería tan... novato entre tanta gente de experiencia- mas el nada me respondía era como si estuviese perdido o desconectado de la realidad, esos ojos penetrantes parecían tener un tipo de rayo laser, y que decir de aquella pipa que ahora jugaba traviesa entre sus manos -¿Usted sabe donde estamos exactamente?- pregunte aterrorizado cuando escuchamos el rugir de esos animales que se acercaban con marchas lentas pero que sus pasos podían escucharse cada vez más cerca -Creo... que somos los únicos sobrevivientes, huelen sangre seguramente, cada vez se acercan más rapido, sin escapatoria ¡Aqui no hay salida!, estamos perdidos- le murmure mientras el estaba de cuclillas examinando la tierra del piso.

Era casi increible todo lo que suecedia, en que momento la tecnología nos había alcanzado tan rapidamente, esos montruos bien eran productos de un tubo de ensayo, de un loco que no conocía su nombre pero que de igual manera queria matarnos a todos.
Podía escuchar sus rugidos y los ecos de los pasos que debido al peso de sus amos parecia que estabamos en medio de un terremoto, nos estaban buscando, quizás era su instinto el que les decía que nadie debia permanecer vivo o quizás el que los haya creado fue la orden que les dió.
Veía los pasillos o más bien los vestigios que habían sobrado de ellos, los cuerpos en piso, las caras de sorpresa que quedaron plasmadas en ellos al ver la cuasa de su propia muerte, lobos, hombres convertidos en ellos que estaban ya desde horas atras muertos, no me sorprendía yo hacía experimentos en el hospital forense de Inglaterra, ya estaba acostumbado a convivir con asesinados, suicidados, ahorcados y todo aquello que terminará en "el caso se cierra por misteriosas causas de muerte", pero a lo que no estaba acostumbrado era al miedo del que caminaba a mi lado, ese joven alto y escualido, de ojos acitunados y cabello castaño claro, sus manos le temblaban y basilaba cada vez que deba un paso hacía adelante, evitaba a todoa costa mirar al suelo y que decir de su continúo pase rápido de saliba, en conclusión tenía un ciervo asustado y aunque no quisiera sus modos me llenaba de nervios.
Para contrarestar tal efecto preferi empezar a buscar idicios o fragmentos de lo que posiblemente fuera una puerta o algo por el estilo, este niño debía regresar con su mami y yo como el adulto que era debía regresar con Watson para vovlver con los pleitos de siempre, me incaba en el piso y examinaba la tierra y los cuerpos, intentaba vislumbrar el horizonte pero no veía más que el polvo que se elevaba al aire y que junto se convertia en un manto tan celoso que no dejaba ver más que su propio color grisaceo y café.
El joven finalmente rompió el silencio, pero le faltaba experiencia para ocultar sus sospechas -Joven Reid ¿no es este tu apellido?- pregunte ya algo molesto -Dicen que el insolente y directo soy yo, no quiera hacer plagio de mi personalidad quiere- decía mientras veía la medera rota del piso, demasiado intrigado -Si, se que usted piensa que mis cuestiones no tienen nada que ver con las suyas, efectivamente es un detective pero de poca experiencia, su inteligencia se debe a esos pequeños rasgos de una enfermedad ederitaria, una infancia adecuada y sin duda la meta de ayudar a aquellos que padecían esa enfermedad le ayudaron a desarrollar inteligencia más no la esquizofrenia, un niño bien centrado en la realidad pese a todo lo que tuvo que enfrentar- levante mi vista hacia Reid -¿Tu madre aún continua en el sanatorio?- pregunte victorioso -Chico no quiero ser contigo con el que me desquite de lo que traigo en estos momentos en mis adentros, eres inteligente pero te falta discreción por lo menos con personas como yo que apuesto son escasas ¿Tu crees que no intuí las sospechas que tienes sobre mí? ¡Vamos casi te doblo la edad!, si te dije todos esos antecedentes tuyos es solo para que compruebes que mi técnica es pura y no es truco, el gobieno ingés me mando en cuanto supieron de este asunto fue cuestión de suerte que yo estuviera en Nueva York todavía en estas fechas- sonreí malisoso -Desobendiencias mías, te aconsejo dejes de preocuparte por que yo no soy el culpable ¿Entediste?- señale con dedo acusador poniendolo contra su pecho.
Se escucharon los rugidos de un animal que venía directo hacia nosotros, si algo tenía razón ese joven es en que estamos encerrados en un pasillo sin salida, de entre las neblinas surgio la figura mosculosa, peluda y agresiva, rugio al sentir nuestros movimientos y entonces se nos echó al asecho, intente disparar para alejarlo, pero ninguna lo hería, solo lo rezoba... eran seguramente estas nuestras últimos segundps de vida.

-Mambru se fue a la guerra que dolor, que dolor, que pena, mambru se fue a la guerra no se cuando vendrá, do-re-mi-do-re-la, no se cuando vendrá- así me fui tarareando y bailando mi canción por todo el desastre que mis bebes habían ocasionado, era tan hermosa la creación que veía en aquellos momentos, neblina y polvo por todas partes, muetos regados como juguetes nuevos, todos con la belleza de una faz llena de lamento.
Mis creaciones sabían quién era su padre, fueron a saludarme gustosas -No, no, ya saben aqui no debemos ser padre e hijos- drematice un poco -Uh, puedo oler el miedo de ¡gente viva!- sono el eco estridente -Otras voces parecidas a la mía- abrí mis ojos lo más que pude -Encuentren a los que tengan mi voz y los que repiren aún- entonces todos se me acercaron al acecho con ojos hambrientos -Excepto yo ¡Idiotas!- se alejaron repentinamente para buscar lo que les ordene, negue con la cabeza alborotandome el cabello aún más de como lo tenía -Fracase como padre o no sacaron mi inteligencia- mire a los alrededores -Voces las vigilaré y quién las haya clonado expirementaré con él- amenacé a la nada y continue rumbo a mis horizontes.
La orquesta empezó a tocar, los gritos asustados de los que aún vivian se escuchaban con clamor, los rugidos de mis pequeños se escuchaban en lo alto y amplio de la escuela, las espadas y las garraas chocando daban el acompañamiento perfecto -Vivaldi me envidiaría- dije mientras sonreia gustoso como si viviera algo realmente divertido y algo más chusco capte después dos amantes que se odiaban a muerte estaban defendendiendose el uno al otro, la chica corrresponía al nombre de Montserrat, por alguna razón ese nombre me resultaba familiar -¡A sí Montserrat!- puse mi mano en la barbilla mientras obsevaba toda la escena desde lo oscuro de un pilar -Un bonito nombre para un hermosa vampiresa- asentí con la cabeza -¿Ahora que venía buscar?- mi mirada la centre en la nada -Era algo importante para Devora, un destino... ¿Si era un destino no?- mire la escultura de león al lado de mi hombro -¡Tu que sabes!- de repente todo vino a mi cabeza -¡Montserrat! era ella a la que venía a buscar, cabeza de loquillo- ahora sabía con toda la certeza de que ese destino estaba vivo y que por cierto pintaba a ser muy llamativo -Lastima tenía bonitos ojos- cargue la pistola mata ratas inmortales y le apunte directo a la espalda -Te tengo- cerre el mi ojo izquierdo para afinar mi puntería.
-Aquí pajaro loco a Cruela D´vil- llame por el comunicador -Es decir Riddler llamando a la princesa Malefica, no, no, a la princesa Devora, tu destino esta con vida, una orden tuya y el gatillo extinguira su flama para siempre- seguía apuntando esperando las ordenes -Me senti como esos atractivos actores de cine de acción- me estremecí sonriendo de la emoción.

-¡Quién demonios me a llamdo D´vil!- me acerque hata aquel atractivo caballero de la mesa redonda que me miraba con odio y con reselo -¿Fuiste tu endemoniado vampiro?- alguién por detrás tocomo mi hombro señalando el comunicador -Ha sido su bufon quién la llamo así señora, esta perdiendo la cabeza como su subdito- aseguró aquel hombresillo -¡Ah! ¿Asi que crees que estoy demente?- le solte una bofetada con fuerza -¡Aprende a respetar estupido!- le arrebate el aparato de las manos -Y por cierto mi bufon es más fiel que tu y la bola de tarados que tienes a tu servicio ¡Y yo soy la única que le nombra así quedo claro!- asenti con la cabeza fuertemente, dando la espalda a el y a toda su guardía.
-Te escucho Nigma- oprimi ese pequeño botón que lograba que la comunicación fuera más clara y precisa -Y por cierto- dije en tono sutil -¡Soy Devora!, un seudonombre más y me la pagrás que de por si no me tienes nada contenta, asi que más vale que me digas algo que ponga de buen humor- escuche atenta todo lo que me decía y fue inevitable sacar una sonrisa de esos labios carmín, caricieandome mi dentadura con la lengua -Ni... te... atrevas a dispararle- amenacé a mi sirviente -Solo entretenlos mientras yo arribo al lugar, quiero que Alessandro vea omo su destino se destruye a pedazos entre mis dedos- veía disimuladamente a su silla intentando forcejear las cuerdas que le ataban, a Nigma no le gusto para nada la idea, sin embargo debia obedecer si queria conservar su vida -Es mi última palabra Nigma, cambio y fuera- sorte sin darle tiempo a que terminará.
-¿A donde crees que vas amor?- me acerque de nuevo al vampiro que desesperado solo lograba lastimarse las muñecas -No deseperes que vamos a ir por tu enamorada- le empuje con fuerza al respaldo de la silla -Lo único malo es que no creo que viva para compartir su... destino juntos- me sente en sus piernas, esas que eran apetitosamente torneadas y musculosas -Y ese mi querido Alessandro.... será- puse mis manos alrededor de su cuello complaciente, siendo provocativa, mostrando el escote y seductora por el tono de mis voz -ese será el mayor de los pagos que puedes darme por haber engañado y quitado a mi madre todo lo que iba hacer para nosotros- deslozaba mis dedos por su pecho jugueteando con su corbata -Una vida, un amor por una tierra y la pobreza, así quedara tu deuda saldada, después tu también morirás sino serás el estorbo que me impida obtener mis tierras y llegar a mi trono- le soreí gustosa.
-Cabo, su pistola- le ordene al que me había insultado momentos antes, aún se venía tocando su piel colorada e iiritada por el golpe -Vamos no te acongojes, dentro de muy poco ya no te dolerá- me burlaba mientras tomaba su pistola de la cual dí tres o cuatro disparos, cayendo inmediatamente ya sin vida -Ahora si preparen el Jet y lleven a este soldado hacía su transporte que lo reunirá con su destino- ordene altivamente -¿Y que harán con este?, guardenselo a Riddler para que haga con el lo que se le antoje, metanlo a un refrigerador o algo- por lo menos si se lo daba lo mantendria ocupado cuando llegará al trono, un desperdicio de hombre si se lo daba a los perros.